Está en la página 1de 13

Educación

FLACSO ARGENTINA
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales

46
propuesta@flacso.org.ar
ISSN 1995- 7785
ARGENTINA

2016
Artículos
Investigadores jóvenes
“Gestionar la reciprocidad. Trabajo docente y vínculos intergeneracionales
en la escuela primaria”, por Guido García Bastán.
Propuesta Educativa Número 46 – Año 25 – Nov. 2016 – Vol2 – Págs. 101 a 112
Gestionar la reciprocidad. Trabajo docente
y vínculos intergeneracionales en la
escuela secundaria

GUIDO GARCÍA BASTÁN*

Introducción Elias- la probabilidad de que los


jóvenes tuvieran “una capacidad
En este trabajo presentamos avan- creciente para influir sobre sus maes-
ces de una investigación doctoral tros a medida que se va modificando
centrada en el estudio de la con- el equilibrio [entre generaciones]”
flictividad intergeneracional en el (2004a:131). En Argentina, las tesis
nivel medio. Particularmente, nos de Elias han contribuido a estructu-
interesa indagar un espectro de fe- rar una línea de estudios acerca de
nómenos integrados al flujo de las los procesos de transformación de
interacciones cotidianas, que pue- las relaciones inter-generacionales
den comprenderse como parte de a partir de la denominada “bisagra

Artículos
una evaluación escolar informal (Pe- cultural” de los años sesenta (Ga-
rrenoud, 1990); aquella evaluación llo, 2011; Míguez, Gallo y Tomasini,
no codificada, que se despliega en 2015; Míguez, 2009). Momento a
el aula de manera permanente y se partir del cual se observa una tran-
efectiviza, principalmente, a través sición desde unas relaciones in-
de apreciaciones y juicios de valor.
Nuestro objetivo es aproximarnos
tergeneracionales marcadamente
jerárquicas, hacia otras más dialógi- Jóvenes
a una comprensión de la contribu-
ción que estas valoraciones hacen
cas y horizontales acompañadas de
nuevos sentidos acerca del ejercicio
investigadores 101
globalmente al desarrollo de con- de la autoridad por parte de la ge-
flictividad cotidiana en las escuelas. neración adulta.
Esta sección se propone generar
Existe un campo consolidado de Esta proposición permite proyectar un espacio que promueva y facilite

DOSSIER / ENTREVISTA / ARTÍCULOS / RESEÑAS


trabajos que atendieron ya a los un escenario caracterizado por la la publicación de las producciones
efectos productivos del juicio profe- relativización de las asimetrías ge- de jóvenes investigadores (juniors).
soral (Bourdieu y de Saint Martin, neracionales que tradicionalmente Con este fin, convocamos a
1998; Kaplan, 2009; Rosenthal y Ja- han modelado estos vínculos. Lo quienes quieran difundir los
cobson, 1980) pero, como señalara que los distingue de situaciones resultados de sus investigaciones
Tenti (2004a), las expectativas y pretéritas no sería entonces la pre- o trabajos académicos. Los
valoraciones de los estudiantes tie- sencia de conflictos, sino la relativi- requisitos para su publicación son
nen también un efecto productivo zación de sus formas tradicionales los mismos que para el resto de
sobre los docentes y, sin embargo, de tramitación. A una coexistencia los artículos de esta revista (ver
esta “influencia recíproca” no ha entre modalidades “tradicionales” y Parámetros para la presentación
sido suficientemente atendida por “nuevas” de ejercer la autoridad, se de artículos y reseñas).
la investigación. suma una ausencia de claridad res- Los artículos serán puestos
pecto de cómo deberían ser exac- a consideración de un referato
La sugerencia de Tenti se comple- tamente las segundas. Cuestiones que los evaluará valorando
jizaba al contemplar -basándose que “ponen en jaque” su carácter la originalidad y rigurosidad de
en la teoría civilizatoria de Norbert asimétrico (Míguez, 2009:153). sus postulados.

Lic. en Psicología y candidato a Dr. en Psicología, Universidad Nacio-


nal de Córdoba. Becario doctoral, CONICET Argentina, con sede en
el Instituto de Geografía, Historia y Ciencias Sociales de la Universi-
dad del Centro de la Provincia de Buenos Aires (IGEHCS, UNCPBA).
E-mail: guidogarciabastan@gmail.com

Propuesta Educativa, Año 25 Nro 46, p. 101 a 112, Noviembre de 2016


Guido García Bastán

En nuestra investigación hemos vínculos no es asunto reciente. En las dimensiones mencionadas, de


adoptado un enfoque cualitativo el contexto escolar, la conflictividad hecho consideramos que en mo-
centrado en un estudio de casos. en este plano de relaciones interper- mentos se solapa con ellas. Sin em-
Durante 2013 y 2014 trabajamos en sonales ha sido atendida apelando a bargo, implica la adopción de un
dos establecimientos educativos de nociones tales como Gobernabilidad enfoque que, sin desconocer los
la ciudad de Córdoba, selecciona- y Autoridad. condicionamientos estructurales,
dos intencionalmente por tratarse parte de las interacciones como uni-
de casos socialmente contrastantes; La primera surge en los setenta. En dades de análisis. Pretendemos cap-
uno de ellos es una escuela provin- un contexto de crisis de los Esta- tar un orden interaccional en que
cial pública de la zona sur de la ciu- dos de bienestar, la gobernabilidad las jerarquías entre generaciones se
dad, a la que asisten jóvenes de sec- era entendida como la capacidad encuentran relativizadas.
tores populares. Allí trabajamos con de éstos para dar respuestas a las
jóvenes de 1° y 4° año. El otro, es un demandas sociales. El correlato de El mismo Goffman (1983) definía a
establecimiento privado de modali- este proceso sobre el sistema edu- las interacciones en función de una
dad bilingüe-bicultural, ubicado en cativo se efectiviza en procesos de reciprocidad de influencias entre las
la zona norte, con una población de descentralización y fragmentación, acciones de individuos en co-pre-
jóvenes de clase media-alta. En este que afectaron a los países latinoa- sencia física. Su enfoque abogaba
caso, se trabajó con jóvenes de 3° y mericanos fuertemente durante los por comprenderlas como fenó-
4°. En cada una de las escuelas se lle- noventa (Tapia, 2008; Tenti, 2004b; menos regulados por sus propios
varon a cabo, durante un año, jorna- Tiramonti, 2004). Aspectos que, al códigos. En ello tampoco él desco-
das periódicas de observación par- masificarse la oferta educativa, ha- nocía la relevancia del orden macro
ticipante, entrevistas individuales a brían conducido hacia una crisis de social pero, en comparación con el
docentes y grupales a estudiantes. gobernabilidad, en la que las condi- programa parsoniano imperante de
ciones estructurales (pobreza, des- su época, otorgaba un papel tanto
A lo largo del trabajo se analiza un ocupación, violencia, desigualdad, menos determinante a este ele-
corpus empírico producido en la etc.) aparecen permeando las rela- mento sobre el orden de los fenó-
escuela de gestión privada. Foca- ciones interpersonales en los esta- menos interaccionales, cuanto que
lizaremos en ciertas modalidades blecimientos educativos (Alterman lo restringía a una mera relación de
102 docentes de regulación de los vín- y Coria, 2010). acoplamiento laxo (loose coupling)
culos con sus estudiantes, que de- entre ambos elementos (Goffman,
nominaremos modos de gestión La segunda noción comparte fre- 1983). Las situaciones cara-a-cara
de la reciprocidad. Una categoría cuentemente con la anterior la hipó- eran para él “un orden de fenómenos
provisoria que, en consonancia con tesis del declive institucional (Dubet, sociales con una historia específica”
nuestras hipótesis de trabajo, aspi- 2006). Fenómeno que haría de la (Joseph, 1999: 10).
DOSSIER / ENTREVISTA / ARTÍCULOS / RESEÑAS

ra a “captar” algunos aspectos de autoridad docente, cada vez más,


la interactividad intergeneracional una construcción personal cimen- Si el enfoque goffmaniano nos per-
que no remiten exclusivamente a tada en recursos personales ligados mite entonces tomar seriamente a
lógicas asimétricas. En la variedad al carisma y la fortaleza del carácter las interacciones como elementos
de prácticas que coexisten al inte- o a factores como la importancia de de análisis y asumir el desafío de
rior de un mismo establecimiento, la asignatura impartida dentro del reconstruir las lógicas que las orde-
la consideración de los soportes de currículum (Noel, 2009; Martuccelli, nan, el aporte que supone la noción
éstas conlleva además implican- 2009). La idea de modelo de auto- de regímenes políticos de interac-
cias para pensar las condiciones en ridad permite evaluar ciertos mo- ción (Martuccelli, 2007) evitará que
que se produce la labor docente. dos efectivos de construirla (Greco, perdamos de vista las tensiones allí
Pero antes de presentar los análisis 2007). No obstante, tal como ocurre existentes entre lógicas igualitarias
situaremos nuestra perspectiva di- con la gobernabilidad, parece más y jerárquicas que coexisten en las
ferenciándola de otros recorridos sencillo identificar las situaciones en interacciones áulicas, en tanto fenó-
teóricos. que esta cualidad resulta impugna- menos que se encuentran organiza-
da (Torres, 2014; Noel, 2009; Di Leo, cionalmente enmarcados (Vanders-
2008), lo que ha orientado algunos traeten, 2001).
esfuerzos hacia la observación de
los “encuentros pedagógicos” en El desarrollo antropológico en tor-
1. Acerca del enfoque adoptado que el ejercicio de la autoridad pare- no a la categoría de reciprocidad ad-
cería hacerse posible (Abrate, 2012). vierte que ésta no necesariamente
Nos orienta el desafío de construir comporta el carácter “comunal” o
una mirada cualitativa de los víncu- La opción por referir a una reciproci- pacífico que tendemos a asignarle
los intergeneracionales. El interés dad que debe gestionarse en modo desde el sentido común. Si Sahlins
de las Ciencias Sociales por dichos alguno desestima la relevancia de (1974) identificaba formas ‘positivas’

Propuesta Educativa, Año 25 Nro 46, p. 101 a 112, Noviembre de 2016


Gestionar la reciprocidad. Trabajo docente y vínculos intergeneracionales en la escuela secundaria

de reciprocidad, no debemos olvi- estudio que abordaremos, este prin- siempre esta cuestión competiti-
dar que éstas eran tales por oposi- cipio se efectiviza con recurrencia en va y donde no estamos acostum-
ción a otras ‘negativas’, guiadas por situaciones como la siguiente: brados a mostrarnos vulnerables.
el afán de “obtener algo a cambio de [Docente de 3º año]
nada” (p. 213) mediante el recurso Juan: Profe: ¿Usted sabía que la
de la astucia, la ingeniosidad e in- profe Funes se hizo 3 lipos [(lipo-
cluso la violencia. succiones)]?
Marcela (Docente): ¿Quién se Lo que ponía de manifiesto Mario,
Con estas herramientas concep- hizo lipo… ? al margen de sus buenas intencio-
tuales en mente emprenderemos Martín: La profe Funes. Siempre nes, era el registro de soledad en
un análisis ordenado fundamen- viene y dice: “Ay, me hice la li- que muchas veces el rol parece
talmente por los siguientes inte- pooo…” construirse; en la tensión entre la
rrogantes: ¿Cómo los educadores Marcela: No sabía, no la cruzo ausencia de abordajes colectivos y
gestionan las tensiones entre ló- mucho. la ‘difícil solidaridad profesional en-
gicas jerárquicas y dialógicas en la Fernando: ¿A usted cómo le cae tre profesores’ (Martuccelli, 2009:
relación con sus estudiantes? ¿Qué Sandra [otra docente]? 108) que dificulta ‘dejarse ayudar’,
tipos de reciprocidad ordenan las Marcela: A mí me caen bien to- toda vez que podría constituir un
relaciones entre adultos y jóvenes dos los profes. reconocimiento público de incom-
en el aula? ¿Qué soportes se ponen Fernando: ¡¿Sandra?! petencia.
en juego en estos “intercambios”? Juan: ¡Se va a ir corriendo esa vieja!
Marcela: ¡Basta! ¡No sé de qué ha- Cuando solicitamos a los jóvenes
Comenzaremos caracterizando las blan y no me interesa! ¡Cada vez precisiones respecto de aquello a
tensiones a las que aludimos. que dicen algo hay problemas! lo que aluden como una posibili-
[Observación de clase] dad de ‘hablar de cosas’ con un do-
cente, vemos que en ello ponen en
juego una sensibilidad que les per-
mite identificar ciertos adultos con
2. ‘Hablemos de cosas’ Escenas como la anterior fueron quienes resulta viable la interacción
evocadas también por los educa- verbal en torno a tópicos que exce- 103
En nuestro trabajo con estudiantes dores que participaron de nuestra den lo curricular: temas cotidianos,
de 1° año (García Bastán, 2014) adver- investigación cuando señalaban a infidencias de la práctica docente e
timos que entre las cualidades que la regulación de la ‘relación con los intimidades diversas son algunas de
hacen a un ‘profe piola’ o ‘pulenta’, una chicos’ como uno de los aprendi- las ‘cosas’ de las que desean ‘hablar’:
de las más valoradas por ellos es la zajes más costosos y relevantes de

DOSSIER / ENTREVISTA / ARTÍCULOS / RESEÑAS


‘paciencia’; efectivizada como la bue- la ‘construcción del rol docente’. Sin Entrevistador: ¿Cómo se dan
na predisposición del educador para embargo, con recurrencia, también cuenta de que con un profe se
repetir explicaciones, o en la conce- afirmaban que sus trayectos forma- puede hablar de cosas?
sión de “moratorias” a los plazos de tivos parecerían no haber provisto Joaquín: Porque lo intentamos. No-
entrega de trabajos. Sin embargo, de herramientas adecuadas para sotros no somos de los mejores
conforme avanzan en su trayectoria, conseguirlo: grupos que hay en el colegio, o
y quizá a medida que la consolida- sea…
ción del oficio de alumno (Perrenoud, Nicolás: Está marcado que somos
1990) hace que los ritmos de clase de- el peor curso.
jen de ser una preocupación central, Mario: Vos entrás por primera vez [Jóvenes de 4º año]
observamos en nuestros casos de a hacerte cargo de un curso y pla-
estudio que la preferencialidad de nificaste algo y te sonaron media
los estudiantes de cursos más altos hora de tiempo y no supiste qué
parece dirigirse hacia adultos con hacer y bueno... se aprende… me Esta “disposición” en un docente no
quienes se puede ‘hablar de cosas’, en encantaría trabajar en formación puede ser inferida sino producien-
franca correspondencia con lo que docente, para compartir todo lo do una interpelación, un ‘intento’,
Dubet y Martuccelli (1998) identifica- que no me dio la formación aca- como explicaba Joaquín. Si pensá-
ron como el principio de reciprocidad démica y si me dio la experiencia ramos que en dicho intento el estu-
del colegial. Los autores aludían a la […] La dificultad más grande está diante corre cierto riesgo, veríamos
tendencia adolescente a reemplazar en que cada uno de los docentes que en cualquier caso (incluso aquel
la omnipotencia del maestro, propia seamos capaces de dejarnos ayu- que, no resultando exitoso, pudiera
del escolar, por expectativas en las dar […] por ahí es difícil reconocer resentir la relación con el docente)
que la relación docente-alumno no la necesidad del otro, y menos en la acción concede un rasgo de au-
sería ya unidireccional. En el caso de ámbitos laborales, donde aparece tenticidad en el espacio de pares;

Propuesta Educativa, Año 25 Nro 46, p. 101 a 112, Noviembre de 2016


Guido García Bastán

el sello de quien no tiene una ‘cara’ que al principio hay como más venir. En otra ocasión (García Bas-
que perder: distancia, quiero mantener los tán, 2014), reconstruimos algunas
roles bien diferenciados, que mi estrategias juveniles orientadas a
Durante la evaluación de contabi- rol se diferencie como autoridad ‘ganarse al profesor’, que implican la
lidad ocurre el siguiente episodio: digamos. Pero a lo largo del año exhibición de actitudes colaborati-
Joaquín: “profe: ¿su hija va al cum- veo como que a ese rol me lo vas con el docente. Otras investiga-
ple de 15 de Romina Viale? [La hija van desdibujando, y termino, no ciones han registrado estrategias
de la docente es alumna de otro digamos siendo una amiga de complementarias en los adultos,
curso en la escuela]” los chicos, pero… expresadas como una necesidad
Docente: [con expresión sería] [Docente de 4º año] de ‘plantar bandera’ (Torres, 2014)
“Si ya terminó la prueba, entre- y generar las condiciones necesa-
gue…” rias para enseñar (Alliaud, 2004).
(Transcurren 10 minutos, el exa- Lo común es que adultos y jóvenes
men continúa) Los esfuerzos de Andrea por ‘man- vislumbran con dificultad la posibi-
Joaquín: “Profe: al final no me tener los roles diferenciados’ se hacen lidad de modificación de la relación
contestó la pregunta: ¿va su hija comprensibles si tenemos en cuen- una vez que ésta ha sido definida.
al cumple de Romina?” ta que la pedagogía moderna se En sus entrevistas, la mayoría de
(La docente sonríe resignada y asienta sobre una relación inmodifi- los docentes referían a estrategias
asiente con la cabeza). cablemente asimétrica entre docente empeñadas en definirla en sus
Joaquín: “¡Vaaamos! ¡¡Estoy cho- y alumno (Pineau, 2001). El orden propios términos, que implicaban
cho!!” interaccional áulico se encuentra algún tipo de posicionamiento
Juan Pablo: “¡no me daría la cara atravesado por las lógicas opuestas ante las tensiones configuradas
para ser el Joaco!”(Varios estu- de dos regímenes políticos de inte- en torno a demandas jerárquicas e
diantes se ríen y festejan la si- racción: el de igualdad, traccionado igualitarias. Llamaremos gestión de
tuación) fundamentalmente a través de los la reciprocidad a la construcción y
[Observación de clase] ‘intentos’ juveniles, y el de jerarquía, sostenimiento de dichos posiciona-
profundamente cimentado en el mientos. Distinguiremos un tipo de
mandato fundacional de la escuela: gestión estratégica (que incluye las
104 la custodia de la minoridad (Álvarez estrategias progresiva y equilibrada)
Trabajos clásicos han señalado ya Uría y Varela, 1991; Furlán, 2004). del que denominaremos como ges-
que son generalmente estudiantes Como señala Martuccelli (2007), tión no controlada.
varones quienes interpelan a los puede pensarse como “una tensión
adultos, identificándose en mode- que […], por un lado, jerarquiza los
los masculinos hegemónicos, ex- vínculos y, por el otro, iguala los inter-
DOSSIER / ENTREVISTA / ARTÍCULOS / RESEÑAS

presados en lo que puede ser pen- cambios” (p. 256). A su vez, jerarquía
sado como una cultura contraescolar e igualitarismo son dos estatutos 3. Las estrategias docentes
(Renold, 2001; Willis, 1988). En los ca- que se tensan en los sistemas de re-
sos estudiados algunos varones se ciprocidad (Reygadas, 2008), lo que 3.1. ‘Hazte la fama y échate a dormir’:
constituyen -al interior del espacio nos provee de otro motivo para ex- La estrategia progresiva
de pares- como ‘barderos’ o ‘quilom- plorar la regulación de los vínculos
beros’. Categorías que, a diferencia desde esta clave de lectura. Sandra es docente en la escuela des-
de lo que proponen otras investi- de hace décadas. Cuando ingresa al
gaciones (Di Napoli, 2013; Kessler, Algunos de los trabajos citados pre- aula se produce silencio inmediata-
2007), no se definen aquí tanto por viamente reconocen de modo im- mente y es posible apreciar la agili-
la comisión de actos ilícitos o vio- plícito las variadas tensiones entre dad con que los cuerpos juveniles
lentos (aunque ciertamente no los lógicas horizontales y jerárquicas al adquieren tonicidad, disponiéndose
excluyen), sino por el desacato a la advertir que los estudiantes llegan, de pie para brindarle un saludo al uní-
regulación adulta y escolar (García en ocasiones, a ejercer mayor po- sono. En su entrevista ella comentaba
Bastán, 2015). En estas interaccio- der que sus docentes (Hernández lo siguiente en relación a la que con-
nes ellos producen una exploración Méndez y Reyes Cruz, 2011), menos- sidera su ‘fama’ dentro de la escuela:
activa de los límites de cada docen- cabando, o incluso impugnando, su
te, incrementando así la “destreza” autoridad (Di Leo, 2008; Noel, 2009; Es un peso que no me lo pude
para desestabilizarlo o, como expre- Torres, 2014). sacar nunca de encima, porque
saba una docente, para ‘desdibujar los chicos cuando me tienen por
su rol’: Adultos y jóvenes parecerían acor- primera vez arrancan con miedo.
dar respecto de que el momento [Docente de 4º año]
Andrea: … a lo largo del año la inaugural de la relación docente-
relación va cambiando, como grupo sería determinante de su de-

Propuesta Educativa, Año 25 Nro 46, p. 101 a 112, Noviembre de 2016


Gestionar la reciprocidad. Trabajo docente y vínculos intergeneracionales en la escuela secundaria

Pese al tono resignado con que Con expresión atemorizada, Fran- sin esto de tener que yo andar
parecía aceptar este “lastre”, y sin cisco asiente con su cabeza y per- siendo un poco el militar que di-
solución de continuidad, orgullosa, manece en silencio. rige. Ya en 6to, trabajan solos y yo
decía verse reflejada en la siguiente [Observación de clase] formo parte del acompañamiento
descripción pública que una colega, en las materias, pero no soy “LA
que años atrás había sido su alum- docente que te mata”, lo soy en
na, hiciera de ella en ocasión de la 4to. De todos modos, por lo que
celebración del día del profesor: Pocos docentes de la casa tienen dicen los chicos en el pasillo, […]
la antigüedad y carga horaria de en el caso mío me ha llegado que
Una alumna terminó siendo Sandra. Pero quizá el rasgo más os- es “con la Martínez tenés que es-
maestra jardinera en el colegio. tensible de su posición en la escuela tudiar”, y está bueno eso, a mí me
Un año le tocó dirigir un acto y […] sea su continuidad en el acompaña- gusta que ellos tengan esa per-
dijo algo que me quedó marcado miento de cada grupo de estudian- cepción.
por el resto de mi vida: “Un ejem- tes a lo largo de una progresión de [Docente de 4º año]
plo de tantos profesores a los que años sucesivos. Al ser docente de los
tenemos que agradecer es San- últimos 4 años, los estudiantes que
dra, a la que en 4° odiamos, en 5° llegan por primera vez a su clase
la entendemos y en 6° queremos”. saben que no es estratégico enfren- Marisa también ‘arranca’ con mano
Nunca más me lo olvidé, esa frase tarse y quedar ‘fichado’ con quien dura; dirigiendo ‘como un militar’. El
la repito siempre. Primero, porque los acompañará en dos asignaturas final del fragmento anterior de su
me hizo llorar y segundo, porque troncales durante el resto de su tra- relato nos permite inferir que la fa-
define exactamente lo que pasa yectoria escolar: chada ‘exigente’ que estas docentes
conmigo. Siempre fui de la idea construyen no sólo funciona como
de que si yo no arranco con mano Pía: A mí no me daría para ir a de- barrera de contención “mecánica”
dura desde el principio los chicos latar a Sandra que hizo “tal cosa”. de las demandas juveniles en el
se te suben al hombro como quie- Si la de música hace algo voy y le momento inicial de la relación con
ren, porque hoy lo normal es no digo a la directora “hizo tal cosa”, un grupo. También lo hace por las
poner límites, hoy es la regla. pero con Sandra… repercusiones que esta imagen tie-
[Docente de 4º año] Investigador: ¿Por qué con Sandra ne entre quienes, no habiendo sido 105
no? aún alumnos suyos, entran ya en
María: Perdés la confianza que te contacto con ciertas informaciones
tiene de ‘pasillo’. Así, de modo tempo-
Emocionada, Sandra rememoraba Verónica: Aparte, llegás a hacer ralmente diferido, estas docentes
el episodio reconociéndose en esa eso y ella se entera… [Pone cara confirman en el encuentro con cada

DOSSIER / ENTREVISTA / ARTÍCULOS / RESEÑAS


imagen de la docente ‘odiada’, ‘en- de asustada] nuevo grupo de estudiantes lo mis-
tendida’ y, finalmente, ‘querida’. La Pía: … Estás fichado. mo que el investigador comprende
marca de una gestión progresiva [Jóvenes de 3° año] a partir de las conversaciones con
de la reciprocidad se visibiliza en la estos últimos: la fuerte correspon-
apelación a la ‘mano dura’ con la que dencia entre la expresión que inten-
decía ‘arrancar’. Cuestión que en sus tan dar y aquella que emanan (Goff-
clases parece efectivizase a veces Veremos también en el relato de man, 1989):
como una actitud de intransigencia Marisa, docente de dos asignaturas
hacia las solicitudes de los jóvenes: en los últimos tres años, que la estra- Lisandro: ya todo el mundo dice
tegia progresiva implica un uso ins- que Sandra es mala, tiene la fama
Sandra y los estudiantes de 3° año trumental de esta posición, en pos de que pone “unos” por todo, en-
organizan el acto del día de la de generar una fachada “temible” tonces asusta.
bandera. y jerárquica que, en el trato singu- [Joven de 3º año]
La docente comunica el día y el lar con cada grupo, puede ir siendo
horario del acto y lo escribe en el gradualmente sustituida por líneas
pizarrón. Francisco, un alumno, de acción más horizontales y dialó-
sugiere otro horario que conside- gicas, conforme se percibe que ello Esta clase de imputaciones juveni-
ra más conveniente, exponiendo no pone en riesgo el control sobre la les permiten inferir el cumplimiento
sus fundamentos. situación de clase: sobre algunos docentes del efecto
Profesora: [elevando el tono de de profecía auto-cumplida, tantas
voz y con ironía] A ver… ¿te estoy Marisa: en 4° año soy sumamente veces evocado para referir a la vio-
hablando en castellano? Porque exigente y doy mucho para es- lencia simbólica que comportan las
me parece que no entendés… ¡Es tudiar, en 5to año ellos ya tienen taxonomías escolares sobre los es-
a las siete y media! esta mecánica […] y trabajamos tudiantes (Bourdieu y de Saint Mar-

Propuesta Educativa, Año 25 Nro 46, p. 101 a 112, Noviembre de 2016


Guido García Bastán

tin, 1998; Kaplan, 2009; Rosenthal y desde el comienzo de la relación, de Mabel: Antes era más verduga:
Jacobson, 1980). Sin embargo, po- un modo equilibrado. “yo te doy matemática, tu vida
dríamos preguntarnos cuánto del privada no me interesa”, que en
“éxito” de estas docentes depende el fondo es la realidad ¿viste? Em-
de su trabajo de cara y en qué me- pecé a atenderlo por una cuestión
dida no sería explicable por aspec- 3.2. Dar algo a cambio de algo: La es- de tener paz en el aula […] te das
tos ya referidos de su posición en la trategia equilibrada cuenta de que los chicos necesi-
escuela. Si la posibilidad de ‘tener tan otro acompañamiento, más
fama’ está supeditada al tiempo Ernesto es uno de los docentes más cercano, que les sonrías, que les
que cada docente transcurre en el jóvenes de la escuela. De acuerdo hables...
establecimiento, no menos cierto a lo que comentan sus estudiantes, [Docente de 3º año]
es que la estrategia progresiva sólo con él ‘se puede hablar de cualquier
puede desplegarse a condición de cosa’. Trabaja en la escuela desde
contar con una distribución de ho- hace varios años, sin embargo tie-
ras cátedra en años consecutivos de ne sólo unas pocas horas cátedra Escuchar no sólo requiere de una
la trayectoria de los jóvenes. De lo concentradas en 4° año. Lo que con- atención hacia los intereses e inquie-
contrario, como veremos más ade- lleva que sólo tenga contacto con tudes juveniles. En tanto supone una
lante, quien desde otra posición se los grupos durante un año, tiempo habilitación para ‘hablar de cosas’,
muestre demasiado estricto, puede durante el cual intenta ‘no generar exige una actitud de vigilancia de los
ser tomado rápidamente por ‘har- conflictos’: ‘límites’ de lo que se enuncia:
tante’ o ‘insoportable’, sin conseguir
con ello ‘imponer respeto’, por cuan- Ernesto: En general me llevo bien Mabel: Yo necesito poder vincular-
to su margen de coacción sobre los [con los chicos] y también es un me […] el límite lo pongo yo […]
jóvenes se encuentra restringido al esfuerzo. Trato de no generar con- Se meten hasta donde yo los dejo
escaso tiempo en que acompañará flictos, de que el punto de estas 4 meter, y digo hasta donde quiero
al grupo. horas que estamos juntos no sea decir. [...] A mí no me importa si le
resolver cuestiones de relaciones digo a un chico “che nabo: callate”,
Permanencia y continuidad son en- humanas, sino que eso sea fluido porque a veces les digo cosas así.
106 tonces los soportes de la estrategia […] No he tenido problemas… Yo sé que a lo mejor no tendría
progresiva. Los testimonios de San- Entrevistador: ¿Qué tipo de proble- que decirlo […] siempre estoy en
dra y Marisa nos permiten aducir mas? los bordes.
que se asienta en un ideal de so- Ernesto: De manejo del grupo […] [Docente de 3º año]
ciabilidad entre adultos y jóvenes el comportamiento, lo disciplinario.
cimentado en un intercambio pací- [Docente de 4º año]
DOSSIER / ENTREVISTA / ARTÍCULOS / RESEÑAS

fico y equilibrado (Mauss, 2010); do-


centes que enseñan y alumnos que Ernesto: Trato de mantener un
respetan los ‘limites’. La tensión en- equilibrio, pero hay cuestiones de
tre ambos regímenes en este caso La estrategia equilibrada que, como las que hablas y otras de las que
se resuelve con un trayecto desde Ernesto, algunos docentes parecen no […] Entonces les digo: “No me
un énfasis en las jerarquías hacia un adoptar, concede cierto espacio hagan preguntas como: ¿tiene re-
régimen efectivamente recíproco. para la satisfacción de las demandas laciones [sexuales]?”
Estas docentes acusaban agencia juveniles dentro de unos ‘límites’ [Docente de 4º año]
plena para imponerse ante una efer- que deben disputarse de manera
vescencia juvenil que, como sugería activa y permanente. Los educado-
Sandra, ‘hoy es la regla’. Desconocían res enumeran algunas “tácticas”. ‘Es-
en ello, aunque dejaban entreverlo cuchar’, por ejemplo, implica abrirse Cabría preguntarnos: ¿Por qué Er-
en su discurso, que su posición en la a una “escucha” en busca de ‘formas nesto y Mabel acceden a satisfa-
escuela las habilita en mayor medi- efectivas de llegar’: cer las demandas juveniles cuan-
da que a otros colegas para ejercer do hacerlo supone el riesgo de
‘mano dura’. Ernesto: lo primero que hago es perder el ‘equilibrio’ o salirse de
escuchar, trato de saber qué les los ‘bordes’?
Así, ante ciertas demandas juveniles interesa […] sus, inquietudes por-
que parecerían a veces no encon- que, eso me permite ir abriendo ‘Escuchando’ a los jóvenes, estos
trar límite, observamos que quienes también formas de llegar más docentes parecen generar las con-
se encuentran en otras posiciones, efectivas diciones propicias a los procesos
ocasionalmente optan por una se- [Docente de 4º año] de enseñanza-aprendizaje; el or-
gunda estrategia que lidia precisa- den, la ‘paz en el aula’. Sirviéndonos
mente con la tarea de establecerlo, del lenguaje del don (Mauss, 2010)

Propuesta Educativa, Año 25 Nro 46, p. 101 a 112, Noviembre de 2016


Gestionar la reciprocidad. Trabajo docente y vínculos intergeneracionales en la escuela secundaria

podemos pensar que si, como edu- ciado por sus estudiantes. Con él, Cada vez que Amalia quiere ha-
cadores, pretenden trabajar con según comentaban en una entre- blar, los jóvenes comienzan a
los jóvenes en el ‘rol’ que intentan vista sus propios alumnos, hay un gritar. Hacen ruidos e incluso al-
‘construir’, habría un “capital dispo- ‘exceso de confianza’ que, sin em- gunos tocan la flauta tapando su
sicional juvenil” que aspira a con- bargo, no parecería ser un soporte voz.
seguirse como contra-don por la para sus prácticas regulativas: Amalia [con el ceño fruncido]:
oferta de escucha, afecto o interés. ¡Cuando se callen continuo! [Per-
Son estos soportes (ligados a cua- Osvaldo solicita a Joaquín, un es- manece en silencio, de brazos
lidades personales) los que en esta tudiante, que trabaje. cruzados].
estrategia ponen en acto la dialéc- Joaquín [al docente] ¿¡Queeé!? Los jóvenes comienzan a guardar
tica entre regímenes de interacción: ¡¡Yo estoy trabajando gordooo!! sus pertenencias en las mochilas,
jerarquía e igualdad. Desde la teo- Dos varones comienzan a pegar- como si la docente ya no estuvie-
ría del don Reygadas (2008) des- se. En su afán de aplacar la situa- ra en el aula.
taca el interés egoísta que entraña ción el docente acompaña a uno Amalia: ¡Estoy esperando que
toda donación, en tanto consigue de ellos hasta su banco. En ese saquen la agenda para anotar la
el estatus “endeudando” al donata- trayecto otro joven lo empuja y tarea!
rio. Quienes triunfan en la gestión se ríe. Suena el timbre y nadie toma
equilibrada, consiguen ‘ganarse a Habiendo estado a punto de nota, algunos comienzan a levan-
los chicos’, “trocando” ‘escucha’ por caerse, el docente se reincorpora tarse para salir del aula.
‘respeto’: y vuelve a pedirle a Joaquín que [Observación de clase]
retome el trabajo.
Fabián: Ernesto tiene autoridad Joaquín: [dirigiéndose al docen-
Entrevistador: ¿por qué tiene au- te] “Callate, porque te voy a hacer
toridad? cagar a vos también”. En el contexto francés, Martuccelli
Fabián: porque es piola Sin enunciar palabra y con expre- (2009) señala la “importancia” de
Federico: porque nos llevamos sión seria, Osvaldo regresa a sen- cada asignatura en el currículum
bien con él y lo respetamos por tarse en su escritorio. como uno de los elementos que
eso. Como que nos cae bien, no [Observación de clase] pueden hacer diferir la declinación
queremos molestarlo. de la autoridad. Si en estas viñetas 107
[Jóvenes de 4º año] son docentes de artes quienes ma-
yores dificultades experimentan
Si el anterior fragmento bastase en el ‘manejo de grupo’, cuando si-
para dejar en claro que Osvaldo tuaciones similares ocurren en las
A la manera de un ‘mecanismo de no consigue establecer ‘límites’ en clases de asignaturas “importan-

DOSSIER / ENTREVISTA / ARTÍCULOS / RESEÑAS


arranque’ (Sahlins, 1974), un don la relación con los jóvenes, llega- tes”, otros elementos comienzan a
que todavía no ha sido retribuido dos a este punto deberíamos, sin visibilizarse. Es que la importancia
“crea algo entre la gente: engendra embargo, comenzar a sospechar puede responder a una jerarquía
una continuidad en la relación, una que las posibilidades de conse- cualitativa entre distintos saberes –
solidaridad, por lo menos hasta que guirlo dependen marginalmente la ciencia sobre las artes- o de índo-
la obligación de reciprocidad se cum- del emprendimiento de acciones le cuantitativa; la cantidad de horas
ple” (p. 227). concretas. Si pudiera argumentar- asignadas.
se que ‘ser gritón’ o ‘exigente’ son
Sin embargo, y pese al énfasis en recursos al alcance de todos los Vemos que cuando, contrariamen-
la agencia personal que expresan educadores, veríamos que no toda te a lo que sucedía con Sandra, la
estas narrativas, veremos que no se movilización de éstos es conside- ‘fama’ no anticipa un carácter ‘estric-
trata de una receta, sino más bien rada legítima por los jóvenes: to’, ‘malo’ o ‘exigente’ que establezca
del registro subjetivo de una labor ‘límites’, es probable que los jóvenes
artesanal y cotidiana que no todos María: … a la de música [Amalia] opten por ‘llevar al límite’ al docen-
los educadores consiguen empren- la llevábamos al límite siempre. te. De modo similar a como Sahlins
der exitosamente. Flor: La fama que tenía la de mú- (1974) comprendía al ‘regateo’, el es-
sica era de hartante, insoporta- píritu de las acciones emprendidas
3.3. De cuando el equilibrio se pier- ble, que las clases eran pesadas, hacia Amalia y Osvaldo parece ser
de: la gestión no controlada que la odiaban, no tenía fama de el de “llegar hasta donde se pueda”
estricta. (p. 214):
El caso de Osvaldo, docente de ar- Carolina: No imponía respeto.
tes en 4° año, es bastante singular. [Jóvenes de 3º año] Osvaldo: … A veces vengo con
Trabaja en la escuela desde hace una actitud enojada, como para
muchos años y es sumamente apre- mostrarles que tienen que res-

Propuesta Educativa, Año 25 Nro 46, p. 101 a 112, Noviembre de 2016


Guido García Bastán

ponder a eso y... me doy cuenta simpatía que cada docente pueda tratadas cobraron relevancia los
de que no sirve, entonces me re- inspirar. Si los jóvenes responden posicionamientos docentes ante
lajo y trato de que hagan algo. allí donde encuentran ‘límites equi- lo que señalamos como una doble
[Docente de 4º año] librados’ eso puede estar indicando exigencia del orden de interacción
que, pese a la incertidumbre que escolar: jerarquía e igualdad. La
anida en las narrativas docentes, idea de soportes, algo amplia pero
algunos modelos de autoridad con- operativa, nos permitió identificar
Cuando ‘enojarse no sirve’ y el siguen construirse sin necesidad de en cada caso qué recursos consti-
‘equilibrio’ claramente se pierde, apelar a viejas jerarquías, en lo que tuían cimientos para la regulación
la demanda de respeto recíproco podría pensarse como una autori- áulica.
puede provenir del docente, que dad basada en la igualdad (Greco,
aspira a restablecer criterios de jus- 2007). Algunos de ellos remiten a una de
ticia igualitarios que le permitan, si las disposiciones básicas en torno
ya no obtener algo de los jóvenes, Clases como las de Amalia y Os- a la cuales se estructuró la escuela
al menos dejar de sentirse violenta- valdo son instancias que permi- media argentina: la organización
do por ellos: ten a los jóvenes presentarse a del trabajo docente por horas de
sí mismos como ‘rebeldes’ o ‘qui- clase, que limita las posibilidades
Osvaldo: algunos chicos son irres- lomberos’. Algo que en el espacio de acompañamiento a las trayecto-
petuosos […] contestan mal... re- de sociabilidad juvenil, lejos de rias estudiantiles (Terigi, 2008; Zie-
cibí algunos insultos de parte de constituir un estigma, se asume gler y Nobile, 2014). Permanencia y
ellos, así que bueno, los saqué del muchas veces como símbolo de continuidad: los soportes en que se
aula y hablé, [les dije:] “si yo no te estatus. Así, no por encontrarse asienta la estrategia progresiva dan
insulto ¿por qué me insultás?”[…] en crisis deja de ser el desafío a la cuenta de que detrás de la ‘mano
la gran mayoría cree que, porque autoridad una vía para la constitu- dura’ imputada por algunos docen-
pagan la cuota, no se tienen que ción identitaria. tes, hay una posibilidad de trans-
llevar la materia. currir más tiempo en las escuelas
[Docente de 4º año] De modo que, podría pensarse que y generar progresivamente un co-
los modos negativos de reciproci- nocimiento mutuo con sus estu-
108 dad contribuyen globalmente a la diantes. Este señalamiento abona
fabricación de jerarquías escolares los hallazgos de las investigaciones
Osvaldo “confiesa” sus dificultades que no sólo distinguen pública- centradas en formatos escolares
en la regulación de la relación con mente a los ‘buenos’ y ‘malos’ do- apuntalados por estrategias de
sus estudiantes y simultáneamen- centes. También delimitan taxono- personalización de los vínculos, que
te, a diferencia de los casos ante- mías que participan en los procesos identifican -incluso en contextos
DOSSIER / ENTREVISTA / ARTÍCULOS / RESEÑAS

riores, se presenta relativamente juveniles de construcción identita- socialmente disímiles- una cons-
desprovisto de agencia. Identifica ria; estudiantes ‘buenos ’, ‘educados’ trucción de confianza recíproca
cierta irreverencia como rasgo de y ‘tranquilos’ o ‘malos’, ‘quilomberos’ entre docentes y estudiantes que
la población de estudiantes de la y ‘barderos’ (García Bastán, 2015; Di colabora en la consolidación de
escuela. Así, lo que en ocasiones Napoli, 2013; Kaplan, 2009; Kessler, pautas de conducta favorecedo-
ha sido señalado como la ‘fortale- 2007). Categorías de suma relevan- ras del trabajo escolar (Maddonni,
za extra’ del ‘estudiante devenido cia en el espacio de sociabilidad 2014; Martínez, 2015; Ziegler y No-
cliente’ (Allidière, 2004: 61) consti- juvenil, cuya asunción situacional bile, 2014).
tuye para él un repertorio fértil en se pierde de vista en la valoración
que excusarse y resguardar algo individual y aislada de lo que ocurre En nuestro caso de estudio, la
de sí mismo. en cada clase. mayoría de los docentes se en-
cuentra en un terreno resbaladi-
Que Amalia tenga ‘fama de insopor- zo, en el que la mantención de un
table’ por incurrir en prácticas simi- ‘equilibrio’ supone un extenuante
lares a las que instrumenta Sandra, trabajo de presentación de sí mis-
nos permiten pensar que éstas no Reflexiones finales mos y meticulosa vigilancia sobre
son útiles en sí mismas sino en tan- aquello que presentan. El afecto,
to puedan inscribirse en una estra- El recorrido por los relatos de adul- la escucha y el interés se tornan allí
tegia de largo plazo. A su vez, que tos y jóvenes combinado con el en importantes soportes de las
Osvaldo sea ‘querido’ y Amalia ‘odia- recurso de presentación de frag- regulaciones áulicas que, sin em-
da’, son hechos que dan cuenta de mentos de observación, pretendió bargo, no parecen garantizar esta
que la posibilidad de gestionar la situar al lector en el modus vivendi posibilidad si no se dispensan de
reciprocidad para promover los interaccional (Goffman, 1989) de modo ‘equilibrado’. Allí donde el
aprendizajes no depende sólo de la algunas clases. En las escenas re- equilibrio se pierde, algunos jó-

Propuesta Educativa, Año 25 Nro 46, p. 101 a 112, Noviembre de 2016


Gestionar la reciprocidad. Trabajo docente y vínculos intergeneracionales en la escuela secundaria

venes encuentran oportunidad de justificación, que permiten a los de trabajo más equitativo, el desa-
para presentarse a sí mismos des- “exitosos” ampararse en sus propios fío parece ser el de promover con-
de identificaciones ‘quilomberas’ méritos (por ejemplo, en la fortale- diciones institucionales para el des-
y ‘barderas’. Así, los más débiles za de su carácter) y a los más débi- pliegue de prácticas colaborativas
terminan pagando con la indisci- les, como Osvaldo, resguardarse en del cuerpo docente, de modo tal
plina en sus aulas el mal funcio- los escasos márgenes que ofrece su que ‘dejarse ayudar’ no sea “cosa de
namiento global de la institución posición de “víctimas” de la organi- incompetentes”.
(Martuccelli, 2009) y los requeri- zación escolar.
mientos de la sociabilidad juvenil.
La gestión de la reciprocidad se
Las desigualdades que operan con- produce en circunstancias de es-
figurando posiciones diferenciales casa cooperación entre colegas,
entre los docentes, parecen ocul- favorecidas también por el formato
tarse detrás de ciertos regímenes escolar. A la espera de un régimen

109

DOSSIER / ENTREVISTA / ARTÍCULOS / RESEÑAS

Bibliografía
Abramowski, A. (2010), Maneras de querer. Los afectos docentes en las relaciones pedagógicas, Buenos Aires, Paidós.

Abrate, L. (2012), La construcción de la autoridad pedagógica en la escuela. Cuadros escolares proyectados, Madrid, Editorial Aca-
démica Española.

Alliaud, A. (2004), “La experiencia escolar de maestros ‘inexpertos’. Biografías, trayectorias y práctica profesional”, en Revista
Iberoamericana de Educación, vol. 3, núm. 34, pp.1-12.

Allidière, N. (2004), El vínculo profesor-alumno. Una lectura psicológica, Buenos Aires, Biblos.

Alterman, N. y Coria, A. (2010), “Condiciones de escolarización y transmisión de saberes: indicios en un contexto de pobreza y
crisis de gobernabilidad”, en Cuadernos de educación, año 8, núm. 8, pp. 205-218.

Álvarez Uría, F. y Varela, J (1991), Arqueología de la escuela, Madrid, La Piqueta.

García Bastán, G. (2014), “Entre ‘ortibas’ e ‘insolentes’ en la escuela: de procesos evaluativos informales en las actuales confi-
guraciones inter-generacionales”, en H. Paulín y M. Tomasini (coords.), Jóvenes y escuela: relatos sobre una relación compleja,
Córdoba, Brujas.

Propuesta Educativa, Año 25 Nro 46, p. 101 a 112, Noviembre de 2016


Guido García Bastán

García Bastán, G. (2015), “’Quilomberos… pero bien educados’. La buena educación como competencia moral de sectores de
elite. Un estudio de caso en una escuela secundaria de la ciudad de Córdoba, Argentina”, en Revista Brasileira de Sociologia da
Emoção, año 14, núm. 40, pp. 62-78.

Bourdieu, P. y de Saint Martin, M. (1998), “Las categorías del juicio profesoral”, en Propuesta Educativa, núm. 19, pp. 4-18.

Di Leo, P.F. (2008), Subjetivación, violencias y climas sociales escolares. Un análisis de sus vinculaciones con experiencias de promo-
ción de la salud en escuelas medias públicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, (Tesis doctoral no publicada), Universidad
Nacional de Buenos Aires.

Di Napoli, P. (2013), “Violencia, racismo y escuela. El caso de los alumnos tipificados como violentos”, en Propuesta Educativa,
año 22, núm. 39, pp. 43-50.

Dubet, F. (2006), El declive de la Institución. Profesiones, sujetos e individuos ante la reforma del Estado, Barcelona, Gedisa.

Dubet, F. y Martuccelli, D. (1998), En la escuela. Sociología de la experiencia escolar, Buenos Aires, Losada.

Furlán, A. (2004), “Reflexiones sobre la disciplina, la indisciplina y la violencia en los centro educativos”, en A. Furlán, C. Sauce-
do Ramos y B. Lara García (coords.), Miradas diversas sobre la disciplina y la violencia en centros escolares, Jalisco, Universidad de
Guadalajara.

Gallo, P.; Agostini, B. y Míguez, D. (2015), “Transformaciones estructurales y nuevas sociabilidades: la reconfiguración de la
autoridad escolar”, en D. Míguez, P. Gallo y M. -----Tomasini (coords.), Las dinámicas de la conflictividad escolar, procesos y casos
en la Argentina reciente, Buenos Aires, Miño y Dávila.

Goffman, E. (1983), “The interaction order”, en American Sociological Review, año 1, núm. 48, pp. 1-17.

Goffman, E. (1989), La presentación de la persona en la vida cotidiana, Buenos Aires, Amorrortu.

Greco, B. (2007), La Autoridad (Pedagógica) en cuestión, Rosario, Homo Sapiens.

Hernández Méndez, G. y Reyes Cruz, M. (2011), “Los alumnos: adversarios en las relaciones de poder dentro del aula. Testimo-
nios de profesores”, en Perfiles educativos, año 33, núm. 133, pp. 152-173.

110 Joseph, I. (1999), Erving Goffman y la microsociología, Barcelona, Gedisa.

Kaplan, C. (2009), Buenos y malos alumnos. Descripciones que predicen, Buenos Aires, Aique.

Kessler, G. (2007), “Escuela y delito juvenil. La experiencia educativa de jóvenes en conflicto con la ley”, en RMIE, año 12, núm.
32, pp. 283-303.
DOSSIER / ENTREVISTA / ARTÍCULOS / RESEÑAS

Maddonni, P. (2014), El estigma del fracaso escolar. Nuevos formatos para la inclusión y la democratización de la educación, Buenos
Aires, Paidós.

Martínez, C. (2015), “Condiciones de trabajo docente e inclusión educativa en un programa de reingreso escolar”, en RELAPAE,
año 2, núm. 2, pp. 73-86.

Martuccelli, D. (2007), Gramáticas del individuo, Buenos Aires, Losada.

Martuccelli, D. (2009), “La autoridad en las salas de clase. Problemas estructurales y márgenes de acción”, en Diversia, núm. 1,
pp. 99-128.

Mauss, M. (2010), Ensayo sobre el don. Forma y función del intercambio en las sociedades arcaicas, Madrid, Katz.

Míguez, D. (2009), “Tensiones civilizatorias en las dinámicas cotidianas de la conflictividad escolar”, en C. Kaplan y V. Orce
(coords.), Poder, Prácticas Sociales y Proceso Civilizador. Los usos de Norbert Elías, Buenos Aires, Noveduc.

Míguez, D.; Gallo, P. y Tomasini, M. (2015), Las dinámicas de la conflictividad escolar. Procesos y casos en la Argentina reciente,
Buenos Aires, Miño y Dávila.

Noel, G. (2009), La conflictividad cotidiana en el escenario escolar. Una perspectiva etnográfica, San Martín, UNSAM.

Perrenoud, P. (1990), La construcción del éxito y el fracaso escolar, Madrid, Morata.

Pineau, P. (2001), “¿Por qué triunfó la escuela? O la modernidad dijo: ‘esto es educación’ y la escuela respondió: ‘yo me ocupo’”,
en P. Pineau, I. Dussel y M. Caruso (coords.), La escuela como máquina de educar. Tres escritos sobre un proyecto de la modernidad,
Buenos Aires, Paidós.

Renold, E. (2001), “Learning the ‘Hard’ Way: boys, hegemonic masculinity and the negotiation of learner identities in the pri-
mary school”, en British Journal of Sociology of Education, año 22, núm. 3, pp. 369-385.

Propuesta Educativa, Año 25 Nro 46, p. 101 a 112, Noviembre de 2016


Gestionar la reciprocidad. Trabajo docente y vínculos intergeneracionales en la escuela secundaria

Reygadas, L. (2008), “Distinción y reciprocidad. Notas para una antropología de la equidad”, en Nueva antropología: simbolis-
mo, identidades y diferencias, año 21, núm. 69, pp. 9-31.

Rosenthal, R. y Jacobson, L. (1980), Pygmalión en la escuela. Expectativas del maestro y del desarrollo intelectual del alumno, Ma-
drid, Marova.

Sahlins, M. (1974), Economía de la Edad de Piedra, Madrid, Akal.

Tapia García, G. (2008), “Formación para el asesoramiento a las escuelas: Un proceso emergente en México”, en Profesorado,
año 12, núm. 1, pp. 1-15.

Tenti, E. (2004a), Sociología de la Educación, Bs. As., UNQ.

Tenti, E. (2004b), “Nuevos problemas de gobierno de la educación en América Latina. Comentarios a las tesis de François
Dubet”, en Tenti, E. (org.), Gobernabilidad de los sistemas educativos en América Latina, Buenos Aires, UNESCO.

Terigi, F. (2008), “Los cambios en el formato de la escuela secundaria argentina: por qué son necesarios, por qué son tan difí-
ciles”, en Propuesta Educativa, año 1, núm. 29 pp. 63-71.

Tiramonti, G. (2004), La trama de la desigualdad educativa, Buenos Aires, Manantial.

Torres, G. (2014), “La autoridad pedagógica: decires, anhelos, malestares y expectativas de docentes y estudiantes”, en H.
Paulín y M. Tomasini (coords.), Jóvenes y escuela. Relatos sobre una relación compleja, Córdoba, Brujas.

Vanderstraeten, R. (2001), “School class as an interaction order”, en British Journal of Education, año 22, núm. 2, pp. 267-277.

Willis, P. (1988), Aprendiendo a trabajar. Cómo los chicos de la clase obrera consiguen trabajos de la clase obrera, Madrid, Akal.

Ziegler, S. y Nobile, M. (2014), “Escuela secundaria y nuevas dinámicas de escolarización. Personalización de los vínculos en
contextos escolares desiguales”, en RMIE, año 19, núm. 63, pp. 1091-1115.

111

DOSSIER / ENTREVISTA / ARTÍCULOS / RESEÑAS


Notas
1 Para preservar el anonimato de los informantes, a lo largo del trabajo utilizamos seudónimos.
2 El término soporte, popular en los actuales enfoques sociológicos de la individuación (Martuccelli, 2007), se usa en este caso
como sinónimo de recurso o apoyatura para las prácticas docentes. Algunos de los soportes a los que aludiremos son constitu-
tivos del formato escolar (gradación, sistema de horas cátedra) y otros aluden a cualidades personales que algunos educadores
consiguen desplegar; rasgos del carácter, la afectividad, la predisposición para satisfacer ciertas demandas juveniles, etc.
3 Enfatizando en que el orden de la interacción no agota la problemática de la sociabilidad interindividual el autor alude al
régimen político de interacción como factor que define el estado ficticio de los interactuantes, inscripto en lo más profundo de
los intercambios cotidianos. Si bien lo propio de nuestra era sería el régimen igualitario, correlativo a la ficción democrática
y las demandas de derechos universales, por ser este predominante no deja de encontrarse solapado con los regímenes co-
rrespondientes a las ficciones de jerarquía (demandas de respeto en función del rango que perduraron desde las sociedades
pre-modernas) y diferencia (relativa a la reivindicación de derechos difícilmente universalizables).
4 En este sentido, Alliaud (2004) expresa que al interior del cuerpo magisterial, aún quienes pregonan un rol “altruista” con los
estudiantes, evitan ser ‘demasiado buenos’ y representar al maestro carente de ‘dominio’ o ‘manejo de grupo’.
5 En alusión a la estrategia del cariño Abramowski (2010) observa en el nivel primario que el afecto hacia los alumnos constituye
a veces un medio para conseguir regular sus conductas. En un sentido similar Alliaud (2004) refiere a la “utilidad” que el dis-
pendio afectivo comporta para la mayoría de los maestros.

Propuesta Educativa, Año 25 Nro 46, p. 101 a 112, Noviembre de 2016


Guido García Bastán

Resumen Abstract
112 En nuestras aproximaciones al contexto escolar ob-
servamos que, para los educadores, la regulación de
During our approaches to secondary schools, we have
observed that educators consider the regulation of
la relación con sus estudiantes constituye uno de los their relation with pupils as one of the most difficult
aprendizajes más costosos de la construcción de su learnings that seem to develop quite autonomously.
rol, que parecería producirse con un importante mar- In Argentina, current researches allow to locate these
gen de autonomía. En Argentina, investigaciones ac- experiences at a social historical configuration char-
DOSSIER / ENTREVISTA / ARTÍCULOS / RESEÑAS

tuales permiten situar estas experiencias docentes acterized, from the ‘60s onwards, by changes in inter-
en una configuración socio-histórica caracterizada, generational relations, leading to a scenario with a lack
a partir de los años sesenta, por transformaciones en of clear models on how these relations should be held.
los vínculos de generación que habrían dado lugar From this proposition, we´ll explore some teacher ways
a un escenario que carece de consensos y modelos of regulation, considering the specificity of the school
claros respecto de cómo estos vínculos deberían es- interactional order, in which tensions between equity
tablecerse. Partiendo de esta proposición, explora- and hierarchy demands challenges educators to man-
remos algunas prácticas regulativas docentes en la age reciprocity. The analysis of the supports to these
especificidad de un orden de interacción escolar, en regulation practices will allow us to give account for
el que las tensiones entre lógicas igualitarias y jerár- some of the ways in which certain basic dispositions of
quicas imprimen a la tarea docente el desafío de ges- the teaching labor in Argentina condition the ways of
tionar la reciprocidad. El análisis de los soportes de inter-generational linkage. This implies reflections over
estas prácticas regulativas nos permitirá considerar working conditions.
algunos modos en que ciertas disposiciones básicas
del trabajo docente en Argentina condicionan las
modalidades de vinculación intergeneracional. Lo
que conlleva reflexiones acerca de las condiciones
en que se desarrolla esta tarea.

Palabras clave: Key words:


Conflictividad - Escuela Secundaria - Relaciones in- Conflict - Secondary school - Intergenerational rela-
tergeneracionales - Reciprocidad tions - Reciprocity

Propuesta Educativa, Año 25 Nro 46, p. 101 a 112, Noviembre de 2016

También podría gustarte