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Anexo 22
Anexo 22
Impacto del éxito o fracaso de la política exterior en el mantenimiento del poder de Alemania
(Hitler)
DIA 1
FUENTE A.
AHORA RESPONDEMOS:
¿Qué sugiere la Caricatura en relación a Hitler?
Sugiere una crítica a la política exterior de Alemania bajo el régimen nazi de Hitler, pues como se observa, el ganso sostiene una rama
de olivo, que hace referencia a la “paz”, pero al mismo tiempo, se encuentra pisando el tratado de Locarno, firmado años antes para
respetar sus fronteras y mantener la región del Rin desmilitarizada. La caricatura se burla de las intenciones pacíficas que Alemania, o
sea, Hitler, afirmaba tener, mientras que en realidad violaba los acuerdos internacionales y se preparaba para la guerra. De igual
manera, su caminar, “El paso del ganso”, es una marcha militar que se asocia con la Alemania Nazi.
PREGUNTA RETADORA
¿Hasta qué punto la Sociedad de Naciones fue permisible en la política exterior de Alemania?
La Sociedad de Naciones no pudo hacer nada para detener estas violaciones del Derecho internacional por parte de
Alemania, ya que carecía de medios efectivos para hacer cumplir sus resoluciones. La Sociedad de Naciones no pudo
hacer nada para detener estas violaciones del Derecho internacional por parte de Alemania, ya que carecía de medios
efectivos para hacer cumplir sus resoluciones y solo quería evitar una nueva guerra, esto mediante concesiones y
negociaciones. En síntesis, la Sociedad de Naciones fue permisible en la política exterior de Alemania a partir de 1936
porque era una organización débil, las grandes potencias estaban divididas y Alemania era una potencia militar fuerte.
NOS CONTEXTUALIZAMOS.
El eje fundamental de sus relaciones con el exterior estuvo constituido por una política expansionista y pangermanista
(unión de todos los alemanes) que sirvió de instrumento para llevar a la práctica la teoríadel “espacio vital”, necesaria
para asegurar el desarrollo demográfico y económico de Alemania.
Su política se hizo cada vez más agresiva, materializándose en un enérgico rearme cuya evidente motivación, además de
la económica, era la preparación para la guerra.
En 1935, tras un referéndum, celebrado en un ambiente de intimidación y violencia, Alemania recuperó la zona del Sarre
que permanecía controlada por la Sociedad de Naciones desde el término de la Primera Gran Guerra. Este acto fue
acompañado de la reinstauración del servicio militar obligatorio, que había sido expresamente prohibido en los tratados
de paz de 1918.
Actividad 02: Identifica las ideas importantes que sugiere la fuente B y C sobre la política exterior alemana para ello
puedes hacer uso del puntero resaltador.
DIA 2
Actividad 03: Analizamos las siguientes fuentes y reconocemos el impacto sobre la política exterior
alemana.
FUENTE D: Christian Leitz, historiador especializado en el Tercer Reich, escribe en el libro académico
Nazi Foreign Policy, 1933–1941. The Road to Global War (Política exterior nazi, 1933–1941. El camino
hacia la guerra global) (2004).
El objetivo de Hitler de rearmar Alemania continuó sin encontrar oposición. Durante las conversaciones anglo-francesas en
Londres a principios de febrero (1935), el rearme de Alemania había recibido la bendición de las dos potencias occidentales
europeas a pesar de que todavía esperaban convencer a Alemania de que se uniese a un pacto multilateral al estilo del de
Locarno que garantizase las fronteras de los vecinos de Alemania en Europa Oriental.
La respuesta de Hitler a estos planteamientos conciliadores llegó rápidamente. Eliminó una de las principales limitaciones
del Tratado de Versalles y, el 16 de marzo de 1935, aumentó a 300.000 el número de tropas del ejército alemán. Esta vez,
sin embargo, Francia, Gran Bretaña e Italia parecieron estar dispuestas a reaccionar con mayor firmeza ante el preocu pante
aumento de la fuerza alemana. Se llevó a cabo un intento en Stresa, en abril, de establecer un frente común contra los
crecientes intentos alemanes de revisión [de los acuerdos de posguerra].
No obstante, la reacción de los tres antiguos aliados sigu ió siendo endeble [débil]. Para satisfacción del régimen nazi, el
frente común contra Alemania duró poco y tuvo un impacto limitado. En el mes de junio, Gran Bretaña rompió con Stresa
cuando aceptó un acuerdo naval bilateral con Alemania.
Tomando como referencia la fuente D, ¿Elabora una conclusión en base la información brindada?
FUENTE E: Henri Lichtenberger, catedrático de universidad, escribe en el libro académico The Third
Reich (El Tercer Reich) (1937).
Enfrentada al deseo alemán de rearme naval, Inglaterra [Gran Bretaña], tras indicar brevemente su desaprobación, decidió
rápidamente llegar a un acuerdo. Los líderes británicos creían que la mejor formade salvaguardar el interés principal inglés
[británico] sería alcanzar un acuerdo directo y por separado con Alemania, que estableciera un límite máximo de
armamento alemán que resultase
aceptable para ambos países. Al aceptarse esta transacción, no solo Alemania consiguió el derecho a iniciar con el
consentimiento inglés un importante programa de construcción naval, sino que también se produjeron potencialmente más
desacuerdos entre los firmantes de l tratado de Versalles.
El tratado naval firmado en Londres el 18 de junio de 1935 entre Inglaterra y Alemania despertó gran preocupación en
Francia. Dio lugar a estallidos en la prensa y a maniobras diplomáticas dirigidas a moderar el nivel de desacuerdo que se
había desarrollado inesperadamente entre las dos naciones aliadas, y a mantener íntegra la Entente, que se consideraba
valiosa. Resultó, sin embargo, evidente que, mediante esta audaz iniciativa, Hitler había logrado un sorprendente éxito que
también reforzó su prestigio en Alemania. Había ganado el derecho a rearmarse oficialmente tanto por tierra como por mar,
y lo había logrado sin una ruptura violenta con Francia.
TOMANDO COMO REFERENCIA LA FUENTE E: ¿Elabora una conclusión en base la información brindada?
DIA 3
Desde el punto de vista del futuro Führer, la nación alemana debía elaborar un testamento político de su política exterior
que tenía que se basaría en:
No tolerar jamás la formación de dos potencias continentales en Europa. Ver siempre el peligro de una agresión contra
Alemania en cualquier tentativa de organizar ante las fronteras alemanas una segunda potencia militar, aunque solo fuese
en forma de un Estado capaz de llegar a serlo, y ver también en ello, no solo el derecho, sino también el deber de impedir
por todos los medios y hasta valiéndose del recurso de las armas, la creación de tal Estado, y si este ya existiese,
destruirlo sencillamente. Velar por que la potencialidad de nuestro pueblo no resida en dominios coloniales, sino en el
suelo patrio del continente mismo. No considerar jamás asegurado el Reich, mientras este no sea capaz de darle a cada
nuevo descendiente de nuestro pueblo, a través de los siglos, la parcela que le corresponde. Finalmente, no olvidar nunca
que el más sagrado de los derechos sobre la tierra, es el derecho al suelo que se quiere labrar con el propio esfuerzo, y el
más sagrado de los sacrificios la sangre que por ese suelo se vierte». Si Rusia, según Hitler, veía a Alemania como un
Estado destinado a correr la misma suerte de ser dominada por el judío internacional, una nueva ideología tenía que evitar
que el pueblo alemán cayera bajo su poder.
En Mi lucha, Hitler compara la política exterior de antes de la Primera Guerra Mundial con la que debe seguir Alemania
en la década de los años veinte, momento en el que él escribe. No es que haya cambiado el objetivo de esa política. En
ambos periodos, se trataba de asegurar el sustento del pueblo alemán y ganar aliados convenientes. Pero, si antes de la
guerra se buscaba «la conservación del acervo nacional alemán a base del poderío del Estado existente», luego de la
misma había que construir primero un Estado libre y con la fuerza suficiente como para realizar
«una política externa práctica en el sentido de garantizar la conservación, el desarrollo y el sustento de nuestro pueblo en
el futuro». Era necesario que la política exterior del presente buscara recobrar la libertad para el futuro.
En esta concepción, lo vital era la autonomía y el poder, no estaba dispuesto a soportar las consecuencias del Tratado de
Versalles. Debido a esa decisión, exigía la igualdad de derechos frente a las demás potencias y amenazaba con el rearme
en caso de que las mismas no iniciaran un desarme similar al que Alemania se había visto obligada a realizar después del
tratado.
Este intento de frenar los planes expansivos de Alemania fracasó. El 14 de octubre de 1933, Alemania abandonó la
conferencia y días después se alejó de la Sociedad de las Naciones.
Quedaba abierta la posibilidad de la guerra ante el fracaso del desarme y la consolidación del rearme de la Alemania
Nazi.
En un contexto caracterizado por un pronunciado descontento frente a las injusticias políticas y sociales, el año 1935
marcó importantes triunfos en política exterior alemana. Estos triunfos permitieron hacer frente exitosamente al
descontento que el régimen despertaba en la sociedad como consecuencia de la incapacidad para resolver los problemas
de la vida cotidiana.
La victoria exterior más importante de 1935 fue el plebiscito del Saar en enero. A este triunfo se sumó otro relacionado
con la política interior que fue la reintroducción del servicio militar universal en marzo. Ambos fueron vistos como
grandes éxitos nacionales.
La provincia del Saar había estado, durante varios años, bajo la administración de la Sociedad de las Naciones. Había
llegado el momento, según los términos del Tratado de Versalles, de que sus habitantes resolvieran cuál sería su destino,
si reintegrarse a Alemania, unirse a Francia —que se disputaba con Alemania su dominio— o mantener el status quo.
Considerando que un alto porcentaje de su población era alemana y también católica, la jerarquía católica apoyó el pleb
iscito propuesto sobre el destino de la región, cuyo resultado fue la reincorporación al Tercer Reich a través del voto de
más del 90% de la población.
El Führer manifestó que la resolución del problema de la región del Saar, cuyo gobierno fue transferido a Alemania el 28
de febrero de 1935, era el final de los conflictos territoriales con Francia. En marzo, Alemania reimplantó el servicio
militar obligatorio, anunciando a su vez que el ejército alemán constaba de 112 cuerpos y 36 divisiones, incluyendo los
grupos de policías incorporados. Esta medida puso fin a uno de los condicionamientos más humillantes contenidos en el
Tratado de Versalles, al permitir que Alemania recuperara su soberanía defensiva.
Fuente: Agosto, P. (2008). El Nazismo la otra cara del Capitalismo. México: Ocean Sur editorial latinoamericana.
SEGÚN LAS FUENTES LEÍDAS, ¿señale cuáles fueron los éxitos o fracasos en el mantenimiento en el poder?
FUENTE G: Corni, G. (2017). Breve historia del nazismo (1920-1945). Madrid: Alianza Editorial. Es un
historiador italiano especializado en historia contemporánea.
LA POLÍTICA EXTERIOR ANTES DE LA GUERRA
La política exterior hitleriana es uno de los temas más discutidos. El interés por él se justifica por las graves consecuencias que
tuvo su agresividad para el orden del continente y del mundo. Las opiniones de los historiadores sobre este punto son tan
dispares que resulta difícil llegar a u na síntesis.
Resumiendo, las principales interpretaciones, recordaremos que, en un primer momento, nada más acabar la guerra, tanto entre
los estudiosos como en la opinión pública se impuso la idea de que Hitler había intentado llevar a cabo un programa
expansionista a costa de cometer crímenes inauditos contra la humanidad, y se depositaba la culpa colectiva en el pueblo
alemán por haberlo secundado. El proceso celebrado en Núremberg en 1945-1946 por voluntad de los vencedores no contaba
con el principal imputado, aunque sentó en el banquillo de los acusados a varios de sus colaboradores más estrechos para
ratificar así la condena de los delitos cometidos por el Tercer Teich.
Taylor argumenta que la política exterior de Hitler no fue cuantitativamente distinta de la que practicaron los gobiernos
alemanes anteriores. Se trataba de una política que, con motivos fundados, intentaba recuperar el equilibrio roto por el inicuo
tratado de paz impuesto a la Alemania de 1919. Si Hitler desencadenó un conflicto mundial, la responsabilidad fue también de
las otras potencias, en especial de Gran Bretaña, que cometieron ciertos errores de valoración capaces de provocar la reacción
militar de Alemania.
Hitler, que se ocupó personalmente de la política exterior, mantuvo en secreto sus objetivos últimos. En la cúspide imperial
hitlerianos hay un umbral que nadie consigue traspasar, pese a la enorme cantidad de estudios. La documentación disponible
solo deja ver que, una vez conquistada la hegemonía continental, Hitler pensaba desencadenar una guerra mundial contra los
Estados Unidos. Así debe interpretarse la decisión de planificar, ya en enero de 1939, la creación de una flota oceánica, el
llamado «Plan Z».
En todo caso, es cierto que fue el propio Hitler quien adoptó medidas decisivas y marcó los tiempos y las actuaciones de la
política exterior, aunque desde otros centros de poder se le aconsejaran ciertas intervenciones concretas. Por tanto, parece
necesario partir de un análisis al menos somero de su visión de la política exterior
Para Hitler, la política interior estaba subordinada a la exterior, que era el núcleo de la actuación del Estado. «La política es la
realización de la lucha por la existencia de una nación». Y añadía «El pan que necesita un pueblo está condicionado por el
espacio vital del que dispone». Su concepción del mundo se basaba en la eterna lucha entre los pueblos para acaparar
territorios, el «espacio vital». Las estrictas leyes de la naturaleza premian al más fuerte: «La tierra es como la jarra que pasa de
un comensal a otro y tiende a terminar siempre en las manos del más fuer te», declaraba en 1942. Considerando la superioridad
racial del pueblo alemán, su espacio vital era insuficiente.
Actividad 05: Escribe EL ANÁLISIS DE POSTURAS que establece la opinión que mantiene el AUTOR SOBRE LA
FUENTE F Y LA FUENTE G, encontrando las posturas o perspectivas en común, sobre la política exterior alemana.
FUENTE F: Patricia Agosto es egresada de la FUENTE G: Corni, G. (2017). Breve historia
carrera de Historia de la Facultad de Filosofía y del nazismo (1920-1945). Madrid: Alianza
Letras de la UBA. Obtuvo una beca de posgrado en Editorial.
la Universidad de la Habana (1991-1992). Es un historiador italiano especializado en
Historiadora de la Universidad de Buenos Aires historia contemporánea.
(UBA) e Investigadora del Consejo Nacional de La política exterior antes de la guerra
Investigaciones Científicas y Técnicas
(CONICET). Ha publicadoel libro Wallerstein y
el moderno
sistema mundial, entre otros.