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FLACSO ARGENTINA
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
46
propuesta@flacso.org.ar
ISSN 1995- 7785
ARGENTINA
2016
Artículos
Investigadores jóvenes
“Gestionar la reciprocidad. Trabajo docente y vínculos intergeneracionales
en la escuela primaria”, por Guido García Bastán.
Propuesta Educativa Número 46 – Año 25 – Nov. 2016 – Vol2 – Págs. 101 a 112
Gestionar la reciprocidad. Trabajo docente
y vínculos intergeneracionales en la
escuela secundaria
Artículos
una evaluación escolar informal (Pe- cultural” de los años sesenta (Ga-
rrenoud, 1990); aquella evaluación llo, 2011; Míguez, Gallo y Tomasini,
no codificada, que se despliega en 2015; Míguez, 2009). Momento a
el aula de manera permanente y se partir del cual se observa una tran-
efectiviza, principalmente, a través sición desde unas relaciones in-
de apreciaciones y juicios de valor.
Nuestro objetivo es aproximarnos
tergeneracionales marcadamente
jerárquicas, hacia otras más dialógi- Jóvenes
a una comprensión de la contribu-
ción que estas valoraciones hacen
cas y horizontales acompañadas de
nuevos sentidos acerca del ejercicio
investigadores 101
globalmente al desarrollo de con- de la autoridad por parte de la ge-
flictividad cotidiana en las escuelas. neración adulta.
Esta sección se propone generar
Existe un campo consolidado de Esta proposición permite proyectar un espacio que promueva y facilite
de reciprocidad, no debemos olvi- estudio que abordaremos, este prin- siempre esta cuestión competiti-
dar que éstas eran tales por oposi- cipio se efectiviza con recurrencia en va y donde no estamos acostum-
ción a otras ‘negativas’, guiadas por situaciones como la siguiente: brados a mostrarnos vulnerables.
el afán de “obtener algo a cambio de [Docente de 3º año]
nada” (p. 213) mediante el recurso Juan: Profe: ¿Usted sabía que la
de la astucia, la ingeniosidad e in- profe Funes se hizo 3 lipos [(lipo-
cluso la violencia. succiones)]?
Marcela (Docente): ¿Quién se Lo que ponía de manifiesto Mario,
Con estas herramientas concep- hizo lipo… ? al margen de sus buenas intencio-
tuales en mente emprenderemos Martín: La profe Funes. Siempre nes, era el registro de soledad en
un análisis ordenado fundamen- viene y dice: “Ay, me hice la li- que muchas veces el rol parece
talmente por los siguientes inte- pooo…” construirse; en la tensión entre la
rrogantes: ¿Cómo los educadores Marcela: No sabía, no la cruzo ausencia de abordajes colectivos y
gestionan las tensiones entre ló- mucho. la ‘difícil solidaridad profesional en-
gicas jerárquicas y dialógicas en la Fernando: ¿A usted cómo le cae tre profesores’ (Martuccelli, 2009:
relación con sus estudiantes? ¿Qué Sandra [otra docente]? 108) que dificulta ‘dejarse ayudar’,
tipos de reciprocidad ordenan las Marcela: A mí me caen bien to- toda vez que podría constituir un
relaciones entre adultos y jóvenes dos los profes. reconocimiento público de incom-
en el aula? ¿Qué soportes se ponen Fernando: ¡¿Sandra?! petencia.
en juego en estos “intercambios”? Juan: ¡Se va a ir corriendo esa vieja!
Marcela: ¡Basta! ¡No sé de qué ha- Cuando solicitamos a los jóvenes
Comenzaremos caracterizando las blan y no me interesa! ¡Cada vez precisiones respecto de aquello a
tensiones a las que aludimos. que dicen algo hay problemas! lo que aluden como una posibili-
[Observación de clase] dad de ‘hablar de cosas’ con un do-
cente, vemos que en ello ponen en
juego una sensibilidad que les per-
mite identificar ciertos adultos con
2. ‘Hablemos de cosas’ Escenas como la anterior fueron quienes resulta viable la interacción
evocadas también por los educa- verbal en torno a tópicos que exce- 103
En nuestro trabajo con estudiantes dores que participaron de nuestra den lo curricular: temas cotidianos,
de 1° año (García Bastán, 2014) adver- investigación cuando señalaban a infidencias de la práctica docente e
timos que entre las cualidades que la regulación de la ‘relación con los intimidades diversas son algunas de
hacen a un ‘profe piola’ o ‘pulenta’, una chicos’ como uno de los aprendi- las ‘cosas’ de las que desean ‘hablar’:
de las más valoradas por ellos es la zajes más costosos y relevantes de
el sello de quien no tiene una ‘cara’ que al principio hay como más venir. En otra ocasión (García Bas-
que perder: distancia, quiero mantener los tán, 2014), reconstruimos algunas
roles bien diferenciados, que mi estrategias juveniles orientadas a
Durante la evaluación de contabi- rol se diferencie como autoridad ‘ganarse al profesor’, que implican la
lidad ocurre el siguiente episodio: digamos. Pero a lo largo del año exhibición de actitudes colaborati-
Joaquín: “profe: ¿su hija va al cum- veo como que a ese rol me lo vas con el docente. Otras investiga-
ple de 15 de Romina Viale? [La hija van desdibujando, y termino, no ciones han registrado estrategias
de la docente es alumna de otro digamos siendo una amiga de complementarias en los adultos,
curso en la escuela]” los chicos, pero… expresadas como una necesidad
Docente: [con expresión sería] [Docente de 4º año] de ‘plantar bandera’ (Torres, 2014)
“Si ya terminó la prueba, entre- y generar las condiciones necesa-
gue…” rias para enseñar (Alliaud, 2004).
(Transcurren 10 minutos, el exa- Lo común es que adultos y jóvenes
men continúa) Los esfuerzos de Andrea por ‘man- vislumbran con dificultad la posibi-
Joaquín: “Profe: al final no me tener los roles diferenciados’ se hacen lidad de modificación de la relación
contestó la pregunta: ¿va su hija comprensibles si tenemos en cuen- una vez que ésta ha sido definida.
al cumple de Romina?” ta que la pedagogía moderna se En sus entrevistas, la mayoría de
(La docente sonríe resignada y asienta sobre una relación inmodifi- los docentes referían a estrategias
asiente con la cabeza). cablemente asimétrica entre docente empeñadas en definirla en sus
Joaquín: “¡Vaaamos! ¡¡Estoy cho- y alumno (Pineau, 2001). El orden propios términos, que implicaban
cho!!” interaccional áulico se encuentra algún tipo de posicionamiento
Juan Pablo: “¡no me daría la cara atravesado por las lógicas opuestas ante las tensiones configuradas
para ser el Joaco!”(Varios estu- de dos regímenes políticos de inte- en torno a demandas jerárquicas e
diantes se ríen y festejan la si- racción: el de igualdad, traccionado igualitarias. Llamaremos gestión de
tuación) fundamentalmente a través de los la reciprocidad a la construcción y
[Observación de clase] ‘intentos’ juveniles, y el de jerarquía, sostenimiento de dichos posiciona-
profundamente cimentado en el mientos. Distinguiremos un tipo de
mandato fundacional de la escuela: gestión estratégica (que incluye las
104 la custodia de la minoridad (Álvarez estrategias progresiva y equilibrada)
Trabajos clásicos han señalado ya Uría y Varela, 1991; Furlán, 2004). del que denominaremos como ges-
que son generalmente estudiantes Como señala Martuccelli (2007), tión no controlada.
varones quienes interpelan a los puede pensarse como “una tensión
adultos, identificándose en mode- que […], por un lado, jerarquiza los
los masculinos hegemónicos, ex- vínculos y, por el otro, iguala los inter-
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presados en lo que puede ser pen- cambios” (p. 256). A su vez, jerarquía
sado como una cultura contraescolar e igualitarismo son dos estatutos 3. Las estrategias docentes
(Renold, 2001; Willis, 1988). En los ca- que se tensan en los sistemas de re-
sos estudiados algunos varones se ciprocidad (Reygadas, 2008), lo que 3.1. ‘Hazte la fama y échate a dormir’:
constituyen -al interior del espacio nos provee de otro motivo para ex- La estrategia progresiva
de pares- como ‘barderos’ o ‘quilom- plorar la regulación de los vínculos
beros’. Categorías que, a diferencia desde esta clave de lectura. Sandra es docente en la escuela des-
de lo que proponen otras investi- de hace décadas. Cuando ingresa al
gaciones (Di Napoli, 2013; Kessler, Algunos de los trabajos citados pre- aula se produce silencio inmediata-
2007), no se definen aquí tanto por viamente reconocen de modo im- mente y es posible apreciar la agili-
la comisión de actos ilícitos o vio- plícito las variadas tensiones entre dad con que los cuerpos juveniles
lentos (aunque ciertamente no los lógicas horizontales y jerárquicas al adquieren tonicidad, disponiéndose
excluyen), sino por el desacato a la advertir que los estudiantes llegan, de pie para brindarle un saludo al uní-
regulación adulta y escolar (García en ocasiones, a ejercer mayor po- sono. En su entrevista ella comentaba
Bastán, 2015). En estas interaccio- der que sus docentes (Hernández lo siguiente en relación a la que con-
nes ellos producen una exploración Méndez y Reyes Cruz, 2011), menos- sidera su ‘fama’ dentro de la escuela:
activa de los límites de cada docen- cabando, o incluso impugnando, su
te, incrementando así la “destreza” autoridad (Di Leo, 2008; Noel, 2009; Es un peso que no me lo pude
para desestabilizarlo o, como expre- Torres, 2014). sacar nunca de encima, porque
saba una docente, para ‘desdibujar los chicos cuando me tienen por
su rol’: Adultos y jóvenes parecerían acor- primera vez arrancan con miedo.
dar respecto de que el momento [Docente de 4º año]
Andrea: … a lo largo del año la inaugural de la relación docente-
relación va cambiando, como grupo sería determinante de su de-
Pese al tono resignado con que Con expresión atemorizada, Fran- sin esto de tener que yo andar
parecía aceptar este “lastre”, y sin cisco asiente con su cabeza y per- siendo un poco el militar que di-
solución de continuidad, orgullosa, manece en silencio. rige. Ya en 6to, trabajan solos y yo
decía verse reflejada en la siguiente [Observación de clase] formo parte del acompañamiento
descripción pública que una colega, en las materias, pero no soy “LA
que años atrás había sido su alum- docente que te mata”, lo soy en
na, hiciera de ella en ocasión de la 4to. De todos modos, por lo que
celebración del día del profesor: Pocos docentes de la casa tienen dicen los chicos en el pasillo, […]
la antigüedad y carga horaria de en el caso mío me ha llegado que
Una alumna terminó siendo Sandra. Pero quizá el rasgo más os- es “con la Martínez tenés que es-
maestra jardinera en el colegio. tensible de su posición en la escuela tudiar”, y está bueno eso, a mí me
Un año le tocó dirigir un acto y […] sea su continuidad en el acompaña- gusta que ellos tengan esa per-
dijo algo que me quedó marcado miento de cada grupo de estudian- cepción.
por el resto de mi vida: “Un ejem- tes a lo largo de una progresión de [Docente de 4º año]
plo de tantos profesores a los que años sucesivos. Al ser docente de los
tenemos que agradecer es San- últimos 4 años, los estudiantes que
dra, a la que en 4° odiamos, en 5° llegan por primera vez a su clase
la entendemos y en 6° queremos”. saben que no es estratégico enfren- Marisa también ‘arranca’ con mano
Nunca más me lo olvidé, esa frase tarse y quedar ‘fichado’ con quien dura; dirigiendo ‘como un militar’. El
la repito siempre. Primero, porque los acompañará en dos asignaturas final del fragmento anterior de su
me hizo llorar y segundo, porque troncales durante el resto de su tra- relato nos permite inferir que la fa-
define exactamente lo que pasa yectoria escolar: chada ‘exigente’ que estas docentes
conmigo. Siempre fui de la idea construyen no sólo funciona como
de que si yo no arranco con mano Pía: A mí no me daría para ir a de- barrera de contención “mecánica”
dura desde el principio los chicos latar a Sandra que hizo “tal cosa”. de las demandas juveniles en el
se te suben al hombro como quie- Si la de música hace algo voy y le momento inicial de la relación con
ren, porque hoy lo normal es no digo a la directora “hizo tal cosa”, un grupo. También lo hace por las
poner límites, hoy es la regla. pero con Sandra… repercusiones que esta imagen tie-
[Docente de 4º año] Investigador: ¿Por qué con Sandra ne entre quienes, no habiendo sido 105
no? aún alumnos suyos, entran ya en
María: Perdés la confianza que te contacto con ciertas informaciones
tiene de ‘pasillo’. Así, de modo tempo-
Emocionada, Sandra rememoraba Verónica: Aparte, llegás a hacer ralmente diferido, estas docentes
el episodio reconociéndose en esa eso y ella se entera… [Pone cara confirman en el encuentro con cada
tin, 1998; Kaplan, 2009; Rosenthal y desde el comienzo de la relación, de Mabel: Antes era más verduga:
Jacobson, 1980). Sin embargo, po- un modo equilibrado. “yo te doy matemática, tu vida
dríamos preguntarnos cuánto del privada no me interesa”, que en
“éxito” de estas docentes depende el fondo es la realidad ¿viste? Em-
de su trabajo de cara y en qué me- pecé a atenderlo por una cuestión
dida no sería explicable por aspec- 3.2. Dar algo a cambio de algo: La es- de tener paz en el aula […] te das
tos ya referidos de su posición en la trategia equilibrada cuenta de que los chicos necesi-
escuela. Si la posibilidad de ‘tener tan otro acompañamiento, más
fama’ está supeditada al tiempo Ernesto es uno de los docentes más cercano, que les sonrías, que les
que cada docente transcurre en el jóvenes de la escuela. De acuerdo hables...
establecimiento, no menos cierto a lo que comentan sus estudiantes, [Docente de 3º año]
es que la estrategia progresiva sólo con él ‘se puede hablar de cualquier
puede desplegarse a condición de cosa’. Trabaja en la escuela desde
contar con una distribución de ho- hace varios años, sin embargo tie-
ras cátedra en años consecutivos de ne sólo unas pocas horas cátedra Escuchar no sólo requiere de una
la trayectoria de los jóvenes. De lo concentradas en 4° año. Lo que con- atención hacia los intereses e inquie-
contrario, como veremos más ade- lleva que sólo tenga contacto con tudes juveniles. En tanto supone una
lante, quien desde otra posición se los grupos durante un año, tiempo habilitación para ‘hablar de cosas’,
muestre demasiado estricto, puede durante el cual intenta ‘no generar exige una actitud de vigilancia de los
ser tomado rápidamente por ‘har- conflictos’: ‘límites’ de lo que se enuncia:
tante’ o ‘insoportable’, sin conseguir
con ello ‘imponer respeto’, por cuan- Ernesto: En general me llevo bien Mabel: Yo necesito poder vincular-
to su margen de coacción sobre los [con los chicos] y también es un me […] el límite lo pongo yo […]
jóvenes se encuentra restringido al esfuerzo. Trato de no generar con- Se meten hasta donde yo los dejo
escaso tiempo en que acompañará flictos, de que el punto de estas 4 meter, y digo hasta donde quiero
al grupo. horas que estamos juntos no sea decir. [...] A mí no me importa si le
resolver cuestiones de relaciones digo a un chico “che nabo: callate”,
Permanencia y continuidad son en- humanas, sino que eso sea fluido porque a veces les digo cosas así.
106 tonces los soportes de la estrategia […] No he tenido problemas… Yo sé que a lo mejor no tendría
progresiva. Los testimonios de San- Entrevistador: ¿Qué tipo de proble- que decirlo […] siempre estoy en
dra y Marisa nos permiten aducir mas? los bordes.
que se asienta en un ideal de so- Ernesto: De manejo del grupo […] [Docente de 3º año]
ciabilidad entre adultos y jóvenes el comportamiento, lo disciplinario.
cimentado en un intercambio pací- [Docente de 4º año]
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podemos pensar que si, como edu- ciado por sus estudiantes. Con él, Cada vez que Amalia quiere ha-
cadores, pretenden trabajar con según comentaban en una entre- blar, los jóvenes comienzan a
los jóvenes en el ‘rol’ que intentan vista sus propios alumnos, hay un gritar. Hacen ruidos e incluso al-
‘construir’, habría un “capital dispo- ‘exceso de confianza’ que, sin em- gunos tocan la flauta tapando su
sicional juvenil” que aspira a con- bargo, no parecería ser un soporte voz.
seguirse como contra-don por la para sus prácticas regulativas: Amalia [con el ceño fruncido]:
oferta de escucha, afecto o interés. ¡Cuando se callen continuo! [Per-
Son estos soportes (ligados a cua- Osvaldo solicita a Joaquín, un es- manece en silencio, de brazos
lidades personales) los que en esta tudiante, que trabaje. cruzados].
estrategia ponen en acto la dialéc- Joaquín [al docente] ¿¡Queeé!? Los jóvenes comienzan a guardar
tica entre regímenes de interacción: ¡¡Yo estoy trabajando gordooo!! sus pertenencias en las mochilas,
jerarquía e igualdad. Desde la teo- Dos varones comienzan a pegar- como si la docente ya no estuvie-
ría del don Reygadas (2008) des- se. En su afán de aplacar la situa- ra en el aula.
taca el interés egoísta que entraña ción el docente acompaña a uno Amalia: ¡Estoy esperando que
toda donación, en tanto consigue de ellos hasta su banco. En ese saquen la agenda para anotar la
el estatus “endeudando” al donata- trayecto otro joven lo empuja y tarea!
rio. Quienes triunfan en la gestión se ríe. Suena el timbre y nadie toma
equilibrada, consiguen ‘ganarse a Habiendo estado a punto de nota, algunos comienzan a levan-
los chicos’, “trocando” ‘escucha’ por caerse, el docente se reincorpora tarse para salir del aula.
‘respeto’: y vuelve a pedirle a Joaquín que [Observación de clase]
retome el trabajo.
Fabián: Ernesto tiene autoridad Joaquín: [dirigiéndose al docen-
Entrevistador: ¿por qué tiene au- te] “Callate, porque te voy a hacer
toridad? cagar a vos también”. En el contexto francés, Martuccelli
Fabián: porque es piola Sin enunciar palabra y con expre- (2009) señala la “importancia” de
Federico: porque nos llevamos sión seria, Osvaldo regresa a sen- cada asignatura en el currículum
bien con él y lo respetamos por tarse en su escritorio. como uno de los elementos que
eso. Como que nos cae bien, no [Observación de clase] pueden hacer diferir la declinación
queremos molestarlo. de la autoridad. Si en estas viñetas 107
[Jóvenes de 4º año] son docentes de artes quienes ma-
yores dificultades experimentan
Si el anterior fragmento bastase en el ‘manejo de grupo’, cuando si-
para dejar en claro que Osvaldo tuaciones similares ocurren en las
A la manera de un ‘mecanismo de no consigue establecer ‘límites’ en clases de asignaturas “importan-
ponder a eso y... me doy cuenta simpatía que cada docente pueda tratadas cobraron relevancia los
de que no sirve, entonces me re- inspirar. Si los jóvenes responden posicionamientos docentes ante
lajo y trato de que hagan algo. allí donde encuentran ‘límites equi- lo que señalamos como una doble
[Docente de 4º año] librados’ eso puede estar indicando exigencia del orden de interacción
que, pese a la incertidumbre que escolar: jerarquía e igualdad. La
anida en las narrativas docentes, idea de soportes, algo amplia pero
algunos modelos de autoridad con- operativa, nos permitió identificar
Cuando ‘enojarse no sirve’ y el siguen construirse sin necesidad de en cada caso qué recursos consti-
‘equilibrio’ claramente se pierde, apelar a viejas jerarquías, en lo que tuían cimientos para la regulación
la demanda de respeto recíproco podría pensarse como una autori- áulica.
puede provenir del docente, que dad basada en la igualdad (Greco,
aspira a restablecer criterios de jus- 2007). Algunos de ellos remiten a una de
ticia igualitarios que le permitan, si las disposiciones básicas en torno
ya no obtener algo de los jóvenes, Clases como las de Amalia y Os- a la cuales se estructuró la escuela
al menos dejar de sentirse violenta- valdo son instancias que permi- media argentina: la organización
do por ellos: ten a los jóvenes presentarse a del trabajo docente por horas de
sí mismos como ‘rebeldes’ o ‘qui- clase, que limita las posibilidades
Osvaldo: algunos chicos son irres- lomberos’. Algo que en el espacio de acompañamiento a las trayecto-
petuosos […] contestan mal... re- de sociabilidad juvenil, lejos de rias estudiantiles (Terigi, 2008; Zie-
cibí algunos insultos de parte de constituir un estigma, se asume gler y Nobile, 2014). Permanencia y
ellos, así que bueno, los saqué del muchas veces como símbolo de continuidad: los soportes en que se
aula y hablé, [les dije:] “si yo no te estatus. Así, no por encontrarse asienta la estrategia progresiva dan
insulto ¿por qué me insultás?”[…] en crisis deja de ser el desafío a la cuenta de que detrás de la ‘mano
la gran mayoría cree que, porque autoridad una vía para la constitu- dura’ imputada por algunos docen-
pagan la cuota, no se tienen que ción identitaria. tes, hay una posibilidad de trans-
llevar la materia. currir más tiempo en las escuelas
[Docente de 4º año] De modo que, podría pensarse que y generar progresivamente un co-
los modos negativos de reciproci- nocimiento mutuo con sus estu-
108 dad contribuyen globalmente a la diantes. Este señalamiento abona
fabricación de jerarquías escolares los hallazgos de las investigaciones
Osvaldo “confiesa” sus dificultades que no sólo distinguen pública- centradas en formatos escolares
en la regulación de la relación con mente a los ‘buenos’ y ‘malos’ do- apuntalados por estrategias de
sus estudiantes y simultáneamen- centes. También delimitan taxono- personalización de los vínculos, que
te, a diferencia de los casos ante- mías que participan en los procesos identifican -incluso en contextos
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riores, se presenta relativamente juveniles de construcción identita- socialmente disímiles- una cons-
desprovisto de agencia. Identifica ria; estudiantes ‘buenos ’, ‘educados’ trucción de confianza recíproca
cierta irreverencia como rasgo de y ‘tranquilos’ o ‘malos’, ‘quilomberos’ entre docentes y estudiantes que
la población de estudiantes de la y ‘barderos’ (García Bastán, 2015; Di colabora en la consolidación de
escuela. Así, lo que en ocasiones Napoli, 2013; Kaplan, 2009; Kessler, pautas de conducta favorecedo-
ha sido señalado como la ‘fortale- 2007). Categorías de suma relevan- ras del trabajo escolar (Maddonni,
za extra’ del ‘estudiante devenido cia en el espacio de sociabilidad 2014; Martínez, 2015; Ziegler y No-
cliente’ (Allidière, 2004: 61) consti- juvenil, cuya asunción situacional bile, 2014).
tuye para él un repertorio fértil en se pierde de vista en la valoración
que excusarse y resguardar algo individual y aislada de lo que ocurre En nuestro caso de estudio, la
de sí mismo. en cada clase. mayoría de los docentes se en-
cuentra en un terreno resbaladi-
Que Amalia tenga ‘fama de insopor- zo, en el que la mantención de un
table’ por incurrir en prácticas simi- ‘equilibrio’ supone un extenuante
lares a las que instrumenta Sandra, trabajo de presentación de sí mis-
nos permiten pensar que éstas no Reflexiones finales mos y meticulosa vigilancia sobre
son útiles en sí mismas sino en tan- aquello que presentan. El afecto,
to puedan inscribirse en una estra- El recorrido por los relatos de adul- la escucha y el interés se tornan allí
tegia de largo plazo. A su vez, que tos y jóvenes combinado con el en importantes soportes de las
Osvaldo sea ‘querido’ y Amalia ‘odia- recurso de presentación de frag- regulaciones áulicas que, sin em-
da’, son hechos que dan cuenta de mentos de observación, pretendió bargo, no parecen garantizar esta
que la posibilidad de gestionar la situar al lector en el modus vivendi posibilidad si no se dispensan de
reciprocidad para promover los interaccional (Goffman, 1989) de modo ‘equilibrado’. Allí donde el
aprendizajes no depende sólo de la algunas clases. En las escenas re- equilibrio se pierde, algunos jó-
venes encuentran oportunidad de justificación, que permiten a los de trabajo más equitativo, el desa-
para presentarse a sí mismos des- “exitosos” ampararse en sus propios fío parece ser el de promover con-
de identificaciones ‘quilomberas’ méritos (por ejemplo, en la fortale- diciones institucionales para el des-
y ‘barderas’. Así, los más débiles za de su carácter) y a los más débi- pliegue de prácticas colaborativas
terminan pagando con la indisci- les, como Osvaldo, resguardarse en del cuerpo docente, de modo tal
plina en sus aulas el mal funcio- los escasos márgenes que ofrece su que ‘dejarse ayudar’ no sea “cosa de
namiento global de la institución posición de “víctimas” de la organi- incompetentes”.
(Martuccelli, 2009) y los requeri- zación escolar.
mientos de la sociabilidad juvenil.
La gestión de la reciprocidad se
Las desigualdades que operan con- produce en circunstancias de es-
figurando posiciones diferenciales casa cooperación entre colegas,
entre los docentes, parecen ocul- favorecidas también por el formato
tarse detrás de ciertos regímenes escolar. A la espera de un régimen
109
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111
Resumen Abstract
112 En nuestras aproximaciones al contexto escolar ob-
servamos que, para los educadores, la regulación de
During our approaches to secondary schools, we have
observed that educators consider the regulation of
la relación con sus estudiantes constituye uno de los their relation with pupils as one of the most difficult
aprendizajes más costosos de la construcción de su learnings that seem to develop quite autonomously.
rol, que parecería producirse con un importante mar- In Argentina, current researches allow to locate these
gen de autonomía. En Argentina, investigaciones ac- experiences at a social historical configuration char-
DOSSIER / ENTREVISTA / ARTÍCULOS / RESEÑAS
tuales permiten situar estas experiencias docentes acterized, from the ‘60s onwards, by changes in inter-
en una configuración socio-histórica caracterizada, generational relations, leading to a scenario with a lack
a partir de los años sesenta, por transformaciones en of clear models on how these relations should be held.
los vínculos de generación que habrían dado lugar From this proposition, we´ll explore some teacher ways
a un escenario que carece de consensos y modelos of regulation, considering the specificity of the school
claros respecto de cómo estos vínculos deberían es- interactional order, in which tensions between equity
tablecerse. Partiendo de esta proposición, explora- and hierarchy demands challenges educators to man-
remos algunas prácticas regulativas docentes en la age reciprocity. The analysis of the supports to these
especificidad de un orden de interacción escolar, en regulation practices will allow us to give account for
el que las tensiones entre lógicas igualitarias y jerár- some of the ways in which certain basic dispositions of
quicas imprimen a la tarea docente el desafío de ges- the teaching labor in Argentina condition the ways of
tionar la reciprocidad. El análisis de los soportes de inter-generational linkage. This implies reflections over
estas prácticas regulativas nos permitirá considerar working conditions.
algunos modos en que ciertas disposiciones básicas
del trabajo docente en Argentina condicionan las
modalidades de vinculación intergeneracional. Lo
que conlleva reflexiones acerca de las condiciones
en que se desarrolla esta tarea.