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Índice

Introducción………………………………………………………………………….... 3
1.1 Quién es Jesucristo………………………………………………………………… 3
Ensayo……………………………………………………………………………………. 5
1.2 Jesucristo Mesías-Dios…………………………………………………………….. 5
1.3 Pruebas de su Divinidad.…………………………………………………..……… 8
1.3.1 Profecías y Milagros……………………………………………………………... 9
1.3.2 Testimonios de Él y de Dios Padre……………………………………….……. 11
2. La Encarnación……………………………………………………………………….. 16
2.1 Sus dos naturalezas………………………………………………………………... 17
2.2 Una sola Persona…………………………………………………………………… 20
3. Vida de Cristo …………………………………………………………………..…… 22
3.1 Vida Privada………………………………………………………………………… 23
3.2 Vida Pública……………………………………………………………………….… 26
3.3 Vida Paciente……………………………………………………………………….. 32
3.4 La Redención……………………………………………………….……………….. 35
4. Su Glorificación……………………………………………………………………….. 37
4.1 La Resurrección…………………………………………………………………….. 37
4.2 La Ascensión………………………………………………………………………… 40
4.3 Su segunda venida…………………………………………………...…………….. 41
5. El conocimiento de Cristo y su importancia en la actualidad…………………..... 44
5.1 Diferencia con otros líderes religiosos………………………………………….... 46
5.2 La vida sin Cristo……………………………………………………………………. 48
Conclusión…………………………………………………………………………..…… 50
Bibliografía…………………………………………………………..…………………… 52

1
Introducción

1.1 ¿Quién es Jesucristo?

La persona más controversial, más amada, más odiada, de la que más se ha


escrito a favor y en contra, el personaje histórico más revolucionario de todos los tiempos,
se llama Jesús de Nazaret. Un hombre que cambia el mundo, de manera tal que la misma
historia se parte en dos, antes de Él y después de Él, como sea que la gente lo mire, una
cosa es segura, nadie puede permanecer indiferente a este carpintero de Nazaret que le
bastaron 3 años y medio de predicación y 11 aprendices1 para transformar toda la
civilización humana y dar paso a la institución más prolífera, longeva y expandida por
toda la tierra: La Iglesia Católica 2.

No hay persona que por ignorante que sea, pueda desconocer por lo menos
algunos detalles de la vida de Jesucristo, aún las religiones más grandes del mundo le
conocen, el budismo, el hinduismo, no se diga el judaísmo, aunque ellos para mal, e
incluso el islamismo cuyo Corán habla de Él como el más grande de entre los profetas,
aunque no le reconocen como Dios. Los ateos jamás dejan de hablar contra Jesucristo;
es pues fundamental para entender el mundo, específicamente el occidente, que se
estudie y entienda a fondo este personaje histórico, que algunos llaman revolucionario,
otros maestros, otros traidor, otros Dios.3

Jesucristo ha cambiado y moldeado el mundo, basta ver y contar todos los fieles
que posee alrededor del mundo, las catedrales, majestuosos templos todos ellos
levantados en su honor en todas las partes del mundo, por todos lados la señal de la
cruz, monasterios, canciones, sinfónicas, pinturas, estatuas, libros, escuelas, gente

1
Once pues el traidor no se cuenta. (Mc. 16,14).
2
Bruño, G. (1954). Historia de la Iglesia Católica, desde su fundación hasta nuestros días.
3
Zacharias R., & Johnson K. (1990). Jesús entre otros Dioses.

2
durante dos mil años dedicándole su vida entera como las monjas y monjes. Un ejército
innumerable de mártires, esto es gente que dio su vida con tal de confesar que Él es
Dios, nada ni nadie, aún desde el punto de vista histórico, puede compararse al impacto
profundísimo que ha generado Jesús de Nazaret en el mundo 1.

Analizándole desde el punto de vista místico, espiritual, sus más grandes


seguidores han estado rodeados de señales extraordinarias, únicas en el catolicismo,
como las incorrupciones cadavéricas, las licuefacciones de sangre, discernimiento de
espíritus, bilocaciones, revelaciones, visiones, levitaciones, estigmatizaciones,
locuciones y mucho más. Objetos como la tilma de Guadalupe o la Sábana Santa, cuyos
estudios científicos asombran a todo el que profundiza en ellos. La sabiduría excelsa de
sus siervos como Agustín, Tomás, Ignacio de Loyola, Bernardo de Claraval y tantísimos
otros. Magnánimos cuya moral, costumbres y obras dejaron profundísima huella en el
mundo tales como Francisco de Asís, Domingo de Guzmán, Juan Bosco, Teresa de
Jesús etc. 2

Todo esto, es fruto de lo que sembró en tres años Jesucristo, el hombre más
increíble, prolifero e impresionante de todos, tan grande es que siempre surge la
pregunta ¿Será solo un hombre o algo más? Pues todos los hombres intentan y fracasan,
más sin embargo sus discípulos clamaron a todas voces, testificando con su propia
sangre, que volvió de entre los muertos3, si semejante afirmación es cierta, cambiara el
resto de tu vida.

Se pasará a continuación a explicar de un modo sintético, escudriñando la revelación,


la tradición y el récord histórico de Jesucristo de Nazaret, hijo de María.

1
Fillion, L. (1941). Vida de Nuestro Señor Jesucristo.
2
Butler, A. (1965). La Vida de los Santos de Butler.
3
Bruño, G. (1954). Historia de la Iglesia Católica, desde su fundación hasta nuestros días.

3
Ensayo

1.2 Jesucristo Mesías-Dios

Jesucristo es la Segunda Persona de la Santísima Trinidad hecha hombre, es el


Mesías prometido porque en Él se cumplieron todas las profecías y figuras escritas en la
biblia. Desde el inicio del Génesis hasta el tiempo de los Macabeos, Dios se encargó de
revelar cosas, circunstancias y hechos que le sucederían al Mesías prometido, todas y
cada una de ellas fueron cumplidas por Jesucristo, dividiéndolas en dos partes: las
profecías y las figuras. (Faría, 1950).

Figuras: entiéndase por figuras los hechos y circunstancias que sucedieron a


personajes de Israel en el que anunciaban cómo sería la vida del Mesías, no de una
manera escueta y probable que le pasaría a cualquier hombre, sino cosas en concreto
que no se cumplieron en ningún otro personaje histórico de Cristo 1, he aquí las
principales:

a) Abel: sacrificado inocentemente por su hermano 2

b) Isaac: su padre Abraham lo llevó al monte Moria y él tuvo que cargar leña en sus
hombres, subir el monte y ser inmolado inocentemente 3.

c) Moisés: perseguido de niño tuvo que huir a Egipto, vida oculta de treinta años,
libera a su pueblo y lo lleva a la tierra prometida, Cristo nuevo Moisés libra a toda
la humanidad y la lleva a la tierra prometida, esto es el cielo 4.

1
Fillion, L. (1941). Vida de Nuestro Señor Jesucristo, Exposición Histórica, Crítica y Apologética.
2
Génesis, 4,8.
3
Génesis, 22, 1,12.
4
Para mayor detalle de los incisos: c,d y e, leer todo el libro bíblico del: Éxodo

4
d) La serpiente de bronce: construida por Moisés para sanar las picaduras de
serpiente, pues Dios mandó una plaga de estos animales a causa de las
blasfemias de su pueblo; colgada la serpiente de bronce en madera, quien la
mirara con fe no perecería por el veneno.

e) Cordero Pascual: las ordenes de Moisés fueron muy claras, tendrían que escoger
un cordero blanco, sin mancha, tendrían que inmolarlo, guardar su sangre y
comerlo en familia, no le podían quebrar ningún hueso. Todo este ritual era un
símbolo exacto de la Pasión de Cristo.

f) Profeta Jonás: tragado por un pez gigante estuvo tres días en el vientre de la
ballena, fue a los abismos y después volvió a la luz, figura de la resurrección de
Cristo1.

g) El arca de Noe: figura de la Iglesia, Cristo nuevo Noe construye una nueva arca
espiritual, todo aquel que entre en ella no perecerá, mas el que no quiera morirá
como todos los que ignoraron al antiguo patriarca 2.

h) Sansón: fue anunciado su nacimiento por los ángeles, fue nazareo, murió para
salvar a su pueblo entre ignominias y burlas con los brazos extendidos 3.

Estas son solo algunas de las figuras más importantes del Mesías, ahora se pasará a
mencionar las profecías más relevantes y específicas del Ungido, que se cumplen en
Jesucristo:

1
San Mateo., 12,39.
2
Génesis. Capítulo 6.
3
Jueces. Capítulos: 13-16

5
a) Daniel: profetizó el tiempo exacto en que debería nacer el Mesías, esto es setenta
semanas de años después del regreso de Israel del cautiverio de Babilonia 1.

b) Jacob: profetizó que cuando la tribu de Judá perdiese su propio gobierno y cayera
en manos extranjeras sería el tiempo del Mesías, cosa que se cumplió con el
gobierno del árabe Herodes el Grande2.

c) Miqueas: anuncio que el Mesías había de nacer en la ciudad de Belén, donde ni


José ni María eran residentes, sino por un decreto del Emperador de aquel tiempo,
tuvieron que empadronarse en la ciudad de sus antepasados y así Jesús nació en
Belén3.

d) Isaías: anuncio que Jesús nacería de una madre virgen y que su nombre sería
Emmanuel: Dios entre nosotros 4.

e) Sobre su vida: enseñaría públicamente, teniendo por auditorio los pobres 5, sería
taumaturgo y sacerdote eterno, sería amable e indulgente 6.

f) Acerca de su pasión y muerte: sería traicionado y vendido7, abofeteado y


escupido8, azotado y sorteado sus vestidos 9, le taladrarían sus manos y pies 10, le
darían a beber hiel y vinagre11.

1
Daniel., 9,24.
2
Génesis., 49,10.
3
Miqueas., 5,2.
4
Isaías., 7,14.
5
Isaías., 61,1 y 28,19
6
Deuteronomio., 18,18 y Salmo 109,4.
7
Zacarías., 11,12.
8
Isaías., 50,6.
9
Isaías., 53,4. Y Salmo 15,10.
10
Salmo 21,18.
11
Salmo 48,12.

6
g) Resurrección y Ascensión: se dijo en los salmos que no experimentaría
corrupción1 y que subiría a los cielos 2.

Todas estas profecías fueron hechas con siglos de anticipación, el profeta más
cercano al Mesías fue Malaquías que vivió 450 años antes que Jesucristo. Todos estos
hechos fueron actos libres de las personas que de ninguna manera se pudieran probar
por causas naturales.

Sin embargo los judíos no quisieron aceptarlo pues ellos se habían formado una idea
errónea del mesías, confundieron su primera venida con su segunda, desvirtuaron el
reino espiritual de Dios, pues ellos esperaban un reino material, se decepcionaron y no
quisieron ver ni las profecías, ni las palabras, ni las obras de Cristo, como dijo San Juan
Evangelista: “Vino a los suyo y los suyos no le recibieron” 3.

Todas estas profecías no se pueden aplicar a ningún personaje histórico fuera de


Cristo, esto quiere decir que si no se acepta a Jesucristo como cumplidor de todas estas
profecías, los profetas erraron, y realmente no fueron enviados de Dios, sino simples
mentirosos, así los judíos negaron su religión y a sus profetas al rechazar a Jesucristo
como verdadero Mesías.

1.3 Pruebas de su divinidad

Probar la divinidad de Jesucristo es de capital importancia, pues si el no es Dios,


su doctrina no es divina, ni su iglesia, ni su palabra, de hecho se convertiría en el hombre

1
Salmo 15,10.
2
Salmo 23,7
3
San Juan., 1,11.

7
más manipulador y mentiroso que jamás haya puesta pie en la tierra, pues tendría dos
mil años engañando a sus seguidores, haciéndose adorar como Dios cuando solo es un
simple mortal al igual que todos, un defraudador prometiendo vida eterna a todos sus
seguidores. Pero por otro lado si se puede probar su origen divino, todo lo que dijo, hizo
y fundó es lo más cierto que existe1, sin que jamás se pueda dudar o poner en tela de
juicio. En el siguiente esquema se explican los temas que sen van a desarrollar para
probar la divinidad de Cristo:

Las profecías realizadas en Él Sus milagros obrados


Lo que Él pensaba de sí mismo El testimonio del Padre Celestial
La santidad de su vida y su doctrina La Afirmación de los Apóstoles
La Unanimidad de la Iglesia en todos los siglos venideros

1.3.1 Profecías y milagros

Las profecías contenidas en la sagrada escritura enseñan que el Mesías no solo


iba a ser un ungido por Dios, un salvador, sino que iba ser el mismo Dios que habitando
entre los hijos de Adán, de este modo salvaría a todo su pueblo. A continuación se
presentan las profecías cumplidas en Cristo donde se afirma la divinidad del Mesías y la
unanimidad de la Iglesia en su interpretación 2:

a) Isaías 35, 4: “El mismo Dios vendrá en persona y os salvara” la claridad de este
texto es infalible al igual que su interpretación entre los santos padres, pues refiere
a Dios hacerse persona para salvar a todos. Tomando en cuenta la omnipotencia

1
Aquino, T.S. (1944). Suma Teológica.
2
Denzinger, E. (1963). El Magisterio de la Iglesia

8
de Dios si no se fuese a hacer hombre, no habría necesidad de venir, sino desde
el cielo mandar su gracia, luego vino en la persona de Cristo.

b) Isaías 9,6: “Porque un Niño nos ha nacido, un Hijo nos ha sido dado, que lleva el
imperio sobre sus hombros. Se llamará Maravilloso, consejero, Dios poderoso,
Padre de la eternidad, Príncipe de la paz.” Como se puede observar el profeta
predice un niño que será Dios poderoso, clara referencia a la encarnación, un Dios
poderoso que nacerá como niño y llevará todo en sus hombros, es pues esta la
descripción de Jesucristo.

c) Isaías 7, 14: “He aquí que la virgen dará luz a un hijo, y su nombre será Emmanuel,
esto, es, Dios con nosotros”. Escudriñando la sagrada escritura se deduce que
Dios se encarnará en una mujer, y nacerá, de modo tal Dios vendrá a formar parte
de la creación. Es difícil imaginar cómo lo judíos torcieron enseñanzas tan claras
para pensar que cualquier hombre podía ser el Mesías y que su reino sería
material.

Jesucristo hizo profecías Él mismo acerca de sí mismo, también para los


apóstoles, para su Iglesia y otros acontecimientos que le dan mayor peso a su
divinidad, pues ¿cómo un hombre puede predecir hechos de carácter libre? hay dos
opciones una se lo reveló Dios u otra Él es Dios, si Dios le reveló esto y Él mismo dijo
de sí mismo que era Dios, luego Cristo es Dios.

En tres ocasiones predijo su pasión muerte y resurrección 1, aunque la gente de


su tiempo tenía tan arraigada la idea materialista del Mesías parece ser que nunca le
comprendieron2. Respecto a los apóstoles profetizó como serían perseguidos,

1 San Marcos., 8,21; 9,31 y 10, 33,34.


2 Zacharias R., & Johnson K. (1990). Jesús entre otros Dioses

9
azotados y corridos de las sinagogas a causa del odio contra su nombre 1. Predijo la
traición de Judas, las negaciones de Pedro2. Predijo la destrucción de Jerusalén3 y
finalmente predijo su propia resurrección que hace que este milagro se realce aún
más4.

Sus milagros no solo prueban que Él era el verdadero Mesías sino su divinidad,
pues muchos milagros fueron obrados en su nombre sin recurrir al Padre: “Yo lo
quiero, se limpió”5, “Yo te lo mando, sal fuera”6, la diferencia entre Él y los demás
milagros narrados en la sagrada escritura es que todos los demás invocaban a Dios
para que les diese el poder, más Cristo sin recurrir a nadie por su propio poder y
autoridad obró milagros.

Por lo tanto un milagro es prueba de intervención divina, Cristo hizo milagros


afirmando que era Dios, luego Cristo es Dios, pues si no fuese Dios no podría
evidentemente hacer milagros, pues Dios mismo estaría dándole autoridad a un
mentiroso y blasfemo que pretende pasar por Él.

1.3.2 Testimonios de Él y de Dios Padre

Jesucristo se declaró a si mismo Dios, esto es internamente y externamente Él


siempre habló de su propia divinidad y su filiación divina como Verbo Eterno del de Dios
Padre.

1 San Juan., 15,20.


2 San Mateo., 26, 14,16 Y 69,75.
3 San Mateo., 24,2.
4 San Mateo., 12,40.
5 San Mateo., 8,3.
6 San Lucas., 7,14.

10
Se atribuye cosas que solo Dios puede hacer, como la su eterna existencia, su
participación directa en la creación, el poder de perdonar los pecados, llegando a decir:
“Todo lo que hace el Padre, lo hace igualmente el Hijo”. (Jn, 5, 19). Cuando hubo gente
que lo declara Dios, Jesucristo lo aceptó explícitamente como en el caso que pregunta a
sus apóstoles quien dice la gente que es Él, le responden que Elías, pero Pedro afirma
que Cristo es el Hijo de Dios vivo1. Después de la resurrección cuando Tomás el
incrédulo no quiere dar crédito al testimonio de los demás apóstoles al decirle que Cristo
resucito de entre los muertos cuando se le aparece y le pide que meta su dedo en sus
llagas él dice: “Señor mío y Dios mío” (Jn. 20.28).

También manifestó que es Dios y a su vez hijo de Dios: “El Padre y yo somos una
misma cosa” (Jn. 10,30.); de hecho la razón por la cual fue condenado a muerte ante el
tribunal del sanedrín fue por responder afirmativamente a la pregunta del sumo sacerdote
de aquel año, Caifás, que le pregunto si Él era el Hijo de Dios2; esto es una prueba
solidísima en contra de los que dicen, blasfemamente, que Jesucristo no sabía que era
el Mesías sino que se dio cuenta conforme pasaba el tiempo y a testimonio de sus
discípulos, pues desde el principio hasta el fin de su vida, aún cuando su vida estaba en
juego Él se consideró así mismo Dios y Mesías. (Butler, 1965).

Nunca ningún profeta o fundador de alguna religión se ha proclamado Dios, todos


dicen que son enviados de Dios, si Cristo se hubiese declarado Dios sin serlo, sería o un
loco o un gran mentiroso, más sin embargo ambas cosas repugnan a la mente pues
jamás ha existido un hombre con tanta sabiduría, compasión, con tanta perfección y
santidad, esto es una prueba más de que en verdad Jesús es Dios. (Zacharias &
Johnson, 1990).

1
San Mateo., 16,16.
2
San Mateo., 26 63,64.

11
También el Padre divino en diversas ocasiones dio testimonio de que Jesús de
Nazareth era su hijo y que tenemos deber y obligación de escucharle fue pues en tres
ocasiones en que se dio testimonio de Él:

a) En el bautizo de Cristo a manos de San Juan Bautista en el Rio Jordán se escuchó


la voz del eterno Padre1.

b) En la transfiguración del Señor, estando como testigos los discípulos más


cercanos: Pedro, Juan y Santiago escucharon una voz de una nube afirmando
que Jesucristo era su hijo en el cual tenía todas sus complacencias 2.

c) En la última semana de la vida de cristo cuando estaba predicando en el templo


un martes santo se volvió a escuchar la voz del Padre pidiendo lo mismo que el
primer y segundo testimonio, que escucharan a Jesús3.

El testimonio del Padre tiene un valor incalculable, pues es una afirmación, explícita,
clara, infalible de que en verdad Jesús de Nazareth es su Hijo verdadero.

1.3.3 Testimonio de los Apóstoles y de la Iglesia

Todos los apóstoles dieron fe de la divinidad de Cristo, pues con tan abrumadoras
pruebas de su divinidad no les quedó la menor duda que Él era Dios, los textos en la
sagrada escritura se repiten constantemente. Se exponen solo algunos de los más
claros:

1
San Marcos., 1,11.
2
San Lucas., 9, 28,36.
3
San Juan., 12, 28,30.

12
a) “Sabemos que vino el Hijo de Dios… este es el verdadero Dios, y la verdad
eterna”. (1 Juan, 5,20).

b) “Jesucristo teniendo naturaleza de Dios, no por usurpación, se hizo igual a Dios”.


(Fil. 2,6).

c) “Que fue declarado Hijo de Dios con poder, conforme al Espíritu de santidad, por
la resurrección de entre los muertos: nuestro Señor Jesucristo.”
(Rm. 1,4.)

d) “Porque en Él habita toda la plenitud de la Deidad corporalmente”. (Col. 2,9.)

e) “Hasta la aparición de Nuestro Señor Jesucristo, la cual manifestará a su debido


tiempo el bienaventurado y único Soberano, el Rey de reyes y Señor de señores”.
(1 Tim., 6,15.)

El testimonio de los apóstoles es de gran valor pues conocieron personalmente a


Jesucristo, obraron innumerables milagros en nombre de Él, esto hacía que las gentes
en masas se convirtieran al cristianismo, lo cual también a su vez fue una profecía hecha
por Cristo, pues cuando subió a los cielos les dijo que siempre les dejaría señales, para
que la gente reconociera en su testimonio a Él mismo. (Bruño, 1954).

Finalmente el testimonio de los apóstoles fue más solido al derramar unánimemente


todos ellos su sangre por Cristo, afirmando hasta el último instante que habían sido
testigos oculares de todo lo que predicaran. Nadie da la vida por una mentira, según el
detective Warner Wallace1 existen 3 razones para engañar o conspirar: sexo, dinero o
poder y quiza las tres al mismo tiempo. Mas ¿Qué ganaron los apóstoles por predicar a

1
Wallace, J. (2019). Cristianismo: caso resuelto.

13
Cristo? Cárceles, apedreadas, azotes, desprecios, persecución, infamia, ignominia, y
finalmente martirios cruelísimos y dolorosísimos, agregando la nota que bastaría que
negaran a Cristo y se librarían de tal suplicio. Mas sin embargo, con su sangre sellaron
su testimonio ocular y presencial de la divinidad de Jesucristo.

La Santa madre Iglesia a través de los siglos siempre enseñó la divinidad de Cristo
como verdad infalible recibida directamente de los apóstoles 1, los testimonios se
multiplican de los padres apostólicos, esto es discípulos de los apóstoles, como san
Ignacio de Antioquia, San Bernabé, San Irineo, San Policarpo, San Clemente, Orígenes,
Eusebio, Papías, Hermas y los demás. 2

Después en la era de los santos Padres no cambió la doctrina, se sostuvo con gran
sagacidad, pues las feroces herejías en contra de la divinidad de cristo se multiplicaron,
entre ellos se leen los testimonios de: San Atanasio, San Hilario, San Efrén, San Cirilo
de Jerusalén, San Gregorio Nacianceno, San Basilio, San Ambrosio, San Agustín San
Jerónimo, San Juan Crisóstomo3.

Ya más adentrados en la edad media la doctrina de la divinidad de Cristo se fue


escudriñando y se multiplicaron los doctores de la Iglesia sosteniendo siempre lo mismo
basta leer a: San Beda, San Juan Damasceno, San Bernardo, San Antonio, San Alberto,
San Buenaventura, Santo Tomás de Aquino, San Roberto Belarmino, San Juan de la
Cruz4.

1
Denzinger, E. (1963). El Magisterio de la Iglesia
2
Bruño, G. (1954). Historia de la Iglesia Católica, desde su fundación hasta nuestros días.
3
Butler, A. (1965). La Vida de los Santos de Butler.
4
Croisset, J. (1898). Año Cristiano.

14
De los últimos trescientos años de la historia de la Iglesia nada ha cambiado esta
doctrina, pues es apostólica y el que la niegue se convierte en hereje: San Alfonso Ma.
De Ligorio, Santa Teresa de Lisieux, San Juan Bosco, San Pio X, León XIII, Pio XII, San
Pio de Pietrelcina etc.1

Es pues unánime, el testimonio de los apóstoles y de los dos mil años de la Iglesia
como verdad revelada infalible, la divinidad de Jesucristo.

2.- La Encarnación de Jesucristo

El misterio de la encarnación dice que la segunda persona de la Santísima


Trinidad bajó en el seno purísimo de la Virgen María, y por obra y gracia del Espíritu
Santo tomó carne de la carne de María para formarle una naturaleza humana2.

Encarnarse quiere decir tomar carne humana, hacerse hombre, asumir una
naturaleza material, tomando un cuerpo y un alma, pues así está formado el ser humano
por Dios, Cristo pues es Dios y hombre verdadero. No es mitad hombre y mitad Dios,
error común que se comete al concebir la encarnación sobre todo comparándola con los
mitos paganos, sino que tiene toda la naturaleza humana completa y toda la naturaleza
divina sin menoscabo3.

Este es el milagro más grande jamás hecho por Dios, es la manera en que se
diviniza toda la creación, pues Dios mismo pasa a formar parte de ella, elevándola en
dignidad en proporciones inimaginables, en especial a los seres humanos; este misterio

1
Gueranguer, D. (1954). El Año Litúrgico.
2
Agustín, S. (1985). Obras Completas de San Agustín.
3
Faria, R. (1941). Curso Superior de Religión.

15
es de suma profundidad y la inmensa mayoría de los teólogos están de acuerdo que en
este mundo jamás nadie podrá comprender enteramente como Dios pudo entrar en la
creación y pasar a formar parte de ella, pues Dios es simplísimo, esto es no tiene partes,
y por lo tanto no se puede dividir, más sin embargo, no fue todo Dios entero, la trinidad
santísima la que se encarnó, sino solamente la segunda persona, es pues esta dificultad
mayor a el entendimiento humano y algunos consideran que aun mayor al angélico, es
por este tipo de revelaciones en que Dios da fe al hombre, para que aunque no entienda
crea por el simple hecho de que así fue revelado, y por otra parte ver el amor tan grande
que Dios ha tenido con la humanidad caída y arrollada por el pecado original, pues al
hacer esto uno de sus objetivos fue levantar a la humanidad, restituirla a la primitiva
inocencia. (Royo, 1967).

2.1 Sus dos naturalezas

En Jesucristo existen dos naturalezas: una divina porque es verdadero Dios, y


otra humana porque es verdaderamente Hombre, esto es que posee, cuerpo y alma. Es
Jesucristo en cuanto a Dios, eterno, pues siempre ha existido y siempre existirá, en
cuanto a hombre comenzó a existir desde el momento de la encarnación. Como en
Jesucristo existen dos naturalezas podemos distinguir los siguiente de el:

a) Posee 2 entendimientos: uno divino de manera tal que toda la ciencia infusa al
modo de los ángeles la poseía, esto es nada estaba nunca oculto a su divinidad,
por esto podía hacer profecías y leer en los corazones y mentes de las personas.
Poseía también la visión beatifica, esto es la contemplación de la esencia divina,
pues Él es Dios, esto quiere decir que el era peregrino y ciudadano del cielo al
mismo tiempo. En cuanto a su entendimiento humano fue igual que los hombres,

16
le entraba por los sentidos, a través de razonamientos y experiencias, quiso pues
Jesucristo aprender al modo de cualquier hombre 1.

b) Tiene 2 voluntades: con su voluntad divina Jesucristo puede hacer cualquier cosa,
siempre y cuando no sea lógicamente imposible, puesto que es omnipotente, de
ahí la potestad que tenía de realizar milagros cuando Él quisiera, sin pedir
autoridad a nadie. Su voluntad humana es perfectísima, empezando porque a
diferencia de todos los humanos, junto con la Virgen, su alma jamás fue torcida y
viciada por el pecado original, por lo tanto su voluntad es llenísima de santidad y
libertad, pudiendo hacer lo que Él quiere y siempre con la mayor perfección,
bondad y caridad posibles. Así su voluntad humana poseía el don de
impecabilidad, pues al ser Dios no puede pecar, y también poseía la integridad,
esto es no tener concupiscencia, su alma estaba en perfecto dominio del cuerpo
y sus sentimientos y pasiones siempre eran empujados al perfectísimo bien2.

c) Una sola memoria: esta correspondía a su naturaleza humana, pues en cuanto a


Dios, este no tiene ni pasado ni futuro, sino un presente eterno, que en teología
se llama evo, pues Dios no es limitado por el tiempo, Él creo el tiempo, es dueño
del tiempo, lo sostiene, juega con Él a placer. Mas sin embargo Cristo en cuanto
a hombre acumuló recuerdos, guardo sentimientos, y demás funciones como
cualquier ser humano. 3

Su corazón, esto es sus sentimientos y disposiciones del alma, está lleno de


tiernísimo amor, misericordia y mansedumbre, en especial a los hijos caídos de Adán,
como Él dio su propio testimonio: “Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón”
(Mt., 11,29). Su corazón tuvo pasiones, por ejemplo4:

1
Aquino, T.S. (1944). Suma Teológica.
2
Ripalda, J. (1963). Catecismo de la Doctrina Cristiana.
3
Faria, R. (1941). Curso Superior de Religión.
4
Faria, R. (1941). Curso Superior de Religión.

17
a) Amó: con predilección a San Pedro, a San Juan y a Santo Santiago, pues en
varias ocasiones los apartó a ellos tres para hacerles favores especiales1; aun
entre estos tres amó más a Juan, autodenominándose este: “El discípulo al
cual amaba Jesús” (Jn., 13,23).

b) Lloró: varias veces en su vida, mostrando el amor que tenía hacia los hombres;
cuando su amigo Lázaro murió, se le estremecieron las entrañas 2, el domingo
de ramos cuando miró la ruina de Israel derramó varias lagrimas también3.
Antes de resucitar al hijo de la viuda de Naim, pues era una mujer viuda, cuyo
único hijo había muerto, pues vio una figura de su Santísima Madre después
de la Pasión, ya sin San José y Él vuelto al cielo, quedaría sola4.

c) Sintió: en especial en su pasión, angustia, temor, tedio, tristeza, cuando hizo


la oración en el huerto, llegando incluso a pedir al Eterno Padre que lo librase
de semejante tormento5.

Pero a diferencia de todos los seres humanos que poseen el pecado original las
pasiones de Cristo siempre tendían hacia el más perfecto bien, las de los hijos de Adán
la mayor parte de las veces tienden hacia el mal 6.

En su persona Cristo al ser el ungido poseía toda la gracia, virtudes y dones y


fueron ejercidos con la mayor perfección. Algunos con poca instrucción y no menos
malicia minimizan los padecimientos de Cristo al decir que por ser Dios no sufrió o no le
dolió tanto todo lo que hizo, más sin embargo yerran tremendamente pues Cristo no tuvo

1
San Marcos., 5,37; 9,2 y 13,3. También véase: San Mateo., 26:37.
2
San Juan., 11,35.
3
San Lucas., 19,41.
4
San Lucas., 7,13.
5
San Marcos 14,32,42; San Lucas., 22,39-46 y San Juan., 18,1.
6
Aquino, T.S. (1944). Suma Teológica.

18
inmunidad, esto es el don de no poder sufrir, tampoco tuvo el don de inmortalidad, pues
era necesario como estaba predicho que muriera para que el pecado muriera con Él y
no volviera más1.

Una sola nota falta agregar, y es que Cristo poseía la mayor belleza física que
haya existido, pues al ser la obra maestra del Espíritu Santo, al formar de una manera
milagrosa su cuerpo, se le proporciono este don, pues todo lo que toca un milagro
perfecciona al grado sumo su naturaleza2. No hubiera sido digno de la segunda Persona
de la Santísima Trinidad tener una naturaleza humana que no correspondiese a Dios
mismo.

2.2 Una sola persona

Se llega a un punto fundamental y tremendamente misterioso en Jesucristo, el


afirmar que Él es una sola persona, pues sus dos naturalezas, humana y divina, no están
mezcladas, sino intrínsecamente unidas, (a la similitud de la unión del alma y del cuerpo,
sin que se mezclen las sustancias pero tan íntimamente unidas que si se llegan a separar
provocan la muerte), de una manera perfectísima que se deduce que en Jesucristo hay
una sola persona: y esta es la persona Divina. A este misterio se le llama la “Unión
Hipostática”, esto es que la naturaleza humana y divina están íntimamente unidas, sin
confundirse, sin mezclarse, con distinción propia, pero unidas de tal manera que
propiamente se afirma que forman una sola persona. Nuevamente se llega a un punto
donde la naturaleza humana queda imposibilitada de comprender esta unión, mas no se
necesita comprenderla sino creerla, y demostrar que en ella no hay contradicción 3.

1
Royo, A. (1967). Teología de la Perfección Cristiana.
2
Aquino, T.S. (1944). Suma Teológica.
3
Aquino, T.S. (2018). Catena Aurea.

19
Al ser Jesucristo una sola persona, podemos escudriñar algunas de las
consecuencias más importantes que acarrea este misterio1:

a) Perpetuidad de la unión: Jesucristo por toda la eternidad será Hombre-Dios, jamás


volverá a lo que era antes de la encarnación, siempre perdurará esta unión, siendo
un honor inimaginable que el Hijo de Dios escogiera una naturaleza humana por
siempre, pudiendo no rebajarse tantísimo al escoger una naturaleza angélica,
decide en su infinito amor y humildad ser como los pobres hombres pecadores y
mortales2.

b) Persona Divina: Jesucristo es una persona divina, esto lo pone por encima de toda
la creación, de todo hombre y ángel, no puede existir algo más perfecto que la
persona divina de Jesucristo, por eso merece adoración perpetua y eterna 3.

c) Valor infinito de sus actos: al ser Cristo una persona divina, todos sus actos
poseen un valor infinito, todo lo que Él haga tiene “valor de Dios”, esto quiere decir
que con un solo movimiento de su persona, interno o externo puede realizar lo
que sea, cualquier petición, o milagro ya sea propio o ajeno puede hacerlo, por
ejemplo: la rendición pudo realizarla con solo un pestañeo o acto de su voluntad,
y dejó infinitos méritos para que todos se salvaran, mas no todos quieren, lo cual
es una pena grandísima que Él mismo sufrió en la oración en el huerto 4.

d) Su humanidad merece adoración: la humanidad de cristo no puede separarse de


la divinidad de cristo puesto que ambas son uno solo, es por eso que aún la
humanidad de cristo merece adoración, es error común de muchos protestantes
el dividir a Jesucristo en humano y divino y sólo querer adorar su divinidad, pero

1
Faria, R. (1941). Curso Superior de Religión.
2
Aquino, T.S. (1944). Suma Teológica.
3
Royo, A. (1965). Teología de la Salvación.
4
Royo, A. (1967). Teología de la Perfección Cristiana.

20
Cristo es indivisible a causa de la unión hipostática, todo el entero es divino y todo
el entero merece adoración de Dios. Algunas tradiciones judías y cristianas
sostienen que esta fue la causa de perdición del demonio, pues al saber el misterio
de esta unión se negó a adorar la futura humanidad de Cristo 1.

e) María Santísima Madre de Dios: una bellísima y ciertísima deducción teológica se


sacar de aquí y es que Jesucristo es Dios, María es madre de Jesucristo, luego
María es madre de Dios. Un tremendo error sería decir que María es madre de la
divinidad de Cristo, mas no es así la doctrina católica, sino que es madre de
Jesucristo una persona divina2.

Es a causa de esta unión perpetua y eterna que Jesucristo ha sido lo mejor que le ha
pasado al mundo, ha sido la esperanza que sostuvo a los patriarcas de la antigüedad, la
plenitud del tiempo cuando estuvo aquí y la nueva esperanza para todos en su futuro
retorno como lo prometió3.

3.- Vida de Cristo

Jesucristo vivó en este mundo treinta y tres años y seis meses aproximadamente4,
de los cuales se dividen en dos partes: vida privada y vida pública. La vida privada va
desde su nacimiento hasta los treinta años. La publica desde su bautismo en el rio Jordán
hasta su Ascensión a los cielos.

1
Aquino, T.S. (2018). Catena Aurea.
2
Grignion L. S. (1843). Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen.
3
Treviño, J. (1980). Vida Litúrgica.
4
Fillion, L. (1941). Vida de Nuestro Señor Jesucristo, Exposición Histórica, Crítica y Apologética.

21
Conviene analizar detenidamente la vida entera de una persona Divina como
Jesucristo, pues al ser Dios, todo lo que hizo, lo hizo con una razón perfectísima,
santísima, sabiendo de antemano que iba a dejar un ejemplo perpetuo a toda la raza
humana, es pues Cristo el espejo donde todo ser humano debe mirarse, en la medida
que se parezca a Él es agradable a Dios, en la medida que difiera de Él es desagradable
a Dios, así por excelencia es el juez de todo, el modelo a seguir, la máxima perfección,
a la que todos deben aspirar, se debe repudiar todo lo que el repudio, pues nada hay
más cierto de lo que enseñÓ un hombre-Dios1.

Se pasará a explicar la importancia de las dos etapas de la vida de Jesucristo.

3.1 Vida Privada

Muy pocos detalles da el evangelio acerca de la vida privada de Jesucristo he aquí


a continuación los principales:

a) El nacimiento: se narra las circunstancias penosas, dolorosas y gozosas de su


nacimiento, donde se ve que desde el principio el Mesías vino a destruir con todos
los paradigmas y supersticiones materialistas que tenía el mundo, incluido el
pueblo elegido, la humildad profundísima, la esperanza y el desprecio de las cosas
materiales2.

b) La Circuncisión: cumpliendo en todo con la ley antigua, pero para darle fin a la
antigua alianza y comenzar la nueva, este rito significaba que el hombre pecador
se reconoce como tal ante Dios y pide misericordia. Cristo se sometió a esto pues

1
Agustín, S. (1990). La ciudad de Dios.
2
San Lucas., 2, 1,14 y San Mateo 1,25.

22
sabía que un día sería tratado como pecador, pues tomó todos los pecados del
mundo sobre si, para pagar por ellos. Este fue apenas el comienzo 1.

c) La adoración de los magos: figura importantísima que más delante de su propia


boca se anunciaría que el Mesías vino por todos, no solo por las ovejas de Israel
sino por todas las naciones y reinos del mundo figurados en los tres reyes de
oriente. Pues el plan divino desea que se forme un solo rebaño y un solo pastor2.

d) La presentación en el templo: cumpliendo una vez más con antigua alianza viene
cumplir toda profecía escrita de Él, dándose a conocer a Simeón el Santo Profeta,
y vislumbrando desde pequeño la inmolación que le esperaba de adulto, siendo
la ruina para unos y la resurrección para otros3.

e) La huida a Egipto: no quiso el Mesías estar exento de ningún sufrimiento, tanto de


infante como de adolescente y sobre todo de adulto, pues el odio del mundo a
Cristo siempre se manifestó, siendo perseguido por el Rey Herodes, tiene que huir
con San José y la Virgen a Egipto, soportando durante años vivir desterrado en
un pueblo pagano, aislado de su patria y costumbres, enseñando que uno debe
estar no donde quiere sino donde sea la voluntad de Dios4.

f) La Pérdida y Hallazgo en el templo: último vestigio que se tiene de la infancia del


divino niño, pues a los 12 años se pierde de la vista de sus padres para cumplir la
voluntad del Eterno Padre, dejando entrever su divinidad y sabiduría ante los más
instruidos de la ley, mostrándonos que ante todo hemos de seguir la voluntad de
Dios, ponerla por encima de todo, pues ésta, debe ser la comida de todo cristiano:
lo voluntad de Dios Padre5.

1
San Lucas., 2,21.
2
San Mateo., 2, 1,11. Y San Juan., 10,16.
3
San Lucas., 2, 22,40.
4
San Mateo., 2, 13,15.
5
San Lucas., 2, 41,50. Y San Juan., 4,34.

23
Estos son los pocos detalles que se conocen se su vida oculta, aunque San Lucas
con una frase digna de meditar y escudriñar resume todo el resto de la vida oculta del
Señor: “Jesús vino con sus padres a Nazareth y les estuvo sujeto, y crecía, en sabiduría,
edad y gracia ante Dios y los hombres.” (Lc. 2,51).

Tres son las más importantes lecciones de la vida oculta del Jesucristo que se pueden
sacar1:

a) Amor a la vida humilde y retirada: una persona divina como Jesucristo quiso por
largo tiempo pasar desapercibida en el mundo, mostrando que no se deben
anhelar la gloria y el triunfo, pues Dios no se fija en eso, la clave está en lo que la
divina voluntad haya elegido para cada persona, si en el anonimato de un claustro
o de una ama de casa, eso no es mayor ni menor que un Papa o un predicador
que cambió al mundo, basta el amor, humilde y apacible, buscando en todo la
gloria de Dios y no la propia, haciendo con exactitud y prontitud todos los deberes
de ésta con la máxima perfección.

b) Obediencia: tan difícil de practicar porque una sola cosa es verdaderamente


nuestra, propia, que nadie la puede quitar, ni forzar, esto es la voluntad, la
obediencia es un verdadero holocausto de nuestra propia voluntad, doblegarla e
inmolarla a la voluntad de otro, es principio de toda perfección, por eso el Hijo de
Dios quiso dar ejemplo de vida acerca de esta importantísima y fundamental
virtud2. Nunca jamás a nadie después de este ejemplo le queda pretexto para
desobedecer cualquiera que sea la orden, claro está que no vaya contra la ley de
Dios, pues si Cristo una persona divina obedeció, ¿Cuánto más un misero mortal,

1
Faria, R. (1941). Curso Superior de Religión.
2
Treviño, J. (1980). Vida Litúrgica.

24
un puño de polvo en movimiento tiene obligación de ejercer con todas sus fuerzas
esta excelsa virtud?

c) Aprovechamiento en la vida espiritual: esto es vivir el estado de gracia, alimentarlo


con los sacramentos, las oraciones, las obras de misericordia, las lecturas
espirituales, y todo tipo de demás ejercicios que deben de llevar necesariamente
a lo más importante: al amor de Dios, solo en la vida espiritual que se den estas
obras se podrá hablar de verdadero amor a Dios, lo cual es la razón de nuestra
existencia, facultades y potencias, pues todo lo que ha recibido el hombre de Dios
es para llegar al amor1.

3.2 Vida Pública

Llámase vida pública de Cristo a los 3 últimos años de su estancia en la tierra,


donde se dedicó a traer la buena nueva del evangelio al pueblo de Israel y fundar su
Iglesia que iba continuar su obra por la perpetuidad de los siglos. Comenzó con su
bautismo en el río Jordán realizado por su primo San Juan Bautista último y más grande
profeta del antiguo testamento, el cual lo declaró: “El cordero de Dios que quita los
pecados del mundo” (Jn., 1,29).

Cristo se preparó después de esto para iniciar su vida pública con una rigurosa
penitencia en el desierto, de cuarenta días de ayuno, en el cual quiso ser tentado 2 para
mostrarnos que el maligno siempre está al acecho y quien se descuide puede ser

1
Agustín, S. (1990). Confesiones.
2
San Mateo., 4, 1,11.

25
devorado, y que solo se le vence con oración y penitencia; se clasificará vida pública de
Cristo como lo muestra el siguiente esquema1:

Jesucristo Gran Santo El taumaturgo


El Maestro El fundador de una nueva religión

Jesucristo fue aquel varón perfectísimo de eminente santidad, el cual no hubo


virtud que no ejerciera en sumo grado, poniéndose a Él mismo como modelo: “Porque
os he dado el ejemplo, para que hagáis como Yo os he hecho” (Jn., 13,15). A sus
enemigos también les echó en cara su santidad pues lo acusaban de falsificador y
embustero: “¿Quién de vosotros puede acusarme de pecado?” (Jn., 8,46). Nunca una
expresión así la ha podido utilizar un ser humano al preguntar algo así, y menos a los
enemigos. Tanto los amigos como los enemigos no le conocieron defecto alguno. Las
virtudes que más brillaron en el fueron las siguientes:

a) El amor y celo por la Gloria de Dios: llegando a decir que su comida era realizar
la voluntad del Padre2, no buscando jamás su gloria sino hacer lo que le habían
mandado, sin darse un respiro recorrió toda la Galia, la Judea y demás partes a
pie expandiendo el evangelio y la buena nueva 3.

b) La caridad y misericordia con los hombres: amando a todos los hombres que se
cruzaba, dando consuelo, consejos, aliviando dolores, enseñando, aligerando la
carga4. Se debe tomar en cuenta que Jesucristo al ser Dios no podía ganar ni
adquirir nada que no tuviera ya, más sin embargo todo lo hizo por amor

1
Faria, R. (1941). Curso Superior de Religión.
2
San Juan., 4,34.
3
San Mateo., 9,35.
4
San Mateo., 4,23.

26
misericordioso, compadeciéndose de la humanidad caída y subyugada bajo el
poder del demonio.

c) La mansedumbre con los pecadores: basta citar el pasaje de la samaritana, la


Magdalena, la mujer adúltera, los leprosos, paralíticos que con solo un acto de fe
los perdono, sin encolerizarse con ellos, sino solo aconsejando con la máxima
dulzura que hacía que ningún pecador se le pudiera resistir1. Diciendo: “Yo no he
venido para convidar al arrepentimiento a los justos sino a los pecadores” (Lc.,
5,32).

d) La vida austera y mortificada: pasando noches enteras en vela y rezando,


sufriendo hambre, cansancio, a veces sin tener un lugar donde reclinar su
cabeza2, hay que tomar en cuenta que al ser Dios no tenía ninguna necesidad de
hacer la menor penitencia ni austeridad, lo hizo para dar ejemplo de vida, pues
puede surgir una pregunta ¿Si Él siendo Dios sin necesidad de hacer penitencia
la hizo, cuánta más tiene que hacer la humanidad culpable y muy necesitada de
ella?

Jesucristo fue el gran taumaturgo por excelencia, obrando milagros tanto a la


naturaleza3 como a los hombres4, lo cual eran prueba clarísima e inequívoca de su
divinidad como se explicó antes, pues su milagros eran fáciles de comprobar, y
palpables, hechos a la luz del día en lugares públicos, hechos sensibles que cualquiera
podía corroborar y no había posibilidad de engaño, por ejemplo el paralítico de la piscina
de Bethesda, cuarenta años tenía ahí, todos le conocían desde su nacimiento que era
paralitico, y después se le ve caminando y dice que fue Jesús de Nazareth quien hizo
eso, así pues no había modo de sostener el engaño en todos sus milagros. 5

1
Jn. 4, 5,43; Lc. 8,2; Jn. 8, 3,11; Lc. 17, 11,19 y Mc. 2, 1,12.
2
Lc. 6,12, Mc. 11,12 y Mt. 8,20.
3
Mt. 21, 18,19 y Mc. 4, 35,40.
4
Jn. 9, 1,11 y Lc. 8,2.
5
Aquino, T.S. (2018). Catena Aurea.

27
Además de esto eran sobrenaturales pues un hombre no puede devolver el oído a un
sordo, o la vista a un ciego, o sanar una enfermedad sólo con decir unas palabras, mucho
menos volver a la vida a muertos, incluso a uno que ya había comenzado el proceso de
descomposición1. Fueron tan evidentes que ni siguiera sus propios enemigos podían
negarlos2, sino que por corrupción de voluntad no querían aceptarlo o algunas veces se
los atribuían al poder del demonio3. (Cosa evidentemente contradictoria pues Él mismo
exorcizaba, sometía y expulsaba demonios).

Se presentó también Cristo como el gran maestro de una doctrina nueva, del reino
de Dios, llamándole evangelio, que perturbó a toda Israel pues los fariseos y los escribas
habían degenerado la ley y la habían mezclado con mandamientos de hombres 4. Cristo
volvió a aclarar los puntos de la creación, la providencia y el amor de Dios para con los
hombres5.

La parte fundamental donde cimentó toda su doctrina fue el amor a Dios y al


prójimo tan olvidado por aquellos tiempos, amar al Señor con todas tus potencias y
facultades es el más grande mandamiento, el segundo similar, amar a todos como te
amas a ti mismo por el mismo amor a Dios6, pues todo hombre está hecho a imagen y
semejanza de Dios7. Vino a recordar que los más importante, por no decir lo único, es la
salvación, es lo que debe buscar el hombre ante todo 8, esto no gustó a los jefes de la
sinagoga pues tenían la falsa idea de que el reino mesiánico sería ante todo político y
material.

1
San Juan., 11, 38,44.
2
San Juan., 11, 47.
3
San Marcos., 3,22.
4
San Mateo., 15, 1,14.
5
San Juan., 15, 9,11.
6
San Mateo., 22, 37,40.
7
Génesis., 1,26.
8
San Marcos., 8,36.

28
Jesucristo con su ejemplo y palabras jamás dejó de recalcar la importancia de la
oración, de la vigilancia, de la mortificación, de vencer el orgullo propio, de tomar tu cruz
y seguirle a donde sea que disponga la divina voluntad 1, vino a enseñar la humildad, a
recordar que esta vida es un valle de lágrimas 2, un destierro temporal que todos deben
sufrir, con mucho amor y resignación acumulando bienes abundantes y eternos, donde
nie el ladrón ni la polilla roen3.

Gustó mucho el Divino maestro, tal cual estaba profetizado, de enseñar a través
de parábolas4, que son ejemplos de la vida cotidiana con un importante mensaje y
semejanza con el reino de Dios, a continuación un esquema donde sintetiza algunas de
las más importantes5:

- El divino sembrador (Mt.13,1)


- El tesoro Escondido (Mt. 13,44)
El reino de Dios
- El grano de mostaza (Mt. 13,31)
- La cizaña (Mt.13,24)
- El buen pastor (Lc. 15,4)
La Misericordia de Dios
- El Hijo Pródigo (Lc. 15,11)
- Buen Samaritano (Lc. 10,30)
Sobre las Virtudes
- El Rico Epulón (Lc. 16,18)
- El Fariseo y el Publicano (Lc, 18,19)
Sobre la Caridad
- El Convite sobre la humildad (Lc, 14,7)

1
San Lucas., 9, 23,24.
2
Castillo, B. (1955). Misal Romano Latino-Español.
3
San Mateo., 6, 19,21.
4
Isaías., 6,9.
5
Faria, R. (1941). Curso Superior de Religión.

29
Finalmente Cristo completó y perfecciono la antigua alianza con dogmas y moral,
de manera tal que en el siguiente sentido y puntos puede afirmarse que fundó una nueva
religión:1

a) Modificó por complete el culto: estableciendo un nuevo sacrificio, esto es la misa,


unos nuevos sacramentos, un sacerdocio nuevo2, y aboliendo toda la antigua ley
como bien lo explica San Pablo3.

b) Nueva autoridad y gobierno: el poder pasó de las manos de la sinagoga a los doce
apóstoles4, y a quienes ellos eligieran después de su muerte5, de modo tal aun
hoy en día a cualquier obispo que se tome de ejemplo si se sigue su línea de
sucesión en el pasado tienen que llegar a uno de los doce apóstoles, aboliendo la
tribu de Leví que era la única que podía ejercer este oficio 6.

c) Evangelio Católico: católico esto quiere decir universal, Israel dejó de ser el único
pueblo con la revelación exclusiva y paso a manos de cualquiera que con corazón
y mente sincera quiera recibirle, así mismo para dar a entender que esto era una
nueva alianza, escogió a doce apóstoles, simbolizando las doce antiguas tribus
de Israel para predicar por todo el mundo la buena nueva 7.

Así pues los enemigos de Cristo amotinaron sobradas razones contra Él para perderle
y maquinando junto con el demonio dieron muerte a Cristo8. Aunque en realidad todo
aquel que haya pecado contribuyó directamente a esto. es por esta razón que ahora se

1
Faria, R. (1941). Curso Superior de Religión.
2
Gueranguer, D. (1954). El Año Litúrgico.
3
Gálatas., 5, 21,31.
4
San Matías completó el número. (Hch., 1, 12,26).
5
Hechos., 1, 15,26
6
Lefebvre, M. (1981). Carta abierta a los católicos perplejos.
7
Vilariño, R. (1949). Vida de Nuestro Señor Jesucristo.
8
San Juan., 11,50.

30
pasara a analizar por separado las últimas 15 horas de la vida de Jesucristo, pues
merecen una mención aparte, la cual se le llama vida paciente.

3.3 Vida Paciente

Conviene en gran manera analizar aparte la gran obra de la redención, lo que el


rosario conoce como los misterios dolorosos1, que son a las últimas horas de la vida
mortal de Jesucristo, donde puso en todas su virtudes y enseñanzas al mismo tiempo en
práctica en sumo grado, la Pasión de Cristo es, cómo se le reveló a San Martín de Porres:
“El libro de los libros y la ciencia de las ciencias”2 bastaría su meditación diaria un cuarto
de hora para que todo cristiano se perfeccionara y llegara al cielo según palabras de San
Alfonso3. San Juan de la Cruz dice que quien predicó un camino al cielo distinto a la cruz
es vicario del demonio4, y en fin la Santa Madre Iglesia adoptó como símbolo principal a
Jesucristo crucificado, pues es la suma de la perfección del amor en su máxima
expresión alentando a la humanidad a que tome su cruz y le siga.

Por otra parte aun entre los no creyentes como el Dr. Jordan Peterson, viendo la
Pasión de Cristo desde un punto de vista psicológico, es una metáfora perfecta para la
vida, pues ante todo está siempre el sufrimiento de por medio, aún para el inocente y no
queda más que erguir la espalda poner los hombros al frente y afrontarla con decisión5.

Para su mejor desarrollo y explicación se dividirá la pasión en 5 partes tal cual lo


señala el rosario, revelado por la Virgen a Santo Domingo de Guzmán:

1
Castillo, B. (1955). Misal Romano Latino-Español.
2
Butler, A. (1965). La Vida de los Santos de Butler.
3
Ligorio, A. (1929). Reflexiones sobre la pasión de Jesucristo.
4
Gueranguer, D. (1954). El Año Litúrgico.
5
Peterson, J. (2018). Doce Reglas para vivir, un antídoto para el caos.

31
a) La oración en el huerto: aquí comienzan los dolores espirituales de Jesucristo
pues el tedio y la agonía se apoderan de Él, al saber que su alma se desprenderá
de su cuerpo, esto repugna, sufrió un indecible dolor. En especial al saber que a
pesar de todos sus esfuerzos, no todos los hombres se salvarían. Sufrió al ver a
Judas traicionándolo después de tantos favores, a sus apóstoles abandonándolo
en la hora que más les necesitaba. Fue entregado al magisterio de su propio
pueblo quien le condenó por decir la verdad, esto es; se declaró Hijo de Dios, fue
juzgado, sentenciado a muerte por blasfemia. Padeció bajo el Poder Poncio
pilatos que a pesar de no encontrarlo culpable lo castigó para calmar la ira de sus
fieros enemigos1.

b) La flagelación: para que se cumpliese la escritura los gentiles tenían que cooperar
con los tormentos del Cristo así que los romanos lo flagelaron 2, un tormento que
se prolongó bastante como lo indican las revelaciones 3 y los estudios científicos
de la Sábana Santa4, una vez más cumpliéndose lo que vio David en espíritu:
“Han taladrado mis manos y mis pies y pueden contarse todos mis huesos” (Salmo
21, 17,18). Todos los hombres por castigo divino deben padecer la corrupción del
cuerpo una vez muertos, más Cristo la padeció en vida para mostrar como
siempre que todo sufrimiento que el ser humano sea capaz, Él lo experimento
pero en sumo grado5.

c) La Coronación de espinas: ya había sufrido en su alma, en su fama con insultos


y escupitajos, después en todo su cuerpo, necesario era para mostrar su amor
que sufriese también en su divina cabeza, pues se tejió de una manera burda,
pronta y cruel una especie de casco de espinas que después fue ceñida en su
cabeza y golpeada con cañas6. Este sufrimiento es indecible, inhumano; mas sin

1
San Mateo., 26, 36,46; San Lucas., 22, 39,46 y San Marcos., 14, 32,42.
2
San Mateo., 27,26; San Marcos., 15,15 y San Juan., 19,1.
3
Ligorio, A. (1929). Reflexiones sobre la pasión de Jesucristo.
4
Ruiz, R. (Productor y director). 2019. Veredicto Científico sobre la Sábana Santa de Turín [Documental].
5
Treviño, J. (1980). Vida Litúrgica.
6
San Mateo., 27, 27,31.

32
embargo para cumplir con plena exactitud la Sagrada Escritura todo lo sufría como
cordero al matadero, en silencio1. Especialmente aquí sufrió humillaciones,
bofetadas y escupitajos2, pues la ruina del hombre (y del Ángel) vino por la
soberbia3, el Cristo debía hacer lo contrario, esto es la humildad, hasta la ofensa
más baja del ser humano quiso sufrir por amor.

d) Jesús con la cruz a cuestas: Condenado en el juicio más injusto de todos los
tiempos, donde el más inocente, aún declarado por el propio juez, queda
condenado al peor y más ignominioso de los suplicios, se le da el instrumento de
su propio suplicio a que lo lleve hasta el lugar de la inmolación4. La Iglesia
recuerda esta senda recorrida por el salvador con el nombre de “Vía Crucis” donde
se cuentan las tres caídas principales que tuvo, simbolizando los tres tipos de
pecados que existen (original, mortal, venial), donde consuela a su madre, a las
mujeres piadosas de Jerusalén, y donde es consolado por una mujer que enjuga
su rostro, se cuenta el momento donde le tuvo que ayudar, un tal Simón de Cirene
hasta que llega al calvario, para ser crucificado. No se debe de olvidar que este
recorrido lo hizo, sin probar alimento, sin dormir, maltratado, con la espalda
flagelada y la corona de espinas. Esta parte de la Pasión del Señor simboliza entre
muchas cosas, que en la vida todo el tiempo se ha de cargar con cruces, y que
nunca nadie estará exento de ellas, y habrá que sobreponerse a todo hasta llegar
la cumbre del monte Sion, esto es la salvación5.

e) La crucifixión y muerte de Cristo: El Mesías no podía dejar de cumplir ninguna


profecía, Isaías resume la pasión en especial la crucifixión con la siguiente
predicción: “Fue traspasado por nuestros pecados, quebrantado por nuestras
culpas” (Isaías, 53,5), le faltaba al Mesías una cosa por sufrir, en sus miembros,

1
Isaías., 53,7.
2
San Mateo., 26,67.
3
Génesis., 3,5.
4
San Mateo., 27, 32,34 y San Lucas., 23, 26,32.
5
Ligorio, A. (1929). Reflexiones sobre la pasión de Jesucristo.

33
así que clavado de pies y manos tal cual Él lo profetizó, fue elevado en el ara de
la cruz, donde pendió en tremenda agonía durante tres horas, ahí siguió
dispensando gracias, sufriendo burlas y ofreciendo su preciosísima sangre para
reparar el agravio hecho al Eterno Padre y salvar al mundo. En el momento más
doloroso, donde sintió incluso el abandono del Eterno Padre, se siguió
acordonando de nosotros y nos regaló lo último que le quedaba en este mundo,
pues aún sus túnicas fueron repartidas, su Santísima Madre, entregándola a la
humanidad figurada en el discípulo amado Juan1. Así expira Cristo entregando su
Espíritu en manos del Padre, siempre pensando en el bien de la ingrata
humanidad2.

No es este el lugar para escudriñar la sagrada pasión del salvador, cuya fuente es
infinita, que después de dos mil años, se siguen multiplicando las revelaciones,
interpretaciones, lecciones, imitaciones y virtudes. Sin embargo en modo sintético se ha
mostrado porque es la obra maestra del Redentor Jesucristo.

3.4 La Redención

La redención consiste en que Cristo muriendo, se ofreció al Eterno Padre para


satisfacer la justicia divina, merecer nuevamente la gracia, y liberar a la humanidad del
cautiverio del demonio. Pues muriendo se ofreció en lugar del hombre 3.

Después del pecado de Adán el hombre quedó despojado de la gracia, para que
hubiese una satisfacción plena necesaria a la justicia infinita de Dios, quiso bajar a
encarnarse el Verbo Divino y hacerlo Él mismo, pues nadie, ni los Ángeles podían realizar

1
San Juan., 19, 25,27.
2
Mt. 27, 33; Mc. 15, 22; Lc. 23,32 y Jn. 19, 17
3
Faria, R. (1941). Curso Superior de Religión.

34
esta obra, así pues la satisfacción de Cristo reparó la ofensa, borró la culpa y remitió la
pena1.

El gran mérito de Cristo fue restaurar la naturaleza del hombre volviéndole a dar
la posibilidad de adquirir la gracia e incluso aumentarla, esto automáticamente da un
pase para poder ir al cielo, como consecuencia el demonio perdió poderío e imperio,
pues de una u otra manera todo hombre que nace en pecado pertenece al maligno 2.

Cristo con su pasión y muerte reparó el agravio de que se hizo a Dios a través del
pecado, lavó la culpa, esto es la mancha que dejo en las almas al despojarlas de la
gracia, y también pagó la pena, pues el pecado merece castigo y Él lo tomó para sí. Para
realizar esto bastaba el menor acto de voluntad o sufrimiento de Cristo, pero para que la
humanidad mirase cuanto Dios ama al mundo, quiso Dios libremente llevar su amor al
extremo y mostrar su amor infinito y misericordioso 3.

La satisfacción de cristo fue voluntaria, pues el dio su vida gustosamente por el


amor tan grande que profesa a la humanidad llegando a decir: “No hay amor más grande
que aquel que da la vida por sus amigos” (Jn. 15,13). Fue a su vez completa pues tiene
virtud suficiente para borrar todos los pecados y salvar no solo este mundo sino mil
mundos más si existiesen y si así lo desease a ésto se le llama superabundante. Fue
una satisfacción digna por ser, un ser divino el que la realizó, pues la ofensa hasta cierto
punto fue infinita por la dignidad del ofendido 4.

1
Agustín, S. (1985). Obras Completas de San Agustín.
2
Aquino, T.S. (1944). Suma Teológica.
3
Royo, A. (1965). Teología de la Salvación.
4
Royo, A. (1967). Teología de la Perfección Cristiana.

35
Así Cristo ganó para su humanidad un nombre sobre todo nombre, y sentarse a
la diestra del Padre, pero al Él elevarse, eleva a toda la humanidad a la gracia, esto es a
pertenecer a la familia de Dios, a la vida sobrenatural y eterna 1. Al estar tan cerca de
Dios, por obviedad fue arrancada la humanidad de las garras del infierno, es decir que la
redención fue universal, todo el que quiera se puede salvar. Esto no quiere decir que
todos los hombres se van a salvar, pues Cristo es como una medicina perfecta que sana
a quien se la toma, pero quien no quiera tomársela, o sea participar de su gracia y
méritos, morirá de muerte eterna infaliblemente2.

4. Glorificación de Cristo

El Padre Eterno después de lo hecho por su Santísimo Hijo en favor de la


humanidad le dio una gloria correspondiente a sus méritos, levantándolo de entre los
muertos y elevándolo en cuerpo y en alma al cielo. La Santa Iglesia jamás se cansa de
ensalzar a su divino esposo, Jesucristo, vencedor del pecado, de la muerte y del infierno
es por eso que a continuación se pasará a describir esta glorificación.

4.1 Resurrección

La sagrada escritura y la tradición afirman con la mayor certeza posible que al


tercer día de muerto, Jesucristo volvió a juntar su alma con su cuerpo, para no morir
jamás, proporcionándole a su cuerpo una gloria merecidísima por haber compartido los
sufrimientos en su estancia en el mundo3.

1
Filipenses., 2, 9,11.
2
Lane, W. (2018). Fe Razonable, Apologética y Veracidad Cristiana.
3
Croisset, J. (1898). Año Cristiano

36
Resucitó al tercer día pues así convenia, y Dios siempre hace lo más conveniente,
pues de otra forma si hubiese sido demasiado pronto no se hubiera creído que estaba
muerto. Ningún hombre tuvo la dicha y la gloria de ver el momento exacto de la
resurrección, esa dicha sólo fue reservada para los Ángeles y la naturaleza, más sin
embargo los testimonios de los guardias, de los apóstoles y demás discípulos y santas
mujeres que lo vieron después de muerte son suficientes para saber que Cristo resucitó
de entre los muertos. (Faría, 1950).

El milagro de la resurrección es el más importante que obró Jesucristo, es la


prueba más clara de su divinidad y es el fundamento de la fe católica, pues sin esta
piedra angular todo el edificio del cristianismo caería a pedazos: “Si Cristo no resucitó,
vana es nuestra predicación, y vana vuestra fe” (I Cor. 15,14). Es aún más impresionante
este milagro al haber sido predicho por Cristo en varios pasajes de su vida, incluso
figurado en el antiguo testamento con el profeta Jonás. Tanto temían esto los enemigos
de Cristo que por eso increparon a Pilatos para que pusiera guardia en el sepulcro1.

Las pruebas de la resurrección de Cristo son evidentísimas, aun hoy en día la


mayoría de los académicos históricos admiten 5 hechos históricos irrefutables2:

a) Jesús de Nazareth vivió y fue crucificado


b) Fue sepultado en Jerusalén
c) Al tercer día fue descubierta su tumba vacía
d) Múltiples personas claman sinceramente ver, tocar y hablar con Jesús
después de su muerte.

1
San Mateo., 16,21; 17,9 y 20,19.
2
Wallace, J. (2019). Cristianismo: caso resuelto.

37
e) Los Apóstoles pasaron a creer que Jesús de Nazareth era el verdadero
Mesías y dieron su vida como testimonio de ello.

La cuestión aquí es buscar la mejor explicación para estos 5 hechos históricos


simultáneos. Las teorías se han multiplicado y fracasado una a una terminantemente: la
teoría de la alucinación, la de la conspiración, la de la no muerte, la del gemelo de Jesús
etc. Hasta ahora la que encaja mejor es que realmente Jesús de Nazareth resucito.
(Lane, 2018).

Si a estas cuestiones se agregan los descubrimientos científicos encontrados en


la Sábana Santa en la cual fue envuelto Jesús después de muerto y hallada después de
tres días quemada con radiación potentísima y finísima 1. No queda duda que la
resurrección es un hecho histórico y el más importante de todos, pues se prueba no solo
que existe Dios, sino que el Dios Cristiano es el único que realmente es 2.

Los frutos más importantes que se deben sacar de la Resurrección de Cristo son
los siguientes3:

a) Fe firme en su divinidad y en la de su santa iglesia.

b) Esperanza de que si tuvo el poder para resucitarse a sí mismo también lo podrá


hacer con las personas que le amen4.

1
Ruiz, R. (Productor y director). 2019. Veredicto Científico sobre la Sábana Santa de Turín [Documental].
2
Fillion, L. (1941). Vida de Nuestro Señor Jesucristo, Exposición Histórica, Crítica y Apologética.
3
Faria, R. (1941). Curso Superior de Religión.
4
San Juan., 11,25.

38
c) Propósito de levantarse del pecado mortal, pues éste mata el alma, pero la gracia
la vuelve a la vida1.

San Pablo afirma:

“A fin de que como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del
Padre, así también nosotros caminemos en nueva vida” (Rom., 6,4)

“Si, pues, fuisteis resucitados con Cristo, buscad las cosas que son de arriba, donde
Cristo está sentado a la diestra de Dios. Pensad en las cosas de arriba, no en las de
la tierra” (Col., 3,1)

4.2 Su Ascensión

El Credo apostólico señala que Jesucristo: “Subió a los cielos y está sentado a la
diestra de Dios Padre Todopoderoso”2. A los cuarenta días de su resurrección Cristo
junto a sus once apóstoles, ciento veinte discípulos y a las santas mujeres, un total
aproximado de 500 personas fueron al monte Olivete. y cuando les estaba dando las
instrucciones finales se elevó antes sus ojos ordenándoles ir por todo el orbe a predicar
la buena nueva, bautizándoles en el nombre de la Santísima Trinidad, dejándoles la
virtud de poder hacer milagros para que todos pudieran creer en ellos 3.

1
Royo, A. (1973). Teología Moral para Seglares.
2
Ripalda, J. (1963). Catecismo de la Doctrina Cristiana.
3
San Marcos., 16, 15,19.

39
Estos cuarenta días fueron importantísimos para la Iglesia primitiva, pues Cristo
fundó y sentó las bases de cómo habían de obrar para que fuese fructífera esta sociedad
de hombres creyentes, así pues dio el poder de gobernarla a San Pedro, primer Sumo
Pontífice, concedió a los apóstoles el poder perdonar los pecados, y dio orden de enseñar
a todas las naciones a cumplir los mandatos que les había dado 1.

Sin embargo conviene advertir que Cristo subió al cielo en cuanto hombre, pues
en cuanto a Dios jamás dejo de estar ahí. Él subió por su propia virtud, por eso se le
llama a este hecho Ascensión, difiere de la asunción de María Santísima o de San Elías
que ellos subieron por poder de Dios. La frase: “sentado a la diestra” denota un puesto
máximo de honor, pues Cristo en el cielo disfruta de una gloria igual a la del Padre en
cuanto a Dios; en cuanto a hombre mayor a toda la creación. (Faría, 1950).

Cristo quiso subir a los cielos para tomar posesión del reino y la gloria que le
pertenecían, pero que por amor a los hombres se desprendió momentáneamente de ella.
Al ganar abundantísimos méritos en la tierra prometió enviar al paráclito, al consolador,
para no dejar huérfana a la humanidad y no resintiera la ausencia divina, y así se cumplió
su palabra cincuenta días después de su resurrección envió al Espíritu Santo a sus
Apóstoles y a la Iglesia en general2. Un último fin tuvo Cristo para su ascensión y esto es
estar siempre en el cielo como único mediador entre Dios y el hombre, para preparar un
lugar a todo aquel que le ama y le sigue en la cruz 3.

1
Vilariño, R. (1949). Vida de Nuestro Señor Jesucristo.
2
Hechos., 2, 1,12.
3
1 Timoteo., 2,5.

40
4.3 Su segunda venida

Una vez que Cristo subió a los cielos envió a dos Ángeles a advertir a la Iglesia:
“Este Jesús que de en medio de vosotros ha sido recogido en el cielo, vendrá de la misma
manera que lo habéis visto ir al cielo” (Hch., 1,11), una profecía similar hizo el mismo
redentor en su Pasión delante del Sanedrín1. Es pues un artículo de fe que Cristo volverá
un día a Juzgar a vivos y muertos.

Los apóstoles curiosos de saber cuándo debían acaecer estas cosas preguntaron
y Cristo en su discurso escatológico dejo entrever algunas señales 2, los teólogos no se
han puesto de acuerdo en todas, unos dan más otros menos, pero las más repetidas y
fundadas en la escritura y la tradición se enumeran a continuación, haciendo una breve
explicación de cada una de ellas, las cuales tampoco están en orden cronológico 3:

1) Guerras y rumores de guerras, grandes desastres naturales 4: esta señal es de las


más escuetas, pues siempre ha habido desastres naturales y guerras, más parece
ser que quiso enfatizar el Mesías que en los últimos tiempos se agudizarán esto
problemas de manera drástica.

2) La propagación del evangelio por todo el mundo 5: no quiere decir que todo el
mundo se convierta, sino que el todo el que desee tener acceso al evangelio
podrá, de manera tal que quien lo desee puede conocer a Jesucristo y sus
enseñanzas. Parece que ahora con el Internet esta señal está más que completa.

1
San Mateo., 26,64.
2
San Mateo., 24 y San Marcos., 13.
3
Royo, A. (1965). Teología de la Salvación.
4
San Mateo., 24,6.
5
San Mateo., 24,14

41
3) La apostasía universal1: San Pablo afirma que los judíos por no creer perdieron la
fe, pero al final de los tiempos los gentiles harán lo mismo y la fe regresara al
pueblo elegido. Esta señal no quiere decir que todos lo gentiles vayan a perder la
fe, pero si un gran número de ellos, por no decir la mayoría. Otros intérpretes
creen que las naciones con sus leyes anticristianas harán profesión de apostasía
y así se verán cumplidas las profecías. No cabe duda de que hoy en día se está
en tiempo de apostasía, la pregunta es ¿estará completa la profecía o aún falta
mayor traición?

4) Encontrar el Arca de la Alianza perdida2: aunque mucha gente le da gran


importancia a esta señal no parece decir mucho, pues como puede encontrarse
hoy, puede no encontrarse hasta dentro de diez, cien o mil años. Ha habido
grandes esfuerzos de paleontólogos en encontrarla, más parece ser que todos
han fracasado. En los noventas un paleontólogo Ron Wyatt clamó haberla
encontrado, más sin embargo no dio ninguna prueba de ello, pues afirmó que los
ángeles del arca no se lo permitieron, murió afirmando lo que dijo toda su vida.

5) El advenimiento del anticristo3: cuando aparezca el anticristo será señal próxima


del fin del mundo; el anticristo ha sido diversamente interpretado, algunos piensan
que será una organización mundial anticristiana, otros una persona en particular
que prestará su cuerpo al demonio para que lo mueva a placer, que traerá paz
mundial y progreso material al mundo formando una solo religión humanista. Otros
piensan que ambas sucederán.

6) El advenimiento de los dos testigos 4: como indica el apocalipsis Dios enviará a


dos testigos que adviertan al mundo en contra de las enseñanzas perversas del
anticristo, se sabe con certeza, por labios de Cristo que uno de ellos será el profeta

1
Mt. 24,12; Lc. 18,8 y 2 Tes. 2,3.
2
Apocalipsis., 11,19.
3
2 Tes., 2,8; 1 Jn. 2,18 y 22; 4,3.
4
Mal. 4, 5,6; Mt. 17, 10,13 y Hebr. 11,5.

42
San Elías, pues de acuerdo a la Escritura nunca probó la muerte. La dificultad es
ver con quien hará mancuerna, existen tres posibilidades: Enoc, Moisés y San
Juan Evangelista. Enoc porque tampoco murió al igual que Elías. Moisés porque
se le vio vivo en la transfiguración del Señor en el monte tabor y las plagas que
señala el apocalipsis que desatarán son muy parecidas a las que desató en
Egipto. San Juan porque hay una parte misteriosa del apocalipsis donde se le dice
que tendrá que volver al final a predicar el evangelio que escribió. Además de los
rumores de que por ser el amado del Señor nunca moriría, pues aún en su martirio
no se le pudo quitar la vida. No importa quien sea, pues harán un gran bien a la
humanidad. Elías convirtiendo a Israel y el otro sosteniendo la débil fe de los
gentiles.

7) La conversión del pueblo de Israel1: esta será la misión del santo profeta Elías, ya
lo hizo una vez contra los profetas de Baal lo volverá a hacer al final de los
tiempos. Cristo mismo profetizó que Israel volvería a la fe un día y éste sería
trabajo de Elías.

Es de gran interés para toda la Iglesia que no se mire para atrás, con triste nostalgia
y llanto a los acontecimientos del pasado, el verdadero católico está siempre viendo al
futuro esperando segunda venida de Jesucristo anhelándola con todo su corazón los
patriarcas suspiraron por la primera2. Así que vigilad y orad pues no sabéis ni el día ni la
hora3, pero estad preparados como las vírgenes prudentes que aderezaron sus lámparas
para cuando su señor tocara a la puerta4.

1
Rom. 11, 25,26.
2
Straubinger, J. (1969). Biblia comentada.
3
San Mateo., 25,13.
4
San Mateo., 25, 1,13.

43
5. El conocimiento de Cristo y su importancia en la actualidad

El conocimiento de Cristo es la verdad más importante y fundamental de la vida


del ser humano, pues todo el universo es Cristológico, todo fue hecho por Él con Él y en
Él; Él es el sol que ilumina todo ser humano, nos guste o no todo gira a su alrededor 1.

Basta ver los frutos que se producen a todos los que con un corazón sincero y
una mente abierta le busquen, quedan cautivados por su doctrina, vida, santidad,
consejos, sabiduría, bondad, amor, espíritu de sacrificio, espiritualidad, y sobre todo
misericordia. El conocer su vida y sus obras lleva a querer imitarle, a ser como Él, a
resolver los problemas como los resolvió, a sufrir con paciencia, a resignarse a olvidarse
de sí mismo y comenzar a pensar en los demás 2.

Se tiene enfrente al hombre que cambió la historia que la partió en dos, que nada
ha sido igual sin Él, vino a traer la esperanza, la vida eterna, la verdad, a traer la mejor
buena nueva que jamás se puede predicar: esto es que Dios eterno y omnipotente nos
ama a tal grado que es capaz de darnos a su único hijo a cambio con tal de poseernos,
un amor eterno, libre e inmutable que quien verdaderamente lo entienda debería volverse
“loco” de amor, al mirar cómo tan poca cosa es una criatura y el Señor se desvive por
ella, como si no hubiese otra cosa a la cual amar. (Rollo, 1967).

La vida sin Jesucristo es una vida sin sentido vacía, es una caída libre al
relativismo absoluto, a la indiferencia, al exilio de la nada eterna; es por esto que en la
actualidad la tasa de suicidios crece, las depresiones, los vicios se expanden por doquier,
no se llena el hombre con las criaturas y las cosas materiales, no es suficiente, y nunca

1
San Juan., 1, 1,5.
2
Ligorio, A.. (1929). Práctica de amor a Jesucristo.

44
nada lo será1 pues como bien dice San Agustín: “Nos creaste para Ti Señor, nuestro
corazón estará inquieto hasta que descanse en Ti”2.

5.1 Diferencia con otros líderes religiosos

Hoy en día persiste un sofisma gigantesco, en apariencia mundial, donde se pone


a todas las religiones en una misma categoría, argumentando que todos son
esencialmente las mismas y son solo los detalles las que las distinguen. Esta falacia
proviene del profundo desconocimiento que la gente tiene de no solo las verdades
religiosas naturales, sino de la filosofía, lógica, metafísica y cosmología, materias que a
la gente no le importan ya, pero son fundamentales para sostener semejante aberración.
(Zacharias & Johnson,1990).

La verdad acerca de esto es opuesta, pues la religiones son en detalles pequeños


esencialmente las mismas, pero fundamentalmente diferentes entre sí, de modo tal que
son mutuamente exclusivas, por ejemplo el protestante afirma que el católico está en el
error y viceversa, todo musulmán descarta a todas las demás visiones cosmológicas
menos la propia, así lo mismo con el budismo e hinduismo, afirmar pues que son iguales
es un error de lógica yendo en contra del primer principio de contradicción: “dos
proposiciones contradictorias no pueden ser a la vez verdaderas” 3.

Así pues bajo este sofisma actualmente se afirma y se quiere encasillar a Jesús
de Nazareth como un líder religioso más, sin embargo Él es diametralmente opuesto a
todos los demás en los siguientes puntos4:

1
Zacharias R., & Johnson K. (1990). Jesús entre otros Dioses.
2
Agustín, S. (1990). Confesiones.
3
Faria, R. (1941). Curso Superior de Religión.
4
Zacharias R., & Johnson K. (1990). Jesús entre otros Dioses.

45
a) Los fundadores de las religiones más extendidas por el mundo jamás afirmaron
ser Dios, sino enviados de Dios, caso de Mahoma, Buda, Lutero, Enrique VIII etc.
Jesucristo siempre afirmó que no solo era un enviado de Dios, sino que era Dios
mismo en persona, encarnado1.

b) Jesucristo permitió ser adorado2, aún desde pequeño3 como lo que es verdadero
Dios, los demás líderes religiosos aceptaban ciertos honores como enviados de
Dios pero jamás como Dios4.

c) Jesucristo argüía que si no se creía en sus palabras, esto es que era Dios mismo,
que se creyera en sus obras, o sea su santidad y en especial sus milagros. Los
milagros atribuidos a los demás líderes religiosos fueron bastante tiempo después
a diferencia de Cristo que se tienen el récord histórico de que siempre los realizó 5.

d) Su doctrina es perfectísima, sin fallas, por siglos sus enemigos han tratado de
encontrar errores doctrinales y terminan, no pocos, convirtiéndose, o
despreciando sus enseñanzas, pero jamás negando que son de una moralidad
indefectible, de manera tal que si todo ser humano las siguiese al cien por ciento
el mundo se convertiría en una utopía. La doctrina de una persona es pues el
reflejo de ella misma. Si la doctrina de Cristo es perfecta, luego Cristo es perfecto,
pero solo Dios puede ser perfecto, como conclusión lógica y deductiva, Jesucristo
es Dios. Todos los demás líderes religiosos tuvieron fallas morales completamente
reproblables. Como Lutero lleno de soberbia y orgullo se casó con una monja,
Enrique VIII tuvo ocho esposas, Mahoma forzando con la espada a la conversión
de los demás pueblos etc. (Faría, 1950).

1
Para ver las citas correspondientes en este mismo documento ir al testimonio propio de Jesucristo.
2
San Lucas., 24,52.
3
San Mateo., 2,11.
4
Fillion, L. (1941). Vida de Nuestro Señor Jesucristo, Exposición Histórica, Crítica y Apologética.
5
Vives, L. (1958). Historia Universal.

46
Es pues un error clarísimo el querer comparar a Cristo con los demás líderes
religiosos, Él solo destaca por sí mismo, brilloso, puro, perfecto, intachable, inmaculado,
celestial, divino, harta blasfemia e ignorancia crasa el comparar a semejante personaje
histórico, con todos los demás mortales.

5.2 la vida sin Cristo

Mucha gente se pregunta que hubiera sido el mundo sin Cristo, la respuesta es
muy sencilla de contestar: la vida sería un infierno sin sentido 1. Parecerán para los
incrédulos y necios unas palabras harto exageradas pero a continuación se justifican:

Si no hubiera venido Cristo no hubiera existido la Iglesia Católica, que ha sido la


luz del mundo, en la rama que se piensa, cuáles son las mejores pinturas, las mejores
construcciones arquitectónicas, las mejores obras literarias, las mejores piezas de
música clásica, el sostenimiento de la literatura, los mejores científicos, los mejores
abogados, los mejores doctores, esposos, soldados, reyes, jueces, etc. Todos ellos
llegaron a ser los mejores pues su inspiración fue Jesucristo. (Treviño, 1980).

No solo cambió el mundo y la historia con su nacimiento, pues la historia de la


humanidad se divide precisamente en antes y después de Él, inspiró, dio confianza,
esperanza, llenó de fe y de amor, a todos los que vivieron antes de él, ¿Qué sería de
todo el antiguo testamento sin Cristo? La luz de los patriarcas, de los profetas, de los
reyes, todo el mundo suspiraba y anhelaba un redentor desde Adán, aún las
civilizaciones paganas ciertos vestigios de la revelación primitiva les quedaban y
anhelaban el rescate de alguien, de un salvador. Fue pues el deseo, la esperanza en
Cristo la que sostuvo y dio significado a todo el pueblo de Israel, todas sus acciones,

1
Treviño, J. (1980). Vida Litúrgica.

47
intenciones, operaciones, estaban dirigidas a suspirar y a pedir al Ungido, que pronto
viniese en rescate.

Se habló ya del pasado y del presente, más sin embargo el verdadero católico no
vive de melancólicos recueros y toda su vida es una tristeza de lo anterior acaecido, sino
que suspira el pueblo cristiano en la segunda venida de Jesucristo, la Santa Madre Iglesia
como las vírgenes prudentes con sus lámparas, aderezadas siguen esperando al esposo
predilecto que regrese como prometió y mandó profetizar a sus ángeles; San Pablo
extiende este deseo aún a toda la creación, está esperando y anhelando regresar a
donde salió, regresar al seno del Eterno Padre, una vez purificado y divinizado por la
persona de Cristo. (Straubinger, 1969).

Es pues Cristo el principio y el fin, el Alfa y el Omega en todo 1, de lo individual y


colectivo, de lo micro y macro, sin Él nadie puede hacer nada2, sin Cristo la vida no tiene
sentido, el ser humano individualmente estaría destinado a la perpetua nada, al polvo, y
el mismo universo un día terminaría por agotarse y extinguirse volviendo a la nada 3, si
no fuese que Él va a renovar a todo, pues todo es su imperio 4. Lo más bello, hermoso
satisfactorio y esperanzador es que todo esto lo quiere compartir con aquellos que le
aman. Basta pues amarle para darle un verdadero significado a la vida.

1
Apocalipsis., 1,8.
2
San Juan., 15,15.
3
Lane, W. (2018). Fe Razonable, Apologética y Veracidad Cristiana.
4
Apocalipsis., 21,1.

48
Conclusión

Se ha expuesto durante todo este trabajo académico con fundamento sólido en la


sagrada escritura, la tradición, los santos y doctores de la Iglesia de una manera precisa
y sintética la doctrina acerca de Jesucristo, Dios y hombre verdadero.

Se ha comprobado cómo Jesucristo es el único Dios verdadero, que fue enviado


por el Eterno Padre, a redimir a todo hombre que con corazón sincero desee aceptarlo,
obedecerlo y amarlo. Se han refutado las posibles dificultades que se oponen a la
afirmación de la divinidad de Jesucristo.

Se ha explicado, hasta donde el entendimiento humano lo permite, como


Jesucristo, Hombre-Dios es diferente a todos los hombres que han pisado esta tierra al
poseer dos naturalezas unidas en hipostacía y las excelsas consecuencias y bienes que
se derraman en la humanidad por esta unión. Así como el amor incondicional y la
humillación que recibió el Verbo al volverse hombre, compartir en santa hermandad su
nuestra humanidad, para que pudiéramos compartir su divinidad a través de la gracia.

¿Cómo podrá alguien agradecer la infinita caridad del Eterno Padre? Que
insondable misterio de amor misericordioso y divino, que delicadeza, que magnanimidad,
que sublimidad, impensable jamás en los siglos, para salvar al esclavo, entregó al Hijo,
de que hubiera servido a la raza humana nacer, si no hubiese sido redimida por Cristo 1,
como exclama en éxtasis de amor San Agustín un sábado santo: “Feliz la culpa que nos
mereció tal y tan gran redentor”2.

1
Sánchez, V. (1965). Nueva Liturgia de la Semana Santa.
2
Castillo, B. (1955). Misal Romano Latino-Español.

49
¿Acaso ha existido hombre que leyendo el evangelio con sinceridad de corazón
se haya podido resistir a la vida de Jesús Nazareno? ¿Quién no se ha valido de alguna
de sus profundísimas enseñanzas para mejorar en su vida o para ponerlo de ejemplo?
¿Acaso existe otra persona de la cual se haya escrito más, escudriñado más su vida,
movido e influenciado al mundo por miles de años? ¿Quién leyendo y meditando la
Pasión de Cristo no ha encontrado consuelo en sus penas, angustias enfermedades y
dolores? Incalculable es el beneficio que Jesucristo le ha traído al mundo.

Jamás debemos olvidar que Jesucristo está sentado a la diestra del Eterno Padre
reinando con Él y en unión del Espíritu Santo, pero sus sentimientos no han cambiado,
su disposición sigue siendo la misma, pues es Dios inmutable, el sigue amando a los
hombres, sigue asistiendo a su Santa Iglesia, en especial desde el Santísimo
Sacramento, hoy más que nunca la gente tiene sed de verdad, sed de amor, sed de paz,
sed de alimentar su vida espiritual, pues Jesucristo es la respuesta a todo ya que como
el mismo afirmó: “Soy Yo el Camino y la Verdad y la Vida, nadie va al Padre si no es a
través de Mí” (Jn., 14,6).

Terminamos este trabajo con una terrible sentencia para aquel que después de
estudiar la Cristología, leyendo la vida de Cristo, se atreva y tenga la osadía de no
amarlo, como lo ordenó el Eterno Padre; el Espíritu Santo por boca de San Pablo lanza
la siguiente sentencia: “Si alguno no ama al Señor (Jesucristo1), sea anatema” (1 Cor.,
16,22).

1
Este paréntesis fue agregado por el autor de este trabajo para contextualizar las palabras de San Pablo.

50
Bibliografía

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