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ALUMNO:
SAAVEDRA AGUILAR CARLOS ALBERTO
DOCENTE:
PERCY GARCIA PAREDES
I. LA MANIFESTACIÓN DE LA VOLUNTAD:
La voluntad constituye la esencia misma del acto jurídico, pero sólo por la
manifestación el sujeto lo hace conocer. La conjunción de la voluntad y su manifestación es el
resultado de un proceso que va de lo subjetivo a lo objetivo, de la voluntad interna o real a la
voluntad manifestada.
Clases de Manifestación:
a) Manifestación expresa
b) Manifestación Tácita
c) El Silencio
En relación al silencio debe dejarse establecido pues que la doctrina es unánime en considerar
Que, en sí mismo no constituye declaración de voluntad. La cuestión está en cuanto existe
obligación de explicarse y en tal caso, si el silencio es una manifestación tácita o presunta.
León Barandíarán, criticando el Art. 1077 del Código del 36 y postulando su modificación en
el Proyecto de Reforma. Dice que en lo ateniente al silencio no se trata simplemente de que
exista o no obligación de explicarse, sino que el asunto mismo acerca de qui tacit consertiré
videtur o non videtur, debe apreciarse según los' antecedentes circunstanciales en un caso
determinado.
Así pues, el Código en su Art. 142 ha dejado establecido que "El silencio importa
manifestación de voluntad cuando la ley o al convenio le atribuyen ese significado". La norma
se contradice con la concepción del silencio en la moderna doctrina, pues no constituye
manifestación de voluntad en ningún sentido ya 'que carece de significado jurídico en sí
mismo. El significado sólo se le puede atribuir la ley o el convenio; la primera con sus normas
supletorias; y, el segundo con la hipótesis y consecuencias previstas.
Manual de la Puente y Susana Zusman dicen que no significa que la ley o el convenio traten de
presumir cuál es la voluntad de silente, sino que se da al silencio el valor de determinada
declaración de voluntad, de tal manera Quesi el sujeto calla, sabe que con ello están dando
lugar a que su actitud tenga los efectos jurídicos que señala la ley o se convenga entre las
partes.
La capacidad está referida tanto a la persona natural como a la persona jurídica y abarca
tanto la capacidad de goce como la de ejercicio. La capacidad se distingue en capacidad de
goce y capacidad de ejercicio.
a) Capacidad de goce
Tratándose de las personas naturales, la noción de capacidad de goce está contenida en
el Art. I del Código.
b) Capacidad de ejercicio
Las personas naturales tienen, pues, tal capacidad de ejercicio a partir de los 18
años de edad, pues antes de cumplirlos están en estado de Incapacidad y esta será para
menores de 16 años y relativa para los menores de 18 años pero mayores de 16, salvo
que contraigan matrimonio y obtengan título que los autorice oficialmente a ejercer una
profesión u oficio. Así resulta de los Art. 42, 43, inc. 1; 44, inc. 1 y 46 del C.C.
3. EL OBJETO
Si bien la voluntad que es la esencia del acto jurídico, debe ser manifestada por
un agente capaz, para que exista el acto jurídico se requiere, además, de un objeto, que
por ello se constituye también en un requisito de validez. Tanto el código del 36 como
el vigente se refieren al objeto como requisito de validez.
Atendiendo a lo dispuesto por el Art 140, inc. 2 del Código, el objeto debe ser
posible física y jurídicamente; y según el artículo 219. Inc.3 debe ser también
determinable.
5. LA FORMA
La forma es, así otro de los requisitos para la validez del acto jurídico. Pero es
necesario dejar establecido que no toda forma se constituye en requisito de validez,
aunque no puede concebirse un acto jurídico sin forma y que además, esta constituye un
medio de prueba de la existencia del acto.
a) Forma Verbal
d) Forma Prescrita
· Formas Solemnes o AD SOLEMNITATEM, las cuales exigen para la validez del acto
jurídico de dos elementos:
a) La realización de la forma.
b) Que su omisión esté sancionada con nulidad. Se establece la forma solemne por
diversas razones, pero fundamentalmente para dar seguridad a los actos jurídicos, tanto
a los terceros, como a la sociedad, por la importancia social de ciertos actos, y
fundamentalmente para probar fácilmente el contenido del acto jurídico.