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Alegato de apertura defensa

Buenas tardes magistrado, comparece catalina ebner royo por parte de la defensa.

¿acaso una madre no haría lo que fuera por sus hijos? Para los padres, lo más importante que
puede existir en su vida son los hijos, todos los padres estarían dispuestos a hacer lo que fuese
necesario por brindarles la máxima protección a los mismos, con tal de velar por su integridad y
bien estar, y más aún si su vida está puesta en peligro. Este es el caso de doña Ana María Rojas Ríos
magistrado, la cual es una madre que si bien se encuentra en el lugar que está el día de hoy, como
autor de delito de parricidio en contra de su expareja debemos relacionarlo al contexto de
violencia sufrida por la misma y por sus hijos durante años. Ella es una madre que se vio en la
obligación de velar por la protección de sus hijos y también por su vida, ya que estaban siendo
amenazados por el propio padre de sus hijos y ex pareja don Rubén arriaza valdes, el cual era un
hombre sumamente violento, según declara la hija de doña Ana y don Rubén, la cual señala que
desde que tiene uso de razón su padre era violento tanto física como psicológicamente con su
madre y hermanos, además dicho comportamiento también se ve reflejado en los tipos de
mensajes enviados por el mismo hacia la víctima, los cuales se pueden apreciar en la carpeta
investigativa y cito: mañana te mato, mañana te mato a ti y a los niños”, amenazas las cuales eran
de manera constante, además produciéndose también un altercado en el domicilio de la imputada
en don Rubén ingresa violentamente al domicilio debido a celos. Además, cabe señalar su señoría
que la actual pareja de la imputada también fue agredida por don Rubén

Por tanto, su señoría, todo este hostigamiento por parte de la víctima, provocó que la imputada
creyera que la única forma de protegerse fue consiguiendo un arma de fuego, no vio mejor opción
ante este peligro inminente. Cabe señalar que debido a la conducta de don Rubén, la pareja habría
puesto termino a su relación hace tres años atrás debido a su agresiva personalidad, lo cual se vio
claramente reflejado en lo relatado anteriormente como también por lo acontecido en de los
hechos, en donde el día 15 de septiembre del año 2020, doña ana se encontraba esperando a su
actual pareja, quien es interceptada por su ex pareja, don ruben, el cual procede a insultarla y a
agredirla, razón por la cual la imputada cae al suelo y procede a sacar un arma de fuego de su
cartera atemorizada y dispara en contra de don ruben, quien termina falleciendo en el lugar
debido a un sangrado profuso en el área del tórax. Por tanto su señoría, la imputada no podría ser
juzgada ante una situación, siendo una eximente de responsabilidad penal establecida en el art 10
n9, en donde claramente la víctima provocó este miedo insuperable consagrado en dicho artículo,
no fue esta situación puntual la que provocó el actuar de la imputada magistrado, fueron años y
años de abuso en contra de sus hijos y en contra de ella, existía un claro ambiente de violencia y
hostigamiento por parte de la victima. Aquí la verdadera víctima es doña ana maría rojas ríos, la
cual tras años de abuso se vio obligada a pensar: es la vida de mis hijos o la mia o la vida de el, si
bien se encuentra como autor de este crimen, no debemos olvidar cual era el verdadero contexto,
de los hechos, no podemos juzgarla por algo que cualquier padre haría por sus hijos.
Alegato apertura fiscalía

No cabe duda, su señoría que, de todos los actos reprochables que se pudieren cometer, el dar
muerte a otra persona, es definitivamente, uno de los más atroces. Entendemos que aquí se está
privando de vida a un ser humano y acaso, ¿no es la vida propia la esencia de los derechos
humanos?, pues sin ella no se puede gozar de ninguna otra facultad por más inherente que sea a la
persona, y es por ello que se le debe de proteger de todas las agresiones que atenten en su contra.

Y, ¿cómo es posible que se considere aceptable tomar la justicia por nuestras propias manos?, a
juicio del ministerio público, no tiene validez ni merito alguno el que un ciudadano proporcione
por sus propios medios un castigo por encima de la propia ley, y es que la acusada doña Ana María
Rojas Ríos, dejándose llevar por una indignación tan grave que acabó nublando su juicio, procedió
a un actuar desproporcionado, no siendo el concepto de justicia al que aspiramos como sociedad,
ofendiendo nuestra identidad con un delito de tal calibre como lo es el parricidio.

No importa la motivación o la magnitud del enfrentamiento, no se puede transitar por la calle


portando un arma de fuego y proceder a disparar, ninguna circunstancia debería justificar este
actuar, desarrollo de los hechos que se evidencia en lo expuesto anteriormente y en el material
audiovisual aportado por la cámara de seguridad alzada en el lugar en que se cometió el delito.

Para acabar magistrado, recordemos que don Rubén Arriaza Valdés, no solo es el nombre con el
que identificamos a la víctima, sino que debemos ser conscientes de que este hombre, era el padre
de los hijos que conforman a esta familia quienes, sin duda, son los más perjudicados sufriendo el
mayor daño a raíz de este suceso.

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