Está en la página 1de 1

El sistema circulatorio es un sistema compuesto por el corazón, los vasos sanguíneos y la

sangre. Su función principal es transportar el oxígeno, los nutrientes y las hormonas a todas
las células del cuerpo, así como eliminar los desechos metabólicos y transportarlos a los
órganos excretores.

El corazón es un órgano muscular que bombea la sangre a través del sistema circulatorio.
Tiene cuatro cámaras: dos aurículas, que reciben la sangre que regresa al corazón, y dos
ventrículos, que bombean la sangre hacia el resto del cuerpo. El corazón se contrae
rítmicamente para generar presión y mover la sangre.

Los vasos sanguíneos son tubos que transportan la sangre por todo el cuerpo. Los vasos
sanguíneos más grandes son las arterias, que llevan la sangre oxigenada desde el corazón
hacia los tejidos. Las arterias se ramifican en arteriolas y luego en capilares, que son los
vasos más pequeños y delgados. Los capilares están presentes en todos los tejidos y son el
lugar donde ocurre el intercambio de gases y nutrientes entre la sangre y las células.

Después de pasar por los capilares, la sangre sin oxígeno y cargada de desechos es
recogida por los vénulas, que se unen para formar venas. Las venas llevan la sangre de
regreso al corazón, donde se vuelve a oxigenar y se envía nuevamente a los tejidos.

La sangre es un tejido líquido compuesto por células sanguíneas suspendidas en un plasma


acuoso. Las células sanguíneas incluyen los glóbulos rojos, que transportan el oxígeno; los
glóbulos blancos, que son parte del sistema inmunológico y combaten infecciones; y las
plaquetas, que ayudan a la coagulación de la sangre.

En resumen, el sistema circulatorio es esencial para el funcionamiento del organismo, ya


que permite el transporte de sustancias vitales y asegura el mantenimiento de las funciones
y procesos corporales.

También podría gustarte