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b503 Cap Nom 002 Punto 11
b503 Cap Nom 002 Punto 11
Capacitación
11.1 Los trabajadores deberán ser capacitados para prevenir incendios en el centro de trabajo, de acuerdo con los riesgos de
incendio que se pueden presentar en sus áreas o puestos de trabajo, en los aspectos básicos de riesgos de incendio y conceptos
del fuego.
Clases de Fuego:
Fuego clase A: Es aquel que se presenta en material combustible sólido, generalmente de naturaleza orgánica, y que su combustión
se realiza normalmente con formación de brasas;
Fuego clase B: Es aquel que se presenta en líquidos combustibles e inflamables y gases inflamables;
Fuego clase C: Es aquel que involucra aparatos, equipos e instalaciones eléctricas energizadas;
Fuego clase D: Es aquel en el que intervienen metales combustibles, tales como el magnesio, titanio, circonio, sodio, litio y potasio, y
Fuego clase K: Es aquel que se presenta básicamente en instalaciones de cocina, que involucra sustancias combustibles, tales como
aceites y grasas vegetales o animales. Los fuegos clase K ocurren en los depósitos de grasa semipolimerizada, y su comportamiento
es distinto a otros combustibles.
Las bocas de incendios equipadas son el conjunto de elementos necesarios para transportar agua desde un punto de la red de
abastecimiento hasta el lugar del fuego. Seguidamente se muestran los pasos a seguir para el uso de una BIE de 25 mm (semirígida).
* Si no puede verse el fuego, se arrojará también el * En el caso de que el humo sea muy intenso, la
chorro hacia el techo y a la pared, con un posición de agachado es la menos penosa y se
movimiento giratorio para alcanzar la mayor respira mejor aproximando la cara al chorro de
superficie posible y provocar un mayor enfriamiento agua.
del recinto.
* En el caso de una BIE de 45mm, no hay apertura automática del paso de agua al girar la devanadera.
11. Capacitación
11.2 Los trabajadores deberán recibir entrenamiento teórico-práctico, según aplique, para:
Para los tanques de Gas Estacionarios y Cilindros se deben cumplir un numero de requisitos para evitar el riesgo de incendio, como
el estado del contenedor, el estado de la tuberia, la capacidad de llenado, etc, CATEHE cuenta con un chek list de verificacion de sus
elementos tanto para tanques estacionarios como cilindros.
11.3 Los brigadistas de los centros de trabajo clasificados con riesgo de incendio alto, deberán ser capacitados, además de lo establecido en los numerales
11.1 y 11.2, en la aplicación de las instrucciones para atender emergencias de incendio, en apego al plan de atención a emergencias de incendio, con los temas
siguientes:
a) El contenido del plan de atención a emergencias de incendio, establecido en el Capítulo 8 de esta Norma;
b) Las estrategias, tácticas y técnicas para la extinción de fuegos incipientes o, en su caso, incendios, de acuerdo con las emergencias potenciales del centro de
trabajo y el plan de atención a emergencias de incendio;
1) Las propiedades y características de dichos materiales, mismas que pueden ser consultadas en sus respectivas hojas de datos de seguridad;
Los casos de emergencia se presentan de forma intempestiva, por lo que requieren una capacidad de reacción inmediata para
prestar con éxito los primeros auxilios. Cuando una persona se hiere o cae enferma repentinamente hay un período de tiempo
crítico hasta que logra recibir asistencia médica de extrema importancia para la víctima. Lo que durante tal intervalo se haga o se
deje de hacer puede significar, nada más y nada menos, que la vida o la muerte de la persona accidentada. Los primeros auxilios
suponen, en definitiva, el conjunto de ayudas que pueden proporcionarse a una víctima hasta que sea posible la intervención de un
médico. Por tanto, es un deber para toda persona, conocer y saber ejecutar las sencillas maniobras que deben ponerse en práctica,
pronta e inteligentemente, en caso de accidente o de enfermedad súbita. En presencia de cualquier accidente o situación grave,
antes de actuar se deberá reflexionar, conservando la tranquilidad. A continuación se describen las medidas que deberán adoptarse
ante las diferentes situaciones críticas en donde cualquier persona se pueda ver obligada a prestar los primeros auxilios, mientras
llega el médico o el enfermo ingresa en un hospital. En cualquiera de estas situaciones han de tenerse en cuenta las siguientes
normas generales:
MANTENER LA CALMA
No hay que dejarse invadir por el pánico que suele estar presente en estas situaciones: controlar con sangre fría el temor que
pudiera sentirse. Unas cuantas inspiraciones profundas ayudarán a recuperar la calma.
TRANQUILIZAR A LA VÍCTIMA
La persona accidentada debe ser tranquilizada. Para lograrlo puede ser suficiente apoyar una mano en su hombro o estrecharle una
mano con mucha suavidad (si las lesiones que presenta el accidentado lo permiten). También es conveniente conseguir que se
sienta lo más cómodo posible.
NO MOVER A LA VÍCTIMA
No debe moverse a una persona que ha resultado herida, que, aparentemente, haya perdido el conocimiento o que se queje de
dolor en el cuello. Puede haber sufrido una lesión, como una fractura del cuello, que se agravaría con el movimiento.
EXAMINAR AL HERIDO
El socorrista que este atendiendo al accidentado debe realizar una exploración primaria del mismo, que consiste en identificar,
mediante un reconocimiento de sus signos vitales, aquellas situaciones que supongan una amenaza inmediata para la vida del
accidentado. Los signos vitales que hemos de reconocer son: la conciencia, la respiración y el pulso.
CONCIENCIA
El nivel de conciencia lo diferenciaremos en una serie de grados:
Para determinar la respiración del accidentado, se deben utilizar los sentidos de la vista, oído y tacto. La persona
que se encarga de asistirlo tiene que acercar su mejilla cerca de la boca y nariz del accidentado. Al mismo tiempo,
mirará el tórax. De esta manera podrá observar los movimientos torácicos y abdominales, escuchar la salida de
aire y sentir en su mejilla el calor del aire espirado.
Si respira, no será necesario continuar explorando los signos vitales, ya que su corazón funcionará seguro. Si no
respira, observaremos ausencia de movimientos torácicos y no notaremos en nuestra mejilla el calor del aire
espirado.
PULSO
Mediante la exploración del pulso tendremos información sobre el funcionamiento cardíaco del accidentado. En los
adultos, siempre se explora en una de las arterias carótidas. Las arterias carótidas se encuentran a banda y banda
de la nuez del cuello. Para localizarlas, y con ello la posible existencia de pulso, se han de utilizar los dedos índice
y corazón de la mano, tal y como se indica en la siguiente figura.
Si no se encuentra pulso significará que el accidentado ha entrado en parada cardiaca, por lo tanto se tendrá que
iniciar inmediatamente la reanimación cardiopulmonar con el masaje cardíaco.
Cuando una persona sufre un accidente, suele generarse una perdida de calor corporal como consecuencia de los propios mecanismos de
autodefensa del cuerpo humano. El socorrista debe mantener la temperatura corporal del accidentado, colocándole a ser posible una manta.
El traslado del accidentado lo debe realizar el servicio de urgencias, se debe evitar trasladar en coche u otro tipo de vehículo a un accidentado.
Esperar a la llegada de la ambulancia o medio de transporte especializado.
11. Capacitación
11.4 El responsable de la brigada y quien sea designado para suplirle en sus ausencias, deberán recibir además capacitación en la
toma de decisiones y acciones por adoptar, dependiendo de la magnitud y clase de fuego.