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UNIDAD VIII (Arts.

303 al 320 del CPPBA)

A.- REBELDÍA DEL IMPUTADO

La declaración de rebeldía es una sanción procesal para todo imputado que esta
obligado a comparecer a una citación judicial, si no lo hiciere sin acreditar un grave y
legítimo impedimento para ello. Para que proceda la obligación transgredida debe estar
previamente impuesta de modo personal.
Si al momento de ser notificado de la formación de la causa (Art. 60 del CPPBA), ó de
disponerse su libertad, conforme los arts. 161, 147, 169 ó 170 del CPPBA, no se le
comunicara de forma personal (acta) su obligación de fijar domicilio y comparecer
todas las veces que fuera requerido, no resultará posible la aplicación de esta sanción.-

La sanción por rebeldía también resulta procedente si el imputado se fugara del lugar de
detención, ya sea que se trate de una institución penitenciaria o de un lugar
específicamente fijado para el cumplimiento de la medida cautelar de detención (Arts.
159, 160 y 163 del CPPBA).-

El transcurso del término de citación o la comprobación oficial de la fuga, tienen como


consecuencia la declaración sin más trámite de la rebeldía del imputado.

La resolución debe estar notificada al defensor para el caso en que el requerido haya
podido ignorar la orden de comparendo.

Si el procesado, luego de la declaración de rebeldía, se presenta a estar a derecho


corresponde que la causa prosiga según su estado, pero no admite revocación de dicha
disposición que de por sí es inamovible, salvo el caso del art. 307 del CPPBA.-

La declaración de rebeldía no suspende las diligencias propias de la I.P.P., toda vez que
esta fase del proceso no requiere la presencia del imputado, que incluso puede no haber
sido individualizado, pero dicha presencia es fundamental en el juicio, la rebeldía
impide su apertura o la paraliza según el momento en que se produzca. Respecto a los
imputados presentes el trámite prosigue normalmente, debiendo el Tribunal hacer
reserva de las actuaciones que correspondan al prófugo y conservar los elementos
materiales de prueba oportunamente aportados, hasta que el acusado sea habido o se
presente espontáneamente, caso en que la causa proseguirá su estado.

La acción civil es independiente de la penal de modo que el damnificado puede acudir a


la sede civil para hacer efectiva su pretensión resarcitoria.

Las consecuencias derivadas de la declaración de rebeldía respecto del excarcelado ya


se encontraban previstas en los arts. 189 y 190 del CPPBA, tanto en lo referente a los
efectos como a la ejecución de la fianza. Las costas de la incidencia únicamente son
pertinentes en caso de que ella se haya sustanciado frente a una explicación introducida
por el imputado que lo hubiera requerido.
Las justificaciones que el imputado exprese para no cumplir con las obligaciones
procesales asumidas, deben emerger de un motivo “grave y legítimo”. De acreditarse tal
extremo la declaración de rebeldía será revocada y el imputado podrá volver a gozar de
los beneficios de la excarcelación. La justificante puede probarse con certificado
médico, testigos o documentación que acredite que el imputado se encontraba
cumpliendo algún acto obligatorio como la declaración ante otro tribunal, o que se
encontraba enfermo o seriamente imposibilitado de cumplir la obligación de
concurrencia.

A.- DECLARACIÓN DEL IMPUTADO

La declaración del imputado es el primer acto de defensa del imputado, para lo cual
resulta necesaria la existencia de una imputación. Para la pertinencia de este acto se
requieren 2 requisitos esenciales:
1.- Debe existir una imputación.
2.- Dicha imputación debe estar sustentada en elementos suficientes e indicios
vehementes de la perpetración del delito, y motivos bastantes para sospechar que el
sujeto ha participado de su comisión.

Naturaleza jurídica:
Ha sido materia de discusión doctrinaria si la declaración del imputado debe
considerarse un medio de defensa o de prueba, lo cierto es que es innegable que de ella
pueden surgir datos, pistas, inferencias, medidas a tomar, nombres de quienes pueden
declarar y estos conforman nada más y nada menos que prueba.
Decimos entonces que la naturaleza jurídica de la declaración del imputado reconoce un
doble orden sistemático, por una parte es medio de defensa a lo cual tiene todo el
derecho el imputado, y por otra, un elemento de prueba y si se quiere también objeto de
prueba y órgano de prueba en cuanto suministra informaciones sobre los hechos de la
causa. Se trata de uno de los supuestos de convicción suficientes para llevar al órgano
interviniente a dictar la prisión preventiva.
Como se dijo, para que se pueda disponer la declaración del imputado deben existir los
elementos equivalentes a los exigidos por el art. 151 del CPPBA para que se disponga
una detención.
Su convocatoria y evaluación es materia propia, exclusiva y excluyente del Ministerio
Público Fiscal.
Asimismo, y bajo sanción de nulidad, de la realización del acto se debe notificar a la
defensa del imputado, siendo necesaria para la realización del mismo su presencia
material.

Presencia del Juez de Garantías:


El imputado o su defensa pueden requerir la presencia del Juez de Garantías. Dicha
petición debe ser motivada pero esta es presuncional, no siendo dable requerir la
acreditación de vulneraciones constitucionales en un acto que aún no se a realizado. De
allí que, bastando la razonable sospecha del peticionante, el Juez de Garantías deba
concurrir al acto, no interviniendo en lo relativo a formular preguntas, ni siquiera de
naturaleza aclaratoria.

Entrevista previa con la Defensa:


La validez del acto, tanto en el inicio como en el desarrollo, queda supeditada a que el
imputado haya sido debidamente informado del hecho que se le imputa, como también
de las pruebas que obran en su contra en la I.P.P., pudiendo establecer juntamente con su
letrado una estrategia defensista.-
Para ello la realización de la entrevista entre el imputado y su defensor debe ser previa
al ejercicio del imputado de su derecho constitucional de abstenerse de declarar o se
hacerlo, pero posteriormente a que fuera impuesto del hecho y las pruebas.
Plazo en que debe realizarse:
Debe ser realizado dentro de las 24 horas desde el momento en que se produjo la
restricción de la libertad del imputado, aprehendido o detenido, sólo prorrogable por un
plazo igual cuando el fiscal no hubiere podido cumplir con ese plazo ó ante el pedido de
la defensa o del imputado.

Declaración informativa:
Se incorpora para aquellos supuestos en que el agente fiscal estimare no contar con
elementos necesarios para requerir la comparecencia del imputado, conforme el párrafo
1º del art. 308 del CPPBA, representa un retroceso conceptual de este acto procesal.
Ello por cuanto este instituto remite a la categoría del “imputado no procesado”, que
conduce a una confusión sobre la naturaleza del llamado a la declaración prescripta en
el 1er párrafo. No deja de ser un acto de defensa, a lo cual le son aplicables todas las
garantías, derechos y deberes correspondientes al imputado y defensor.
Dicha declaración no es válida a los fines del art. 157 inc. 2º del CPPBA, tampoco lo es
a los efectos vinculados a la interrupción de la prescripción.

Relaciones consulares:
La última parte del art. 308 del CPPBA impone bajo sanción de nulidad haberle hecho
saber al imputado extranjero el derecho que le asiste a requerir asistencia consular, de
conformidad con lo dispuesto por el art. 36.1.b de la Convención de Viena sobre
Relaciones Consulares.
Ello es concordante con lo resuelto por la CIDH en el caso “Chaparro Alvarez y Lapo
Iñiguez v. Ecuador”.

Asistencia del Defensor:


La reforma introducida por la Ley 13.493 impuso la presencia obligatoria del defensor y
para evitar conflictos de superposición de audiencias previó la posibilidad de que el
imputado pueda ser asistido por un funcionario letrado de la Defensa. En igual sentido
lo prevee la Ley 14.442 en su art. 70 al facultar a los funcionarios letrados del
Ministerio Público a actuar en determinados actos procesales, bajo dirección e
instrucción de sus titulares.
La presencia del letrado no sólo se debe para que este se informe de los cargos que se
atribuyen a su representado y pruebas existentes en su contra, sino también a efectos de
asistir al indagado y cuidar de la legalidad de la diligencia.
En la declaración el prevenido debe dar su propia versión del hecho del cual se lo acusa,
es personal, el abogado no puede formularle indicaciones, sí solicitar la corrección del
documento cuando se halla consignado algo diferente a lo que depuso su asistido.
También puede formular preguntas para que el deponente aclare o explique
circunstancias o detalles del hecho, las que quedaran a consideración del Fiscal, siendo
su decisión inapelable.

Derecho al silencio:
Dijimos que el imputado puede negarse a declarar pero previo a ello, el Fiscal debe
hacerle saber el delito que se le atribuye y pruebas existentes en su contra para que
pueda defenderse con conocimiento de causa.
La declaración excluye todo juramento o promesa de decir verdad.
Durante la diligencia no pueden ejercerse contra el declarante coacciones o amenazas,
ni hacer preguntas sugestivas, ni inducirlo por cualquier medio a confesar o
determinarlo a declarar en contra de su voluntad, es decir que no se puede utilizar
ningún medio que lleve al imputado a dar respuesta que no sean el producto de su libre
voluntad.
La presencia del defensor garantizará el cumplimiento de las disposiciones, las que
están a su vez conminadas bajo pena de nulidad y de responsabilidad del funcionario
que haya desconocido los derechos del prevenido y sus obligaciones como receptor de
la diligencia.
Se asegura así la garantía del silencio, quedando a salvo el imputado de violencias
morales o intimidaciones, ponderando el cumplimiento de las reglas del debido proceso.
La fuente jurídica del precepto es de carácter constitucional (Art. 18 C.N.).

Interrogatorio de identificación:
Tiene por objeto certificar fehacientemente que aquella persona a la cual se le va a
imponer el hecho que constituye la materia de imputación es la que efectivamente
pretendía ser intimada.
Las exigencias se vinculan a los requisitos que hacen a la identificación registral como
el nombre, apellido, sobrenombre, apodo, edad, estado civil, profesión, nacionalidad,
lugar de nacimiento, domicilio, grado de instrucción, nombres y profesión de sus
padres, si ellos están vivos, si ha tenido procesos anteriores o imposición de una pena.
Ello permite certificar la identidad pero también evaluar la pertinencia de adoptar una
medida cautelar.
De allí que sean aplicables al caso las disposiciones de los arts. 92, 272, 309 y 310 del
CPPBA.

Formalidades:
Finalizada la identificación, se pasa a la declaración propiamente dicha, previo hacerle
saber al imputado el hecho que se le imputa y las pruebas existentes en su contra.
La intimación debe ser detallada, es decir, clara, precisa y circunstanciada, debe abarcar
la acción u omisión imputada con sus características de tiempo, lugar y modo.
También debe comunicarse al imputado las pruebas de cargo, indicando separadamente
cada una de ellas: testimonios, pericias o indicios, todo ello en forma sucinta, pero clara
y explícita para que el imputado conozca la fuente de la acusación y pueda refutar sus
diversos elementos.
El imputado puede abstenerse a declarar sin que ello implique presunción de
culpabilidad en su contra.
La negativa debe constar en el acta y el imputado puede negarse a suscribirla,
debiéndose consignar el motivo de su abstención.

Forma de declaración:
En caso de que el imputado declare, será invitado a manifestar su descargo o aclaración
de los hechos, indicando, asímismo, las pruebas que considere mas adecuadas a sus
intereses procesales.
Es preferible, en cuanto a la forma, que la declaración sea espontánea, siendo así más
viva en matices y detalles, para lo cual deberán volcarse en el acta las mismas palabras
empleadas por el encartado. Este puede ejercer su derecho de contestar la acusación y
negar el hecho que se le incrimina aportando prueba que respalde su relato.
La amplitud de la prueba de descargo debe ser total y el instructor debe tratar de
confirmar cada uno de los elementos siempre que sean útiles y pertinentes.
Luego de la declaración personal, cabe que el agente fiscal formule las preguntas que
estime convenientes. Los defensores podrán proponer diligencias (art. 273 del CPPBA)
pero no hacer signos de aprobación o desaprobación o hacer uso de la palabra sin
autorización expresa del fiscal (art. 279 del CPPBA).
Información al imputado:
Antes de que concluya la declaración del imputado, el agente fiscal debe informarle las
normas vinculadas a la excarcelación, en caso de encontrarse privado preventivamente
de su libertad, haciéndose saber el trámite de ellas. Nada expresa la norma para el caso
que se omita dicha comunicación, correspondiendo para el caso lo dispuesto por el art.
201 del CPPBA.
En el caso que el imputado detenido requiera, en el marco de la audiencia, su
excarcelación, alternativa o morigeración, y de ello se deje constancia en el acta, es
obligación del fiscal poner en conocimiento al Juez de Garantías dicha circunstancia
remitiendo copia del acta de la audiencia.

Acta:
Debe ser el fiel reflejo de lo acontecido en la audiencia y las manifestaciones
formuladas por el imputado. En razón de ello, el funcionario letrado de la dependencia
deberá dar lectura del acta a viva voz, para que se realicen las inclusiones o enmiendas
pertinentes, sin alterar lo oportunamente escrito.

Declaraciones separadas:
Tal como lo indica el art. 316 del CPPBA, la declaración del imputado debe ser
realizada de forma individual, por lo qe en caso de que hubiere varios imputados, sus
declaraciones deberán ser receptadas en forma personal e individual.
La previsión de que se evite que los imputados se comuniquen entre sí antes de prestar
declaración resulta de dudosa validez constitucional por afectar el derecho de defensa en
juicio.

Declaraciones espontáneas:
Como acto de defensa material llevado a cabo de manera personal, el imputado puede
declarar tantas veces quiera y en cualquier etapa del proceso, como así también requerir
su ampliación en cualquier estado del trámite.

Evacuación de citas:
El agente fiscal esta obligado a investigar todos y cada uno de los hechos o
circunstancias pertinentes y útiles a los que se hubiere referido el imputado, ya sea por
los medios probatorios que el titular de la investigación estime conducentes, como
también por aquellos otros requeridos específicamente por la defensa técnica del
imputado.
El incumplimiento inexcusable del agente fiscal de dar cumplimiento a las obligaciones
emergentes del art. 318 del CPPBA, puede conducir a la imposibilidad objetiva de
imponer una prisión preventiva (Art. 157 inc. 2do del CPPBA), y de igual modo de
otorgar validez al requerimiento de elevación a juicio, el cual resultaría nulo en función
de lo dispuesto en el art. 1ro y 203 del CPPBA, al realizarse en transgresión al debido
proceso y el principio de defensa en juicio (Art. 201 del CPPBA), ello por transgredirse
las exigencias del art. 335 del mismo ordenamiento ritual.

Identificación y antecedentes:
La identificación de los antecedentes del imputado, únicamente tiene lógica dentro del
esquema del proceso, si de allí puede derivarse el requerimiento de una medida cautelar.
Al negarse el carácter de procesamiento de la declaración del imputado, este acto
procesal no debe ser informado al Registro.

C.- LIBERTAD POR FALTA DE MÉRITO

Este instituto representa una opción para el Juez de Garantías en orden a beneficiar al
imputado, en mérito a la carencia de una prueba de cargo efectiva. Ofrece ventajas
indudables por que evita que la instrucción se prolongue durante meses, sin poder
dictarse una resolución.
El auto de falta de mérito representa la concreción legal de la duda y es en todo caso,
arbitrio de notoria utilidad procesal puesto que permite a la instrucción abstenerse de
dictar una medida concreta como la prisión preventiva por que no existe mérito para
ello, y al mismo tiempo la causa requiere una investigación mas profunda. Supone la
libertad del procesado sin que sea necesario oir al Fiscal ni más formalidades. Es una
resolución del Juez de Garantías que no encuentra motivo para mantener el estado de
detención, pues en autos no se han reunido pruebas de cargo fehacientes.
Si de la continuación de las actuaciones surgiera causa legal para volver a detener al
imputado, el Juez deberá observar lo dispuesto en el Art. 157 del CPPBA.-

CONSIGNAS:
-Tomar lectura de los artículos referentes al contenido de la presente Unidad.
- Analizar los alcances de la resolución de la C.I.D.H. en el caso “Chaparro Alvarez y
Lapo Iñiguez v. Ecuador”.
- Ampliar los temas expuestos con la Bibliografía de la cátedra que figura en la
Biblioteca virtual.

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