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Moniciones para la Solemnidad de la Santísima Trinidad - Ciclo A

Monición de Entrada
Buenos días, Mis queridos hermanos en Cristo Jesús. Hace una semana, en Pentecostés, terminamos
el tiempo pascual con el don del Espíritu Santo, continuamos los pasos del tiempo Ordinario durante
el año litúrgico que corre a lo largo de todo el año, la fiesta que hoy celebramos, La Santísima
Trinidad, es una celebración gozosa y de agradecimiento al Dios uno y trino por la obra de nuestra
redención. Esta fiesta no tiene un día fijo en el calendario, sino que se celebra el domingo siguiente a
Pentecostés. Las lecturas que hoy escucharemos nos presentarán el misterio de un Dios compasivo y
misericordioso, tan cercano que nos sale al encuentro en Cristo para ofrecernos su amistad, amor y
comunión, junto con la posibilidad de una vida sin fin. Puestos en pie cantamos el canto de entrada .

Liturgia de la Palabra
Primera lectura: del libro del éxodo: 34,4b-6.8-9
Frente a la revelación de Dios, Moisés sólo puede postrarse y adorarlo. El profeta pide a Dios que
camine con su pueblo y que lo tome como propiedad, perdonando nuestras culpas y pecados.
Solamente el perdón de Dios hace avanzar la historia. Escuchemos.

Salmo, Daniel 3
Daniel da Gracias a Bendice a Dios a pesar de las tribulaciones que le acechan, así también nosotros
los cristianos debemos bendecir a Dios en medio de nuestras tribulaciones, nos unimos al salmista
respondiendo.

Segunda lectura: Segunda Carta de Pablo a los Corintios 13, 11-13


¿Cómo entender el misterio de la Santísima Trinidad? San Pablo nos desvela el misterio en la segunda
lectura de hoy: se trata de experimentar en nuestra propia vida “La gracia de nuestro Señor
Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo. Escuchemos.

Evangelio Según San Juan: 3,16-18


Dios quiere que todos sus hijos se sienten a su mesa de salvación y de amor. Dios, uno y trino, nos
enseña que la vida es amor compartido, comunión y diálogo. Del amor trinitario nos brota una
inspiración constante para trabajar a favor del cuerpo común, para que no haya guerras, ni odios, ni
violencias, ni injusticias, ni soledades, sino que brille la luz del amor. Escuchemos el evangelio, pero
antes cantemos el aleluya.

Aleluya, Aleluya. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Al Dios que es que era y que
vendrá. Aleluya.
Liturgia Eucarística
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación alabarte, bendecirte y darte gracias
siempre y en todo lugar, Dios eterno, Dios uno y trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque tu amor al
hombre es tan grande que la segunda persona, Cristo Jesús, fiel reflejo e imagen visible del Dios
invisible, se hizo uno de nosotros y nos ofreció la salvación por la fe.

Comunión
(Oración)
“A los hermanos que no pueden pasar a recibir sacramentalmente la eucaristía, se les invita a ponerse
en actitud de oración espiritual y repitamos juntos.
“Creo, Jesús mío, que estás presente en el Santísimo Sacramento del altar. Te amo, te adoro y deseo
recibirte. Pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentado ven al menos espiritualmente a mi corazón…
Como si ya te hubiese recibido, yo me abrazo y uno a Ti, no permitas que jamás me separe de Ti”
AMEN.
Oh María. Ruega por nosotros para que podamos comulgar conscientemente; y ruega por nuestros
hermanos enfermos o privados de su libertad que no pueden recibir a tu Hijo en la sagrada comunión.

Exhortación final
Concédenos, Señor, mantener siempre tu gracia y tu amistad, para saber vivir en comunión con todos
nuestros hermanos. Nos marchamos canto el canto final.

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