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Derecho Inmobiliario
Derecho Inmobiliario
del Der ech o hay que con tem pla r la dinámica del mismo y así puede
estática que regulan los
«El conjunto EA
llegarse a una primera definición:
o, modificación, ex ace y transmi.
actos y contratos relativos al nacimient inmuebles.»
es sobre bienes
sión del dominio y demás derechos real
que es «el
En igual sentido se pronuncia BIENVENIDO OLIvER al decir
conjunto sistemático de reglas o preceptos legales acerca de los derechos
constituidos sobre cosa raíz o inmueble». Sigue esta postura CAMPUZANO,
Pero el concepto así formulado es considerado como excesivamente amplio
y defectuoso, ya que, como sostiene SANZ FERNÁNDEZ, ni todos los bienes
inmuebles están sujetos a las mismas reglas, ni en ellas se comprenden |a
totalidad de las relaciones jurídicas sobre aquéllos, ni las que se comprenden
se estudian en toda su integridad. Para este autor es preciso delimitar el
objeto, las relaciones que forman su contenido y las relaciones mismas que
son reguladas.
Por esta razón del “objeto”, sigue diciendo dicho autor, es un derecho
referente a bienes inmuebles por naturaleza, esto es, a fincas. Desde el punto
de vista de las «relaciones que forman;su contenido», SANZ FERNÁNDEZ. cla-
ramente centra su esfera en'la regulación de las formas de publicidad de
los actos de constitución, transmisión, modificación y extinción de los dere-
chos reales sobre fincas. Por último, respecto a las “relaciones mismas”, es
preciso puntualizar que regula los derechos reales desde el punto de vista
formal y público y ciertos derechos personales en el aspecto de la garantía.
De ahí que concluya definiendo el Derecho inmobiliario como «el conjunto
de normas de Derecho civil que regulan las fórmas de publicidad de los actos
de constitución, transmisión, modificación y extinción de los derechos reales
sobre fincas y las garantías de ciertos derechos personales 6 de crédito,'a
través del Registro de la Propiedad».
- Roca Sastre entiende que lá definición 'anterior es inexacta, ya que se
identifica en ella lá forma-del acto. con' la inscripción registral, cuando no
ser un elemento o requisito para que el acto, rodeado de la forma
exigidade legal
pasa mente, produzca determinados efectos: -De ahí que para dicho
autor; el Derecho inmobiliario
nido de la siguiente forma
Lo que
inmobiliario parecen no d udar dicho S autores es en identifi erecho
n el Derecho hipotecari entificar al: Derecht
ESTUDIOS SOBRE DERECHO HIPOTECA
RIO 21
B) Naturaleza y caracteres
C) Contenido
Concepto
a) Concepción sustantiva
El concepto de institución exige, según la tesis de HAURIou, un: triple
requisito: 1. La existencia de un conjunto de normas de tipo orgánico, que
llevan consigo una organización. 2. Dichas normas deben ser de carácter inde-
rogable (ius cogens o derecho absoluto). 3. La voluntad de los particulares
solamente tiene un juego de adhesión frente a ellas.
A poco que intentemos profundizar en estas circunstancias que toda ins-
titución lleva consigo, vemos que la legislación hipotecaria responde a este
tipo orgánico de normas, que no se alteran por la voluntad de los particulares,
los cuales pueden aceptarlas en forma de adhesión si voluntariamente deci-
den proteger su derecho a través de los principios hipotecarios.
La concepción del Registro de la Propiedad como institución fue defen-
dida por ARAGONÉS Y CARsr a través de la idea de que el Estado tiene dentro
de sus facultades la de la realización y definición del Derecho, y para precisar,
determinar y fijar las condiciones que debería tener el objeto de la realización
jurídica surgió la necesidad de crear.un Registro, como institución pública
Y TERRY proyecta un
y con fe en sus asientos. Si la propiedad dice MoRrELL
doble fin individual y social, es evidente que en este último fin se halla el
fundamento social del Registro, en cuanto ha de procurar que la reglamen-
tación por él introducida no sólo lo respete, sino que coadyuve eficazmente
ón y un organismo
a su realización. Si el. Registro constituye una instituci
fin jurídico, el Estado no podrá
de suma trascendencia para la realización del . Si además
cometido
prescindir de él, so pena de realizar imperfectamente su
necesitarán cons-
garantiza y desarrolla la propiedad privada, los particulares
tantemente de su auxilio para la defensa de sus intereses privados.
Propiedad no A ser _
ins tit uci ón el Reg ist ro de la
. Como tacar 10: que
nido a través de lo que es su “objeto”, sino a base de des
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CHICO y OR
JOSÉ MARÍA
28 aquella
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_El Regist co ns igue como finalidad primordiar
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o Ju rídico”.
la “seguridad del tráfic o a : institución regis.
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La mayor parte de los e mediante
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é, destin sm»isión, modi-
titución jurídica qu de la o tución tran
,
to la registración inmuebles, así como
liaria, tiene por obje al es so br e bi en es
los derechos re
ficación y extinción de la capacidad de las personas
y de los
ativas a
las resoluciones judiciales rely opción.»
os
contratos de arrendamient o,
ta” que hemos señalado DíEz-Picaz
Se acerca más al criterio “finalis rminadas oficinas
que habla de «una institución jurídica que mediante dete
nciona a cargo de funcionarios
úblicas con competencia territorial y que fu
lmente, con carácter oficial y efectos
calificados y calificantes, publica principa
derechos reales sobre ellos
trascendentes, la situación jurídica de las fincas y
ncreción finalista cuando
establecidos». Aún puede verse en este autor más co
dad se ha organizado un sistema
dice que mediante el Registro de la Propie to de ase-
que publica o muestra la situación jurídica de las fincas, con obje
esta el Esta-
gurar el tráfico jurídico inmobiliario mediante un servicio que pr e contienen
do a través de ciertas oficinas, en las que se llevan unos libros qu
a crita; oficinas
la historia ordenada y sucesiva de las vicisitudes de cada finc insres
strado de la Pro-
a cargo de unos funcionarios específicos llamados Regi
piedad.
b) Concepción adjetiva
Fines
Al examinar la cuestión relativa a los fines del Registro hay que distinguir
entre fines mediatos y fines inmediatos. Los fines mediatos o últimos del
Registro de la Propiedad los constituyen la organización y garantía de la
seguridad del tráfico de los bienes y derechos registrables mediante la publi-
cidad jurídica que supone la inscripción. Los fines inmediatos o próximos
son los que tradicionalmente se estudian bajo la rúbrica del objeto del Regis-
tro de la Propiedad y en este sentido el art. 1.1 de la Ley Hipotecaria señala
que «el Registro de la Propiedad tiene por objeto la inscripción o anotación
de los actos y contratos relativos al dominio y demás derechos reales sobre
bienes inmuebles». El actual precepto deriva de la Ley de 1909, que lo ins-
tauró tomándolo de la definición similar que establece el art. 506 del Código
Civil.
La peligrosidad de la definición legal reside en la crítica ulterior que la
doctrina ejerce sobre la misma, sobre todo cuando la definición no es lo
suficientemente comprensiva de todos los supuestos y determinativa de todos
los efectos que constituyen el objeto del Registro. RocA SASTRE ha sido el
gran crítico de la definición legal, y apeándose en cada uno de sus pronun-
ciamientos va desglosando críticamente la misma:
a) El Registro de la Propiedad tiene por objeto la inscripción o anota-
ción. Roca, con indudable acierto, dice que dicha fórmula .es insu-
ficiente, ya que sería preciso haber añadido a las inscripciones y
anotaciones los otros asientos registrales que se producen (cance-
laciones y notas) o emplear.una terminología más amplia, propo-
niendo la de “registración” o la de “inscripción” comprensiva de toda
clase de asientos.
Otros autores, como SANZ FERNÁNDEZ, Utilizan como término más
adecuado el de “toma de razón”, y nosotros estimamos que la Ley
podría haber hablado genéricamente de «práctica de asientos en los
libros registrales», pues la utilización del término “inscripción” choca
con el importado de “inmatriculación” o “primera inscripción”.
b) El objeto del Registro es la inscripción o anotación de los actos y
contratos, Roca estima más aconsejable la utilización del término
actos registrales” 0, en forma más detallada: actos o negocios jurí-
dicos y resoluciones judiciales o administrativas inscribibles. A nues-
tro entender, el problema tiene más enjundia, pues doctrinalmente
ha sido uno de los más discutidos.
Sembró interrogantes doctrinales NúÑEz Lacos en el año 1919
al clasificar los Registros en de derechos, de hechos, de actos y con-
tratos, de documentos y de títulos, para concluir que nuestro sistema
español supone un Registro de títulos, como variante del de actos
JOSÉ MARÍA CHICO Y ORTIZ
32
e
(arts. 1- Eabi
1 del Código Civil) sobre prenda sin desplazamien,,
Igarse la Ley de 16 de diciembre 1.
Este proceso O e 1955 sobre prenda sin desplazamienye
aia Posteriormente
aa1000 regulando la Ley de Navegación Aérea de o
ee.
hipoteca la inscripción e hipoteca de las aeronaves, Le
de julio de tenderse complementada por las disposiciones que rigen el R colo
que debe en s Muebles creado por RD 1828/1999, de 3 de diciembre; igual.
tro de po línea de absorción debe citarse la importante
disposición que
cr del Registro de ventas a plazos de bienes muebles, según
— 17 de julio de 1965 y complementarias, así como el Decreto de 3
de diciembre de 1970, que normativiza la hipoteca sobre el derecho a Explotar
películas cinematográficas, la Ley 7/1998, de 13 de abril, sobre Condiciones
Generales de la Contratación, que creó el Registro de Condiciones Generales
de la Contratación, y el RD 1828/1999, de 3 de diciembre, por el que se
aprueba su reglamento y en su Disposición Adicional Unica se crea el Regis.
tro de Bienes Muebles antes referido.
Esta situación, nacida, como hemos visto, en el siglo pasado, dio pie a
la doctrina para que se empezase a pensar en el nacimiento de una nueva
rama jurídica de gran profundidad y división. Y así, MoRrELL Y TERRY decía
que del examen del concepto, fundamento, importancia, fines, organización
y porvenir del Registro de la Propiedad nada se opone a que pueda empezar
a hablarse de un nuevo Derecho que podría denominarse “Derecho registral
inmobiliario”, superando las iniciales denominaciones de “Derecho inmo-
biliario” y “Derecho hipotecario”, corrientemente manejadas por nuestros
más prestigiosos autores. Ya el mismo autor apunta en su magistral obra
la posibilidad de una denominación que abarque más campos
y nos habla
de un “Derecho registral”, denominación que modernamente ha sido uti-
lizada, en sus intentos de creación de un Derecho unitario; por MARÍN
PÉREz.
Y posteriormente por CABANILLAS GALLAS en su brillante exposición
de lo
que ha de ser el futuro del Registro.
Nosotros, como ya hemos dicho y ahora repetimos, desde la última edi-
ción de los Apuntes, volvíamos a la
vieja denominación de “Derecho
— o culto a la Ley que lleva este nombre
hipo-
y advirtiendo E
e ." que podría significar el hacer
— centro del Registro a tm
vertir la disciplina en un “De
due, como hemos visto, recientement recho de la publicidad registra »
tivistas en su e tratan de lograr los administra
—— afánafán identif:
identificador entre los: Registros jurídicos y los admininis-
| :
ESTUDIOS SOBRE DERECH
O HIPOTECARIO
35
ido
a l corriente, lo cual implicaba un índice de publicidad”.
; ñana —sigue diciendo CABANILLAs—
S-
«Si pensamos en los Registros del mañana —sigu
j llamar su pura esencia
blicidad a lo q que podíamos ias
tenemosE que reducir la publicida da,
o o por lo menos su más4c inevitable
inevitable c contenido. Y el más inevitable
b 1
contenido
de la publicidad es, por el interés legal en que ciertos hecl os sean conocidos,
el llegar simplemente a la cognoscibilidad legal. Cognoscibilidad legal enten-
dida no como un puro ocasional o accidental conocimiento, sino considerada
como un conocimiento efectivo que se puede obtener por medio de una acti-
vidad desarrollada a este fin, actividad que no sólo es lícita, sino también
legítima, y que no es sólo conforme al derecho objetivo, sino esencialmente
expresiva del ejercicio de un derecho subjetivo que se reconoce a cualquier
persona frente a la situación registral.»
«En pura esencia de principios, el conocimiento legal no puede afectar
más que a los hechos o a los efectos. La tesis de que la publicidad tiene
por objeto el conocimiento de hechos, como sabemos, ha sido sostenida en
Italia por Corrapo, aunque no con gran precisión. Posteriormente, FERRI
distinguió ya entre títulos y efectos jurídicos.
LACRUZ y,
se confieren a la persona
tades a la misma hacen
ESTUDIOS SOBRE DERECHO HIPOTECARIO 37
A) Derecho romano
de la generalidad de la doctrina,
El Derecho romano, y en esto coinci
publicidad no ya sólo
se caracteriza fundamentalmente por carecer de una
bién en la materia referente a los
en las transmisiones de dominio, sino tam
iende que: el Derecho romano, 7
gravámenes. El autor anterior citado ent
materia de transferencia y gravamen de bienes inmuebles, no traspasó T'
superó la fase de una publicidad simple.
La explicación de esta ausencia de publicidad y, por supuesto,sin , uvio
el
misma sé debe
e de un sistema que pudiera reflejar la
varo D'Ors. Para este autor la ausencia de publicidad se bas? “* eE dea
falta de necesidad de la misma. Está basada en la soberanía que e E en los
ducían
B) Derecho germánico
e una trayectoria histórica más enraizada en
El Derecho ger mánico tien echo
pu bl ic id ad qu e el De re c ho romano. Dice Díez-Picazo que el Der
la cam-
ico , muc ho men os per fec to téc nicamente que el romano, tuvo en
ger mán de
la ext rao rdi nar ia vir tud de dar un cauce jurídico a las necesidades
bio
nes inmuebles. Esta publicidad inmo-
publicidad en los negocios relativos a bie
aria ger mán ica se rea liz a a trav és. de tres vías fundamentales, que son
bili
inscripción en los Registros públicos.
la auflassung judicial y extrajudicial y la
sung tiene dos manifestaciones
El fenómeno de la transmisión O auflas
en los Registros inmobiliarios. El
que van a desembocar en la inscripción
un sentido singularmente registral
fenómeno transmisivo germánico tiene
la forma de verificarse la transfe-
según NÚÑEZ Lacos, quien explica toda ir las tres fases:
dos, podríamos distingu
rencia. Siguiendo a los autores cita
sé
ener
a e auflassung extrajudicial. El fenómeno transmisivo
pr SICA . a de ficción en el cual el protagonista 0 transmitente
cosa
sobre la
ne e sn e todos los posibles derechos que tiene
ee _ enomina expropiación exfestucatio, auflassung). 1nmedia”
prin
E dede —— el adquirente que se apodera y ocupa (improp'e
dy
del
aintCua
E ur. ar
a auflassung extrajudicial,independencia
según explica PLANT, ón.
ema de realizaba en la misma finca mediante un acto de a -
co los testigos. La solemnidad y la presencia ur ee
acía ante
— -_— — evidente dosis de publicidad. En la auflassuré er ri-
“sala” y “vestidura”. TPaga
_ istinguir dos actoses llamados
el acuerdo sobre la transmi
E CD
mera — 0 ice Diez-Picazo,
inentrez de unes lasímbolo e
(por ejemplo to A. azo de mediante
tierra). La investidura entrega a puesta
daa fi — =
e: cio E ace recorriendo sus linderos y se consuma En
quirente y el abandono por el transmitente.
>
ESTUDIOS SOBRE DERECHO HIPOTECARIO 41
iormente
7. fase. La auflassung judicial. El fenómeno transmisivo anter o las
arec iend
citado se puede hacer también ante la autoridad judicial, comp
do el primero la depo-
dos partes, transmitente y adquirente, y manifestan
judicial la investidura al adqui-
sición o el abandono otorgando la autoridad un fenómeno muy similar la
rente. Fue, probablemente, dice Dfez-Picazo,
en que se condena a una persona
in iure cessio romana. En aquellos casos
demandante un documento
a la entrega de una finca, se crea en favor del
Originariamente la aufias-
¡natacable, cuyas ventajas son muy considerables.
tarde se admitió que las
sung judicial fue un proceso aparente, pero más a petición
ante el Tribunal, quien
transmisiones de la propiedad se hicieran
confirmaba el dominio de
del adquirente emitía un título documental que
la ceremonia de la transmisión,
éste. Este acto va posteriormente a provocar a
el documento que otorg
que antes se realizaba levantando el guante y ahora
y en vez de levantar el guante
el Juez y que se involucra en la ceremonia
de apropiación del domi-
se levanta el documento (levare chartam) en señal
iormente, se realizaban en la
nio. Estos actos que, como hemos dicho anter ga del
emente con la entre
finca, al efectuarse lejos del predio, bastaba simpl
documento (la traditio chartae).
A partir del año 1135,
3.2 fase. La inscripción en los Registros inmobiliarios.
e de inscribir en hojas
según explica PLANTTZ, en Colonia existía la costumbr
nte, alrededor del
archivadoras los negocios relativos a las fincas. Más adela
sición en la oficina
año 1200, se comenzaron a celebrar los negocios de dispo
testimonio oficial
encargada de los archivos, otorgando las autoridades un dera
ipción se consi
de la adquisición del derecho. A partir del siglo xv la inscr
s al principio,
como acto constitutivo de la adquisición del derecho. Estos libro
eponién-
dice Núñez Lacos, recuerdan, luego prueban, luego declaran sobr
paso final
dose la eficacia de su fecha y, por último, constituyen, que es el
.
en el que la inscripción se convierte en forma sustancial de la auflassung
Este sistema fue admitido por otras ciudades alemanas, en las cuales se con-
virtió en ley la regla de que la inscripción es requisito constitutivo de la modi-
ficación jurídico-real.
que en. est a pri mer a eta pa, sobre todo cuando llega la
due ahí
n descubrirse algunos atisbos de
dominación visigoda, sólo podría ción” o “roboración”,
la “robra
publicidad a través de las figuras de
las ventas; la “insinuación”
que sup one una ratificación solemne de
gran desarrollo dentro de la
o insinuatio de las donaciones con un para la donación
dad total
región aragonesa y que suponía una impuni
posteriores, salvo la de los
contra las posibles acciones revocatorias
os. También puede citarse
posibles acreedores con anteriores derech
desarrollo fundamental-
la publicación de las ventas que tiene su
rcitar el retracto gen-
mente en Navarra y en Vizcaya, para poder eje
ción pública del contrato por
tilicio y algunos atisbos de la formaliza
funcionario público, que
medio de la intervención de escribano o
tiene numerosas man ifestaciones dentro del antiguo Derecho es-
pañol.
pa por la recepción científica
b) Segunda etapa. Se caracteriza esta eta
ta de publicidad y la intro-
del Derecho romano que supone una fal
ducción, dentro del sistema de transmisión, de la figura de la traditio.
unfo del Derecho romano
El Código de Partidas supone el total tri
leza al sistema de la traditio en forma ya esp”
y da carta de natura
ritualizada por la última fase del Derecho romano. "e
Tercera etapa. Etapa de toma de razón. En esta etapa que se inci”
el fenómeno de la creación de un?
en el siglo xvi, va a producirse ro,
publicidad por medio del Regist pero como apuntaba fundamen
ez -P ic az o, est a et ap a no es la de un Registro de la Pro-
talmente Dí stro de cargas y gravámenes
. NT
piedad, sino la de un Regi a
la in fl ue nc ia del sistema de clandest
tó
a el siglo xvi se no ta lm en te la necesid
n ue
nt ró fu nd am en
ral, sino única y *
ute y se ce
re ch os rea les en ge ne
los de
vaominio y de que al no tener co
mente en aquellos derechos reales
ESTUDIOS SOBRE DERECHO HIP
OTECARIO 43
sorio con la cosa suponían una
dificultad para su apariencia, como
eran los censos, las rentas, los tributos y, sobre todo, las hipotecas.
De esa necesidad van a nacer dentro del Derecho españo dos
l Reales
Pragmáticas que dan lugar a dos sistemas de Registros. La últ
ima
de ellas la examinaremos especialmente través de las Contadurías
de hipotecas y la anterior tiene dos fases:
— Pragmática de 1539. Don Carlos y Doña Juana en 1539 dictan
la Pragmática que trató de instaurar un Registro de cargas y que
tuvo su origen en la petición que se hizo a través de las Cortes
de Toledo, que vino complementada por la que en su día dictó
- Felipe II en 1558 a petición de las Cortes de Valladolid.
En esta Pragmática, que se dictó exclusivamente para Castilla,
se creaba un Registro de Censos y Tributos y se disponía que
«en cada Ciudad, Villa o lugar donde hubiera Cabeza de juris-
dicción» debía de haber una persona que tenga un libro en el
que se registren todos los contratos de censo, tributo e hipoteca
sobre casas y heredades. La efectividad de dicha registración se
contenía a través de la sanción de que los contratos que no se
registren dentro de los seis días no hagan fe, ni se juzgue conforme
a ellos, ni sea obligado a cosa alguna ningún retroceso poseedor,
aunque tenga causa del vendedor, El Registro se consideraba
como reservado, pudiendo el Registrador dar fe si hay o no algún
tributo o venta a pedimento del vendedor.
— Pragmática de 1713. El fracaso que supuso la implantación de
la Real Pragmática citada se debió ados razones fundamentales:
el haber sido circunscrita solamente para Castilla y el no haber
sido cumplida por los Tribunales de Justicia, que aún seguían
apoyados al sistema del Derecho romano. A través de estas dos
razones las Cortes de Valladolid, como hemos apuntado ante-
riormente, en el reinado del Felipe V se llega a dictar una Prag-
mática de 1713 que extendía el Registro de censos y tributos a
todos los lugares del reino, aunque no fueran cabeza de juris-
diccióny que se instalaran en las Casas capitulares a cargo de
justicias y regidores y que los secretarios de Ayuntamientos lle-
varen tales oficinas. Tampoco tuvo éxito esta medida. La afir-
mación que se hace como causa del fracaso de la Pragmática
—aplicación sólo a Castilla— no resulta acertada, ya que e.
II el 26 de septiembre de 1571 ordena aplicar en Granada e E
tema del “Libro de Consejo”, en el que se hacían constar “os
traspasos, deslindes y cargas.
O Y ORTIZ
JOSÉ MARÍA CHIC
44
LAS CONTADU
RÍAS DE HIPOTECAS
diar el contenido de la documentación y las líneas generales del
Al estu -= crea esta institución, María Rivas PALA dice que los Oficios
organismo q de Hipotecas, establecidos por Real Pragmática de 31 de enero
Le
$ imposición de un
ituyen el pr!¡mer intento serio y UAefectivo de
de O CUNbal sobre la transmisión de bienes inmuebles que,
do
a
dnde incompleto y parcial (sólo afectaba a determinados actos), resultab
au
bastante avanzado para su época. La razón de esta Real Pragmática reside
en las repetidas quejas a que dio lugar el incumplimiento de las disposiciones
citadas anteriormente, quejas que cristalizaron en el Consejo de Castilla, que
presentó a Carlos III en 14 de agosto de 1767 una instrucción que, sometida
a consulta, fue aprobada por el Rey y publicada con el carácter de Real
Pragmática en la fecha anteriormente citada, Para el análisis de dicha Real
Pragmática podemos seguir la misma sistematización que la autora citada.
Los Registros deben ser llevados en forma separada para cada uno de
los pueblos del partido, de manera que se toma razón separadament
e para
cada pueblo y año de las escrituras que se presenten. Los Registros se llevarán
en un libro o en varios. Se foliarán y encuadernarán para formar libros de
la misma manera que se hace con los protocolos. Para la ordenación de
dichos
libros se establece la formación de unos índices o reperto
rios generales para
E. a que pueden anotarse por orden alfabético los nombres de
e a imponen los censos o hipotecas o bien de las heredades,
Fe Es En parroquias En que se encuentran. Todos estos libros deben
os en las Casas Capitulares y de su custodia se hacen responsables,
ademmásás dede |los escriban os,
la Justiciciia y Regiimiento del luga
de jurisdicción donde
se establ
r de partido o
ezca el Oficio.
s
C) Actos sujetos a
toma de razón
uencia en la pro-
la propiedad, ni ejercen saludable inflial, ni dan actua-
cizan suficientemente ntan
¡edad pública, ni asie en sólidas bases el crédito territor
facul-
lidad a la circulación de la riqueza, ni moderan el interés del dinero, ni
dquisición a los dueños de la propiedad inmueble, ni dan la debida
tan sua
bre aquella garantía prestan sus capitales.
segurida d a los que so
Hemos de citar, por último, cómo la Orden del Ministerio de Justicia
diciembre) disponía la entrega
de 14 de diciembre de 1957 (BOE de 26 de s s
s de Hipoteca por los Registradore de la
de los libros de las Contaduría
ales. En cumplimiento de la cita-
propiedad a los Archivos Históricos Provinci s libros de las
os buena parte de lo
da Orden se recogieron en esos Archiv
anecen en los Registros de la Pro-
antiguas Contadurías, aunque aún perm ión,
idos muchos de ellos. Esta documentac
piedad y en lugares desconoc
co rp or ad a a la cu st od ia de l Cu er po Fa cultativo de Archiveros, Bibliote-
in
os y Ar qu eó lo go s, co mo añ os an te s lo fu eron los protocolos notariales,
ca ri
rm an ec e, de sd e en to nc es , bi en co ns ervada, aunque escasamente consul-
pe es.
os Provincial
tada, en los Archivos Históric