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Terrorismo

El terrorismo abarca toda una serie de complejas amenazas. Nuestra labor se


centra en la detección de terroristas y la prevención de sus actividades.
n incidentes terroristas.
El terrorismo abarca toda una serie de complejas amenazas: el terrorismo
organizado en zonas de conflicto, los combatientes terroristas extranjeros, los
“lobos solitarios” radicalizados y los atentados con materiales químicos, biológicos,
radiactivos, nucleares y explosivos.
Redes terroristas
Los grupos terroristas incitan a personas de todo el mundo, a menudo jóvenes, a
dejar sus comunidades y viajar a zonas de conflicto, principalmente situadas en
Irak y Siria, y cada vez más en Libia. La manera de captar nuevos adeptos y
radicalizarlos ha cambiado, prestándose mayor atención a los medios sociales y a
otros canales digitales.

Los datos biométricos son cada vez más importantes para identificar a los
combatientes terroristas extranjeros y evitar que crucen fronteras. A este respecto,
también fomentamos el intercambio entre el ejército y la policía de datos
procedentes de los campos de batalla.
A través de INTERPOL, los organismos policiales de todo el mundo pueden
intercambiar información policial y avisos sobre redes terroristas transnacionales,
a fin de comprender mejor sus métodos, móviles y medios de financiación, y, en
última instancia, descubrir y detener a los sospechosos.
QBRNE
Los atentados terroristas con materiales QBRNE (químicos, biológicos,
radiactivos, nucleares y explosivos) podrían tener consecuencias catastróficas en
la población y las infraestructuras.

INTERPOL ayuda a sus países miembros a prevenir este tipo de atentados,


prepararse ante su posible comisión y darles respuesta. Esto supone instaurar
mecanismos de prevención y respuesta coordinados conjuntamente por los
organismos implicados, entre ellos la policía, los servicios de aduanas y control
fronterizo, los profesionales de la salud pública, el ejército, los servicios de
inteligencia y los encargados de la gestión del medio ambiente.
Para ello, la Organización recurre a tres medios distintos: intercambio de
información y análisis de inteligencia, desarrollo de capacidades y formación, y
apoyo operativo.
Estas actividades contribuyen a la aplicación de la resolución 1540(2004) del
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en la que se reconoce que los
controles fronterizos y la labor de las fuerzas del orden son fundamentales para
combatir la proliferación de armas químicas, biológicas y nucleares, así como su
uso indebido por parte de agentes no estatales.
Terrorismo

Ataque al complejo de edificios del World Trade Center, Nueva York, Estados
Unidos, el 11 de septiembre de 2001.

El terrorismo
Es el uso sistemático del terror, utilizado por una amplia gama de organizaciones,
grupos o individuos en la promoción de sus objetivos, tanto por partidos políticos
de todas las ideologías, así como también por corporaciones, racistas,
colonialistas, independentistas, revolucionarios, y gobiernos en el poder.1

El terrorismo, como táctica, es una forma de violencia que se distingue del


terrorismo de Estado por el hecho de que en este último caso sus autores
pertenecen a entidades gubernamentales. Se distingue también de los actos de
guerra y de los crímenes de guerra en que se produce en ausencia de guerra.2 La
presencia de actores no estatales en conflictos armados ha creado controversia
con respecto a la aplicación de las leyes de guerra.

La palabra «terrorismo» tiene fuertes connotaciones políticas y posee elevada


carga emocional y esto dificulta consensuar una definición precisa.3

Es común el uso de la palabra por parte de gobiernos para acusar a sus


opositores.45 También es común que las organizaciones e individuos que lo
practican rechacen el término por injusto o impreciso.6 Tanto los unos como los
otros suelen mezclar el concepto con la legitimidad o ilegitimidad de los motivos
propios o de su antagonista. A nivel académico, se opta por atender
exclusivamente a la naturaleza de los incidentes sin especular sobre los motivos ni
juzgar a los autores.

Algunos medios de comunicación como la británica BBC, que desean enfatizar su


imparcialidad, sugieren en sus guías de estilo evitar el término terrorista y
terrorismo.78
El terrorismo se refiere al uso sistemático de la violencia, el terror y la intimidación
con el objetivo de lograr objetivos políticos, religiosos o ideológicos. Los actos de
terrorismo suelen ser llevados a cabo por organizaciones o grupos extremistas
que buscan generar miedo y pánico en la población civil, y provocar una respuesta
por parte del gobierno o la sociedad en general.
Las motivaciones detrás del terrorismo pueden variar ampliamente. Algunos
grupos terroristas buscan promover una agenda política específica, como la
independencia de una región o la destitución de un gobierno. Otros pueden estar
motivados por creencias religiosas extremistas o por ideologías radicales.

Los métodos utilizados por los terroristas también pueden variar, desde ataques
con bombas, secuestros y asesinatos hasta ciberataques y ataques químicos. Los
blancos de los actos terroristas pueden ser civiles inocentes, edificios
gubernamentales, infraestructuras clave o símbolos importantes.

El terrorismo es considerado un delito grave y una violación de los derechos


humanos fundamentales. La comunidad internacional ha condenado de manera
unánime los actos de terrorismo y ha implementado medidas para prevenir,
combatir y desmantelar las organizaciones terroristas. Estas medidas incluyen la
cooperación entre países, la inteligencia y el intercambio de información, así como
esfuerzos para abordar las causas subyacentes del terrorismo, como la pobreza,
la exclusión social y la radicalización.

Es importante destacar que el terrorismo no debe confundirse con la lucha legítima


por la libertad, la autodeterminación o los derechos humanos. Aunque algunas
organizaciones pueden usar la violencia para perseguir estas causas, la
comunidad internacional diferencia claramente entre el uso legítimo de la fuerza
para proteger los derechos y la violencia indiscriminada y el terrorismo dirigido a la
población civil.
Ejemplos
Existen numerosos ejemplos de actos terroristas a lo largo de la historia. A
continuación, mencionaré algunos casos conocidos:

1. Ataques del 11 de septiembre de 2001: El grupo extremista Al-Qaeda llevó a


cabo una serie de ataques coordinados en Estados Unidos, donde secuestraron
aviones comerciales y los estrellaron contra las Torres Gemelas del World Trade
Center en Nueva York y el Pentágono en Washington D.C. Estos ataques
causaron la muerte de miles de personas.
2. Atentados en Madrid, España, 2004: Un grupo islamista radical llevó a cabo una
serie de explosiones en trenes de cercanías en Madrid, provocando la muerte de
191 personas e hiriendo a más de 2,000.

3. Ataque a la maratón de Boston, Estados Unidos, 2013: Dos hermanos de origen


checheno colocaron bombas caseras cerca de la línea de meta de la maratón,
matando a tres personas e hiriendo a más de 260.

4. Atentados en París, Francia, 2015: El grupo extremista Estado Islámico (ISIS)


llevó a cabo una serie de ataques coordinados en París, que incluyeron tiroteos en
restaurantes, una sala de conciertos y un estadio de fútbol. Los ataques causaron
la muerte de 130 personas y dejaron a cientos heridos.

5. Atentado en la maratón de Boston, Estados Unidos, 2013: Dos hermanos de


origen checheno colocaron bombas caseras cerca de la línea de meta de la
maratón, matando a tres personas e hiriendo a más de 260.

Estos son solo algunos ejemplos y, lamentablemente, hay muchos otros casos de
actos terroristas en diferentes partes del mundo. Es importante recordar que el
terrorismo no está limitado a una región o ideología en particular y que puede ser
perpetrado por diferentes grupos con diferentes motivaciones.
22 julio de 2011, el día que el horror se desató en una isla de Noruega
El doble atentado perpetrado hace diez años en Oslo y en isla de Utoya adoptó
dimensiones de tragedia nacional con 76 personas asesinadas a manos de
Anders Behring Breivik, un extremista de derecha
Hace diez años, Noruega se hundía en el horror por este doble atentado. Una
enorme bomba artesanal estallaría en pleno corazón de Oslo, después de los
primeros disparos de una interminable cacería humana de 72 minutos que tendría
lugar en la isla de Utoya.

Ese lluvioso viernes por la tarde del 22 de julio de 2011, el país nórdico disfrutaba
de un verano tranquilo cuando la tragedia se presentó con el rostro de Anders
Behring Breivik, un extremista de derecha disfrazado de policía.

A las 15.25 horas, una camioneta alquilada cargada con 950 kilos de explosivos
fabricados a base de fertilizantes explotó al pie de la sede del primer ministro, el
laborista Jens Stoltenberg, actualmente secretario general de la OTAN. El
atentado dejó ocho muertos y decenas de heridos. Por suerte, su autor Breivik, de
32 años, se retrasó por un atasco y muchos empleados ya se habían ido de sus
oficinas.

Stoltenberg, por su parte, se encontraba en su residencia oficial, a unos dos


kilómetros de su oficina. Sentado en el vehículo que estacionó lejos para huir,
Breivik escucha en la radio que, al contrario de lo que esperaba, la torre
gubernamental de 17 pisos no se derrumbó. Es por ello que decide entonces
activar la segunda fase de su plan.
La matanza en Utoya

A las 17.17 horas, vestido con su falso uniforme, desembarca en la isla de Utoya,
a unos 40 kilómetros al noroeste de Oslo, donde anualmente cientos de jóvenes
laboristas se reúnen para su clásico campamento de verano. Nada más bajarse
del ferry “MS Thorbjørn” que sirve de transporte en el lago, Breivik mató a la
“matriarca” del campamento, Monica Bosei, y a un policía fuera de servicio
encargado de la seguridad del encuentro.

Armado con un fusil Ruger y un revólver Glock semiautomáticos, recorre la isla y


persigue a los jóvenes desamparados, de los que intenta ganarse la confianza
presentándose como un policía que viene a protegerlos. En la cafetería, ubicada
en lo más alto de una pendiente, 13 personas caen bajo sus balas. Otros diez
mueren sujetándose las manos en el “sendero del amor” que bordea la orilla, y 14
más cerca de la bomba de agua.
72 largos minutos

Atrapados en una isla de 0,12 km2, muchos jóvenes deciden lanzarse a las frías
aguas del lago para salvar sus vidas. Alertados por los disparos, los ocupantes de
un camping vecino se apuran con sus barcos para socorrerlos y sufren también los
disparos.

“Van a morir, marxistas”, grita el asesino, que había consumido una mezcla
energética de efedrina, cafeína y aspirina. En dos ocasiones llama a la policía para
ofrecer rendirse. “He terminado mi operación y quiero rendirme”, dice.
Pero, tras cada comunicación, la masacre continúa. Dispara contra todos los que
cruza y remata a los heridos: 56 de sus 69 víctimas son halladas con una bala en
la cabeza. Finalmente, un equipo de intervención especial de la policía logra
desembarcar en la isla gracias a la ayuda de navegantes aficionados y, a las
18.34 horas Breivik es detenido sin oponer resistencia.
Manifiesto
Anders Behring Breivik es un terrorista noruego que perpetró un ataque en
Noruega el 22 de julio de 2011. Su acción comenzó con la detonación de una
bomba en el complejo gubernamental de Oslo, causando la muerte de ocho
personas y causando graves daños materiales. Luego, Breivik se dirigió a la isla
de Utøya, donde se encontraba celebrando un campamento de verano la Liga de
la Juventud Laborista noruega, y llevó a cabo un tiroteo masivo. Allí, asesinó a 69
personas, en su mayoría jóvenes, y dejó a muchas otras heridas.

Breivik, antes de llevar a cabo sus ataques, elaboró un manifiesto de 1,500


páginas titulado "2083: Una Declaración Europea de Independencia". En este
manifiesto, expresó sus motivaciones, ideologías y visiones políticas. El
documento estaba lleno de ideología ultranacionalista, antiislámica y
antiinmigrante, y expresaba su rechazo a lo que consideraba como la
"islamización" de Europa y la influencia del multiculturalismo en la sociedad
occidental.

Breivik argumentaba que estaba llevando a cabo una "guerra cultural" para
proteger la identidad europea y preservar su visión de una Europa libre de
influencias extranjeras. Justificó sus acciones como un medio para llamar la
atención sobre su causa y despertar a otros "patriotas" para que se unieran a su
lucha.

El manifiesto también detallaba los métodos y tácticas que planeaba utilizar para
llevar a cabo sus ataques, así como su visión a largo plazo de una Europa dividida
y en conflicto.

Este trágico ataque de Breivik causó una gran conmoción en Noruega y en todo el
mundo, y se considera uno de los peores actos de terrorismo en la historia
reciente de Europa.

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