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Una entrevista casi olvidada con Fritz Perls

por Adelaide Bry

Adelaide Bry: ¿Dr. Perls, qué es la Terapia Gestalt?


Fritz Perls: Discutir, hablar, explicar, es irreal para mí. Yo odio la
intelectualización. ¿ Ud. no?

A. B: A veces, pero yo quiero entrevistarlo. Quiero saber sobre la Terapia


Gestalt. Así que...
Fritz: Probemos algo diferente. Usted sea la paciente. Sea real... no más
intelectualización.

A. B.: Bien, si eso es lo que usted quiere, yo lo intentaré. Intentaré ser la


paciente. En ese caso le diría: "Yo soy Adelaide y lo vengo ver a usted, Fritz
Perls, como una paciente. Yo estoy deprimida, y también tengo este miedo de
volar que se expresa fisiológicamente. Las manos me transpiran. Mi corazón
late más rápidamente". ¿Ahora que?
Fritz: Yo podría curarla de su miedo a volar fisiológicamente expresado en
cinco minutos.

A. B.: Ah, sí? Bien. ¿Y cómo lo haría?


Fritz: Cierre sus ojos. Entre en el avión. Comprenda que usted no está en un
avión real, sino en su fantasía. Esta fantasía la va a ayudar a ver lo que usted
experimenta cuando está volando.

A. B.: Ya mi corazón empieza a latir más rápidamente...


Fritz: No abra sus ojos...

A. B.: Bien...
Fritz: Su corazón empieza a latir más rápidamente... Continúe.

A. B.: Veo la espalda del piloto allí y, usted sabe, yo no estoy segura que él
pueda hacerlo.
Fritz: Bueno. Levántese y dígale eso.

A. B.: Lo golpeo en el hombro, él echa una mirada alrededor, y yo digo,


"usted está fijando sus ojos en el camino"? Él me manda a mi asiento.
Fritz: Ahora usted no regrese a su asiento. Cambie de asiento. Usted es el
piloto. (el Dr. Perls me pidió que me levantara, y me sentara en otra silla
enfrente de la que me había sentado anteriormente. Cada vez que cambiaba
de roles, cambiaba de silla.)
A. B.: Yo soy el piloto. ¿Qué está haciendo esta mujer interrumpiéndome?
Salga de la cabina y vuelva a su asiento. Yo sé lo que estoy haciendo.
Fritz: Yo no le creo al tono de su voz. Escuche su voz.

A. B.: (Como piloto del avión) Lo siento, señora, lo siento mucho, señora, lo
siento terriblemente, pero nosotros sí sabemos cómo manejar este avión;
hágame el favor de regresar a su asiento. Todo está bien y bajo control.
Fritz: OK. ¿Cuál es su nombre? ¿Adelaide? ¿Adelaide?

A. B.: (Como Adelaide) Me gustaría regresar a mi asiento, pero estoy


preocupada por este avión, porque no me gusta estar alejada de la tierra. No
me gusta estar en el aire a cincuenta mil pies de altura. Esto no es natural
para mí.
Fritz: OK, Como usted es escritora, escriba este libreto.

A. B.: (Como piloto) Escuche, nosotros hacemos lo mejor que podemos.


Somos seres humanos también. Ud. sabe que este avión fue verificado por
Pan American y que costó cinco millones de dólares, y créame, si hay una
cosa que nos gusta es el dinero. Cada vez que un avión cae perdemos dinero
y perdemos gente. Eso es muy malo para nuestras relaciones públicas y
nosotros hacemos todo posible para mantener este avión en el aire. Ahora, si
de vez en cuando... mi Dios... si de vez en cuando se nos escapa algo, las
cosas pasan y usted tiene que aprovechar sus oportunidades en esta tierra.
Hasta el momento no hemos tenido ningún accidente transatlántico. ¿
Comprende Ud. eso? (Como Adelaide) Pero, yo, yo... sería mi destino ir a
Londres, usted sabe, y yendo a Londres hundirme en medio del Océano
Atlántico. Así yo extrañaría la vejez, yo extrañaría muchas cosas horribles.
Así que no sería tan malo, después de todo. (Como piloto) Escuche, señora,
esa no es manera de pensar cuando se está yendo de vacaciones. Usted está
siendo absolutamente estúpida.
Fritz: Repita esto último.

A. B.: (Como piloto) Usted está siendo absolutamente estúpida, estúpida,


estúpida, estúpida, estúpida. ¡Qué diablos!. Yo me gano la vida haciendo
esto. Aún cuando gano cincuenta mil dólares al año, puedo hacer otra cosa.
Yo me gano la vida haciendo esto. No todos los días, quince días al mes me
gano la vida haciendo esto. Y usted es una mujer estúpida. (Como Adelaide)
Yo realmente sé que soy estúpida. Es para reírse, sé que soy estúpida. Usted
sabe, yo tengo que decírselo... Incluso he tomado lecciones de vuelo. Tomé
lecciones de vuelo para intentar hacer algo sobre el miedo, en el pequeño
Piper Cubs.
Fritz: No me diga...
A. B.: (Como piloto) Piper Cubs, ah, Piper Cubs, claro. Piper Cubs, ¡usted me
está cargando! Usted está en un Boing 707, Piper Cubs. No hay ninguna
relación entre ellos dos. Yo sugiero, señora, que regrese a su asiento, y que
me deje...
Fritz: Yo le sugiero algo distinto. Tome ahora el avión. Vaya al asiento del
piloto.

A. B.: (Como Adelaide) Ooooooooo, me encanta!!! Sólo sé que me encanta


tener el control.
Fritz: No me lo diga a mí. Dígaselo a él.

A. B.: (Como Adelaide) Escúcheme, yo puedo volar este avión mejor que
usted con mi mano izquierda detrás de mi espalda. Ud. sabe que hay unos
pocos diales pequeños y cosas técnicas aquí. Pero yo podría aprender eso
en un par de meses. Usted sabe que soy suficientemente inteligente como
para aprender eso. Ahora vuelva a sentarse ahí y yo voy a llevar a cabo esta
función.
Fritz: Diga esto de nuevo: "yo voy a llevar a cabo esta función."

A. B.: Yo voy a llevar a cabo esta función.


Fritz: De nuevo.
A. B.: Yo voy a llevar a cabo esta función.
Fritz: Diga esto con todo su cuerpo.

A. B.: yo voy a llevar a cabo esta función.


Fritz: Ahora, dígame esto a mí: "Fritz, yo voy...

A. B.: Fritz, yo voy a llevar a cabo esta función


Fritz: De nuevo.

A. B.: YO VOY A LLEVAR A CABO ESTA FUNCIÓN.


Fritz: ¿Ha aprendido algo?

A. B.: Sí, esa soy yo, desafortunadamente.


Fritz: Aquí usted tiene una pequeña muestra de lo que es la Terapia
Gestalt.

A. B.: Es hermoso.
Fritz: Usted tiene un ejemplo ahora en el que no estamos analizando. Sólo
estamos integrando. Usted ha dado el modelo, algunas de sus necesidades
de dominar. Yo le permití enmendarse para que se sienta un poquito más
fuerte.
A. B.: Cierto, cierto.
Fritz: Esto es la Terapia Gestalt.

A. B.: Veo. ¿Toda la Terapia Gestalt trabaja de esta manera? ... Yo lo vi


hacerlo ayer en una demostración. ¿Usted siempre utiliza este tipo de
técnica, con una persona cambia roles y asientos para dar énfasis a un
punto?
Fritz: Siempre que vea una polaridad, sí. Cuando tenemos dos opuestos.
Notará que estos opuestos están peleando. El pasajero y el piloto son
enemigos. Ellos son enemigos porque no se escuchan el uno al otro. En este
diálogo, asumiendo esta otra parte que parece estar fuera de usted
persiguiéndola, usted ve que en realidad es usted, usted misma.
Recuperando estos sentimientos usted reasimila un poco de estas
necesidades de dominio

A. B.: Bueno, realmente, tal vez para que yo lo entienda más profundamente,
tendríamos que trabajar con esto veinte veces o veinte años. O tendríamos
que invertir un año, quizá, trabajando en esto para que opere dentro de mí.
Fritz: No, no, no, no. Ahora tengo que decirle lo que dije ayer, que encontré
una solución finalmente. Usted no necesita quedarse veinte años en el diván
o ir a terapia un año sí y un año no. Nosotros podemos hacer todo esto en
aproximadamente tres meses. De la neurosis a la autenticidad. Y la solución
es la comunidad terapéutica: donde nosotros vamos juntos, trabajamos
juntos, y hacemos terapia juntos. El núcleo de la terapia está en aprender a
confrontar sus opuestos. Una vez que usted conoce esta manera de
confrontarse con los opuestos, la próxima vez podría hacerlo más fácil. Si yo
le doy, por ejemplo, un ejemplo de lo que son los opuestos más frecuentes en
las personas, entonces verá lo que pasará. El ejemplo de los opuestos más
frecuentes es el “perro de arriba” y el “perro de abajo”. Y nosotros
extrapolaremos un fragmento para esto.

A. B.: bien.
Fritz: El “perro de arriba” se sienta aquí (en una silla). El “perro de arriba”
empieza, "Adelaide, usted debería..." (Otra vez, cambie de asientos cuando
cambie de roles)

A. B.: (Como el “perro de arriba”) Adelaide, usted debería... Usted debería


levantarse todas las mañanas a las siete. Debería no comer demasiado.
Debería hacer ejercicio. Debería ser totalmente eficaz en sus escritos.
Debería estar en la máquina de escribir a las ocho de la mañana.
Fritz: Ahora diga esto más fuerte...
A. B.: (Como “perro de arriba”) DEBERÍA ESTAR EN LA MÁQUINA DE
ESCRIBIR A LAS OCHO DE LA MAÑANA.
Fritz: ¿Se da cuenta que todavía guarda cinco pulgadas de distancia con
ella?

A. B.: (Como “perro de arriba”) Ah!... Yo voy a bajarte una bofetada porque...
voy a bajarte una bofetada porque no estás viviendo la vida, bueno,
eficazmente en todos los niveles. Estás demasiado llena de conflictos; estás
demasiado llena de bosta; no has sido una buena madre de tus niños.
Fritz: OK, cambie de asientos. Usted es el perro de abajo.

A. B.: (Como “perro de abajo”) Yo soy una persona muy necesitada. No puedo
hacerlo sola. Necesito un hombre que cuide de mí. No puedo pararme sola.
Fritz: Ahora, escriba este libreto.

A. B.: (Como “perro de abajo”) Él no es perfecto. O.K., yo tampoco. Él está


aquí y me gusta mucho. Pero si me caso, no soy libre.
Fritz: ¿Usted se da cuenta que el “perro de abajo” está a la defensiva?

A. B.: Sí.
Fritz: ¿Usted ha notado esto? Cada vez que se cambia de asientos, usted
cruza sus piernas y aprieta sus genitales, y en ese mismo momento usted se
cierra completamente.

A. B.: Cuando yo me convierto en el “perro de arriba”?


Fritz: No sé. Ahora mismo sólo dése cuenta que usted está completamente
cerrada. Ahora háblele al “perro de arriba” nuevamente.

A. B.: (Como el “perro de arriba”) Bien. Tú eres una pequeña muchacha


dulce, pero simplemente no estás desarrollando tu potencial y tu conflicto es
que tienes miedo de ser un ser humano independiente. Y has visto demasiada
bosta por aquí, la viste anoche en el grupo de encuentro, en una convención
psicológica en Washington, D.C.; tu percibes ese maldito miedo que tienen
todos en lo que se refiere a su ego y las relaciones sociales y tú no tienes esa
tara... Realmente ya estás hecha, si sólo supieras cómo actuar. Tú no tienes
ni la mitad de los miedos que tiene la gente de por aquí. Tú ya estás como
veinte niveles más allá de eso, y tienes miedo de asumir el rol. Esas personas
son como pequeños ratoncitos asustados y tú no eres así en absoluto.
Fritz: ¿Se da cuenta que el “perro de arriba” está cambiando? Ahora está
suplicando, persuadiendo.
A. B.: Sí. Bueno... yo sé que probablemente tenga mucha más visión que
algunos... (Como el “perro de abajo”) Tú no puedes hacerme hacer lo que yo
no quiero. Tú no puedes. Tú no puedes.
Fritz: Usted ya está poniéndose rencorosa, usted está a la defensiva.

A. B.: (Como el “perro de arriba”) O.K. Si tu no quieres hacerlo, no quieres


hacerlo. Tú no tienes que lograr toda esta maldita bosta que piensas que
tienes que lograr; simplemente sigue y sé. Así que algún día pensaste que
ibas a ser una buena escritora? Y no tenías la única cosa necesaria para ser
una gran escritora. Esa cosa es la habilidad de pegar el culo a la silla ocho
horas por día. Y si tú no la tienes, no la tienes. ¡Y a quién diablos le importa!
Bueno, es una clase de arrepentimiento, pero yo no me siento más
arrepentida. Hasta el momento ha sido interesante, ha sido divertido.
Cualquier cosa que sea...
Fritz: ¿Qué está haciendo con sus manos?

A. B.: HMMM?... Yo quiero usarlas de alguna manera. Quiero usarlas de


alguna manera. Quizá, eh... Creo que quiero usarlas en la máquina de
escribir. Quiero usarlas.
Fritz: ¿Para qué?

A. B.: (Como el “perro de abajo”) Por aprobación, usted sabe. Por amor y
aprobación. Usted es el gran padre y yo quiero que me diga, "Adelaide, tú
eres genial. Realmente lo eres. Eres maravillosa, carajo. ”Y, eh... eso es todo
lo que es ser un ser humano en esta tierra. Simplemente ser bastante
razonable y tener un poco de amor y un poco de cariño, y sobrevivir
económicamente. Eso es todo lo que se necesita.
Fritz: ¡Cambie de rol ahora!

A. B.: (Como el “perro de arriba”) Pero eso no es todo lo que hay, eso es lo
que tú dices. A estas alturas tienes que involucrarte en algo. No puedes
hacerte a un lado y simplemente sentarte a mirar. OK. Si necesitas
involucrarte, hazlo. No es una cosa tan difícil de hacer. Hay miles de cosas
ocurriendo allí afuera. Tienes todos los modos de involucrarte. Hazlo y ve qué
sucede.
Fritz: Usted parece empezar a experimentar algo.

A. B.: Es verdad. La experiencia es que yo estoy creando un conflicto cuando


realmente no tiene que haber ningún conflicto para mí, a esta altura. Estoy
fabricando el conflicto.
Fritz: Ya veo. Bueno, veamos cómo podemos resolver esto, y siga regañando
y provocando al “perro de abajo”
A. B.: (Como el “perro de arriba”) Está bien. Hazlo. Hazlo. Hazlo. Párate y
hazlo. ¡Que el demonio tome al más perturbador! Tú sabes. Tienes que sacar
el pasado de tu mente. Lo que pasó, pasó. Y tienes que seguir adelante. Eso
es todo. Ya es hora de seguir adelante. Es tiempo de atravesar ese maldito
impasse. Has llegado hasta él cuarenta veces. Has tenido un millón de
experiencias. Atraviésalo. Tú sabes. Sabes más que la mitad de esas
personas que estaban en el escenario ayer. Entendiste a Fritz Perls. Muy
bien. Muy bien. Lo entendiste todo. No lo habrías entendido cinco años atrás.
OK. ¡Fuck you! ¡Fuck you! ¡Fuck you!
Fritz: (Como el “perro de abajo”) ¿Cómo te atreves a decirme una cosa así?

A. B.: ( como el “perro de abajo”) ¿Cómo te atreves a decirme una cosa así?
Yo estoy a cargo tuyo. Me voy a sentar por los próximos treinta a sentir
lástima por mí misma y no voy a hacer nada. Y no me digas lo que hacer. No
me digas. Se me mezclaron los roles. Se me mezclaron.
Fritz: Eso es porque los roles están mezclados.

A. B.: Claro. No quiero hacer nada. Parte del entusiasmo que yo tenía por la
vida se ha ido, y yo sigo tratando de encontrarlo otra vez, pero no puedo. Y no
sé qué chispa es la que me va a hacer sentir viva otra vez.
Fritz: Bueno.

A. B.: No sé. Me importa una mierda el ego. No sé.


Fritz: Vuelva al asiento. Hágalo una vez más

A. B.: Está bien. ¡Fuck you! ¡Fuck you!.


Fritz: Ponga su voz en la silla. Háblele a su voz.

A. B.: ¿Que ponga mi voz en esa silla...? Mi voz es bonita. Una vez hice un
show en la radio. Tú eres una voz bonita. Tú estás viva, eres interesante, eres
bonita, grave, inteligente... eres una voz que refleja lo profundo. Es una voz
excelente. Y no sólo eso, sino que te ha llevado muy lejos este tipo de voz con
la gente, inmediatamente ordena algo. Las personas la escuchan porque
tiene esta cualidad... (cambiando).La voz se controla.
Fritz: “Yo me controlo”.

A. B.: Yo me controlo. Yo soy la voz, y la voz...


Fritz: “Yo soy la voz”.

A. B.: Ah, lo soy. ¿Yo soy la voz, verdad?


Fritz: Sea su voz.
A. B.: Yo me controlo. Sé que estoy interpretando este rol. Sé que puedo
hacerlo. Me deleito en él. Sé lo que puedo hacer contigo, voz. Sé usarte para
lo que quiero, cuando quiero. ¿No...?
Fritz: Usted no se está transformando en su voz. “Te estoy controlando, te
estoy encantando... “

A. B.: Te estoy controlando.


Fritz: “Encantándote”.

A. B.: Te estoy encantando. Te estoy manteniendo irreal en cierto modo. Te


aparto de mi yo real porque he sido un arma tan buena para ti toda tu vida. Yo
he sido una manera de controlar tu enojo, tu sabes. Yo he sido una manera de
ayudarte a conseguir lo que tu quieres, al mismo tiempo. Yo soy buena para
esto. Yo soy buena para esto. Realmente lo soy.
Fritz: Probemos esto. “Yo soy la más grande manipuladora...”

A. B.: Ah. Yo soy la más grande manipuladora en la tierra. Pero tengo que
estar aquí mismo. Soy la peor manipuladora de la tierra porque todos ven a
través de mis manipulaciones después de un rato. Al principio no, pero
después ellos ven a través de mi manipulación. Y yo pienso que puedo jugar
un juego que nadie más reconoce, pero ellos me ven. Ellos me ven. Y yo no
me doy cuenta que ellos me ven. Ésa es la parte estúpida.
Fritz: No cambie su voz.
A. B.: La apenada soy yo. La apenada soy yo. La apenada soy yo. La apenada
soy yo. La apenada soy yo. Y deja esa estupidez de sentir lástima por vos
misma. La apenada soy yo.
Fritz: Más pena, más.
A. B.: Adelaide, yo me siento apenada por ti, pero, este mm...
Fritz: Ten mucha pena.
A. B.: yo me siento apenada por ti y me siento apenada porque Dios te dio
mucho y tu sólo no lo has aprovechado todavía. Simplemente no lo has
hecho. Realmente no lo has hecho. Siento lástima por ti porque no puedes
ponerte de pie. Ah, tú te has puesto de pie bastante, pero podrías hacerlo
más seguido.
Fritz: ¿Qué escucha usted?
A. B.: A una niña suplicando.
Fritz: ¿De qué edad?
A. B.: Siempre llego a los nueve. Hubo algo a los nueve.
Fritz: Otra vez...
A. B.: Ah, yo lo siento por ti, Adelaide, por esa estúpida familia, y todos los
gritos en mis oídos. Ellos estropearon mis oídos. Yo no podía escuchar. Así
que me cerré y cerré mis oídos. Pero es tiempo de abrir tus oídos ahora.
Porque nadie está gritando ahora. Y apegarte a tu niñez es tan aburrido. Es
tan aburrido. Estoy cansada de pensar en ella. Realmente no me interesa. Si
realmente no te interesa ya, entonces todos lo que tienes que hacer es abrir
tus oídos y escuchar. Eso es todo lo que tienes que hacer. Simplemente
escucha. Escucha al mundo. Escucha la música. Y escucha. Tal vez sea todo
lo que hay que hacer.
Fritz: Cambie y dialogue con sus oídos.
A.B.: Mis oídos. Estos oídos están... mis oídos están cerrados. Yo soy mis
oídos y estoy toda cerrada y no escucho. Yo me cerré toda. No quiero
escuchar. Estoy oyendo sólo una cosa. Sólo estoy oyendo a alguien gritando
terriblemente. Todos gritan... Todas esas personas horribles, horrorosas, de
mi familia con la excepción de ese hermoso padre. ¿Podía escucharlo? No, yo
no podía escuchar a nadie.
Fritz: ¿Su padre?
A. B.: Él era patético, pero bueno.
Fritz: Hable con él.
A. B.: Querría haberte amado más cuando estabas aquí. Eras un hombre
dulce, un hombre muy inteligente, un hombre sabio. Y yo no te escuché. Yo
no te escuché en absoluto. Me hubiera gustado. ¡Si tan sólo mis hijos
pudieran escucharte!. Ellos no tienen ningún padre a quien escuchar. Ellos
tienen un ambiente totalmente diferente.
Fritz: ¿Qué oye?
A. B.: Una mezcla. Oigo una mezcla de él y de ambos gritando.
Fritz: ¿Qué oye?
A. B.: Oigo la cinta del grabador. Eso es lo que escucho. Descubrí algo nuevo
en esto. Escuché algo completamente nuevo que nunca había escuchado
antes, Fritz. Se lo debo a usted. Descubrí toda una cosa sobre escuchar que
nunca había descubierto antes. Todo un sentimiento sobre abrir mis oídos.
Fritz: ¿Qué oye?
A. B.: ¿Qué oigo? Me oigo a mí misma queriendo escuchar.
Fritz: ¿Usted no tiene oídos todavía?
A. B.: ¿Yo no tengo oídos todavía? Estoy en camino, sin embargo, la gente
siempre me está diciendo, "Pero tú nunca me escuchas. No escuchaste lo
que te dije."
Fritz: Haga silencio.
A. B.: Está bien. Lo oigo suplicar conmigo, mi padre, para escucharme.
Fritz: ¿Qué oye ahora?
A. B.: el Vacío.
Fritz: Ahora...
A. B.: Oigo el grabador. Lo oigo a usted. Ajá... Ajá... Lo descubrí... Escucho lo
que es. Escucho lo que es ahora. Fritz: Más...
A. B.: Escucho el sonido de las personas en el pasillo. Lo escucho a usted.
Oigo el grabador. Oigo el aparato de aire acondicionado.
Fritz: ¿Qué oye?
A. B.: Así es. Oigo lo que es ahora.
Fritz: Usted necesita usar sus oídos.
A. B.: Descubrí un nuevo modo que me vino en lo que se refiere a escuchar.
Me escucho a mí misma y mi voz sigue allí afuera. Mi voz es... Siento esta
realidad dentro de mí, que yo sentí durante mucho tiempo. Pero mi voz no
transmite... esto no transmite lo que yo quiero expresar. En eso la
fragmentación me hace mentir. Fritz: El escuchar y el decir.
A. B.:. ¿Ve? Eso es... La cuestión sobre escuchar es... ¿Le digo? Ni siquiera
recuerdo ahora lo que he dicho como el piloto.
Fritz: Así que usted necesita el grabador.
A. B.: Es verdad. No retengo. No retengo.
Fritz: No, usted no incorpora.
A. B.: Pero, ángel, yo realmente no... usted sabe que yo le tengo que decir
esto... Realmente no vine a esta entrevista para hacer esto.
Fritz: Aaaaah...
A. B.: ¿usted sabía? Me refiero a que esto no es para lo que yo vine.
Fritz: Esas son sólo excusas.
A. B.:. Esas son sólo excusas.
Fritz: He pasado por esto cien veces.
A. B.: Eso no es lo que yo... no. ¿Podríamos continuar? ¿Por favor?¿ A las
mujeres se les permite conseguir lo que quieren, no? ¿No? ¿Por favor? Yo
quiero. Si no, la entrevista que yo había planeado, tendré que inventarla.
Fritz: No.
A. B.: Yo pondré lo que usted dijo en la lectura sobre "limpiarse solo el culo
es una señal de madurez". Tengo toda una nueva dimensión. Pero la cosa es
que sin haber vivido todo lo que viví hasta el momento, no la tendría. ¿Usted
sabe lo que quiero decir?
Fritz: Yo sí sé lo que quiere decir.

© Copyright 1972 por Adelaide Bry Nota biográfica sobre Adelaide Bry (por Max Gartenberg,
Agente Literario) Adelaide Bry era una escritora interesada en los distintos modos en que los
psicoterapeutas alcanzaron a curar las mentes, y en compartir este interés con los lectores en
general. En su libro “Inside Psychotherapy” (“Dentro de la Psicoterapia”), libro en el que esta
entrevista con Fritz Perls fue publicada por primera vez, ella entrevistó nueve prestigiosos clínicos
de diferentes escuelas. Entre sus otros libros hubo dos sobre análisis transaccional, “The T. A.
Primer” (“La Base del A. T.”) y “T. A. Games” (“Juegos de A. T.”), y “A Primer of Behavioral
Psychology” (“Una Base de la Psicología del Comportamiento.
Traducción al español: Gabriel Merino y Nora A. Guinsburg Producción periodística: Lic. Nora A.
Guinsburg Fuente periodística: Artículo publicado por Gestalt Critique, Revista de Terapia Gestalt,
Política y Espiritualidad, del Gestalt Therapy Institute of Cologne, Alemania.
fritzgestalt © 2001

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