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~ ACUARELAS * LIBRO DE LECTURA PARA TERceN 2 fuse $. Marines Koch ESTORIL ea echo cept qu etic a ey 1.728, usm DE EOICION ARGENTINA uae exo, coutre oe 1867 Ison oso300188 uPneso €N ARGENTINA Prt srt, i | | i INDICE No puedo dormir... Primer dia de clase jTrabajal Obligaciones Ruego del libro (omsia) Rosa Elena Ahorro . . Seamos prudentes » Barriletes ... i Viva el sefior eal Los tilos De compras .. Un incendio Péjaros de metal . ero! (poesia). El congreso de los ratones (poesia ) Liuvia . Otofo . Progreso : La casita nueva El hornero (poesia) .. El abrigo de la Luna . Antértida Argentina . Buenos vecinos ... El martin pescador . Bodas (poesia) ....... Dulce patria (poesia) ‘Sucedié en la colonia . E125 de mayo de 1810 La fiesta de la patria no Nacional Argentino . ‘Alas y naves ‘Mi lanura Conejito blanco Armonia . Fiesta en el eamy I. ba yerra II. La doma La cocina de los peones (poesia) El primer 9 de julio 5 La buena tierra La leyenda del trigo . Independencia (poesia) José de San Martin Granaderos a caballo Respeto a las ordenanzas San Martin (poesia) El olivo ...... Manjar exquisito 25 26 27 28 30 32 34 37 40 42 44 45 4T 49 50 54 56 87 60 62 64 66 68 70 2 " % 1 1B 80 82 84 Limpieza general . La gacela presumida EI jardin de la abuelita .... E] sembrador, el tigre y el zorro .. Arlequin ../.... 7 Las doce han dado y. El zorzal (poesia) . Una carta ..... Romance de Paula y su telar (poesia) lependiente de almacén . : Primavera . Bl costurero de mi madre (poesia) - Iremos a la montaiia (poesia) El puma ....... : Canciones de cuna (poesia) Todos somos argentinos Ventanita .. ‘Terminan las clases ...... Conozeamos nuestra patria . cree 180 86 88 91 92 94 96 99 - 100 101 104 106 108 110 12 14 116 1g 121 123 125 129 132 sees 134 . 137 139 143 . dd iCudnto faltard para las siete?. .. No puedo dormir! .. cierro los ojos y se me abren nuevamente. iUna!... {Dos!... iTres!... Recién las tres... Faltan todavia cuatro largas ho- ras ‘0 veo el momento de estar en la escue- la! Hoy comenzaréin las clases y me esperan mil sorpresas. iCémo ser mi nueva maestra?,.. Ojala sea tan buena como la sefiorita Josefina, la maesiva del afio pasado, jCémo extrafiaré a guardapolvo blanquisimo esta colgado en percha; los zapatos, bien lustrados; las me- dias nuevas... {No me falta nadal tPor qué no podré dormir?. PRIMER DIA DE CLASE {TRABAJA! —iHola, Julio! ... ;Cémo estés?.. iMuy bien, gracias!... ;¥ ta?.. Lista para trabajar. ~Sabes quién seré nuestra maestra? ~Yo creo que la sefiorita Azueena. —Me gustaria mucho que fuera ella. ;Anoche no pude dormir pensando en este primer dia de clase! Yo tampoco. Di vueltas y mas vueltas en la cama. Me preocupaba la nueva maes- tra... elaula. .. los compafieros... ;qué sé yo cuéntas cosas se me ocurrian ~Y ahora que estamos aqui... zqué ocu- rrira? —No seas impaciente... Ya entraremos a clase... —Cuando esta majfiana llegué a la escue- Ja, don José abria las ‘puertas. Se asombré al verme, pues el afio pasado... isi que fui Canta el hornero que alisa su casa. iTrabaja! Llama la sirena de la fabriea que despier- ta ala ciudad que duerme. iTrabajal.. Dice el rio que corre veloz. iTrabajal... Murmura el arado que corta la tierra que nos dard el pan. : iTrabajal... Repica la campana con su ita iTrabaja y canta! ‘rabaja y riel. iTrabaja y goza, porque el trabajo es la alegria de todos! Y por esto, los pueblos que trabajan son grandes, sanos y Zelices. itant... OBLIGACIONES Pues es més complicado de lo que yo es- peraba. Nuestra maestra nos ha dicho que ya so- . mos alumnos de mayor responsabilidad. ;Prohibidos terminantemente los borro- nes en los cuadernos tucho cuidado con manchar los delantales! {No solamente los propios, sino también los de los eompa- fieros! ila lectura?... Bien sabida. iLos cdlculos?... Sin un solo error. jLlegar tarde’... jJamas! LY en los recreos?... Jugar siempre con correccién. iAh!... iMe olvidaba!... Nos recordé que debemos cuidar la escuela: sus paredes, sus puertas, sus ventanas, como asi también cuidar las plantas y mantener limpios nues- tros bancos. Nos recordé todo esto y mucho més. {Sa- béis por qué?. Porque los alunos de este grado deben ser modelos de “buena conducta” y “apli- cacién”. RUEGO DEL LIBRO (Fragmento) He aqut, nifia mia, que me han hecho tu amigo; he aqui que cada dia conversarés conmigo. Ponme ropa oscura, la ropa de labor; tratame con dulzura, cual si fuera una flor. No me eches manchas sobre Rosa Elena llegé ayer. la nieve del semblante; Parece una mufiequita nueva. Es muy no pienses que recobre blanea, rubia, rosada y chiquitita. su lémina brillante. Hoy luce un babero con flores y ropitas que mamé tejié. Duerme en un canastito bordeado de tu tiene colchén de suave vellén y sabanitas de lino. Como hace mucho frio la cubrieron con frazadas tupidas y con un cobertor de lana Mis hojitas nevadas peludita, celeste como sus ojos. piden s6lo un favor; iQué calentita esta Rosa Elen Cae de tus manos rosadas lentita y contenta de estar con mama y con un poquito de amor. papa. Ya tiene aros de oro y un prendedor. Gapnrta Mistral iu 1Qué bonita esta! Gozards, cuando veas qué hermoso me conservo. Sufriras, si me afeas, del dafio de tu siervo, AHORRO Mi hermanita Maria Josefina tiene una aleancia roja, en cambio, la mia es azul En ella guardamos todas las moneditas que nos regalan mamé, pap4, abuelita, tia Antonia y don Miguel. Un aiio de ahorro y después..., jel gran alegrén! Dias antes de Navidad, abriremos las al caneias y podremos admirar nuestros teso- ros... ;Ahorraremos como dos mil pesos! indis por qué queremos reunir tant! :Pava cavamelos?... ;Para he- lados? Para globos de colores’ iFi- itas?... iFrio!... (Frio. Compraremos dos regalos. Una cartera para mama y una corbata para papa iQué contentos estarén! Como faltan muchos meses para que Ile- gue Navidad, podremos ahorrar muchos pe- sitos todav No crean que es tan dificil... Un poco de constancia y otro poco de voluntad... ;Na- da mas! SEAMOS PRUDENTES | El transito es cada vez mas intenso. / {Todos tienen prisa!... {Todos quieren llegar rapidamente! : /El agente de policia dirige con energia y / habilidad,\Su silbato suena en el momento oportuno’y los conductores de automéviles, camiones, coleetivos, bicicletas 0 carros, obedecen de inmediato la indieacién de la autoridad y detienen o ponen en movimien- to sus vehiculos. LY los transetintes?... jAh!... Bllos si que deben cruzar las calles con mucho cui- dado; los més cuidadosos saben que deben hacerlo sélo en las esquinas jCudntas veces se paga ¢: un apresu- vamiento! iQue tenemos prisa?.. ;Que llegarenios tarde? iPues siendo prudentes ganaremos tiem- po y seguridad! BARRILETES —iAfloja el piolin! iCuidado que co- lea! ~jComo sube!... {Pasé rozando los dla- mos!... Me parece que hoy sube mucho més que otros dias. {Le agregaste hilo? —Un buen trozo. Con los cien pesos que me regalé papa compré papel celeste, goma para pegar y un ovillo de piolin. —(Es que piensas armar otro barrilete? —Una estrella blanca y celeste subir a los cielos. ;Verés qué hermosa!... Ganard tanta altura que se confundiré con el cielo y las nubes. El domingo eorreremos car vas, Sera la “gran competencia aérea”. Fer- nando y Enrique levardn también sus ba- rriletes —i¥ yo no he de faltar!. —Remontaremos los barriletes desde las lomas que estan en las afueras. ;Te parece bien, Ernesto? —jEspléndido! Desde alli dominare- mos el aire. —}Serfa bueno que choedramos con algtin avién! ~Me parece dificil iEI cielo es tan am. pl —Ojala sople viento sur... Nos hard sen- tir un poco de frio pero con él, nuestros ba- rviletes venceran a los mas veloves aviones IVIVA EL SENOR CALESITERO! Hasta el baldio de mi barrio Fag cuando lueve se hace sopa, Neg6 el sefior calesitere con la alegria de su tropa, Armé su carpa en un suspiro de la noche a la mafiana, Ja flor de la alegria : aue e! barrio puso en su solapa, RR ee Gira que gira, trota que trota, la tropillita de madera le va quitando @ la aleaneia hasta la Ultima moneda. iViva el sefior calesitero, ON sus potrillog Y calesas, con su cansado vals adentro con el din-don de las monedas! ¥ que mafiana, si se marcha & otro baldio que lo espera, Su bulliciosa, calesita S28 una flor que se recuerda, CARLOS ALBERTO AtyaRee "Los TILOS Me gustan los tilos enormes que Jas calles de la ciudad de La Plata Cuando estan en flor, el perfume suaviza el aire para dar alegvia al paseo Toda la ciudad parece un hermoso jardin donde los arboles, eopudos y verdes, se ACA rician y saludan como diciendo: jBuen di senas tardes! Tenemos la de la sombra ¥ brisa perfumad ‘odo lo damos 2 minante fati Atiya tus nino: A tus nifios, a jugar, reir y cantar nuestro lado DE COMPRAS : —Tienen gallinas, patos, pavos y gansos. En estos momentos estan modernizando y arreglando los gallineros, También tienen colmenas. Producen miel exquisita,.. jis mi golosina favorita! —S€ que cuanto alli se produce es de pri- mera calidad. Di a tu tio que me gustaria vender en mi fiambrerfa los productos de “La Negrita”. ~Se lo diré, don José. Vera qué pavos enormes y qué pollos le traerén. Huevos frescos, manteca, miel, cuajada, dulee de le- che qué dulce de leche! ~iUna verdadera fiesta para m tela! —iTe preparo lo de siempre? x ~Si, sefior. Agregue medio kilo de jamén erudo, Manteca hoy no llevaré porque ano- che nos la trajeron de la granja de mi tio ' Gerardo, ~Me han dicho que “La Negrita” es una granja importante, ~ ~Quizd la mas completa y mejor cuidada de la zona, Como tienen un buen plantel de vaeas holandesas que broducen mucha y ex- celente leche, alli mismo preparan manteca, queso y dulee de leche, fH ~iSe ocupan también de la erfa de aves? clien- RONDA POLICIAL Suena en la noche un silbato que quiebra la soledad; allé a lo lejos responden otros tres silbatos mas. Se escuchan pasos que vienen, se escuchan pasos que van.. y mientras todos descansan el agente alerta esta. Incansable hace su ronda, yonda de la seguridat que todos duerman tranquilos que él vela por los demas. Es un amigo modesto y muy bueno y servicial; en la esquina de mi casa de parada siempre esté. Por eso cuando lo veo, tan sufrido y tan cordial, lo admiro y siento respeto por su trabajo de paz. Opin Gomez Lucero 20 gpg Ee En la esquina de mi casa han colocado un ‘puzon. “Jonto a 6] programamos nuestvos juegos y proyectamos las cosas mas bonitas. Siempre se tie con su ocaza enorme, que celebra el triunfo del mejor. Dice mi padre que es un adelanto para el barri ‘Todos los vecinos echan en él sus cartas, pues estan seguros ane llegaran a destino. Por las mafanas y por jag tardes, llegan empleados de Correos ¥ Telecomunicaciones para retirar la correspondent La levan en grandes bolsas de Jona hasta el Correo donde, después de clasificarla, la conducen. pasta los vagones postales de les trenes 0 hasta los aerédromos. = Cuantos secretos guarda el buzon! Cuantas buenas y cudntas malas noticias pasan por su boea, siempre Hena devisa! 2i esta cediendo, ué chore de agual... :Como para no apagario!. +Vayamos a ayudar... No te animas?,,, {No creo que los bomberos nes permitan Name 0S En lugar de colaborar, cance riamos Molestias, E] agente de polieia no Permite que el puiblico se acerque Hira!... Han aislado e] galpén con una cortina de agua, Posiblemente asi lograran lereaderia almacenada en él. ~E! fuego ha cedido y ya asd todo pe. ligro. —Gracias a la valentia de ese pufiado de héroes que exponen su vida a eada mo- PAJAROS DE METAL 24. Serenos y poderosos, cruzan el cielo azul que corona el mar, la montafia, el eampo ¥ Ja ciudad. Cuando oigo el zumbido del motor de un avién, lo busco entre las nubes de mi cielo. {De dénde vendra?. iA dénde ird?. No hay distancia que no acorte en pocas horas. Mendoza, Jujuy, Corrientes, Buenos Ai- res, Tierra del Fuego. . . No hay lejania que no conozea ni cielo que no recorra. "Al mirar un avién, no puedo mencs que recordar a esos braves pilotos que conocen pien lo responsabilidad que recae sobre ellos, al conducir a través de todos los cielos, e808 enormes pajaros metalicos. Pajaros que no cantan, pero que tienen un delicado corazén: el motor. EL CONGRESO DE LOS RATONES Juntaronse los ratones ‘para librarse del gato, y después de un largo rate ye disputas y opiniones, e fdijeron que acertarian fn ponerle un eascabels gue andando el gato eon él vrvardarse mejor podria. ae Pensamiento agude & fel— Gijo un ratin literate, fingiendo eojear de wn pict —jA ver, sehores:» jauien le pone el easeabel al gato LOPE DE VEGA LLUVIA El campo reseco esperaba la bendicién de Ja lluvia, Meses y meses sin llover; el ganado flaco s6lo eneontraba pastos duros cubiertos de tierra Dios escuché el ruego del campesino. iQué alegria, Sefior!.. Ayer, densos nubarrones cubrieron el cie- lo, y, tras ellos, se escondié el sol. ‘Truenos, relémpagos y nubes negras! . Qué maravilla ante tanta sed!.. Tan abundante fue la lluvia, tanta el agua que arrojaron las nubes, que e] campo y el rancho bailotearon de alegria. Crecié el arroyo, se irtundé el Ilano y se limpié el aire En la ciudad, donde también lovié, se la- varon las calles; brillé el verde en las plan- tas y todo quedé tan lindo, que hasta las ca- sas viejas lucieron como nuevecitas, La tierra reseea ya no tiene sed. El rfo cristalino canta y, feliz, corre hacia Te * {Qué tiene mi Arbol? iBsta enfermo?... :Quiere deseansar?... Era verde, muy verde; ahora es oro de sol y de miel. En cambio aquel otro, el érbol del limén, mantiene su follaje fuerte, oseuro, con brillo de verde y de acero. Dieen que en otofio todo entristece ¢ mue- re... Bso no es verda res: inada més! e la tierra nda d Mama esta contentisima. Con sus ahorros ha podido comprar una méquina de lavar. que le facilitaré mucho la limpieza de la vo- pa de todos. 28 fa me ayudarés, Marfa Marta. Prim lavavemos las sbanas y toallas; después la ‘opa mas pequefa. Aqui tienes jabén en polvo, mamita —Muy bien. Pondré en mareha la méqui- na y verés en qué momento lava un montén de ropa. Madre e hija, atentas a la maquina realiza con precisién la pesada tarea, no pierden detalle de la misma, Vueltas y més vueltas; agua... jabén... y iva esta! La ropa ha quedado limpia como nueva Ahora la tenderemos ' esperaremos que el buen sol termine de blanquearla. Es- ta tarde la plancharemos. A ti te dejaré los paiiuelos de papé y las servilletas. Mientras tiende la ropa htimeda, la madre contempla la comodidad que un pequelio sa- crificio le ha brindado. Quizas se ha privado de ir al cine, o al tea- tro, o de comprarse algtin vestido nuevo. Pa- ra ella, eso carece de importancia. La buena marcha de la casa, que eonstitu- ye la felicidad de todos, es su tinica aspira- eién 3 LA CASITA NUEVA Con rapidez sorprendente comienzan los preparativos. Nivelan el terreno, colocan las mareas, quitan eseombros, miden, caleulan y reciben los materiales que poco a poco van legando. Camiones enormes cargados de tablones, herramientas, bolsas de cal y cemento; otros con arena, y otros, por fin, con ladri- los, alborotan el barrio. Dia a dia adelanta la construceién. Ya estan revocadas las paredes y llegan Jos pintores que Henan la casa toda de boni- tos colores. Blanco, verde, amarillo y eeles- te; uno més luminoso que el ob Con ruido de tormenta se pu ;Qué bulla! ... ;No podrfan hacerlo eon més diserecién? Renace la calma y se retoca {Termino el eleetricista? tA todo listo! ... 1Qué marav E} esfuerz0 realizado ha por el éxito. El barrio tiene asf... jotra casita nue- val. puertas, a EL HORNERO iBindo pajaro criollo! Salud, amigo hornero. LY otra vez por el pago? Y... ge6mo le va yendof Otra vez por el pago luciendo los aperos ya poner en el rancho la gracia de su ingenio. 32 Aproveche la altura del palo del telégrafo, que a usted, como buen cri le ha de gustar ver lejos. lo, Ni plano necesita. ha nacido arquitecto!, Qué vanchito mas tibio sera cuando esté hecho! iQué alegria més g narlo de polluelos! Que serdn como el ps valientes, tesoneros; como la madre, tierno- eomo los dos, h 3: EL ABRIGO DE LA LUNA 4. Cuando la luna atraves6 el cielo por pri- mera vez, sintié mucho frio; tanto, que sus padres encargaron al sastre de los astros, le confeceionara un abrigo. Llegé el sastre con su cargamento de te- Jas, agujas, alfileres ¢ hilos de colores. ‘Tomé las medidas de la friolenta, que se encontra- ba en “cuarto ereciente”, y puso manos a la obra, Al cabo de unos dias, probéle el abrigo y cual no serfa su sorpresa al ver que no le ca~ bia, pues la luna habia crecido y era ya iCémo has crecido!... — exclamé el sastre. Veré de arreglar la prenda. Deseose y cose, cose y descose, a los pocos dias volvié el sastre a probar el abrigo. {Ho- —iDiantre! rror!... la friolenta era ya “luna Ilena” y... jel abrigo no le cabia! —iEsta nifia crece demasiado!... jRe- nuncio!... ;Que busquen otro sastre! Recogid sus bartulos y se fue. La pobrecita luna, nunca pudo tener su abrigo. Cuando siente frio, se envuelve en las nu- bes, que son suaves como la lana de aque! abrigo azul que el malhumorado sastre nun: ca quiso terminar. 35 ANTARTIDA ARGENTINA Dicen los que Ia conocen, que nuestra Antértida es muy grande y muy fria. En ella sélo se ve cielo y nieve. Parece un inmenso campo helado donde - no erecen las flores, ni viven los pajaros las mariposas. Tampoco corren rios de agua transparente, ni cantan arroyos cristalinos. a En la Antartida no hay nifios. En ella vive solamente un grupo de va- lientes que dediean su esfuerzo al estudio ya la Patria. Recordemos siempre con admiracién, @ estos héroes que cuidan y acompafian bandera argentina que flamea sobre los - hielos de la Antértida. z 37 BUENOS VECINOS _ Hermoso ejemplo el que nos brindan los vecinos de este barrio. Todos cuidan la limpieza de sus aceras y calzadas, iDa gusto transitar por ellas! Los Arboles parecen més verdes; las flo- res de los jardines més perfumadas, los bal- cones més vistosos. Hay alegria de luz y de sol, que es alegria de vida y salud. Pero hoy. équé ha sueedido?..., gpor qué tanto alboroto?..., zpor qué tanto enoj 3 a EE we x - ja causa. En una de las aceras han aparecido desperdicios desparramados, malolientes y peligrosos. Sin perder tiempo en averiguaciones, los buenos vecinos aparecieron en un instante eon escobas, ce} 8, desinfectante y una buena manguera. En poco rato la acera que- dé limpia y brillante. Nuevamente los nifios corren felices y jue- gan contentos a la sombra de los arboles. Todos estan tranquilos. Saben que la hi- giene de las calles y casas, ganaré cualquier “batalla que presenten las enfermedades, HF 3 EL MARTIN PESCADOR 40 Chiquito y gracioso, suave y bonito: asf es el martin pescador. Su plumaje brilla como una aguamarina. ‘Azul y verde, es la alhaja de nuestros rios. Le gusta la sombra hiimeda de los sauces. ;Cémo goza paradito desde su mirador so- bre la hoja de un junco!... Acecha desde alli a los pececillos que luego atrapa con su largo pico. Después se lanza al espacio y se echa a volar. {Qué hermoso es'su vuelo y qué torpe su caminar! La sefiora martin peseador fabrica su ni- do con hojas de cafias y lo esconde en algu- na cavidad dela orilla del rio. ;Cudnto trabaja la pobreeital. .. Y euén grande es su pena cuando las picaras nu- trias o los topos destrozan su nido y se co- men los huevecitos. Mama y papa martin peseador vigilan siempre. Asi estardn seguros los pichones, que son muy chiquititos. iMartin!... iMartin pescador!. . prestas tus colores para pintar? Me y te pregunté: —iTe casas conmigo, Matita de Arroz? —iMarido no quiero de tan rico olor! Pas6 Colibri, —Marido no quiero de tanto fulgor. —Marido no a cegado de sol. El Esearabajo cansado pas6: —Sé mi compafiera, Matita de Arroz, —iContigo me caso por trabajador! Emma Pérez 43 D DULCE PATRIA Los hombres de mayo solfan nombrarte: patria, dulce patria. Como te nombraron déjame nombrarte: patria, dulee pat Patria, dulce patria, nombre mas hermoso no pudieron darte. GurMAN BeRDIALEs Los invasores se habfan aduefiado de la ciudad indefensa. La bandera inglesa flameaba en el Fuerte. —iVete!... jNo te queremos!... {Nada tienes que hacer aqui!... —exclamaban criollos y espafioles hermanados en la an- gus Surgieron trineheras y barricadas. Se improvisaron soldados y armas; nacie- ron héroes. ‘Armados de fe y coraje, soldados y eivi- les, hombres, mujeres y nifios con un solo anhelo, Iucharon hasta vencer En aquella primera lucha, que fue la pri- mera gloria, la pequefia colonia triunfé an- te el poderoso invasor. 45 san EL 25 DE MAYO DE 1810 En Buenos Aires, que era la hermana nuestra patria el 25 de Mayo B 47 48 Ni la lluvia, ni la niebla, ni el frfo, ni la amenaza espafiola, detuvieron a nuestros antepasados. Los gruesos abrigos estaban empapados, pero nadie sentia frio; ni le importaba la humedad. Hombres y mujeres, durante horas y ho- ras bajo la Iluvia, alentaban a aquel gru- po de criollos que en el recinto del Cabildo diseutfan para -defender sus derechos. . Los derechos de la libertad de un pueblo Y también en aquel entonces, tras la tem- pestad llegé la calma. Surgié de pronto el sol de mayo y como &, limpido y brillante, legé el Primer Go- bierno Patrio. iViva la libertad! triotas de 1810. {Viva la patria! ... Exclamamos nosotros. los hijos de esta Argentina grande y feliz, .. Exclamaban los pa- cijo la fiesta de la patr Un nuevo 25 de mayo llega para darnos alegria y emocién. Las banderas celestes y blancas flamean con més energia y saludan la llegada del dia de la patria. {Banderas en los baleones de todos los edificios! . ;Banderas en los arboles, en los postes y en los vehicul iBanderas en las manos de los nifios de Ja patria! —j{Banderas en los‘corazones de todos argentinos y de todos los extranjero: jGocemos la fiesta de la patria! iCantemos la alegnip de tener una patria tan hermosa! . 49 HIMNO NACIONAL ARGENTINO Oid, mortales el grito sagrado Libertad, Libertad, Libertad, ofd el ruido de rotas cadenas ved en trono a la noble igualdad. Ya su trono dignisimo abrieron las Provincias Unidas del Sud, y los libres del mundo responden al gran Pueblo Argentino Salud. ‘CORO Sean eternos los laureles que supimos conseguir coronados de gloria vivamos, 0 juremos con gloria morir. ‘Vicente Lopey en la Escuela Naval de Rio Santiago, iYa me veo lueiendo el uniforme de cadete! Cuando sea oficial de nuestra Marina de Guerra, defenderé los mares de mi patria. ~i¥ yo, desde el cielo, defenderé hasta sus més apartados rincones! ~iA la orden, sefior Comodoro! iSal- dé en mi crucer iVigilaré las costas!. 0 seré aviador! ~iPues yo seré marino! . No te envidio, iTodos log mares de] mundo resuli tan peg gante! UeTios para este nave- iy desde allt —iA la orden, seftor Comandante! iDaré unas vueltas sobre la cordillera y vol- veré con noticias! . .. —Nos encontraremos €n casa después de la recorrida y cambiaremos impresiones, éDe acuerdo? . ~iDe acuerdo, sefior Almirante! . 56 Mi paisaje es uno solo: la pampa. Gozo si extiendo la vista acariciando los tonos de verde, eastatio y oro. ‘Alli, el azul de la alfalfa floveeida y los hilos de alambrado que escapan hasta con- fundirse con el cielo. ‘Acé, los pajaros que eruzan; los animales y el hombre que se dobla en el trabajo 0 Se yergue contento al traneo de un flete criollo. ;Qué combinacién tan hermosa! . La tierra que sigue, sigue y sigue apa- ventemente quieta y mansal..- Inagotable siempre. CONEJITO BLANCO Habia una yez u" conejito blanco muy bromista. * Sey "Podos los dias pensaba en un cardia y en una nueva victima. Cansado maese oso de las bromas del pe- quefio, coments con su compadre el zorT0: Te aseguro, compadre, que si esta no- che no consigo atvapar a ese atrevido cone- jo, dejaxé de lamarme “maese 030". —1Qué piensas hacer? THecucha: ti te acostards y fingiras es No te moveriis hasta tanto el ‘a nueva pi- tar muerto. conejo esté a tu Jado; en ese momento, con bajo pegs al tig: ARLEQUIN 94 Arlequin era un nifio muy bueno. Todos Jo querian y todos buscaban su compaiifa, . En aquellos dias se preparaban los feste- Jos de carnaval. Los nifios pensaban ya en sus bonitos dis- traces. Las mamas cosian y probaban her- mosos trajes de aldeanas, bailarinas, pajes, pastoras y payasos. —1Yo seré una dama antigua!... Tendré una peluca blanca y un traje de seda azul. —iYo seré el pirata terror de los ma- res! Me taparé un ojo y llevaré un go- rro negro. . —iSi supieran qué bonito es mi traje de payaso! —-1Y ti, Arlequin, de qué te disfrazaras? —Mis padres son muy pobres. No habra disfraz para mi. Un silencio, que fue pena, recibié este comentario. Al dia siguiente, cada amiguito llevé un trozo de tela para el compafiero pobre. Aun- que lod retazos eran de distintos colores, Ar- lequin estaba contentisimo. —Con todos estos pedacitos de telas, mi madre me hard un hermoso disfraz. Yo seré dichoso con él, pues cada color me recordaré aun amigo. E\ carnaval llegé-con ruidos de matracas y colores de serpentinas. Arlequin lucié el novedoso traje que gusté mucho a todos. Tanto, que fue proclamado “Rey del car naval”, 95 iLAS DOCE HAN DADO VY... LLOVIENDO! ~iSereno!,,. ;Sereno!... Por favor, cuando pase por la casa del médico, ruégue- le en mi nombre que venga, pues mi esposo esté muy enfermo. 96 —Esté tranquila sefiora. Iré en seguida. El sereno marcha diligente por las oseu- vas y fangosas calles del Buenos Aires an- tiguo. Bien enfundado en su poncho, el chambergo de cuero y las fuertes botas le haran soportar con tranquilidad cualquier tormenta nocturna, ~iLas doce han dado y inublado! ‘Un tero anuncia Iluvia. El relémpago por el oeste y el trueno que apenas se oye, ase- guran el préximo aguacero. ~iLas doce han dado y... jlloviendo! Durante un buen rato la lluvia cae sobre Ja ciudad que duerme. Al aclarar cesa y des- de el Rio de la Plata llega una suave y fres- ca brisa. ~iLas cuatro han dado y isereno! . Las campanas de San Ignacio Ilaman a la primera misa. Lentamente van llegando los feligreses, iBuenos dias, dofia Antonia! ... re un momento, le ayudaré a cruzat Ha lovido un poco y las calles estan Ilenas de barro. Deme su mano. Gracias, hijo! Ve con Dios, Hasta mafiana, sereno ta mafiana ~jHasta majiana, dofia Antonia! EL ZORZAL Con su pechera rosada y su levita marrén; con ese cuerpo robusto y ese aire de gran sear, nadie lo imaginaria tan delicado cantor, Muere el sol y, junto al rio, da sus silbos el zorzal; la tarde, que se marchaba, se volvid para escuchar; el agua, que iba corriendo, se detuvo hecha un cristal el aire quedé en suspenso; la brisa, sin respirar; abrid una boca tamafia la luna sobre el sauzal, y con lagrimas de estrellas, el cielo rompié a llorar Anochece... Junto al sigue cantando el zorzal. Juan Bursts 99 UNA CARTA 100 Los Javintos, 19 de noviembre de 1967. Querida mamé: ‘Te extrafio mucho. La estancia esté muy linda y me divierto bastante. Paseo siempre con papd 0 con los hijos de don Hilario, Al- gunas veces llezamos hasta el arroyo; otras, en cambio, vamos al pueblo o a las lomas. Hoy fui a La Plata con papé y visitamos el Jardin Zoolégico, Habfa banderas en los edificios y papA me conté que era el aniver- sario de la ciudad, fundada por Dardo Ro- cha en 1882 Mamé, espero que vengas cuanto antes, asi salimos a caminar por el eampo; esté Ile- no de flores amarillas y azules. Hasta muy pronto, madrecita mia, Te be- so muy fuerte. ToLI0 ROMANCE DE PAULA Y SU TELAR (Fragmento) En el telar de algarrobo tejié la madre y la abuela. La nifia Paula, afanosa, teje en é] su lana nueva. No teje para si misma, que no hay tiempo para ella. Su padre dejé tan sdélo en reparto la pobreza. Catoree hermanos y Paula recogieron esa herencia. Teje la Paula cantando, que un designio la alimenta. Dios la acompaiia en el cielo porque ella canta en la tierra, Para lenar las canillas con el hilo, pasé en vela muchas noches que se hieieron con el dia de una pieza. me un seereto la Paula. jLo sabe acaso la higuera? . Frypa ScHULTZ DE MaNTovaNt 102 EL DEPENDIENTE DE ALMACEN Sues hace mucho tiempo. Alli Sarmiento era nifio y dependiente de : almacén. “Sarmiento. ~ Buenas tardes, dofia Ma- ria, ;Qué la trae por aqui? . Vengo recién de su casa y su madre, la sefiora dofia Paula, me ha encargado que le traiga estas empanadas. jEstén recién hechas y son muy sabrosas Sarmiento. — Péngalas sobre el mostra- dor, dofia Maria. —La sefiora dofia Paula io que se las haga comer. No que suceda como casi todas las tar- nto.~No se preocupe, dofia Ma- ya las comeré... jAh!... cuando vuel- va a casa, no se olvide comuniear a mi ma- dre que ya he pagado con mis sueldos el cerquito de tapias que ella deseaba para nuestro solareito. ., Mafiana mismo comen- zarén a eolocar el cerco y as Se lo diré. ;Qué contenta la sefiora dofia Paul: ijBue- nar tardes a todos!...” ANA C, DE Rey 106 VISITA OBLIGADA En la sala de espera del consultorio del doctor Alvarez hay muchos pacientes. Uno de ellos, Eduardo, no puede disimular su temor. Su turno ha llegado y con paso vacilante irige al consultorio, i Qué tal, amigo?... ;Pero qué cara de susto tienes! . . . Siéntate tranquilo —advier- te el odontdlogo. —Es que... me duele mucho, doctor. . —Lo sé Lo sé... Abre bien la boca. Muy bien!... Un poauito de desinfectan- te... un algodoncito... [Qué caries tan profundas!... Espera un momentito; otro poco y... iva esté!... Enjudgate bien la boca. =No me dolié tanto, doetor. —Cada vez te sentirés mejor. Por hoy es suficiente. Te veré el jueves a las quince. iDe acuerdo? —Convenido, doctor. Pero... ime aplica- vé el torno?. . Ti, Eduardo, no puedes temer al torn Miralo, se maneja asi... Se aprieta con sua- vidad y él solo se las ingenia para arreglar las muelas y los dientes, Si es un aparatito tan simpatico! . .. Pero cuando toca la muela enferma. . —Ven tranquilo. Nada te sucederd. Hasta el jueves, y cuidate mucho. Recuerda que un buen cepillo y un aromético dentifrico son tus mejores amigos. DOS OPINIONES bes reconocer abuelo, que son confortables, limpios, suaves en su marcha, veloces -Si... si... -replica tozudamente el abuelo Juan~ todo lo que ta dices es ver- dad, pero a mi me gusta més el tranv —2¥ los trolebuses?... Esos tranvias mo- dernos que legaron después, :te gustaban’? —Con esos sefiores no he trabado conoci- miento. Creo que los preferiria a los eonde- nados subterraneos. ;Qué velocidad la de esos trenes! ~Son trenes eléctrieos como los que unen la Capital Federal con San Fernando, Ti gre, Moreno. . ~De acuerdo —interrumpe el anciano-, Desde esos trenes se ve el cielo, se respira aire puro, pero... en fin... Huguito, no te SSiggem. afanes en darme més razones. Seguiré pre- = S\._firiendo el tranvia. {Lerdo, pero seguro! : ~Pues yo prefiero el tranvia — insiste el abuelo Juan. —iPero abuelito! iSi ya no quedan mas que en los museos!... Ademas, dice pap‘ que hacian mucho ruido —Todo sera como tti dices, pero es una lastima que hayan desaparecido. Por otva 1 parte, el colectivo siempre tiene prisa y nun- | ca comodidad. —éTampoco te gustan los émnibus? De- 7 EL RATONCITO INTELIGENTE Un ratén, sentado sobre la viga del techo de una bohardilla, feliz roia un corcho que habia servido para tapar un frasco de ja- rabe. Maese gato gris, pesaroso al no poder atraparlo, intenté conquistarlo con su as- tueia. ~Buenos dias, ratoncito. {Qué haces tre- pado tan alto? —Estoy saboreando un trozo de queso —mintié el ratén. —jCémo me gusta el queso! . —Si quieres un poquito... no hagas cum- plidos. —Gracias. {Me traerfas un poco? —Lo haria con mucho gusto, mas... ten- go miedo de bajar. —iY de qué tienes miedo? —Franqueza por franqueza: tengo miedo de ti. —1De mi? —Me han dicho que eres nuestro enemigo. —Nunca he ofdo mas grande mentira. {Son calumnias de algtin mentiroso!... Salta, amigo mfo, que te recibiré en mis brazos. —jAl instante, gato gris!.. Algo oscuro cayé con fuerza y el gato, que 110 Jo detuvo en una bocanada, lo aprisioné en- tre los dientes. Grande fue su desilusién al comprobar que lo que él creyé fuera el ratén. .. resulté ser el coreho medio rofdo. —jJa! jJa! iJa! iBuen provecho, amigo gato gris! El avergonzado gato huyé velozmente de la bohardilla, para no of las carcajadas del atrevido ratén, que supo hacerle una buena jugarreta. HIGIENE PRACTICA 2 ~iA lavarse las manos!... ;Ya esté listo el almuerzo! ~Yo las tengo limpias ~dice Raiil, que es poco amigo del agua fria: iQuiero comprobar si estan yrealmen- te bien limpias! jMuéstrame tus manos, Raal! Timidamente Rat] extiende sus manos que estén “algo limpias”. —Las palmas de las manos estan bien. ;A. ver las ufias? Lentamente y con gran cautela, nuestro amiguito da vuelta sus manos y.. 10- rror!.., bordes oscuros coronan todos sus dedos, —.Cémo tienes las ufias tan sucias? —Estuve jugando con las bolitas y —iEso no justifica tamafia suciedac ~exclama la enojada mamé—. Te lavaras inmediatamente y con este cepillo de ufias las frotarés hasta que luzean limpias y transparentes. {Cepillo y jabén!... Eso es lo que te hace falta. Avergonzado, Ratil se dirige al lavama- nos y lo lena con agua limpia; alza las man- gas de su blusa y comienza la tarea. Agua, jabén y cepillo. Frota, frota y frota. Enjua- ga, seca sus manos y las contempla sa- tisfecho. —jAhora si que mama no podra retar- me!... )Si hasta parecen ufias nuevas! n3 PRIMAVERA | La luz y el color vuelven a los prados, a los bosques y a los campos. Rien los durazneros, los perales y los al- mendros en flor. of a Bajo el cielo que es mas azul, cantan los pajaros y juegan las mariposas que alegran el campo con los hermosos colores de sus alas. —iSoy yo que vuelvo, nifio mio!.,. Trai- go flores, perfumes y calor —me susurra \, Primavera, y ~iBienvenida!... Te doy mi sonrisa @) cLa quieres ta?... * EL COSTURERO DE MI MADRE En su cesto de costura tiene mi madre querida tantos hilos de colores que a veces me maravilla. Hay alli una rosa de luz, como la de los caracoles, y un amarillo tenaz como el de los girasoles. Hay un rojo como no lo logra sangre ninguna, y un verde que yo no sé cudntas praderas anuncia. Y he visto un azul de tal palidez, que casi era como el blanco de los ojos de mi amada costurera. Cuando se pone a coser mi madre luce tan be que no importa el color que entre sus manos destella. EMMa PEREZ CONEJITA HARAGANA Conejita no quiere ir ala escuela; prefie- re jugar y correr por el campo. Mama Coneja, que es inf! Ja llama una y otra vez, mas, Conejita, guarecida tras unas retamas en flor, desoye el llamado. Decidida y enérgica, dofia Coneja resuel- ve castigar a su hija. ~iJuan Zorro!... {Don Juan Zorro! . Ven a buscar a Conejita que no quiere ira Ja escuela, ~Estoy muy ocupado. No cuentes conmi- 80 —contesté Juan Zorro, que se estaba lus- trando las ufias. jon Azo iCastiga a Juan Zorro que no quiere buscar a Co- nejita para ira la escuel: ; No tengo tiempo. ~Y aspirando el aire del campo, don Azote con- tinué su paseo. ~iFuego!... Don Fuego!... |Quema a don Azote que no quiere castigar al Zorro que no busea a Conejita p a la es- euel ~iHoy no puedo!... -b entre chispas, lamas y humo. ~iAgual... jAmiga Agua)... Apaga al Fuego, porque no quema al Azote, que no 5 don Fuego 1 quiere castigar al Zorro que no busca a Co- “nejita para ir a la escuela. “i¥o sil... iYa voy!... —responde el ‘Agua desde el rio, y comienza a correr tras el Fuego, Corre entonees el Fuego a quemar el Azote. : Y el Azote persigue al Zorro para casti- garlo. Don Juan Zorro busea a Conejita pa- ra ira la escuela. ‘Mas Conejita, veloz como un rayo, corre i a tomar sus iitiles, pues... iquiere ir ala escuel —iVoy!... iVoy!... (Voy ala escuela! Don Juan Zorro vuelve a su casa; don Azote a su lefiera; don Fuego a su hoguera y dofia Agua a su rio, Mamé Coneja, ya mas tranquila, desean- sa en casa. Prepararé una torta, un flan y un dulee, para Conejita, que iya esté en la escue- Jal CRISTOBAL Cristébal Colén era un marino genovés muy estudioso, tenaz y decidido. Sofiaba con nuevos rumbos icon nue- = vas tierras! 7 121 : 120 122 Ni reyes ni sabios comprendian los deseos de este visionario. Abandoné su patria y se dirigié a Espa- fia; alli, tras mucho andar, llegé al convento de la Rébida. Un traile bueno y sabio, se Propuso ayudarlo. Llevé al afligido nave- gante ante la reina Isabel la Catélica, pues la sabia muy comprensiva e inteligente. ¥ tal como el fraile bueno lo habia pen- sado, sucedi6, La reina Isabel tendié su mano a Colén. EL 3 de agosto de 1492, gracias a la bon- dad de la reina Isabel de Espaiia, zarparon tres carabelas, la Santa Maria, la Nifia y la Pinta, rambo a las tierras sofiadas por Colén. Las carabelas levaron como tripulantes 4 un grupo de aventureros, Mas el jefe, que era un hombre estudioso, estaba seguro de] éxito de la empresa y supo inspirar confian- za en sus hombres. Con su profunda fe y con su voluntad, desatié el mar desconocido y encontré un nuevo mundo... ;América! ~iCudntos pollitos!... Mira aquel negri- to, quiere eseapar =No te acerques tanto, Maria Marta, La gallina es muy celosa y puede picarte, “123 —jHa encontrado un gusano y se lo al- canza al pollo rebelde!... (Qué madrecita tan carifiosa! —Vayamos a ver las conejeras. Llevare- mos pasto tierno. El hogar de don Conejo tiene muchos conejitos recién nacidos. —Llevaré una hoja de col. .. ;Crees, abue- lito, que les gustaré? — Se la devorardn en poeos minutos! _Don Domingo y su nieta se dirigen luego ala pocilga, que tiene la alegria de sus le- choncitos gordos y simpaticos, La marrana amanianta a sus hijos y don Cerdo vigila, mientras entre grufiido y grufido come lo que encuentra. {Esta familia hace honor a la chaera! Y todo en primavera renace. Fl campo se cubre de una alfombra verde que, en poco tiempo, seré el oro de sol de la cosecha. Bs la alegria de la vida que vuelve a los animales y a las plantas. Es el milagro de la primavera que tanto espera el agricultor!.. EL ZORRO Y LA PERDIZ (De nuestro folklore) Fl zorro estaba enamorado del silbo de la perdiz. Trataba de jmitarlo, pero sélo le salfa un soplido ridiculo. Resolvié pedirle a ella misma que se lo ensefiara. ;Cémo harfa para ganarse la con- fianza de la perdiz, que es tan miedosa? Un dia se encontraron en un caminito del campo. La sorpresa de la perdiz, que ya se yeia entre los dientes del zorro, fue grande, cuando oy6 que le decia: —Comadrita, iqué bien silba usted! iCémo podria hacer para aprender su sil- bido? —Puede coserse la boca, compadre —le contest timidamente. —Estoy dispuesto a hacer lo que sea ne- cesario. {No podria hacerme el fay de cosérmela usted misma? —Trataré de complacerlo, compadre. La perdiz, aunque lena de desconfianza, se sacé una pluma del ala y con unas raices fuertes le fue cosiendo la boca. El zorro, fe- liz, soportaba el sacrificio. Cuando quedé un agujerito pequenio, la 125 - perdiz le hizo probar. Le salié tante fino. El zorro no cabia en si de alegria. —Compadre, debe ensayar muchas veces hasta que le salga en forma perfecta ~acon- sejé la perdiz, El zorro, como no podia hablar, asintié con la cabeza. Ya se despedian, cuando la perdiz, como suele hacerlo siempre, vol6 con su aleteo pe- sado y r026 la cabeza del zorro. Este no pudo con su instinto; sin querer hizo su natural movimiento de abrir la boca para atraparla se rasgé de oreja a orej El pobre zorro no sélo perdi su tniea oportunidad de aprender a silbar, sino que, por mucho tiempo, no pudo comer perdices, = ee PLATERO Platero es pequefio, peludo, suave; tan blando por fuera, que se dirfa todo de algo- dén, que no leva huesos. Sdio los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos es- carabajos de cristal negro. Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozandolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas Lo llamo dulcemente “;Platero?”, y viene a mi con un trotecillo alegre que parece que se rie, en no sé qué cascabeleo ideal Come cuanto le doy. Le doy las naranjas mandarinas, las uvas moseateles, todas de Ambar, los higos morados, con su cristalina gotita de Es tierno y mimoso igual que un nifio, que una nifia...; pero fuerte y seco como de piedra. Cuando paso sobre él, los domingos, por las ultimas callejas del pueblo, los hom- bres del campo, vestidos de limpio y despa- ciosos, se quedan mirandolo: —Tiene acero. Tiene acero. Acero y plata de luna, al mis- mo tiempo. JuAN Ramon Jiménez (Plater v ve) 129 VERANO ~La gente que trabaja se cansa muchc més durante mi reinado. Pero se me oct que deberian recordar que aunque traige algunos sofocones, es mi calor el que madu- ~iQuién lama? : ra los frutos y las mieses. Por esta causa, mi ~EI verano. El caluroso e insoportable S legada oportuna es importan' verano. —Adivino la causa. Para ti —Me asombra tan amable acogida. Por lo A ‘vacaciones” es todo uno. Por otra parte. general mi llegada provoea un juf!... jqué ‘ ; ino me esperan grandes y chicos para gozar calor! . de las playas, de las sierras y de los prados? Tienes razén. Sofocas y acaloras, pero ‘también traes descanso. IREMOS A LA MONTANA 132 A la montafia nos vamos ya, a la montafia para jugar. En sus laderas el arbol crece, el arroyo, la flor se mece. se siente a Dios! iVivan mis valles los Calehaquies y mis montaiias, que al sol se rjen! Esta la tarde de terciopelo; malva en-la piedra, rosa en los cielos. A la montafia, formemos la ronda; ronda de nijios, ronda redonda, ALFONSINA Son 134 (Adaptacién) A don Isidro, tado del puma, brado un terror Un dia se tue cito cereano, y al tantas cosas ] y jtales!, fantéstico, @ hachar lefia a un monte. ruido de los golpes del ha- le habfan con. + que le haba eo. chata y fea, que le miraba fijamente, Don Isi ~iFuera, gato! hacha para espantario, La besti 135 136 Don Isidro qued6 espantado ante el tama- unea habia visto un gato . 7¥ qué pesado era el ani- {Si no podia acomodarlo en la tan enorme! malito! . carretilla! . ‘Al volver al pueblo con su carga, sale de su casa un veeino y le dice: —jPero don Isidro! . . 4Qué ha hecho us- ted?.,. jHa matado al puma? —jAl puma?... Si es un gato gordo! —|Es el puma!... iEs el puma, don Isi- dro!... Tal fue el susto de nuestro amigo lefiador, que se le pusieron los pelos de punta y co- menzé a temblar. Al rato se recobré, y ya mas sereno exclamé: —Sea puma o no sea, muerto esta. Pues mire que no me ha parecido tan malo el ani- malito. (Es que el valor, muchas veces consiste en que log pumas. .. parezcan gatos). J. DEL REY CANCIONE: DE CUNA S Por los caminitos de Jerusalén va un nifiito rubio camino a Belén. Le dan los pastores tortas de maiz, leche de las cabras y pan con anfs, E! nifiito tiene dos rizos de luz. Duérmete, mi hijito, " suefia con Jestis. La sefiora luna se quiere casar 5 con un pajarito de palta y coral. Duérmete, mi nifia, e irds a la boda Peinada de mojio yen traje de cola. JUANA DE Tarsourow 138 TODOS SOMOS ARGENTINOS Sentados ala sombra de un aromo en flo Lina, Soffa, Norma, Julio y Martita, conve san mientras deseansan. —Yo nacf en Santa Fe y hace cuatro atic que vinimos a la Capital Federal coment Lina~; mi ciudad natal se extiende Junto ¢ rio Parand, ;Qué hermosos paseos los nues tros!... {Cémo me gustaria volver a Sant Fel... —En cambio yo ~agrega Sofia—, nacfe: Cordoba, “la ciudad docta” Todos los afio Pasamos alli las vacaciones, Paseamos po Jas sierras nos bafiamos en los rios iNo se imaginan qué lindo es todo aque Te ~Yo soy mendocina, naei al pie de la Cor illera de los Andes ~cuenta orguliosa No ma. iQué altas son mis montafias! ... tii, Julio, también eres provineiano?.. ~Si, soy provinciano, Naci en Bahfa Blan- ea, una hermosa ciudad de la provincia de Buenos Aires, Martita, que permaneefa silenciosa, dijo fle pront ~iYo naei aqui, en Buenos Aires! ~iEntonces eves portefia!... -exclama- ron todos a un tiempo, 130 oy portefia; pero ante todo, soy ar ‘on la atinada y a coro exclama- 1... {Todos nuestra pa- PYG VENTANITA 2B Wa 142 La montafia alta y agreste culmina en una estrellita que brilla en'pleno dia, Es la ventanita de la Sierra de la Venta- Ra, que da paso a un trozo de cielo, para que la piedra sea menos piedra y el cielo més cielo. iQué graciosa se ve desde abajo! Cuanta fatiga para llegar hasta all iAy del curioso que a elia se desea aso. mar!.. La montafia de la ventanita, parece una montafia con Iujo de fiesta. Como no tiene nieves, flores ni plantas que la adornen, bused lo mejor: un poco de cielo, que es Inn ¥ es aire. Aire fuerte que empuja, que voltea, iCOmo sopla el viento en esta ventana que no podemos cerrar! TERMINAN LAS CLASES Se terminan las clases y se acercan las a siadas vacaciones, Pero estas vacaciones que tanto deseé di rante el aho escolar, quisiera ahora que ta, daran un poco més en Ayer, cuando la maestra empezd a pre guntarnos acerca de lo que hari rante las vacaciones, al quever res; dije: yo... yo... y senti como si se me for mara un nudo en la garganta y no pud hablar, La maestra se acereé y, més suavements aue nunca, aearicié mi cabeza al tiempo que me deeia: “eres siempre el mismo chico con un gran corazén”. Se le humedecieron | dies y callamos los dos. CONOZCAMOS A NUESTRA PATRIA La quebrada de Zonda. en la pro- vincia de San el lpico paisae ra ena zona de los 8 Sy a"idas montafias enmarcan ssrada, dandole una belieza

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