Está en la página 1de 2

CUATRO HECHOS FANTASTICOS

INTRO: La muerte de la reina Isabel ha sido un hecho que captó la atención de los medios a nivel mundial.
Después de su muerte y con el nuevo rey han pasado algunas cosas curiosas. Fue una transición donde
seguramente los discípulos pensaban que las cosas no serían las mismas…es más cuando Jesús resucito tal vez
pensarían que todo seria igual, pero no TODO DEBIA Y SE NECESITABA que fuera diferente…Frente a esta nueva
realidad, Jesus hizo cuatro cosas fantásticas para con los discípulos…cosas que aun hoy en día lo sigue haciendo
con cada uno de nosotros porque es una necesidad en nuestras vidas.

I. TRAJO CONSUELO: (A María) (Jn 20:13-16) Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado
a mi Señor, y no sé dónde le han puesto. (ver 13)… Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que
estaba allí; mas no sabía que era Jesús. (ver 14)…Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella,
pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré.
(ver 15)… Jesús le dijo: !!María! Volviéndose ella, le dijo: !!Raboni! (que quiere decir, Maestro). (ver 16)
 María al igual que todos los discípulos estaban tristes por la pérdida de su maestro, de aquella persona que
había transformado su vida, era un tiempo de tribulación para ella. Profunda tristeza invadía sus vidas.
María fue a la tumba y Jesús se le aparece, sus palabras generan ánimo y la consuelan.
 El apóstol Pablo dijo que Jehová* es “el Dios de todo consuelo, que nos consuela en toda nuestra
tribulación” (2 Corintios 1:3, 4). Con estas palabras, la Biblia asegura que Dios puede ayudarnos a todos y
que, por terrible que sea una situación, nuestro Padre celestial puede consolarnos.
1. ¿Qué hacer para que Dios nos consuele?
A. Acercarnos a Dios: Claro, hay algo que debemos hacer si queremos que Dios nos consuele. Piense en esto:
¿cómo puede ayudarnos un médico si no le pedimos una cita? Mientras los discípulos lloraban en el
aposento, María decidió ir a donde está el cuerpo del Maestro. Por eso, las Escrituras nos recomiendan:
“Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes” (Santiago 4:8).
B. ¿Cómo podemos estar seguros de que Dios se acercará a nosotros? En primer lugar, él mismo nos asegura
una y otra vez que quiere ayudarnos. Y en segundo lugar, tenemos el testimonio confiable de personas a
quienes Dios ha consolado en el pasado y en la actualidad.
C. El rey David, como tantas personas hoy, vivió muchas tragedias y buscó la ayuda de Dios. Le imploró: “Oye
la voz de mis ruegos cuando clamo a ti por ayuda” (Sal 28:2). ¿Le respondió Jehová? Sí, pues David añadió:
“Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y
con mi cántico le alabaré.” (Sal 28:7)
2. Siempre necesitaremos de su consuelo: Nunca sabemos cuándo necesitaremos del consuelo de Dios o
cuando su cuidado será la única esperanza para seguir viviendo un día más.
A. Nuestro testimonio con el sueño de mi mamá…
B. Si estás enfrentando un problema que consideras demasiado grande para ti, o si estás pasando por una
situación en la cual no ves la salida, pon tu mano sobre la del Señor y permite que Dios te llene de su amor y
consolación.
C. Dios permite las pruebas, pero también proporciona el consuelo. “… Dios es nuestro Padre misericordioso y
la fuente de todo consuelo. ” (2 Corintios 1:3).
3. ¿Cómo consuela Dios? Aunque el Hijo de Dios ya no está en la Tierra, su Padre, “el Dios de todo consuelo”,
sigue consolando a los que sufren (2 Corintios 1:3). ¿Cómo lo hace? Veamos cuatro formas principales.
A. La Biblia. “Todas las cosas que fueron escritas en tiempo pasado fueron escritas para nuestra instrucción,
para que mediante nuestro aguante y mediante el consuelo de las Escrituras tengamos esperanza”
(Romanos 15:4).
B. El Espíritu Santo. ¿Qué permitió a los cristianos disfrutar de un período de paz poco después de la muerte
de Jesús? La Biblia dice que la congregación cristiana “andaba en el temor de Jehová y en el consuelo del
espíritu santo” (Hechos 9:31). El espíritu santo o fuerza activa de Dios tiene muchísimo poder, y Dios puede
emplearlo para consolar a cualquier persona en cualquier situación.
C. La oración. La Biblia dice: “No se inquieten por cosa alguna”. Y aconseja: “Dense a conocer sus peticiones a
Dios; y la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales”
(Filipenses 4:6, 7).
D. La hermandad cristiana. Otros cristianos pueden ser verdaderos amigos a los que acudir en busca de
consuelo. El apóstol Pablo describió a sus compañeros como “un socorro fortalecedor” en momentos de
“necesidad y tribulación” (Colosenses 4:11; 1 Tesalonicenses 3:7).
Usted verá que Dios sigue cumpliendo esta hermosa promesa: “Como un hombre a quien su propia madre
sigue consolando, así yo mismo seguiré consolándolos a ustedes” (Isaías 66:13).

II. TRAJO PAZ: Quito el miedo y trajo paz a los discípulos (Jn 20:19-21) 19 Cuando llegó la noche de aquel mismo
día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos
por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros. 20 Y cuando les hubo dicho
esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor. 21 Entonces Jesús les
dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío.
1. Los discípulos estaban llenos de miedo. Tenían temor porque tal vez pensarían que los líderes judíos los
perseguirían a ellos, tenían temor a vivir sin el maestro, a lo que les depararía el futuro.
2. Nosotros como humanos siempre seremos acechados por el temor , no importa la edad, el nivel
académico, el rol que tengamos en la casa; todos luchamos a veces con el temor. Pasamos por esos
momentos donde el miedo nos controla, nos paraliza, nos quita la paz. El no saber qué hacer en momentos
de crisis o incertidumbre. El reaccionar como tontos, inclusive el dudar de Dios.
3. Muchos tienen temor:
 Temor a lo nuevo, Debemos creer que Dios nos llevará a ese destino, a esa promesa, a ese nuevo nivel, y
nos dará la gracia diaria suficiente para cada paso hacia ese nuevo destino…Nos dará su palabra y provisión
cada día para llegar a ese lugar.
 Temor a fracasar. No somos perfectos, debemos aprender del error y depender de Dios. Seguramente
fallaremos en el camino de encontrar la respuesta correcta…Debemos disfrutar del viaje, no solo pensar en
la meta. Y si nos caemos, pues nos levantamos. Dios no espera que lo hagamos bien a la primera vez.
 Miedo a que algo malo ocurra. No debemos esperar a que algo malo pase, debemos esperar que lo bueno
pase y debemos confrontar el miedo. Ser valientes (avanzar a pesar del temor)
 TOMA DECISIONES: No permites que el yugo del miedo te controle y te paralice.
4. EL AMOR DE DIOS QUITA EL TEMOR (1 Juan 4:17-18): 18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor
echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en
el amor.
Si aún sientes miedo en algún area de tu vida, seguramente allí necesitas conocer el amor de Dios…hay una
grieta en tu fe. Si hay nuevos miedos, es porque nuevos niveles de amor de Dios por descubrir.

III. AMENTO LA FE (Tomás) Juan 20:24-29 27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y
métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. 28 Entonces Tomás respondió y le dijo: !!¡Señor mío, y Dios
mío! 29 Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
Tomas no creyó que Jesús estaba vivo hasta verle y tocarle. Jesús se lo permitió. Pero resalto que la fe no debe estar
cimentada por los sentidos. Debes alimentar tu fe a través de la oración, el contacto con la Palabra de Dios, el visualizar
cuadros de bendición y victoria, el confesar…Si crees veras la gloria de Dios…
La fe te lleva a estar en descanso, a no afanarte, a dejar el estrés, a vivir en lo sobrenatural de Dios.

IV. DIO PODER (Juan 20:22-23; Hech 1:8; 2): Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. (Jn 20:22);
Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda
Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. (Hechos 1:8)

Necesitamos del Espíritu Santo cada día para lidiar con las pruebas, las tentaciones, los ataques del enemigo…para
VENCER. Llenarnos de su presencia. Buscarle con pasión, con fervor. Y ser llenos permanentemente.

También podría gustarte