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Cómo publicar un libro.

Los filtros
de selección de las editoriales y los
agentes literarios
Si quieres publicar un libro de forma convencional, es decir, consiguiendo
firmar un contrato de edición con una editorial, tienes dos opciones
posibles:

 Contactar directamente con las editoriales. Para conocer los


pasos que debes seguir para ello, lee Cómo contactar con una
editorial.
 Contactar con un agente literario, que será quien busque la
editorial adecuada y te represente. Para conocer los pasos que debes
seguir para ello, lee Cómo contactar con un agente literario. En
caso de que quieras conocer más sobre la figura del agente literario,
lee Qué es un agente literario.

Sea como sea, es necesario que sepas que en ninguno de los dos casos
debes presentar directamente tu manuscrito, porque ni las editoriales ni
las agencias literarias disponen del tiempo necesario para leer todo lo que
llega a sus confines. Como ya explico en otros artículos, hacer esto es
cometer un error y malgastar oportunidades, porque el rechazo en esos
casos es prácticamente ineludible.

El protocolo que se sigue es siempre el mismo: una vez que el autor termina
y registra su manuscrito en la Propiedad Intelectual, elabora
una propuesta de publicación (propuesta editorial) para hacerla llegar o
bien a las editoriales o bien a los agentes. En los dos artículos anteriormente
citados te explico cómo hacer estos pasos y qué contenidos debe tener esa
propuesta de publicación.

CONTACTAR DIRECTAMENTE CON LAS EDITORIALES

Si el autor se dirige directamente a la editorial enviándole su propuesta de


publicación, el editor la evaluará y, si la considera interesante, se pondrá
en contacto con él para que le mande el manuscrito. Después, encargará
un informe de lectura de carácter técnico a un lector editorial, que es,
dentro de la editorial, el primer filtro existente. En este sentido, es
importantísimo que un corrector de estilo haya trabajado el manuscrito
para asegurarse de que no hay en él errores ni a nivel lingüístico ni en
cuanto al formato y al contenido y de que no existe ningún aspecto oscuro
que pueda obstaculizar su lectura (quizás te interese leer La importancia
de la corrección de estilo). El lector analizará el texto, su estructura y los
mecanismos que han sido empleados para el desarrollo argumental de la
obra.

Si el informe de lectura es favorable, el manuscrito pasará un segundo filtro,


y será sometido a la revisión de un segundo lector. Aquí, aparte de la
calidad de la obra, se tendrá en cuenta el público al que va dirigida, su
coherencia con la línea y el catálogo editorial de la empresa y, en general, su
valor comercial.

En caso de que el manuscrito sea valorado favorablemente, pasará un


tercer filtro, y el editor lo leerá personalmente teniendo en cuenta los
mismos factores que han considerado los dos lectores previos (calidad de la
obra y adecuación al mercado). Después, si le ha gustado, presentará la
obra al comité editorial, en una junta en la que los directores de los
distintos departamentos de la editorial van a deliberar sobre si se debe o no
publicar. En esta etapa del proceso se valorarán varios aspectos. Se tendrá
en cuenta si la casa editora ya ha publicado obras parecidas y cuál fue su
respuesta comercial. En caso de que el autor ya haya publicado con
anterioridad, se valorará su historial de ventas. También se analizarán el
calendario de novedades y la fecha en la que mejor podría encajar el
lanzamiento de la obra.

Finalmente, si el comité da su visto bueno, el editor contactará con el


autor para hacerle una oferta y ponerse de acuerdo para firmar un
contrato. Quizás te interese leer El contrato de edición: sin abusos y El
contrato de edición: legislación.

CONTACTAR CON UN AGENTE LITERARIO

Si el autor se dirige a un agente literario en vez de directamente a una


editorial, el proceso será muy parecido. Si la propuesta editorial de la obra
le resulta interesante, el agente solicitará al autor
el manuscrito. Después, encargará a un lector de confianza un informe
de lectura. Si este es positivo, él mismo leerá la obra. En caso de que la
considere susceptible de ser comercializada, firmará con el autor un
contrato de representación literaria (quizás te interese leer El contrato con
un agente literario), le solicitará los cambios que crea pertinentes
y elaborará una lista de las empresas editoras en cuyo catálogo mejor
podría encajar la obra. Después, contactará directamente con ellas para
"venderles" el manuscrito. Y si logra captar su interés, se lo mandará para
que puedan leerlo.

La diferencia es que recibir un manuscrito por parte de un agente ya es,


para las empresas editoras, un aval de calidad. Saben que la obra ya ha
pasado ciertos filtros, y eso les simplifica a ellas el proceso. Es fácil entonces
que, dentro de la editorial, la obra ya no pase por el filtro de los lectores
editoriales y sea directamente leída por el editor. El resto del proceso es
el mismo. Si se acepta publicar la obra, el editor lo notificará al agente
y el agente al autor, y los tres asistirán para firmar el contrato de
edición. En caso de que más de una editorial esté interesada en publicar,
el agente asesorará al autor sobre cuál de las ofertas es la más idónea.

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