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¿Cómo resolver un trabajo práctico?

Laura Ortiz
Profesora asistente Introducción a la Historia, Escuela de Historia, FFyH, UNC
(Perfil aula virtual FFyH: https://ffyh.aulavirtual.unc.edu.ar/user/profile.php?id=22261)

En este texto realizo algunas explicaciones de estrategias para leer y escribir en el nivel
universitario. Aunque son sugerencias en general, están orientadas al trabajo en los
trabajos prácticos de Introducción a la Historia.

Primero que nada, hay que aproximarse al texto


La mayoría de los textos que
te toca leer en la
Universidad son “lecturas
por encargo”. O sea, lxs
profesorxs te señalan una
serie de textos con la
intención de que
comprendas determinados
temas, pero muchas veces
los textos no abordan solamente la cuestión que el/la profe quiere analizar, y muchas veces
se puede generar confusión sobre qué analizar. Porque la intención del/de la profe no se
transmite automáticamente, hay que interpretarla. Para saber qué es lo importantede un
texto señalado en una materia, tenés que construir una hipótesis de lectura. Es decir, tenés
que suponer o inventar una razón para leer ese texto. Para eso tenés que revisar el texto
“por encima” para tener una idea aproximada sobre lo que el texto trata: revisá el título y
subtítulos, paratextos (imágenes, cuadros, etc.), año de publicación, autor/a/es/as. Esto
último no es un dato anecdótico, sino que permite reconocer cuándo y quién produjo el
texto. A partir de ello podremos reconocer el lugar de enunciación de quién habla, qué
teoría estaba disponible en ese momento, cuáles eran las discusiones dominantes en el
campo de la historia, a qué corriente adscribe y con quiénes discute, entre otros aspectos.
Aunque gran parte de esa información se va incorporando de a poco, es importante
registrarla.
Luego tenés que vincular esa información que tenés del texto (hasta que no lo leas no vas
a poder comprobar si tu hipótesis de lectura es más o menos acertada) con el programa
de la materia. El programa es un itinerario durante la cursada, que te indica los temas, las
lecturas obligatorias y complementarias, las actividades. Pero sobre todo, te muestra cuál es
la estructura de la materia. En el caso de Introducción a la Historia, la estructura entrecruza
la teoría de la historia con la historiografía y el oficio de la historia. Recordá siempre que el
objetivo es analizar cómo trabajamos lxs historiadorxs. Esta relación del programa con el
texto te permite ubicarlo en el conjunto de lecturas de la materia, saber

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en qué unidad está, cuales son los contenidos que se tratan, qué otros textos lo acompañan,
etc. Para ello, además de seguir el ritmo de las clases teóricas, será sustancial revisar el
Cuaderno de Estudiantes que está disponible en el aula virtual
(https://ffyh.aulavirtual.unc.edu.ar/mod/book/view.php?id=151122&chapterid=2496). Allí
hay secciones especiales para los autores de los trabajos prácticos. De toda esa información,
podés ir reformulando tu hipótesis de lectura antes de iniciarla lectura.
Segundo, hay que leer
Los especialistas recomiendan más de
una lectura de los textos para que la
comprensión sea profunda. Una
primera lectura te permite reconocer de
qué se trata (ya no como suposición sino
como comprobación) y cuáles son los
puntos principales que sustentan la
argumentación. Esta primera lectura
también se llama lectura literal, ya que
permite reconocer qué dice el texto.

Luego, se recomienda hacer una segunda lectura revisando esos nudos principales del
texto. Se pueden marcar en el mismo texto, señalando comentarios al margen que surjan:
preguntas, mini resúmenes del párrafo, conceptos claves. En esta segunda lectura estamos
haciendo dos tipos de interpretaciones: una que se llama lectura inferencial, aquella que
nos permite reconocer qué informaciones no dice el texto pero necesitamos saber para
entenderlo (buscando en el diccionario una palabra desconocida o en algún diccionario de
ciencias sociales si se trata de un concepto específico) e interpretando a qué preguntas
pretende responder el texto. Recordá que todo conocimiento científico inicia con el planteo
de preguntas, entonces hay que intentar reconocer cuáles son las que dieron inicioa este
trabajo que estamos analizando. Asimismo, en esa operación intelectual estamos haciendo
una lectura evaluativa, es decir, aquella que nos permite identificar cuáles son las ideas
más importantes, qué ideas nuevas me aporta el texto y qué valoración puedo hacer de esas
ideas.
Con todas esas lecturas, y mientras más conocimiento vayamos teniendo del campo de
estudio en el que nos estamos insertando, podremos realizar una lectura creativa, esto es,
aventurar posibles usos del texto, es decir para qué otros fenómenos puedo aplicar las ideas
que reconocí en este texto.
Tercero, hay que escribir
Según los especialistas en este tipo de actividades académicas, ponerse a escribir lo que
se leyó previamente permite ordenar las ideas. ¿Alguna vez te pasó que leíste algo y te
pareció que lo entendías súper bien pero cuando lo querés explicar te enredás en las palabras
y te terminás dando cuenta que en vez de aclarar, estás embrollándote? Eso puedeser porque
no entendiste del todo el texto, o porque no interpretaste los principalesargumentos o, la
mayoría de las veces, porque no te diste el tiempo para ordenar las ideas

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que el texto te aportó. Para eso sirve escribir lo que el texto dice. ¿Cómo hacerlo? Hay
muchas formas, cualquier forma de organizador de información puede ser útil: cuadros
comparativos, mapas conceptuales, esquemas, etc. En general, en el estudio de la historia
hay dos formatos que siempre vas a escuchar: el resumen y la ficha.
Resumir un texto es, más o menos, reproducir lo que autor/a dice pero en menos espacio,
operando por reducción. Se debe ser fiel al texto original pero se termina construyendo
un texto autónomo (o sea, que no hace falta volver al original para comprenderlo). Para ello
no sólo hay que seleccionar qué se excluye o se conserva del texto original sino quese
producen enunciados que no están presentes en el
original a través de procesos de abstracción y
generalización (reunir varias ideas en una que la
represente) o procedimientos de construcción o
integración (apelar a conocimientos propios). Las
operaciones intelectuales más útiles en un resumen son:
suprimir, generalizar, seleccionar, construir. Exigentomar
decisiones para jerarquizar “ideas importantes”. El
resumen te sirve para reconocer qué dice el texto.
La ficha que solemos usar lxs historiadorxs son de
distinto tipo. Pero cuando estamos analizando bibliografía solemos usar comúnmente la
ficha de lectura. Esta consiste en hacer un resumen de las ideas principales del texto, pero
enfocándose en una lectura metodológica. En este caso, si bien se debe ser fiel a lo que el
texto original dice, hay que hacer una lectura entre líneas para identificar los pasos en el
proceso de construcción de conocimiento histórico. De alguna manera se dan vuelta los
argumentos del/de la autor/a, desmontándolos. Para ello deberías reconocer: cuál es el
tema, cuáles fueron sus preguntas iniciales, cuáles son los objetivos de su trabajo, qué
hipótesis o respuestas tentativas propone el/la autor/a, qué argumentos utiliza y qué fuentes
contrasta para comprobar su hipótesis, cuáles son las conclusiones a las que arriba.Debería
servirte para responder a la pregunta de ¿Cómo trabaja este/a historiador/a? Por supuesto,
mientras más conocimiento vayas teniendo sobre la teoría de la historia y las corrientes
historiográficas, más profundo vas a poder comprender cómo es el oficio de historiar.
Podemos decir que estas dos formas de escritura son algunas de las más simples que usamos.
Cuando vayas avanzando en la carrera, vas a ir conociendo otros registros de escritura como
la monografía, la reseña, el proyecto de investigación, el artículo, la tesis, el libro o artículo,
la ponencia, etc.
Puede ser muy útil, para reforzar tu hipótesis de lectura, que el/la profe te proponga una
lista de posibles preguntas de la evaluación, que pueden tocarte o no en el práctico, pero
que tienen la función de “ponerte en situación” de evaluación.
Por último, hay que acreditar los conocimientos
Por supuesto, como estamos en un proceso de aprendizaje, el final de este recorrido es el
momento en el que tenés que acreditar que aprendiste algo nuevo: o sea, la instancia de
evaluación, ya sea un práctico, un parcial o un final. Este es el momento en que tenés que

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poder explicar lo que leíste sin enredarte… lo que es más factible si te diste el tiempo de
leer, reflexionar y escribir ordenadamente sobre los textos abordados.
En este caso, los trabajos prácticos se evaluarán en modalidad escrita. Pero es muy
importante la oralidad en la clase explicativa, ya que se espera que lxs estudiantes tengan
una participación activa y comprometida con la clase.
Lo importante cuando se hace una evaluación escrita es saber que se cuenta con la única
posibilidad de explicar lo que se sabe en un texto que otra persona va a leer (el/la profesor/a)
y que hay que ser muy clarx y precisx porque no habrá posibilidad derectificar o especificar
lo que no se entienda como cuando se está en una instancia oral de evaluación. Para lograr
esa precisión, hay que tener presente que no se puede decir “todo lo que se sabe”, sino que
siempre es necesario hacer una selección de lo que se va a decir, en base a la consigna o
pregunta que el/la profe nos proponga. Lo bueno de un escrito es que tenés tiempo para
pensar lo que vas a decir, y sobre todo, de corregir el texto cuantas veces haga falta, lo que
en un examen oral no es posible por su inmediatez. Algunos especialistas recomiendan que
antes de empezar a escribir una respuesta a un examen, primero se debe hacer un esquema
con los conceptos clave que se quiere explicar, sus relaciones esquemáticamente, y luego
redactar, utilizar las estrategias narrativas para contar lo que se quiere explicar.
Otra cuestión a tener en cuenta en los exámenes: escribir un texto para unx profe que, se
supone, sabe mucho más que vos, convierte el texto de la evaluación en una especie rara.
Estás explicando cosas que sabés que el/la otro/a ya sabe, pero no por ello tenés que dar
cosas por supuestas. Al contrario, cada vez que se menciona un concepto hay que explicitar
qué se entiende por eso. Por ejemplo, si vas a escribir un texto sobre la enseñanza de la
historia reciente tenés que especificar qué se entiende por historia reciente, no dar por
supuesto que el/la lector/a sabe qué es aunque sea un especialista en el área de
conocimiento. Eso le da consistencia a tus argumentos.
Luego, cuando se escribe un texto es importante que sea coherente en sí mismo. Para eso
tiene que estar organizado de antemano qué se quiere decir, cuáles son las ideas principales,
y sobre todo, que las ideas tengan nexos entre sí. O sea, no hacer un punteo de ideas sueltas
sino que tengan relaciones consistentes entre sí, y que estas estén explicitadas. Tu horizonte
tiene que ser que el/la lector/a tiene que interesarse y disfrutar con lo que lee. Por eso es
importante corregir el texto tantas veces como el tiempo lo permita.
Por último, cuando estamos escribiendo un texto académico, o sea, en el marco institucional
de espacios de aprendizaje y divulgación del conocimiento, tenemos que sustentar nuestras
ideas en un sistema de citación de otros trabajos, cuya acreditación también dará sustento a
lo que queremos decir. Es decir, tenemos que acreditar que lo que estamos diciendo no se
nos ocurrió porque sí, sino que se desprendió de nuestra interpretación de otrxs autorxs.
Entonces, si estamos haciendo un trabajo que aborda dos autorxs por ejemplo, hay que
especificar la cita completa del trabajo que estamos

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analizando1. Por supuesto el sistema de citación de lxs historiadorxs es complejo y tiene
muchos códigos, pero por ahora es importante que sepas que existe y que ese es el modelo
más general.
Recordá que todo esto lo vas a ir incorporando dea
poco, todo es un proceso, y vas a ir profundizando
conocimientos y mejorando tus habilidades de lecto
escritura académica en el campo de la historia.
Nadie nació sabiendo, lxs historiadorxs tampoco! Lo
importante es que seas constante y te organices en
los tiempos para poder llegar a la instancia de
examen con las lecturas y reflexiones hechas.

Para elaborar estas sugerencias, utilicé esta bibliografía:


Carlino, Paula (2019) Escribir, leer y aprender en la universidad. Una introducción a la
alfabetización académica. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
Cartolari, Manuela (2016) “¿Cómo y con qué propósitos leer para aprender en historia?
Sentidos contrastantes adjudicados a la lectura en la formación docente”. Revista
electrónica Educare, pp. 1-26. DOI: http://dx.doi.org/10.15359/ree.20-2.6
Moradiellos, Enrique (2016[2013]) El oficio de historiador. Estudiar, enseñar, investigar.
Madrid: Akal.
Knorr, Patricia Ema (2012) “Estrategias para el abordaje de textos”. En: Lucía Natale (Ed.)
En carrera: Escritura y lectura de textos académicos y profesionales. Los
Polvorines, Buenos Aires: Universidad Nacional de General Sarmiento, pp. 15-
37. Disponible online: https://wac.colostate.edu/docs/books/encarrera/knorr.pdf
Navarro, Federico (Coord.) (2014) Manual de escritura para carreras de humanidades.
Buenos Aires: Ed. de la Facultad de Filosofía y Letras UBA.

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Se pueden agregar insertando una nota al pie, como aquí. Los datos de la cita completa podés copiarlos
del programa de la materia, tienen la misma organización que verás en la bibliografía de estas sugerencias: autor,
año, título, lugar y editorial. Cuando la cita es puntual, se debe agregar el número de página.

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