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Juanito era un niño que no tenía modales al comer, siempre hablaba con la boca llena y dejaba caer comida. Un día, mientras comía así, una mosca entró en su boca, asustándolo. Desde entonces pidió a su mamá enseñarle buenos modales para no pasar por más vergüenzas.
Lia no le gustaba lavarse las manos antes de comer. Una noche soñó que sus manos estaban llenas de microbios grandes y feos que no se quitaban por más que se lavaba. Asust
Juanito era un niño que no tenía modales al comer, siempre hablaba con la boca llena y dejaba caer comida. Un día, mientras comía así, una mosca entró en su boca, asustándolo. Desde entonces pidió a su mamá enseñarle buenos modales para no pasar por más vergüenzas.
Lia no le gustaba lavarse las manos antes de comer. Una noche soñó que sus manos estaban llenas de microbios grandes y feos que no se quitaban por más que se lavaba. Asust
Juanito era un niño que no tenía modales al comer, siempre hablaba con la boca llena y dejaba caer comida. Un día, mientras comía así, una mosca entró en su boca, asustándolo. Desde entonces pidió a su mamá enseñarle buenos modales para no pasar por más vergüenzas.
Lia no le gustaba lavarse las manos antes de comer. Una noche soñó que sus manos estaban llenas de microbios grandes y feos que no se quitaban por más que se lavaba. Asust
Juanito era un niño que no tenía modales al momento de
comer, siempre en su colegio a la hora del refrigerio comía de una manera que llamaba mucho la atención de sus compañeros. Pues no se sentaba adecuadamente, hablaba con la boca llena, regaba la comida al piso, no utilizaba cubiertos y comía con las manos, eructaba delante de todos y no tenía vergüenza. Un día, mientras comían la lonchera con sus amiguitos. Juanito como siempre, hablaba con la boca llena sin tener cuidado y de repente una mosca grande y verde se metió en su boca, causando en él susto y preocupación. De inmediato fue corriendo al baño a escupir todo. Desde entonces pidió a su mamá enseñarle buenos modales al momento de comer y así no tener que pasar por malos ratos ni vergüenzas con sus compañeros. LIA Y LAS MANOS SUCIAS Lia era una niña que no le gustaba lavarse las manos, cuando iba a comer su mamá le decía: Lia ve a lavarte las manos y ella respondía: ¡ya mamá!, pero se ponía a jugar y se olvidaba, yendo a comer con las manos sucias. Un día mientras Lia dormía soñó que su mamá la mandó a lavar sus manos y mientras lo hacía se daba cuenta que en sus manos tenía miles de microbios, que eran grandes y feos y que por mas que se jabonaba, aquellos microbios no desaparecían. Muy asustada se despertó y miró sus manos, pues las tenía sucias y de inmediato se fue a lavarse. De ahí en adelante prometió nunca más tener las manos sucias.