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XIIl.

EL ESTADO

1. El estado en la teoria económica

PocOs NEGARAN probablemente que el estado juega un papel

vital
al en el proceso económi Hay muchos aún, sin embargo,
aue argumentarian que el estado puede y debe quedar fuera
la teorización económica.
de
Desde cierto punto de vista, esto no es difícil de entender.
Eo tanto se considere la economía como una ciencia de las
relaciones entre el hombre y la naturaleza, al modo de la es-
cuela moderna, sólo es preciso tomar en cuenta al estado en
el terreno de la aplicación y no como parte del asunto de la
ciencia. No existe el estado en la isla de Robinson Crusoe,
y, sin embargo, la economía política es tan pertinente para
Robinson como para la América del siglo xx. Desde este punto
de vista el estado no puede ser lógicamente un tema de la
economía política teórica; debe considerársele como uno de los
factores que modelan y limitan la aplicación de los principios
ecpnómicos a cualquier conjunto dado de condiciones reales.*
la
Todo esto cambia
cuando se adopta la opinion de que
economia política es la ciencia de las relaciones sociales de pro-
ducción bajo condiciones históricamente determinadas, El no
incluir all estado en la materia de la economía política se con-
Vierte entonces en una omisión arbitraria e injustificable. En
vista de esto, y después de lo que se ha dicho en anteriores

capítulos sobre el criterio fundamental de Marx ante la eco-


nomía política, no parece hacer falta ninguna nueva explicación
sobre el estado en
para justificar la inclusión de un capítulo
nuestro estudio de la economía política marxista. Una adver
tencia es necesaria, sin embargo, antes de seguir adelante.
Como en el caso de las crisis, Marx no elaboró nunca una
teoría del estado sistemática y formalmente completa. Es claro
en un
que trató de hacerlo. Abre el prefacio a la
principio
Critica de la economia politica con las siguientes palabras:
Considero el sistema de la economía burguesa en el orden siguien-
te: capital, propiedad agraria, trabajo asalariado; estado, comercio

*Véase supra, Introducción, pp. 13-18.


265
EL IMPERIALISMO
266
exterior, mercado mundial. . . La primera parte del libro primero,
consta de los capítulos siguientes: 1. Mercan
que trata del
cía; 2.
capital,
Dinero, o circulación simple; 3. Capital en general. Los
primeros dos capítulos forman el contenido de esta obra... La ela-
boración sistemática del plan esbozado arriba dependerá de las cir
cunstancias.
El plan sufrió modificaciones importantes en el curso del
los tres volúmenes de
tiempo, como lo muestra el examen de
en último tér-
El Capital, pero el estado parmaneció siempre
sistemática" que Marx
mino y no recibió nunca la "elaboración
evidentemente había querido concederle. Se sigue que no hay
buen resumen deEn vez de
sus opiniones.
en un
que pensar
eso intentaré presentar un tratamiento
teórico sumario del es
observaciones
sea consecuente con las
numerosas
tado que
dispersas de Marx sobre el asunto y que, al mismo tiempo,
necesario al cuerpo principal de princi
provea el suplemento sistema capi-
teóricos que se refieren al desarrollo del
pios
talista.*
estado
2. La función principal del
los teóricos liberales modernos a con-
tendencia en
Hay una
en interés
siderar el estado como una institución establecida
de mediacióón y con-
de la sociedad en su conjunto para fines
ciliación de los antagonismos a que inevitablemente da origen

la existencia social./Esésta una teoría que elude las añagazas


sirve para integrar en forna
de la metafísica política y que
grupo considerable
de hechos
tolerablemente satisfactoria un
un defecto básico cuya
observados. Contiene, sin embargo,
una teoría esencialmente marxista en su
aceptación conduce a
crítica de lo que puede llamarse
orientación./Por lo tanto, una mediación entre las
como órgano de
la concepción del estado
teoria marxista.
torma de presentar la
clases, es quizá la mejor común-
La teoría de la mediación entre
las clases supone,
sobre el estado podemos men-
*Entre los escritos marxistas más importantes
de la familia, de la propiedad privada
Cionar los siguientes: Engels, El origen El Estado y la revolución; KOS
particularmente cap. IX; Lenin,
y del Estado, oder Revolution?"
Gesammelte Werke, vol IIl.ExIs
Luxemburgo, "Sozialreform rerolución), Threc
esta última obra (Reforma
o
inglesa de
una traducción pero desgraciadamente
n o es muy satistactOrt
Arrows Press, Nueva York, 1937,marxista del Estado (1931), se encontrara u
E n S . H. M. Chang, La teoria
adecuado de una gran cantidad
de literatura marxist
e , razonablemente
sobre el estado.
EL ESTADO
267

mente en forma implícita, que la estructura de clase subya-


cente, o lo que viene a ser lo mismo, el sistema de relaciones
de propiedad, es un dato inmutable, semejante a este respec
to-atorden de la naturaleza misma. Pasa luego a preguntarse
qué arreglo pueden hacer las diversas clases para entenderse
unas con otras, y descubre que la
respuesta logica y necesaria
es una institución que concilie sus intereses opuestos Se con-
ceden a esta institución poderes para mantener el orden y
arreglar disputas. Al estado del mundo real se le identifica
como un duplicado de esta construcción teórica.
No es dificil advertir la debilidad de esta teoría. Reside
en la suposición de una estructura clasista e inmutable dela
soCiedad y que, por así decirl0, se sostiene a si misma. El más
ligero estudio de la historia muestra la superficialidad de esta
suposición.* La realidad es que muchas formas de las rela
ciones de propiedad, con sus concomitantes estructuras de clase,
han aparecido y desaparecido en el pasado, y no hay razon
para suponer que esto no seguirá ocurriendo en el futuro. La/
estructura de la sociedad no forma parte del orden natural|
de las cosas; es el producto del desarrollo social pasado, y
cambiará en el curso del desarrollo social futuro.
Aceptado esto, resulta claro que la teoría liberal yerra en la
forma en que inicialmente plantea el problema. No podemos
preguntar: dada cierta estructura de clase, cómo conseguirán
entenderse entre ellas las distintas clases, a pesar de sus inte
reses divergentes y a menudo antagónicos? Debemos pregun-
tar: cómo nació una estructura de clase particular y por qué
medios está asegurada su existencia permanente? Tan pronto
Se intenta responder a esta pregunta, que el estado
se advierte

la sociedad una función anterior y más funda-


desempeña en
los liberales de hoy le atri-
mental que cualquiera de las que
buyen. Examinemos esto más de cerca.
Un conjunto dado de relaciones de propiedad sirve para
De
definir ydemarcar la estructura de clase de la sociedad.
TOdo conjunto de relaciones de propiedad, una o más clases

lo que
Muchos teóricos lo reconocen hasta cierto punto, pero creen que
de las sociedades pasadas no lo es de la sociedad moderna. En
verdad final de
ras se considera al capitalismo como el producto acabado
palabras,social.
4 evolución Véase el examen de este punto supra, capitulo 1.
EL IMPERIALISMO
268
(los otras clases
obtienen ventajas materiales,
(los poseedores) sutren desventajas materiales.
poseídos y los no poseedores) de emplear la fuerza
Una institución especial capaz
y deseosa
mantenimiento
sea preciso es esencial para el
en el grado que
de relaciones de propiedad. |La investigación
de tal conjunto característic s en el más alto
estado posee. estas
muestra que el está puede serle
otra institución le
o

grado y que ninguna a


respecto. Esto se expresa
este
co-
con él a.
permitido competir ejerce
múnmente diciendo que
el estado, y sólo el estado,
están sujetos a su jurisdicción.
soberanía sobre todos los que el
identificar al estado como
No es dificil, por consiguiente,
de un conjunto dado de
relaciones de propiedad.
Vgarantizador
ahora de vienedónde el estado, la respuesta
Si preguntamos larga y ardua lucha en
la
producto de una
es que el estado es Clave en el proceso
de

que la Clase que ocupa las poSiCIones


Consigue_prevalecer
sobre sus rivales
produccIón de la época,
se encargará de
hacer etectivo el con-
estado que
y forma un intereses En
propiedad favorables sus
a
junto de relaciones de clase
estado particular es. hijo de la
Otras palabras, cualquier
benefician del conjunto par
o las clases de
la sOCiedad que se
relaciones de propiedad que el estado tiene la obli-
ticular de
u n momento para
gación de hacer etectivo. Basta retlexionar ser de otra
convicción de que difícilmente podría
adquirir la históri-
hemos abandonado la suposición
manera. Tan pronto clase de la sociedad
camente insostenible
de que la estructura de
si misma, es claro
modo natural o se impone por
es de algún faltarían los prerrequisitos
otro resultado le
cualquier
estuvieran.en pasesión
que a
las clases periudicadas
de estabilidad|Si
del poder del estado, intentarian
emplearlo para establecer un
a sus propios
intereses, en tanto
más favorable
orden soCial las diversas clases
la división del poder del estadoentre
gue terreno del conflicto al
esta_
trasladaría el
SOCiales meramente
do mismo. conflictos dentro del estado, corres
No se niga que tales
luchas de clase fundamentales
fuera de él, ha"
pondientes a Sin
ciertos períodos históricos transitorios.*
tenido lugar en

fascismo", 1n/
véase el examen de "Las condiciones del
Como ejemplo,
PP. 360-6.
EL ESTADO 269

embargo, durante esos largos períodos en que cierto orden


social disfruta de una existencia relativamente prolongada y
estable, el poder del estado debe ser un monopolio de la clase
o clases que son sus principales beneficiarias.
En oposición a la teoría del estado que se basa en la me-
diación entre las clases, tenemos aquí la idea subyacente de lo
que ha sido llamado la teoría de la dominación de clase La
primera da por aceptada la existencia de cierta estructura de
clase y ve en el estado una institución destinada a conciliar
los intereses opuestos de las diversas clases la última, por otra
parte, reconoce que las clases son un producto del desarrollo
histórico y ve en el estado un instrumento en manos de las
clases dominantes para hacer efectiva y garantizar la estabili-
dad de la estructura de clase misma.
Es importante advertir que, en To que concierne a la socie-
dad capitalista, "la dominación de clase" y "la protección de
la propiedad privada" son virtualmente expresiones homólogas.
Por consiguiente, cuando decimos con Engels que el fin supe-
rior del estado es la protección de la propiedad privada, que-
remos decir también que el estado es un instrumenito de
dominación de clase. Esto es, sin duda, insuficientemente apre
ciado por los críticos de la teoría marxista, que tienden a ver
en la noción de dominación de clase algo más tenebroso y
siniestro que la "mera" protección de la propiedad privada.
En otras palabras, tienden a considerar la dominación de clase
como algo reprobable y la protección de la propiedad priva-
da como algo meritorio. En consecuencia, no se les ocurre
esto se
identificar las dos ideas. Frecuentemente, sin duda,
debe a que no piensan en la propiedad capitalista, sino más

Dien la propiedad privada como sería en una simple socie


en
dad productora de mercancías donde cada productor posee
Sus propios medios de producción y trabaja con ellos. En tales
domi-
COndiciones noexiste clase ninguna, ni, por lo tanto, la
sin embargo,
dcion de clase. Bajo las relaciones capitalistas,
12propiedad tiene una significación por completo diferente,y
identitica al mante.
facil mostrar que su protección se
uniento de la dominación de clase.La propiedad privada
dpitalista no consiste en cosas-las cosas existen independien
EL IMPERIALISMO
270

temente de la propiedad-Sino en una relación social entre


1los hombres La propiedad libera del trabajo a sus posecedores
y les permite disponer del trabajo de otros, y ésta es la csen
de toda dominación social Sea cua fuere la forma que asume
cncia
ma.
Se sigue de esto que la protección de la propiedad privada e
fundamentalmente la garantía de la dominación social de los
propietarios sobre los no propietarios. Y es precisamente esto.
a su vez, lo que se entiende por dominación de clase, cuyo
sostenimiento es la función primordial del estado.
La admisión de que la defensa de la propiedad privada es
el primer deber del estado, es el factor decisivo para deter
minar la actitud del socialismo marxista auténtico frente al
estado. "La teoría de los comunistas-escribieron Marx y En

gels en el Manifiesto Comunista- puede resumirse en esta sola


frase: abolición de la propiedad privada." Puesto que el esta
do es ante todo el protector de la propiedad privada, resulta
sin un choque frontal
que no es posible realizar ese propósito
entre las tuerzas del socialismo y el poder del estado.*

3. El Estado como instrumento econónnico

sea la
El hecho de que la primera preocupación del estado
de proteger la existencia permanente y la estabilidad
de una
forma de sociedad dada no significa que no desempeñe orras
estado
tunciones de importancia económica. Por el contrario, el
El tratamiento de la relación entre el estado y la propiedad ha sido,
Cesariamente, en extremo incompleto. A fin de evitar malas inteligencias,
agregarse la siguiente nota. La idea de que el estado es una organizacionención
p
el sostenimiento de la propiedad privada no fue de ningún modo una in
todo
de Marx y Engels. Por el contrario, constituia la piedra angula
desarrollo previo del pensamiento político desde el derrumbe del i Adam
y los orígenes del estado moderno. Bodino, Hobbes, Locke, RousS minen
omith, Kant y Hegel -para no mencionar sino a algunos pensadorecentra
es del período anterior a Marx- reconocían claramente esta tun parael
Condición necesaria non de
del estado.Creian que la propiedad privada era
desarrollo pleno de las potencialidades humanas lala condición sine qua
da en la
la libertad genuina. Marx Engels agregaron que la libertad basa
y
la libertad

propiedad privada es la libertad para una clase explotadora, y quea realiza


para 1odos presupone la abolición de la propiedad privada, es de n que a
Cion deuna sociedad sin clases. Con todo, Marx y Engels noolvidaron
vada) sólo

realización de una sociedad sin clases (abolición de la propiedad Plenor


es
posible sobre la base de ciertas condiciones históricas precis4s onado,
aumento de la productividad del trabajo, que el capital1smo na
sociedad sin clases no sería más que una vacua utopia.
EL ESTADO
271

ha sido siempre factor muy


un
importante en el funciona-
miento de la economía dentro de los marcos del sistema
de
relaciones de propiedad que garantiza. Tste principio es en lo
general implicitamente reconocido por los autores marxistas
siempre que analizan el funcionamiento de un sistema econó-
mico real, pero ha recibido poca atención en los debates sobre
la teoría del estado. No es difícil descubrir la razón de esto.
La teoría del estado ha sido usualmente examinada con el
problema de la transición de una forma de sociedad a otra en
primer término; en otras palabras, lo que hemos llamado la
función primordial del estado ha sido la materia del análisis.
El estado y la revolución, de Lenin -el título indica clara-
mente el centro de interés-- sentó un precedente que ha sido
ampliamente imitado.* En consecuencia, la teoría del estado
como instrumento económico ha sido olvidada, aunque eviden-
temente, para nuestros fines, es necesario tener alguna idea
de los puntos esenciales del pensamiento de Marx sobre la
materia.
Por fortuna Marx, en su capítulo sobre la longitud de la
jornada de trabajo, ofrece un sólido y lúcido análisis del papel
del estado en relación con un problema muy importante de la
economía capitalista. Examinando este capitulo un poco en
detalle podemos deducir los principios directores de la ense
ñanza de Marx sobre el papel del estado dentro de los marcos
de las relaciones de propiedad capitalistas.
La tasa de la plusvalía, una de las variables llaves en el
SIstema de economía política teórica de Marx, depende de tres
tactoresla productividad del trabajo,|a longitud de la jornada
de trabajo y los estándares de subsistencia que prevalecen Es
importante, por lo mismo, descubrir los factores determinan-
tes de la
longitud de la jornada de trabajo. Evidentemente, noo
Se trata de una ley económica en sentido estricto. Como lo

expresa Marx,
aparte linderos extremadamente elásticos, la naturaleza del cambio
miSmo de mercancías no impone limites a la jornada de trabajo, no
mpone límites a la plusvalía. El capitalista sostiene sus derechos

muy de el tiazo
de Por ejemplo, citado, sigue
el libro de cerca
Lenin. Chang, ya
EL IMPERIALISMO

272
de hacer la jornada
de trahai tan
cuando trata sosticen
como comprador Por otra parte...el
trabajador
larga como sea posible.. .

reducir la jornada de
cuando quiere
vendedor
aqu1, por consiguiente
como
su derecho
duración normal precisa. Hay
con el sello de la
bajo a una
contra derecho, ambos ey
fuerza decide. De ahi
derecho
una antinomia,
cambios. Entre derechos
iguales la que
la determinación de'lo
de la producción capital1ista
en la historia el resultado de una
jornada de trabaj0 se presente como
que es una la clase de los
lucha entre el capital colectivo, es deCir,
lucha, una
colectivo, es decir, la
clase obrera4
capitalistas, y el trabajo
ciertas formas, tanto precapitalistas
Después de describir duración de
como capitalistas, de explotación,
que implican la
examina l a lucha por una jornada
la jornada de trabajo, Marx
desarrollo histórico del capitalismo
de trabajo normal" en el
lucha dio por resultado las
inglés. La primera base de esta
de la jornada de trabajo
leyes compulsivas para la extensión
desde mediados del siglo xiv al final del xv1r".3 Los patrones,
estorzándose por crear un proletariado entrenado y disciplina-
do con la fuerza humana precapitalista disponible, tenían que
recurrir con frecuencia al estado en demanda de ayuda. El re
sultado fueron las leyes que extendían la duración de la jorna-
da de trabajo. Por largo tiempo, no obstante, la extensión de
la jornada de trabajo fue un proceso muy lento y gradual. No
fue sino hasta el rápido desarrollo del sistema fabril en la
segunda mitad del siglo xviI1, cuando comenzó ese proceso de

prolongación de las horas de trabajo que culminó en las co


nocidas condiciones de comienzos del
siglo XIX:
Después de que el capital había necesitado siglos para excnder
la jornada de
trabajo
más allá, hasta el
hasta su longitud máxima normal, y lueg
el
límite del día natural de 12 horas, Con

nacimiento del maquinismo de la siguio


industria moderna, en ltimo
último
y
tercio del siglo xv, una intrusión violenta, parecida a
lancha por su intensidad y la clase

obrera, aturdida al principioextensión. .. Tan


por el ruido y lapronto
barauniencia. como
nuevo
SIstema de producción, recobró hasta cierto cia,
su

resistencia comenzó.6 punto la conscic


El
comienzo de la resistencia
la
en segunda fase del de la clase obrera s eanuncio
tiempo de
dedel
desarrollo: "Limitación ompulsiva

trabajo por ley, las leyes fabriles conp


glesas, 1833
1833 a
FI ESTADO

1 864" En una serie de enconadas luchas politicas, los obre


o r a r o n arrebatar una conceston tras otra a sus oponentes.
Estas concesiones tomaron la forma de leyes quc limitaban las
Estas concesiones

horas de trabajo para categorías cada vez más amplias de tra


haiadores. hasta que, hacta 1860, cl principio de limitación

de la jornada trabajo quedo tan firmemente establecido


de
no fue posible impugnarlo. De ahi en adelante el pro
que ya
un curso más tranquilo.
greso siguió
La limitación_de la jornada de trabajio no fue una simple
Cuestión de concesiones de la clase gobernante frente a una
el factor
amenaza revolucionaria, aunque éste tuera, sin duda,
otras dos
principalHay que tomar en cuenta por lo menos
Consideraciones de importancia. Marx advirtió que

más
aparte el movimiento de la clase obrera que se hacía cada vez
amenazador, la limitación del trabajo fabril fue dictada por la misma
necesidad que 'esparció el guano sobre los campos ingleses. La
misma ciega ansia de pillaje que en un caso agotó el suelo, había
en el otro, arrancado de raíz las fuerzas vivas de la nación.
Más aún, la cuestión de lá legislación fabril formó parte
de la fase final de la lucha por el poder político entre la aris-
tocracia terrateniente y los capitalistas industriales:
soltar las
Por mucho que el manufacturero individual pudieralíderes politicos
endas a su antigua sed de lucro, los portavocesdey
4 Clase manufacturera ordenaron un
cambio frente y de len
lanzado a la
Eaje hacia la población trabajadora. Se habíannecesitadan quelucha
POrla derogación de las Leyes de GranosPrometieron,
y
por consi
1 S ayudaran a alcanzar el triunfo. sino tambien
Cnte, no sólo una hogaza de pan de tamaño doble,
el milenio del
de la Ley de las Diez Horas en
TPOmulgación
Libre Cambio.
. .

Y Leyes de Granos,
despu de
los obreros lograda la derogación
tories
de las
anhelosos de re
encontraron aliados en los cierto
Vancha"
ancha" 10
De este modo la legislación fabril obtuvo
eeste sobre el libre cambio
de o
apoyo ambas
Poyo de de la gran lucha
Finalmente, partecerraba exposición
su
sobre la jornada
de

arx
N sigue:
Tabajo como
os tra
Para contr: "la sierpe
de sus agonias",
protección"
Su
bajadores deben ponerse y, como clase,
mmponer
a

ponerse de acuerdo
E IMPERIALISMO

274
barrera social
de una poderosa que
aprobación de
una ley,
venderse y
vender a su impida
trabajadores ias, por
a los voluntario con el capital, para la esclavitu
mismos
contrato "inalienables dere, hosmumuerte
pomposo
catálogo de los del hom.
En vez del Carta Magna de una
jornada de traba
bre" viene la modesta tetmin
dejará claro "cuándo
legalmente limitada, que cuándo com
vende y comienza el suy propio tiempo
uan
que el trabajador 11
Tum m u t a t u s
ab illo!
deduc1r del exaen
:Oué conclusiones generales podemoS
de la jornada de trabajo por Marx? El principio de entido
Al refutar el cargO de
más general fue expuesto por Engels.
histórico desdeña el elemento político
que el materialismo
en

el cambio histórico, Engels citaba el capitulo sobre la jornada


de trabajo, "donde la legislación, que es seguramente un acto

politico, tiene un efecto tan tajante" y concluia que "la fuerza


(es decir, el poder del estado) es también un poder econó-
modo está excluida de los
mico y, por lo tanto, de ningún
factores causales del cambio histórico.12 Establecido esto, es
necesario preguntar bajo qué circunstancias y en interés de
quién el poder económico del estado será puesto en acción.
Sobre ambos puntos el análisis de la jornada de trabajo resulta
instructivo.
Primero, se acude al poder del estado_para resalver pro
blemas planteados por el desarrollo económico de la forma
particular de sociedad de que se trate, en este caso al capta
ISmo, en el período primitivo un déficit de fuerza de trabajo
Y en el período posterior la sobrexplotación de la poblacion
trabajadora: tales fueron los motivos de la acción del esta
En cada caso la
solución del problema exigía la
del estado.
Recordamos fácilmente numerosos ejemp
nterv cone

cidos de carácter
egundo, es de esperarse,
similarl del

estado bajo el capitalismo se naturalmente, que el_pode


por
ma de todo en beneficio de use en primer ugal el esta
se dedica a la a ctase capitalista ya que esta
ya alismo y
debe estar, porpreservación de la ira del capt
lo tanto, bajo la estructura deaquellos quc

aceptan plenamente los direccion d eCSta orm

de sociedad Esta postulados y


es una objetivos
incuestionable, pero no
inconsecuente el decir que laverdad
acciónincuestiona
del estado puede ser r
EL ESTADO 275

traria a los intereses económicos inmediatos de algunos y aun


de todos los capitalistas, con la sola condición de que se per-
siga el fin predominante de conservar el sistema intacto La
limitacion legal de la jornada de trabajo es un ejemplo clásico
de esta suerte de acción del estado. La intensidad del antago-
nismo de clases que tuvo su origen en la sobrexplotación de
la fuerza de trabajo era tal, que resultó imperativo para la |
clase capitalista hacer concesiones, aun a costa de ventajas
económicas inmediatas.* Con el fin de mantener la paz do
méstica y la tranquilidad, embotando el filo de los antagonis
mos de clase y evitando, en fin, los peligros de una revolución
violenta, la clase capitalista estásiempre,dispuesta a hacer
Concesiones mediante la acción del estado. Puede ocurrir, por
supuesto, que la Ocasión de las concesiones" sea la exterioriza-
ción real de la amenaza revolucionaria.** En este caso su
propósito es el de restablecer la paz y el orden, de modo que
la producción y la acumulación puedan marchar de nuevo sin
interrupciones.
Resumiremos los principios que están en la base del empleo
del estado como instrumento económico dentro de los mar-
cOs del capitalismo. En primer lugar, el estado entra en acción
en la esfera económica para resolver problemas planteados
por el desarrollo del capitalismo.En segundo lugar, cuando
seafectan los intereses de la clase capitalista, hay una fuerte
predisposición a usar nbremente e poder del estado.Y por
último, se puede usar al estado para hacer concesiones a la
Clase obrera, siempre que las consecuencias de no hacerlo así
Sean suficientemente peligrosas para la estabilidady el fun
CIOnamiento del sistema como un todo.
Debe notarse que ninguna de estas conclusiones presta apOyo

ste ejemplo aclara el carácter concesional de la acción del estado


en
tavor
no podría afirmarse que los trabajadores tuviesen
ho lase obrera, ya que en que las
paCion en el poder del estado en Inglaterra en los tiempos
es suticiente recordar
PCipales leyes fabriles fueron aprobadas. A este respectovoto sobre la base de
seriamente el
a e y de Reforma de 1832 limitaba de los derechos politicos no tuvo
Opledad, y que la siguiente extensión victorias en la lucha
arSino en 1867. Para entonces, las más importantes
POr la legislación fabril se habían logrado ya.
Francia "la revolución de febrero
ejemplo, Marx observó que en
do1or
tue necesaria traer al mundo la ley
de las 12 horas. El Catpit.al, I,
4 8
P. 328.
para
276 EL IMPERIALISMO

a la opinión revisionista de que se puede realizar el socialis.


mo a través de una serie de reformas fragmentarias. Por el con-
trario, surgen del principio básico de que el estado existe en
primer lugar para la protección de las relaciones de propiedad
capitalistas, y complementan ese principio. Las retormas pueden
modificar el funcionamiento del capitalism0, pero nunca ame
nazar sus bases. Rosa Luxemburgo formuló la
verdadera po-
sición marxista en las palabras que siguen:

"El control social"... se interesa, no. en la limitación de la


propiedad capitalista, sino, por el contrario, en su protección. O
hablando en términos económicos, no
constituye un ataque a la ex
plotación capitalista, sino más bien una normalización y regulari-
zación de esta explotación.13
Marx nunca expresó nada
tulo sobre la jornada de
que contradiga esto, y citar su capi-
trabajo, como a menudo lo hacen los
revisionistas, en
apoyo del punto, de vista
sólo mostrar la gradualista, es tan
incomprensión de todo su sistema teórico.
4. La cuestión de la forma de gobierno
Hasta aquí nada se ha dicho sobre la forma
la sociedad de
gobierno en
capitalista. Es
acción del estado que han sidoposible que los principios de la
en una sociedad
examinados no tengan validez
namente
capitalista plenamente democrática? (Por"ple-
democrática" no entendemos más que lo que existe
hoy en la mayor
parte del mundo de habla
mentarismo combinado inglesa: parla-
sufragio
con
organización en la esfera política.) universal y libertad de
Si la teoría marxista
negativa, ello no responde a esta pregunta en torma
la cuestión de la quiere decir que no se considere
altera la democracia, sino sólo que la importante
democracia
nomía. significación básica del estado en
no
La existencia de la relación con la eco-
asunto de democracia
es, por
primera importancia, supuesto, un
obrera. Sólo bajo una
la clase obrera
particularmente para la clase
forma democrática de gobierno
organizarse libre y eficazmente
zación de sus fines, puede
ya sean éstos de para la reali
carácter socialista o me
EL ESTADO 277

ramente reformistas. I's ésta la razón por la cual una de las


nrimeras demandas del movimiento obrero en todos los
países
no democráticos ha sido siempre la implantación de formas
democráticas de gobierno. Mas aun, para la clase gobernante
La democracia ha constituido siempre una amenaza
potencial
la estabilidad de su posición y ha sido concedida en conse-
cuencia de mala gana, con limitaciones y habitualmente sólo
bajo una fuerte presión. Marx expuso las cuestiones esenciales
muy vigorosamente al discutir la constitución democrática fran-
cesa de 1848.

La contradicción de mayor alcance en esta const1tución consiste


en lo siguiente: la constitución da posesión del poder político me-
diante el sufragio universal a las clases cuya esclavitud social debe
perpetuar, el proletariado, los campesinos y la pequeña burguesía.
Y retira a la clase cuyo viejo poder social sanciona, la burguesía, las
garantias politicas de este poder. La obliga a gobernar en condici0
nes democráticas, que ayudan constantemente a las clases hostiles a
0Dtener ia victoria y ponen en peligro las bases mismas de la so-
ciedad burguesa. 144

La democracia saca a luz en la esfera política los conflictos


de la sociedad
capitalista; restringe la libertad de los capita-
1Stas para el uso del estado en su propio beneficio; fortalece
la clase obrera en
su demanda de concesiones; aumenta in
Clusive, por último, la posiblidad de que la clase obrera pre
ente demandas que amenacen al sistema mismo y que, por
tanto, deban ser rechazadas por los capitalistas y sus tuncio-
riOs gubernamentales, sin consideración de las consecuencias.
Como veremos después, todas éstas son cuestiones de la mayor
portancia para la determinación del curso real de la evolu-
Capitalista; pero no contradicen los principios expuestos
en la sección precedente. En otras palabras, no hay nada en
la
tra
naruraleza
de la democracia que nos lleve a moditicar nues-

Pon sobre las funciones fundamentales y los límites de


la accic
del estado en la sociedad capitalista. Por otra parte,
debemos insistir que los revisionistas, sosteniendo la opinión
COs en
ontraria, de que el socialismo puede sustituir gradualmente al
capitalismo por
real no por los métodos de la democracia capitalista,
d d abandona totalmente la posición de Marx.
en
278 EL IMPERIALISMO

La falacia de la posición revisionista nunca fue más clara-


mente sefñalada que por Rosa Luxemburgo en su polémica con
Bernstein y Schmidt en 1899:

De acuerdo con Conrad Schmidt, la obtención de una mayoría


social-demócrata en el parlamento debería ser el camino directo hacia
la socialización gradual de la sociedad... Formalmente, sin duda, el
parlamentarismo expresa los intereses de toda la sociedad en la or-
ganización del estado. Por otra parte, sin embargo, sigue siendo la
sociedad capitalista, es decir, una sociedad en la que los intereses
capitalistas gobiernan... Las instituciones que son democráticas por
su forma son en esencia instrumentos de los intereses de clase do-
minantes. Donde esto es más evidente es en el hecho de que tan
pronto como la democracia muestra una disposición a negar su ca-
racter de clase y a convertirse en instrumento de los intereses reales
del pueblo, las formas democráticas mismas son sacrificadas por la
burguesía y por sus representantes en el estado. La idea de una
mayoría social-demócrata aparece, por consiguiente, como un cálculo
que, totalmente en el espíritu del liberalismo burgués, sólo se inte
resa en un aspecto -el aspecto formal- de la democracia, y no
toma en cuenta el otro aspecto, el de su contenido real.15

La propagación del fascismo las dos últimas décadas,


en
particularmente en aquellos paises donde la organización de
la clase obrera había alcanzado su
mayor desarrollo, ha hecho
mucho para debilitar la creencia en la
posibilidad de una tran-
sición gradual hacia el socialismo por los métodos
la democracia capitalista. Otto Bauer, uno de que provee
los representan-
tes destacados de la Segunda Internacional
y por largo tiempo
lider de los socialistas austriacos,
difundida cuando escribió, en 1936,
expresaba
opinión muy
una
que la experiencia del
fascismo "destruye la ilusión del socialismo
la clase obrera reformista, de que
puede llenar las formas de la democracia con
un contenido
socialista y transformar el orden
orden socialista sin salto capitalista en un
de Rosa
revolucionario".l6 La advertencia
Luxemburgo, que en un caso extremo "las formas
de
democráticas mismas son sacrificadas por la
Sus representantes en el estado", resulta estarburguesía y por
Volveremos a esta cuestión más en detalle bien fundada.
pítulos xVII y XIX. adelante, en los ca-
EL ESTADO
279

5. Evaluación del papel del eslado


Podría parecer que estamos preparados ahora para conside
rat el problema del estado en relación con la depresión crónica.
aue fue planteado al inal de la última parte. Pero esto sería
que
un error.La depresion cronica es sólo_uno de losproblernas
del capitalismo que requieren la acción del estado y tratar de,
ella aisladamente conduciría, Sin duda, a conclusiones falsas.
Debe recordarse una vez mas que el análisis de los capi-
tulos precedentes ha sido realizado en un nivel de abstracción
relativamente alto con respecto a varias cuestiones importantes.
Hemos supuesto, etn particular, excepto en excursi ocasionales,
un sistema capitalista cerrado y de competencia libre En rea
lidad, el capitalismo de hoy no es ni cerrado ni de libre com-
petenaato que vemos a nuestro derredor es una econom1a
mundial nterconexa consistente ennumerosas naciones cap-
talistas, semicapitalistas y no capitalistas, en las que el mo-
nopolio en diversos grados de desarrollo es un tenómeno
Comun.Como se verá, estos hechos no son accidentales; per-
tenecen a la naturaleza misma del capitalismo como fase de
la historia del mundo. Hacer abstracción de ellos fue un paso
en nuestro análisis. Ha
ecesario, pero a la vez provisional,
tomar en
egado el de rebasar esta posición, de
momento
desarrollo capitalista
nta una diversidad de aspectos del ahora. Haciéndolo así
hasta
nemos dejado de considerar condiciones que atectan
nuevos problemas y
aparecer
el futuro del capitalismo
damente nuestra opinión sobre
Sobre el papel del estado en é. anal
tanto, en
tareas consistirán, por lo
. ras Siguientes del capita
a tendencias estructurales e institucionales
1as
en analzat
Odiican su carácter competitivo; y mundial.
Descu
terísticasque se d e s a r r o l l a n en la
economía
tareas.OO

briremos
briremo
l ala mas estrecia relación
más estrecha entre ambas
estareimos cu
cuando estas
CStas tareas hayan
diciones de aplicar sidoterminadas
terminadas,
los principio expuestos i v ien
d aeste
d delcapitulo
este capestadlo
del estado
actividad
de de la
evaluar concretamente el papel
c del
en la determinación del destino orden
orden capital1sta.
capita

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