Marian vive en Montevideo. Tiene 18 años y debe tomar decisiones.

Atraviesa un
momento de crisis, de cambios, de empezar una nueva etapa. Su padre, Walter,
un hombre hosco y que tiene una carnicería, quiere que Marian y su hermano Junior
estudien para ganarse la vida. Pero Marian está con las dudas propias de la edad y
no encuentra mucho eco en su casa, donde no tiene en quién apoyarse.

El único apoyo de Marian es Jenny, su amiga de la adolescencia. Con ella

comparte las dudas sobre los estudios a seguir y sus trabas en la sexualidad.
Además, la familia de Jenny es más unida y contenedora.

Junior tiene 26 años, está sin trabajo y Marian sospecha que, dado los amigos que
frecuenta, está en negocios poco claros que pueden terminar mal. Tampoco
comparte con él mucho más que el hecho de vivir en la misma casa.

Marian decide estudiar Historia y su amiga Jenny, Bellas Artes. Eso las distanciará
poco a poco. Marian conoce a Jorge, un estudiante de Antropología, con quien
comienza un noviazgo. Las dificultades de Marian para tener una sexualidad
satisfactoria, generan tensiones en la pareja. Además, a Marian le molesta la
intromisión permanente de Lucas, un amigo de Jorge, no obstante, éste no ve
nada inconveniente en la actitud de su amigo.

Junior -que no quiere trabajar y que busca dinero fácil- es convencido por sus
amigos de introducirse en el negocio de la venta de drogas. Así, entra en contacto
con un traficante de origen chino. Sin dinero para la compra de la droga, miente
sosteniendo que la carnicería es suya y la pone como garantía del negocio. Pero
las cosas no salen como imaginó y no puede hacer frente a la deuda, por lo cual
desaparece unos días.

Como consecuencia, el traficante va a la carnicería para hacer saber que ese

comercio le pertenece. Cuando Walter se entera que Junior puso en peligro la
carnicería en negocios turbios, se descompensa, sale enfurecido y fallece al
chocar su automóvil.

Junior espera que la herencia le permita solucionar su deuda, pero él y su hermana

se enteran que la carnicería había sido puesta a nombre de Marian. Sin decir nada,
Junior desaparece nuevamente, pero es secuestrado por el traficante de origen
chino que pide rescate a Marian quien, al mismo tiempo, debe hacer frente al
despertar de la demencia de su madre detonada por la muerte de Walter.

Marian debe decidir si ser una vegetariana que tiene una carnicería y continuar con
el negocio de su padre o usar la situación para liberarse definitivamente del peso
de la herencia paterna. Sea cual sea su decisión, no abandonará a su hermano.

Finalmente, decide vender la carnicería a un viejo empleado para pagar el rescate

de Junior y poder buscar un lugar donde internar a su madre. Pero hacer efectivo
el pago del rescate no resulta nada sencillo. Lucas ha decidido ayudar a Jorge a
romper el problema que tiene Marian con la sexualidad. En consecuencia, deciden
raptarla y hacer un ritual para cambiar la situación. Marian tiene que luchar para
liberarse de Jorge y Lucas y poder asistir a tiempo para salvar a su hermano.
Sinopsis 1.132 palabras

Corre el año 2003, Marian tiene 18 años y vive en un barrio de Montevideo. Se

enfrenta a tomar decisiones que pueden marcar su futuro. Para ella es un
momento de crisis, de cambios, momento de empezar una nueva etapa de su vida
que debe afrontar sin mucho apoyo emocional de su familia, la cual está
compuesta por su padre Walter, su hermano Junior y su madre Gladis, quienes se
mueven en mundos diferentes.

Walter es un hombre hosco que tiene una carnicería que heredó de su abuelo. Por
su parte, Marian es vegetariana. Fruto de un embarazo inesperado, nació ocho
años después que su hermano Junior y fue su madre quien decidió tenerla, quizá
en la única decisión en que no fue condescendiente con su esposo. Walter, cuyo
pasatiempo principal es fumar e insultar frente al televisor mientras mira los
partidos de fútbol del fin de semana, quisiera que Marian y Junior estudien y
tengan un trabajo que les permita independizarse y ganarse la vida. Junior ni siguió
estudiando ni lo piensa hacer y, además, no le gusta trabajar. Marian y Junior
tampoco tienen una relación muy fuerte y apenas se hablan. Gladis, por su parte,
siempre fue un ama de casa un poco ausente afectivamente y vive alienada en su
cocina.

Marian tiene las dudas propias de la edad y sin mucho eco en su casa, siente que
no tiene en quién apoyarse. Su único apoyo es Jenny, su amiga de la
adolescencia. Con ella puede compartir las dudas sobre los estudios universitarios
a seguir y las dificultades que tiene para mantener relaciones sexuales. Ella prefiere
creer que es por algún tema médico aunque Jenny intenta hacerle ver que esa
dificultad sólo es la forma en que su cuerpo expresa su decepción afectiva.
Además, la familia de Jenny es más unida y contenedora, allí puede encontrarse
más a gusto que en su casa.

Junior tiene 26 años, no trabaja y Marian sospecha que, dado los amigos que
frecuenta, mezclados siempre en asuntos poco claros, puede terminar mal.
Escucha algunos fragmentos de conversaciones telefónicas que le hacen pensar
que la vida de su hermano no va por buen camino. Pero ninguno se mete en la
vida del otro. Ni se dan permiso para hacerlo ni lo intentan.
A pesar de todo lo que planificaron juntas, Marian decide estudiar Historia,
mientras que Jenny, se decide por ingresar a Bellas Artes. Esto hará que ambas
amigas se distancien poco a poco. Al iniciar sus estudios en la Facultad de
Humanidades, conoce a Jorge, un estudiante avanzado de Antropología, con quien
comienza un noviazgo. Sin embargo la pareja comienza a tener problemas cuando
Marian parece no poder tener una sexualidad satisfactoria. Tampoco ayuda en su
noviazgo, el hecho de que Marian siente que su relación con Jorge siempre está
invadida por Lucas, un amigo de Jorge que no parece respetar los tiempos y
espacios propios de una pareja. A Marian le desagrada la presunción y lo
inoportuno de Lucas. Pero Jorge no ve nada inconveniente en la actitud de su
amigo.

Por su parte, Junior -que siempre prefiere buscar dinero fácil con la ley del menor
esfuerzo- es convencido por sus amigos de introducirse en el negocio de la venta
de drogas. Parece ser una buena oportunidad: pueden ganar dinero y además
tener su propia mercancía para consumir. De esa manera entran en negociaciones
con un traficante de origen chino nuevo en la ciudad, llamado Li-Chung. Aunque
Junior no tiene disponible el dinero necesario para la compra de la droga, decide –
a sugerencia de sus amigos- mentir diciendo que la carnicería de la familia es
suya. Así es como la pone de garantía para poder acceder a la droga. Pero la
ingenuidad y el desconocimiento hacen que las cosas no salgan como Junior y sus
amigos imaginaron. Terminan perdiendo todo sin poder hacer nada de dinero.
Junior no puede hacer frente a la deuda contraída, por lo cual desaparece por unos
días.

Al no encontrarlo por ningún lado, Li-Chung se presenta en la carnicería

anunciando que ese negocio le pertenece. Cuando Walter se entera que Junior
puso en peligro la carnicería en negocios turbios, se enfurece. Lleno de rabia
Walter sube a su auto para ir a buscar a Junior y pedirle explicaciones. Pero Walter
no llega a destino: al cruzar un semáforo en rojo mientras iba a toda velocidad, es
embestido fatalmente por un camión.

Junior espera que la herencia paterna le permita solucionar su deuda y de esa

forma resolver el problema. Pero para asombro de ambos, Marian y Junior se
enteran que Walter hace años puso la carnicería a nombre de Marian. Sin querer
decir nada de su situación, y sin soluciones rápidas a las que acudir, Junior decide
desaparecer nuevamente. Pero luego de unos días vuelve a casa y es secuestrado
por Li y sus secuaces que –reclamando el dinero que Junior le adeuda- piden
rescate a Marian quien, al mismo tiempo, debe hacer frente al despertar de la
demencia de su madre detonada por la muerte de Walter.

Marian se encuentra en una disyuntiva: debe decidir si ser una vegetariana que
tiene una carnicería y continuar con el negocio de su padre o usar la situación para
liberarse definitivamente del peso de la herencia paterna. Sea cual sea su decisión,
no abandonará a su hermano. También sabe que esta vez deberá encontrar
soluciones por sí misma, a su modo y sin ayuda.

Finalmente, decide vender la carnicería a Anselmo, un viejo empleado que siempre

trabajó con Walter. Así es como Marian consigue el dinero para pagar el rescate de
Junior y poder buscar un lugar adecuado donde internar a su madre. Pero hacer
efectivo el pago del rescate no resulta tan sencillo como Marian esperaba. Lucas
ha decidido ayudar a Jorge a romper el problema que tiene Marian con la
sexualidad, mediante un ritual que Lucas erige a partir de sus conocimientos de
antropología y de su participación directa en algunos ritos afroamericanos. En
consecuencia, Jorge y Lucas deciden raptar a Marian y oficiar la ceremonia. Ella,
en una carrera contra el tiempo, tiene que luchar para liberarse de las pretensiones
de Jorge y Lucas y poder llegar a tiempo para salvar a su hermano.