La magia de la literatura en los espacios verdes

CONOZCÁMONOS MÁS, CAMBIEMOS NUESTROS

LIBROS
“En un esfuerzo por promover la lectura y la cultura del intercambio de nuestros conocimientos,
la iniciativa "Libros Libres" ha llegado a los parques más concurridos de la ciudad de Salta,
para celebrar el Día Mundial del Libro, provocando que los libros sean más accesibles para todas
las edades, y la actividad principal es un intercambio de libros”.

En un atardecer típico de otoño, donde el sol quiere aparecer pero esas nubes grisáceas no se lo
permiten, parques de la ciudad de
Salta abren sus puertas para
animarnos el día con una peculiar
actividad a la cual asisten aquellas
personas entusiastas que quieren
darle color a sus vidas celebrando el
Día Mundial del Libro, intercambiando
sus saberes y experiencias con libros
que las marcaron en lo que va de sus
vidas.

Al llegar al Parque Bicentenario, el que

pudimos ir a visitar, las personas
fueron recibidas por un gran y
llamativo cartel muy colorido que
decía lo siguiente: "Celebremos el Día
Mundial del Libro con nuestros libros
favoritos". Alrededor de ese sector, se
habían puesto varias mesas colmadas
de libros con diferentes tamaños,
había desde los más finitos que
contaban con unas pocas hojas hasta
libros muy gordos con abundantes
Uno de los estantes donde se depositaban más libros que la gente iba
páginas. Si, algunos estaban en dejando a medida que asistían.
excelentes condiciones que no lo
podíamos creer como si nunca lo hubiesen abierto o casi hojeado para sentir ese olor exquisito y
tan característico impregnado en las páginas, mientras que otros estaban claramente muy leídos y
queridos hasta remarcados en aquellas páginas que se llevan nuestro corazón por las sabias
palabras plasmadas allí, que de cierta forma marca aspectos habituales de nuestra vida.

Mientras, la gente empezaba adentrar sus cabezas para explorar esos libros, se escuchaban
murmullos de emoción cuando se topaban con libros que ya habían leído y amado, deteniéndose
a leer las notas que habían dejado dueños anteriores y lo que llegamos a observar entre la
multitud fueron aquellas caras donde abundaba la nostalgia y felicidad por esos momentos donde
se sumergieron en las historias; para que luego las personas intercambiaran sus propias historias
sobre lo que esos libros significaban para ellos.

En lo que estábamos ahí, pudimos ver como una mujer hablaba e intercambiaba un libro gordo de
cocina con una chica que rondaba nuestra edad, donde le explicaba que su abuela le había dejado
aquel libro y que lo lleno de anotaciones, ya que mediante estas lograba generar un tipo de
conexión con ella después de su fallecimiento, y ahora quería compartirlo con alguien más que
pudiera disfrutarlo y honrar la memoria de la mujer que había sido su mentora por varios años.

En general, presenciar el intercambio de libros, para nosotras, fue una experiencia emocionante y
conmovedora. Fue una celebración de la lectura, la literatura y la conexión humana a través de las
diferentes generaciones. El Parque Bicentenario, había creado un espacio tan especial y único para
esta actividad, fomentando la cultura que dejó en todos una sensación de regocijo y satisfacción y
enseñándonos a su vez la idea de compartir y dejar algo detrás porque ya había terminado su ciclo
para que otros lo disfruten.

Libros de todos los géneros dispuestos a ser leídos por otras personas
que le darán un buen uso.