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JUAN 6:68 Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida
eterna.
Esa fue la respuesta que el espiritu santo le dio al apóstol Pedro cuando todas las multitudes
comenzaban a irse, cuando todos le abandonaron, cuando todos comenzaron a desanimarse
y rajarse y finalmente quedan únicamente sus discípulos. Si algo estaba claro en ellos es que
no había otra opción, no había nadie más que pudiera hacer por la humanidad lo que CRISTO
el Salvador del mundo, haría y había hecho.
Hechos 4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado
a los hombres, en que podamos ser salvos.
A). SOLO EN CRISTO ENCONTRAMOS PALABRA DE VIDA ETERNA: Dios nos promete a través
de su palabra, una vida eterna con Cristo en la nueva Jerusalén, todos los salvos juntos, ya no
habrá más dolor, más llanto, más tristezas, todo será amor, paz y perfección. Sus promesas
son eternas y fieles.
v.68 Tú tienes palabras de vida eterna.
I. SU PALABRA NOS HACE LIBRES: JUAN 8:32 Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
II. SU PALABRA NOS PURIFICA: SALMOS 119:9 ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu
palabra.
III. SU PALABRA ES VIVA Y EFICAZ: HEBREOS 4:12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante
que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y
discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
CONCLUSIÓN: ¿A quién iremos? Solo Cristo tiene justamente lo que necesitamos, su palabra
es fiel y verdadera, nos hace descansar en El, a través de Cristo somos reconciliados con el
padre, pues es su perdón el que nos permite ser justificados y ya no nos mire a nosotros, sino
a Cristo. Con Cristo lo tenemos todo, sin El nada tiene sentido.