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PRESENTACIÓN DEL TRABAJO

TÍTULO
Buenos días, a continuación llevaré a cabo la defensa de mi trabajo final
de grado, al cual he titulado así “De armas tomar: la violencia en la lírica
trovadoresca”. Es decir, el tema del trabajo es la expresión de la violencia
en el ámbito de la lírica trovadoresca, entendida en el sentido tradicional
del término, la poesía en lengua provenzal. De esta forma me limito al
estudio concreto del género lírico, y dentro de éste a las obras
exclusivamente escritas en provenzal. Existen otro muchos ejemplos de
poemas en otras lenguas romance, pero debí marcar un límite y fue el del
ámbito provenzal. La razón es que son las primeras manifestaciones de
este tipo de las que tenemos constancia, las cuales luego fueron
reproducidas e influenciaron la producción en otro tipo de lenguas, así
que en este aspecto me guié por los orígenes. Respecto al límite temporal,
en general la poesía provenzal se mueve entre un periodo establecido
entre finales del siglo XI y principio del XIV, pero la gran mayoría de la
producción lírica se manifiesta en los siglos XII y XIII particularmente, por
lo que me centré en la producción poética de estos dos siglos en concreto.

INTENCIÓN Y OBJETIVOS
La razón por la que escogí concretamente el tema de la violencia y su
manifestación en este tipo de obras fue por el enorme interés que me
suscitó en su momento y por la poca difusión que ha tenido por regla
general. Cuando se habla de poesía provenzal, se piensa prácticamente de
forma automática en el concepto del amor cortés, de la canço
trovadoresca. Existe una clara hegemonía dentro de los estudios literarios
de estos dos términos, y a su vez son los dos aspectos que por regla
general se difunden en la enseñanza. Lo cierto es que por supuesto es de
suma importancia y constituye un tema de enorme interés, pero al
investigar más acerca de esta poesía caí en la cuenta de que existían
muchísimos otros poemas de temática no-amorosa y asuntos varios, cuyo
hilo conductor casualmente era de algún modo la violencia. Tanta era la
producción de este género y tan ricas y diversas sus formas que decidí
abordarlas en este trabajo.
METODOLOGÍA
La metodología que he seguido para abordar el presente estudio ha sido la
siguiente: en un primer lugar, he acudido a los textos directamente de los
trovadores -en este caso los poemas provenzales y su traducción- que he
encontrado en varios repertorios, como el del medievalista y doctor en
filología Martín de Riquer, en el cual además de ofrecer las dos versiones
del texto, sigue una traducción bastante literal y académica, y realiza un
comentario de cada texto, por lo que me ha servido de guía a la hora de
afrontar un tema tan vasto y extenso.
En segundo lugar, he acudido a diversos estudios sobre la lírica
trovadoresca, la sátira provenzal, la cultura occitana y el aspecto histórico
de la zona a tratar. Algunos de estos estudios, de los primeros en llevarse
a cabo, van desde la segunda mitad del siglo XIX hasta las primeras
décadas del siglo XX. Abren el camino a la posterior obra de otros
provenzalistas, que utilizan otro tipo de fuentes y de recursos históricos
para aproximarse de forma más rigurosa a este peculiar tipo de lírica.
Desde la segunda mitad del siglo XX se crean la mayoría de ediciones y
repertorios dedicados a diversos trovadores y su obra, ampliando la
información que se tenía de ellos. Así, la mayoría de estudios sobre esta
cuestión han proliferado recientemente, y se han hecho mucho más ricos
e interesantes al introducir y contextualizar estas obras en su aspecto
histórico y cultural. Por mencionar algunos nombres, destaca la obra de
Martin Aurell, especializada en la dinastía de los Plantagenet y de la
relación de este linaje con la producción poética del siglo XIII, de cómo la
política acabó influenciando e interviniendo en la creación de los poemas
de los trovadores; por otro lado, Linda M. Paterson hace un maravilloso
estudio sobre la cultura y vida occitanas aportando datos de interés como
la autopercepción, la identidad occitana, el grado de desarrollo de las
relaciones feudo-vasalláticas y las características de las diversas cortes.
CONTEXTUALIZACIÓN
La Occitania, territorio geográfico y político
He decidido utilizar el término de Occitania para referirme, en este caso, al
espacio geográfico y político al que he limitado mi estudio. Antes de nada,
debía aclarar que es un concepto que se utiliza desde antiguo en este
sentido especialmente para referirse al conjunto territorial de estas tierras
que corresponderían al Mediodía francés. No es, he de aclararlo, un
concepto político en su sentido estricto, no es un país ni un estado y nuca
lo ha sido en realidad. Es simplemente un nombre que se generó con el fin
de referirse a este vasto conjunto de territorios políticos, diversos entre sí.
El nombre de la Occitania es quizá algo más justo que el de Provenza, el
otro término comúnmente utilizado entre historiadores y provenzalistas,
ambos los he utilizado en este trabajo, especialmente cuando me refiero a
la lengua o a los poetas. De todas formas, en referencia a los territorios y
al espacio geográfico, el término de la Occitania es más apropiado, dado
que la Provenza es tan sólo una parte, como veremos, de todo este
conjunto.
He seleccionado este mapa donde podemos observar el grado de difusión
que tenía la lengua occitana hacia finales del siglo XII, los territorios donde
era la lengua. Lo cierto es que existían diversos dialectos, unos más locales
que otros, algo más difundidos, como lo será el languedoquiano, pero
todos ellos eran muy próximos entre sí. Como podemos observar, los
territorios que podríamos considerar inscritos dentro del término de la
Occitania estarían delimitados desde el sur por la cordillera pirenaica,
hacia el oeste por el océano atlántico, llegarían por el norte hasta la
frontera con el Loira y todo el Macizo Central, y se delimitarían por el este
por la cordillera alpina y hacia el sureste por el Mar Mediterráneo. Dentro
de estos marcados límites geográficos, los cuales reciben generalmente el
nombre de Mediodía francés o galo, en el que se inscriben algunas de las
provincias históricas francesas, como el Languedoc, Provenza, Auvernia,
Gascuña, Guyenay el Lemosín. En estas existirían diversos territorios
políticos de mayor o menor autonomía, tanto ducados, condados y
baronías como otros territorios políticos y feudos menores. Por un lado
estarían tanto los condados de Tolosa como el condado de Provenza y el
de Auvernia, el famoso ducado de Aquitania y diversas tierras que
tendrían un mayor o menor grado de dependencia con el resto de
estados.

Poesía occitana
La diversidad política y la abundancia que caracterizó al siglo XII se vio
reflejada en la proliferación de numerosas cortes en el Mediodía francés,
las cuales fueron conocidas en toda Europa por su rica y ociosa vida
cultural. En ellas se dio cobijo a un gran número de trovadores y juglares,
los cuales entretenían con sus versos y rimas a las gentes, infundiendo
ánimo en el lugar o alterando la rutinaria vida. Esto conllevó el cultivo de
la lírica occitana, la cual se desarrollará especialmente durante los siglos
XII y XIII.
Los rasgos que caracterizan a este tipo de lírica, y que explican en parte el
increíble éxito que alcanzó en la época, son los siguientes.
1. En primer lugar, se tratan de las primeras composiciones líricas
escritas en una lengua románica, en este caso en provenzal u
occitano. Dejan atrás el latín y se expresan en la lengua popular,
abriendo el marco receptivo.
2. Poseen autor confeso, el llamado trovador, aquel que trova, es
decir, encuentra, halla e inventa, imagina. En este caso la condición
social no es un problema, ya que existían poetas de todo estrato
social, desde lo más bajo, pobres y pordioseros juglares, hasta lo
más alto, reyes y monarcas como Alfonso II de Aragón, Ricardo
Corazón de León, Federico III de Sicilia…
3. El trovador escribe las composiciones, o al menos las compone, y
luego hace que se transmitan y difundan de forma cantada, ya sea
él mismo o un juglar. Esto hace que igualmente sean fácilmente
reproducidas, conocidas y celebradas, y que haya un constante
movimiento.
- Se recopilaron en cancioneros durante los siglos XIII y XIV
principalmente, de los que nos han llegado unos 90 aproximadamente.
- En cuanto al número de trovadores, se cree que existieron con certeza
alrededor de 350 poetas de nombre conocido, y aproximadamente un
conjunto de 2550 canciones o composiciones.
- Éstas poseen unas cuidadas reglas formales. En primer lugar, todas las
canciones se miden por el número de sílabas en sus versos, y por la
rima, siempre consonante. Además, están compuestas por una o más
coblas, es decir, estrofas, de variada versificación. Algunas de ellas
contiene refrahns, es decir, estribillos, y normalmente finalizan en una
o dos tornadas, una suerte de cobla pero con un número de versos,
donde el trovador suele ofrecer un resumen o da un sentido general al
poema, o donde menciona al posible destinatario del poema, y a veces
también al juglar o mensajero que lo haga llegar.
- Existen diversos géneros del sirventés, normalmente diferenciados por
su contenido y temas tratados. En este sentido habría que diferenciar
dos grandes grupos de poemas: los de temática amorosa, que cobran
forma en la famosa cansó amorosa, y los que se rigen por otro tipo de
temas varios, a los que tradicionalmente se les ha agrupado bajo el
nombre de sirventés. Estos últimos son los que he tratado en mi
trabajo, ya que es en este grupo donde encontramos todo tipo de
manifestación relacionada con la violencia.

El SIRVENTÉS
El sirventés es por lo tanto un género lírico fuertemente diferenciado de la
canción amorosa. Existen ya algunos tratados de gramática medievales
que nos hablan sobre este género de poesía trovadoresca.
En primer lugar, en la Doctrina de compondre dictats, del siglo XIII, nos
dice que el sirventés
1. “debe hablar de señores y vasallos censurando o castigando o
elogiando o mostrando, o de hechos de armas, de guerra, de Dios o
de órdenes o nuevos sucesos”.
Una definición más simple y cerrada hace Uc Faidit en los Donatz
proensals, cuando se refiere al sirventés como
2. “una canción hecha en vituperio personal”.

En las Leys d’amors, el tratado de gramática provenzal medieval más


importante, del siglo XIV, nos dice que el sirventés
3. “debe consistir en una crítica, o vituperio general, cuyo fin sea el de
castigar a los necios malvados, o puede tratarse en él si se quiere de
cualquier hecho de guerra”.
Así pues podemos deducir que los temas más recurrentes en este tipo de
composiciones serán el insulto, el vituperio, la censura y la crítica, los
hechos de guerra y eventos bélicos de la época.
También estos textos medievales nos dan a entender que el sirventés,
etimológicamente hablando, viene a llamarse así por que se sirve del
estrofismo de canciones precedentes, otro rasgo distintivo de este
género. Esto, a pesar de lo que se pensaba en la época, se debió
principalmente a la inmediatez que precisaban estas composiciones, la
respuesta en su creación debía ser ágil para poder transmitirse
rápidamente y no perder fuerza, al girar en torno de sucesos, hechos o
comentarios. Además, de esta forma eran fácilmente reconocibles por la
audiencia, pues ya habrían oído la melodía previamente en alguna
canción, y podría memorizarlas y acogerlas con más atención. Otras
teorías aluden a que eran poesías compuestas por algunos sirven, una
suerte de sirvientes de la corte, pero no es una cuestión esclarecida del
todo.

En cuanto a los diferentes temas que acoge el sirventés en sus versos, se


encuentran los siguientes, división propuesta por M. de Riquer.
En primer lugar estarían el sirventeses moral, una composición donde el
trovador fundamentalmente reprueba y censura algún tipo de actitud, o
crea una honda crítica contra las costumbres y los comportamientos de su
tiempo, siempre en un tono moralista.
En segundo lugar, el sirventés personal, un tipo de poema donde el
trovador deja desatar toda su furia y odio personales contra un sujeto
concreto. En este sentido, daba igual qué clase de condición pudiese tener
susodicho destinatario, fuese una dama, un monje, un barón vecino o el
mismísimo rey. Son sirventeses donde el trovador demuestra
orgullosamente su posición de creador, de inventor, y donde se desfoga.
El tercero de estos tipos de sirventeses es el literario, muy fáciles de
identificar ya que en ellos se tratan temas siempre de índole literaria, ya
sean cuestiones sobre el arte de trovar o menciones a otros poetas y
juglares.
Por último, estarían los sirventeses políticos. Estos son quizá los más
amplios y complejos, ya que en ellos se tratan diversos asuntos, todos
ellos relacionados con el desarrollo político de la época que vive el
trovador. Riquer diferencia aquí cinco apartados, según el asunto a tratar,
en este caso los poemas sobre la Reconquista española, los que relatan la
cruzada albigense, luego los que mencionan los diversos conflictos
acaecidos en el norte de Italia, y los mismos entre la corona francesa y la
de Aragón en la segunda mitad del siglo XIII, y por último aquellos cuyo
asunto gira en torno a las cruzadas en oriente.

ESTRUCTURA DE LA VIOLENCIA

Yo en mi trabajo he seguido una estructura algo diversa, pues me he


guiado al tipo de relato y expresión violenta que hace el trovador en su
composición.

EL RELATO DE LA GUERRA

Así en primer lugar he diferenciado lo que sería el relato de la guerra,


donde la violencia aparece por fuerza, poemas en los que se describe el
desarrollo del conflicto armado y de sus consecuencias. He dividido a su
vez dos composiciones de este tipo que se pueden identificar bastante
bien:

En primer lugar, las canciones de cruzadas. En este tipo de poemas


encontramos una invocación a la guerra por parte del trovador en su obra,
en la cual anima a participar en las santas gestas y justifica su fervor por
medio de la voluntad de Dios. Son así poemas donde la moral, la política,
la propaganda, la religión y el deseo por guerrear se entremezclan. Existen
unas 35 cansones de crozada, pero no en todas el poeta demuestra estar a
la altura de este tipo de gesta bélica. Sin embargo, conservamos algunos
ejemplos donde el trovador sí hace eco de su poder creativo de estos
hechos, y donde pretende, a veces por algún tipo de acuerdo con el
monarca, levantar los ánimos de los cristianos que sí están dispuestos, o
que no están del todo seguros, a lanzarse al combate ultramar.
También a veces el trovador exhorta de forma totalmente personal a un
monarca o a los grandes señores a lanzarse al enfrentamiento con el
enemigo. Éste siempre será el Islam y sus fieles, denominándoles desde
formas más piadsas como turcos y sarracenos, a otras más violentas,
como perros negros.
- Un ejemplo es este, compuesto por Gavaudan, un poema de fuertes
connotaciones morales en el que el trovador lamenta el estado del
mundo, de cómo los musulmanes han logrado hacerse con el poder de
Jerusalén y otras tierras a causa de los pecados cometidos por los
cristianos. Desea ver cómo se unen los pueblos de occidente en una
gesta contra aquellos a los que denomina perros.

Los desastres de la Cruzada Albigense

Uno de los acontecimientos que más incide en el pensamiento de los


trovadores y se ve reflejado en sus poemas es el de la llamada cruzada
albigense o contra los cátaros, un conflicto convocado por la Iglesia
romana ejecutado por las tropas francesas que provocará un profundo
trastorno en las tierras occitanas y sus gentes, por lo que los trovadores
compondrán un considerable número de sirventeses en los que reflejarán
este estado de ánimo. El Papa Inocencio III, después de un largo periodo
de avisos, decidió excomulgar al conde Raimon VI de Tolosa ante su
desobediencia. La autonomía de estas tierras comenzaba a preocupar
tanto a la Iglesia, dada la libertad religiosa que existía en el Mediodía
francés, y a la Corona Francesa, la cual deseaba imponer su dominio
definitivamente. En 1209 se convocó a la cruzada contra estas tierras, so
pretexto de erradicar la herejía cátara, y comenzaron las primeras pugnas
y batallas, y las tropas del rey de Francia Felipe II acabaron con la
resistencia de los condados del sur. Con el Tratado Meaux-París, en 1229,
se dio fin a la mayoría de las batallas y disputas, concluyendo
definitivamente con el dominio francés sobre estas tierras, que se vio
efectuado de forma definitiva décadas más tarde. Muchos trovadores
tuvieron que huir, de corte en corte, hacia otras tierras, y comenzó a
acuciarse un progresivo odio hacia los vecinos franceses y hacia el Papado
y el clero local.

- Existen muchos sirventeses surgidos en medio de todos estos


conflictos, pero hay algunos en concreto que relatan perfectamente el
clima que existía por aquel entonces en aquellas tierras, como este de
Benart Sicart de Maruèjols, compuesto una vez terminado el conflicto,
pero donde mantiene el tono severo y triste que le trae el recuerdo de
la guerra.
ELOGIO DE LA VIOLENCIA
Si tuviésemos que resumir el género del sirventés en el corpus de un solo
trovador, ese sería Bertran de Born, el cual merecía un apartado aparte
sólo para su figura, dado el interés que produce tanto su persona como su
obra, y por la calidad de su estilo, único y propio.
Era un señor feudal, autoproclamado barón, quien poseía una fortaleza en
Hautefort, dedicó su vida principalmente a la batalla y al trovar. Tenemos
unas cuarenta composiciones suyas, entre las que hay algunas canciones
amorosas, pero principalmente destaca la colección de sirventeses
políticos, en los que el trovador, muchas veces por propia iniciativa,
desata su sed de combate. Necesita ver el conflicto, la batalla desatada, el
choque entre los grandes señores, pues no le convienen ni placen la paz
ni la tranquilidad ni otro tipo de placeres. Su vocación es la batalla, la
política, las posesiones. Nadie hay que mejor represente la caballería, en
su sentido sureño, antiguo, que Bertran de Born.
En sus sirventeses políticos, arremente en primer lugar contra los reyes de
Inglaterra, la dinastía Plantagenet, y alienta a la familia (Enrique II, su hijo
Ricardo Corazón de León y el hermano de éste, Enrique el Rey Joven) a
que peleen entre sí. También arremeterá luego contra la corona francesa
y el rey Felipe Augusto.
Propiciará también algunos sirventeses más que político, personales,
contra Alfonso II de Aragón, pues poseía una verdadera malquerencia y
odio hacia su persona.
Pero los ejemplos que merecen una mayor atención, dada su forma única
y su estilo propio, son los que he denomianado como elogios a la
violencia. El trovador que inicia este tipo de colección de poemas es
Bertran de Born, y en ellos se deja entreveer el choque de mentalidades y
la introducción cada vez mayor de unos valores que procedían del norte,
caracterizados por la caballería, las fuertes relaciones feudo-vasalláticas,
el honor y las cortes y la aventura caballeresca. Estas nuevas figuran son
adaptadas por la mentalidad sureña de esta forma tan singular.
La audiencia de estos sirventeses, normalmente gente de baja y media
alcurnia, trató de dignificar sus propias posiciones y valores, recibiendo
influencias del norte. Lo mismo ocurre con el sirventés, por el cual se lleva
a cabo una búsqueda de la elevación del género hacia el de la cansó
amorosa, de forma intencionada o accidental. La alegría, la joy del amor
cortés, se traslada hacia el campo de la batalla; las fórmulas amorosas se
adaptan al ejercicio bélico, al arte de las armas.
Muchos poetas desde finales del siglo XII y durante el XIII seguirán los
modelos de Bertran de Born, como el siguiente, una de las canciones más
famosas, si no la que más, de Bertran de Born.
Este es el ejemplo que seguirán muchos poetas y se repetirá en formas
bastante similares a lo largo de diversos sirventeses.

EL SIRVENTÉS PERSONAL CENSURA SÁTIRA Y ESCARNIO

El sirventés político ¿un medio propagandístico?


Abro esta pregunta después de haber visto varios ejemplos de sirventeses
políticos. Algunos historiadores se han cuestionado si las opiniones y
pareceres expuestas en este tipo de sirventeses reflejaban una opinión
más común y amplia, quizá generalizada en el lugar donde fuesen creadas.
Muchos historiadores han rechazado esta idea, pero sin embargo han
reconocido cierta influencia del sirventés político en la opinión pública.
Es una teoría bastante consistente, pues sabemos que los reyes,
monarcas, y altas figuras de la política de entonces utilizaban estos
medios, por medio del estipendio de los trovadores de la corte, para
difundir una serie de programas, empresas o victorias políticas que
mejorasen su imagen y atrajesen a partidarios. Este fenómeno ha hecho
que el sirventés político sea comparado con la propaganda política
moderna, pero no hay que olvidar que en muchos de los casos, la voz que
se refleja en estos poemas es la del poeta, que interesado en un mayor o
menor grado, expresa sus propias posiciones políticas. De hecho, en
muchos de estos sirventeses utiliza un tono bastante personal, alejada de
toda pretensión fría y calculadora, y se deja expresar ex abundantia
cordis.

Desafío a la autoridad y crítica mordaz


Como hemos visto, el sirventés político refleja y menciona diversos hechos
y sucesos, pero el tono en él utilizado varía de unas a otras composiciones.
A veces se dirige directamente a las más altas personalidades políticas.
Aquí, en algunos casos, decide elogiar sus empresas y difundirlas, como
conducta ejemplar para otros monarcas. Así sucedió con los monarcas
castellanos, que sirvieron de ejemplo, de exemplae, introducidos en otros
sirventeses para alentar políticas similares en otros monarcas. No fue el
caso de Alfonso II, rey de Aragón, conde de Barcelona y marqués de
Provenza. A pesar de haber cultivado como ningún otro monarca español
la lengua provenzal, llegándola a estudiar y a escribir él mismo -de ahí su
apado, El Trovador-, su imagen no fue recibida del todo bien al norte de
los pirineos. Entró en conflicto con los condes de Tolosa, y seguramente
para aumentar su influencia en la zona y mejorar su imagen, comenzase a
dedicar la producción poética de su corte en provenzal y a ser un gran
mecenas de este arte. A pesar de todos sus intentos, muchos trovadores
vieron en su persona todo lo opuesto, y le dedicaron muchos sirventeses
punzantes e hirientes.
Otro motivo que les conducía a la crítica y censura de los grandes
señores, era su posible pasividad en el mandato, o la no involucración en
las batallas que se daban en torno a su señorío, y que el trovador conocía
por noticias.
- Bertran lo filhs
Además, que el monarca o el señor fuese poco dadivoso era motivo
frecuente de crítica, especialmente en sirventeses más posteriores,
cuando comenzaron a aflorar los juglares errantes de corte en corte.
No sólo el destinatario de las críticas fue el gran señor, sino que las quejas
se dirigieron también las autoridades eclesiásticas, especialmente
después de los desastres de la cruzada albigense. La Iglesia y su clero no se
salvaron de los duros sirventeses de tono moral que compusieron los
trovadores, pues muchas de las veces la veían como un enemigo infestado
de severos pecados. La osadía de estas composiciones es increíble: no sólo
critican e llevan a cabo serias ofensas a los altos poderes eclesiásticos
locales, sino que dirigen sus críticas directamente al Papado, a Roma,
rogando excomulgaciones de algunos clérigos, o incluso llegando a
cuestionar la autoridad de Dios, y reprendiendo sus errores.
- GUILHEM FIGUEIRA

CONCLUSIONES
Después de haber leído tantos sirventeses y de haberme introducido en
este campo histórico y literario a través de diversos estudios, he llegado a
las siguientes conclusiones:
1. En primer lugar, la que parece quizá más evidente, es el de recalcar
la gran abundancia de este tipo de poemas dentro del corpus lírico
trovadoresco, dentro del cual parece ser mayoritario. Hubo un
mayor número de poetas que se dedicaron al cultivo exclusivo de
sirventeses que de aquellos que hicieron lo mismo con la cansó
amorosa, y muchos otros poseen un mayor número de poemas
adscritos a los temas no amorosos. Teniendo en cuenta, además,
que el interés por estas canciones se vio algo mermado desde el
propio siglo XIII, posiblemente los cancioneros no recogiesen ni
todos ni la mayoría de estos poemas, por lo que podríamos deducir
que el número superaría con creces sin duda alguna al cultivo de la
cansó.

2. En segundo lugar, creo que hay que admitir que constituyen una
fuente válida y útil para el estudio y la aproximación a esta época y
esta zona geográfica especialmente, aunque también a lo
relacionado con ellas. Como hemos observado ya en algunos
ejemplos, el sirventés se configura como un importante vehículo
por el cual los trovadores expresan su parecer, sus inquietudes,
mencionan los hechos acaecidos, se refieren a batallas, lamentan y
censuran actitudes… Constituyen de esta forma, al aportarnos
tantos datos “de circunstancia”, por darles un nombre, una fuente
de interés para el estudio y la aproximación al desarrollo de la
mentalidad de la época.
3. Hemos visto también cómo de cuestionable es afirmar o dotar a
estas tierras de los mismos valores y la misma significación que
pudiesen tener ciertos ritos o comportamientos en las tierras del
norte. A través de los sirventeses, se deja constancia, creo yo, y
otros muchos historiadores, que las relaciones feudovasalláticas no
estaban del todo desarrolladas en estas zonas, y que
predominaban por su contra unos valores antiguos, más hostiles a
la sumisión, más igualitarios.

4. Por otro lado, podemos deducir que la propaganda real fue un


hecho, se dio lugar durante la segunda mitad del siglo XII
especialmente y el siglo XIII, y que constituyó una forma usual de
patronazgo de poetas y un vehículo por medio del cual la autoridad
se relacionaba con las otras cortes y con los estratos más inferiores.
Posiblemente de no haber tenido resultados y de no ser un medio
eficaz y útil, no habría existido tamaña proliferación de estos
poemas.

Hay muchas cuestiones que deberían poseer quizá un estudio más


riguroso, como el del influjo del sirventés y su influencia en la opinión
pública y de las autoridades; o cómo pudo ser posible que tales ataques a
la autoridad se permitiesen sin ningún tipo de respuesta ejemplificante,
de control de las conductas, hasta qué punto era una licencia real o
artificial, en definitiva. Espero haber podido poner en relieve este tipo de
poemas, pues el fin no es otro que intentar visibilizar este conjunto lírico y
reivindicar su valor.

Muchas gracias

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