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Manual para La Construcción de Actividades Plataforma Acompañar (26392)
Manual para La Construcción de Actividades Plataforma Acompañar (26392)
Acompañar
Acompañar, Plataforma Federal de Evaluación Formativa
En su dimensión formativa, la evaluación aporta evidencias para regular la enseñanza y el
aprendizaje, atendiendo a la realidad multidimensional de las aulas. Desde esta perspectiva,
esta plataforma permite evaluar para conocer qué y cómo se está aprendiendo, así como
brindar retroalimentación en función de las estrategias implementadas en cada curso.
Acompañar se crea con la intención de que cada docente pueda construir sus propios
instrumentos de evaluación, recoja las respuestas de sus estudiantes, y gestione
formativamente sus prácticas de enseñanza. De esta manera, cada docente podrá
acompañar la trayectoria de cada estudiante.
Adicionalmente, cada actividad está acompañada de una Ficha técnica cuyo objetivo es
brindar información respecto de la lógica de construcción de la actividad. Esta información
es la base a partir de la cual cada docente podrá elaborar la retroalimentación para sus
estudiantes.
Es recomendable que estas actividades evalúen solo dos niveles de concreción de la tarea:
correcto o incorrecto. De optar por diseñar una actividad que evalúe tres niveles de
concreción (correcto, parcialmente correcto e incorrecto), la diferencia entre los dos
primeros debe ser cognitivamente cualitativa. Es decir, la descripción de las hipótesis de
error debe dar cuenta del gradiente de procesos cognitivos involucrados en la tarea.
Denominamos dinámica de resolución a acciones que las y los estudiantes deben realizar
para seleccionar la respuesta correcta. Estas acciones involucran competencias digitales
por lo que deben favorecer la recolección de evidencias de aprendizaje por sobre lo
novedoso de su diseño.
Estas actividades evalúan la competencia de las y los estudiantes para construir una
respuesta.
Estas actividades deben ser revisadas por las y los docentes, quienes brindarán
retroalimentación personalizada.
Para estas actividades, la Ficha técnica mostrará la información en formato de tabla con
dos columnas: nivel de concreción de la respuesta (correcta, parcialmente correcta,
incorrecta) y descriptores o indicadores (descripción y ejemplificación, cuando sea posible,
de la lógica de resolución). Es decir, la posible interpretación de los procesos involucrados
en la resolución: qué saben y qué hicieron (heurística de resolución) las y los estudiantes
que no resolvieron la actividad según el estándar establecido. Este es el espacio para hacer
explícitos obstáculos epistemológicos reconocidos en la bibliografía específica de cada
área, y ofrecer algunas pistas para su abordaje en las aulas. La diferencia entre niveles de
concreción debe ser cualitativa.
“Cada profesor –sin que por lo demás tenga forzosamente conciencia de ello- puede adoptar
su propia definición de excelencia, apropiándose y especificando, a su manera, las
normas de excelencia establecidas por la institución, invirtiendo en ellas su propia
concepción de la cultura y el dominio. Más aún, le corresponde fijar, según lo que le parece
justo y razonable a la vez, el nivel de exigencia en la o las disciplinas que enseña. Decide,
también, en amplia medida, acerca de la manera de hacer corresponder los resultados con
las notas y acerca del umbral que dé testimonio de un dominio suficiente”.
Los criterios de evaluación visibilizan estas definiciones de excelencia, ya que explicitan los
aspectos de la actividad o tarea que permiten determinar qué y cómo se aprende. Son,
entonces, específicos de cada tarea y responden a distintos objetivos de aprendizaje.
Dependiendo de los objetivos y de la tarea, permiten mostrar además diferentes niveles de
concreción o desempeño; es decir, permiten dar cuenta de los gradientes de complejidad y
de experticia inherentes al aprendizaje.
Para las actividades que se incluyen en esta plataforma, el criterio de realización está dado
por la consigna. Por ejemplo, escribir una explicación. Se establecen como máximo 3
niveles de concreción de la tarea (correcto, parcialmente correcto e incorrecto) que deben
dar cuenta de los criterios de calidad preestablecidos.
1. Claridad y brevedad
Las actividades deben ser formuladas de manera clara, de forma tal que la tarea solicitada
pueda ser interpretada por cualquier estudiante. Para lograr este objetivo, se recomienda:
Cada actividad debe permitir evaluar el objetivo y la competencia para la que fue diseñada.
El objetivo debe ser específico (debe poder transformarse operacionalmente en una tarea
que brinde una evidencia de aprendizaje) y único (evaluar solo un proceso cognitivo).
3. Relevancia disciplinar
Del universo de aprendizajes posibles, las actividades deben permitir evaluar los que se
consideran relevantes en el contexto de cada disciplina y en función de los NAP. Este
aspecto da cuenta de la transposición didáctica docente, y responde a las preguntas: por
qué o para qué evaluar. Debe considerarse, también, su representatividad territorial.
4. Sesgo y estereotipos
En las actividades se debe evitar hacer alusión a situaciones contextuales que sean de
índole familiar y que, por lo tanto, favorezcan a ciertos grupos de la población. Además, es
indispensable cuidar que no se reproduzcan estereotipos de ninguna clase.
5. Estímulos
Debe procurarse:
Debe procurarse:
Uso de videos
Debe procurarse:
Debe procurarse:
6. Consigna
La consigna debe ser clara, concreta y precisa, de manera que cada estudiante interprete la
tarea a realizar sin tener que leer las opciones para darse cuenta qué se le pregunta o qué
tipo de respuesta se espera que produzca. Puede enunciarse en forma de pregunta o de
consigna propiamente dicha. Debe estar enunciada en positivo, y evitar expresiones como:
“no” o “excepto”.
7. Opciones de respuesta
Todas las opciones deben parecer posibles respuestas a la pregunta planteada. Para ello se
recomienda: