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North, Douglass C.

“Una nueva historia económica.


Crecimiento y bienestar en el
pasado de los Estados Unidos”.
- Parte 3 -

Ed. Tecnos.
Madrid, España, 1969. 199 pp.
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130 UN¡\ NUEV ~ IIlSTORI¡\ ECONÓMIC¡\

dente. SegÜn los d!culos de FogcJ, se aproxima a 73 millones de dóla-


()
re~. que es ó/ I del 1 por 100 del producto nacio~al. bruto de 189?
Los problcll1asque plantea el cálculo de las perd.lda.s que h~hna
entrailado la 'inex'stcncia del ferrocarril en el comercIO mtrarreglonal
son 1ll.ís cOll1pl~jps y requieren amílisis más técnicos. La estim~ción a
la que Ikga Fogel varía, entre 24R millones de dólares y 337 mlll~)J1es,
es decir. entre el 2.1. pOr 100 y el 2.8 por 100 del producto !laclOna I CAPITULO X
bruto, rogel puntualiza que estas cifras son claramente demasiado ele-
vadas. ya que no ha tenido cn cuenta ninguno de los. reajuste:; en la
1: activitlad econ6mica ni la extensi6n de las rutas acuáticas que se ha- LA POLlTlCA DE TIERRAS
~
hrían dado al no habcr existido el ferrocarril. Las cifras de Fogel hasta V EL MOVIMIENTO HACIA EL OESTE, 1785.1890
, a hora s610 se ha n referido a los productos agrícolas. Utilizando. el
mismo principio y ampliándol0 a todos los productos. el ahorro social
total que cabe atribuir al ferrocarril viene a ser del orden del ~.7 por
~

100 del producto nacional bruto. sin tener tampoco en cuenta 11t¡~guna
~
de las adaptaciones de los otros medios de transporte en la ausencIa de! Quizá el episodio más dramático de la historia económica norte-
rl ferroca rril '. americana es la colonización y poblamicnto del país. Grandes zonas de
El análisis de Fogel pone en claro que la cO,ntribución del ferroca- los Estados Unidos fueron colonizadas entre 1776 y los años inmedia-
~
rril no tuvo nada que ver con las nociones impresionistas que nos han tamente anteriores a 1900, cuando el superintendente del Censo de los

dado anteriores historiadores de la economía, Sin embargo, en este Estados Unidos informó que la frontera había desaparecido. Cuando
punto habría que señalar muy cuidadosamente que incluso si l~ c~fra se promulgó la Declaración de Independencia sólo estaba colonizado
del 5 por 100 del producto nacional bruto es algo menor al creCImIen- el litoral oriental, aunque algunos exploradores habían cruzado las mon-
to de dos años de la economíam-es decir. que sin el ferrocarril el país tañas para establccerse en la zona situada al otro lado de los montes
hahría tenido el producto nacional bruto de 1888 en 1890-. conoce- Apalaches, es decir, en el valle del Ohio. Más al oeste, el país era
I mos pocas innovaciones. por no decir ninguna. que hayan surtido efec- en su mayor parte una región desconocida para el hombre blanco.
¡, tos tan grandes. Un ahorro social del 5 por 100 es una economía muy Durante todos esos años los Estados Unidos adquirieron tierras en
H consider~'\ble. Sólo resulta sorprendente mente exigua cuando se inserta grandes cantidades: la «compra de Louisiana». por la que se adquirió a
n en el contexto de nuestras exageradas impresiones tradicionales Una los franceses en J 803 todas las tierras que ocupaban en esa zona; Flo-
de las lecciones más importantes que quizá se deriven de estos traba- rida en 1819, y Texas, California y el territorio de Oregón en 1840-1850.
jos sobre el ferrocarril es la de que no hay ningún sector que pueda En 1853, con la «compra Gadsden» de una faja en la frontera con Mé-
1I
apuntarse una innucncia decisiva en el desarrollo de la ~conomía de xico. las fronteras de los Estados Unidos continentales con otros países
:~
un país. Este desarrollo es más bien un fenó?1eno compleJ~ ~n el que quedaron fijadas.
i~ las mejoras en la eficiencia proceden del conjunto de la actIvIdad eco- La colonización y el poblamiento de esas zonas fue una historia
nómica y no de grandes incrementos en la productividad provocados mucho más larga y dramática que comienza con la expedición de Lewis
i¡ y Clark. El grupo capitaneado por estos dos exploradores remontó el
1j
por unos pocos sectores.
q río Missouri hasta su nacimiento, cruzó las montañas Rocosas, descen-
j dió el curso del río Columbia e invernó en su desembocadura. Cuando
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volvieron, contaron que habían recorrido una tierra extraordinaria,
¡;
I
plena de posibilidades y de promesas-una tierra que iba a dominar
gran parte de la historia estadounidense del resto del siglo, a medida
lij que grupos sucesivos de norteamericanos aventureros llegaban a la
n¡ ~!
------
,
nueva frontera y la colonizaban. Los mercaderes de pieles se apresu-
'1' ' En ~u r~tuoio or próxima publicación, ALBERTF'ISHLOW atribuye a los ferro- raron a segui r los pasos de Lewis y Clark. En realidad. algunos miem-
:í'
rarrl1r~ UI1 a!lorro ~orial sUDerior, Da a~! una cifra oel 5 por 100 p,ara 1860. No bros de la expedición de estos últimos dieron media vuelta a su regreso
1;1
IH' po(lhln lrpr toclo ..\ manuscrito oe Fishlow,y generoso,
pero la parte Que he Visto me hace
La r1\ferencia en~re. Fogel y volvieron a remontar el río en busca de pieles de castor. Detrás de
rrppr quc p~a pllm es un r:11ru]o mÚximo
11:

\' FI~!lln\\'. sin p!1lhargo, no {'~ muy granoe cuando se compara con la opmion tan los comerciantes de pieles vinieron agricultores y mineros, y a medida
~1iI\ln(li1]a sohre ..1 rnnirlrr indisprnsable del ferrocarril,
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l1NA NIIF"A ,.jJSTORIA ECONÓMICA POLÍTICA DE TIERRAS Y MOVIMIENTO HACIA EL OESTE 133
1~2
. ,. fronlera retrocedía hacia el Oeste fueron apareciend~) asenta- bién sentó las bases de todo el sistema de divisicSn en «distritos~ que
ql~c'n;:1s FI ccntro dc la población siguió desplaz:!ndose h:~cla ,las re- ha caracterizado desde entonces a los estudios catastrales. Los límites
mínimos duraron mcnos. COl110 el cuadro indica. cambiaron radical-
~;:~ncs('1l'l"idcnlaks conform~ esas inmen~as exlenslones ternlorlales se
IIICIlIc. ,I'islllinuyendo desde MO acres (256 heclÜrcas) en 1785 a 40
coloni¡ahan a lo largo del siglo XIX. ,
.,'1 cxp'\llsi,'lIl
-' apa~lOnan!e Y ~I~1 lem,1 qL~~ .
acres (1~ hectáreas) en 1832. El precio mínimo por acre (es decir, por
1 . geográlica fue un cmpeno
, b 0,4 hectríreas), enlre tanto, que había sido inicialmente de 1,00 dólar,
sIempre, 11' 1' sllsdl'Hlo
.,,' ~inlerés en los Eslados UnIdos, 1 am. len presen o
1 con la propi'l ('ons-. aumen~ a 2,00 dólares en 1804 Y luego disminuyó a 1,25 dólares en-
prohlemas económicos extraordinarios.
. ., 1) se autorizó al gobierno
comenzam o
federal a que recI'b~ler,I,en : tre 18tO y 1832. Las condiciones. al contado o a crédito, variaron
.

"
::~'~~~~~~~;H~L~~~\~e~ras' de los Estados. Una de las p~imeras
y
nu~~ 1I~1~ tamb' )n. El sistema general de distribución fue vender las tierras en
públi a subasta. Si nadie pujaba por encima del mínimo fijado, las
parlantes decisiones de la I~istoria, del pa.ís fue la e qU~e~~~ ~e;a;-
tierra no se vendían.
no serían conservadas por el gobIerno. SinO que se ven
. IVOS,
r
Ya desde la independencia, el gobierno había vendido extensiones
,,,
liclIhres '" .
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Una vez ueCI( . P' . unto , el gobierno '1 tenía adIversos
I'd1 o este o b Je t ' considerables. Los ex combatientes de las guerras recibían en recom-
ven ta de tierras pensa de sus servicios militares certificados con los que podían adqui-
a veces contradictorios, (H.le~podía conseWllr ~?n Uni- rir. tierras gratuitamente; y a medida que se acumulaban grandes can-
'\ 1" El primero era fotnentar la eolol1lzaclOn de los E,sta,dos
~~~:s) ~c~~~ar condiciones que favQreciesen el desarrollo eCOn?mICO, tidades de esos certificados procedentes de guerras anteriores, pasa-
~~?
l:lI~lhién desea ha aumentar sus ingresos. ~ las ventas de berras p~
~
ron a comerciarse activamente y se compraban y vendían como cual-
quier otro título-valor. Asimismo, y como se ha dicho en capítulos
cas resultaron ser una fuente de ingresos .1I11p~J1"\ante.rlUnque muy 1rre
gu ! r durrtnte un largo período de la hlstona nortea1~encana. r . . anteriores, tanto el gobierno federal como los Estados entregaron tie-
~~istírt'n muchos l;létodos posibles para poner las tlerr~s a (;SPOSI- rras públicas a los ferrocarriles para fomentar la construcción de las
. , ( ~úblico y su venta ha sido uno de los temas mas con rover- líneas transcontinentales. Un total .de 180 miIJones de acres (72 millo-
Clan 'I~I . '.
tidos de la hlstona de I pa IS.' U,n .rd.
.

tpido examen del cuadro 16 muestra nes de hectáreas) se dedicaron a esta finalidad, recibiendo el Northern
,
como, las. ventas . de lierras pubhcas cambtaron g entre 1
( 785 1832 a Pacific la parte del león, aunque otras compañías también se beneficia-
y. ,
1 I mul adas. Por , el Congreso. . ron mucho.
tenor de las . modificaciones en as eyes pro 1 t ~
La pnmera. ley dc '78". . no sólo estableclO
. " unos .. Iml ' es mIOlmo.
' En 1841 se promulgó la Ley de Prelación (Pl'e-el1lption Act) para
q ue tam proteger a los ocupantes de las tierras. es decir, a los primeros colonos
en cada venta. por lo que hacía a dimensIOnes y preclO, S1l10 -
que se habían adelantado a los estudios topográfico s y catastrales y
CUADRO 16.-PRlNCIPAlES lEYES SOBRE DISTRIBUCION DE TIERRAS, 1785=1832 que, sin poseer título alguno sobre sus tierras. se encontraban a veces
--~.,--
- - - - -' - - ~ ~ ---'-'---~-
amenazados de expulsión, incluso por tropas gubernamentales. La nue-
Puja mínima va ley dio prioridad a esos ocupantes para que, antes que se vendie-
Unidad por acre
mínima Condiciones de venta
ran en pública subasta, pudieran comprar las tierras si las había n co-
lelY (por hectá-
en acres rea) en lonizado Icon anterioridad a los levantami~nto catastrales. En 1854
(hectáreas)
dólares se aprobó la Ley de Graduacióm (Graduatiorz Act). Las tierras que no ,
"
---- se habían vendido a los precios mínimos fijados por el gobierno no
1785 G'O 1.00 Al contado. 1/2 por la ciudad; 1/2 por los podían venderse a precios inferiores. Seguidamente vino el gran hito
(256) (0040) distritos.
del que se ha dicho tantas veces que divide la historia de las tierras
1796 G10 2.00 1/2 al contado; 1/2 a crédito durante un
r2~G) (0.1301 año. públicas en los Estados Unidos: la Homestead Act (Ley sobre fincas
2.00
-
1/4 al contado; 1/4 en d os ~J10S; 1/4 en rurales), Esa disposición, promulgada en 1862, estipulaba que un co-
1800 320
( 12(3) (O.BO) tres nños; 1/4 en cuatro anos. lono de buena fe podía recibir a título gratuito la propiedad de 160
1RM lr;n 2.00 Lns de 1800.
(64) (0.80) acres (64 hecláreas), o 320 acres si estaba casado. siempre que habitara
1R~? eo 1.25 Al contado. la tierra y la mejorara durante un período determinado y en ciertas
f32} (0.50)
Ai contado.
condiciones. Con el paso del tiempo se hizo patente la necesidad de
1132(1 ~n 1.25
{1m (0.501 promulgar nuevas disposiciones, especialmente en las zonas donde se
estaba desarrollando la minería y la explotación forestal. yeso condujo
the Ame: a diversas leyes, como la de 1873 sobre explotaciones madereras. la
rl F)(r:;~n.<¡ion Beforp- thp HomestN\o Act-, en Growth o!
r\1fNTF' rhllir 11 Ov,,'m~Ycr, «W,..~tw.('¡r.
rlun Econo,"y (7" ,.dki0n). H'(";-pll"(H"n olrlgl 'o rC"r ~1('Ir('lírlF . WiI\iPl!nson (Englewood Cllffs, N. J.. de 1877 sobre zonas desérticas y las dos de 1878, una sobre cortas de
r,,.,,Iir,,HI'III, '''~1). 1"~f'I, \('" "
madcra y otra denominada «Lcy de la madera y la picdra» (Timf¡e,. 0stos eran sÓlo algullos de los motivos que explicaban el movimiento
al1d S lime ¡\ et) '. hacia el Oeste. La forma típica de colonización obedecía a móviles
Esta larga historia Icgislativa, que fue reOejando la posición dcl económicos--Ia genle iba al Oeste porque creía que podría mejorar
gobicrno sobrcla vcnta. dc tierras pÚblicas, ha sido objeto de inmune- económicamente, en vista de la creciente demanda que había en el país
rablcs invcctivas.'Por logcnerallos historiadores han criticado sin am- de productos' agrícolas, mineros y forestales. A medida que la pobla-
bagcs todo cl sistcma. p(~r crecr quc recompensaba la codicia y la cs- ción aumentaba y la demanda de productos crecía. especialmente de
pccl1h!citÍn. No cahc duda de que la especulación en tierras pÚblicas alimentos para el Este industrializado y urbanizado. el Oeste brindaba
fuc u na ocupaciÓn favorita de los norteamerica nos del siglo XIX. No oportunidades cada vez mejores de atender esas necesidades.
stÍ!o había grandcs cspcculadores que compraban vastas extensiones Sabemos cómo una economía de mercado, por conducto de los
de tierra antes quc se coloniz,,,:an e intentaban venderlas a los colo- cambios en los precios. satisface autom:íticamente esas necesidades. En
nos l/l1C se trasladaban al Oeste; también especulaban pequeiíos pro- esle caso, la demanda procedía no sólo del Este en expansión. sino
pielarios./Muchos agricultorcs compraban más tierra de la que podían también del extranjero. Antes de la Guerra de Secesión, el algodón
cultivar. con la idea de conservada hasta que su valor aumentarrl. Por constituía la principal partida de exportación. Cuando las hambres ir-
ello sc ha acusado a la especulacitÍn de desalentar la explotación de landesas de 1840-1850. el trigo había ocupado lugar destacado ert las
tierras y de difundir la idea de que la tierra era un bien especulativo. exportaciones y cobró gran auge después de la Guerra de Secesión.
Se ha aducido también que el movimiento hacia el Oeste se vio obstado Había tierras en abundancia para hacer frente a la expansión agríco-
por el sistcma seguido en la venta de tierras, que dejó .grandes exten- la; el factor limitativo era el transporte, pero ya hemos visto de qué
siones sin cofonizar durante mucho tiempo, ya fuese porque el precio forma se resolvió ese problema. Los canales y rutas fluviales de la mi-
mínimo era demasiado elevado o porque los especuladores conservaban otad oriental de los Estados Unidos proporcionaron un medio eficaz
la tierra fuera del mcrcado en espera de un precio mayor. Los críti- de transportar los bienes dc diversas regiones al mercado; luego el fe-
cos han alcgado t,1Inbién que el desarrollo económico del país se vio rrocarril entró en llanuras y praderas, ofreciendo transporte en los ca-
dificultado por la vcnta de tierras, debido en parte a la menor coloni- sos en que no existían vías fluviales. Para considerar todos los aspec-
zación quc sc producía al tener tierras fuera del mercado y en parte tos económicos de la colonización del Oeste resulta, pues, evidente
debido a que las diversas leyes que hemos indicado no eran las más que, del lado de la demanda, la gente se vio influida por la creciente
adccuadas a las necesidades particulares de los tiempos; esto es, en el necesidad de bienes agrícolas, madera y productos de la minería; del
primer período de tierras fértiles, el mínimo estaba constituido por lado de la oferta, el transporte estaba abriendo nuevas zonas que ha-
grandes extensiones; pero en el período ulterior, cuando las tierras con- cían posible toda esa producción. Esos hechos deberían reflejarse en
sistía n principalmente en pastqs que no eran cultivables, la dimensión la evolución de los precios y esto es exactamente lo que ocurre. Los
máxima que fijaba la Homestead Act era demasiado exigua para po- máximos relativos del movimiento hacia nuevas tierras se registraron
der constituir una unidad de explotación eficiente. en 1816-1818, 1830-1840, 1850-1860, 1867-1869 y 1880-1890, Y cada
Los historiadores han opinado, además, que la distribución nacio- uno de esos máximos obedeció a una rápida expansión de la deman-
nal de la riqueza se vio inOuida desfavorablemente por la forma en da de bienes y al aumento de los precios agrícolas 2. Hay que tener
que las tierras se vendieron: los monopolistas, los especuladores y los esto muy presente, porque esas influencias del mercado no aparecen
ricos se viero" favorecidos. a expensas del sufrido agricultor y del co- como decisivas en muchas descripciones de la colonización del Oeste.
lono pobre. Es una opinión muy difundida que uno de los objetivos La opinión de que esta parte del país no sólo dominó nuestra histo-
de l<1s ventas de tierras pÚblicas debiera haber sido asegurar que el ria, sino también de que fue un refugio en los años malos para el po-
asalariado y el pobre del Este tuvieran una v3lvula de escape, una po- bre y el parado, es sencillamente insostenible. El parado y el pobre
sibilidad de huir de la ciudad y de la pobreza. Antes de analizar estas en general no disponían de medios para ir al Oeste y dedicarse a la
críticas con mayor detalle, convendrá examinar con ojos de economista agricultura. Además, la mayoría de la gente que fue al Oeste lo hizo
todo el proceso del movimiento hacia el Oeste y sus móviles. En par- en épocas prósperas. Marcharon a las zonas occidentales en períodos
te. se trataba de gente que sencillamente quería escapar de la vida de precios altos, de expansión de la demanda, cuando las perspecti-
urbana, de la vida de las poblaciones; había también gente aventurera' vas de hacer dinero en las nuevas tierras eran mejores; y este aspecto
que deseaba ir a tierras salvajes; algunos (como los mormones) querían .
caracterizó a todo el sistema de colonización.
esca par de lo que ellos consideraban
, una; persecución religiosa. Pero
y 2 Una reducción de los costos del transporte o cualquier mejora en las pers-
I E~!1.s leyes ~e proponian fomentar los cultivos arbóreos, la colonización pectivas de ingresos del agricultor produciría esos resultados.
regadlo de ~on!\..~ d!'~érticas y la venta de tierras forestales.
136 UNA NUEVA HISTORIA ECONÓMICA POLíTICA DE TIERRAS Y MOVIM'lENTO HACIA EL O~STE
¡ 137
Si el resumen que se ha hecho antes de las críticas de los historia- jorar .de los especuladores. Además, los especuladores tardaban en pa~ar
los tributos. Se oponían a los mayores gravámenes, obtenían exoneracio-
dores hace creer que ha habido unanimidad sobre la falta de idonei-
nes por gastos en edificios y caminos, y a veces se negaban simplemente
dad de la política de tierras pÚblicas. hay que aclarar que no ocurre a pagar los impuestos. Las sanciones acompañadas de intereses elevados
tal cosa. En rcalidad. como las citas sigtiientes de las principales auto- y ]a pérdida teórica de la propiedad de las tierras por no haber satis-
ridmles en la materia indican, el tema se encuentra en un estado de fecho los tributos no les importaban gran cosa, ya que sabían qUE:'podríGn
confusiÓn considerable. llegar después a una transacción con las juntas fiscales de los condados
desbordadas de trabajo u obtener la anulación por los tribunales de las
,Los emigrantes iban al Oeste poco dispuestos a establecerse en zonas
escrituras traslativas de dominio 7.
alejadas de los medios de transporte o a colonizar las tierras inferiores
que quedaban, y al no disponer de capital para adquirir una explotación Los prestamistas, especuladores de tierras y personas que intentaban
agríl'ol11 y el equipo necesario se veían obligados muchas veces a con-
sacar partido de las parcelaciones urbanas se encontrabiln ahora agobiados
\'crtirse en arrendatarios de l11s tierras de los especuladores. Así, el arren- con cargas f~nancieras que no podían soportar. Sus tierras no se podían
damiento se desarrolló en los años de la frontera una generación al vender y, sm embargo, los impuestos que tenían que pagar seguían
menos antes de lo que h11bría ocurrido si el sistema de asentamientos a?mentando, como lo hacía e] interés de las cantidades que habían pe-
agrícolas hubiese funcionado de modo adecuado 3. dido en préstamo. Habiendo invertido todo lo que' tenían en bienes
inmuebles que no se liquidaban fácilmente, ahora se veían obligados a
Ahora podemos ver cómo el precio de la tierra no fue el determi-
entregar gran parte de sus tierras a los bancos cuando estas institucio-
nante crítil'o en el éxito del auténtico agricultor. Una explotación de
nes empezaron a reclamar sus préstamos. El estudio de las cesiones de
80 al'res (32 hect,íreas) a 1.25 dólares el acre le costaría 100 dólares. propiedad en los años siguientes al pánico de 1837 muestra un volumen
Esto era únicamente una pequeña fracción de 'sus gastos totales de pri- ingente de ejecuciones de hipotecas de grandes propiedades... En los
y el capital nece-
mer establecimiento. Si le faltaban los conocimientos
t~istes. años inmediatamente posteriores a 1840, los bienes de los pro-
sario para sacar adelante la explotación, el hecho de tener tierra gratuita
~Ietarros au~entes eran poco a poco absorbidos por embargos debidos a
no le sería de gran ayuda". Impago de Impuestos, gastos de agentes, intereses y depredaciones. Fi-
nalmente, la carga llegó a ser demasiado grande y muchos vendieron sus
En realidad, el gobierno ofreció en todo momento más tierra de la
que el mercado podía absorber al precio mínimo y el sistema de subastas
propiedades por cantidades inferiores al costo original, sin tener ni si-
pronto se convirtió en una farsa. Se ofrecía tanta tierra de primera ca-
quiera en cuenta intereses, derechos y gravámenes '.
lidad que las pujas nunca sobrepasaron mucho el mínimo, las compras Cuando se anunciaba por primera vez la venta de tierras en las que
y
especulativas se veían fomentadas, muchas tierras no se vendieron
se acababa de hacer el levantamiento catastral, los ocupantes de las mis-
cuando la venta iba seguida de la colonización se trataba de un hecho mas ten.ían que intentar comprar sus tierras-que habían adquirido va-
aislado y disperso entre grandes cantidades de tierras sin explotar que
seguían siendo de propiedad pública o pertenecían a especuladores 5. ~o~ .graclas a las mejoras que habían introducido en ellas-antes que se
IIlIClase la subasta, para no correr el riesgo de perder esas tierras en be-
Esta continua monopolización de las tierras mejores y el consiguiente
neficio de especuladores 9.
y a otras
desarrollo del arrendamiento rura1, condujo a los reformadores
La defensa teórica del derecho de preferencia se basaba en que los
personas que temían la aparición de una aristocracia terrateniente si-
ocupantes eran bienhechores públicos que se dedicaban al desarrollo
milar a la que existía en muchos países europeos, a propugnar la ter-
efectivo del Oeste, Exponer a los azares de la subasta pública las tierras
min11cion r11dic11] del sistema de ventas al contado 6.
q.ue habían mejo.rado permitiría a otros confiscar las mejoras fijas adqui-
Las compras de los especuladores y el arrendamiento no siempre con- nendo el ~ommlO de la tierra. El defecto de esa teoría es que las su-
dujeron a la mejor utilización de la tierra. Ya se ha visto que las adquisi- puestas mejoras eran por ]0 general casi nulas, por no decir invisibles 10.

ciones de los especuladores obligaron a una dispersión muy aguda de Los usur,eras estaban presentes en todas Iils subastas de tierras pú-
la población y sometió a los agricultores a grandes impuestos, ya que .
blicas y teman agentes en todas las ciudades donde hubiera una oficina
SIlS tiC'rras IlIcjoradas podían gravarse más que las propiedades sin me- de fincas rústicas, dispuestos a comprar los derechos en nombre de los
~_.-
---
.1 1',\111. WALLACF. (1,\l1'S. «TIl{' Homestead 7 PAUL WAU,ACE<;'1 ATES.«TlIe Role of the Land Speeulator In Western Deve-
Law in an Incongruons Land S~;s-
tpl1In. A H R. XT,1, nÚnL 4 (julio de 1936), 670, l?pment». PennsylvantO; Magazine 01 History and Biograplty, LXVI, nÚm. 3 (ju-
, ¡ lio de 1942); reproducido en Tlte Plll>lic Lands, recopilación dirigida por Vernon
T"(1~I.~S ,EDuc. {(Hi¡;tory a\1(1 Appraisnl of U. S. Land Pollcy to 1862}). Land
U.e 1'011('11am} pro/J/rms in the Ullitrd states. recopilación dirigida por Howard W. Carstens.en (~adison. Universidad de Wlsconsin, 1963), pág. 361.
. IlJ!d.. pags. 358-359.
ottO¡;OI1 (¡ ,ll1col11. UniYNsidnd de Nehrn¡;ka. 1963). pág. 26.
, 11,¡(L p:íl'(, 5, 9 [bid.. pág. 356.
t (h rl'¡;. A TIR. X1.1. 670, 10 LE Duc, op. cit., pág. 12.

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I~R tiNA NtlEVt\ :IJISTORIA ECONÓMICA I


POIJncA DE TIERRAS Y MOVIMIENTO HACIA EL OESTE
139
o('ul'aul('s, 1'1 lO (Í ('112 por 100 que permitían las leyes sobre la. usura yor proporciÓn de las explotaciones agrícolas acogidas a esta ley se
110 era baSlant(' P:U';1 esos prestamistas. que encontraban I~s medios de est;¡h:l est:lhleciendo en los Est<ldos rihereños del río Mississipi. Dio
eludir It!('s n'slril'l'iolles, Compraban los derechos de las tIerras en !as resllltado tamhién l'n parte de Kansas y Nehraska
'1U(, SIlS (1('111':111
les hahían introducido mejoras, según acuer?os prevIos hien al este del mc-
ridiano ,98 en zon;¡s donde llovía en abund<Jncia y donde las conmuta-
con esos o('III';1llles, y luego les revendían la tierra a cambIO ?el pago
cione:>, renuncias y ahandonos fueron menores de !as que se registrarían
ad('I:lI1lado de ulla prima de 30 dÓlares por cada cuarto de, mIlla cU,a-
nJ;Ís tarde en ot ras regiones. En esos dieciocho años, los beneficiarios de
,1r~,,'" (11íO acres .j lí'l hect:írcas). El ocupante se compromeha, ademas,
esa ley oCllp:mm 469.000 fi!lcas, y en 1855 habían reunido los requisitos
a d,'\'o!l el' al usurero ;11 c;1ho de UIIO o dos años la canticbd q~c éste
dclinit,ivos y estaban en vías de obtener el título de la propiedad el 55
11:lhía pagado por las tierr;1s. de~pués. de ~plicar a la misma el m~eJés
por I OO. OtI'O~;, sin dud", completarían los requisitos de residencia en
m;!xirno ;1l1lorizado por la ley. SI el mter~s legal era ~el 12 por 1
ariOs posteriores 1'.
b deuda se pagaba en un año, el prestamIsta obtendna un 28 por 10~
l1('to corno interés de su inversión. Los prestamistas siempre neg~ban El régimen de utilización de tierras de los 29 Estados con tiemls
qlle cstllvi('sen infringiendo las leyes sobre la usura, pero ~ran demasl~do plÍblicas del Sur, Oeste Medio y Lejano Oeste es el resultado de un
,'cacios a que sus transacciones se discutieran en los tnbunales. MIles largo proceso de desarrollo y adaptación en el que factores tales como
de oClIl'antes dcsesperados de todo el Oeste se aferraron a la ayuda que ]a especulaciÓn, el absentismo de propietarios, los créditos usurarios, la
ofrecían los prest;unistas, quienes personalmente o por conduc~o de sus
mecanización agrícola. el transporte y los controles gubernamentales des-
",gentes invirtieron mllchos millones de dÓlares en tan lucrativo nego-
empeíial'on una función importante. Sólo recientemente han empezado
cio ". los Estados Unidos a cobrar conciencia de los monstruosos errores que
Muchos colonos que se establecieron en el Oeste tenían robos en su permitió el país que se dieran en ese sistema de aprovechamiento de
haber cuando trataban con el gobierno y por ello no les plante~~a de- tierras. Asimismo, sólo recientemente se ha visto que aquello era el
masiados problemas de conciencia aprovecharse de las compamas de producto, en parte, de la política equivocada que se seguía con respecto
seguros o de otras fuentes de capital que no estaban presentes en esas a las tierras, una política de la que en un tiempo se pensó que estaba
regiones. Como un perito en, seguros diría más adelante, «realmente ~ra estableéiendo un sistema democrático de propiedad de la tierra IS.
demasiado fácil para los colonos obtener unas cantidades ,en metáhco
por su actividad colonizadora y volver a su tie.rra natal. Pedlan, en prés- Estas citas sirven para algo más que para mostrar simplemente las
tamo mucho m,ís dinero de 10 que valía ]a tierra, y luego hUlanD. U~ contradictor'ias interpretaciones que abundan en las obras sobre el
",gente de un hanco de Kansas dijo de los prestamIstas de Kansas ?CCI- tema. Sirven para mostrar la incapacidad que tiene el historiador de
dental: «Tan pronto como reciben todo el préstam~ abandon~n la tIer~2a llegar al meollo de los problemas cuando no utiliza de modo sistemá.
si pueden venderla por una cantidad nominal supenor a la hIpotecaD.
tico la teoría para examinar los problemas y contrastar las hipótesis
Lo malo de la aplicaciÓn de la Hnmestead Act, al igual que en, el caso resultantes mediante una cuidadosa investigación empírica. Yo no niego
de la r/,('-('lI1l'tirm Act. fue que el Congreso simplemente aprobo la le: que todas y cada una de las citas se basen en algún aspecto de detalle
y lueao no hizo absolutamente nada para ayudar a las personas necesI- del vasto panorama que ofrece la colonización de los dominios públi-
tadas'" a acceder a la tierra o para concederles crédito. y orienta~i~n en cos. Todas ellas están fundadas. y este mismo hecho traduce la enor-
los primeros y sufridos años del cultivo de la., nuevas tierras. QUlza esas me riqueza y policromía de ese movimiento hacia el Oeste. Pero a
funcione" quedaban fuera del alcance de la autoridad federal, ~l men~s partir de esos detalles particulares, el historiador ha generalizado sus
como entonces se concebía, pero sin ellas ]a Homestead Act solo podIa
consecuencias y las ha aplicado a toda la política en materia de tie-
benefIciar a los monopolistas o a las personas de medios más bien con-
rras públicas. Sería posible acumular en número infinito esos detalles,
sidera bles ". pero nada aportarían a una evalución general de esa política. Si afir-
¿ En qué medida la HOl11estead Law permit~ó a los colono~ adquirir mamos que la política seguida con las tierras públicas influyó desfa-
tierras v estahlecersc en fincas viables? Es eVidente que logro grandes vorablemente en el desarrollo económico, entonces hemos de analizarla
rcsulta(ios en el período comprendido entre 1863 y 1880, cuando la ma- en términos de los determinantes del desarrollo económico; o si vamos
-~ --~--_.__._-- a analizada en sus efectos sobre el bienestar o la equidad, entonces
11 GAlés,!'n 1'//1' PlI/l/iC Lrr1Hfs. ptíg, 357. hemos de hacerlo según un examen cuidadoso de sus consecuencias so-
..
PAI1!. WA!.MCF GATFS. «The Homestead Act: Free Land Poltcy m Op era-.
,
tlon,
l'
1862.1!135}), Lrrnd Use Poltcy rrnd Problerns in the United states, op. cit., pa-
bre la distribución de la renta.
I p:ln~:I ~6éHFO --
!I, RIIANNPN, «Thl' IIom!'st,!'RO !Ir!. Rno t,he Labor Snrplus», AHR. XLI, 14 GATES, en Lancl Use Policy, pág. 41.
lI\1mrro 4 t Julio dI' J!¡~H l. H44, GNTES,en 7'he Pnblic Lands, pág. 349.
"
"1
140 UNA NIIEVA JIISTORIA ECONOMICA POLÍTICA DE TIERRAS Y MOVIMIENTO HACIA EL OESTE 141
dc la posibilidad de comprar1a al gobierno. Comprobar simplemente
EFEt'TOS HE LA l'OLlTICA DE TIERRAS que grandes cantidades de tierras eran a veces adquiridas por particu-
1'\1HLU'AS EN EL CRECIMIENTO lares no es en modo alguno una indicación de monopolio sobre las
Y nlENESTAR IHJI~ANTE EL SIGLO XIX tierras, a menos que los compradores adquiriesen efectivamente un por-
centaje tan apreciable de todas las tierras disponibles que pudieran in-
Como no se ha hecho una labor preliminar de zapa, .las conclu- Iluir en su precio general.
siones han de ser limitadas; pero al menos podemos defimr de ~~)do Al examinar esos rasgos salientes de la política de tierras ptiblicas
preciso las cuestiones. sugerir algunas hipótesis que. han de ser vcr~(¡ca. en el contexto de los elementos determinantes del desarrollo económi.
das y explorar la información sistelmítica que eXIsta para ver SI co- co, es fácil 'prever que dicha política tuvo muy poco efecto sobre el
rresponde a esas hipótesis. . . , . crecimiento económico. Mientras que un sistema de distribución de
. .' .
tierras mediante subastas o entregas (como las efectuadas en virtud de
El examen de la política de tlerms publIcas. a 1m de. detelmlll.ll
sus r~percusiones en el crecimiento económico y en el b.'enestar du- la Homestead ;\ct) tendría ciertamente consecuencias sobre la distribu-
lante el siglo XIX. se complica por: 1) El número y vanedad ~Ie I~- ción de la renta, no es evidente que esa política tuviese algún efecto
yes relacionadas con la política de tierras públicas. 2) La amplia, lll- notable sobre el crecimiento de la economía. Esos métodos de distri-
el tr<~n~- bución conducen generalmente a una asignación eficiente de recursos 16.
versidad de tipos de tierras y recursos que se e~~lotar?~ ~n
curso del movimiento hacia el Oeste. 3) Una admlOlstraCI?n madecud(hl Esta afirmación quizá sea una petición de principio, ya que las críticas
c ineficicnte de la política de tierras pública;;. 4) La aVIdez y corrup- implícitas o explícitas de los historiadores han sido que alguna hipó-
tesis alternativa hubiera podido obtener una tasa de desarrollo más
cil'n que caractcri7lJ en todos los niveles a t~)l~OSI~)s.tipos de perso-
nas relacionadas con la coloni7ación del domll1lo publIco. . elevada. Sin embargo, no conozco ninguna hipótesis alternativa, ya esté
La continua repeticilJn de las palabras «especulador» y «monopo- explícitamente indicada por los historiadores o se encuentre implícita
lio de la tierra» en todas las obras que se escriben. requiere un e"al11e~1 en sus críticas, que pudiese producir ese resultado,
preciso de esos términos antes de pasar más adelan~e. ¿Qué .es en realI- Una hipótesis alternativa que ha sido formulada de manera expW'
dad la especulación? Cuando alguien compra un bIen que tIene un .va- cita se basa en el argumento de que las cantidades ilimitadas de tierras
disponibles tuvieron un efecto adverso sobre el crecimiento económico.
101'de reventa. está incurriendo en especulación. Al comprar posIbIlIda-
es~ ?~en,
deja de comprar otros bienes, todos los cuales tienen ':lnas En realidad, lo que es cierto es precisamente lo contrario. La idea de
des de producir ingresos cuya cuantía el comprador tIene en cue~ta que la limitación de las cantidades de tierras disponibles habría acele-
antes de decidirse. El comprador juega sobre el valor futuro del blCn rado el desarrollo es errónea, ya que esa medida habría disminuido la
oferta de factores productivos con respecto a los que existían en la
que adquiere. Al decidir si compra un bono de ~~ndimiento fijo, ~or
práctica. Y como en ese caso el factor productivo que se habría visto
ejemplo. especula no solamente con un~ renta?I~ldad ,:on;rem, SI~O
limitado sería la tierra de calidad superior, comparada con la que se
también sobre si el nivel general de precIOs SUb:íh o bajara, es declf,
el encontraba en producción, toda restricción de esa índole habría tenido
sobre si su rentabilidad será mayor o menor que la indicada ~n efectos adversos sobre el desarrollo de la economía.
bono. La especulación es algo endémico en todo sistema de propIedad
Si los especuladores mantuvieron deliberadamente extensiones de
privada. Resulta, por tanto, difíci! imagin~r algún mét??o de ven!a de
tierras al margen de la producción (\0 que debería haber tenido con-
tierras púb\ic~s en el que no hubIese habIdo especulaclOn. Ademas, la secuencias desfavorables sobre el crecimiento por las razones que se
es¡iJeculación ejerc~ la importante función ?e .asumir riesgo~ e.n una eco-
acaban de indicar), la cosa sería sorprendente La finalidad de la es-
nomía de mercado y de mejorar el conocimIento de las d!stlI1tas opor- peculación es hacer dinero y, al seguir una política de retirar las tie-
tunidades disponibles, haciendo así que el mercado trabaje con mayor rras de la producción, el especulador habría estado haciendo justa-
perfección. .. mente lo contrario. Es decir, si los especuladores compraron grandes
.'
El término «monopolista de tierras» es simplemente una denvaClon extensiones de tierra y las conservaron en espera de que subiesen los
errÓnea de la palabra «monopolista». No tiene ningÚn sentido decir precios, estaban inmovilizando grandes sumas de dinero en el gasto
que existiera monopolio de tierras en algún momento ~el siglo XIX. E~ .
re:11idad. la disponibilidad es el aspecto que caractenza de ~odo eYI- Ir. Las excepciones a esta afirmación se discuten más adelante en esta misma
tiente al aprovechamiento del dominio público. Existían cantidades 1~- sección, pero la conclusión general es que habia una gama más bien amplia de
politica.s de ventas. desde el sistema de subasta hasta la entrega gratuita de tie-
mensas de tierras continuamente disponibles procedentes de gran nu- rra.~, que eran todas ellas compatibles con una tasa elevada de desarrollo. La
mero de fuentes diferentes. La gente que deseaba tierra de una calidad imposición de un precio minimo alto, sin embargo, surtiria efectos adversos, por
lleterminada pl1llía siempre obtenerla de muchos vendedores, además las rawnes indicadas antes.
',..' ,~".(~ w
'1J. ~~.1'''''' ~,i~''t'" .'"

142 UNA NUEVA ,lItSTORIA ECONÓMICA POLÍTICA DE TIERRAS Y MOVIMIENTO HACIA EL OESTE 143

inicial dc adquirir la tierra y estaban perdiendo los ingresos que. ha- traban en zonas donde los ingresos potenciales se veían muy aumen-
bría producido el dinero de haberse l~tilizad~ de otra forma, por eJe~- tados por la posibilidad de disponer de un transporte barato.
plo. en honos. Les habría sido ventaJoso. mIentras conservaban la tle- La conclusi6n general y provisional que hay que deducir, por tan-
to, es que, a reserva de las excepciones señaladas, la política de tierras
nao arrendarla. pero era más fácil entonces encontrar compra~or:s que
arrendatarios. Con tierras en abundancia que podía conseglllr S1l1p~- en general fue compatible con una tasa elevada de crecimiento econó-
ga r nada por ellas () un precio muy. bajo, U~lcolono t~nía así la POSI- mico, y sería difícil desarrollar una hipótesis alternativa en la que se
bilidad de adquirir por nada o casI nada tlerrasproptas en lugar de hubiesen registrado mejoras mucho mayores. Estas conclusiones se tie-
tener quc limitarse a ser un arrendatario. nen en pie, sin embargo, únicamente si las hipótesis provisionales
Las cntregas de tierras a los ferrocarriles deberían haber acelerado hechas antes resisten la contrastación empírica, y el"! este sentido se
ha hecho muy poco trabajo sistemático que nos permita esa contras-
el desarrollo econ<Ímico. En primer lugar. la construcci6n de ferroca- tación. Un estudio de Roberl Fogel, The VI/ion Pacific Railroad: A
rriles era algo que se compaginaba con el mejoramiento de la tasa de Case il/ Premature EI/terprise 17, muestra que la rentabilidad social
desarrollo. En segundo término. esa construcción habría ~ido más len- del ferrocarril que recibió mayores tierras, es decir, el Union Pacific,
ta, o en algunos casos quiz,í no se hubiese efectuado, S111las conc:- fue muy elevada y considerablemente superior a la rentabilidad pri-
siones de tierras. debido a que la rentabilidad privada del ferrocarril v~da. En los años de 1870 a 1879 la rentabilidad privada fue del or-
era demasiado baja como para inducir a los inversionistas ~ dedica.r den del 11,6 por 100. La rentabilidad social, reflejada en el incremento
sus fondos a l'sa finalidad. En tercer lugar. las entregas de tterr~s ~I- de la renta nacional como consecuencia del mayor valor de la tierra
cil'ron cobrar impulso a la construcci<Ín al permitir a los inverslOl11s- situada al lado de la vía del ferrocarril, fue del 29,9 por 100 en esos
tas compartir. mcdiante l<ls plusV<lIí<lSde la tierra, parte de la renta- años 18. Claramente, la rentabilidad social indica, en este caso, que la
bilidad social de la construcción de ferrocarriles. construcción de ferrocarriles coadyuvó al desarrollo económico y que
La política cn materia de tierras pÚblicas tuvo pocos ef~ctos adver- las concesiones de tierras contribuyeron a aumentar la rentabilidad
sos sobre el dcsarrollo ccon{lInico. ninguno de ellos muy Importa~te. privada hasta el punto de hacer provechosa la operación de construir
aunque puedcn sciialarse cuatro. Uno es el que las entregas gratUItas el ferrocarril.
dc ticrr<ls en virtud de la Homeslead Aet probablemente fo~entaro,n El efecto principal de la política de tierras pÚblicas se dejó sentir
cierta ilIefic:iencia al :ltraer a la agricultura gente que habría sIdo n,tas en la distribución de la renta. ¿Esa distribución se efectuó, como dicen
productiva en otros trabajos. El segundo es que hasta la G~aduatlOn tantos historiadores, en favor del rico y a expensas del pobre? Sin los
i\ct muchas extensiones de tierras estuvieron sin ocupar debido. a q~e datos necesarios, las conclusiones siguientes son provisionales. Ante
los ingresos capitalizados que se podían obtener de eUas eran mfe~lO- todo, las entregas gratuitas de tierra en lugar de su venta constituyen
res al precio mínimo fijado por el gobierno. Claramente, la G~aduat!On una redistribución de ingresos en favor del beneficiario de esas entre-
gas en detrimento del contribuyente (rico y pobre): el gobierno ha de
I'\et dehería haberse promulgado antes. de forma que esas tIe~ras pu-
diesen haberse explotado más pronto. El tercero es que la ~nt~ad de obtener ingresos de fuentes distintas a las de las ventas de tierras, y el'
160 acres que fijaba la Homestead Act resultó cada vez mas m~pro- colono está obteniendo sin pagar nada por ella una tierra que tiene
piada a medida que la tierra disponible co.n~istí~, de m.odo creclen~e un valor positivo. En segundo lugar, es probable que los grandes es-
en p<lstos no cultivables. en los que toda utlltzaclOn eficIente requen~ peculadores obtuvieran más ganancias que los pequeños. Estaban me-
extensiones mucho mayores. No cabe duda de que el resultado defim- jor informados, conocían mejor las complejas leyes que regían las ven-
tivo de esto sería la concentración gradual en propiedades mayores tas de tierras, estaban más enterados de las alternativas posibles y-en
conforme los colonos reconociesen la realidad de los hechos; a corto un mercado de capitales algo imperfecto-tenían mejor acceso al ca-
pital que el especulador pequeño. Cabe esperar, por tanto, que la
pla70. sin embargo. y con el imperfecto conocimie~to por parte de los
colonos de las posibilidades agrícolas. ello condujo probablemente a r~ntabi1idad de sus inversiones en tierras fuesen por lo general supe-
llOres a las del pequeño especulador o a las del colono individual. En
una uti1izaci6n pobre de la tierra. El cuarto efecto desfavorable es ~I
tercer lugar, los resultados de las concesiones de tierras a los ferro-
hecho de que las secciones alternas de las zon~s donde se concedm
ticrras a los ferroc:lrriles-es decir, aquellas seCClOnesconservadas por. carri1~s son más inciertos. .Esas concesiones aumentaron los ingresos
obtemdos por los ferrocarnles, pero las secciones alternas reservadas
l'1 gobierno para proceder a la entrega de tierras. a colono~-se man- por el gobierno acabaron entregándose a colonos y agricultores, a los
tuvieran fuera del mercado dut,ante períodos de tIempo van~bles. Ha-
bría redundado en beneficio de la renta naci~nal haber abIerto a la 17 Baltlmore, Johns Hopkins. 1960
18 Ibid., págs. 96-103.
coloniz<lción lo m~ís nípidamente posible esas tIerras, ya que se encon-
I

\i
lH llNA NIJEVA IIISTORIA ECONÓMICA

. rados al haber aumentado el valor de


".' bcnc1lclos. I.ncsfc
.
quc produJcron
la ticrra como consccucnCIa le d'Isponer de un transporte cercano Y
poco costoso.
()uc yo sepa. no sc han he chO ,estu d'10S im ortantes sobre la reper-
, . .
t ' l le rc p <'nto d e t lerras CIl h< ~listribución de la renta,
OlS\l1n de l SISem~1 '
estudios quc analtcen la renta bTI l lIa d de los' grandes especuladores
f ren-
te a la de los pequenos
..
-
,
esp ecu l a d ores o a la de los colonos 1\"
'
ni se ha
'.
, 'le
. l tierras a los ferrocarnles
,
hecho J1Ingun
,. exa, I' lel ' d e las
< concesiones , , CAPITULO XI
Cfectos ,sobre 1<1liS
l t n b l Ición de la renta 20. .,s I <.IS-
1. ~~
cn relaclon
, con sus . '
' .

pusieramos de esa J~form ación


'
po fiamos
' d conlpara rla con la hlpotesls El DESCONTENTOEN El CAMPO
.'
alternativa-quc sena un ,sIstema b a~~
ado en las políticas propuestas V lA SITUACION
por los reformadores, ~Igraflosa Io lar o del siglo XIX e implícito
~~~ p o; I~storiadores. El trabajo ne- DEL AGRICULTOR, 1865-1900
cn muchas de las cnl1cas formu" as
cesario todavía cstá sin hacer.

Los años comprendidos entre el final de la Guerra de Secesión


y 1900 fueron para el agricultor tiempos de agitación ininterrumpida
y descontento político. Con el fin de mejorar la situación en el campo,
surgieron toda una serie de organizaciones de protesta y de partidos
políticos, cuya primera manifestación se encuentra en 1867 con el
movimiento Granger, que propugnaba diversas medidas políticas, ta.
les como la reglamentación de los ferrocarriles y la formación de co-
operativas. A éste siguió el movimiento Greenback, que preconizaba
una mayor circulación de billetes de banco (Greenbacks) como me-
dio de aumentar el nivel de precios. Después, en 1880, aparece el,par-
tido populista, que durante una docena de años va a presentar di-
versos programas de reforma que culminan en la demanda de la libre
acuñación del oro y la plata. Descontento de su situación, el agricultor
intentaba así introducir reformas fundamentales en la economía nor-
teamericana. Si bien los movimientos variaron de intensidad con el
tiempo y en las diversas regiones agrícolas, todos ellos reflejaban la
insatisfacción general del campo. Para el agricultor, sus problemas te-
nían clara raíz económica. ¿Era acertada esta opinión? Examinemos
el asunto detenidamente l.
,. Un cuidadoso estudIO
,
de ALLA.N J !\l\RGARET BOGUE, «Profits
' (
and the Fron-
o de 1957) arroja resultados muy
Los hechos de que se quejaban principalmente los agricultores de
entonces, y que han recogido generalmente los historiadores moder-
, Land Speculato\'», 'TEH
tier ", XVI1 num 1 ,malZ,
relativamente elevada acampan -ados
'
't
'sos al darse algunos casos de ren a 1 1 bTdad nos, eran los siguientes: 1) Los precios agrícolas habían disminuido I
~\~V~tros casos de rentabjJjda(~ ?aja suerte que el módulo general
no parece ser el de ~mos bene lCIO~sda
u~~~~~~;~~a~l~ea¿os en el caso de los especu~- más que los otros precios, debido a que la baja de estos últimos había
dores, Ese estudio, sm, embargo, n una respuesta a la cuestión que aqm se y ~ sido detenida por elementos monopolísticos de la economía. El poder
1'1"n\ear1(\ sohre las (11[('rpncla~ ,;n lap rentabi1idad de los especuladores gran?es dc compra del agricultor decrecía en consecuencia. Por cada búshel
)~( ueÜos, En un articulo de pro~mla ublicación
.: en el .Jnnrnal 01 EC07!omtc H!story,
¡ltt~lado «Land Speculator profIt~e ered' Central Iowa M a Test Case», de trigo que vendía, podía comprar cada vez menos cosas de las que
q ~~~~~I~~ran que los grandes especuladores de
n p, SWIF.RENGAaporta datos
p;a rpc:lón obtp11l1\n !'Plllab!lldades nte elevadas, 1 E~toy muy agradecido a Ray Llndstrom, cuyo trabajo sobre este tema., pre-
." u¡ recién revl~lOt.> qu~ ha ~~~~om~e las consecuencias de la Homestead
sentado en una clase de estudios avanzados de historia económica, me permitió
(
f PAUI W. GAlES mdlcan que, al menos . hasta 1880, esa ley condujo a la a,d- conocer el material sobre hipotecas del undécimo cen.qo, y
bl de fincas rÚsticas que se conVlr-
"' '
qllislrlÚn ' l1ermanen t
E' rei 11I,>nÚmpro aprecIa
, - "
1'11 L(lJld
.
Use poltcy, pags, 28- 47 ). por nuestras discusiones sobre este problema, a mi colega Bob Thomas
Ileron en e~111(1tf1e\(111E'S agnen Ias (GATF.S
1
"
~o
~j.;~
,
,
146 UNA NUEVA HISTORIA ECONÓMICA DESCONTENTO EN EL CAMPO, SITUACIÓN DEL AGRICULTOR 147
ncccsitaba. 2) Los fcrrocarrilcs. los propietarios de elevadores de ce-
Icales y los intcrmediarios en general. estaban recurriendo a prácticas GRAFICO 21.-RELACION REAL DE INTERCAMBIO DE LA AGRICULTURA 1865-1890
monopolístic<ls 11<InIabsorber todos los be~leficios de la agricultura. en PROPORCION DE LOS PRECIOS AGRICOLAS CON RESPECTO AL
NIVEL GENERAL DE PRECIOS, 1910-1914 1,0
lugar de transmitir al agricultor parte de' 105 beneficios derivados de =
las mejoras introducidas en el transporte y en la organización del mer- 1.0
cado de productos agrícolas. 3) Los tipos de interés usurarios de los -- ~- --
-
prestamistas constituí<ln un robo al agricultor. Esta era una queja de l~ ,- -- -- -- -- - -
_..~
- --
canÍl'tcr complejo. El <lgricultor- y los historiadores posteriores-opi- ,-
- -- -- - -- -~ - -- -- -- ~-
naban que el capitalista del Este y sLi equivalente del Oeste de las - u
-
compaíifas hipotccarias estaban aplicando de modo deliherado y me- -- -- -- -
1- -~¡-
diante prácticas ll1ono!1o!ísticas tipos de interés muy elevados a los - --
- 1- - - ----- 1--- -- -
préstamos que concedían a los agricultores, imponiendo así una carga 0.9 A
especialmente pesada en un período de expansión en el que la mayo- -1-- -~
~,
ría de los agricultores necesita han esos préstamos. Además. en un pe- --
\1\ ,
u- 1---
~- nI
ríodo de disminucilÍn de precios. una deuda fija suponía una carga to- ~-
davía más gravosa, ya que los dólares con que se reembolsaba el prés- - --
--

-
1-- --
-
'\ T
tamo valían m:ís en e1momcnto del reembolso que cuando se contrajo
1& l 1
la dcuda. . ) K-.., u.-

--
n -- --- "".... r
-
1 ru...
Estudiemos cada una de estas quejas por orden sucesivo. Exami-
0.8
~,
nemos la primera: <I<JuÍ.una comparación de los precios de los produc- A j
~tJ
tos del c<lmpo con los de los otros productos (según el índice W<lrren- 1--

t- --~
--
---1---- ' - - --

Pe<lrson) no confinm la opinión de los agricultores. El gráfico 21


muestra la relación entre los precios agrícolas y todos los demás pre-
-- - --- -- - - I---~
--
- 1- t--- --
-1-
- .--.
-1--1-
_n
- -- -
cios (es decir, la relación real de intercambio de la agricultura). La .-.- .,---1- - --- - -- --
tendencia ascendente de esa relación es una prueba evidente de que 1- 1- 1-- -~ 1- -'.- -- 1- 1--- -- -- -- n- -- ~-- .--- 1----
-
los precios agrícolas disminuyeron menos que todos los demás precios f- ~-- --- -- -',-.
- - - -
0.7
durante ese período. Adelmís, este dato subestima probablemente la 1865 1870 1875 1880 1885 1890
posición de la «relaci6n real de intercambio~ del agricultor. Si com-
FUENTE: Hbt. Statlstlcs (W.,hinglon: GPO, 1960), Ser. E 1.12. pág. 115.
paramos los precios de los productos del campo con los de manufac-
I turas concretas, tales como metales o productos metalúrgicoso texti- l~s, H~!, todavía otro dato más que corrobora la mejora general de la
I les. encontramos en todos los casos que los precios de los productos
s~tuaclOn,del campo. Un es~udio de la diferencia existente entre el pre-
I
.
agrícolas disminuyeron menos que los de las manufacturas. Además, CIO en Llverpool y el p,reclO en la. explotación agrícola muestra que.
mientras que la calidad de aquéllos cambió muy poco (por no decir
a t<?do lo largo del ~e~'lOdo, esa dIferencia amengua notablemente; el
nada). la calidad de las manufacturas mejoró constantemente (lo que
!
,
agncultor estaba recibIendo entonces una proporción cada vez mayor
¡ no se refleja en el índice de precios). El agricultor, por tanto, estaba
del precio total de venta ,en Liverpool de cada búshel de trigo. Esto
obteniendo cada vez más y mejores cosas por su dinero.
no resulta sorprendente SI tenemos en cuenta la disminución de los
Examinemos la segunda cuestión. Aquí también la queja no se ve
fletes marítimos y de las tarifas ferroviarias que se produjo durante
apoyada por los datos de que se dispone. La disminución de las tarifas
¡ ese per~odo. En el ,cuadro 17 se ~ecoge el aspecto más importante de
de los ferrocarriles durante ese período es muy considerable 2. Es cierto
+ que las tarifas de los ferrocarriles situados al este de Chicago bajan esa mejora, es decir, el porcentaje que recibía el agricultor del pre-
cio medio a que se vendían sus productos en los Estados Unidos,
más que la de los «ferrocarriles Grangen, situados al oeste de Chica-
go; no obstante. la baja de esas tarifas incluso al oeste de Chicago es,
;
j Como los fletes marítimos que se aplicaban al trigo en 1900 eran me-
muy superior a la caída general en el nivel de precios; por tanto, el ,
! nos ~e la tercer~ parte ,de los ftete~ ~e 1870. es evidente que el por-
centaje del, preclO de Liverpool recIbido por el agricultor experimen-
agricultor estaba recibiendo muy probablemente beneficios adiciona- J
tó u~a mejora notable. Morton Rothstein resume la eficiencia del co-
---'- ~

m~relo cerealíeola internacional de los Estados Unidos en la forma si-


. PAm IInl\ brl'vl' I p~!'ñl\ dr 11\ dl:;tnlnllción de esas tarifa.s, véase FRED SHANNON,
y 297.
7'111' Farnl(''''s Vlst FnJIIlf,'" (NuPvl\ York, Holt., 1963). p(¡gs. 296 gUiente:
I
DESCONTENTO EN El. CAMPO, SITUACIÚN DEL AGRICULTOR 1'"
118 UNA NUEVA /liSTaR lA ECONÓMICA

Con todas sus imperfecciones, fueron las empresas cerealistas muy Estudiemos ahora la situación de last hipotecas en el campo. Una
desarrolladas Y perfectamente organizadas, junto con las ventajas adi- característica sorprendente de esta situación es el pequeño porcentaje
cionales del transporte, las que crearon en gran parte la posición única de explotaciones agrícolas hipotecadas en el conjunto del país. Apro-
del trigo norteamericano en el comercio mundial de los treinta últimos ximadamente el 29 por 100 de las fincas estaban hipotecadas. en un
años del siglo XIX. Esto no se aplica tanto al importante tráfico
y dondecerea-
los 35 por 100 de su valor. En todo el norte de la zona central de los
lista de la costa del Pacífico, donde no había elevadores Estados Unidos, donde las quejas de los populistas fueron más estro-
medios de transporte eran muchas veces relativamente escasos. Pero al tóreas, el 38,7 por 100 de las explotaciones estaban hipotecadas en 1890.
este de las montañas Rocosas la actividad económica de reunir, manipu-
lar, financiar y transportar el grano era mucho más eficaz que la de Los Estados con las cifras más altas eran Kansas, con el 60 por 100,
y Nebraska, con el 54 por 1004. Igualmente notable es el tiempo de
cualquier otro país. En cuanto se afirmó la supremacía de los Estados
Unidos en esta materia, los otros países enviaron muchas misiones oficia- duración de las hipotecas. La vida media de una hipoteca rural era
les y oficiosas para estudiar el funcionamiento del comercio cerealícola en J890 de 4,5 años en el norte de la zona central, mientras que las
norteamericano con la esperanza de emular su eficiencia. En la mayoría de Kansas y Nebraska eran de 3,6 y 3,7 años, respectivamente s, Como
de los casos intentaron introducir las técnicas correspondientes, es decir, las hipotecas eran tan cortas que durante su breve duración no se
los elevadores de grano y los sistemas de clasificación e inspección, pero registraban cambios apreciables en el nivel de precios, una disminu-
no quisieron prestar atención a los mercados de futuros. Sin embargo, el ción de este nivel acompañada de una hipoteca fija no redundaba en
comercio a término, que fue introducido en el sector de los cereales por perjuicio del agricultor; y cuando éste suscribía una nueva hipoteca,
los estadounidenses y que alcanzó su desarrollo máximo en ese país, era
lo hacía a una tasa distinta.
fundamental para el sistema en su conjunto. A despecho de la condena-
Donde se encuentra alguna base para apoyar la posición de los
ción casi universal de los especuladores de grano, fue este grupo el que
redujo muchos de los riesgos,linherentes a un mercado lihre. En su con-
agricultores, es al comparar los tipos de interés de las hipotecas en el
y obtuvieron desde norte de la zona central con esos mismos tipos en el resto del país. El
junto. experimehtaron grallll¿s pérdidas hasta 1896
1897 beneficios relativamente modestos con la subida de los precios. Al tipo medio de interés era aproximadamente del 8,5 por 100 en Kansas
proteger a molineros, intermediarios Y exportadores contra las pérdidas, y Nebraska y del 8 por 100 en el conjunto de esa parte septentrional
ayudaron a acortar la diferencia entre el precio medio abonado a los del centro del país, frente a un 5,5 por 100 en la zona atlántica. Si
agricultores y el precio medio pagado por el consumidor fina13. bien el porcentaje de hipotecas había disminuido desde la elevada ci-
fra del 10 por 100 ó 12 por 100 que presentaba el norte de la zona
CUADRO 17.-PORCENTAJE PERCIBIDO POR LOS AGRICULTORES DEL PRECIO central en fechas anteriores. es probable que el mercado de capitales
MEDIO PAGADO POR LOS PRODUCTOS DEL CAMPO EN ALGUNOS siguiese siendo más bien imperfecto y que esa imperfección perjudicase
ESTADOS DEL CENTRO V NORTE DEL PAIS
~.__._..- -----------.--------.----
al agricultor del Oeste al no permitir]e disfrutar en los préstamos hi-
1911-1915 1901-1905 1891-1895 1882-1886 1871-1875 potecarios de tipos de interés tan favorables como los que tenía la
agricultura de las regiones orientales.,
99 97 95 88 74 Estas quejas sobre ]a situación económica no parecen haber sido
Minnesota 85 70
lowa 98 94 p95 las causas fundamentales del descontento en el campo. Es cierto, sin
106 104 93 96 96
Mlssourl
82 81 duda, que muchas de las protestas individuales se debían al poder mo-
Dakota del Nor'" 97 90
94 86 83 81 110polístico de los ferrocarriles o a los intermediarios, o bien a las
Dakota del Sur 65
93 86 83 73 imperfecciones del mercado de capitales, que hacían que los tipos de
Nebraska 92
99 93 85 81
Kansas
~ ~~ ~--- -----
las hipotecas rurales fuesen superiores a los de otras partes del país.
Pero si se hubiesen cambiado o modificado estas situaciones concre.
PJENTE: L. B. Z~r('JI~"", Geogrftphy of Wheat Price" U.S. Dept. Agriculture, Bulletin No. 594 (21 de fe.
hrNo oe 1918). Washingtcll: GPO, pág. 27. --
~--~ 4 «Real Estate Mortgages". U. S. Bureau of the Census, Eleventh Census 01
3 MORTON ROTHSTEIN, «America in the International Rivalry for the British the U. S., 1890, pág. 123 (Porcentaje de explotaciones agricolas hipotecadas).
Whrnt. Mal'krt. IR60.1914". Tl1e Mississipi valley Historical Review, XLVII (dl- ll1id., pág. 109 (Duración de las hipotecas sobre fincas rÚsticas).
('\rmhrr dI." 1960). Para mayor información estadística véase HOI,BROOK WORKING,' ". Estas cifras proceden del Eleventh Censlls 01 tTre U. S., 1890, «Real Estate
«TIr!." Financlal R!'sultg of Spl'culativl' Holding of Wheat». Wheat Studies 01 the Mortgages», pág. 259. LANCEE. DAVIS presenta argumentos en favor de la imper-
f'ood Rcs('ar('/r ln$tlfnfr. VII (julio de 1931), 405-438. Sobre el aminoramiento de fección del mercado de capitales en «The Investment Market 1870-1914' The Evo-
la (1\frrpn('\a rlltrp los pr!'cios véase HENRIETTA LARSON, «Wheat Farmer and Mar- lution of a National Market». JEH, XXV, nÚm. 3 (septiembre de 1965). No obs-
krt In Mlnnrsot.a, 1858-1900". Stndies in History. Economics, and Publfe Law (Nue- tante, es dificil sR.ber en qué medida esta situación se debla al mayor riesgo de
VI\ York. C(llumbin UJ1iv.. 1926), CXXII, 243-256; Y J. CIIESTER BOWEN, Wheat and las hipotecas en las regiones fronterizas (véanse las cifras del capitulo anterior)
Flot/!. T'rk('.' fmlll f'lIrlllrr fo Consumc/', U. S. Dept. Labor. Bureau of Labor Sta- en comparación con los pré,stamos que se concedian a la agricultura del Este.
tlstlrs. Bul1rtln n.n 13'1 (WRshingtoll. 19131. passim.

j _. "-._,,,"', , ~~.~.,.-
-
150 UNA NUEVA ¡nSTORIA ECONÓMICA DESCONTENTO RN EL CAMPO, SITUACIÓN DEL AGRICULTOR 151
las d(> al~líll II/odo, el descontento bcísico del agricultor 110 hab1'Ía ción competitiva. no había nada que pudiera impedir que los precios
aminorado. de los productos agrícolas fluctuasen ampliamente al variar las condi-
L'\s causas son más profundas. A to que se debía fundamentalmen- ciones c1imáticas y la pluviosidad de los distintos países. Un año de
te el descontento del agricultor era. en primer lugar, a que tenía que pobres cosechas norteamericanas podía coincidir con ex.celentes reco-
competir en un mercado mundial en el que las fluctuaciones de los lecciones en Australia, Argentina y otras partes del mundo. De resul-
precios no le parecían tener sentido alguno. Sus ingresos podían verse tas de ello, el precio del trigo disminuiría al aumentar la oferta, in-
menguados porque se hubiese producido una gran cosecha en otras cluso aunque la parte aportada por la regÍlln occidental de los Estados
remotas zonas del mundo, en Argentina o Australia. Cuando sufría Unidos, fuese pequefia. Igualmente podía ocurrir que el precio aumen-
un período de sequía y de malas cosechas, los mayores precios que tara incluso con una gran cosecha de Norteamérica si ocurría lo con-
esperaba conseguir en ese caso quizá no se produjeran (si esas otras trario en otras partes del mundo. Al mismo tiempo, mientras que' el
regiones tenían aquel año una buena cosecha). mercado internacional era el que determinaba los precios del trigo y
Estudiemos con mayor detalle lo que estaba ocurriendo en el sec- de algunos otros productos agrícolas, muchos otros alimentos y mate-
tor rural durante ese período. En primer término, la demanda de los rias primas agrícolas estaban limitados al mercado estadounidense. Este
principales productos agrícolas, especialmente trigo, algodón, maíz y gran mercado nacional experimentaba también grandes variaciones en
productos pecuarios, había estado creciendo con gran rapidez. En ge- la oferta y los precios.' I '
neral, la demanda de productos agrícolas se basa fundamentalmente La agricultura tropieza también con otra dificultad. A largo plazo
en el incremento de la población; por tanto, a medida que la pobla- tiende a producir únicamente beneficios bajos, por tratarse de un sector
ción de los Estados Unidos aumentaba, la demanda de alimentos creo donde es fácil entrar. En el siglo XIX, los altos precios fomentaban una
cía también rápidamente. Este incremento de la demanda nacional iba expansión rápida de la agricultura y un incremento de la oferta a me-
acompañada de una mayor demanda mundial de los productos del dida que la población se desplazaba a nuevas tierras. Pero el aumento
campo, que la economía norteamericana se hallaba en condiciones de consiguiente de la producción tendía a disminuir los precios hasta que
satisfacer. Antes de la Guerra de Secesión, los Estados Unidos habían desaparecieran los beneficios y hasta que los productores marginales,
sido uno de los principales proveedores mundiales de algodón y sólo mediante los correspondientes reajustes, se desplazaran de este sector
esponídicamcnte de trigo. Pero con la anulación de las leyes de gra- a ocupaciones más rentables. Conviene hacer hincapié en este punto,
nos a mediados del siglo XIX y su creciente industrialización, 1nglate- ya que una industria competitiva es aquella en que el proceso de ajuste
rra se convirtió en un gran importador de trigo y los Estados Unidos a beneficios bajos. pero positivos, se efcctúa mediante los productores
en uno dc los principales abastecedores de ese y otros países europeos. que entran fácilmente en ese sector cuando los beneficios son altos o lo
El maíz se utilizaba principalmente COl110forraje; pero los productos abandona n cua ndo los beneficios son bajos. Es evidente que la agricul-
ganaderos eran también muy solicitados en todo el mundo, mientras tura responde a esa definición 1. No tiene, por tanto, nada de sorpren-
que el algodón seguía siendo una de las principales exportaciones del dente que en la segunda mitad del siglo XIX, con la aparición de nue-
pa ís. Por tanto, resulta evidente que el mercado internacional consti- vos agricultores en el sector rural y una gran expansión de la super-
tuía un elemento importante de la demanda cada vez mayor que aten- ficie cultivada, se produjeran largos períodos de precios bajos como
día la agricultura norteamericana. Del lado de la oferta, como ya se consecuencia dc la oferta relativamente elevada; en otras palabras,
ha seiialadc en el capítulo anterior, el movimiento hacia el Oeste abrió había una oferta excesiva para un precio que reportase al agricultor
nuevas tierras y el desarrollo de los medios de transporte indujo a los un beneficio normal.
COl0110Sa desplazarse hacia esas zonas para buscar una rentabilidad En resumen, se estaba registrando un vasto proceso de ajustes mun-
mayor. De esta forma fue como se coloniz6 la mitad occidental de diales en el que la demanda de productos agrícolas aumentaba rápida-
los Estados Unidos. mente, pero en el que la oferta estaba creciendo a pasos agigantados.
No oh~tante, con c~to no se agotan las explicaciones sobre lo que Como consecucncia incvitable, había épocas de precios altos y de be-
ocurría entre la oferta y la demanda. Paralelamente al movimiento neficios superiores a los normales contrarrestados con otras épocas de
hacia el Oeste y al correspondiente y nípido incremento de la oferta dq precios bajos y beneficios nulos. En estas últimas, cuando se obtenían
productos agrícolas. en especial de trigo. otras grandes regiones del cosechas deficientes por falta de lluvia u otras condiciones concretas
nHIIHlo se estahan tamhién convirtiendo en grandes proveedores de ese 1 No obstante, aunque haya productores que se dediquen a la agricultura en
cere:,\. Australia. Argcntina. Sudáfrica, la ,Ucrania rusa e influso (du- periodos de precios altos, en realidad no abandonan el sector fácilmente en los
periodos de precios bajos, y esta diferencia en la reacción (menos grave, sin em-
rantl' cierto tiempo) la India éran todas eHas zonas donde estaba sur- bargo, en el siglo XIX. cuando la demanda aumentaba rápidamente) se convierte
giendo una oferta de trigo dirigida al mercado mundial. En esta situa- en un factor critico en el siglo xx.
DESCONTENTO EN EL CAMPO, SITUACIÓN DEL AGRICULTOR 153
152 \IN" NUEVA HISTORIA ECONÓMICA

la renta agrícola crece también '. Un trabajo reciente de John Bow-


dc una regiÓn, el resultado era todavía más catastrÓfico, al coincidir
man" estudia cuidadosamente el valor de la tierra en el Oeste medio
el retroceso de la producciÓn con el de los precios. Agravaba también durante el período de 1860 a 1900; los resultados parecen indicar que
las dificultades ocasionadas por las grandes fluctuaciones de los pre- la renta de Iqs agricultores aumentó considerablemente en 1860-1870.
cios agrícolas la tendencia a la baja de los precios en general. Esta yue disminuyó en el decenio siguiente y volvió a subir en 1880..1890,
disminm'it'1tI de los precios en todo el mundo obedecía a ajustes inter- situación csta última que se mantuvo aproximadamente constante en
I!OSde la economía de mercado como consecuencia de dos factores: el decenio úllimo del siglo. Y lo que es quiz:í m:ís interesante, el aná-
por una parte. la producciÓn agrícola e industrial aumentaba con ra- lisis mucstra las enormes variaciones locales en los ingresos de los agri-
pidez; por otra. la oferta monetaria mundial. hasada en la cantidad de cultores y que toda generalización oculta el hecho de que esas varia-
oro disponible. crecía .mis lentamente. Había m,is productos que COI11- ciones produjeron situaciones de prosperidad diferentes en los diversos
petían frente 11 una misma cantidad de dinero. lo que redundaba ell grupos rurales y subrcgioJ1es del país. Los datos de Bowman han sido
contracciones a veces muy grandes de los precios. corroborados por el estudio de Bogue sobre el cinturón maicero de
Como si estos inconvenientes no bastasen al agricultor del siglo XIX. lowa e IlIiJ1ois. en el que se examina el porcentaje de ejecuciones de
trat:íbase de una época en que el sector agrario se estaba volviendo hipotecas de lincas nisticas en esos decenios. Ese porcentaje indica en
minoritario en los Estados Unidos, Durante toda la historia anterior general que la década de 1870-1880 fue sin duda un período realmen-
del pa ís, el agricultor había ocupado una posición política predomi- te calamitoso. al ser la cifra correspondiente superior a las de 1860-1870.
nante en una sociedad fundamcntalmcnte rural. Ahora. tenía que ceder 1880-1890 ó 1890-1900 'o. Aunque requerirían investigaciones más pro-
el paso al creciente poderío industrial de los Estados Unidos y a su fundas. estos datos no corresponden a una mala situación en el cam-
r<Ípida urbanización. El agricultor resentía profundamente ese dete- po que se hubiese caracterizado por su continuidad y larga duración.
rioro de su situación, Las lecturas por las que se guiaba estaban lle- Más bien parecen sugerir que hubo períodos de aumento de la renta
nas dc advcrtencias y quejas contra los males y la decadencia moral agrícola interrumpidos por una década muy difícil, la de 1870-1880.
de la ciudad y contra su perniciosa inl1uencia en el campo. Su dcsilu- de disminución de esos ingresos.
sión era resultado inevitahle del vasto y complejo fenómeno económi- No cabe duda de que después de 1896 esta renta aumentó de modo
co y social que se estaba produciendo. que afectaba tanto a la comer- notable. Fue éste un período de subida general de los precios. pero
cializaciÓn a gran escala de la agricultura en el mercado mundial como los de los productos agrícolas crecieron con mayor rapidez que los
al h~cho de que los agricultores se estuviesen .convirtiendo en un grupo de otros productos. ¡.CÓmo puede explicarse el comportamiento apa-
cada vez más minoritario de ]a sociedad norteamericana. rentemcnte errático de la rentft agrícola antcs de 1896 y la época de
prosperidad relativa posterior a: 1896? Podría hacerse una hipótesis pro-
visional a partir de los hechos y datos siguientes: 1) Durante todo el
EVOLUClON DE LOS INGRESOS período comprendido entre 1865-1914, la demanda de productos agríco-
AGRICOLAS EN 1865-1914 las aumentó muy rápidamente. 2) Hasta 1896. la mayor oferta de pro-
ductos agrícolas procedía de la explotación de nuevas tierras de gran
Carecemos de buenas estadísticas sobre los ingresos de la agricul- calidad y de la creciente eficiencia. 3) Entre 1900 y 1910, las canti-
tura que nos permitan decir con certeza cuál fue su evolución durante dades de tierras nuevas cultivadas aumentaron con menos rapidez que
esos años de gran descontento comprendidos entre 1865 y 1896. Mu- en años anteriores. En efecto, las mejores tierras ya habían sido ocu-
chas veces se ha dicho que fue un período de descontento agrícola padas y cultivadas entonces y la calidad de las tierras nuevas dispo-
ininterrumpido como consecuencia de la disminución de la renta ru- nibles era peor. Entre 1900 y 1914. el aumento de la productividad to-
ral. Algunos de los datos que hemos presentado indican que quiz<'i tal es muy escaso o nulo en la agricultura. El cuadro 18, que da las
no ocurriÓ así. Sin embargo, esta situación presenta un contraste muy cifras de las tierras que se pusieron en explotación por vez primera
acusado con el período comprendido entre 1896 y 1914, cuando se --
8 En realidad el fenómeno es más complicado, ya que es necesario efectuar
produjo una prosperidad evidente en el campo y la agitación de los ajustes para tener en cuenta las mejoras introducidas por el capital, los cambios
agricultores desapareció. Un medio de evaluar aproximadamente 10 en el nivel general de precIos y la Inclusión del tipo de descuento apropiado.
que ocurri(í a la renta agrícola es estudiar el valor de la tierra. Es Además, como son las «expectativas» las que determinan el valor de la tierra, se
supone qne este valor se deriva de la tendencia pasada de la renta rural.
probable que este valor refieje los ingresos que se esperaba obtener 9 JOHN BOWMAN,«Trends In Mldwestern Farm Values, 1860-1914» (tesis doc-
de la agricultura; por tanto. si el valor de la tierra disminuye en una toral Inédita, Universidad de Yale, 1964),
L:poca. esto demostraría que lo mismo sucediÓ con los ingresos agríco- lO ALLANG. BOGUE,From prairie to Corn Belt (Chleaga, Universidad de Chl-
eaga, 1963), pág, 179.
las. Fn camhip. c\1andp el valor de la tierra aumenta, cabe deducir que

~J..
154 UNA NUEVA ,IIISTORIA ECONÓMICA DESCONTENTO EN EL CAMPO, SITUACIÓN DEL AGRICULTOR 155
CUADRO 18.--TlEnRAS NUEVAS PUESTA~ EN EXPLOTACION. 1870-1914 Esta explicacil'H1 es válida para los productos agrícolas en el mer-
cado nacional; no obstante, requiere mayor explicación para los pro-
Periodo Miles de acres (miles de hectáreas) ductos, como el trigo, que se vendían en el mercado internacional. Si
la hipótesis es cierta a escala mundial, las nuevas tierras cultivadas
10GO-10'iO 1i1,6 (24,7) después de I Y()() en Canadá. Australia y otros lugares tienen que ha.
10'10-IBIIO 1:14,9 (54,0)
1000-1090 f'rolllodfo onuol 55,6 (22,2) her sido de fertilidad inferior a las tierras mcjores quc se pusieron en
1090-1900 117,2 (46,9) explolaciún cn los Estados Unidos entre 1865 y 1896.
1900-1910 66,9 (26,0)
1910-1911 19,0 ( 7.6)
1911-1912 5,0 ( 2.0)
1912-1913 7,0 ( 2,8)
1913-1914 10,0 ( 4,0)
1914-1915 11,0 ( 4,4)

FUENTE: Hhl. S...I.,I<I. Ser. K 7, r~g. 278.

en cl pcríodo 1870-1912. y el gnífico 22. que se refiere a la produc-


tividad total. ponen de relieve esas tendencias.
La hiplÍtesis provisional es la siguiente: entre 1870 y 1896, la de-
manda cada vez mayor se: s:itisface mediante el desplazamiento a tie-
rras nucvas y ricas de fertilidad igual, ocasionando una disminución
de los precios y un aumcnto de la productividad que repercute en los
consllln idores en forma de precios más bajos. De resultas de ello, los
bcncficios del agricultor fueron generalmente reducidos. Después de
1896. sin cmhargo. la oferta súlo podía incrt'mentarse agregando tie-
rras m:ís pohres o cultivando la tierra existente de modo más inten-
sivo. CU:Jlquiera de esas posibilid:Jdes aumentaría los costes reales de
la producciÓn adicional. pero acrecentaría también de modo con si-
demble los beneficios de las tierms mejores que se cultivaban.

t~nAFICO 22.-PRODUCTIVIDAn TOTAL. 1869-H!55 (lntp.rvalos decenales 18G9-1899;


dp.spués, promedios móviles quinquenales)

200
1.
-.-- ~- ~~-~
-- - -- --- - --1- I
f-. -. I-'~ -. -- -~~.- -- ~- ~¡- IJ
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100 ~~--
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~'" -1-- .. :. --- -- ,-
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---
-
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60
1869 1889 1909 1929 1949
\,¡ 1,,,\ ¡,:d.
rtWNTF: '---1," rrOd1Jctivity Trl:'ndOli in the United States (Princeton, N. J.: Prlnceton Unlv.,
1961), rAQ'. 3~2 3M.
CAPITULO XII

NACIMIENTO DE UN GIGANTE INDUSTRIAL


Y PROBLEMAS DEL MONOPOLIO, 1860-1914

.'¡', .

La Guerra de Secesión no dio un gran impulso al desarrollo in-


dustrial acelerado de los Estados Unidos. Esta aceleración y el incre-
mento de las manufacturas habían tenido lugar antes del conflicto en-
tre el Norte y el Sur. Pero en los años comprendid()s. entre el final de
la Guerra de Secesión y la Primera Guerra Mundial, la lnaustifas~
'~xpandió de tal manera que los Estados Unidos se convirtieron en el
primer país industrial det globo. con un tercio. aproximadamente. de
la capacidad mundial de producción manufacturera. Esta expansión
industrial consistió en esencia en una serie de invenciones tecnológicas";.> '/
aprovechadas plenamente por los empresarios en un. medio ,propicio ¡, (,',
al desarrollo. Podemos hacer una breve descripción del proceso es1u- ,.,"
diando cuatro casos en los que se comprueba que la ca,u~.a de expan-'.
sión tan colosal se encuentra en la c;onjuilción del desarrollo . ",tecnológico !.l
y de la capacidad de organizaciÓll._-
El acero desempeñó sin duda un papel preeminente. El hierro era'
la materia prima que se utilizaba, junto con la madera. en la fabrica-
ción de maquinaria y de la mayoría de los bienes duraderos hasta me-
diados del siglo pasado. es decir. hasta el momento en que Henry Bes-
semer inventó un procedimiento que (junto con un descubrimiento si-
milar de William KelIy en los Estados Unidos) revolucionó los usos del
acero. Superior al hierro bruto, de mucho mayor dureza y resisten-
cia a la tracción, el acero sustituyó rápidamente al hierro en muchos
productos (el más importante fue el raíl ferroviario), al disminuir su
precio con el procedimiento Bessemer'INo obstante, en este método el ,
control de calidad resultaba difícil y cada colada de acero tendía a ser
diferente. El procedimiento Siemens-Martin, desarrollado hacia 1860,
fue más lento e inicialmente más costoso; pero al permitir un control
de calidad mucho mejor y el aprovechamiento de la chatarra, sustituyó
gradualmente al procedimiento Bessemer. Ambos métodos sólo podían
utilizar al principio muy pocas clases de mineral de hierro, con exclu-
1';8 UNA NUEVA IIlSTORIA ECONÓMICA NACIMIENTO DE UN GIGANTE INDUSTRIAL, 1860-1914 159

~ión de todos los que contuvieran fl1sforo en cantidad apreciable. La de toneladas de 1900. Lo mismo que el nombre de Andrew Camegie
construc:cillll en el horno de un revestimicnto h:'tsÍl:o quc permitía eli- va unido a los primeros pasos de la industria siderúrgica, el del finan-
minar e~as impurclas fuc un paso importanle quc se dio por vez pri- ciero J. P. Morgan va asociado a las conccntrnciones gigantes y a la
mcra en I R!Wcn un horno Sicmens-Martin. primera empresa mUllllial de mil millones de dl)lares. En 1901, MQ~gan
Tal!to ~ste líltimo procedimiento coino el Bessc~l1er resultan mu- adquiri6 todas las instalacioncs industriales de Carnegic.-jUñ1ó cQ,nJll8
cho mas eficaces cuando se emplean en una producción a gran escala; de otras grandes siderÜrgicas norteamericanas, para formar la United
I por ello, la nueva industria fue constituyéndose en grandes empresas. States Stecl Corporation.
En IR72. Andrew Carncgie creó la Carnegie Steel Corporation para fa- La hisiorla del petróleo es algo diferente. No había un mercado a
hricar carriles ferroviarios. Con el tiempo, él y sus socios fueron ab- la espera de la viscó~asüsÜlncia que rezumaban las tierras de Pensil-
sorbiendo otras cmpresas y fábricas. En aquellos días, la gran cantidad vania occidental y que se consideraba un producto molesto e inutili-
dc carbón quc se nccesitaha para hacer acero (dos toneladas por cada zable. Inicialmente, suscitó algÜn interés para su posible uso en farma-
cología, y varios grupos del Este enviaron un «Coronet:. Drake a que
una de mincral de hierro) hizo que las instalaciones siderÜrgicas se es-
viera lo que podía hacerse. Fue este Drake quien concibió la idea de
tablecieran en zonas carbol1íferas. Carnegie combinó el sentido de la
homhear el petróleo para extraerlo de la tierra. Una vez extraído y re-
organizacillll con la disponibilidad de capitales y adquirió o construyó finado. los destilados intermedios corno el keroseno se convirtieron en
una instalación tras otra para atender las necesidades cada vez mayo- la principal fuente de iluminación de los norteamericanos hasta que
rcs dc la industria dcl acero. También aparecieron otras empresas. El fueron sustituidos más adelante por el gas y la electricidad. Las refine-
gr:'tlico 23 muestra la rápida expansión de la siderurgia y su crecimiento rías que se construían en 1850-1860 eran pequeñas y costaban poco
desde las modcstas 19.000 toneladas' de 1867 hasta los diez millones más de 400 dólares; pero en 1880, una refinería costaba ya 300.000 dó-
lares y en 1900 la cifra se había elevado a 1,3 millones de dólares.
GRAFICO 23.-PRODUCCION DE LINGOTE DE ACERO, 1867.1951 (toneladas largas) Como en el caso del acero, el desarrollo de. una producció1La...~~an
escala y las mejoras en los métodos disminuxeron los5.9stes~ el precio
1.000 j
-11 le - e-l-t=!=r= del petróleo pasó de 36 centavos el galón en 1863 a 8 centavos en 1885.
800
600
1I -1~1l l La organización y el desarrollo de la industria del petróleo van
400 " inevitablemente unidos al nombre de John D. Rockefeller. Fue Rocke-
'ti ~" 1,-.1-1- - - fcIJer quien sentó las bases de esa industria y estableció unos métodos
l'J
200
l. -- - de transporte baratos y eficientes, bien presionando sobre los ferroca-
- - .- ~1-
100 - rriles, bien adquiriendo o construyendo oleoductos para llevar de modo
80 -- ==
(1)
60
.-
- barato el keroseno y otros productos del petróleo a los mercados prin-
'"
~ 40
11,
-- - - - -- - -
-= cipales. Así, a finales del siglo, la Standard Oil Company había llegado
~ 111 - -- - - a dominar completamente el sector, al mismo tiempo que surgía una
--
~'" 20 nueva demanda de produetos del petróleo con la utilización de la com-
~
CI>
J~ ~- -- --
n -
- bustión interna en el automóvil recién inventado.
§ 10
8 ~-- La industria eléctrica, a diferencia de la del acero, fue un sector en
-
~
~
6 - -
-- el que los problemas teóricos se resolvieron más bien pronto-muchos
4 ._f--
-
i- .- -.- de ellos por Michael Faraday. Esta industria estaba esperando funda-
.~'" - mentalmente la aparición de una dinamo satisfactoria; y en esta inven-
E 2
- - - - -- ción, Thomas Edison jugó un papel importante. Edison, cuyo nombre
~CI> 0.81 J
CI> -
-- - --.--.
_. es prácticamente un sinónimo de industria eléctrica, era un caso poco
==
~ 0.6 -- - común en la historia norteamericana, ya que fue inventor, innovador y
1-- .- - --
53 0.4 - muchas veces empresario. No obstante, como todos lo,> empresarios, el
~
l.} 0.2
J - - -
-
1- - - - .- - - -
1- -. .- .-.I-f-- -1- propio Edison cometió errores importantes. Uno de los más graves fue
su persistencia en utilizar corriente continua incluso cuando ya otras
- - -- 100-,- f-. - 1--1- -00
- -+-
~-
- t- --
n
-
.- -. -. -- - 1- - -1- empresas estaban empleando corriente alterna como medio mejor de
0.1
1867 1879 1891 1903 1915 1927 1939 1951 distribuir y utilizar la electricidad. No obstante, Edison encontró a
F\JENTE, HI'I. $1.II,lIes (W.,hlnglon, GPO, 1960), S.r. P 187.737, l1;\g,. 416-417,
esta energía gran número de aplicaciones, de las que las más impor-
160 UNA NUEVA )IISTORIA ECONÓMICA NACIMIENTO DE UN GIGANTE INDUSTRIAL, 1860-1914 161
tantes fueron la hombilla y el sistema general de iluminación. La pro- El motor eléctrico individual permitió parar cada máquina o hacerla
duu;ión de clectri<.:idad resultó vital para la industria. El motor eléc- I funcionar al ritmo más adecuado a su función concreta. Otro descu-
trico, diseiiado especialmente para cada tipo de máquina, permitió uti- brimiento, la aplicación de la electricidad a los aparatos domésticos,
lizar éstas de modo nuís especializado y eficaz. Antes de Edison, una sigue siendo hoy en día tina industria de primerísima importancia. En
correa aérea sin fin había impulsado las máquinas a velocidad constan- I el gráfico 24 se recoge el valor de los aparatos electrodomésticos fa-
te o a vclocidades que variaba n mediante algún sistema de reducción. bricados desde finales del siglo pasado hasta 1938.
La cuarta industria, iniciada a finales del siglo XIX, ha continuado
GRAFICO 2f1.-VALOR DE LA PRODUCCION DE APARATOS ELECTRODOMESTICOS, ocupando un lugar destacado en la economía del siglo xx. Se trata
fJ1!19.f938 (ron millones de dólares)
del automóvil. Durante mucho tiempo, el ser humano había estado ex-'
400 I
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l- perimentando diversos artefactos a fin de lograr la locomoción mediante
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300
- - el empleo de alguna encrgía autom:ítica. Uno de los asociados de James
Watts había llegado a conducir un automóvil de vapor en fecha muy
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- - temprana; y entre 1860 y 1880 se hicieron en Francia y Alemania mu-
200 chos experimentos con diversos tipos de automóviles y también con el
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- ---- - motor de combustión interna, que 'acabaríacon~irtiéndose en la fuente
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GRAFICO 25.-PRODUCCION DE AUTOMOVILES (TURISMOS), 1899-1938
100 -- (en millones de dólares)
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rurtJTF: HIJI. Stftti'tlu (W~~!li!1flt('ll: Gra, 1960), Ser. P 250-306, pág. 420. FUENTE: Hist. St.ti,tic, (Wa,hington: GPO. 1960), Ser. P 2S0-306, pág. 420.

11
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NACIMIENTO DE UN GIGANTE INDUSTRIAL, 1860-1914 163


Hí2 UNA NUEVA JIISTORIA ECONÓMICA

¿Qué factores hicieron posible esta inmensa expansión? Para em-


de energía. Fue un la r!!o período de experimentos y discusiones sobre pezar, es menester separar dos aspectos _.. distint()s-
n. -~~-este__9~saIJollo:
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qué tipos de 1110tory combustible resultaría n nu\s eficaces. ¡.Debería 1) Las ~--lI1novaciones leconólogicas, que facilitaron los avances gigan-
ser un motor ell:clrico. o de vapor, "0 de combustión interna? Incluso tescos del <,;recimiento industrial. 2) Los factores específicos~.<.j:ue-ñiCie-
una vcz zanjada esta cuestión, hubo un período de ajustes hasta que se
ron que este crecimiento fuese en los Estados Unidos mayor JIYIÚalJ:l
ideó un tipo de carrocería que separaría para siempre el automóvil de
resto del mundo.
unos modelos que eran en realidad coches dc caballos sin caballos.
Hcnry Ford no utiliz\J elementos nuevos y sí aquellos elementos del Los ~atnbios tecnológico1'; lJue se acaban de describir sólo fueron
un simple botón de muestra de los adelantos revolucionarios que se
1110tor de cOlllbustil)n inlerna que estaban ya bien experimentados. y
produjeron en casi todos los tipos de fabricación. El origen de esas in-
los montó en una carrocería que era decididamente la de un automóvil
y no la de un carruaje. Después. utilizando las ideas de EIi Whitney novaciones no se limitó a los Estados Unidos; en realidad, la mayoría
sobre las piezas intercambiables y la producci6n en masa. estableció la de ellas se iniciaron en Alemania, Francia e Inglaterra. Su d~_~I:I!.rol1o
se vio acelerado por los rápidos avances que experimen-tó el co;üci:
miento científico en el siglo XIX y por el aumento de -la renta y de la
GI1/iFIGO 26.-INDICE DE LA PRODUCCION INDUSTmAL. 1860-1914
demanda que caracterizó ál111undü ocCidental. Sin embargo, hasta que
300 I I -. no se efectúen estudios más detenIdos del tema no puede decirse que
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exista todavía una teoría del cambio tecnológico.
200 ,"'
,-- --- e-- - - El incremento relativo de la parte de los Estados Unidos en la p~o-
roJ ducción mundiai obedeció a la combinación de una poblaci9n en rápid~
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If crecimiento con el incremento de la productivida.d..J.()- que' 1íízoque
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.. - aumentara el porcentaje estadouniqense.en .la. renta mundial. En este
90 punto es fácil acabar razonando en un círculo viCioso-sobre: 1) Si el
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70 ~00-- -.
1-- desarrollo industrial fue la causa del aumento de la renta. 2) Si la ma-
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yor eficiencia de los factores de producción fue el motivo d~ la ex-
. . ,- ~r'" l.. pansión y si el crecimiento industrial. que aplicaba esa nueva tecnología.
40 era sólo un aspecto más de la expansión general, a la que dio- especial
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30 ímpetu el carácter industrial de la demanda de esa sociedad (\0 mismo


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que hoy en día la creciente demanda de servicios está ocasionando una
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20 rápida expansión de ese sector y una disminución relativa de la indus-
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tria). La segunda explicación se ajusta más a lo que se sabe sobre las
causas de los cambios en la productividad. Es difícil encontrar en el
- ----

aumento de la eficiencia industrial elementos distintos de los que ex-


10 1900 1910 plican el incremento general de la eficiencia que caracterizó a la so-
1860 1870 1880 1890
ciedad norteamericana de ese período. Una de 1~~_~a!l.§.!!~$J!erales f~
fUENTE: Hi,l. ~t.ti,tic, (W.,hinglon: GPO, 1960). Ser. P 11.13, pág. 409.
el tamaño del mercado nacional. Una-granpoblación con ingresos...re:
cadena de montaje. El resullado final fue el modelo T, de precio ase- lativamente elevados hizo posible que se lograran las economías de es--
quible. y una producción en grandes cantidades que auguraba los em- cala inherentes a la tecnología propia de cada sector industrial.
botellamienlos de hoy en día. El gráfico 25 indica el espectacular cre- Una influencia inicial importante fue la adaptaciónyxpodHica<;ión
cimiento de la industria automovilística desde sus tímidos comienzos de la tecnología a las condiciones de los Estados Unidos (es decir. a los
en 1899. con una producción de sólo 4,2 miJIones de dólares, hasta 1919, preci03 relatIvos de los factores de producción). Artesanos, ineenieros,
en que rebasó los mil millones de dólares. químicos, físicos y otros elementos catificados de la fuerza d; trabajo
Estas cuatro breves referencias a otros tantos casos sirven para no se limitaban simplemente a utilizar el equipo disponible. sino que
mostrar los dimímicos cambios que se registraron en la tecnología y. la estaban continuamente improvisando y mejorando. 10 que hace que sea
organización de la industria norteamericana. Los resuttados pucden ver- difícil distinguir por separado las innumerables innovaciones que im-
se en el ¡mítico 26. que es UI1 índicc de la producción industrial. Si se pulsaron el desarrollo de cada uno de los principales sectores industria-
toma IRl)l)como afin h<lse.el1 IR60 el índice es s{J1o(k 16. p~ro en 1910 les. Tenemos tendencia a identificar el cambio tecnológico con las in-
pasa a 172 y en IC)D a 2m.
1(,1 \lNA N\lEVA "ISIOHIA r:CONÚMICA NACIMIENTO nI'. \IN m(~ANTE INOUSTRIAL, IR60-19l4 165

lIovacioncs cspectaculares tales como el procedimiento Ressemer. pero adquiriÓ cada vez mayor eficicncia 2. El sistema bancario s~ exp~.!!<li9
el progreso técnico fuc cn rcalidad una secl.:encia ininterrumpida de cnormcmcntc cn esc período. tanto en ntímcro de bancos como en
mejoras introducidas por hombres anÓnimos y capaces. Este proceso cantidad de dincro en circulación. Sólo en los tíltimos arios de"c"se pe-
refleja la calidad de J<¡fuerza de trabajo--Ias inversiones en capital hu- ríodo volviÓ H surgir algo parecido a un banco central. dcspués de unn
l11an~)que elevaron el nivel profesional de la fucrza laboral del país larga época de controversias iniciada con la de~apariciÓn del segundo
y la cOll1plemcntaridad cntrc capital humano (ingcnieros y hombres de Hanco de los Estados (Inidos cn I!U6. cuando el Prcsidente Jackson
vct() la prÓrroga de la autorizaci6n correspondiente. Con el Sistema de
cicncia que hicicron las modilicaciones esenciales de carácter tecnoló-
gico) y capital físico (tecnología nucva o modificada en forma de ma- Reserva Federal, creado en 1914, se reconstruyó un sistema de hancos
centrales, aunque fuera un sistema descentralizado. No obstante, la his-
quinaria. instalaciones y equipo).
toria de la banca y de la oferta monetaria corresponde en realidad al
Suele considera rsc que los em presa rios nortea mcrica nos fueron., ellos
estudio de las fluctuaciones económicas y de las variaciones en la tasa
solos. la fuerza productiva quc hizo posible todo el proceso. Su energía de utilización de los recursos, tema que se estudianí en el próximo ca-
impulsora y su determinaciÓn a veces dcspiadada contribuyeron, sin pítulo.
duda. a la apariciÓn dc la nueva tecnología y a su aplicación en orga- Lo que ahora nos interesa es la evolución del mercado de cap!ta:.
nizaciones de grandes dimensiones. Sin embargo. es difícil separar a lel>él largo plazo. cs decir. la evolución de un sistema de intermedia-
los empresarios de su medio y achacar tínicamente a los organizadores rios financieros que intentaban canalizar el ahorro hacia los sect~res
el mérito de esa expansi<'1Il.En la mcdida en que ciertas características industria les descritos en este capítulo.". El crecimientQ_d~-lQ~- b~OS'
cmpresariales reflejan la capacidad dc organización adquirida en los de inversión en los Estados Unidos se inicia con la necesidad de dis-
puestos de trabajo. el mérito corresponde a las inversiones en capital poner de grandes capitales para conSIfÜif canÚlesy ferrocai'ñléSj-de
humano (en este caso a la capacitación en el luga r de trabajo más bien establecer una conexión regular entré las institücioñ_~s n.n_~.n9~las del
que a una enseñanza dispensada en centros docentes) l. país y los inversionistas ingleses qué "ileséaoán - invertir en lo er ca-
Conviene señalar otros dos aspectos dcl desarrollo industrial. De rriles norleameriCanos. Poco a poco, - algÜIiós"uelo~"" apcos de inver-
uno ya se ha hablado. a saber. que las disponibilidades de mano dc sión, que comenzaron conió filiaJes de fitinas inglesas, - se coñVirtíerüü
obra del país no estaban limitadas por la fuerza de trabajo indígena en instituciolies pfii110fdialmeilié estadounidenses que facilitaban fin~n-
y por el crecimicnto demográfico, sino que aumentaron, .especialmente ciación a gran escala a los principales sectores industriales.. Las econo-
cn la tíltima mitad del siglo XIX, debido a una inmigración considcra- mías de los particulares se depositaroil en bancos fiduciarios ygi1ili~
ble. M:ís de la- cuarta parte de la población de Pensilvania de finales no, compañías de seguro y otros depositarios, y el banquero esp~Q.!1:
del siglo XIX estaba constituida por inmigrantes. que formaban la ma- lizado en inversiones formaba «sindicatos» o grupos financieros para-'
yoría de la mano de obra de las instalaciones sidertírgicas. Más ade- suscribir las emisioncs de acciones que servían para construir ferroca-
lante, esa fuerza laboral pasaría a las fábricas de automóviles. rril~s, siderurgias. etc. El desarrollo de estas instituciones de ahqrroy
El otro aspecto es el desarrollo del mcrcado de capitales, que revis- de los intcrmediarios financieros entrañó un incremento de la eficien-'
te también importancia y mcrccc que nos detengamos cn él. En d c.ia del mercado de capitales a largo plazo.
primer capítulo dijimos que el capital entendido en sentido amplio Hablar dc bancos de inversión es hablar inevitablemente de
tiene un signifi"ado m<Ís útil que el estricto y tradicional. No obstante. .l. P. Morgan and Company. Esta empresa fue sin duda la más fa-
se nccesita un estudio tmis detcnido de 10 qUt' es un mercado de capi- mosa de todos los bancos de inversiÓn y una entidad que ejerció enor-
tales eficiente. es decir. de la instituciÓn encargada de organi~ry c~- l11einfluencia en el desarrollo de los mercados financieros del país. Fue
nalizar el ahorro hacia las inversiones necesarias para construir fábri- principalmente Morgan quien llevó a cabo la concentración de los fe.
cas y máquinas. para roturar y me.jorar tierras y panLag~I~J!ta.cL<?1c,.l..- rrocarriles de las última parte del siglo XIX. y fue también Morgan el
pital de explotación con el que se pagará la mano de obra. seJinanciarán que organizó varias de las fusiones y concentraciones más famo~as de
. las existencias, etc.
aquellos tiempos, de las que la United States Steel Corporation sólo
Si bien nos vamos a centrar en el mercado de capitales a largo fue un caso entre otros. Si bien los bancos de inversión desempeñaron
plazo, hay quc sClialar que en los años comprendidos entr~ la Gucr.ra. ---'---'-
2 LANCEDAVIS. en 1m articulo ya citl\do. JElI, XXV. aporta datos Que mues-
de Secesión y la Primera Guerra Mundial. el mercado a corto plazo tran cómo fueron reduciéndose las diferencias interregionl\les en los Intereses 1\
,
~
-- --- corto plazo y cómo mejoró, por tanto, el mercado nacional de capitales a corto
1 1,1\difusiÓn dI' 11\ensl'iían7.l\ m['(lia y superior contrihuyó de forma importante plazo.
., otra faceta del mercl\do de capitall's a largo plazo fue el mercado de hipo-
1\ mejoror 11\ l'all<l[\(1 dI' la tuerza de trabajo. Como ya SI' 111\ Indicado en capítulos
(\(o rcf<'rlrnos I\f\UI a pila. tecas mral('s estudiado en el capttulo anterior.
I1ntl'rlorcs. 110 ho'" nc('c~'l<lo(1
I Mí tiNA NIIEVA' IflSIUHIA ECONÓMICA NACIMIENTO 1)1', {IN (¡I(;ANTE IND\lSTHIAL, IR('()-1911 167

la funciÚI1 esencial de desarrollar el mercado de capitales a largo plazo de inversión, que recibían una recompensa no pequeña por su inter-
y canaliz:lr el ahono nacional hacia la industria, también plantearon vención en el asunto; m;ís difícil, sin embargo, es exp1i!:af1a relativa-
problemas, a lines del pasado siglo, relacionados con la creciente um- decadencia del monopolio en los años posteriores. Algunos observado-
cClltraciÚll de la industria norteamericana. E~te punto merece que lo res lo han achacado a la ley antitrust Shennan y a otras disposiciones
estudicmos con mayor detenimiento. ulteriores como la ley Clayton, aprobada en 1914, y a las acciones
t\ medida que se desarrollaban en el país lIuevos sectores industria- penales m:ís enérgicas de la divisiÓn antitrust del Departamento de Jus-
les y que las empresas de vallguardia obtenían grandes beneficios, Jlue- ticia. Otros lo han atrihuido al éxito de los empresarios nuevos que
vas sociedades acudían a esos sectores atraídas por la situación. La entraban en cada sector y que han hecho zozobrar en todos los tiem-
competellcia consiguiente bajaba los precios y muchas veces congelaba pos empresas importantes bien establecidas; y, efectivamente. el fra-
los m;írgcnes de beneficio. No tiene, por tanto, nada de sorprelldente caso de las grandes empresas para mantener su posiciÓn en la economÚi"
que. frente a la disminución de esos márgenes, los industriales inten- frente a la competencia y agresividad de los recién llegados' parece'iñ:!
taran ponerse de acuerdo elltre sí. Los empresarios, a los que se ha dicar que este hecho ha sido en verdad itilpottante. Para' otros, final:
hecho alltes breve referencia, hall sido citados por su aporte a la orga. mente. se debe a los r:ípidos cambios tecnolÜgicos, que crean constan-
nizacilín de la industria; algunos de ellos, sin embargo, son igualmente temente productos nuevos y superiores que compiten con éxito con los
célebres por su actuación como decididos promotores del entendimien- antiguos. Sea cual fuere la causa. parece ser que el període de finales
10 m;ís o mellos legal entre empresarios. A veces, este entendimiento 110 del siglo XIX y principios del xx marclÍ el momento culminante del
era más <¡ue UII simple acuerdo sobre deter1llillados puntos que sólo monopolio.
duraba el ticmpo que los asociados estuviesen vigilándose mutuamen-
te. Poco a poco. sin embargo, se desarrollaron técnicas más comple-
LA SrrUACION DEL TRABAJADOR
.¡as. Ilacia 1880, el «trust$ se convirtió en la ft1rma típica de llevar a la
I~N LA EPOCA DE LOS CAUALLEROS
práctica esos cntelldi1llientos, El «trust» ponía el control de varias em-
DE INDUSTRIA
presas en mallos de un solo cOllsejo de administración; de esta suerte
nillguna c01llpaiíía por separado podía recurrir a la baja de precios
En esos años de expansión industrial agresiva. de desarrollo de so-
(lara acabar con sus competidores, y todas ellas funcionaban como ciedades gigantes y de empresarios que han sido llamados caballeros de
una unidad. La difusión de los «trusts» provocó una reacción pública industria o industriales del robo (l'Obber '}(/I'O//S), ¿.en qué situaci6n
tan intensa que en 1R90 se aprobó la ley antitrust Sherman, que decla- sc cncontraba el trabajador? Ya fuera el inmigrante procedente del
rab;, ilegales esos acuerdos y otra:, pnícticas monopolíslicas. No obs- Vicjo Mundo o el jornalero agrícola que dejaba el campo para huscar
tante. tr:lnscunirían nHlchos años hasta que la ley cntrara cn vigor. fortuna cn la ciudad. el asalariado industrial se cncontraba trabajando
PelO el caS(1. en 111()4. de las Northern Securities. en el que se disolvi() en inmcnsas cmpresas industriales y viviendo cn ciudadcs que empe-
una famosa fusilÍn ferroviaria entre E. H. Harriman y J. P. Morgan, y zaban entonces a desarrollarse, llenas de humo y hollín, con mal al-
la disolllcilÍn t(1davía 111<ís espectacular de la Standard Oil Company cantarillado y en unas condiciones. en definitiv;l, que desde nuestra
en 11)11 mostraron que la ley Sherman no eran meras palabras '. perspectiva actual no parecen desd~ luego favorables.
El camhio de siglo supuso probahlemente el punto culminante de Las condicione~ la boralcs de las grandes empresas industriales. así
las fusiones :' de las situaciones de monopolio. reflejadas en el control como las condiciones sociales de las nuevas ciudades en expansilÍn. de-
or!!;lIli¡ado de los principales sectores industriales de los Estados Uni- jaban ciertamente nHlcho que desear. No obstante. hay que tener muy
d(1S . I~a ll1aY(1ría de los observadores ereen que desde entonces el mo.
(
presente que l:t alternativa implícita que se sugiere al hacer e~a com-
nOl'olio. sea cual fuere su dclinicilÍn. ha disminuido algo en NorteanH~- paraci<'m es la de la sociedad de hoy, con la capacidad productiva
rica. i,t\. qUL; se dehió el auge de las fusiones durante ese período? Es actual. muchas veces superior a la de IInales del siglo pasado. Sin_em-
f;ícil cxplicar por qllL~los empresarios ven con buenos ojos las fusiones.
bargo. la alternativa que hay que estudiar no es la que sugiere implí-
Y;l quc contribuyen a eliminar la competencia y mejorar los beneficios. citamente que el trabajador fuera ex.plotado o que sufriera de condi-
\ 1'\11 qll0 esas fusi(1ncs fuclOn iniciadas muchas veces por los bancos ciones dellcientes comparadas con las de hoy en día, sino la que ex.a-
, 1111 ,,,,,hll'l11n qllr hnl1 tenic10 planlrf\llo :o;iempre 10:0;tribl1!1alc:o; e~ mina en qué medida los grandes empresarios monopolistas despojaron
1'''ldnl1l~
rl di' d;"I'''lIl'1' dr "lIa drlillil'iI'llI PIlecl1ac1a y pr:'1('\ ka (lel monopolio. i, F.:o;el por- al trabajador de aquellos tiempos\ La historia m,ís bien siniestra de los
('1'l1ln\r <Ir) 1111'11,,"10qllr 1'''111rola 1II1a e111prr:o;a, O hirl1 el hecho (le fahriear .tam-
agresivos empresarios del período permite ahrigar pocas dudas sobre
hi¡"n ~;'1('f.(htlf'II~~ f1 blrl1Ps pnrrcidos'? Los c~l1nhi(1s en la dptiniciÓn adopt,adh por los
1, ih1lI1ah'~1 Ilan ('0l1d1lcido a Ja aplkaciÚn dr poJit,iens diferent.e:o;. el hecho de que se robaban con frecuencia llUOSa otros. El grado de
('1 '1111\~;(' ~:ahr "111.\' Po(,11 f:ohrp. 10 q\1P nrul'l'Ía al rrf;ppcLo en el !:\g10 XIX, PRto explotación del trabajador dependía, sin embargo, dc la --efi2acia déi
f"~ plllf'l ('f\l11rI111n
IM{ I'~I,\ NI'I'V.\ III"IOHIA F(ONÚMICA NACIMIENTO DE 11N <;I\;ANTE INf)IISTHIAI, IR(,O-1911 1(,9

monopolio. I.a alternativa correcta. por tanto. es examinar lo que hu- ~e planteaha el cnigma derivado de unas cifras que mostraban que no
hiera oCllrrido a la renla «per capita,' de no haber existido los hene- ~Ólo en los Estados Unidos. sino también en Inglaterra y 'Alemani<1. el
ficil's l1ll'nl'l)( 11ísl Íl'os. salario real del trabajador no aumentó gran cosa entre 1890 y 1914. El
(Jnl' de 1(1'; COSll" del n1C1Ij(1polio es la asignaciÓn dekl'lllosa d(' estudio correspondiente a los Estados Unidos fue efectuado por paul
I\TIIlSO'. l" decir. qlJc cn nlOllopolio la prOdllCci('''l cs I1lcnor y los pre.. Douglas. qllc llegÓ a la l'onl'lusiÓn de qlle los salarios rl'ales no arro-
cios son mayores de lo que hahrían sido en n:gimen de comjiell'ni.'iii r. jaban incremcnto alguno para el período cn su conjunto. Esto parece
Ik interÓ m;ís direc10 parn el tcma que cslamos tmtamlo es C1 illtenlo paradÓjico frente al enorme aumento de la producción, e' indicaría que
dc Inedir los hcnclil.jos lI1onopolíslicos de aquellos ;¡íios. en la hip"1I<'sis en los Estados (Inidos. como cn Alemania e Inglaterra. a'-o¡i:,ií(,-polio
de quc eS(1Sbcnelicim fucron. ingresos que en condiciones comrelilivas influYl') desfavorablemente en los salarios reales de los trabajadores.
habrírll1 ido al ICSto dc la J1ohlaci('m. Si repartimos esos benclic:ios cn- No ohstante, un nuevo estudio de Albert Recs, R('(¡/ Wages In Ma--
trc la pohlaci{lIl. podrcmos vn 1:1dircrcncia que huhieran supllt"il0 Cl! I/I/{lIl'IllI';I/,!!.. /81)(1 (o /(if.l. dectuado hajo los auspicios del National
la n'nla '«wr capila". I'nconlr:llllos que CI! los aíio,s dc 19()() a 19\)9 Bureau 01' Fconolllic Research, revisa I'lIndamcnta1Juente esa idea. Las
los Iwnelkios dc la, empresas anles dc pagar los impuestos constitu- cifras de Rees muestran que los salarios horarios ajustados a un nuevo
ycrol! el G.R por 100 de la renta nacional. que era a la saz6n de lIIlm~ índice del coste de vida aumentaron considerablemente en el período
20.000 milloncs de dÚlares. Esto redundaría en unos beneficios socia- comprendido ent re 1890 y 1914, tal como indica el cuadro 19. Asimis-
lcs de (AOO millones de <hílares. aproximadamente 1. Si tomamos la mo, nuevos estudios ercctuados en AlemÜnia sugieren también que la
cifra de 1.400 millones dc dÚlarcs como beneficio y le suslrael110s la
cifra que sc ohll'nga al :lplicar cl tipo de bcneficio competitivo al ca- CUADRO 19.-SAlARlO HORARIO MEDIO DE TODA lA INDUSTRIA, 1890-1914
(en términos monetarios y reales)
pital leproducihle no agríco\:¡ del país esto cs. los beneficios que el
capital hahría ohtcnido si todas las empresas hubiesen sido competiti- -~
~_.
-~ ~ ~.-

Salario Salario
\'as . cnloncl's el lesultado de csa renta sería una estimaci6n aproxi- horario medio Indice del horario medio
mada del "exceso" que suponían los bcncficios de los monopolios. Fn- Años (cn dólares coste de vida (en dólares
contramos que los activos tangibles reprmluciblcs no agrícolas as~'en.' de cada año) (1914,..., 100) de 1914)
dían aproximadamente a lO.OOO millones de dólares R; y si tomamos ~~

como tipo de beneficio. en situación de competencia, la cifra del 5 por 1890 0.144 91 0.158
100, entonces ohtendremos 1.000 millones de dólares COl110beneficio 1891 0,144 91 0,158
1892 0.145 91 0,160
competitivn de la sociedad. Es!o deja un residuo monopolista de lll10S 1393 0.151 90 0.168
400 millones de d6lares. Si distribuimos esta cifra enlre la pohlaci6n 189/f 0.139 86 0.162
total de 1905. el aumento consigniente de la renta «per capita» sería 1895 0.138 84 0.165
poco menos de cinco dÚlares por persona. La renta media «per capita» 1896 0.144 84 0.172 .
1897 0.140 83 0.168
era a la s;\7()n de 250 dÚlares en precios de entonces, así que el aumento 1898 0,137 83 0,166
representaría IIn incremento del 2 por 100 de esta última cifra. 1899 0.146 83 0.176
Aunque estos dlculos se refieren a los efectos sobre el trabajador 1900 0.151 84 0.179
1901 0.158 85 0.185
de la distrit"JciÚn de los ingresos de los monopolios, un tema mucho 1902 0,165 86 0.191
m:ís importante es el de saber si la situaci6n econtÍmica del trabajador 1903 0.170 88 0.193
esta ha mejora ndo o no afina les de siglo. Desde hacía mucho tiempo 1904 0.169 89 0.190
1905 0.172 88 0,194
r. AnNOJ.O HAnnEI1r.En hn intentado medir el coste Que Impuso la mala asigna- 1906 0,184 90 0.204
~¡'-'n de los re~lIrsn~ por los monopolios de ¡os años inmediatamente anteriores 1907 0.191 94 0.203
a HI~O en ((]\Ionopol~' an,] Hesonrce Alloeationn. AER. XLIV. nÚm. 3 (mayo de 1908 0.184 92 0,201
1!1!i4 77117. Su c'OIlc1nsiÓn rs qu!' esos costes son reducidos. pero su hipÓ- 1909 0.186 91 0.203
'. 1"'[('"'
t esi~ de costes constante~ a largo plazo ha sido muy discutida. 1910 0.198 95 0.209
, Hnhia prnhahlem~n'f' algunos ((I",neficin;; mOlJopo1ísticnsn Que no figurahan- 1911 0,202 95 0,213
f'n lf1f' J!ntlnn('if1.<~ tlp ln~~ ~;()rj('dndps. fllnlqllf' no dI"' cnantill R11ficipt1t.p rOJ11f) pn.rn 1912 0)07 97 0,?13
Irdlnir de 111"c1" npr<'cinhlf' f'U la~; c1lm~; qnf' f',,1-am(l'; IlIftnf'.1anc1o. 19 J:j U.221 99 lJ,22/f
,
En lf'alic1'HI la cilm qnf' SI' (lhliet\(' pnm los adivos t.angihles repro,]ncibles
1914 0,220 100 0,220
cIr In" ell1prr~a" rs :':'.000 millones c1e c](¡lares: sin embargo. he de,]nddo 5.000 ml- -,_._~ ,.~.
1101lrs ch' cl.,larr;; para rliminar ((in 11[1(1OS»). Se tratn sIn d 1\(1n, de nlla
10" artivos
r."tima~l"n hnln pnrn la importancia ['(11r tenía !'11ten~rs esa pníctira. pero sirve FUENTE: Alborl Rees, Real W.ge. in M.nuF.cluring, 1890.1914 (Prineeton: Prineelon Univ., 1961), p~g. ~,
Copyright 1961 by Pr;nt':l:'ton Univcrsity Press.
1'11111.q11r 1n~; 1rs1111'lfln~ I'r'1l"'11 en loc]o caso pOI' excrso.
,~
-,."..",..". ,-
",.,-'."'''''.''.

o (IN A N(lEVA IIISIOIUA ECON(¡J\1ICA

.i"'pl~silín quc ~e tcnía antes de Un salario real


la IItC el pcríodll cn c\Il'slil'lI1. necesita también
constante en ese país
scr revisada ".
Si hicn cstos tlabajos Icci.cntcs poncn cn tcla dc jllicio la tcsis de
.
qlle el monopolio cmpobrcciÚ 'id trahajador o impidiÚ quc aUlllcntara
salario rcal. lo quc no hacen cs modilical' en absolllto la opiniÓn qllc
tcnido siL'lI1prc el historiador socia 1 dc qllc hahía cnormes costes
,'<lla la socicdad y para cl Irahajador cn las hacinadas harriadas ohrc-
las. Ips suburhios y los <I:/.',llI'lIos~qllc sc desarrollaron cn las principales Cl\rllULO ;\1\\
ildadcs ¡nd 11st ria les dc aqucllos ticmpos. Un .tcllla importa nte a unqllc
'satcndido dc la historia cCOlHímica dc los Fstados l/nidos es el es- GUERRA, PROSPERIDAD,
Il1dip analítico del dcsarrollo urhano y de SIlS costcs socialcs. DEPRESION y GUERRA,
1914-1945

La historia econÚlllica del siglo xx se ha caracterizado por sus pro-


nUllciados contraslcs con la del siglo XIX. El siglo pasado fue una época
dc intcrdcpcndcncia CCOIHílllicaintcrnacional cada vez mayor. de co-
.'
rrientes lIIigratorias nunca vistas desde Europa a las tierras recién co-
lonizadas del resto del mundo y de movimientos de capital que ayu-
daron a1'desarrollo de esos territorios. La difusiÓn de nuevas ideas cien-
tíficas reflejadas en los adelantos tecnológicos fomentó el desarrollo
dc nlllchas zonas. Con la facilidad que el.. In pNspectiva de los años.
se ha dicho lIIuchas vcccs quc el progrcso dcl siglo XIX sc limitó a una
pequefía parte del lIIundo; no ohst:lI1te. en comparación con cualquier
otra época del mUllllo. flle un siglo de desarrollo sin precedentes en el
1!l.Ieel ser hlllllano tcnía sohrados motivos para ser optimista y prever
IIn futuro de cxpansilÍn ininterrulllpida. En ClJlltraste con esta situa-
ciÚn. la historia econlÍmica del siglo xx ha estado dominada por GaS
gucrras nlll1llliales y una dcpresit'm de gravedad inigualada. Estos he-
dIOs han conducido a IIna reorganización fundamental de la eco no-
IllÍa. a qllc en la misma sc asigne al gobierno un nucvo papel comple-
lamcnte difcrente dcl que había desempeiíado hasta cntonces y a una
idea poco optimista sobre las perspectivas del mundo. a pesar de que
las oportunidades que hrinda la mouerna tecnología son mucho mayo-
res i.1c10 qlle eran a finales del siglo pasado.
Una guerra supone una movilizacióll de recursos y la sustitución
del objetivo final de satisfacer al consumidor que persigue la economía
dc ticmpos dc paz por el ohjetivo inmediato de hacer la guerra con la
1I1;'yorclicacia posihle. No ticne. por tanto. nada dc insólito que cuando
IIna gucrra tcrminc. la economía se cnfrente con graves problcmas y
perturbaciones para volver al ohjetiv() fundamcntal de una cconomía
orienlada hacia el consumidor. Durante la guerra. es esencial que el
gohierno controle y dirija la corriente de recursos hacia los tines bé-
,
V 1"'\1, «!ir:" W:¡gr" in Urrnl!l!\\, Im]O to 1!'14», Part!' d!' un estudio que
licos; y cuando las hostilidades terminan, el gobierno tiene tendencia
\lh1i1"n:1 (h;f,,,d
\'lli\"f'I.'~it~. PIT~~ ' a no presci ndi r de todos esos controles. En 19I9, al término de la Pri.
y GlIFRR¡\, 1914-1945 173
<¡(!ERRA, I'IWSI'FHIf)A{), DEPRESIÓN
1~-2 (IN,' NIIFVA HISTORIA r<:r)N()~1I(','

l11\'ra <,liCITa 1'vll1l1di:d. 10s Estados Unidos parecía 11. sin e!l1ban~o. cs- segu ía n subiendo. Muchos cspeculadores compraban al margen *, pi-
1:11biel1 cl1c:lIl1inados ell ~;u retorno a la ecollomí:I d(~ consull1o. el~ t:llltO diendo préstamos. de suerte que con una. cantidad muy pequeña de
~.e ('fl'ctll:,ha \lila dcsmovili7aei(ín a gran escala. dinero propio adquilÍan gran Illímcro de acciones. Esto marchaba mien-
1;1 pl inlcl IllIh:lr\(1n dc la posg.uelTa fue la hrcve. pero i!1\(~ns:! reec- tras las acciones siguiesen subiendo, ya que entonces el comprador
podía recmbolsar el dinero que debía y obtener adelt1~ís beneficios con-
Si!'''1 (It- Il)} I ,ti'" rec('siÚn llamada a veces "recesie')n dc c~is1l'!1l'jas".
(101' It;¡\)('rse dicho a Illelludo quc se dehiÚ a IIlla r:írida ~lcum!lI:lCie'JI) siderables. Pero si las acciones bajaban. la situación era distinta. El
de existcl1cias quc 110 pudieron vCl1derse a los precios del mOll1cnto. desastre bursátil del otoño de 1929 tuvo carácter explosivo. Parecía
H rcsullado fuc 11l1a haja cousidcrahlc dc los precios y una sil'la~'i('Jll no tocar fondo y su resultado fue que las acciones disminuyeron a ni-
de paro 11\11Yhlc\'l'. a la que siglliÚ. a partir de I ()lO. un períl'do de veles tan bajos que arruinaron a un l1límero ingente de inversionistas
IHOSpCIidad rclativa. caracteri/ado por un desarrollo considerahle. \111
y los dejarol1 con deudas cnormes. Entre 1921) y 1933, aproximada-
aUll1Cl110del salario real del trahajador. unos il1gresos cada VC7 l1\ayo-
CUADRO 20.-COLAPSO DE LA BOLSA
res y. especialmente. I1na expansión de las industrias que 1':'''1'1',':')1:111 . ~ n-.'-

hicl1cs durad~')(1s de COI1SUIl1O.Este fue el deccnio en el que el rcfrige- Promedios industriales del
índíce Dow-Jones
lador. la radio. 1:1cstufa eléctrica o de !!as v. sobre todo. el autol1J¡ívil
s(' convil tiel\ln cn elell1Clltos intcgrantes ~de b vida familiar dc los 1101'- I\;¡o Dia y mes Alto Bajo

!l':1111l'riC:\IIOs.I a producciÓn el1 masa y los bajos prceios pusie1()1l los --~._--"._-'~--

auteJllH'1Viles y otlO, bienes de consull1o dur:tdcro al alcance de casi 10- 1925 r, de noviembre 159.39
14 de octubre 99.18
das las familias. 166.64
1926 14 de Aqosto
Sin cmb:ng.o, esos aíios 11() fuerol1 de prosperidad para todos. In- 30 de marzo 135.20
,Ius¡' COIl \1111'S ill!'Ies()'; l'll ~lIlInent() const,lIlte v con la clevaciÚI1 del 1927 3 de octubre 199.78
25 de enero 152,73
ni\TI (k vida del ohrcro industrial. el a!!ricultor cstaba atravesando 295.62
1928 28 de noviembre
un pclÍodo dc prL'cios sumamcnte b<1jos. \'a hemos señalado quc los 20 de febrero 191.33
aíios de 1RI)(, a 11)14 fucroll pnísperos y qlle todavía t11,ís prÓsperos 1929 3 de septiembre 381.17
198,69
13 de uoviembre
fuclOn los aíios dc h1 Primcra (¡uerra Mundial. cuando los Estados 1930 17 de Abril 294,07
I Jnidos alimentahan no seílo a su p<1ís y su ejl:rcito. sino tamhién a sus 16 de diciembre 157.51
aliadps. Fn(o\lces los precios agrícolas aumentaron mucho y los agri- 1931 2,1 de Iebrero 194.36
17 de diciembre 73.79
cultores sc dedicaron en vista de e\lo a expandir su producción en can- 1932 17 de lebrero 85.98
tidades enormes. Cuando la guerra terminÓ. la demanda disminuyÓ con- 8 de julio 41,22
1933 18 de julio 108.67
siden\ hlemente. al estahlecer los pa íses europeos barreras arancelarias 50.16
27 de IebrclO
que protegieran su propia agricultma y detener los Estados Unidos la 1934 5 de Iebrero 110.74
corricnte de inmigraciÓn. Las consecuencias fueron 110a demanda de 26 de julio 85.51
1935 19 de noviembre 148,44
productos agrícolas mucho mel101" que la de aíios atrás y una caída 14 de marzo 96.71
de los precios a niveles extremadamente bajos '. 1936 11 de noviembre 184,90
29 de abril 143.65
EIl la líltilPH parte del decenio surgiÓ otro problema más. Este pro- 194,40
1937 10 de flHWZO
hlema fue la especulaciÓn en Bolsa. A partir de 1927. Y especialmente 24 de noviembre 113.64
de 192<). los imersionistas adquirieron la convicción de que 110 sÓlo 1938 12 de noviembre 158.41
31 de marzo 98.95
la prosperidad iha a durar. sino de que podían conseguirse rápidos be- 155,92
1939 12 de septiembre
nl'ficios comprando <1cciones que se venderían con un enorme heneflcio 8 de abril 121.44
1940 3 de enero 152,80
una \'l'7 que hubiesen sido pujadas a ultranza por todos los demás 111.84
10 de junio
cI'mpradores. Parl'cía que todo el mundo acudía a la Bolsa para de- - -------"._---------- -------
----""-~--- ------
dicarse a esa actividad; y como efectivamente eran muchos. los precios rUENTE: Rohort Rhpi1, Grnphic Ch3rt5: DoW'-Jones D.lly Stock
Averages and s.I.,. ruhl ic.do priv~da-
& Comr(!ny I Inc., 1911
m"'nle ror mrtori7ilci6n de Orí\'J 10!1"'''
, es rígida (1 (dneláRlica» COII reRpecto a ., Compra de accione~ con fondo:,; qu(' Re piden en préstamo y que se garan.
1"~ demntHb ,le ¡""dudo., ngrícolas
f('n'~. 1" ('llal q"irre decir que cuando la renta aumenta, la gente no gasta
1" tizan con las propias a.ceiones así adquiridas. Si CIl el momento de re('mbolsar el
111111'11"m:1.' dinero en nlimentos. Por tnl1tl1, ('1 erecimipnto de la demanda de es- préstamo y de vender las acciones éstas han subido, la operación reportará un
I"s 1''''(111<'\''' l111edeee Inl1dnmel1tnlmcllt~ [\1 il1('remento de la población. Con el
ben('flcio. y si han bajado, una pérdida. Se hace la operación porque se espera un
",,\I!' qne se di" 1\ In in1l1ip.rnci¡"I1, desnpnreció UI1[\ rle l[\s principales fuentes del
('!f'!'\11\\pnln d(' lfl df'I1Ul1Hln.
marg('n de diferencia positivo pntre la compra Y la venta. (N. del T.)
",

11'1 (lNA N(lFYA III'STOI!IA ECONÓMICA


WJEHHA, PIWSPEHIDAD, DEPRESIÓN y GUERRA, 1914-1945 175
mt'lIk las ¡'uall'<1 quilltas parte,s del valor jotal de I<ls ficciones cn Bolsa
sin emhargo, evidente que la Reserva Federal se limitó a un papel esen-
desap:lrecieroll. FII el cuadro 20 sc da ulla illdicaciÓII de lo qne ocuni¡',
cialmcntc pasivo duranle ese período, y de las pocas mcdidas lJue adoptó,
a la Bolsa 1'11ese período y lIIuestra que la eaída fue tan grande que
Slílp pasadp 1950 Ips precips de bs acciones volvieron a alcanzar el la de septiembre de 19J 1, de elevar el tipo de redescuento para im-
pedir la salida de oro, sirvió más bien para acelerar la caída.
nivL'l al que habían estadp en 1929, I.a magnilud de la depresiÓn puede juzgarsc por el gnínco 27, lJue
Si 1:1 Bolsa fue el detonador de la depresiÓn, no fue, sin emhal'l!o,
indica el porcentaje de la mano de obra parada durante ese período,
la CIIIS;I fundamelltal. Las causas dc las depresiones y de la inesta~hi-
lidad delica SOIl inherenles a las econolllías de lIIercado, llna ccono- GRAFICO 27.-PAno EN 19?1-1941 t[n (:enlen~re~ de l11ile~ y en porcent(lje de IR
mía de esle lipo opera sobre la base de las decisiones Illlíltiples de con- . [IIOIm de trnb(ljo)
sumidores, ahorradores e inversionistas. 1',1 rabricante desemJ1eiia un
:wo
papel fllndamelltal 1'11el senlido de que lo prinlero que ha de hacer ..
-
es toma l' decisiolles sobre adquisici¡'HJ de materiales. equipo y materias
prim;ls. conllalaci¡ín de trabajadores. ele., todo ello antes de percibir 100 ~~~-
- -
ingreso alguno. Est:í apostando a que halmí una demanda de los hie- 80
-- -_o -.

nes que va a produeir y. por tanto. a que obtendní lll10S ingresos y 70 ~.. . .
--
60 - _. -
un beneficio, Como cone siempre un riesgo. estar<Í m<Ís dispuesto a 50
. . .
I ...
-
""

inverlir cuando las expectativas sean brillantes. En cambio. cU<lndo el \-


40
barlÍmetro ecolHímico anuncie nl<ll tiempo. arri<lní velas e invertiní poco Paio
.
- -
30
o nada; y con las l1uctuaciones dc la inversiÓn flueluarÜ también la p'.
lenta, ya qllc si los empresarios no invierten los ingresos disminuir;ín
y esto tender:í a rcveslir car:ícler acumulativo. Como los empresarios
20 \ r\
'1 -~
- ,--I I
. I"~ ~~~l""
'. ,-
~~---

percibir;ín Im'lIOS ingresps. despedir:ín trabajadores; al estar éstps pa-


rados ya no podr:ín cpmprar biencs. las expcctalivas de los otros em- 1()- \
.
J ---
I Porcentaje
--o
de parado~
-
1.\
presarios que esl:ín illvirtiendo empcor;mín alín m<Ís y detendr:ín sus' 8 . .
-- - -- - --. - 1,--
inversiones. Fste movimiento ('ontilllía así en espiral haci;l abajo sin 7 -- ---
f- ----
6 - _.
delcnerse. , .~ . .-. ..l. --o 1-- --

,
-- -

El sistema bancario puede y ciertamente debe desempeiiar una run- .'\ ¡-


ci('HJ importante en esos momentos. El objetivo ideal de las autorida-
4

3
"
,I ...
1-- -- -
des monetarias es asegurar. por medio del conlrol del sistema hanca-
rio, que en períodos de expectativas poco brillantes la cantidad de
.1..
-- ;! ----
..-
- -- -- - - -- ---- '-'
- .--
2
dinero aumente y el co~tc de la inversilÍn disminuya. Es decir. el ob- ... .. -.-.-- t--- -
---j - 1-- --- -- - -1-- -- 1--
jetivo de las :l!1toridadcs hancarias dehería ser atraer a los inver~;¡()-
nistas en esos períodos; al igual que en períodos de inflacilín impor- 1 I I
lan\!'. Sil oh;eli\P es desanimar la e,<pansi<Ín de 1<1orerta mondaria y 1921 1926 1931 1936 1941
de 1:1invcrsllín. a fin de impedir grandes anmentos en los precios cn rUEN1E: "¡5t. Stntistics (W¡-,<;hillgtOIl: GPO, 1960), Ser. O 46-47, pág. 73.
una ~itlIacilín de pleno empleo. En el período de J929 a '9J2 el
y por el grÜfico 28, que muestra la disminución de la renta total y de
papel de la Jnnta de Gohernadores de la Reserva Federal y de los
Bancos quc eran miemhros del sistema ha sido muy critieado. y;1 que la renta «per capita». En 19J2 y 19J3 la cuarta parte de la fuerza de
P;lIt'C!' hoy l'tI dín qtle la Reserva Federal no hizo nada para detener
trabajo del país carccía de cmpIco. En la historia de los Estados Uni-
\n depresilín qne iha avanzando en espiral. Sus derensores han aleg.ado
dos no se había producido nunca un hecho parecido. Además, las per-
que en renlidad no hahía nada que pudiesen hacer, mientras que los sonas sin trabajo seguían paradas años y años; y aunque se estaba pro-
níticps han sostenido que la Reserva Federal nunca intentó hacer nada: duciendo tina recuperaciÓn gradual. una parte muy considerable de la
aunque tenía racultndes para aumentar las reservas de los Bancos fuerza de trabajo continuó sin empleo durante todo el decenio. No ha
miemhlps. npatldietldo a~í la orerta monetaria. Algunos críticos han de sorprender que. ante el carÜcter anómalo de la depresión, el gobier-
no estuviera lleno de confusión y no supiera qué hacer.
manll'tlido que esta ,íltima política. de haherse seguido. podría haber
Con el Presidente Hoover se dio un primer paso hacia la recupe-
l'I1I'sto fin a 1:1dl'prcsilín de 1110do innll'diafp Sea ello cierto o no. cs.
racilÍn, al establecer el gobierno la Reconstruction Finance Corpora-
17(, IIN." Nllj;.\'¡\ IIISTOHI¡\ l-:CONÚ~IIC¡\ (¡"EHHA, I'HOSI'EHIDAD, DEI'HESIÓN y GUERRA, 1914-1945 177
GRAFICO 28.--rnODUGTO NACIONAL V RENTA "PER CAPITA.., 1921-1941 yo del gohierno ". Sus otras disposiciones legislativas abarcaban toda
1I',odllclo lI:1ci[II",1 1111110 "11 c"III"lIm,,~ de l11illolle~ de dÓlare~,
1('111'1 dl!,il:1" ('11 dÚlnt('~) I una gama de actividades, desde el New Deal, pasando por el estableci-
"1"" miento de la Tennessee Valley t\uthority. hasta la primera legislaci6n
7.000 sohre segu ridad socia 1. Eslud iemos en primer luga l' los intentos que se
~ hicicron para salir de la depresi{)n y luego examinaremos el otro ob-
jetivo del New Dca!. a sahcr. la reforma,
.

....

Prodr Ido naÓonal hru I (J


....
..

0_-

-- /
/ t
I
I,as primcras mcdidas quc tomÓ Rooseve1t para intentar superar la
depresiÓn tenían como linalidad subir los precios. Se abandonÓ el pa-
trÓn oro y se reevaluÓ el metal amarillo para fomentar la in Ilación. El
paso siguiente fue la aprobaciÓn de la Ley sobre recuperación de 1:1
industria nacional. Esta Ley autorilaba a las sociedades imlustriaks
1.000
~V
--
~ a entenderse y cartelizarse con el fin de elevar los precios e incitar así
...
IL - -. -----..-- --..
'- X
l.......

!100
L,I """ -
... .'- -
a los empresarios a producir. La Ley de ordenación agrícola (heredera
... - ~1..
." - de la anlerior .Junta Agrícola) establecía las cantidades que se paga-
") --- ,= .~ ""

-. ~1-
800
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1.... - Renta percapita' --
~..
11
-- I;..k#'o ,...... -
~...
---
--....
o.:~
-
-
rían a los agricultores que limitasen volunt,\!'iamente la producción. Es
f<Ícil ver «a posteriori» que esos programas no darían resultado. En
700 ~, realidad, los precios no podían aumentar apreciablemente en un pe-
(iOO --- ,-- ~-- -- ---
\ l -
--
.- ríodo de desempleo tan enorme de recursos ni la concentración indus-
trial fomentar la demanda del consllmidor. No ohstante. eran intentos
animosos, aunque hechos a cic¡!as. para estimular una economía mori-
'iO( I -.-.
1'171i 1'Ut 1<J41 hunda. Los pasos siguientes de la administraci6n Roosevelt consistie-
1'171 l'n"
(~I'(),
ron en lo que se denominó «cebar la bomba,>. En términos modernos,
f!lrtJTr. Hht. Stltlis.tic! (\ViI'h¡"ql"T1: 1'76n), $r'r. r 1-), 1';Í9. 139.
esto es lo que se llama financiación mediante el déficit; es un sistema
que consiste en que el gobierno gasta m<Ís de lo que ingresa. Es claro
tipn (R F( 'l. con la finalidad de facilitar préstamos que incitasen a las que ese gasto tiende por sí mismo a fomentar la expansión, a menos
empresas a expandirse y desarrollarse a pesar de los malos tiempos, que conduzca a una disminución de las inversiones del sector privado.
('on un fondo disponible de 1.500 millones dc dÓlares, la RfiC fue un Precisamenle, mientras Roosevelt esta ha experimentando de modo prag-
paso en la direcciÚn adecuada. pero la cantidad de que disponía era m<Ítico esas ideas. .Iohn Maynard Keynes estaba dando una justifica-
demasiado limitada para detener la marea, que estaba ya crecida y ci('m teÓrica a las mismas en un libro revolucionario que propugnaba
seguía aumentando, Un segundo esfuerzo fue la ley arancelaria de Haw- la financiación mediante el déficit pÜblico". Lo malo del «cebado de
ley-Smool. qne elev() el arancel. pero que s()lo supuso una breve pro- la bomba» de Roosevelt fue que no bastÓ y que las cantidades gasta-
tecciÚn para algunas industrias tlas que fahricaban artículos que com- das mediante el déficit fueron tan reducidas que no pudieron sacar a
pelí."1 con las imporlaciones) a expensas de las empresas de exporta- la economía de las profundidades a las que h,nbía caído,
ci("n. ('on obielo de ayudar al campo. el Presidcnte lIoover estahlcciÚ Si bien el objetivo fundamental de la administraci6n Roosevelt era
'1
la .Junta t\glÍcpla (Farm Board). Su ohjetivo era estahilizar (0<; prc- la recuperachín. había otro de menor importancia inmediata, esto es.
cips dc la agricultura. pero Ips 500 millones de dólares que se dedica- !.
la reforma. que tuvo consecuencias m<Ís duraderas, Un supuesto fun-
t damental en que se basa la economía de mercado. tan resquebrajada
ron a esa finalidad se agotaron dpidamentc y los precios siguieron f

hajando, en la Depresión. es el de que esta economía funciona de manera tal


('uandp Flanklin 1). Roo<;evclt acccdiÚ a la presidencia en 19,1.1. que proporciona el hienestar m<Íxilllo a sus ciudadanos y que ninguna
la depresi(ín hahía ale;"17:1tlo su punto m.ís bajo y el nuevo Presidente intervencitÍn guhernamental puede lIle,iorar ese estado de cosas. Durante
., ,., ~

se enfrcntaha con la ¡1l'rspcctiva de tener quc cerrar todos los bancos J)('~pu¡;~ <1(' un ('i('IT('o d(' lo~ ballco~ de cmltro días, se aprobó con carRctpr
del p:!Ís. SIIS primeros cien días se caracterizaron por 1111aserie sin "
urRPnt.e una IPy QU(, autorí7.aba a la nFC a apoym' a los brl!lco.q de situación finan-
ci('ra saua; y cuando ~P volvieron a abrir é~tos, lo~ temores de los d€po~ltantes
precedenks de ados legislativos destinados a poner en pie al país. y (1('~apnr('ci(,I'()11 ('11 Im1'l('.
su éxito con el siqema hancario dio confianla a muchas personas, Se 7'11(' (;('nrml 7'11l'or1!o/ Télll 1/10111111'11 t, 1nt('rl'8t and Morl(,Y. Publicado 1'111936
estudi{, el caso de L'.HIa banco y aquellos que presentaban una situa- "
Y I'ccdita<1o muclla~ vecc~ (Mac Mlllal1, Londrp~: Hllrcourt, Nueva York, ete,),
Traducción c~paÜola: T,a tcorfa qcn.cral !le la ocnpación, el interés y el dinero
ci(ín linanciera fundalllL'ntalmente sana se volvieron a abrir con el apo- (F'nndn (1(' Cn\! tlI'a F,ronómica. México),
12
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." '!l""- r,,'''~",'H'

¡iR (IN.\ NIIFV,\' IIISTpRI" ITONÓMICA GUERRA. PROSPERIDAD, DEPRESiÓN Y GUERRA, 1914-1945 179

la adminislracil'n ROl1scvdt. cse argumento fue barrido por la idea de bene/icio social, serían mayores 4ue el beneficio privado y que, por
quc la acciÚn gnhcrnamental puede mejorar considerablcmente la si- t,anto. se trataba de empresas 4ue convenía llevar a cabo, aunque no
tuaci(')f1 econ,'mica de los miembros de una sociedad. Quil.:í las medi, fuesen rcntables en el sentido tradicional.
da', kgisla!ivas de mayor alcance fucron las relativas a la seguridad Es evidente quc en los aiíos inmediatamente anteriores a 1940 la
eC'lI1<"lllie;¡ dc 1:ls personas. Est<l seguridad, que hahí<l dependido an- función del gobierno en la economía había cambiado fundamentalmen-
t:liío de [lIJa uuidad familiar eslrecha, cslah<ldesa[Jareciendo gradual-
Ic, Esa funci6n hahí:t adquirido mayor importancia no sólo como con-
mcntc frculc a las carac1críslicas impersonales dc una economía de secucncia de los esfuerzos para sacar la economía de la depresión
mercado l'n cvol uei('n, F I a nci :1110 y el enrellllO ya no pod fa n segu ir sino también al difundirse la idea de 4ue eJ bienestar de la sociedad
dcpcndiendo de la familia para su scgurid<ld econÓmica, Los j6vcne~; [Jodía mejorar con una intervención guberrwinental encaminada a reor-
[cndían a suhcstimar sus nccesidades cn la vejez. Uno dc los [Jrincipales ganizar y. encau.?ar I~J;srecursos en determinadas esferas, con objeto
ohjetivos de Ull programa dc seguridad social cm, por tanto. ir <llIegan- de corregir la aSlgnaclon que haría el mercado.
¿Qué !'~sult.ados obtuvo el New Deal? Sys.éxitos en la esfera de la
do un fondo desde el comicnzo de la vida lahoml p<lra estar al <lhrigo
dc la nccesidad cn la vejcz. Con esta finalidad. el Congrcso :Iprobó ~ecuper,aclon distaron mucho de ser completos. En 1940, un porcenta-
leves sobre scguro de vejez. seguro de p<lro y compensación del tra- ~e :onslderabl~ ,de la fuerza de trabajo seguía todavía en paro, como
h:;j:ldor (cn C:1S0 de accidente o enfermedad laboral). encaminadas to- indican los grahcos de este capítulo; ese año había ocho millones de
da~ cllas a proporcionar segurid<ld económic<l <1la persorw en diver- per~onas sin trabajo, que constituían rasi el 15 por 100 de ]a población
,as situaci()ncs críti~'as v en varios [Jeríodos de su vid<l. activa, y en 1941. cuando l~ economía había empezado ya a prepararse
El segundo sector ~n el que se introdujeron reformas fue el de ]a p~l,mla guerr<l. ~I ~)o.r~cntaJe era todavía del 10 por 100. La recupera-
hok, v, la bancl. El hundimiento de la prim~ra y las fallas de 1<1se- Clon que se habla Il1Iclado en 1935 y 1936 quedó bruscamente frenada
!.'un(\;¡ habían con':encido a muchos de que los cimientos en que :;e e,n. 1937. ~ste hecho se ha achacado también muchas veces a la po-
Iltlca .segulda por la Junta de Gobernadores de la Reserva Federa],
1'<ls:lI'an <lmbas il1'~t;t'.lciones eran deficientes. L<I Lev sobre la hanca
dc ¡t).n sep:IIÚ los h:II1\'(\s dc inn':s;ún de los (omctTfales. y se estahle-
organIsmo. que ~umentó a principios de ese año el porcentaje de re-
servas obhgatonas de los bancos, con la consecuencia de hundir nue-
ciÓ lIfl<l cOl\lisilÍn olicial ISecuritics amI Exchange COl1lmission) para
que regubr:l la holsa. Se crC(1 asimismo una Sociedad Federal d~ Se-
vamente a una economía que no iba <1empez<lf <1recuperarse hasta
guro (Federal Ikp(1sit Insurance Corporation) para asegurar los depó- 1939,. ~o cabe duda. pues, de que el New Deal no provocó una recu-
peraClOn completa,. pero al juzgar sus resultados habría que comparar-
~itos cn los hancos. en su totalidad. hasta la cifra de 10.000 dólares. y
los con. otras medIdas que hubieran podido entonces ofrecerse como
en un determinado porcentaje por encima de est<l cantidad. y en 1935
alter~atlva. U~a ~?S<lestá clara. sin embargo: 10 que el New Deal no
se aprob() otra ley bancaria 'qlle incrementó las facultades de los B;ln-
logro. 10 conslgUlo la Segunda Guerra Mundial con gran rapidez. En-
cos dc la Reserva Federal en cl~estiones monetari<lc,. tre 1941 y 1942. Clmndo se vieron inopinadamente envueltos en la
Mientras que el gohierno federal aUlTlentaba el poder y el número
guerra. los Estados Unidos volvieron a una economía de pleno empleo.
de los org:tnismos de ordenación económica con el fin de mejorar la
I~?strando d~ modo I~otable. cómo un país podía expandir su produc-
actividad -econ(1Inica. la Ley Norris-La Guardia liberó a los sindicatos
de la amenaza judicial y se les concedió el derecho de la contratación
c~~n y capacidad fabnl y onentarse al mismo tiempo hacia la prosecu-
clon de una gue~Ta. todo ello c?n una intensidad que sorprendió gra-
colectiva. pri¡nero en el artículo 7 a de la Ley sobre recuperaciÓn de 1<1 tamente a sus ahdos y consterno a sus enemigos.
industria nacional y después en la Ley de 1935 sobre relaciones labo-
rales. que recogi(í esa disposiciÓn.
Por líltimo. otra forma de intervención del gobierno consistió en ¿ERA EL NEW DEAt. UNA REVOLlJCJON SOCIAL?
las inversiones públicas en diversos proyectos. de los que los más des-
tacados se referían a los recursos hidníulicos. La Tennessee Valley Au- El New Deal aportó esperanzas y ánimos a millones de personas en
thoritv se cstahlecil, para construir una scrie de presas que atendieran u~os años de desesperación. También recibió violentos epítetos de indus-
de fo;'ma coordinada diversos fines, tales como navegación. lucha con-, tnales y ~n general de. los conservadores. Sin emb<lrgo. considerado des.
tra inundaciones. energía hidroeléctrica y recreo. En la re\lión norocci- de la alejada pers[Jectlva de m:ís de un<l genemci()n. ¡,cuáles fueron a la
dental. 1:1presa (¡rand Coulee sirviÓ para obtener energía elédric<l. pero I<lrga las consecuenci<ls del New De<ll sobre la situación económica de
su objetivo fundamental era regar un millón de 'acres (400.000 hect~íre<ls) la sociedad norteamericana? ¡.Era realmente el New Deal una nuev<l
de la cuenca del río Columbia. Todos estos proyecto" se basaban en la política económ.ica o un nuevo contrato social? En caso afirmativo ten-
idea dc que las gan;1ncias que reportarían a la socied<ld. esto es. el dría probablemente que h<lber: 1) Logmdo un nivel más alto de em-
IRO \lNA N\lFVA. HISTORIA I,CONÓ1\11CA
GUEHRA, I'HOSPERIDAD, DEPRESIÓN y GUERRA, 1914-1945 181
pico. 2) Acelerado la tas<lde des<lrrol1ode la economía. 3) Redistri?uido
la renta en favor de esa tercera parte del p<lí~que estaba m<ll alll11en- tado quizá de mejorar la asignación de recursos. 2) La ejecución de
tada. mal ;lIojada y mal vestida, para utilizar las famosas palabms de proyectos en sectores donde era de esperar que la inversión pública
Franklin D, Rooscvelt. Para lmcer un<l evaluación adecuada sería ne- tuviese una rentabilidad social superior a la privada. Sin embargo, los
cesario tcner presente en qué alternativa pensamos en c<lda caso. No resultados de ambos tipos de medida son equívocos en el mejor de
ohstante. al no haberse hecho todavía los necesarios trabajos de in- los casos. Los órganos de reglamentación pueden haber introducido a
vcstigaciÓn. todo lo que podemos hm:er en este punto es un juicio l1l:ís veces ciertas mejoras en la asignación de recursos y en la coyuntum
limitado sohre la inlluencia de las medidas del New Oeal. industrial; otras veces, sin embargo, resultaron ser unos servidores de
Por lo que respecta al pleno empleo. ya hemos señ<llado que el la propia industria, proccdicmJo a una asignación de recursos defec.
New Dealno logró alc<ln7ar ese objetivo en el decenio 1930-1939. Este tuosa y perjudicando m<Ís bien que benefkiando la situación econÓ-
fracaso no resulta sorprendente si examinamos I<Jpolítica fiscal del go- mica dc la industri<l. Un dilema que se les plantea siempre a los orga-
bierno, Un cuidadoso exmnen nos permite lIeg<lr a las conclusiones si- nismos de reglamentación económica es el de que pueden llegar a con-
guientes ': 1) Solamente en dos años de ese decenio fue 1<1política fiscal vertirse en instrumentos por cuyo conducto los reglamentados regla-
Zlel gobierno (en todos los niveles) m<Ís expansiva (en lo que hace a mentan a los reglamentadores, en beneficio de los reglamentados más
sus ~fcctos sobre la demanda glohal) de lo que había sido en 1929. hien que del pLÍblico.
Las dos excepciones fueron 1931 y '93fi. cuando se pagaron grandes No conozco ning1ll1<levahwción geneml de las inversiones guber-
sumas a los vetewnos de la guerr<l <1pes<lr de la objeción de las ad- namentales en recursos hidráulicos duranle el período del New Dea!.
ministraciones Hoover y Rooseve1t. 2) La política fiscal del gobierno Quizá la contribución más importante fue el impulso que se dio al
federal fue algo m<Ís expansiva (en parte de resultas de esos pagos a incipiente análisis beneficio-coste, gracias al cual podemos medir la
los vetewnos. ~a los que se opuso. como Y<lhemos dicho, la rama eje- rentabilidad de esos proyectos y extender nuestro análisis a otros tipos
cutiva) que las políticas de los Estados de la Unión y de actividad gubernamental.
las autori~la-
?~
des IOl'<lles;l'onsidewd<ls ('n su conjunto estas tres pohttc<ls. Clwlqmer En muchos aspectos, la tercera cuestión fue la que suscitó en su
efecto neto queda anulado. 3) La razón princip<ll de esta ineficacia momento m<Ís controversias sobre la política del New Oeal, es de<i:ir.
estriba en el aumento de los impuestos. En gobierno, en todos sus la redistribución de la renta en los Estados Unidos. Pues si el New Deal
niveles. tuvo déficit (gastó nuís de lo que ingresó por concepto de no logrÓ el pleno empleo y sus repercusiones en el desarrollo económico
impuestos) en 1929. pero desde 1933 a 1939 (con la excepción de 1?36) son, en el mejor de los casos, contradictorias, la única forma entonces
tuvo superávit (mayores ingresos que gastos) o presupuestos aproxIma- en que podría haber beneficiado a esa tercera parte del país a que hemos
damente equilibmdos. hecho antes referencia sería mediante una redistribución de los ingre-
Pese a todo. el New Deal dejó un<l herencia que parece haber desem- sos en su favor, y es patente que el New Deal perseguía ese resultado
peñado un papel influyente en el ma~tenimiento d~, altos niveles ~e en muchas de sus medidas. Concretamente, las disposiciones encami-
cmpleo y renta en los períodos postenores de receSlOn. Esta heren,cta nadas a fomentar el desarrollo del sindicalismo, tales como la Ley sobre
consiste en medid<ls de seguridad soci<ll en forma de seguros de velel. relaciones laborales y la Ley Norris-La Guardia, tenían como finali-
vida y paro y de compensación a los trabajadores. En períodos de re- dad la expansión de los sindicatos en el país, en la creencia de que
cesión. eS<lSmedidas han m<lntenido los ingresos de los trabajadores esos sindicatos aumentarían la renta salarial. Esas leyes, junto con la
de~ocllpados y h<ln tendido a limitar la disminución de la renta e i~- rivalidad que se estableció entre la American Federation of Labor y
pedir el movimiento aCl1lTIulativo en espiml descrito antes. Las I~~dl- el recién creado Congress of Industrial Organizations, elevó el número
tbs dc segurid<ld soci<ll parccen haber actuado como unos establlll<l- de trabajadores sindicados de tres millones en 1932 a nueve millones
dores iml;ortantcs que incorporados al sistem<l han amortiguado las en 1940. Igualmente, la Ley sobre normas equitativas de trabajo, que
recesiones ulteriores, fijó salarios mínimos, se proponía beneficiar a los grupos de ingresos
(.'l"nll\'\'. ('1 NeIV Deal en la tasa de desarrollo general de la econo- menores. El programa de sustentación de precios agrícolas, la subven-
. ción de viviendas baratas para los grupos de escaso poder adquisitivo
mía" ])\'sde lucgo no sr puedc d<lr un<l respuest<l talante a esta pre-
y la seguridad soci<ll, emn todas ellas medidas encaminadas en eS<l
!.'ullta. Fs \k' suponer que las medidas del New Oeal que podrían haher
tcnido <l1!!1'1I1 decto eran: 1) El est<lblecimiento de órganos de regla- dirección. i,Cu<Íles fueron sus resultados?
mL'ntaciÓ;¡destinados a mejomr 1<1coyuntura económica, con el resul- El gráfico 29 muestra la renta disponible del 1 por 100 y del 5 por
100 de la población que tenía mayores ingresos entre 1919 y 1946. Y
,
F. C. HnO\\'N. «F'i~rfll Polir~' in Ihl" Thirlil"R: A HeappraiRa}¡" AER. XLVI. el gráfico 30 indica la parte que corresponde al 1 por 100 más rico
tlllTn"!'!) fi f(1ktf"'lnhrr- dI" lf)r,r,\,
de la población en la riqueza personal de los Estados Unidos. Ambos
(;\lI',RnA, I'IWSI'EHIDAD, DEPRESIÓN y GUEHRA, 1914-1945 183
IH2 IINA NI1FV A IIISTOHIA ECONÓMICA

GRAFlCO 29.-PORCENTAJE DE RENTA DISPONIBLE RECIBIDO POR EL 1 % Y 5 % ell el período l'omprelldido elltre 19D y 19.39 la desigualdad en este
DE MAYORES INGRESOS DE LA POBLACION TOTAL, 1919-19116 pUlllo fuc acelllu:ílldose. aunque el gráfico de la renta indica que la
-In parte que correspolldía a las personas de mayores ingresos continúa
dislllillllYl'lIdo lodo l'I (iClllpO. 1;1 :lIlIillora1l1il'llto IlHís importante dc
\(¡{¡de\ I \ 111111 la desigualdad sc regislra. sin embargo, en los alíos de guerra. Es igualt
.f,
:10 nli1Y(Jle~ 1I1q/r.')(}s
- 1I1eute evidcnte que después dc esla tíllima la riqucza y los ingresos
I vol vielOn a d ist ri hu irsc de [orma a I!!o m:ís dcsi!!ual. En 1930-1939 se
I registrÓ una disminUt:ión en la parte de la renta correspondiente
grupÓs de ingresos m:ís elevados. pero esa disminución
a los
parece haber
70 hcneficiado a los grupos de in!HeSoS medios. El 20 por 100 inferior de
lb
I ,,", I unidades de conSlllno. en lérminos de rcnta. percibiÓ el 4.1 por 100 del
§'
I . I I lotal de los ingresos personales familiares cn 1935. 1'15 por 100 en 1947
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y el 4.6 por 100 en 1%2.
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1- En delinitiva. no puede afirmarse ni mucho menos que el New Deal
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los muy ricos parece favorecer a los grupos de ingresos medios Imís bien
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que n los de in!HesOS bajos.
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StI'I¡..tic,\ (\','y-hillq"'TI' ~,I"! 161.
redislribuciÚn de la renta indica que los resullados que se consiguie.
ron no son sorprendentes. Si la renta se redistribuyó en 1930-1939 era
gr,íficos ponen de relieve quc la riqueza y la renta estaban distribuyÓ,. porquc se aprobaron leyes que facilitaban una mejora relativa del gru-
dose dc forma cada vez m,ís desigual en IY2\1-1929.y que después de po de ingresos bajos o que transferían ingresos desde los grupos de
19~9. el porcentaje llue dc ambas magniludes corresponde a las perso- mayor renta a los peor situados. Las leyes sobre salario mínimo y pro-
Ilas nuís pudienles disminuye. La situaciÓn de la riqueza l11ueslra que mociÓn de los sindicatos se proponían obtener un aumento relativo del
grupo de ingresos bajos. pero su eficacia al respecto es muy discu.tible.
GRAFICO 30.--PROI'OnCION DE LA mam::LA PERSONAL POSEIDA POR LAS I'En-
SONJ\S tJO PUDIENTES EN LOS MIOS aUE SE INDICI\N, 1922.1956 No resulta en absoluto evidente que las leyes sobre salarios mínimos
aumentasen en realidad los salarios de los grupos de ingresos bajos.
o En la medida en que esas leyes sean efectivas y el salario mínimo
rebase el valor de 1a producción de los trabajadores. crearán a la larga
1S m:ís paro y. por tanto. mayor desigualdad en la renta. Igualmente.
lb aunque la accilíll de los sindiealos pudo elevar los salarios lle sus miem-
,;;--
bros. es mucho m<Ís discutible que subiera el nivel general de los sa-
la rios. La pa rtc del trabajo en la renla nacional parece haber ido en
aumento. aunque eso. desde luego. no cabe atribuirlo a los sindicatos '.
Por tanto. si los sindicatos consiguen aumentar los salarios de sus afilia-
---.---
.. La rentrt salarial prtrece J1rtber ido creciendo en los Estados Unidos des-
de 1910, antes de que los sindicatos pudiesen influir de modo apreciable en la
economía. Una explicación parcial es el paso de la agricultura (es decir, de in-
y
,~() gresos de pemO!las ¡¡nI" traba,1an por Sil eUPl¡(n) a 1111régimen de f'mpresarlos
191\" '~1'54
asalaril\.llos; pero {'sla !lO ("s una f'xplicnció!l ("ompl("la. Véase InVING B. KRAVIS,
in Nalional Wealth, 1922-56. Estudio del «Helative Income Slmrcs in Fact amI Theory», AER, XLIX, núm. 5 (diciembre
II'Ftllr r:+"It Thc Shalc of To" We;\!th.II"ldcrs
I \ ,"1\'1\'1\1111,
ttf\!"P (rTiwrj<'", tI -'. r,iw"-!on UI\;v., 1962). p~g. 25. (C1pyright 1962 by Princelon University Prcss. de 1959), 917-949.
IR1 tiNA NIIFVA 'IIISTORIA ECONÓMII.A

dos. pero no inlluyen cn la renta salarial. entonces ese aumento lo lo-


gran a expensas de las tres cuallas partes de la fuerza del trabajo que
no est:í sindicada ". ('omo este tíJtimo sector comprende a los traba-
¡,!lImes con salarios m:ís bajos. es probable que la actuaciÓn de los sin-
dicatos haya redundado en una mayor desigualdad dc la rcnta,
I'robablcll1entc se obticnen resultados m:ís elicaces con las Iransfl'-
n'lll'ias dircctas de los grupos dc ingresos altos a los de ingresos ba-
jos. como cn el caso de la política de viviendas o de las transferencias CAPITULO XIV
\ociall's, I.a m:lI.!nilnd en 1910-19.l() de esas transferencias no debe de
haber sido importante. aunque el ligero illlTemento de la posiciÚn del LOS PROBLEMAS ECONOMICOS ACTUALES.
20 pm 1(10 nJ:Ís hajo de perceptores de in¡ucsos en 194(1-1949 parece EN SU PERSPECTIVA HISTORlCA, 1945-1965
indicar quc el eslahlccill1ienlo cn cse dccenio de impuestos sumamente
progresivos y la adol1L'iÚn de medidas sociales mejorl; tell1pmalnlenlc
la situaciÚn del grupo de ingresos nuís bajos. Pero este modesto re-
sultado se produjo después del New Deal.

Los problemas cconÓmicos de los tiempos modernos tienen pro-


fundas raíces histÓricas; pocos son realmente nuevos. Examinemos al-
gunos de los más importantes y sus anteccdentes histlH"icos. La termi-
nación de la Segunda Guerra Mundial entrañó inmensos problemas de
reajuste económico, al igual que ocurrió con la Guerra de Independen-
cia. la Guerra de 1R12. la Guerra de Secesión y la Primera Guerra
Mundial. Todo conl1icto bélico ocupa los recursos y la mano de obra
de una sociedad y los delrae de sus empleos anteriores para dedicar-
los a satisfacer necesidades militares que se consideran esenciales. Al
finalizar las hostilidades hay que efectuar. hasta cierto punto. todo el
proceso inverso con cllin de poner en marcha nuevamente la economía
de mercado y dejar que los deseos del consumidor vuelvan a regir la
producción de bienes y servicios. Esta era la situación de los Estados
Unidos en 1945. con el recuerdo todavía rrcsco en la mcmoria de las
gentes del decenio de depresión que había precedido a la guerra. La
mayoría de los economistas predijeron que en los años de la posgue.
rra volvería a registrarse un paro considerable, cosa que el país estaba
dispuesto a evitar. Esta determinación se recogió en la Ley sobre em-
pleo de 1946. que declaraba explícitamente que el pleno empleo era
uno de los objetivos de la política del gobierno federal. La ley esta.
bleció un Consejo de Asesores Económicos para que aconsejara al
Presidente sobre las medidas más indicadas para mantener una eo:o-
nomía de pleno empleo. Desde luego, las depresiones no suponían
nada nuevo en la economía del país. Después de la guerra de 1812,
se inició en 181R una depresión que duró hasta 1822 ó 1823. Una de
las depresiones más severas de la historia norteamericana comenzó
1'idc ohjet.o de mucho1'
l ,~o rrpN('u~lonrs
r,'¡"dir>s. Un t1:1hnjo
dr
1rl'irn(1'
¡os Flnt1i('n!"s rn 1'1 1'~lnri"
(1(' H. G. T.Ewm (Ulli(wism
han
nl1d Rrlntil'<' Wnqcs in
hacia IR38 () IR39 Y se proIOllt!{)hasta IR45. Otras tnvieron lu¡!ar en
ti/(, 1JlIilI'r/ Sf{)fr,: AlI Fml'iricnl FlIqlliry. ChicRgO, ChicRgo Univ., 1963) resume 1857- .1873.1893 Y 1907. Yrt se ha señalado que las fluctuaciones del
1<'0 I'sl"dlo." ~ntl'rior<'<; j11nto 1'01\ In" itll'esfignrloneo del nUlnl'. El resultndo es empleo, típicas de la historia ecollÓmica de los Esté'dos Unidos. son
un:1 <,1>1" ¡nd¡"prn.'nhlr 1':11 f\ 100 '1UI' (Irsl'nu '1UI' 1'1'11' temn tnn contrr>\'erLidn SI'
algo elld~mico en una economía de mercado. Los c,mtroles moneta-
f'~('1n H"/I'n
IXI, IIN." NIIFV,\ IIISTOBIA FU>NÓMICA I'IWIILFMAS ECONÓMICOS ACTUALES, 11)-1')-1 <J65 187

rios del gohierno federal por conducto del Sistema de Reserva Federal nÚnlica de la sociedad norteamericana. movimientl' que se renH.'I1ta a
y el Tesoro han aumentado con el tiempo. permitiendo dirigir mejor los primeros tiempos cn que se dispone de cstadísticas. Pero en años
la polític';1 fiscal y la monctaria, No ohstantc. hay que sciialar lamhién rccil'nles. y en espeeial riente al reto quc suponen otras economías. se
quc la p;nticipacic'JI] cada vc/. mayor del scctor IHíhlico cn la actividad ha rOlluulado frecuentelHl'nle la cuestiÚn de si ese crecimiento 110 po-
('l'(JlH'JllIica total ha dado al gohierno medios de acciÓn m;ís poderosos di ía nwjorarse. ¡,<'abc allmenlar la tasa a la que nel'l' la productivi-
para influir en el empleo, Una consccuencia de! New Deal. seiialada dad! En caso afirmativo. ¡,sería posible incrementar la tasa de desarro-
cn ','1 capítulo anterior. fue que las diversas disposiciones sohre seguri- llo general del 3 por 100 al 4 por 10O'! Un momento de renexión in-
dad ,ocial aprohadas cn esos aiios tendie,('n a igualar los altihajos dc dica quc esto es m;ís hien difkil. No se trata sÓlo de un aumento del
la (('nla prodllL'idos por el ciclo Cl'lJlH'JllIico. I.os resultados dcl período I por 100. sino m;ís bien de un incremento de la ten:ela parte o del
comprl'lHlido elllre 1945 y 191í5 han sido m:ís hien pmilivos. No se 33 por 100 de la tasa de desarrollo. y un exa men cuidadoso de las
hall registrado situaciolles crílicas en el empleo ni depresiones y sí fuentes de ese desarrollo indica que dicho incremento entraiiaría cos-
lillic;lInl'lItc rl'cesiones ell las que el nivl'l de paro ha sido pequeiio. com- tes apreciahlcs en olras esreras ". Es probable también que estemos
palado con los de olros lil'mpos. No ohstallk, con el paso de los :tiios. sul)L'stimando la lasa actual de desarrollo de los Estados Unidos. de-
ha ;1pa recido 1111aspecto tena! del prohlema. A pa rtir de 1957 no han bido a los problemas estadístieos fundamentales que plantea su cuan-
cesado de darse. incluso en los aiios m;ís favorahles, niveles de desem- tificaciÓn. Porquc ocurre que los norteamericanos. al ser cada vez m;\s
pleo superiores a los que cahía esperar. El porcentaje de parados ha ricos, ha n cambiado y siguen cambiando sus h;Íbito~ de compra en
rchasado el (, por 100 1<1mayor parte del liempo y no ha bajado del dos csreras que se prestan difícilmente a mediciones precisas. es decir.
5 por I ()O cn lIinglín momellto. El prohlcma se dehe en palie a los servicios y biencs. cn las que se han registrado cambios cualitativ(~s im-
call1hios ,cgistrad('" cn la clase de lrahajo que necesita la economía portanles. En el caso de los servicios. es difícil medir las mejor;)s de
de! p;tÍs. 1;1 dem;IIHh de trahajo no calificado ha ido en constante dis, la productividad, TÓlllense los servicios médicos por ejemplo, Es bien
l1Iinuc'ic'," micnlra, que se han solicitado persouas COII conocimientos sabido que se han logrado enormes mejoras en la medicina de los líl-
y rOl'1l1aci(ín cada \Tl m;Ís elevados. situaciÓII que ha dejado en paro limos cien aiios. pero no tenemos ningÚn procedimiento satisfactorio
a mucho, trahai'ldofl', no calificado,. Esto se une al hecho de que para medir su producción y. por ende. para medir la producciÓn por t1l1i-
;d~'llnas indu,lli;ls hall decaídIJ. conlO las minas de carh(JlI de los Ap:I' dad de iliS111110.t'OlllO ha l'ell10S COII ot ros ti 1'11, lh~ al'! ividad. Por la nlc1.
I;¡dles. por l'jelllplo. Los hahilallles de esas 10llas no se hall despla. en éste COIIIOen otros servicios nos liJllit~"IIO, simplemente a no mcdir
lado a otras rcgiollcs ni han adquirido nuevos conocimicntos que les la produclividad. Como los servieios se hall convertido en UIlOde los
pl'1mitan dcsempciiar olros tipos de trahajo. Pero parte del problema componentes cada ve/. mayores de la renta nacional. el problema de
reprcsenla tamhién el dilema continuo de un gohierno que se cnfrenta su infravaloraciÓII adquiere creciente gravedad, Otro problema es cÓmo
en este punto con Illuchas cuestiones. Al mismo tiempo que el gobicrno medir los cambios de calidad que se han registrado en la mayoría de
federal h;1 procurado evitar cl paro. ha tenido tamhién que ocuparse los bienes de consumo (y de producción). No ha sido posible encon-
del aUl1lento de los precios y de la salida de oro del país '. Como trar hasta ahora una medida precisa que incorpore estos cambios cua-
conscl'uclll'ia de ese hecho. el gobierno ha seguido una política enca- litativos a las mediciones de la productividad. Como uno de los prin-
minada deliheradamente a rrenar algo la economía. a fin de impedir cipales objetivos de toda empresa moderna es mejorar la calidad de
una suhida de precios y una elevaciÚn de tos tipos de interés que po-
sus productos para tentar al consumidor. la omisi6n es grave, Todos
dd"n conducir a unas pérdidas de oro m"yores. Esta polítiea, muy sabemos que U'l automÓvil. un neumático. un refri!!erador o un aparato
discutida. reneja una decisic'1Il expresa de d;1(" prioridad a unos ohje- de televisiÓn son radicalmente diferentes de los de haee diez o quince
ti\'os frente a otros y pone de relieve los dilemas con que se enfrentan aiios. Pero. ¡,cÓmo recogemos este cambio de la calidad en nuestro ín-
l(1s gohiernos de hoy en día.
dice de variacicín de la e¡¡ciencia'? Dar a un automÓvil de 1925 el mis-
Olro prohlema de estos tiempos. que tiene interés perenne y que
IllO valor cconÓmico que el de un modelo de 191í5 es ciertamente in-
l'\l(lstiluye el tema central de este libro. es el de la tasa de desarrollo
Iravalorar tanto los camhios en la eficiencia como la satisfacción del
d~'-la econom ía del pa ís, Los adelantos tecnolÓgicos. la orga nización consumidor. Estos prohlemas que p\;1I1tea la cuantificación de la ta<a
eCOf](íl1lil'a m;ís eficiente y las mayores inversiones en capital humano
real de desarrollo son tan graves que algunos de ellos probablemente
h;1I1 producidl1 un ml1vimiento secular de mejora en la situación eco-
no podnín resolverse nunca. pero en el caso de otros podemos aspirar
I \lnn f'xplirnrinl) SII11Hlmf'lltl' simplif1rnrln 111) prohll'l1H\ pOl11plpjo
dI' f'S <1111', ,
{'nl1 \lnn~ I ipns df' (,:\lnhto fi,ios. 1()~ nOrlf'anlf'l'i('fUHJS d{'[.;f'ttn Clnnpl'ar a 10.<; rxtran- Para 1111 pst.IHlio dI' 1'..;11' 1.1'1)l:t, vÓnsp K \'1. 111':\1"'''':\1, TI". SOlll'e".. 01 F:eo-
m:',s dI' 10 ql1l' {'s\ns dr"rnn romprnr a a<111,.,lIos. La difprpnl'ia se salda pOlI 11OI/lic GroWl/1 íl1 l/le lJl1ile" Slales, Sl1ppJptl1entar~' Papel' 11." 13 (Nueva York.
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PRonLEMAS ECONÓMICOS ACTUALES, 191')-1%') 189
I~~ IIN,\ NIIF\'A IIISTOHI,\ ECONÓ~lICA

a Il'ner cierta noci("n de las magnitudes de que se trata y adquirir así IÚ lentamenle en los decenios siguientes. Aunque el gobierno, como
\lna esl imaci(ln m:ís precisa de la tasa de desa rrollo. sahcmos, invirtió en diversas actividades económicas, las consecuen-
FI problema de la salida de oro y de la balanza de pagos refleja ci:IS soore el desarrollo de la economía fueron probablemente modes-
las relaciones econ!Ímicas internacionales de los Estados Unidos de las. Los cambios prim'ipales en \a tasa y nivel de los gastos gubcrna-
hoy. Examinadas cn una perspectiva histlÍrica, esas relaciones han ex- 111enlales han telíido lugar durante las guerras. Las de 1860 a 1865.
I(Jl4 a 1917 y 1940 a 1945 han tenido gran importancia para el in-
pnimentado enormes cambios en los siglos pasados, aunque su in-
flucncia haya sido en todo momento muy grande. En la época colo- LTl'f11enlodel gasto PI'lhlico. Los otros años de gran aumenlo fueron
los de la depresión de 1930-\940. El -:uad ro 22 muestra cómo y dónde
nial. las relaciones eCOlHímicas del país con Inglaterra constituían el
los gobiernos en todos sus niveles~local, estatal y federal-han gas-
hecho que m:ís influía sobre la situaci{)f1económica. Más tarde, cuando
lado su dinero. Desde la modesla cifra de 1.600 millones de dólares
se alean/(í la independencia. fue posible agrandar considerablemente cn 1902. se pasa en 1%2 a la ingente suma de 176.000 millones de
los pequeños mercados locales media nte el comercio con el extranjero. dólares. El mayor aumento, como ya se ha indicado, se ha registrado
¡ .as guerras francesas y napolelÍnicas fueron períodos muy caracteriza-
en 1:1defensa nacional. que comprende el coste de las guerras pasadas
dos de crecimiento acelerado al aprovechar los Estados Unidos los y adu:t1es y del armamento preventivo. La educación ha aumcntado
mercados de los países beligerantes. En la primera mitad del siglo XIX, iamhién inI11ensamcnte en cse período, y los esfuerzos constantes hacia
la exportaciÓn de algodón fue una de las causas de la interdependen- la es':tbilización de los precios agrícolas y el aumento de la renta rural
cia cada vez mayor de las diversas regiones económicas del país. La ha n ocasionado gra ndes gastos.
inmigracilÍn y la entrada de capitales se sumaron de modo ininterrum- Los norteamericanos de hoy tienen ideas muy diversas. como ha
pido a los factores productivos nacionales y fomentaron el desarrollo
extensivo. En el siglo xx, las relaciones económicas internacionales CUADRO 21.-GASTOS DEL GOBIERNO FEDERAL, 1789-1964 (en miles de dólares)
de los Estados Unidos han cambiado evidentemente. La corriente de
capitales internacionales ha variado de signo; la llegada de los inmi- Año ") Total "1 Año Total Año Total
grantes, de la que dependía en grado importante la expansión demo- ---
17W191 4.269 Hl23 14.707 1855 59.743
gr;Ífica del siglo XIX, fue frenada después de la Primera Guerra Mun- n!1;> !;.O:J1l lB21\ ;>0.327 18!;6 69.571
dial. y el comercio exterior nortearnericano. aunque representa una 1793 4.482 1825 15.!J57 1!J57 67.796
parte relativamente reducida de la renta nacional del país, ha adqui- 1794 6.991 1!J26 17.036 1858 74.185
1795 7.540 1827 16.139 1859 69.071
rido enorme importancia para otras naciones. Otro aspecto de las re- 1828 16.395 1860 63.131
1796 5.727
laciones económicas internacionales que ha cobrado gran trascenden- 1797 6.134 1829 15.203 1861 66.547
cia después de la Segunda Guerra Mundial ha sido el intento de los 1798 7.677 1830 15.143 1862 474.762
1799 9666 1831 15.2t18 1863 714.741
Estados Unidos de elevar los niveles de vida de los países en desarro- 1!JOO 10.786 HJ32 17.289 1864 865.823
llo. Las donaciones y los préstamos norteamericanos concedidos desde lBOI 9.395 1833 23018 1865 1.297.555
la Segunda Guerra Mundial han superado los 100.000 millones de dlÍ- 1802 7.862 1834 18.628 1866 520.809
IS0'3 7.852 1835 17.573 1867 357.543
lares. Además, los capitales privados también se han invertido en el IfO~ 8.719 1836 30.868 1868 377.340
extranjero en cantidades muy apreciables. No cabe duda de que ha sido ¡¡'O5 10.506 1837 37.243 1869 322.865
la combinación .le las obligaciones norteamericanas en el mundo con 1806 9.804 1838 33865 1870 309.654
!0U7 8.354 1839 26.899 1871 292.177
la posicilÍn central del dólar en los asuntos monetarios internacionales 11308 9.932 1840 24.318 1872 277.518
10 que explica la salida de oro y los problemas consiguientes. En los 180:) 10.281 1841 26.566 1873 290.345
1[110 8.157 181\2 25.206 1!J74 302.634
Fstados Unidos de hoy en día siglle existiendo. como ha ocurrido a lo 1U11 O.05e 1!Jt13 11.858 1875 274.623
largo de toda Sil historia. una interdependencia de los principales pro- 1[112 20.281 1844 22.338 1876 265.101
hlemas económicos. \813 31.682 1845 22.937 1877 241.334
1814 34.721 1846 27.767 1878 236.964
Estos tres temas económicos de actualidad. a saber, pleno empleo. 1815 32.708 1847 57.281 1879 266.948
desarrollo económico y relaciones econlÍmicas internacionales, ponen de 1816 30.587 1848 45377 1880 267.643
1817 21.81\4 1849 t15.0!;2 1fH11 260.713
relieve un aspecto h:ísico de la economía de hoy: la importante funci6n 19.825 1850 39.543 1882 257.981
WH1
qne l'I gohierno ha llegado a desempeñar en la misma. Los cuadros 21 1819 21 .464 1851 47.709 1883 265.408
\ .}.}n1l1l's(ran el LTecimiento de los gastos e ingresos públicos. En los 1820 18.261 1852 44.195 1884 244.126
1821 15.811 1853 48.184 1885 260.227
:Iños inmediatamente posteriores a la independencia. los gastos del go- 15.000 1854 58.045 1886 242.483
IR22
hil'1no l'1;"1 POl'O 111:ís (k CU:ltro millones de dólares. cifra que aumell- ~--~-_._._, _.---------- -----------'-
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l)() lIN,\ NIIF\''' IHSTOHL\ EC()'\IÚ~IIC!\ PIWHI.EMAS ECONÓMICOS ACTUALES, ]945-1965 191
t,
¡
1""''''''r\t'n'J'~r~Ór1) CUADRO n.--GASTO DE AUTORIDADES FEDERALES, ESTATALES V LOCALES,
SEGUN SU DESTINO, 1902-1962 [en millones de dólares)
Año Total Mío Tc;tf11 ~ñrJ Tolal
-.~.._------- -_.._~_._-- ----_.-..-_.- Estabili.
-
1807 2(il 'n2 lDL! 7:>1512 lU3U B.85B15B zaclón de !
1888 2(j'j !J2:, Gnsto [)elcnsn Bienestar ¡
1'J11 73:'081 1940 90(;2.032 Mío Educación Carreteras precios e t ,
1889 2<J<J2B<J I!JI5 7(;0.587 13.2(;2.204 total Nacional público
1911 Ingresos
1890 :J1B011 IUI6 731.056 1912 31j.U1 5 .6U'7 rurales 'i¡ ¡;
1891 3G~¡.771 1917 1.977 .682 1913 79.t107.131 ._~-_.-._._..~-
~-- --_.~_._---...__._- ---~--~
- --- -- !
1892 3lj5023 1918 12G')6.702 19ljlj 95.050.708
1893 :3831'7!J 1U19 18.511j.880 19lj5 U811fi220 l'J02 1.6r,0 1r.5 250 175 41
1891 3G'1.~j/5 19::>0 6.103311 191G r,0.ljlj7.571 1'11] 3.215 250 502 Ijl9 57
lB95 :Ejf,.1!}!j I!J21 5.115.928 1!J1'i 39.U3;'.:J!J8 I!Jn D.2U7 Oi5 1.'i13 1.2U6 128
189G 352 179 19::>2 3.372 .G08 1948 3306B709 I r¡;)'7 11.220 GIG 2.2lj3 1.819 161
18!)7 31,5.774 1'J2:J 3.291.628 19.1j'¡ 39.5U6.98U 12.lj37 . 2.325
1'J3::> 721 1.766 445
11198 1j13.3G9 1921j 3.018.678 1950 39.617003 1'J31j 12.807 553 2.005 1.829 979 382
1~99 G05 [\72 1925 3063.105 1951 11057B31 IU36 16.758 932 2.36!; 1.945 997 602
1900 520.861 1926 3.097.612 1952 65.107585 1938 17.675 1.041 2.653 2.150 1.233 326
1901 524 r,17 1927 2.791.030 1%3 71.2'/.'1.257 19ljO 20,lj17
1~102 1951j 1.590 2.82'7 2.177 1.314 694
10523'1 1928 3.103.265 6'i.7'72 .353 19lj2 1j5.576 26.555 2.696 1.765 1.285 929
1<103 S17.nOG 1~129 32<)8 .85~1 195" r,1.5G<).973 191j1j 109.947 85.503 2.805 1.215 1.150 1.532
1!'101 583 Gr,O 1!130 3110.269 1956 66.539.776 191r, 79.707 50.161 3.711 1.680 1.435 2.012
1905 56'7.279 1931 3.5T7.t131 1957 69.433.078
1906 570.202 1932 1918 55.081 16.075 7.721 3.071 2.144 592
<1659.203 1958 71.369.000
1901 5'19.1?9 1933 1.622.865 1959 8U.342.000 1950 70.331 18.355 9. 6IJ'7 3.872 2.964 2.712
1908 G59.1% 1934 6.693.900 1960 1952 99.847 48.187 9.598 4.714 2.830 638
76.539.000
1909 G93.711j 1935 6.520.966 1961 81.151000 1953 110.054 53.583 10.117 5.053 2.956 2.271
1910 G93 GI'7 193G 8lj931B6 1962 07.78'7 .OllO
1954 111.332 1j9.265 11.196 5.586 3.103 3.963.
1!'111 G<Jl ?!t? 775G021 19G:1 92 681.000 1955 110.717 43,1j72 12.710 6.520 3.210 3.982
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1'11::> ¡;n<J nnl l'no G.791.8:m 1961 97.684.000 1956 115.796 42.680 14.161 7.035 3.185 4.926
1957 125.163 1j5803 15.098 7.931 3.453 4.980
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1961 164.875 49.387 21.214 9.995 4.779 7.331
1%2 176.240 53.225 22.814 10.508 5.147 7.910
y
rtlnJ1r~' r,1r-' 17871n"7, HI":t St"ti'\tlc~, <;"'1'. 3'jO~~6, r,í\1s. 71A-719. r,lri1 1958-1964, StaU,tlcel
Mulrad of th,. U,,;ttd Shtt's (W;"\'I1iPfl!c'll: (~r'(), l'i(~r;), p,il1. T?7 (cifrils r('dnndeadi15 pi1ri1 ("stos lJlti-
11In<: i'ííl'<:, ,11ill,..,.,,,<;)
('"
rLJENTES: Para 190?-1957, Hist. Stotistic"ó, SI-'r-. y 417-4.15, r,19. 723. P"ri1 195B.1962.Continuotlon of Hlst.
Stntistics, 19A5, pñg. 99.
ocurrido a todo lo largo de su histori;¡, sohre el papel que dehe desem-
peñar el gobierno en la economía. Esas diferencias ideohígicas han funci<Ín del gobierno. pero en realidad la discusión sigue en pie de-
tendido a oscurecer la cucslilín. al menos en términos econ<Ímicos. Para bido simplemente a que la eficacia de la política pÍlblica no ha sido
hacer una cvaluacil'ln cuidadosa y científIca de la eficacia de las polí- analizada en términos científicos '. Es cierto que en lo que respecta a
Iil'as gubernament:1Ies encaminad;.s a mejorar la economía y el bienes- las inversiones del gobierno en recursos hidráulicos se ha hecho un
tar general. hay que comparar esas políticas con otras alternativas. La análisis de los benel1cios y los costes con el fin de medir la eficacia de
a1ternativa sería en este caso conocer cwíl hahría sido la evoluciÓn de la acluaciÓn pública. pero sólo recientemente han comenzado lo~ eco-
la economía y el hienestar consiguiente de no haberse producido esa nomistas a extender ese tipo de análisis a otros aspectos de ]a poUtica
activid;Id gubernamental. Menos discutida qlliz;í es la funciÓn del go- guhernamental. Es evidente que el análisis henel1cio-coste y otras téc-
hicrno cu l'l mantenimiento del rlcJlo cmpleo. aunque incluso aquí nicas similares tienen que aplicarse también a esos otros aspectos si
In, medidas que el gobierno adopta representan a menudo una tran- se quiere conocer la eficacia de la política pública y juzgar si consi-
~acL'i(Ín cnt re el nhietivo dr! pleno empleo y otros ohjetivos antagó- gue realmente sus objetivos mejor que otras políticas alternativas.
nicos. T'v1m'ho m:ís L'ontro\Trtida ha sido 1:1 política rc1acionada con

el mcjnramicnto de In economía a largo plazo (10 que supone innuir En el di~curso que pronunció al hacer~e cargo de la pre~¡dencia de la Ame-
rican Ecanomic A~sociatin!1 m 1!J64. George Stlglpr subrayó psta falta de análisis
t'n la t:1Sa (1<' desarrollo) o con el alimento del nivel de vida de deter- y sf'fíal() la~ \11'()IlIPsa~qnf' f'lH~If'1'1':1nI()~ mN,ndo~ 1lI()r1prnn~dp RnÍ\II~I~ cnnnt.lta-
minados!!I'IIPns. csprcialmcutc los de ingresos hajos. Parte de la COI', tivo para l'elllNlial'la. {«('he F.f'ol1ollll~t ami t:he Stntf'». AF.n. I,V. nÚm. 1 (marzo
1rl'\'\'I'sia se ha':1 ('n diferencias flll1(hmentales de opini6n sobre la df' 1!J6fi\ l-lfl.
,
192 UNA NUEVA HlSTO¡RIA ECONÓMICA I PROBLEMAS ECONÓMICOS ACTUALES 193
I
I
I
CUADRO 23.-PORCENT AJE DE UNIDADES DE CONSUMO CON MQt08¡
..,}. .
LA POBU.EZA EN LA ABUNDANCIA DOLARES DE INGRESOS ANUALES
'-0,
En dólares de 1954, en los años que se Indican' . ""i'<.
(Definición de la National Income Divislon) ""'d~ .
Una preocupación que han tenido los norteamericanos en todos los
momentos de su historia ha sido la pobreza. Esa preocupación dife-
Año % Año O/o
rencia al país de otras muchas sociedades, en las que la pobreza se ha
considerado un hecho inevitable, como en los días de Malthus, que
1929 59,2 1952 30,1
pensaba que nunca podría el hombre librarse de ella. Pero en una so- 62,6 1953 29,0
1935-36
ciedad cada vez más rica, la pobreza es una anomalía cada vez mayor. 1941 47,1 1954 30,2
En períodos en que la riqueza se hace más patente, la preocupación 1944 31,6 1955 27,3
por la pobreza aumenta también, . 1956 25,6
¿Qué se entiende por pobreza? La respuesta puede ser un mvel I 1946 32,3
34,9
1957
1958
26,0
26,7
de bienestar económico inferior a una norma mínima socialmente acep- ~1947 25,9
1959
table'. Esta definición de la pobreza es relativa y no absoluta. Veamos 1960 25,4
por qué. Al tomar arbitrariamente la cifra de 3.000 dólares como in- I 1950 34,5 1961 25,3
1951 31,4 1962 23,9
greso de la unidad de consumo debajo del cual existe pobreza, el cua-
dro 23 muestra qué porcentaje de esas unidades de consumo tiene in-
gresos inferiores a esa cifra. Como esos ingresos s~ dan en dólares de FUENTE: Survey 01 Curren! Bu.ine.. (abril de 1964), pág. 11.
valor constante (dólares de 1954), el cuadro 23 indica claramente que .
ese porcentaje ha ido disminuyendo. En 1929 era casi del 60 por 100 nios retirados, el nivel de 3.000 dólares puede ser satisfactorio y estar
y aumenta durante la depresión, como era de esperar~ después, baja muy por encima de la pobreza. Para una familia numerosa, incluso
constantemente a un ritmo algo inferior al I por 100 anual. Si sigue unos ingresos mayores pueden representar una situación de pobreza.
descendiendo a esa tasa en lo futuro, es probable que dentro de veinte El otro factor general que determina la pobreza relativa tiene tres
años no exista pobreza alguna en los Estados Unidos. Pero si nos re- causas principales: 1) La incapacidad de la economía para proporcio-
montamos con nuestra medida hasta 1900, encontramos que, con la nar empleos suficientes a todos, esto es, el paro. 2) La incapacidad dl1
excepción de un porcentaje muy exiguo, todos los norteamericanos de la gente para aportar unos servicios que les permitan obtener unos itÍ-
entonces eran pobres. Igualmente, este nivel arbitrario de los 3.000 dó- gresos superiores a la cifra que marca la frontera con la pobreza. es
lares rebasaría los ingresos familiares medios de casi todos los países decir, la situación de personas que carecen de conocimientos, forma-
del mundo. ción o habilidad mental para obtener unos ingresos adecuados. 3) Las
Mientras que una cifra absoluta señalaría en los Estados Unidos restricciones en las oportunidades. Esta última dificultad se debe prin-
una eliminación rápida de la pobreza, una definición relativa de esta cipalmente a la discriminación, de la que la racial es con mucho la
última indica que se trata de un problema mucho más tenaz. Como más patente, pero no la única. La discriminación contra los viejos y
la parte de la renta que va al 20 por 100 de las unidades de consumo la discriminación contra las mujeres son también motivo de pobreza.
que tienen mepos ingresos se ha mantenido relativamente constante en A lo largo de toda la historia norteamericana, las tres causas han sido
los veinticinco años últimos, variando entre el 4 por 100 y el 5 por todas ellas importantes. Las épocas de depresión han sido aquellas en
100 de la renta nacional, el problema estriba en aumentar este último las que el paro ha revestido especial gravedad. La discriminación, y
porcentaje. especialmente la discriminación racial. ha sido una fuente considerable
Una de las principales causas de la pobreza relativa de ese 20 por de pobreza durante mucho tiempo, que se resiste todavía tenazmente
100 es el tamaño de sus familias y el número de personas que de- al cambio 5. El amplio y continuo desarrollo del sistema de enseñanza
penden de los ingresos de una sola. Este factor importante invalida pública en el país ha sido quizá la línea principal de ataque contra la
toda medida arbitraria como la de los 3.000 dólares de ingreso. Para segunda causa de pobreza e indudablemente un aspecto muy impor-
un soltero joven o una pareja que empieza su vida, o para matrimo- . tante.
La bistoria de los veinte últimos años permite dar una respuesta re-
. He tomado esta definición y parte del análisis siguiente de un trabajo iné- lativamente optimista a la pregunta de si poseemos los conocimientos
dito de HARRYJOHNSONtitulado «Unemployment and poverty», presentado en una
conferencia sobre «La pobreza en la riqueza» celebrada en West Virginia el 5 de 5 Los negros han aumentado sus Ingresos paralelamente al desarrollo general,
mayo de 1!165.También he consultado varios trabajos inéditos sobre este tema de pero no han acortado apreciablemente la distancia que los separa de los blancos
RonERT LAMPMAN. de conocimientos o formación iguales.
13
L~ UNA NUEVA HISTORIA ECONÓMICA

r ~esarios para impedir un paro a gran escala como consecuencia de


( )fcsioncs prolongadas. El análisis sistemático de las causas de ~o-
brcza dcbcría pcrmitimos distinguir las políticas llenas de buena 111-
tención, pero equivocadas, que resultan ineficaces o incluso contrapro-
( ccntcs---<:omo las leyes de salarios mínimos-de las medidas que
1 eden sentar las bases para un retroces~ dc es~ pobreza-:-t~les ~omo
el aumento de la productividad del trabajo mediante la dlSm1l1UClÓno
~l1oresión de todas las formas de discriminación que practican patronos
, BIBLlOGRAFIA RESUMIDA
. ;indicatos.
El desarrollo de ]a economía norteamericana es un hecho que no
tiene parangón. Los Estados Unidos han- alcanzado un. ~ivel me~io de
. Esta breve bibliografía se limita a las tendencias y cuestiones principales
1 ~nestar económico que supera los suenas y las preVISIOnes mas op-
t listas de los fundadores del país. Los problemas económicos nunca tratadas en los diversos capítulos del libro y constituye principalmente una
Ul:Osaparecerán,pero la diferencia con el pasado estriba en los recursos fuente para efectuar nuevas investigaciones sobre la historia económica de
y conocimicntos de que ahora se dispone para atacar esos problemas. lo~ Estados Unidos.
I ,° de los que constituye un reto constante es el de la pobreza en el
1 ís de la abundancia. Capítulo I
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198 UNA NUEVA HISTORIA ECONÓMICA BIBLIOGRAFíA RESUMIDA 199
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Capítulo XII
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es un caso precursor de historia económica analítica de un sector impor-
tante de la economía.

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