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Vidas juveniles Victoriosas

¨Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, y hasta ahora he manifestado tus maravillas¨. (Salmos
71:17)

Introducción

1. Vivir la vida como joven es un cúmulo de aventuras y responsabilidades.

2. Los jóvenes tenemos por delante un gran desafió, y es a saber, revelar al mundo a un salvador
crucificado.

3. ¿Has salido victorioso alguna vez en un evento? ¿Qué sentiste?

4. La vida de los jóvenes cristianos debería ser la más alegre de todas las juventudes.

5. Si nosotros expresáramos esta alegría, demostraríamos que somos verdaderamente


victoriosos.

I. LOS JOVENES CRISTIANOS DEBEN SER LOS MÁS FELICES DE LA TIERRA

1. La Juventud es un Tiempo Importante.


"La juventud es el tiempo de la siembra y las palabras y las acciones de los primeros años son
como semilla que germinaran y producirán una cosecha según su especie¨. (Instructor de la
Juventud 18-01-1894).
¨La sociedad espera algo de la juventud de hoy. Los hombres que han permanecido en el frente de
batalla, llevando la responsabilidad en medio del calor del día, abandonaran el escenario de la vida
activa ¿Dónde se encontraran los jóvenes que ocuparan su lugar cuando estos sabios instructores
consejeros no puedan asumir responsabilidades?¨ (Carta 22, 30-06-1875).

¨La obra especial de Satanás en estos últimos días es posesionarse de la mente de la juventud¨
(Christian Temperante and Bible higiene Pág. 136).

2. Un estilo juvenil sin Jesús es un estilo sin victorias. “Estoy afligido y enfermizo desde mi
juventud, dijo el salmista” (Salmos 88:15), hay jóvenes que viven sin propósitos, sin metas, ni
ilusiones, no han cimentado su vida en Jesús, no conocen el sabor de la victoria.

3. “Estoy afligido y enfermizo desde mi juventud me han abrumado tus terrores; y estoy medroso.”

4. Dios no desea que los jóvenes vivan de esta manera, El desea llenar de nuevos propósito a la
juventud, y darles la felicidad de sentir la victoria sobre el pecado, y el Diablo y el mundo.

"Los cristianos deberían ser los seres vivientes mas alegres y felices. Pueden tener la conciencia
de que Dios es su padre y su amigo eterno".

En la Biblia aparece 99 veces la palabra alegría, esto debe hacernos entender que no es el
propósito de Dios que los jóvenes pasen por etapas depresivas.

¨Los que moran en Jesús serán felices, alegres y gozosos en Dios¨ (4TI, 622).

5. ¿Por qué ser jóvenes deprimidos, si podemos ser un jóvenes victoriosos?, No puedes rendirte si
tienes un buen amigo, Jesús (Jeremías 3:4).

6. Dios desea que los jóvenes le sirvamos con alegría, pero ¿Qué pasa si no servimos a Dios con
alegría? (Deuteronomio 28:47).
II. COMO SER VICTORIOSOS

1. Debes ser un Valiente Mateo 11:12.


2. Debes ser un joven lleno de Fe 1 Juan 5:4-5.
3. No debes practicar la mentira y el engaño 1 Samuel 15:29.
4. Debes crecer y adelantar delante de Dios cada día 1 Samuel 2:26.

¿Cuantas batallas has enfrentado?


Tal vez, has sido vencido y piensas que la victoria no tocara a tu puerta. Deja de luchar solo, hay
uno que esta dispuesto a ayudarte, el toca tu puerta; déjale ya entrar.
Las cargas de la vida son mas agradable llevarlas con Jesús.
Es mi sincero deseo y oración que siempre seas un vencedor.
El joven que se perdió - La conversión de una
Generación Poderosa
DATOS PREVIOS
1. Idea Homilética: Enseñar qué pasos se deben seguir para no perder la vida eterna.
2. Propósito Específico: Que cada oyente decida corregir el camino equivocado y hacer obras de
salvación.
3. Tema: La salvación.

EL JOVEN QUE SE PERDIÓ


1. Saludo.
2. Motivación. Yoshiaki Tsutsumi, uno de los hombres más acaudalados del mundo, de 53 años de
edad, esbelto, activo, es un japonés que preside su grupo empresarial "Seibu".
El grupo "Seibu" cuenta con 27 canchas de golf, 25 pistas de esquí, 56 hoteles con más de 13,000
habitaciones, varias líneas ferroviarias, y uno de los principales estadios japoneses de béisbol. Las
tierras de Tsutsumi, según cálculo extraoficial, suman aproximadamente 150 Km2, es decir, el
equivalente a la cuarta parte de la ciudad de Tokio. Yoshiaki Tsutsumi, a pesar de ser dueño de
una fortuna considerada en más de 21,000 millones de dólares no permite en absoluto el
despilfarro en sus empresas. Lleva una vida metódica y disciplinada. Sus amigos más íntimos
señalan que su gran riqueza se debe en gran medida a sus "sabias decisiones"

Sí, la vida está hecha de decisiones. Siempre estamos decidiendo para bien o para mal. Unas
veces acertamos y otras, nos equivocamos. Muchas decisiones nos llevan a la destrucción, otras a
la salvación.
La mejor decisión que podamos hacer en la vida es la de ser cristiano, consagrarse a Cristo.

3. Proposición. Esta mañana estudiaremos acerca de los pasos para la salvación, a través de la
experiencia de alguien que pudo, pero que no llegó a la salvación.

4. Texto base: Marcos 10:17-23.

II. VINO A JESÚS (17-18)


1. Se postró ante él.

2. Lo reconoció como Salvador, como maestro de Dios.

3. Quería, buscaba la salvación.

4. "¿Qué debo hacer para ser salvo?"


a. La misma pregunta del carcelero, de la muchedumbre en el Pentecostés.
b. La pregunta tuya y mía, de todos es: "¿Qué debo hacer para no perderme?"

5. Jesús le amó, le comprendió, quiso salvarlo, le dio una acogedora bienvenida.

6. Juan 6:37. "...Al que a mí viene no le echo fuera..."

7. Juan. 6:35. "...El que en mí cree no tendrá hambre, ni sed jamás".

Aplicación:
8. Si tú acudes a Jesús, jamás te rechazará; aunque estés equivocado, o estés en pecado.

9. Hebreos 4:16. Acerquémonos confiadamente a Cristo.

III. JESÚS LE SEÑALO EL CAMINO (19-21)


1. Le hizo notar su legalismo. "¿Los mandamientos sabes?"

2. Buscaba la salvación por méritos, la justificación por obras: ¡Este era uno de sus problemas!

3. "Todo esto lo he guardado desde mi niñez". ¡Sí, por obligación, como una carga!

4. "Una cosa te falta": despojarte de tus riquezas materiales y de tus méritos.

5. Su segundo problema consistía en la idolatría de las cosas, de las posesiones.

6. Su verdadera confianza y su "seguridad" estaban en los bienes materiales y no en Cristo. Por


eso sentía que estaba vacío, insatisfecho, sin fundamento en la vida.

7. Jesús quería enseñarle a depender de Dios, de su Salvador. "Vende todo, da a los pobres y ven,
sígueme, tendrás tesoros en el cielo."

8. Jesús quiso que dejara la justificación por las obras, y buscara la justificación por fe.

9. Jesús le trazó el verdadero camino de paz, de la auténtica felicidad.

Aplicación
10. Si buscas la verdad, es decir a Cristo, no serás chasqueado, la encontrarás.

11. Pero eso no basta. Debes seguirla, amarla, vivirla.

V. SE FUE TRISTE, SE PERDIÓ (22-23)

1. Este es uno de los textos más lamentables de la Biblia. "Se fue... se perdió".

2. Tenía muchas posesiones":


a. Propiedades.
b. Riquezas.
c. Amigos.
d. Compromisos.
e. Relaciones, etc.

3. Afligido, descorazonado, sin Cristo, perdido, desapareció. Así acabó esta historia.

4. Tuvo su oportunidad, Cristo lo amó, pero él decidió mal.

5. Prov. 14:12. "Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte."

6. La salvación y la vida eterna dependen de nuestra decisión por la verdad, por la fe, por la
obediencia, por el amor de Cristo.

7. Mateo. 13:44. Vendió todo para "comprar" aquel campo, la salvación.

Aplicación
8. Dios no puede forzar, violentar tu voluntad si tú no te decides.

9. Él te deja a tu libre albedrío, a tu criterio, a tu raciocinio. Nunca te impone, ni te coacta.

10. Por eso podemos decir como Pablo: "Yo sé en quién he creído."

11. Dios nos ayuda a decidir para alcanzar la vida eterna.


a. Si la buscas y la quieres, allí la tienes, en Cristo.
b. Acéptalo, ámalo, sírvelo. Serás feliz para siempre.

V. CONCLUSIÓN
1. Resumen. El joven rico, amado por Jesús, se perdió porque pesó más en su decisión el amor a
las cosas pasajeras, a lo terreno.

2. Apelación. ¡Escoge hoy la vida! Deut. 30:19. Dios te dice hoy: escoge la vida para ti y tu
descendencia. Zac. 13:1 "En aquel tiempo habrá un manantial abierto para la casa de David y para
los habitantes de Jerusalén, para lavar el pecado y la inmundicia".

VI. LLAMADO (Amos 3: 3) "¿Andarán dos juntos, sí no se hubieran puesto de acuerdo?"


1. Leamos Galatas 3:27 "Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis
revestidos". Así como muchos personajes bíblicos se perdieron, hubo también muchos otros que
se salvaron. Ejemplo: Josué, José, Juan, Pedro, Daniel, Ester, Noemí, Débora.

2. Invitación. Yo te invito en el nombre del dulce Rabí de Galilea a seguir al Maestro. Él te ama, él
te mira y te ofrece la vida eterna. ¿Hay alguno que escoge, juntamente conmigo, la vida eterna a
partir de este momento? Amén.
Tal como se ha manifestado en otras oportunidades, la aspiración de los jóvenes hoy
en día no es muy distinta a la que en algún momento nos tocó vivir bajo nuestras
propias experiencias a quienes hoy nos encontramos arriba de los 30. Si hay una
característica destacable de la adolescencia es la manera disruptiva de entender y
enfrentar al mundo. Pero, ¿qué es lo que hoy los hace distintos a otras generaciones?
Sin duda, los métodos de crianza, la tecnología y la hiperconectividad, el aumento de
la escolaridad de los padres y la visión personalista de una cultura de lo “desechable”
hace que, si algo no sirve, se descarta.

Muchas veces, los jóvenes sufren este aislamiento de sus padres que privilegian sus
necesidades y aspiraciones personales al del bien común de la familia, que termina
quedando a la deriva, con sus jóvenes creando vínculos afectivos con personas
ausentes, emocionalmente expuestos a un mundo influenciado, donde claramente, no
todo es idóneo para mentes que están en pleno desarrollo cognitivo e intelectual.

La Organización Mundial de la Salud estima que en 2030 los problemas mentales


serán la principal causa de discapacidad a la que el mundo estará enfrentada, donde
la mitad de estas enfermedades comienzan antes de los 14 años, siendo la tecnología
quien desencadena estos cambios drásticos en el pensar y actuar de los jóvenes.

Es un hecho que el uso y abuso de las tecnologías y las redes sociales exponen a los
jóvenes a un estrés extra que ha implicado en la actualidad un aumento de casos de
depresión juvenil. Muchas veces, el criterio inadecuado para enfrentar esta realidad
termina generando un comportamiento que fácilmente se puede distinguir en
comentarios y actitudes agresivas, acoso o bullying escolar, sexualidad desinhibida,
problemas de uso y abuso de alcohol y drogas, y una dependencia excesiva a la
misma tecnología.

Pero, ¿qué significa ser joven hoy? Hoy, los jóvenes están expuestos más que nunca.
La relativización de los valores hace que sus principios y discursos sean coherentes
con ideologías y modas de empresas multinacionales que van dictando los
parámetros de éxito, belleza y felicidad confundiendo aún más a una mente ya
confundida, que no ve una representación o un modelo a seguir en ninguna institución
o persona, ni siquiera a Jesús: todo es relativo dependiendo del “según convenga”.

Hoy, la superficialidad con la que se vive de las apariencias es el patrón continuo al


que se ven enfrentados, y mientras más se aparente, mejor se presume. Una falsa
realidad virtual que está alrededor de las redes y provoca todo un ruido social donde
estos jóvenes se enfrentan y tratan de sortear los falsos ideales de la felicidad que
socialmente se está mostrando: belleza artificial, dinero, estereotipos y otros que
influyen en su vida, haciendo aspirar que si no siguen dichos paradigmas son
sencillamente inferiores e infelices.

El relativismo nos dice que todo es válido, todo está bien; no se sabe dónde se va,
sólo importa el aquí y el ahora. Eso lleva a que las relaciones de hoy sólo se buscan
en la medida que ayudan a obtener una gratificación instantánea, de hecho, son
relaciones desechables, ya sean de amistad o amorosas; es propio de la cultura del
descarte, antes descrita, donde se busca su propio espacio, aunque paradójicamente
se termina “cosificando”.

La superficialidad también impone otro reto: impedir que se transformen a sí mismo en


víctimas y victimarios de sus propias redes sociales. Los jóvenes ya no creen en ellos
mismos ni en sus propias capacidades, sean físicas o intelectuales. Se limitan a lo
que se les enseña convencionalmente buscando siempre lo que ya está hecho, sin
esfuerzo, sin espíritu de superación, sin metas, sólo seguir haciendo y cumpliendo lo
mínimo que se les pide realizar. La misma sociedad les exige ser exitosos, no fallar ni
defraudar, preocuparse por el exterior y olvidar el interior, buscar el bienestar propio
de forma egoísta. Por otro lado, importa más lo que piense y haga el otro, llevándonos
a vivir en un vacío que crece y crece y nos aleja de Dios.

La pérdida de los valores


Se han perdido los valores y la capacidad de reconocer amor en el prójimo. En vez de
ayudar a alguien, resulta mejor grabarlo y subirlo a redes sociales; ya no somos
capaces de vivir una vida ética cuando quienes nos gobiernan no están a la altura de
los cargos que ejercen y que la sociedad completa necesita, donde con impotencia
muchas veces quedan en la impunidad, dicho actuar provoca a los jóvenes el no
sentirse parte ni responsables de su propio bienestar social. La deshumanización e
insensibilidad ante el sufrimiento, la intolerancia y la incoherencia genera una
inconsistencia en su propio mundo.

Se ha repetido que los jóvenes sufren un bombardeo de propuestas, tentaciones,


presiones tanto externas como internas de encajar en un estereotipo. Se mueven en
ambientes carentes de valores, de amor propio y con familias desunidas viéndose
superados en manejar cualquier dificultad que se presenta; esta desunión termina
afectando la salud emocional. Las familias disfuncionales afectan directamente a los
miembros que la componen.

La falta de oportunidades
Otra realidad a nivel latinoamericano es que la oferta de empleos ha decrecido y las
oportunidades de empleo con un sueldo digno son muy pocas: el alto costo de la vida,
los altos niveles de exigencia académica y la baja compensación de salarios provocan
una frustración generalizada. A esto, se debe sumar la discriminación que muchas
veces se ven enfrentados, sea por venir de familias humildes o simplemente no
sentirse parte de una sociedad que no abre las puertas ni genera las oportunidades
que requieren.

Los jóvenes piden y exigen ser parte de los cambios en temas que hoy les resultan
particularmente sensibles, en áreas como la educación, el empleo, la política, la
economía y, en general, todos los temas con los que hoy se identifican. Tienen una
especial sensibilidad frente a la injusticia social; experimentan como jóvenes la
discriminación en todas las formas donde se encuentren personas que sólo por estar
en contra de lo que se piense, ser extranjero o por no tener el mismo nivel
educacional.

Otro gran desafío es hacerse escuchar, sentirse parte de esta sociedad que avanza y
exige, pero no suma a nuevos intérpretes. Es necesario cambiar la cara del
conformismo y acabar con los falsos ideales y la información manipulada que desvían
la identidad. Las limitaciones, el menosprecio y la falta de confianza por parte de las
generaciones mayores, cuestionando el actuar, termina alejando de Dios y sus
misterios donde simplemente buscan aceptación frente a todo prejuicio y donde la
Iglesia no ha sido capaz de dar una respuesta firme y acogedora a esta realidad. En
este contexto, muchos jóvenes terminan buscando esta aceptación en grupos con
ideologías extremas o simplemente en drogas; pues, más allá de lo que se haga, se
sienten importantes sin que nadie les critique.

Identidad religiosa
Llama la atención que los jóvenes de hoy sigan siendo espirituales a pesar de todo.
Pero la Iglesia no es el medio válido para acercarse a Dios. El modelo de Jesús hoy
está relativizado a la figura sacerdotal y los distintos cuestionamientos que nacen de
la vida religiosa, la adolescencia tardía y tener adultos viviendo como niños,
protegidos y avalados por sus padres sin mayor deber ni compromiso, lo cual los
mantiene en una zona de confort que hoy no están dispuestos a dejar.

El joven exitoso busca demostrar su “éxito” en redes sociales que finalmente terminan
en un vacío y una ausencia de Dios. La espiritualidad, si bien es muy importante en el
joven moderno, la tradición y la manera de buscar a Dios no es la que “les llena”.
Quieren un Dios a su manera, en sus tiempos y con sus ideales.

Finalmente, uno de los mayores desafíos que los jóvenes actualmente atraviesan es
aprender a discernir entre lo bueno y malo. La pérdida de los valores familiares, del
amor a la vida y a sí mismos, terminan convirtiéndolos en víctimas de una sociedad
que se autodestruye y no reflexiona el daño que se hace.

Ser joven es buscar nuevos desafíos y nosotros debemos estar a la altura de lo que
ellos exigen. Hay que romper los paradigmas de buscar para nuestras comunidades
jóvenes que se parezcan a nosotros. No hay que tener miedo en ir, evangelizar y
hacer misión en lugares donde tradicionalmente no se realiza. Si esperamos que los
jóvenes vengan a nosotros, significará que estamos perdiendo el tiempo buscando
algo que no ocurrirá. Ser una Iglesia misionera que está donde nadie está es lo que
los jóvenes buscan para seguir e identificarse. Es lo que piden de nosotros: ser
ejemplo, hacer de nuestra vida un espejo de la vida de Jesús.

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