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Batalla de El Santuario

La batalla de El Santuario fue un enfrentamiento militar librado el 17 de


octubre de 1829 durante la disolución de la Gran Colombia, entre los rebeldes del
general José María Córdova y las fuerzas leales al gobierno bolivariano, lideradas por el
general irlandés Daniel Florencio O'Leary.
En 1828 se alzan José María Obando y José Hilario López5 en Patía y Pasto contra el
gobierno de Simón Bolívar pero son sometidos por el general José María Córdova.6 El general
mostró su descontento con el gobierno, pero cuando Bolívar le ofreció el cargo de ministro de
Marina lo aceptó. Estando en Pasto pidió permiso para visitar a su familia, lo que se concedió.
Al llegar a Rionegro empezó a hacer reuniones para preparar un levantamiento, ganando el
apoyo del gobernador antioqueño, Manuel Antonio Jaramillo, y del comandante militar
provincial, su hermano Salvador Córdova.7 Un año después, el 12 de septiembre de 1829,
Córdova se rebelaba en Antioquia contra el gobierno bolivariano y acusándolo de violar
la Constitución de Cúcuta6 y usas los principios liberales para justificar su propio poder
personalista dejando claro unos pocos días después su pensamiento en una memorable carta
dirigida a Simón Bolívar8. Luego escribió cartas a José Antonio Páez tratando de convencerlo
de unírsele.9
El 26 de septiembre llegaron las noticias de la insurrección a Bogotá, se envió al
brigadier Daniel Florencio O'Leary a sofocar el movimiento. Por su parte, a fines de mes los
rebeldes ocupaban Medellín y seguían con rumbo a la capital. Llegaron a El Santuario, donde
se encontraron con O'Leary, quien les ofreció un indulto pero Córdova estaba decidido a
vencer o morir y le rechazó. El 17 de octubre el irlandés intentó atacar las posiciones rebeldes
pero tras dos horas de combate no conseguía nada, así que ordenó una falsa retirada y
Córdova envió a su reserva en su persecución. Entonces, los gubernamentales dieron media
vuelta y lanzaron una carga general que tomó por sorpresa a las desordenadas filas
enemigas, que acabaron destrozadas.7
Córdova fue herido y se refugió en una casa cercana, donde resistió con sus últimos fieles
hasta que la defensa fue fulminada y el comandante irlandés Ruperto Hand lo mató de dos
sablazos.7 La provincia fue fácilmente pacificada y tanto Salvador Córdova como Jaramillo
fueron indultados.4

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