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Introducción

Uno de los mayores problemas en Colombia se asocia con el campo y la tenencia de


la tierra, por esta razón es que a lo largo de la historia de Colombia las luchas
campesinas han jugado un papel importante. El Centro Nacional de Memoria
Histórica (2018) establece que el mayor problema está en la tensión entre los
procesos de ocupación y apropiación de los territorios, en donde se evidencia el
acaparamiento de tierra por parte del terrateniente y la violencia en contra del
campesinado. En segundo lugar, y muy relacionado con lo anterior, se habla sobre
la violencia estructural que han vivido los campesinos por medio de los marcos
políticos y legales que ha ejecutado el estado para beneficiar a los terratenientes y a
su vez reprimir y despojar a los campesinos.

En tercer lugar, explica que el problema del narcotráfico afecta profundamente al


campo ya que se evidencia una presencia precaria del Estado y, por tanto, la
administración de justicia pasa a manos de grupos al margen de la ley, lo que
significa que los campesinos son víctimas de intimidación, reclutamiento forzado,
desplazamiento lo cual se traduce en el empobrecimiento del sector campesino y
fortalece y recrudece a los grupos armados y el conflicto interno. Además del
problema de la fumigación, que como sostiene Ortiz (2000) elimina la única vía de
posibilidad productiva del campesinado.

Y, por último, están los megaproyectos energéticos y mineros que afectan la


estabilidad territorial y la reconfiguración política y económica de las sociedades
rurales. Además de tener consecuencias a nivel ambiental, y el costo social que ello
representa, ya que se vulneran los derechos de las poblaciones que habitan aquellos
territorios, sobre todo en los territorios ancestralmente habitados por los grupos
étnicos. Por estas razones, entre otras cosas, es que han devenidos las luchas
campesinas, que ya no se trata solo de la lucha por la tierra, sino de la defensa de los
derechos humanos.

Para poder entender la naturaleza de las organizaciones sociales, como la campesina


es importante entender que la existencia de una acción colectiva implica la
preexistencia de un conflicto o una tensión que se busca resolver. Todo esto se
desarrolla por medio de un marco de acción colectiva, que, como sostiene Ibarra
(2000) es un conjunto de creencias y construcciones de sentido que inspiran y
legitiman las acciones. De este modo, los rasgos que impulsan a estas acciones son:
el sentimiento de que algo injusto está pasando y que se debe atacar la causa; el
sentimiento de que esa injusticia recae sobre un colectivo especifico y está movido
por el sentimiento de solidaridad; y finalmente, de que por medio de esta
movilización colectiva se puede vencer tal injusticia.

Para efectos de este trabajo tomaremos como referencia al colectivo Frutos de Paz y
el Baluarte Nacional Campesino, quienes se organizan alrededor del problema de la
tierra y la inadecuada ocupación y uso de ella, además de la falta de garantías para
el sector agropecuario y los incumplimientos del acuerdo de paz. Entonces como
sostiene el Fundador de Café Pushkin y Frutos de Paz, Cesar Jerez, esta iniciativa
busca contribuir al mejoramiento de acceso a la tierra para los campesinos, defender
sus derechos de propiedad, desempeñar el desarrollo rural y cementar los varios
procesos que han ido contribuyendo a la creación de la paz.

En la consolidación del movimiento campesino Celis (2018) identifica 4 dinámicas


reivindicativas que son clave: la autogestión, exigibilidad, resistencia y autonomía.
De este modo, asumen la dinámica de autogestión ante la apatía del Estado frente a
la necesidad de la tierra, esto lo hacen por medio de la colonización de terrenos
baldíos. También se puede evidenciar el ejercicio de la resistencia ante la escalada
paramilitar y de los demás grupos insurgentes, buscando garantizar la permanencia
en el territorio por medio de la defensa de los derechos humanos mediante acciones
de defensa jurídica. En ese mismo sentido, la autodeterminación ante la ofensiva
extractivista, por medio de la legislación propia y prácticas de autogobierno.

Por último, adoptan la posición de exigibilidad frente a la ausencia de voluntad e


inversión por parte del Estado para cumplir con la responsabilidad social, y esto lo
hacen por medio de vías de hecho, como son las movilizaciones y paros agrarios. La
movilización colectiva estratégica, se ha configurado como el elemento fundamental
para consolidar cualquier proceso y el más efectivo para poder negociar con el
Estado. Adicionalmente se puede decir que el espectro político ideológico se ha
caracterizado por ser mayoritariamente de izquierda. Es importante mencionar que
la acción colectiva será equivalente a las acciones del gobierno en curso frente a la
población campesina.

Teniendo en cuenta lo anterior el presente trabajo HOJA DE RUTA

Frutos de Paz y el Baluarte Nacional Campesino

Ahora bien, Frutos de Paz nació en 2020 en los meses previos a la llegada del
covid-19 al país. Este colectivo está conformado principalmente por campesinos y
firmantes del acuerdo de paz. Los integrantes de Frutos de Paz, participaron de
manera activa en la generación de escenarios para la firma de los acuerdos con las
FARC, tanto en los foros de participación como en las mesas de negociación de la
habana asesorando algunos puntos contenidos en el acuerdo final. Adicionalmente,
gran parte de quienes lo integran tuvieron participación activa en los paros agrarios,
e hicieron parte de otras organizaciones campesinas.

Sin embargo, es importante aclarar que esta organización, si bien está conformada
por víctimas del conflicto armado, -teniendo en cuenta que los campesinos en el
contexto colombiano han sido víctimas directas del conflicto armado-, en la
organización no se reclaman como tal, sino como sujetos de un nuevo proyecto
político que apunta a las mejoras del sector agrario.
Así pues, el énfasis de esta organización es el acompañamiento de los proyectos
productivos en todas sus etapas (producción, comercialización y relación con el
consumidor) que adelantan tanto los campesinos como los excombatientes, estos
proyectos productivos se orientan mayoritariamente a las producciones agrícolas,
para la distribución de los productos finales, existen actualmente 3 puntos en la
ciudad de Bogotá donde convergen todos los proveedores e integrantes de frutos de
paz a nivel nacional.

Como se mencionaba anteriormente, la dinámica de autogestión es característica del


movimiento campesino. Por medio de la cual se busca fomentar la economía social
y solidaria, apoyando autonomía y emancipación. Lo anterior, dada la dificultad en
distribución por los oligopolios, el sello busca colmar esos canales y suplir estos
cuellos de botella. La organización Frutos de Paz lo hace por medio la construcción
de redes comerciales que conecten al consumidor con los productores, quienes son
excombatientes y asociaciones campesinas. Esto con el objetivo de apoyar su
reinserción en la sociedad contribuyendo así a cementar, de manera más amplia, al
proceso de paz.

Los incumplimientos de los Acuerdos de Paz (en términos de la reincorporación y


del financiamiento de proyectos de desarrollo) lanzaron debates en organizaciones
de resistencia y propiciaron la creación del Café Pushkin, que es el lugar en donde
se lleva a cabo todo el proceso de construcción de la organización Frutos de paz. El
Café comercializa los productos de las cooperativas que se han creado en los
espacios territoriales de capacitación y reincorporación (ETCR) donde han surgido
unas cooperativas y estructuras que producen agricultura y manufactura, además de
ser el espacio en donde se discuten las agendas y se abren debates sobre la situación
de la lucha campesina.

Adicionalmente, Frutos de Paz hace parte de un proyecto más grande que es la


construcción de una organización llamada el Baluarte Nacional Campesino. Este
proyecto colectivo tiene una agenda más política y una mayor interlocución frente al
gobierno y la exigibilidad frente al gobierno del cumplimiento de los acuerdos y de
los compromisos que se adquirieron a partir de los paros campesinos del 2013 en
adelante. Por tanto, su acción colectiva, se expresa por medio de las vías de hecho,
como los bloqueos de las vías, la toma de sedes institucionales, etc.

El Baluarte Nacional Campesino se encuentra actualmente en un proceso de


consolidación para convertirse en una organización campesina de nuevo tipo, menos
jerárquica, un poco menos ideológica, basado en el consenso. En ese mismo sentido,
cuando el señor Cesar hace referencia a una organización de nuevo tipo hace
referencia a cambios estructurales y organizativos. Lo anterior con el objetivo de
corregir errores pasados dentro del movimiento campesino.
Entre los problemas que se mencionan, están las carencias organizativas, los
sectarismos ideológicos que no permitían la articulación de sectores y se dejaron de
lado elementos fundamentales de la praxis como las políticas de comercialización
en las que el gobierno intervino afectando el bienestar de la población campesina y
sin garantías laborales (C. Jerez, comunicación personal, 09 de septiembre del
2022). De este modo, el Baluarte Nacional Campesino y Frutos de Paz buscan
ocuparse de problemas cotidianos y de acoger en su tejido a la población campesina
en su conjunto, abandonando el concepto de campesino como exclusivo de aquel
que se encuentra en zonas rurales, lo cual representa un potencial de crecimiento y
fortalecimiento para la organización campesina.

BIBLIOGRAFIA

Celys, L. (2018). “Luchas campesinas en Colombia (1970-2016)”. Universidad de Quebec


en Montreal. Ediciones: desde abajo.
Centro Nacional de Memoria Histórica (2018), Tierras. Balance de la contribución del
CNMH al esclarecimiento histórico, CNMH, Bogotá.
Ibarra, P. (2000). “¿Qué son los Movimientos Sociales?”, en: Anuario Movimientos
Sociales. Una Mirada Sobre La Red, editado por: E Grau. Barcelona: Icaria Editorial.
Ortiz, César. La evolución de la política de desarrollo alternativo en Colombia. Pontificia
Universidad Javeriana. Seminario Internacional, Bogotá, Colombia. Agosto de 2000
Disponible en la World Wide Web:
http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/rjave/mesa7/ortiz.pdf
Tres Colibrís. (2020). “CAFÉ PUSHKIN. Frutos de Paz: apoyando la paz desde el
consumo sostenible”. Disponible en: https://3colibris.com/2020/06/19/cafe-pushkin-frutos-
de-paz-apoyando-la-paz-desde-el-consumo-sostenible/

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