Está en la página 1de 3

Consejos a la juventud

Introducción:

En una ocasión un hombre dijo: Cuando era joven deseaba y podía hacer grandes cosas a través de mi vida, sin embargo no se como
hacerlas. Ahora que soy viejo sé cómo hacer esas grandes cosas, pero ya no tengo fuerzas para realizarlas. La juventud es la mayoría
de las veces se traduce como vigor, energías, oportunidades, decisiones, pero también con inexperiencia.

Un viejo dicho reza así: La juventud es una enfermedad que se cura con los años. En lo particular no coincido con la idea de que la
juventud sea una enfermedad; al contrario se podría afirmar que en la juventud se dan las etapas más importantes y decisivas de la vida
de cualquier persona y la salud es sinónimo de juventud. Sin embargo Dios no forma parte de muchos de los jóvenes, Se cree que es
asuntos de viejos.

Salomón unos de los hombres más sabios de la historia se considera autor del libro de los proverbios de la Biblia, este fue escrito
durante la juventud de Salomón, antes de alejarse de Dios; es también autor del libro de Eclesiastés, pero este fue escrito durante la
vejez de Salomón, se puede ver a través de la líneas del a un hombre que después de haber probado todas las cosas habidas de su
tiempo y vivido todas las experiencias de todo tipo habla acerca de la vanidad de la vida y de lo vano de las riquezas; al final del libro
el predicador aparta un lugar a Dios y del papel que debió tener Dios en su vida y da consejos a la juventud de cómo vivir vidas felices
de la mano de su creador.

Salomón nos habla de aspectos terrenales y da 4 consejos a los jóvenes:

I. Dios quiere la felicidad del joven (9a) (Muchacho, conoce la felicidad mientras seas joven, y toma temprano las buenas decisiones)

La Biblia Latinoamérica traduce mejor esta idea al decir: que le joven debe buscar la felicidad durante su juventud, pues son
momentos decisivos y en la que puede disfrutar mejor la vida. Tomás Chalmers dijo: Los principales componentes de la felicidad son:
Tener algo que hacer, alguien a quién amar y una esperanza. En otras palabras la clave de la felicidad en la vida es un propósito
claramente definido para vivirla. Es durante la juventud la mejor oportunidad para fijarse la razón de la vida, pues se poseen elementos
importantes y uno de ellos son las energías para lograrlas. Alguien dijo que el motor de nuestra vida es tener un motivo para vivirla,
Dios quiere que vivamos vidas felices, es decir quiere que nuestra vida sirva de algo y a alguien. Qué triste sería la existencia al vivir
solo por vivir sin metas que lograr.
Una encuesta en los E.U. dice que solo el 3% de las personas tienen bien definido su razón de vivir. Charles Colson en su libro: Reinos
en Conflicto narra una historia de la importancia de tener una razón de vivir. El joven debe entender que Dios tiene un propósito para
su vida y este es que le conozca y le ame, recordando las palabras del salmista al decir: “Subiré hacia Dios, que alegra mi juventud.”
(Salmo 42)

II. Considera a Dios en todos tus caminos (9b) (Elige tu camino como mejor te parezca, sin olvidar que Dios te pedirá cuenta de
todo)

Hace 20 años en los Estado Unidos había un programa de televisión en que las parejas de concursantes trataban de encontrar la salida
de un laberinto a fin de ganar el premio de sus sueños. Uno de los dos concursantes se colocaba en el lugar más alto donde se
dominaba todo el laberinto, y le gritaba instrucciones a su pareja que corría serpenteando por una serie de paredes, puertas y pasajes
secretos. Como es de esperarse, el que gritaba las instrucciones podía ver sin impedimentos todo el laberinto; su parte será determinar
el mejor camino a lo largo del laberinto y comunicárselo al otro en voz alta y con rapidez. Lo emocionante y divertido del juego, para
los televidentes, era ver la confusión y frustración del corredor que trataba de captar las indicaciones.

No tiene nada divertido estar atrapado en un laberinto; Así se encuentran muchos jovencitos que están viviendo al encontrarse en un
laberinto de oportunidades, tratando de comprender los muchísimos mensajes que cada día escuchan de profesores, figuras políticas, la
televisión, padres y amigos que buscan dirigir la vida de los jóvenes. Todas las oportunidades que se presentan en nuestra vida ¿son
buenas? ¿Cuáles son verdad? ¿Qué camino tomar? ¿Cómo puedo encontrar una salida en medio de toda esta confusión? Las respuestas
puede variar de acuerdo a la mentalidad, cultura, época o circunstancias de las personas, etc; sin embargo sigue siendo Dios la mejor
de las opciones para que un joven encuentre el mejor camino para su vida; sigue siendo Jesucristo por excelencia la puerta hacia la
verdadera felicidad. Dios trasciende el tiempo, la moral humana y cualquier circunstancia; La Biblia dice: Fíate de Dios de todo tu
corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia, reconócelo (tenlo presente) en todos tus caminos y él enderezara tus veredas (Prv. 3:6).

III. Desecha la amargura- Enojo (v.10) (No dejes que la amargura se instale en ti,)

Durante esta etapa de la vida, los adolescentes no saben los cambios que están ocurriendo en sus vidas, son personas inconstantes en
sus emociones, el enojo es un elemento común en la gran mayoría, su enojo obedece a su despertar a un mundo que no concuerda con
ellos y buscan cambiarlo con sus acciones y actitudes, y el enojo resulta que sus esfuerzos son casi inutiles, pues todo sigue igual.

La amargura es una consecuencia de un enojo no resuelto o no manejado adecuadamente: Dios invita al joven a desechar el enojo de su
vida, pues él sabe que si este no se maneja bien pues acarrear a algo muy dañino como lo es la amargura; esta puede surgir de un
familiar que nos lastima, un amigo que nos traiciona, una falsa acusación, etc; las causas pueden ser muchas, pero la gran mayoría
tiene que ver con cosas injustas y en ocasiones fuera de nuestro control. La amargura también es algo que se contagia e invade el
corazón hasta hundirlo y contagiar a los que le rodean. Una persona con amargura es esclava que necesita libertad. La Palabra nos
invita a desecharla; el mejor remedio contra la amargura es el perdón, la palabra quiere decir liberar, que maravillosa, mientras la
amargura se aferra a la ofensa, el perdón se aferra a la libertad. El perdón es una actitud en la que honestamente reconocemos la
ofensa y se hace a un lado al recordar como nos perdona Dios. Dios nos perdonó cuando no lo merecíamos y no nos perdona por lo que
hagamos, sino por amor así mismo.

IV. Desecha la enfermedad - sufrimiento (v.10b) (...ni la enfermedad en tu cuerpo: ¡juventud y cabellos negros son traicioneros!)

La OMS, define a la enfermedad como la ausencia de la salud y a la misma como ausencia de enfermedad. La aparición de cualquier
fenómeno que altere nuestra salud debe ser considerado de cuidado, sin embargo durante la juventud, la enfermedad no juega un papel
decisivo en la mayoría de las personas jóvenes; es más los cuidados para mantener esta salud son escasos o nulos, pues consideramos
que siempre mantendremos este igor y salud, sin darnos cuenta que la juventud es pasajera.

Existen muchas formas de enfermarse pero solo un elemento se encuentra en casi todas las enfermedades: El descuido, por descuido
las ETS, drogadicción, tabaquismo, alcoholismo, problemas nerviosos (SSA en Ginebra dijo que los problemas mentales han
aumentado en jóvenes en México) y por descuido cuando avanzan los años vemos los resultados del descuido de nuestros cuerpos, por
ejemplo: infartos por excesivo consumo de grasas, etc. Y todas estas situaciones acarrean sufrimiento y dolor. No es el plan de Dios
que vivamos así, el quiere que sea en la etapa de nuestra juventud cuando tomemos estas decisiones que pueden cambiar nuestro nivel
de vida a uno de calidad y felicidad.

Conclusión

En la catedral de San Patricio en Nueva York, se encontró el cuerpo muerto de un mendigo, pero en el interior de sus bolsillos se
encontraron estados de cuenta bancario con suficiente dinero para solventar las necesidades de ese hombre para toda su vida; mucho se
habló de mendigo millonario, nadie supo porque no hizo uso de estos recursos para vivir mejor. Así muchos seres humanos viven
mendigando en la vida y viviendo como este hombre cuando en su interior Dios ha colocado los recursos necesarios para vivir una
vida feliz y plena. Dios en su infinita misericordia se ha revelado a todos en la persona de Jesucristo y en él Dios nos da todas cosas
para encontrar la verdadera felicidad. Joven acércate a Jesús y él hará en ti una vida maravillosa.

También podría gustarte