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Tratamiento Psicológico Del Miedo A Las Caídas - Un Estudio de Caso
Tratamiento Psicológico Del Miedo A Las Caídas - Un Estudio de Caso
Departamento de Psicología Biológica y de la Salud. Facultad de Psicología. Universidad Autónoma de Madrid. Madrid. España.
da por familiares y profesionales, limita su movilidad tras ción específica (en este caso el temor intenso a caerse)
la caída por un miedo excesivo a presentar nuevas caí- que interfiere marcadamente en la capacidad funcional
das, y restringe las actividades que podrían facilitarlas. de un individuo y la evitación de las actividades que pue-
De hecho, los amigos y familiares también suelen experi- den propiciar la caída y que, en algunos casos, puede
mentar ansiedad ante la caída de la persona mayor, lo acompañarse de ataques de pánico caracterizados por
que les lleva a mostrar comportamientos sobreprotecto- ansiedad repentina, sentimientos de aprensión intensa y
res que, en último término, disminuyen la independencia palpitaciones que remiten en unos minutos11. Las perso-
de la persona mayor y con ella su movilidad y capacidad nas con este tipo de fobia específica tienden a evitar el
funcional. Esta restricción en la movilidad puede dar lugar estímulo fóbico (o a enfrentarlo con terror) y las situacio-
a problemas añadidos de salud (contracciones de las ar- nes relacionadas con él, particularmente las actividades
ticulaciones, atrofia muscular, infecciones urinarias), psi- y situaciones que suponen un riesgo de caída12. La res-
cológicos (depresión, ansiedad), pérdida de capacidad puesta fisiológica presenta variabilidad interindividual en
funcional y disminución de la realización de actividades intensidad y contenido, y las más frecuentes son las pal-
placenteras5. Se produce así una espiral de temor e inse- pitaciones, los vértigos y la sensación de ahogo. También
guridad en la que una caída conlleva el temor a otras caí- son frecuentes las autoverbalizaciones negativas acerca
das y, como consecuencia, a andar de forma poco segura de la incapacidad para la marcha autónoma y las conse-
y confiada, lo que puede desencadenar alteraciones del cuencias negativas de una nueva caída.
equilibrio, así como la sensación de una menor autoefica-
cia6 que, consecuentemente, contribuyen a reducir su Con respecto al tratamiento del miedo a las caídas, se
movilidad. pueden utilizar algunas técnicas de intervención que han
mostrado ser eficaces para el tratamiento de la preven-
En resumen, la disminución de actividad debida al mie- ción de caídas: información y psicoeducación; modifica-
do a caer aumenta la incapacidad de la persona, dismi- ciones ambientales y de seguridad en el hogar; elimina-
nuye su movilidad e incrementa su ansiedad y, todo ello, ción de riesgos conductuales; ejercicios para mejorar la
redunda en un mayor riesgo percibido y un miedo aún postura y el equilibrio; práctica de tai-chi; ejercicios para
mayor a posibles caídas. La calidad de vida de la persona fortalecer los músculos; relajación; entrenamiento aserti-
mayor que tiene miedo a las caídas puede verse seria- vo; instrucciones para anticipar y manejar episodios de
mente alterada, pues su capacidad funcional disminuye, caídas —aprender a caer y levantarse—, y utilización
su actividad social se reduce, aumenta la dependencia adecuada de ayudas técnicas13-15. Así como existe una
de otros y ha de enfrentarse a la ansiedad que le produce bibliografía abundante acerca de la prevención de las caí-
el miedo a caer. das, no sucede lo mismo con intervenciones para el trata-
miento específico del miedo a las caídas. A pesar de ser
Según Vellas et al7, entre los factores de riesgo aso- un problema reconocido de fobia específica, son escasos
ciados al miedo a caerse se encuentran la edad avanza- los trabajos en los que el miedo a las caídas se considera
da, ser mujer, dificultades en el equilibrio y en la postura, un objetivo primario de la intervención. Así, los trabajos
deterioro cognitivo, escasos recursos económicos y mala en los que se utilizan técnicas de contrastada eficacia pa-
salud física. Otros estudios5 han establecido que una sa- ra el tratamiento de las fobias, concretamente técnicas
tisfacción vital disminuida, un aumento de la fragilidad, el cognitivo-conductuales, son escasos16. En definitiva, la
estado de ánimo deprimido así como una historia de caí- investigación sobre el tratamiento cognitivo-conductual
da reciente predicen niveles moderados de miedo a caer, del miedo a las caídas que pueda aportar conocimientos
mientras que el miedo extremo a caer se predice por sobre la eficacia de distintas técnicas es, por el momento,
esos mismos 4 factores además de una disminución de escasa. Esta situación es especialmente paradójica si se
la movilidad y de las actividades sociales. Bruce et al8 tiene en cuenta que, como se ha señalado en diferentes
concluyen que el miedo a caer es una barrera psicológi- estudios realizados para evaluar el impacto de las caídas
ca significativa que afecta a la participación en activida- en el funcionamiento en la vida diaria y su rehabilitación,
des físicas recreativas y consecuentemente al estado de el nivel de autoconfianza o autoeficacia parece ser una
salud en general, y sugieren que se debe tratar mediante variable principal de intervención en la práctica clínica4.
el entrenamiento de habilidades físicas y un aumento del
control percibido que lleva a contrarrestar el miedo exce- En este trabajo se describe el tratamiento de una per-
sivo y la evitación de conductas durante la realización de sona de 69 años que presenta un intenso temor a las caí-
actividades9. No obstante, la investigación sobre los fac- das que interfiere de forma significativa en el desarrollo
tores de riesgo del miedo a caer está en una fase bas- de su vida cotidiana y en la de su familia. Para ello, se di-
tante menos avanzada que los estudios sobre los facto- señó un procedimiento de evaluación e intervención que
res de riesgo asociados a las caídas5. El miedo a las recoge las principales vías de tratamiento señaladas en
caídas se debe considerar como un trastorno de ansie- la bibliografía sobre prevención de las caídas, y que se
dad, concretamente, como una fobia específica, ya que complementa con los procedimientos habituales refleja-
se ajusta a los criterios diagnósticos establecidos para dos en la bibliografía psicológica para el tratamiento de la
este trastorno en el DSM-IV-TR10,11. Así, una fobia espe- fobia específica17.
cífica consiste en un temor irracional a un objeto o situa-
representaban, respectivamente, la conducta de «andar dimientos cognitivo-conductuales con una eficacia con-
independiente», «apoyada en muebles» y «apoyada en trastada en la intervención en trastornos similares al que
alguien». Se instruyó a Ana para que, cada vez que ini- presentaba Ana. De acuerdo con este planteamiento, el
ciara una conducta de marcha, separara una cartulina del terapeuta acordó con Ana comenzar un tratamiento con 2
color correspondiente a la conducta realizada. El registro objetivos fundamentales: a) reducir su miedo a caminar
de la línea base se realizó durante 8 días consecutivos, y hasta un nivel inferior a 5 sobre un termómetro de miedo,
se observó que la mayor parte de sus desplazamientos y b) aumentar la cantidad de conductas de desplaza-
los realizaba apoyada en muebles, y nunca de forma in- miento independiente hasta que el número de éstas fuera
dependiente (fig. 1). Además, Ana registró diariamente a superior a las conductas de desplazamiento con apoyo
través del «termómetro de miedo» el grado de temor que en otra persona, y además la disminución a 0 de las con-
le producía andar (fig. 2). Se encontró que el miedo se ductas de apoyo en muebles.
mantuvo constante en 10 puntos (0 —mínimo temor— a
10 —máximo temor—) durante todos los días de registro Tratamiento
de la línea base. La brevedad del tiempo dedicado al re-
gistro de la línea base obedece a que no se consideró El programa de intervención, aplicado por un terapeuta
necesario mantenerla por más tiempo, ya que las con- licenciado en psicología y con experiencia en intervencio-
ductas objeto de evaluación estaban estabilizadas (nula nes con personas mayores, tuvo una duración de 16 h,
conducta de desplazamiento independiente y máximo distribuidas en 8 sesiones de 2 h cada una, a razón de 1
miedo a caerse) (figs. 1 y 2). sesión por semana. Se seleccionaron técnicas de inter-
vención indicadas en problemas de caídas en personas
Para la realización del test situacional se diseñaron 6 mayores. En la tabla 3 se describen brevemente estas
situaciones relacionadas con la conducta de marcha in- técnicas. Desde un punto de vista cronológico, la inter-
dependiente sobre las que se evaluaba el temor a realizar vención realizada se puede describir a partir de 4 fases
la acción a través, por una parte, de los parámetros de la- diferenciadas, que se describen a continuación.
tencia, duración, y espacio recorrido, y, por otra, de la
puntuación en un termómetro de miedo; además, se re- Fase I: educativa
gistraron las manifestaciones verbales durante la prueba.
Como puede observarse en la tabla 2, Ana no inició con- En esta fase se definió el problema en términos de
ductas de marcha independiente aunque se le incitara a miedo a caerse, y se describió a Ana cuál es el mecanis-
ello, así como también informaba de máximo miedo (10 mo a través del que se genera el miedo, mediante un
puntos) cuando se le pedía que anduviera, y casi el máxi- planteamiento cognitivo-conductual. Se señala que este
mo de temor (9 puntos) sólo ante el hecho de informarle temor es frecuente entre las personas mayores, incluso
de que se le iba a pedir que comenzara (tabla 2). en situaciones en las que no existen problemas médicos
que lo justifiquen, y que el miedo o la ansiedad se puede
A partir de la información obtenida, se plantea una hi- tratar de una forma similar a como se tratan otros proble-
pótesis de trabajo consistente en la aplicación de proce- mas similares (p. ej., fobia a las alturas). El objetivo fun-
100 10,00
90 9,00 Promedio por semana
80 8,00 de tratamiento
70 7,00
Porcentaje
60 6,00
50 5,00
40 4,00
30 3,00
20 2,00
10 1,00
0 0,00
Línea base
Segunda semana
Cuarta semana
Sexta semana
Octava semana
Seguimiento (6 meses)
Línea base
Primera semana
Tercera semana
Quinta semana
Sexta semana
Octava semana
Postratamiento
Seguimiento (6 meses)
sentada, se le dice
«3e voy a pedir que ande» 4 0
Pedirle que ande 10 4 50 s 4s 1s 56 s 0,1 m 24 m PAC P– PAI P+
Andando apoyada en el brazo
de alguien, decirle
«le voy a pedir que ande sola» 9 1
Desde la situación anterior,
pedirle que ande 10 3 60 s 5s 0s 55 s 0m 22 m PAC P– P+
Andando apoyada sobre
muebles, decirle «le voy
a pedir que ande sola» 9 0
Decirle que ande sola 10 3 60 s 3s 0s 57 s 0m 20 m PAC P– P+
En un laboratorio se habilita un espacio despejado de muebles de 8 m de largo y 2,5 m de ancho, y en los laterales de este espacio estaban, por un
lado, la pared de la habitación y, por otro, mesas colocadas consecutivamente a lo largo de los 8 m. El sujeto comienza la situación sentado.
PAC: pide ayuda constante; PAI: pide ayuda intermitente; P–: manifiesta pensamientos negativos; P+: manifiesta pensamientos positivos.
damental de esta fase era que comprendiera que su mie- esta forma, conseguir que el miedo disminuyera gradual-
do a caerse se puede explicar desde un planteamiento mente. La explicación de este planteamiento fue apoyada
psicológico. Se destacó el papel de las cogniciones nega- por la descripción del análisis funcional elaborado para
tivas en la activación emocional, y se señaló que éstas este caso.
son identificables y se pueden controlar. También se su-
brayó la importancia en el agravamiento del problema de Fase II: reducción de la ansiedad
la conducta de evitación y del refuerzo negativo propor-
cionado por sus familiares. Por último, en esta fase se se- El objetivo de esta fase fue reducir el nivel de activa-
ñala también la importancia de adquirir ciertas habilida- ción fisiológica ante la realización de actividades que im-
des cognitivas y conductuales como las descritas en la plican desplazamiento. Por un lado, se han entrenado
tabla 3 para hacer frente al miedo, que permitirían a Ana técnicas de relajación recomendadas con personas ma-
hacer desplazamientos cada vez más frecuentes y, de yores. Así, se decidió utilizar un sencillo ejercicio de res-
Técnica o estrategiaDescripción
piración profunda y visualización que asociaba la expira- Fase III: habilidades para el fortalecimiento/fomento de la
ción e inspiración a la imagen de la llegada y retirada, seguridad
respectivamente, de las olas a la playa. Este ejercicio se
practicó de forma completa en la segunda sesión de en- Esta fase tenía como objetivo el aprendizaje de ejerci-
trenamiento y, posteriormente, Ana debía practicarlo en cios para facilitar la movilidad, el balance postural, el
casa 2 veces al día hasta que automatizó la respiración equilibrio y el tono muscular de Ana. El aprendizaje y la
completa. El aprendizaje de esta técnica tenía como obje- puesta en práctica de ejercicios de este tipo es muy im-
tivo que Ana adquiriese control sobre su respuesta portante debido al debilitamiento previsible de las articu-
fisiológica durante las situaciones temidas. Por otro lado, laciones y del tono muscular tras 1 año de disminución
para la reducción de la activación y para promover un importante de la movilidad. Además, el análisis de las si-
mejor acercamiento a las situaciones temidas se utiliza- tuaciones en las que se habían producido las caídas pa-
ron también las técnicas de autoinstrucciones, el au- recía estar reflejando un inadecuado equilibrio y balance
torrefuerzo y la parada de pensamiento. El objetivo era postural de Ana, ya que tras pasar por situaciones que
aprender a identificar, reconocer y posteriormente dete- implicaban cierto desequilibrio, no podía recuperarlo. Ma-
ner los pensamientos negativos asociados a la conducta nifestaciones de Ana y de sus familiares sugieren que és-
problema («si empiezo a andar me caeré, seguro», «me ta a lo largo de su vida no ha sido una persona con facili-
acelero si pienso que tengo que ponerme a andar»). Se dad y seguridad de movimientos en las piernas. Todas las
entrenó a través de la técnica de autoinstrucciones a ge- razones anteriores, junto a la presumible sensación de
nerar autoafirmaciones positivas y autoinstrucciones in- autoeficacia que podría adquirir como consecuencia de la
compatibles con los pensamientos negativos. Esta fase práctica de estos ejercicios, aconsejaron su inclusión co-
se realizó a lo largo de 3 sesiones. En la primera sesión mo un componente activo más de la intervención. Los
se le explicó la importancia de los pensamientos negati- ejercicios concretos que se practicaron con Ana fueron
vos, y como ejercicio de fortalecimiento de esta técnica los habitualmente recomendados en los manuales de re-
se planteó la realización de la autoobservación como «ta- habilitación geriátrica (p. ej., ejercicio de cambio de pun-
rea para casa», y se le solicitó que registrara los pensa- tera a talón).
mientos negativos. En la segunda sesión se analizaron
los pensamientos negativos, se le explicó la técnica de Fase IV: exposición en vivo
autoinstrucciones y, como ejercicio para casa, se le pidió
la identificación de autoinstrucciones para la práctica en En esta fase, una vez aprendidas algunas habilidades
vivo. Por último, en la tercera sesión se eligieron las auto- de afrontamiento, Ana practicó las técnicas aprendidas
instrucciones más adecuadas, creíbles y positivas entre para vencer su ansiedad a andar. La exposición a las si-
las seleccionadas por Ana («no hay motivo lógico para tuaciones temidas es una técnica fundamental para el
preocuparme», «puedo andar», etc.), y se puso en prácti- tratamiento de la mayor parte de los trastornos de ansie-
ca. dad, en particular las fobias. En las 3 primeras sesiones
ductas de desplazamiento con apoyo en muebles y un ansiedad y aumentar la conducta de caminar, pueden se-
mayor miedo a caminar de forma independiente. Esto se ñalarse algunas limitaciones relativas a la fase de evalua-
debió a que entre estas 2 sesiones, el tratamiento se sus- ción e intervención. Con respecto a la evaluación, podría
pendió temporalmente y durante este intervalo tuvieron haberse completado con autoinformes específicos del
lugar 2 experiencias negativas relacionadas con su miedo miedo a las caídas que facilitaran información directa de
a andar, por un lado, recibió información médica que le las restricciones en la actividad. Actuamente, se puede
motivó a interpretar nuevamente que sus caídas estaban contar con una buena medida para este propósito, el In-
determinadas por factores físicos y, por otro, vio como ventario de Actividades y Miedo a las Caídas (Survey of
una amiga se caía en su propio domicilio con importantes Activities and Fear to Falling, SAFE)28, no disponible en
consecuencias negativas. el momento de la evaluación.
Respecto a la valoración de la eficacia del tratamiento, Por lo que se refiere a la intervención, una de las ma-
se administraron los mismos cuestionarios para evaluar las yores dificultades fue la relacionada con el control de las
variables utilizadas en la evaluación inicial. En la tabla 1 se consecuencias externas de la conducta de evitación y de
observan los resultados sobre el grado de ansiedad, y se miedo a las caídas. Como se ha mencionado anterior-
observa cómo disminuye notablemente su ansiedad-rasgo mente, para reducir tales consecuencias (reforzantes de
según STAI (del centil 75 al 35), así como, según el ISRA, la conducta de evitación de Ana), se instruyó a los fami-
la respuesta cognitiva de ansiedad (de 28 a 3 puntos, lo liares —especialmente, el marido— para que disminuyera
que implica un 80% de decremento en reactividad cogniti- progresivamente las conductas de dependencia (p. ej.,
va), la respuesta fisiológica de ansiedad (de 14 a 4 puntos, ayuda al desplazamiento), e incitara y reforzara conduc-
lo que implica una disminución de un 25% de reactividad tas de autonomía, es decir, conductas de marcha inde-
fisiológica) y la respuesta motora de ansiedad (de 9 a 1 pendiente. Sin embargo, no se llevó a cabo ningún control
punto, esto es, un 30%). Finalmente, se muestran los re- de verificación del cumplimiento de estas instrucciones
sultados del test situacional (tabla 2), y se observa una por parte de la familia, que se determinó mediante las
mejora en todos los parámetros evaluados en relación con manifestaciones verbales de Ana y de los propios familia-
su temor a las caídas en comparación con los resultados res. A partir de esta información, no puede descartarse la
obtenidos en la evaluación preintervención. Aunque no existencia de un refuerzo positivo de tasa intermitente an-
fueron medidas específicamente, puede señalarse la exis- te las conductas de evitación y miedo, lo que lleva a pen-
tencia de una mejora de la autoestima y autoeficacia de sar en una posible dificultad para la generalización del
Ana, que se observa mediante el cambio que se produce aprendizaje que afecta especialmente al desplazamiento
en sus verbalizaciones (p. ej., al final del tratamiento éstas en el exterior de la casa, de manera que la presencia del
son del tipo «puedo hacerlo, de hecho ya ando todos los marido puede funcionar como una «señal de seguridad»
días sin ayuda», «puedo eliminar el temor»). con un efecto contraproducente a largo plazo para el
mantenimiento del éxito del tratamiento27. Como se ha
señalado reiteradamente, el problema de la generaliza-
DISCUSIÓN ción de las respuestas es, junto con el del mantenimiento,
uno de los principales desafíos de los tratamientos con
Los resultados obtenidos en este caso apoyan la efica- personas mayores29, y se han señalado los factores am-
cia de las técnicas cognitivo-conductuales empleadas con bientales inapropiados —fundamentalmente sociales—
personas mayores, concretamente en este caso, técnicas como una de las limitaciones de la intervención psicológi-
de exposición en vivo junto al aprendizaje de habilidades ca con personas mayores.
de afrontamiento (respiración, autoinstrucciones, parada
de pensamiento y aserción encubierta), ejercicios físicos Otra dificultad del tratamiento fue la atribución por par-
de equilibrio, control postural y de aumento del tono mus- te de Ana acerca de la naturaleza médica de su trastorno.
cular, así como educación acerca del control de los facto- Es característico en las personas mayores la tendencia a
res de riesgo y situaciones asociadas a las caídas para el buscar explicación de los problemas de conducta en tér-
tratamiento de una fobia específica a caerse. Obviamen- minos orgánicos e irreversibles antes que en términos de
te, se desconoce a partir de estos resultados la eficacia la interacción entre factores biológicos, ambientales y de
parcial de cada una de las técnicas. Lo que sí se puede aprendizaje y, por tanto, susceptible de intervención, y
subrayar desde una perspectiva de apreciación clínica es esto es una de las barreras para la intervención conduc-
el importante papel de las habilidades de afrontamiento tual con personas mayores30. La dificultad de encontrar
para el éxito del tratamiento, como el empleo de las técni- procedimientos de evaluación de estas creencias, unido
cas de exposición a la situación temida26 y, especialmen- tanto a una evidencia de enfermedad con algún viso de
te, de las técnicas cognitivas que ayudan a enfrentarse a racionalidad (presión sobre la médula cervical, nuevas
la situación temida, tal y como se ha puesto de manifiesto pruebas médicas que aún debían efectuarse), como a la
en la bibliografía sobre el tratamiento de la ansiedad de la común actitud por parte de las personas mayores o sus
fobia específica17,27. familiares de explicación de cualquier síntoma en térmi-
Si bien los resultados revelan que el procedimiento de nos biomédicos o de la avanzada edad de la persona, ha
intervención utilizado se ha mostrado eficaz en reducir la llevado a no poder controlar las consecuencias de esta