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Tema 10
Tema 10
Es todo documento presentado ante la Administración tributaria donde se reconoce o manifiesta la realización
de cualquier hecho relevante para la aplicación de los tributos (art. 119.1 LGT, primer párrafo).
- Es un acto debido.
- Tiene carácter espontáneo (no necesita un requerimiento o acto administrativo previo habilitante).
- Su función es iniciar el procedimiento de gestión.
La autoliquidación
La autoliquidación constituye una conjunción de obligaciones formales y materiales que recaen sobre el
contribuyente y constituye el eje principal de la gestión tributaria en el sistema fiscal español desde 1977.
El art. 120.1 LGT define las autoliquidaciones como declaraciones en las que los obligados tributarios, además de
comunicar a la Administración los datos necesarios para la liquidación del tributo y otros de contenido
informativo, realizan por sí mismos las operaciones de calificación y cuantificación necesarias para determinar e
ingresar el importe de la deuda tributaria o, en su caso, determinar la cantidad que resulte a devolver o a
compensar.
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Las características de la autoliquidación son:
a. Se trata de un acto de parte, aunque implica calificar el hecho imponible, cuantificarlo y determinar la
deuda tributaria y, en su caso, ingresarla, como si de un acto de liquidación se tratara.
b. A diferencia de la declaración, contiene la cuantificación y el ingreso de la deuda.
c. Puede ser objeto de verificación y comprobación por la Administración, como señala el art. 120.2 LGT,
pero lo habitual es que no haya posterior actuación. Puede modificarse de oficio por la Administración a
través de los procedimientos de comprobación e investigación. También puede hacerlo el obligado
tributario, peor para ello debe instar una rectificación de la autoliquidación, que de prosperar dará lugar a
la devolución de ingresos indebidos.
d. Pueden presentarse autoliquidaciones complementarias de una autoliquidación anterior.
Comunicación de datos
Es la declaración presentada por el obligado tributario ante la Administración para que ésta determine la cantidad
que, en su caso, resulte a devolver (art. 121 LGT).
Se iniciación se produce mediante la presentación de una declaración por el obligado tributario en la que
manifiesta la realización del hecho imponible y comunica los datos necesarios para que la Administración
cuantifique la obligación tributaria mediante la práctica de una liquidación provisional (art. 128 LGT).
En cuanto a su tramitación:
- Tiene una duración máxima de 6 meses, contados desde el día siguiente a la finalización del plazo para
presentar la declaración hasta la notificación de la liquidación practicada por la Administración.
- En la tramitación, se realizan por la Administración actuaciones de calificación, valoración y cuantificación
de la deuda tributaria. Para ello, puede servirse de los datos suministrados por el obligado tributario en la
liquidación y de aquellos otros que la Administración tenga en su poder. Puede incluso requerir al sujeto
pasivo para que presente datos adicionales y comprobar los valores declarados por aquél.
La terminación se produce por liquidación provisional y por caducidad si transcurre el plazo sin que se haya
notificado liquidación (en este caso, la Administración puede iniciar un nuevo procedimiento si no ha prescrito
su derecho a liquidar).
PROCEDIMIENTO DE AUTOLIQUIDACIÓN
Aunque es el procedimiento “común” o “general”, no aparece reconocido en el art. 123 LGT, que enumera los
procedimientos de gestión tributaria.
La LGT se ocupa de la autoliquidación con ocasión de la regulación de procedimientos que derivan en una
liquidación (verificación de datos, comprobación limitada, devolución consecuencia de la normativa de cada
tributo).
- Un ingreso.
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d. Por caducidad, una vez transcurrido el plazo de seis meses.
e. Por el inicio de un procedimiento de comprobación limitada o de inspección que incluya el objeto del
procedimiento de verificación de datos.
a. El examen de los datos consignados por el obligado tributario en sus declaraciones y de los justificantes
presentados o que se requieran al efecto.
b. El examen de los datos y antecedentes en poder de la Administración tributaria que pongan de manifiesto
la realización del hecho imponible o del presupuesto de una obligación tributaria, o la existencia de
elementos determinantes de la misma no declarados o distintos de los declarados.
c. El examen de los registros y demás documentos exigidos por la normativa tributaria y de cualquier otro
libro, registro o documento de carácter oficial con excepción de la contabilidad mercantil, así como de las
facturas o documentos que sirvan de justificante de las operaciones incluidas en dichos libros, registros o
documentos.
d. Requerimientos a terceros para que aporten la información que se encuentren obligados a suministrar
con carácter general o para que la ratifiquen mediante la presentación de los correspondientes
justificantes.
a. En relación con la imposibilidad de revisar la contabilidad, indica que si, en el curso del procedimiento, el
obligado tributario aporta, sin mediar requerimiento previo, la documentación contable que entienda
pertinente al objeto de acreditar la contabilización de determinadas operaciones, la Administración puede
examinar dicha documentación a los solos efectos de constatar la coincidencia entre lo que figure en la
documentación contable y la información de la que disponga la Administración.
b. Respecto de los requerimientos, nunca se podrá requerir a terceros información sobre movimientos
financieros, pero puede solicitarse al obligado tributario la justificación documental de operaciones
financieras que tengan incidencia en la base o en la cuota de una obligación tributaria.
c. Tratándose del lugar, en general las actuaciones de comprobación limitada no pueden realizarse fuera de
las oficinas de la Administración tributaria.
El inicio (art. 137 LGT) se produce de oficio por acuerdo del órgano competente. El inicio debe notificarse a los
obligados tributarios mediante comunicación que debe expresar la naturaleza y el alcance de las actuaciones e
informar sobre los derechos y obligaciones del interesado en el curso de las actuaciones. Si los datos en poder de
la Administración lo permiten, el procedimiento puede iniciarse mediante la notificación de la propuesta de
liquidación.
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b. Por caducidad, una vez transcurrido el plazo máximo previsto para la duración del procedimiento (con
carácter general, 6 meses) sin que se haya notificado resolución expresa. La caducidad no impide a la
Administración iniciar un nuevo procedimiento si no ha transcurrido el plazo de prescripción (4 años).
c. Por el inicio de un procedimiento inspector que incluya el objeto de la comprobación limitada.
La resolución que pone fin al procedimiento de comprobación limitada debe incluir el siguiente contenido:
Los efectos de la regulación practicada son los siguientes (art. 140 LGT):
Desde la STS de 2 de julio de 2018 (recurso 696/2017) es doctrina legal que son nulas las comprobaciones
realizadas por la Administración utilizando el procedimiento de verificación de datos, cuando debió serlo en uno
de comprobación limitada, constituyen un supuesto de nulidad de pleno derecho.
El inicio se produce de oficio, mediante una comunicación de la Administración o, cuando cuente con datos
suficientes, mediante la notificación conjunta de las propuestas de valoración y de liquidación que procedan.
Su desarrollo:
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4.- PROCEDIMIENTO PARA LA RECTIFICACIÓN DE AUTOLIQUIDACIONES
Se inicia por solicitud del interesado.
Dentro del plazo de prescripción (4 años) y siempre que no haya habido una liquidación definitiva o se esté
tramitando un procedimiento de comprobación o investigación que incluya la obligación cuya autoliquidación se
pretende corregir, el obligado puede solicitar su rectificación si considera que perjudica sus intereses legítimos.
En cuanto a su desarrollo:
El procedimiento termina:
En su desarrollo:
a. La Administración puede realizar las actuaciones de comprobación del cumplimiento por el solicitante de
los requisitos a los que se somete la concesión del beneficio.
b. Si la propuesta de resolución es denegatoria, se notifica al solicitante para que, en el plazo de 10 días,
formule alegaciones.
El procedimiento termina por resolución en la que se reconozca o se deniegue la aplicación del beneficio fiscal.
Su notificación debe producirse en el plazo máximo de 6 meses desde el inicio. El transcurso del plazo sin
resolución supone la desestimación de la solicitud (silencio administrativo negativo).