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Introducción

La actual situación de la ganadería exige a los productores máxima eficiencia para garantizar
el retorno económico. En este contexto, la optimización de la eficiencia reproductiva es uno
de los principales factores que contribuyen para mejorar las ganancias. A pesar de haber
consenso general entre los productores y técnicos de que la Inseminación Artificial (IA) es la
técnica más apropiada para acelerar el avance genético, el porcentaje del rodeo bovino
incluido en estos esquemas en el mundo continúa siendo bajo. Las principales limitaciones
para el empleo de la IA en el ganado manejado en condiciones pastoriles son fallas en la
detección de celos, anestro posparto y pubertad tardía. La implementación de la
Inseminación Artificial a Tiempo Fijo (IATF), es decir sin la necesidad de detección de celos,
mediante el uso del Dispositivo Intravaginal Bovino Syntex (DIB) en combinación con otras
hormonas reproductivas, ha permitido incrementar la cantidad de animales incluidos en
programas de inseminación artificial dentro de los establecimientos ganaderos.
Definición

La inseminación artificial a tiempo fijo (IATF), se puede definir como una técnica que nos
permite mediante tratamientos hormonales, poder sincronizar la ovulación y dar servicio a
varios animales en un momento determinado sin la necesidad de detección de celos. Los
protocolos de IATF se pueden dividir en aquellos que utilizan combinaciones de GnRH y
prostaglandina también conocidos como protocolos Ovsynch y los que utilizan dispositivos
impregnados con progesterona junto con estradiol (Bó y col., 2002).
Este artículo tiene como objetivo hacer una revisión y descripción de los programas actuales
de IATF, así como de los factores que pueden afectar los resultados.
Procedimiento
La IATF es una técnica en la cual se puede aplicar un protocolo hormonal para que las vacas
entren en celo el mismo día, misma hora y así servirlas y determinar el número de preñeces.
Protocolos a Utilizar
Prostaglandinas
Si bien la prostaglandina F2a (PGF) constituye el tratamiento más utilizado para la sincronización de
celos en bovinos, su uso tiene varias limitaciones importantes. La PGF solo es efectiva en hembras que
se encuentran ciclando, con un cuerpo lúteo (CL) funcional. Además, la PGF no es efectiva para
producir luteolisis en los primeros 5 días del ciclo estral y si esta fuera aplicada cuando el ciclo estral
es avanzado (día 16 en adelante) puede que la luteolisis ya haya comenzado por acción de PGF
endógena (Seguin 1987). Cuando la PGF es aplicada produce luteolisis o eliminación del CL, la aparición
del celo subsiguiente se distribuye en un periodo de 6 días. Esta dispersión de los celos es debida al
estatus o desarrollo folicular al momento del tratamiento. Debido a esto los tratamientos con PGF no
constituyen una alternativa para poder realizar la inseminación artificial a tiempo fijo al no producir
una sincronía de los celos suficiente. En la actualidad se utilizan programas de dos inyecciones de PGF
con un intervalo de 11 o 14 días. En teoría todas las hembras deberían tener un CL que responde a la
segunda aplicación de PGF, por lo que se esperaría que la presentación de los celos se agrupara en un
periodo 3 a 5 días en los animales tratados después de esta segunda PGF (Seguin 1987). Con esto se
busca reducir al máximo los días destinados para la detección de celos.

Protocolos con GnRH y Prostaglandina (Ovsynch)


En estos protocolos se aplica una primera inyección de GnRH que sincroniza el desarrollo folicular,
seguida de la aplicación de PGF 7 días después y una segunda aplicación de GnRH 48 horas más tarde
la cual sincroniza la ovulación. La IATF se recomienda entre las 16 y 20 horas después de la segunda
GnRH. A estos tratamientos que utilizan la combinación de GnRH y PGF se les conoce como protocolos
Ovsynch. Si la segunda inyección de GnRH es acompañada de la IATF al protocolo se le denomina Co-
Synch. El protocolo Ovsynch resulta en aceptables tasas de preñez en vacas de leche (Pursley y col.,
1997) pero no así en vacas de carne que se encuentran en sistemas de pastoreo extensivo debido al
alto porcentaje de hembras que se encuentran en anestro. En nuestro país, la utilización del Ovsynch
se ha limitado casi exclusivamente a vacas lecheras, y en las cuales se pueden obtener tasas de preñez
de aproximadamente 35 %, que son similares a aquellas obtenidas después de la IA con celo detectado
(Pursley y col., 1997). Por otra parte, el resultado al aplicar este protocolo en vaquillas ha sido muy
inconsistente.

Se ha visto que un 30% de las vacas tratadas con este protocolo no son sincronizadas adecuadamente
(Colazo y col., 2009). Esta variabilidad en la sincronización se debe al momento del ciclo estral en que
se encuentran las vacas al comenzar el tratamiento. Los animales en los que se inicia un programa
Ovsynch entre los días 1 y 4 o los días 13 y 17 del ciclo tuvieron tasas de preñez mucho más bajas que
los que se iniciaron en otros momentos (Tatcher y col., 2000). Esto sugiere que vacas que estuvieran
entre el día 5 y 12 del ciclo estral al inicio del protocolo Ovsynch responderían más satisfactoriamente
a este protocolo. Una opción para poder conseguir esto, es realizar una presincronización de los celos
o Presynch para buscar que los animales estuvieran en este periodo del ciclo más favorable (día 5 al
12) antes del inicio del tratamiento Ovsynch. Este programa Presync-Ovsynch consiste en la aplicación
de dos dosis de PGF separadas 14 días y el comienzo del Ovsynch 12 días después de la segunda PGF.
En dos estudios separados, el porcentaje de prenez a la IATF fue más alto en vacas lecheras tratadas
con el Presync-Ovsynch que en aquellas tratadas solo con el Ovsynch (47% vs 37%; El-Zarkouny y col.,
2004 y 49% vs 37%; Moreira y col., 2001). Es importante señalar que, si bien la pre-sincronización con
PGF es efectiva, solo funcionaria en vacas que están ciclando.
Tomando en cuenta esta limitación, se ha evaluado el uso de un dispositivo con progesterona
combinado con el protocolo Ovsynch en vacas lecheras en producción (Pursley y col., 2001) y se ha
observado que, los índices de concepción mejoraron en vacas tratadas con el dispositivo con
progesterona más Ovsynch en comparación con aquellas tratadas solo con Ovsynch (41% vs 51%; 634
vacas tratadas). Cabe mencionar que no hubo diferencia en los índices de concepción entre ambos
tratamientos en vacas que estaban ciclando. Sin embargo, el dispositivo con progesterona aumento
notablemente los índices de preñez en vacas que no estaban ciclando (34.7% vs 55.2%; 182 vacas
tratadas). Por lo tanto, la adición de un dispositivo con progesterona al protocolo Ovsynch puede
aumentar la fertilidad en vacas de leche en producción que no están ciclando.

Recientemente ha sido propuesto un protocolo Co-Synch junto con un dispositivo intravaginal con
progesterona por 5 días con IATF a las 72 horas de la remoción del dispositivo (Cruppe y Day 2011).
En este tratamiento sería necesaria la aplicación de dos dosis de PGF al momento de retirar el
dispositivo y 12 horas más tarde para el caso de vacas, pero no así para vaquillas, en las cuales una
sola dosis de PGF sería suficiente (Rabaglino y col., 2009). Aunque este tratamiento es relativamente
nuevo, podría ser una opción para obtener buenas tasas de preñez en vaquillas lecheras y vacas de
carne. Nosotros en la práctica, hemos estado utilizando este tratamiento en vaquillas Brangus con
buenos porcentajes de preñez (50 al 60 %), sin embargo, al aplicarlo en vacas de esta misma raza, los
resultados no han sido muy satisfactorios (aproximadamente 35 % de preñez). Estos datos nos
sugieren que estos tratamientos pudieran funcionar mejor en vaquillas que en vacas, en las razas para
carne.

Protocolos con dispositivos intravaginales con Progesterona y Estradiol


Actualmente existen en el mercado varios dispositivos intravaginales e implantes subcutáneos que
liberan progesterona y que han sido utilizados para el desarrollo de protocolos de IATF. Dentro de
estos protocolos, el más utilizado es el que emplea dispositivos intravaginales con progesterona,
estradiol y PGF (Bó y col., 2002). Este consiste en administrar 2 mg de benzoato de estradiol por vía
intramuscular junto con la inserción de un dispositivo intravaginal con progesterona el Día 0 del
tratamiento, en el Día 7 u 8 se extrae el dispositivo y se aplica PGF y 24 h después se administra 1 mg
de benzoato de estradiol. La IATF se realiza entre las 52 y 56 h de la remoción del dispositivo (Cutaia
y col., 2001).

El benzoato de estradiol aplicado al inicio del tratamiento tiene como función principal producir la
regresión folicular y sincronizar la emergencia de una nueva onda folicular 4 días más tarde (Bó y col.,
1995, Moreno y col., 2001). Con esto se asegura la presencia de un nuevo folículo dominante así como
de un ovocito viable al momento de ser retirado el dispositivo con progesterona (Bó y col., 2008). Por
su parte, la progesterona del dispositivo suprime el crecimiento del folículo dominante y evita su
ovulación. Al momento de retirar el dispositivo con progesterona (día 7 u 8) se administra una dosis
de PGF que provocara la regresión del CL que pudiera estar presente (Callejas 2005). Una segunda
dosis de benzoato de estradiol 24 horas después del retiro del dispositivo, producirá la ovulación del
folículo dominante presente en las hembras tratadas (Callejas 2005).

Este protocolo ha probado ser igualmente efectivo en tratamientos donde el dispositivo permanece 7
u 8 días en la vagina de la vaca, sin que esto afecte la preñez a la IATF (46.6% vs 52.7%; Chesta y col.,
2003). También se ha evaluado la preñez al utilizar dispositivos nuevos o de segundo uso (54.1 % vs
55.8%; Balla y col., 2005b), no encontrándose diferencias en las tasas de prenez cuando se utilizaron
dispositivos nuevos o previamente utilizados. Actualmente se cuenta en el mercado con dispositivos
diseñados para ser utilizados una sola vez los cuales contienen menos cantidad de Diversos estudios
en donde se evaluó la prenez a la IATF en función de la condición corporal (Cutaia y col., 2003),
sugieren que las vacas deben estar de estar en una condición corporal (CC) mínima de 2.5 puntos (en
una escala de 1 al 5) para obtener bueno resultados de preñez. Se ha podido observar que cuando las
vacas se encuentran con menos de 2.5 puntos de CC, la prenez comienza a disminuir, por el contrario
cuando las vacas se encuentran demasiado gordas, también la preñez puede verse afectada.

En vacas en lactancia, con cría o en mala condición corporal, una alternativa es la adición de la
Gonadotrofina Coriónica equina (eCG) al tratamiento. La eCG es una glicoproteina de larga vida media
que tiene en la vaca un efecto similar a la FSH (Murphy y col., 1991) y que puede ser utilizada para
estimular el crecimiento de los folículos en el posparto (Yavas y Walton, 2000a). En un trabajo que
realizamos recientemente (Maraña et al., 2006), donde evaluamos el efecto de la eCG sobre los índices
de preñes en 697 vacas cruza cebú con cría con pobre condición corporal, la aplicación de 400 UI de
eCG al momento de retirar el dispositivo, demostró ser eficaz para aumentar significativamente la tasa
de prenez (41.69% con eCG vs 32.77% sin eCG) en vacas con cría cuya CC era comprometida o mala
(menos de 2.5; en escala de 1 al 5) pero no así (35.48% con eCG vs 37.84% sin eCG) en aquellas vacas
que presentaban una mejor CC (más de 2.5). Resultados similares han sido reportados en varios
trabajos (Bó y col., 2002, Cuataia y col., 2003, Baruselli y col., 2005) donde se observo un aumento de
los porcentajes de preñez solamente en las vacas con cría con pobre condición corporal cuando se les
aplicó eCG en combinación con un dispositivo con progesterona. Esto podría deberse a que vacas con
buena CC no necesitarían del estímulo exógeno de la eCG para el crecimiento folicular como ha sido
sugerido por Bó y col., (2002) y Cutaia y col., (2003). Por lo tanto, la aplicación eCG sólo incrementaría
las tasas de preñez en vacas con cría que presentan una CC comprometida.

Sin embargo, en otro trabajo (Maraña y col., 2005) donde también evaluamos el efecto de la eCG
sobre la tasa de preñez en 578 vacas cruza cebú con cría, la eCG no tuvo ningún efecto mejorador de
la prenez (41.26 % con eCG vs 40.07% sin eCG) en aquellos animales con mala CC (menos de 2.5). Cabe
mencionar que durante este experimento la mayoría de las vacas además de encontrarse con una
condición comprometida estaban posiblemente perdiendo peso y esto podría ser la razón por la cual
la eCG no mejoró significativamente la preñez. En base progesterona impregnada. Con el uso de estos
dispositivos (de un uso) se pueden alcanzar tas prenez similares a las obtenidas con dispositivos de
dos usos (Maraña 2012).

En base a estos trabajos, podemos concluir que si bien, la eCG es una herramienta para incrementar
la tasa de preñez en vacas con cría y pobre CC, su utilización y éxito dependería mucho de las
condiciones y disponibilidad de forraje al momento de la estación de servicios.

Estos protocolos que emplean dispositivos con progesterona y estradiol han sido también utilizados
ampliamente en vaquillas Holstein y en vaquillas para carne de razas taurus con buenos resultados.
Sin embargo en vaquillas de razas cebú o cruza cebú, las cuales han demostrado tener menos
capacidad para metabolizar la progesterona de los dispositivos que las vaquillas de razas Taurus o
europeas (Baruselli y col., 2005), los resultados han sido inconsistentes. Se ha sugerido que altos
niveles de progesterona circulante durante el tratamiento podrían afectar el crecimiento del folículo
dominante, la ovulación y por consiguiente el CL resultante (Baruselli y col., 2005) lo que podría
comprometer la preñez. Recientemente se ha propuesto (Cutaia y col., 2007) la aplicación de una dosis
adicional de PGF al momento de insertar el dispositivo con progesterona nuevo, con esto, se busca
provocar la lisis de algún CL que pudiera estar presente en ese momento y así reducir la cantidad de
progesterona circulante durante el tratamiento. Los resultados de preñez al realizar esta aplicación de
anticipada de PGF, han sido muy alentadores sobre todo en vaquillas cruza cebú, donde se ha podido
incrementar la tasa de preñez en aquellas vaquillas que recibieron media dosis de PGF al momento de
insertar el dispositivo (día 0) y media dosis al retiro de este (día 8) en comparación con las que solo
recibieron una dosis completa el día 8 o día del retiro del dispositivo (62.7 % vs 49.6%; Cutaia y col.,
2007).

Después de la IATF
Una vez realizada la IATF y considerando que si nuestro programa fue exitoso y preñamos el 50 % de
los animales, debemos determinar qué hacer con el resto de los vientres que aun continúan vacios. La
mejor opción siempre dependerá de la situación y características de la explotación así como de los
recursos con los que se cuente.

Repaso con Toros


Una opción es que las vacas sean enviadas a continuar con el empadre con toros del rancho. Se
recomienda esperar por lo menos 7 días entre la IATF y el envío de los vientres con los toros para de
esta forma, al realizar el diagnostico precoz de gestación por medio de ultrasonografía a los 30 días
posteriores a la IATF, poder diferenciar la preñez resultado de la IA o de la monta de los toros.
Mediante este diagnostico precoz de preñez a 30 días, solo seria visible la gestación producto de la
IATF, mientras que, si algunas vacas ya hubieran sido servidas por lo toros, esta gestación aun no
podría observarse por tener menos de 28 días, que son los días mínimos necesarios para poder realizar
el diagnostico con ultrasonido.

Si se decide hacer un repaso con toros, es importante considerar el uso de toros aptos físicamente,
que hayan sido evaluados satisfactoriamente en un examen de calidad seminal y que estén sanos.

Programas de Resincronización
En la actualidad se busca la optimización de los programas de IATF mediante el uso de la
ultrasonografía para el diagnóstico precoz de prenez y la aplicación de protocolos utilizando
dispositivos intravaginales con progesterona combinados o no con benzoato de estradiol con el
objetivo de que los retornos al estro luego de la IATF se produzcan un periodo corto y determinado
de tiempo.

Factores a considerar para la implementación de la IATF Existen varios factores que debemos tomar
en cuenta antes de implementar un programa de IATF y los cuales pueden afectar nuestros resultados.
A continuación describimos algunos de los más importantes.

Intervalo parto-tratamiento
La vacas deben de tener por lo menos 45 días de paridas para iniciarlas en un protocolo de IATF, esto
nos asegura que su aparato reproductor está completamente recuperado de su ultima gestación. Hay
que tener en cuenta que el proceso de involución uterina dura aproximadamente un mes, y durante
este tiempo el útero se encuentra en proceso de recuperación de su tamaño y funcionalidad.

Palpación pre servicio


Antes de iniciar cualquier tratamiento, se debe realizar la palpación rectal de los animales con el
objetivo de detectar posibles gestaciones tempranas o anormalidades en el aparato reproductor. En
el caso de vaquillas, nos permite evaluar el grado de desarrollo ginecológico. Además, una revisión
pre servicio nos permite hacer un diagnostico de la ciclicidad del lote y así hacer una estimación de los
probables resultados y seleccionar el protocolo más adecuado.

Condición corporal
Se debe de evaluar la condición corporal de los animales antes de iniciar cualquier protocolo. Se
recomienda que los animales se encuentren en una condición de por lo menos 2.5 puntos en una
escala de 1 al 5, para poder iniciarlos en algún protocolo de IATF. La condición corporal nos da también
una estimación de la cantidad de hembras que pudieran encontrarse ciclando o en anestro.

Categoría de las hembras


Debemos de considerar con que categoría de hembras estaremos trabajando antes de iniciar los
tratamientos. La elección del mejor protocolo dependerá si el lote se compone de vaquillas, vacas
secas, vacas con becerro al pie o vacas lecheras en producción.
Anexo

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