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GPC Trastorno de Ansiedad 411-412-42 - Version 01
GPC Trastorno de Ansiedad 411-412-42 - Version 01
1. ALCANCE
Teniendo en cuenta que los trastornos de ansiedad son uno de los diagnósticos más frecuentes
que se presenta en la población, y que además exige la necesidad de ser atendidos de forma
integral por un conjunto de un equipo interdisciplinario de Salud Mental, esta guía brinda la
información y las indicaciones pertinentes acerca de esta patología en función de dar a conocer
acerca de su etiología, diagnóstico y tratamiento; con lo que se introduce en este último término
la colaboración de diversos profesionales para propender por un tratamiento integral al
paciente y su contexto.
El objetivo principal de esta guía es orientar a los profesionales sanitarios del ámbito de Atención
Primaria, por un lado, en el diagnóstico de depresión en pacientes, y por otro lado, en la
selección de recomendaciones, basadas en la evidencia científica disponible, sobre las
intervenciones terapéuticas y cuidados. Con este objetivo se pretende mejorar la calidad de la
atención a los pacientes con ansiedad y con ello incrementar su percepción de la calidad de vida.
La guía se dirige, por tanto, a los profesionales sanitarios que trabajan en el ámbito de Atención
Primaria (psicólogos médicos, enfermeras, trabajadores sociales), y a todos los pacientes que
padecen estos problemas demandando atención en el primer nivel asistencial. Para estos
últimos se trata de una herramienta que les permitirá conocer las estrategias y posibilidades
terapéuticas que tiene su problema, de tal forma que puedan evitarse pautas de tratamiento no
avaladas por la evidencia científica. La guía presenta diferentes alternativas terapéuticas
(tratamiento con mecanismos neurofisiológicos)
En busca del desarrollo integral del individuo se hace indispensable mantener una adecuada
estabilidad emocional y mental que contribuya a asumir y ejecutar cada una de sus funciones
dentro de las diferentes áreas de su vida, de sus relaciones consigo mismo, con los demás, con
sus labores. Ello debido a que estos trastornos presentan un alto impacto en la vida de los
individuos y en sus familias, representando además un alto costo social. La ansiedad crónica se
ha asociado con una alteración funcional profunda, lo cual hace que quienes la padecen cuenten
con una productividad laboral menor que la población general. En la Guía Clínica para el Manejo
de Ansiedad, teniendo en cuenta una revisión del Dr. Ronald Kessler del año 2007, se mencionan
los siguientes hallazgos sobre el impacto de la ansiedad en la población en general:
1. Los trastornos de ansiedad tienden a la cronicidad, dado que entre el 60 al 70% de las
4. Es probable que la prevalencia a lo largo de la vida se haya incrementado en los últimos años.
Si bien cada uno de los diferentes trastornos de ansiedad se diferencia entre sí a partir de sus
características especiales, lo cual delimita la labor diagnóstica, puede hablarse de una
sintomatología general a nivel físico y psicológico de los trastornos de ansiedad, lo cual
complementa la comprensión del trastorno de ansiedad como generalidad.
Preguntas Respuestas
• ¿Cómo le están yendo las cosas [En caso afirmativo]
últimamente? • ¿Me lo puede contar?
• ¿Considera usted que está teniendo • ¿Cuándo empezó la dificultad excesiva?
algún problema de estrés, • ¿Hubo algún cambio o estrés
preocupaciones o ansiedad excesivos? importante en su vida en esa época?
3. POBLACIÓN OBJETO
La GPC se centra en pacientes de Neuropsicointegral Niños y niñas (< 12 años), adolescentes (12
a 18 años), adultos y adultos mayores que presenten trastorno de depresión.
1. Inquietud o impaciencia.
2. Fácil fatigabilidad.
3. Dificultad para concentrarse o tener la mente en blanco.
4. Irritabilidad.
5. Tensión muscular.
6. Alteraciones del sueño (dificultad para conciliar o mantener el sueño, o sensación al
despertarse de sueño no reparador).
Trastorno Mixto de Ansiedad y Depresión (F412): En este cuadro diagnóstico están presentes
síntomas de ansiedad y de depresión, pero ninguno de ellos predomina claramente ni tiene la
intensidad suficiente como para justificar un diagnóstico por separado. Una ansiedad grave,
acompañada de depresión de intensidad más leve hace que deba utilizarse cualquiera de las
categorías de trastorno de ansiedad o de ansiedad fóbica. Cuando ambas series de síntomas,
depresivos y ansiosos, estén presentes y sean tan graves como para justificar un diagnóstico
individual deben recogerse ambos trastornos y no debería usarse esta categoría. Si por razones
prácticas de codificación sólo puede hacerse un diagnóstico, debe darse prioridad al de
depresión. Algunos síntomas vegetativos (temblor, palpitaciones, sequedad de boca, molestias
epigástricas, etc.) deben estar presentes, aunque sólo sea de un modo intermitente. No debe
utilizarse esta categoría si sólo aparecen preocupaciones respecto a estos síntomas vegetativos.
Si síntomas que satisfacen las pautas de este trastorno se presentan estrechamente
relacionados con cambios biográficos significativos o acontecimientos vitales estresantes.
El TOC es uno de los cuadros de ansiedad más frecuentes en el que, a diferencia de otros en los
que el peligro percibido por el paciente es un objeto o situación externos, en el caso del TOC el
suceso peligroso es un pensamiento, imagen o impulso internos que el individuo trata
sistemáticamente de evitar sin demasiado éxito. En definitiva, se caracteriza por la presencia de
obsesiones y compulsiones.
Las obsesiones se definen por pensamientos, imágenes o impulsos intrusivos que son
considerados por el paciente como inaceptables, absurdos y disparatados, y ante los cuales trata
de resistirse y eliminar. Su aparición se asocia a altos niveles de ansiedad y a una necesidad
imperiosa de neutralizar dicha obsesión y sus consecuencias. Las más comunes son: ideas de
contaminación, impulsos agresivos hacia uno mismo u otras personas (sentir el impulso de
matar), ideas sobre la ocurrencia de daños accidentales (“explosión de gas, producir un
accidente de tráfico”), ideas sobre aspectos religiosos (“blasfemar, dudas religiosas”),
pensamientos intrusivos de contenido sexual, necesidad de simetría y/o orden, tonadillas
musicales pegadizas, contar objetos, etc.
Las compulsiones se definen por conductas y/o pensamientos que el sujeto realiza, en función
de unas reglas preestablecidas, con el objetivo de neutralizar el contenido obsesivo y reducir,
así, la ansiedad producida por su aparición. Las más comunes son: revisar, ordenar, arreglar,
lavarse, limpiar. Es importante tener en cuenta que las compulsiones no son siempre conductas
motoras, sino que pueden ser encubiertas, en el que el pensamiento neutralizante es idéntico a
la obsesión. Del mismo modo, es posible encontrar la presencia de conductas ritualistas
manifiestas sin que exista una obsesión precedente. En estos casos el paciente anticipa la
aparición del pensamiento intrusito y para evitar su aparición, realiza la conducta compulsiva
como evitación del mismo.
5. TRATAMIENTO
Generalidades
El Plan Terapéutico se realiza con base a la severidad diagnóstica del trastorno de ansiedad, e
incluye, al menos, las siguientes pautas:
a) Locación.
b) Tratamiento farmacológico.
c) Tratamiento psicosocial.
Intervención psicoterapéutica.
Psicoeducación.
Elaboración de redes de apoyo.
Intervención Psicológica.
El proceso psicoterapéutico es uno de los métodos más utilizados a la hora de intervenir los
trastornos de ansiedad de todas las severidades, utilizándose técnicas de acuerdo a las
necesidades clínicas del paciente, a su contexto y preferencias, como también a partir de las
habilidades del psicoterapeuta y los recursos con que cuenta a nivel profesional. Sin embargo,
la intervención a partir de los trastornos de ansiedad suele contener un primer momento de
información respecto a las reacciones fisiológicas que se tienen a partir del trastorno, como
también un momento de entrenamiento en técnicas de respiración y relajación para promover
la intervención efectiva y la responsabilización por parte del paciente.
A nivel general, el proceso psicoterapéutico se enfoca inicialmente en la sintomatología
expresada por el paciente y el personal de salud que pudo remitirlo a valoración psicológica. A
partir de una entrevista inicial no sólo se realiza una pesquisa diagnóstica, sino que se comienzan
a identificar los posibles desencadenantes del motivo de consulta, los factores a nivel relacional
que se encuentran involucrados con el malestar y la estructura psíquica que corresponde de
manera directa con la manifestación sintomática.
Pensamientos e imágenes relacionadas con la falta de control, una imagen de sí mismo como
alguien vulnerable a partir de la sintomatología, la falta de confianza, la necesidad de ayuda a
partir de la sensación de falta de alternativas útiles, entre otras, hacen parte de los elementos
principales a nivel estructural que se relacionan con los trastornos de ansiedad. La comprensión
e introducción del paciente en dichas sensaciones, pensamientos e imágenes, permite la
prevención de los distintos trastornos de ansiedad por el hecho de que el paciente esté
dispuesto a reflexionar en torno a dichos aspectos y no acudir a una terapéutica que lo extraiga
del padecimiento sin reflexión, promoviendo nuevamente el desconocimiento de la propia
situación psíquica, relacional, familiar y social.
Para llegar a una comprensión global del paciente y poder establecer un diagnóstico de los
trastornos de ansiedad, el instrumento por excelencia es la entrevista clínica, en la cual se
establecen o actualizan las bases de la relación y se recoge la información necesaria no sólo para
orientar el diagnóstico, sino también para determinar el plan de tratamiento.
La entrevista semiestructurada, es decir, aquella que se encuentra entre una entrevista libre y
una dirigida, se adapta a las características del encuentro entre el profesional y el paciente. Se
inicia con preguntas de carácter más abierto que promueven la narración del paciente, para
luego realizarse preguntas más específicas que consiguen no dejar interrogantes
imprescindibles en la identificación del diagnóstico y el plan de manejo.
Intervención Psicosocial
La intervención psicosocial es aquella que va dirigida a las relaciones del individuo consigo
mismo, con su componente psicológico, social, familiar, e interpersonal en las diferentes áreas
del ser humano, la cual no se refiere únicamente al tratamiento psicoterapéutico debido a los
diferentes objetivos, herramientas y profesionales implicados; por este motivo se diferencia del
apartado psicosocial aquél dirigido a la psicoterapia propiamente dicha.
Psicoeducación
Intervención social
Técnicas de Entrenamiento
Una de las fases de la intervención psicológica con los trastornos de ansiedad corresponde al
entrenamiento y reconocimiento del componente biológico del paciente, principalmente a nivel
de respiración y tensión muscular. Por este motivo, se expondrán las generalidades del
entrenamiento dirigido al paciente con trastornos de ansiedad
Esta técnica se practica de varias maneras, teniendo en común el tomar poco aire, lentamente
y llevándolo a la parte de debajo de los pulmones.
Relajación
La tensión muscular de manera automática e involuntaria tiene que ver con los trastornos de
ansiedad. Por este motivo, la involucración del reconocimiento del sistema simpático y
parasimpático en la relación con las diferentes emociones, permite el reconocimiento de la
propia corporalidad y las reacciones frente a las diferentes situaciones y relaciones.
Exposición
Es un tipo de biofeedback (un proceso que nos ayuda a tomar conciencia de nuestras funciones
fisiológicas a través de ciertos instrumentos) que muestra visualizaciones de la actividad cerebral
en un tiempo real para ayudar a enseñar la autorregulación de la función cerebral.
BIOFEEDBACK
El biofeedback es una técnica que puede utilizar para aprender a controlar las funciones de su
cuerpo, tales como la frecuencia cardíaca. Con el biofeedback, que esté conectado con sensores
eléctricos que le ayudan a recibir información (feedback) acerca de su cuerpo (bio).
Esta retroalimentación ayuda a centrarse en hacer cambios sutiles en su cuerpo, como relajar
ciertos músculos, para lograr los resultados que desea, como la reducción del dolor.
7. SUPERVISIÓN Y SEGUIMIENTO
Tanto en los casos en que se realiza intervención psicosocial o farmacológica, como en los que
no se realiza debido al criterio del personal, se recomienda la implementación en el plan de
tratamiento de la supervisión y seguimiento periódico; puede ser de manera personal por parte
de algún profesional del área de Salud Mental o vía telefónica. En los casos que se considere
necesarios, es importante realizar sesión de seguimiento posterior a la culminación del
tratamiento, con el objetivo de evitar recaídas y detectar posibles necesidades. En el área de
psicología, asignar cita de al menos una vez al mes siguiente de culminado el tratamiento. Es
importante realizar una valoración sobre el nivel de funcionalidad y la calidad de las redes de
apoyo.
FACTORES DE RIESGO
Sociales y familiares - Niños de padres ansiosos.
- Víctimas de abuso de menores, accidentes, violencia, guerra,
desastres naturales u otros traumas.
- Refugiados.
- Profesionales en riesgo de ser víctimas de robo o tratados por
trauma.
- Sobrecontrol por parte de padres excesivamente ansiosos.
- Vivir o haber vivido bajo estresores (laborales, económicos,
sociales, etc.)
Psicológicos - Sentimientos de falta de control y baja autoeficacia.
- Falta de estrategias para afrontar el estrés.
- Falta de apoyo social.
- Tendencia a la inhibición conductual (Tendencia
temperamental de reaccionar con inhibición ante situaciones
novedosas o amenazantes; tales como la timidez o la
evitación de situaciones.
Antecedentes - Insomnio o fatiga crónica.
- Antecedentes heredofamiliares de ansiedad o algún
trastorno psiquiátrico.
- Antecedentes de haber padecido durante la adolescencia o la
niñez intranquilidad y preocupaciones constantes.
- Antecedentes de vivir o haber padecido eventos traumáticos
y/o abuso (sexual, marital, familiar, verbal, físico, etc.)
Otros - Diagnóstico psiquiátrico, particularmente depresión y
adicciones.
Referencias
- Heinze G, Camacho PV. (2010). Guía clínica para el Manejo de Ansiedad. Ed. S Berenzon,
J Del Bos-que, J Alfaro, ME Medina-Mora. México: Instituto Nacional de Psiquiatría.
(Serie: Guías Clínicas para la Atención de Trastornos Mentales). Atención Primaria: Guía
de Actuación Clínica en A.P
- Organización Mundial de la Salud OMS. (2011). Guía de Intervención de los mhGAP para
trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias en el nivel de atención de la
salud no especializada.
- Beck, A.T. & Emery, G. (1985). Anxiety disorders and phobias: A cognitive perspective.
Nueva York: Basic Books
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