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3 Ética resumen

1. Conceptos. Ética, Moral, Valores, Principios

A. .Ética.
4. Conjunto de normas morales que rigen la
Conducta de la persona en cualquier ámbito de
La vida. Ética profesional, cívica, deportiva.

Filosofía. Conjunto de reflexiones sobre la esencia. Las


propiedades, las causas y los efectos de las cosas, especialmente
sobre el hombre y el universo. (Philos – amor, Sophia ́- sabiduría).

Otros conceptos.
.
Filosofa- Adela Cortina. Es un saber que pretende orientar la acción
humana de un modo racional en el conjunto de nuestras vidas.

Así decimos que la ética es normativa, porque busca un ideal o


norma según el cual se puede formular las reglas y leyes de la
conducta.

Concepto Cristiano.
Trata de lo que es moralmente correcto o incorrecto según la ley
Divina.
Y la autoridad Bíblica revela los principios sobre los cuales
debemos decidir lo que es bueno y lo que es malo.

Es la ciencia de la conducta humana, tal como está determinada


por la conducta de Dios.
Es la conducta que debe observar el cristiano en todo momento y
en toda circunstancia, presente de modo intrínseco en la persona
misma, que según la enseñanza Cristiana fue hecho a imagen de
DIOS.

El apóstol Pedro. Como hijos obedientes, no os conforméis a los


deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia, sino, como
aquel que os llamó es Santo, sed también vosotros Santos, porque yo
soy santo.
1p.1.14-16./ Ro.8.5-6./ Ef.4.17-32./ 2 co.5.17.Ef.5.21- 6.
b. Concepto de Moral.
Ciencia que trata del bien en general, y de las acciones humanas en
sociedad, que tienen un orden de importancia respeto de su bondad o
su maldad.
Al hablar de la moral cristiana nos referimos a la manera de
comportarse de los seguidores de Cristo, Ser Cristiano es seguir a
Cristo, vivir su mismo estilo de vida, imitar a Cristo.

Vivir los mismos valores que Jesús nos enseñó en los evangelios.

¿No es el hombre un agente moral absolutamente libre?"

"Cuando un hombre es salvado, él está sobre el altar de Dios para vivir


o morir, para el servicio o el sacrificio, y ni el diablo ni los demonios
pueden sacarlo en la medida que él elige por la gracia de Dios
mantenerse en ese lugar."

El hecho es que el hombre no es


"un agente moral absolutamente libre."

En su estado de no salvo él es esclavo del pecado


"cautivo a la voluntad del diablo." 2timoteo2:26,

Cuando es regenerado él es siervo de Cristo, deleitándose en la


santidad y mora en él el Espíritu del Dios amante. Lc.9:38-40
(Ro.5:1-12; Gn.2:7; Job.33:4, 2 Reyes5:7; Jn.1:3-4; Ap.11:11)

. Soy "guardado por la virtud de Dios"


La misma gracia que salvó es la misma gracia que guarda.
Yo no "elijo" simplemente mantenerme en el lugar donde estoy
seguro.
Dios me ha elegido, y yo digo amén a su elección.
Pero si fuera posible para mí elegir abandonar a Cristo, ¿no
perecería?
Sin embargo la Palabra me dice que las ovejas de Cristo nunca
perecerán.
Permítanos ver otra vez las palabras del Señor Jesús en
Juan 10: 27-29: "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me
siguen; y yo les doy vida eterna y no perecerán para siempre, ni
nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, mayor
que todos es y nadie las puede arrebatar de la mano de mi
Padre."
¿Quién es una oveja de Cristo?
Es uno que oye su voz y le sigue.
Si un hombre dice: "Soy un cristiano", pero no oye la voz del Buen
Pastor ni le sigue, ese hombre es un hipócrita; él no es un cristiano.
Jesús dice: "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me
siguen".
Note la expresión: "yo las conozco".

Mateo 7: 22, 23, el Señor Jesús dice: "Muchos me dirán en aquel día:
Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre
lanzamos demonios, y en tu nombre hicimos mucho milagros? Y
entonces les protestaré: Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores
de maldad."

Observe, de acuerdo a la Escritura, Él nunca dice: a alma alguna en el


día del juicio: "Yo te conocí, pero ahora no te conozco."
Él dice: "Nunca os conocí." Eso debería aclarar toda la cuestión.
Él dice de sus ovejas: "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco."
Isaías 55:11; Santiago 1:5; Jn. 10:27-30.
Esto es debido a su conocimiento habitual e íntimo en oración, lectura
bíblica, adoración, alabanza, servicio., confían en él sea cual sea la
circunstancia, con seguridad íntima, se pone al frente Mt.26:32; 28:6,
7,10.16, jn.21.1; 1co.15:6.

Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino


que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la
envié. 1 jn.4:1 pruébalo, el enemigo también te habla.
Jn7:17 El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la
doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.

¿Está de acuerdo con lo que dice Dios, es bíblico?


¿Esto me hará igual a Jesús? Gal.4:9

stg.3:17 no encubra la verdad, envidias amargas, ambiciones


egoístas. (Si es puro y ama la paz es de Dios)
Hay confirmación con creyentes de testimonio.
(O no, desea otra opinión,)
La Palabra, los dones, la grey; SIEMPRE confirmaran su llamado.

La voz interna o convicción que nos empuja a amar, a servir, y a


buscar a Dios, más allá que a la mayoría de las personas.
Podríamos recibir una palabra profética o confirmación profética, otros
podrían tener un sueño, o a menudo, Dios trae esa convicción a
través de las escrituras, como si algún capitulo o verso relacionado al
llamado saltara de las paginas directo al corazón, y te sacudiera por
dentro.
El testimonio del Espíritu Santo dentro de nosotros, no lo sientes
solamente durante algún tiempo de nuestras vidas.
Es una convicción que nunca se va, el llamado de Dios nos marca
para el resto de nuestras vidas, sea lo que sea que Ud. haga, Ud. lo
sentirá como una orden que hala, que obliga delicadamente el alma a
moverse a hacerlo; y si trata de ir en contra de ese llamado a servir
requerirá un esfuerzo, y le hará sentirse mal e insatisfecho, y sin paz.

Dejarse llevar por ese llamado del Espíritu Santo a obrar, hará que
todo le parecerá fácil, que fluye, y rápido.

Todo se siente en paz en su vida y hay una satisfacción interna y


felicidad que llena su vida, por consecuencia amara servir al Padre por
medio de Cristo.

Los dones surgirán sin esfuerzo, fluirán naturalmente y es posible que


Ud. No lo note pero otros lo notaran, y se darán cuenta también que
sus oraciones son más efectivas, y si predica el evangelio, otros
desearan oírlo, porque el Señor le concederá un entendimiento más
profundo de las Escrituras, mayor poder y manifestaciones
espirituales, todas estas cosas ocurrirán y crecerán a lo largo de toda
su vida Cristiana.

Si Ud. Hermano mío fue llamado al ministerio Jesús escuchara su voz


en oración, si es el caso, prepárese a morir a sí mismo, pero también
prepárese para la más fantástica aventura de Fe, bendiciones,
satisfacción y poder que usted pueda experimentar en la vida. Le ha
sido entregado un regalo maravilloso, pero ahora hoy es tiempo de
preparación para todo esto, amen.
Versículos de la moral cristiana.

Salmos 18:26 Con el puro eres puro, y con el perverso eres sagaz.

1 Juan 1:5 Y este es el mensaje que hemos oído de Él y que os


anunciamos: Dios es luz, y en El no hay tiniebla alguna.

1 Juan 3:3 Y todo el que tiene esta esperanza {puesta} en El, se


purifica, así como El es puro.

Mateo 17:2 y se transfiguró delante de ellos; y su rostro resplandeció


como el sol, y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz.

Hebreos 7:26 Porque convenía que tuviéramos tal sumo sacerdote:


santo, inocente, inmaculado, apartado de los pecadores y exaltado
más allá de los cielos,

Salmos 24:3-4 ¿Quién subirá al monte del SEÑOR? ¿Y quién podrá


estar en su lugar santo? El de manos limpias y corazón puro; el que no
ha alzado su alma a la falsedad, ni jurado con engaño.

Mateo 5:8Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a


Dios. Salmos 51:6 He aquí, tú deseas la verdad en lo más íntimo, y en
lo secreto me harás conocer sabiduría.

Salmos 73:1 Dios es bueno para con Israel, para con los puros de
corazón.
Colosenses 3:5 Por tanto, considerad los miembros de vuestro
cuerpo terrenal como muertos a la fornicación, la impureza, las
pasiones, los malos deseos y la avaricia, que es idolatría.

Levítico 18:30 ``Por tanto, guardaréis mi ordenanza, no practicando


ninguna de las costumbres abominables que se practicaron antes de
vosotros, para que no os contaminéis con ellas; yo soy el SEÑOR
vuestro Dios."

Job 31:1 Hice un pacto con mis ojos, ¿cómo podía entonces mirar a
una virgen?
Salmos 51:10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
2. DIFERENCIAS entre Ética y Moral

La diferencia en que la ética es el estudio filosófico y científico de la


moral y es teórica mientras que la moral es práctica.

La ética trata sobre la razón y depende de la filosofía.


(La Razón es la Capacidad de la mente humana para establecer
relaciones entre ideas o conceptos y obtener conclusiones o formar
juicios.)
"la violencia generalmente escapa a la razón humana; hay que hacer
uso de la razón y no dejarse llevar por malas influencias"
1co.15:33; prov.18:24; 27:17; Ro.12:2; Stg.4:4; Ro.13:4;
pro.27:9.Fil.4:13.
Y en cambio la moral es el comportamiento en el que consiste nuestra
vida.
La moral tiene que ver con el nivel práctico o de la acción.1ts.5:16-18
La ética con el nivel teórico o de la reflexión.
1co.13:3; mt.5:43-44; lc.6:27,28.
La moral nos hace actuar de una determinada manera y nos permite
saber que debemos de hacer en una situación concreta.
Es como una especie de brújula que nos orienta, nos dice cuál es
el camino a seguir, dirige nuestras acciones en una determina
dirección. La brújula nos indica el camino. En la vida hay que intentar
no perder el norte.
Ética es la reflexión teórica sobre la moral. Ex.34:5-7
La ética es la encargada de discutir y fundamentar reflexivamente ese
conjunto de principios o normas que constituyen nuestra moral.

C. Principios
Los principios guían las decisiones que tomamos.
Si busco obtener resultados sin apego a mis principios, entonces se
dice que vendo mis principios. (Corrupción)(Prevaricación; Es la
acción de dictar una resolución arbitraria a sabiendas de su injusticia,
es un delito especial a causa de su sujeto activo, pues solo lo puede
cometer un funcionario, una autoridad pública o un juez, se pasa al
Cohecho: que es recibir dadivas y comisiones, no cumple con sus
obligaciones.)
En sentido bíblico es hacer omisión a la palabra de Dios, dolo,
engaño,
En Latín prevaricari, se refiere a la acción de desviarse del surco
recto al labrar.
mt.4:1-11; lc.4:1-13, stg.1:13; mt.4:17, Gl.5:16; mt.6.13; STG. 4:8.
Los principios son verdades básicas o leyes fundamentales
delas cuales se pueden derivar otras verdades o leyes.

Los principios básicos de la Biblia.


NO son difíciles de entender. Son verdades vivas, vitales, y los
cristianos sabios aprenden a amarlas.
Jehová dice: “De veras presta atención a mis palabras. A mis dichos
inclina tu oído. No se escapen de tus ojos. Guárdalos en medio de tu
corazón. Porque son vida a los que los hallan y salud a toda su carne”.
(Proverbios 4:20-22; Ezequiel 18:19, 20, 23.)

Sin embargo, aunque estos principios son importantes, Jesús advirtió


que solo algunas personas los captarían y guiarían su vida por ellos.

Jesús Dijo: “Angosta es la puerta y estrecho el camino que


Conduce a la vida, y pocos son los que la hallan”. (Mateo 7:14.)

Esto no se debe a que los principios estén ocultos de alguna manera.


Jehová quiere que los hombres y las mujeres vivan en armonía con
ellos y así hereden la vida. (2 Pedro 3:9.)

Él ha provisto, por lo escrito en la Biblia, sabiduría, conocimiento y


discernimiento, y la Biblia es extensamente asequible.
Jn5:39; 2ti.3:16-17; pro.13:10; 3:5-8; Ef. 1:17, stg. 1:5; sal.19:7;
stg.3:17-18; ECL.7:12; lc.2:52; Col.4:5-6; Mt.7:24; Sl. 104:24.

Además, sus Testigos animan a su semejante a buscar esta


información que da vida. (JUAN 5:39) .
De ese modo, literalmente “la sabiduría verdadera misma sigue
clamando a gritos en la calle misma”. (Proverbios 1:20; 2:1-9.)

Pero hay otras fuerzas en juego.


Satanás ha cegado los ojos de la mayoría de la humanidad respecto a
los principios verdaderos. (2 Corintios 4:4.)
Además, el propio espíritu de independencia del hombre lo lleva a
preferir su propio camino más bien que a buscar la guía de un Poder
Superior.
(Por eso Pablo escribió: “De nuevo necesitan que alguien les enseñe
desde el principio las cosas elementales de las sagradas
declaraciones formales de Dios”). (Hebreos 5:12.)
Un principio bíblico vital
De hecho, el apóstol Juan dijo: “El mundo entero yace en el poder del
inicuo”. (1 Juan 5:19.)
Por lo tanto, los verdaderos adoradores de Dios de hoy día tienen que
recordar constantemente un principio de importancia vital que Jesús
explicó: “. (Juan 17:16.)

Jehová no hace que nadie le sirva a la fuerza, pero los que optan
por servirle tienen que tomar decisiones serias. Por ejemplo, tienen
que resignarse al hecho de que nunca pueden ser populares en este
mundo. (Mateo 24:9.)
El discípulo Santiago advirtió: “Cualquiera [...] que quiere ser amigo del
mundo está constituyéndose enemigo de Dios”. (Santiago 4:4.)

Y el apóstol Pablo dijo: “¿Qué consorcio tienen la justicia y el


desafuero?” y “¿[...] qué porción tiene una persona fiel con un
incrédulo?”. Entonces citó las propias palabras de Jehová: “Sálganse
de entre ellos, y sepárense [...], y dejen de tocar la cosa inmunda”.
(2 Corintios 6:14-17; Efesios 5:11.)

¿Cómo podemos ‘separarnos’? Por supuesto, no por salirnos


físicamente del mundo. Pero podemos evitar el ‘unirnos bajo yugo
desigual con los incrédulos’. Podemos evitar ‘las malas compañías,
que echan a perder los hábitos útiles’. (1 Corintios 15:33.)

Y podemos separarnos del espíritu del mundo, el espíritu egoísta, la


falta de honradez, el materialismo y una búsqueda desesperada de
placer. (2 Timoteo 3:1-5.)

Se da una garantía alentadora para los que así se separan de los


deseos de este mundo: “El que hace la voluntad de Dios permanece
para siempre”. (1 Juan 2:15-17.)

La Biblia dice: “El borracho y el glotón vendrán a parar en la


pobreza”. (Proverbios 23:21.)

Esta es una advertencia clara contra la adicción.


También se nos amonesta contra el mal uso de las drogas: “Las
obras de la carne son [...] idolatría, práctica de espiritismo
[far·ma·kí·a, “droguería” en el griego original]”. (Gálatas 5:19, 20.)
Además, el apóstol Pablo insta: “Limpiémonos de toda contaminación
de la carne y del espíritu”. (2 Corintios 7:1.)

El fumar tabaco y usar otras drogas que causan adicción están


definitivamente contra esos principios bíblicos, y por eso son
“desafuero”. (Mateo 7:23.).

Y la sabiduría es hasta más valiosa que el oro fino. Siga este proceder
usted mismo, y eso redundará en alabanza para Jehová y en
bendición eterna para usted.
(Salmo 19:7, 10; Proverbios 16:16.)

La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma;


El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.

Los principios son verdades básicas o leyes fundamentales de


las cuales se pueden derivar otras verdades o leyes.

□“Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu
alma y con toda tu mente.” (Mateo 22:37.)

□“Por lo tanto, todas las cosas que quieren que los hombres les
hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a
ellos.” (Mateo 7:12.)

□“La amistad con el mundo es enemistad con Dios.” (Santiago 4:4.)

□“Sea que estén comiendo, o bebiendo, o haciendo cualquier otra


cosa, hagan todas las cosas para la gloria de Dios.” (1 Corintios
10:31.)

□“Nosotros, pues, los que somos fuertes, debemos soportar las


debilidades de los que no son fuertes, y no estar agradándonos a
nosotros mismos.” (Romanos 15:1.)

□“Ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, el fruto de labios


que hacen declaración pública de su nombre.” (Hebreos 13:15.)
□“Considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras
excelentes, sin abandonar el reunirnos.” (Hebreos 10:24, 25.)

□“No de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión


que sale de la boca de Jehová.” (Mateo 4:4.)

D. VALORES
VALOR. Algo que valoro, algo que es importante para ti, para cada
uno de nosotros.
Cada ser se forma su propia escala de Valores, para unos será la
salud, para otros la fidelidad, otros la honradez.
¿Es lo mismo principio y valor? NO.
Cuando valoramos un principio
(Guía la decisión, verdades, ley),
A veces te refieres a él como valor
(Importante para ti).
Ejemplo. Valoro la fidelidad y la honradez entonces la fidelidad y la
honradez son mis valores.

La Inconsciencia. Es la toma de decisiones sin pensar en las


consecuencias. (Rey David)
Es decir por instinto, por tristeza, por venganza, deseos, enojo placer.
etc.
Vendo mis principios con tal de obtener resultados rápidos, ej.
Copiarse en un examen, sobornar a un policía, mentir ser infiel, hacer
señas en el domino. etc.; Muchas veces las mayorías de las personas
venden sus principios.

Como lograr obtener nuestros valores en forma efectiva: use los


principios universales bíblicos, comenzando con el amor.
(VENENO PARA LA SUEGRA DESEABA MATARLA)

La responsabilidad, mantener su palabra, integridad, honestidad,


honradez, disciplina, puntualidad, servicio, equilibrio, calidad,
excelencia.
Démosle valor, ósea démosles importancia a la biblia hay grandes
ejemplos de hombres con principios que aplicaron los valores de
Dios. (Esdras 7:10; Heb.4:12; Sal.119:105; Stg. 1:22; Sal.119:9;
Is.40:8; Sal.18:30; Mt.7:24; 24:35; Fil.2:14-16; MT.4.4; Jn.1:1;7:38)
3. Diferencias y semejanzas que puedan existir entre los
convencionalismos sociales, la moral y el derecho.

La evolución de las sociedades ha ido acentuando la distinción entre


los distintos tipos de normas que presiden
la conducta del hombre en sociedad.
Hay algunas normas cuyo respeto se repunta tan necesario a la
convivencia social que el estado las impone con carácter obligatorio:
Son las normas jurídicas.

Pero no basta que la norma haya sido impuesta por el poder público,
para considerarla derecho:
Para merecer este nombre, es preciso que sea conforme a la idea
de justicia.
Cabe agregar que existen normas obligatorias no impuestas por
ninguna ley positiva, pero que surgen del derecho natural o de la
costumbre.
La expresión Derecho Natural hace referencia a una corriente de
pensamiento jurídico presente por más de 25 siglos. (Lus romanum,
base del derecho jurídico, desde fundación de roma 21 abril 753 a. c.)
(7 oct.3760 a. c.)
Su idea fundamental es la tesis de la existencia de un Derecho
anterior a cualquier norma jurídica positiva, es decir, de origen
humano, denominado precisamente Derecho Natural.

El concepto de Derecho Natural está unido a otros conceptos


jurídicos tales como Derechos Humanos, naturaleza humana, valores
jurídicos, justicia y bien común. Más que una tesis, constituye un
sistema de pensamiento que ha sido compartido por múltiples juristas
o filósofos, incluso con planteamientos diversos y hasta
contradictorios.
La moral y el derecho, constituyen una suprema estructura que
regulan las normas de conducta de personas conservan o cambian en
un estado son bilaterales.
la moral se cumple o no dependiendo a quien se le esté aplicando,
en cambio el derecho si se cumple.
La moral siempre ha existido, el derecho nació cuando hubo división
de las clases sociales,
Es aquí donde las normas de convencionalismo social juegan un
papel especial, ya que estas son prácticas o normas que se realizan
en una sociedad por un largo tiempo, por ejemplo procesiones.
(Época colonial, mantuanos, esclavos, hoy country club)

las normas convencionales son unilaterales


Las normas unilaterales son de una sola persona
Entre moral y Derecho.
No existe una separación, existen relaciones muy estrechas y
necesarias.
Pero no todo lo que es moral es también Derecho, sólo aquella parte
de los deberes morales cuyo cumplimiento, la sociedad de un
determinado momento histórico, considera coactivamente exigibles se
constituye como Derecho. (Decreto de Guerra a muerte, Bolívar)
. (Marchas de protestas políticas, salud, seguridad, empleo,)

Tanto la moral como el derecho son normas de conducta humana.


Pero la moral valora la conducta en sí misma, plenariamente en la
significación integral y ultima que tiene para la vida del sujeto.
En cambio el derecho valora la conducta desde un punto de vista
relativo, en cuanto al alcance que tenga para los demás.
Tanto la moral como el derecho se encaminan hacia la creación de un
orden público.
Pero el de la moral es el orden del interior de nuestra vida autentica.

La moral gobierna la conducta social mediante dos virtudes, la caridad


y la justicia.
El derecho más de una vez penetra al fondo de las conciencias y
juzga las intenciones.

La moral es autónoma, se la impone el individuo a sí mismo, surge de


una convicción propia.
En cambio el derecho heterónomo*, le es impuesto al individuo por el
estado
(*Reglas impuestas, soportadas en contra de su voluntad y con cierto
grado de indiferencia)
La moral supone y requiere libertad en su cumplimiento, pues para
que una conducta pueda ser objeto de un juicio moral es preciso que
el sujeto la realice para sí mismo.

En cambio, Las normas son reglas que se establece con el propósito


de regular comportamientos y así procurar mantener un orden.
Esta regla o conjunto de reglas son articuladas para establecer las
bases de un comportamiento aceptado, de esta forma se conserva el
orden.

Las normas se pueden aplicar en distintos ámbitos de la vida y las


comenzamos a comprender desde que somos muy pequeños. Por
ejemplo, al nacer los padres se adaptan a las necesidades del bebé,
pero poco a poco van estableciendo orden para regular sus horarios
de comida, de sueño, de juego y así sucesivamente.

La norma jurídica es obligatoria, los individuos no pueden negarse a


cumplirla, pues si lo hiciera el Estado los obligaría a cumplirla
coactivamente. (Vicio del consentimiento, y se lo denomina violencia y
fuerza; ejemplo un embargo, expropiación)

Lo dicho anteriormente no significa, en modo alguno, negar la


existencia de sanciones en caso de violación de normas morales.

La sanción moral puede o no ser respetado por los individuos, la


norma jurídica debe ser cumplida inexorablemente y en garantía de
ello, está presente la fuerza del Estado.

Los convencionalismos sociales, son denominados también las reglas


de trato social, o normas convencionales, o usos sociales, son
prácticas, modos o reglas de comportamiento generalmente admitidos
en una sociedad o en uno de sus sectores y atañen a lo que llamamos
decencia, decoro, urbanidad, tacto social, gentileza, buena
crianza, moda, etiqueta, caballerosidad, buenas maneras, finura,
buenos modales, gentileza, etc.

Hay usos sociales no vinculatorios, por cuanto su inobservancia no


provoca ninguna reacción adversa de la comunidad, estos usos son no
normativos, como por ejemplo, lo relativo a las horas que debemos
tomar nuestros alimentos; y hay otros que se caracterizan por revestir
una cierta obligatoriedad por cuanto el grupo social presiona para
obtener su cumplimiento y, por consiguiente, la conducta que se
aparte de esa práctica o regla de trato social es reprochable
socialmente, estos son los usos normativos.(Joselo, doctor Canuto)
Es necesario remarcar que, entre normas morales y reglas de trato
social existen algunas semejanzas como el que una y otras regulan la
conducta humana y ambas carecen de organismos estatales que
impongan su cumplimiento de modo inexorable.

Tanto el que viola normas puramente morales, como el que infringe


reglas de trato social no son capaces de padecer la aplicación coactiva
de una sanción institucionalizada jurídicamente.
(Esto es, regulada por el ordenamiento jurídico), sino que por sanción
tendrán únicamente la reprobación social, el menosprecio de los
demás, la exclusión de un determinado círculo colectivo, pérdida de
prestigio y de honor, etc. Mt.18:17; Ro.16:17; Mt.18:15; Ro.13:4-9.

En lo que respecta a las relaciones y diferencias entre el derecho y los


convencionalismos sociales, algunos autores niegan la independencia
de estas últimas, por considerar que la conducta humana se halla
sometida a normas morales o normas jurídicas. Ap.3:19

Las primeras se orientan a la idea de lo bueno y las segundas a la


realización de la justicia.
Esta división no se justifica por cuanto existen reglas de trato social
como una categoría independiente de las normas morales y jurídicas.
No todas las acciones intersubjetivas* son esenciales en una
sociedad, esencial es cumplir los contratos, indemnizar los daños y
perjuicios causados a otros, y no esencial es saludarse por la calle o
ceder el paso a las damas o adultos.
*(Intersubjetivas: estudia y vincula la comunicación afectiva e
intelectual entre las personas; ontológica, estudio del ser)*

Los convencionalismos sociales, están paralelos con las normas


morales y jurídicas. La conducta humana no está reglada solo por la
moral y el derecho sino también por normas de trato social.

Las reglas de simple trato se refieren a "la capa superficial del


hombre", a los planos externos de la conducta, es decir, a aquellos
que se verifica el contacto con las demás gentes, a lo que podríamos
llamar piel social. La profundidad de la vida, la intimidad, la esfera de
las intenciones originarias, en suma, la auténtica individualidad, es lo
afectado por la moral y es lo no alcanzado jamás por las reglas del
trato.
Al establecer las diferencias entre la moral y los
convencionalismos sociales, nos encontramos con que La moral es
autónoma, es una imposición de la propia conciencia.

Por lo contrario, las reglas de trato social son heterónomas*, le son


impuestas al individuo por el medio social en que actúa.
Las primeras requieren una adhesión íntima, las segundas, en cambio,
solo procuran una adhesión externa.

La moral no se conforma con el cumplimiento externo de la norma.


Las reglas de trato social tienen en común con las jurídicas su
heteronomía*, ambas le son impuestas al individuo por
una autoridad externa a él.

Pero en un caso la autoridad es la sociedad en que vive, en el otro la


autoridad es el Estado, quien lo hace en ejercicio de su imperium.
*(Heteronomía: es la ausencia de autonomía de la voluntad, se rige
por un poder o una ley externa)*

De ahí desprende esta diferencia fundamental: el que infringe una


regla de simple trato se expone a sanciones, pero, como en el caso de
las sanciones morales, pueden cumplirse o no, dependiendo de
su eficacia de la sensibilidad con que reaccione ante ellas el individuo.

En cambio la coactividad jurídica, tiende al cumplimiento inexorable de


la ley, llegando si es necesario a la compulsión física para lograr ese
objeto.

Bibliografía
Ius naturale, en Enciclopedia Jurídica Ameba, México, Bibliográfica
Ameba, Versión actualizada 2007, p. 856.
12 Luis Recasens Siches, Panorama del pensamiento jurídico en el
siglo XX, México, Ed. Porrúa, 1963, p. 24.
Autor:
Karla Ayestaran
Características de las normas morales Las normas morales son
definidas por aquellos pertenecientes a una determinada sociedad y
se caracterizan por:
 No estar escritas.

 Derivar de los valores éticos como la justicia, la libertad y el


respeto.
 Regular la conducta del individuo en sociedad al crear
remordimientos de consciencia.
 Ser autónomas, al no tener una sanción formal o efectiva.

 Nacer de costumbres y hábitos de una sociedad.

 Constituir parte del derecho natural de todo individuo.

Algunos ejemplos de valores morales considerados universales son:


 No mentir

 No engañar

 Respetar al prójimo

 Ser amable

 Dar prioridad a niños, embarazadas y adultos mayores en


situaciones de emergencia.

Normas morales y jurídicas

Los valores morales determinan las conductas en una sociedad. Estos


hábitos imponen formas de actuar debido a la presión social y el peso
de la consciencia si se actúa de forma contraria como, por ejemplo,
robar. Estas normas morales se traducen, debido a la imposición
social, en normas jurídicas.

La diferencia entre las normas morales y las normas jurídicas es


que la última implica una sanción efectiva determinada por ley, en
cambio, las normas morales no presentan formalmente ningún tipo de
castigo que no sea social o de consciencia.
Las normas morales que conforman el derecho no escrito se define
como moral social y se considera el derecho natural de todo individuo.

Normas morales y religiosas


Las normas morales son definidas por la sociedad siendo, algunas de
ellas, formalizadas por el sistema jurídico como norma jurídica, ya que
se considera un comportamiento que beneficia a todos los ciudadanos
de una sociedad.
Cuando el valor ético de una sociedad considera que las formas de
actuar no sólo comprende el respeto y justicia hacia los individuos de
dicha sociedad, sino también frente a Dios, las normas morales se
confunden con las normas religiosas. De esta forma, las normas
religiosas actúan como norma moral y son definidas como norma
jurídica a ser cumplida por ley.

4. la forma y función de las normas morales.

La fuente de la moralidad es la necesidad práctica de hacer concordar


la actividad y intereses de los individuos con la actividad y los
intereses de grupos sociales.
Regula las acciones de los individuos, en sus relaciones mutuas o las
del individuo con la comunidad.
Todas las normas y relaciones morales surgen y se desarrollan
respondiendo a necesidades sociales, y cuando el hombre deja su
naturaleza individual e intuitiva. Adquiriendo una naturaleza social,
cuando entra a formar parte de la Comunidad
(La moral aparece como una regulación de la conducta de los
individuos entre si y dentro de un colectivo.)

Cristo como norma concreta

Una ética cristiana debe ser elaborada a partir de Jesucristo. Él, como
Hijo del Padre, realizó en el mundo toda la voluntad de Dios (todo lo
que es debido) y lo hizo «por nosotros».
Así nosotros recibimos de Él que es la norma concreta y plena de toda
actividad moral, la libertad de cumplir la voluntad de Dios y de vivir
nuestro destino de hijos libres del Padre.
1. Cristo es el imperativo* categórico concreto.
*(Se manifiesta con orden o imposición.)*
En efecto, Él no es sólo una norma formal universal de la acción
moral, susceptible de ser aplicada a todos.
Sino una norma concreta personal.
En virtud de su Pasión sufrida por nosotros realizado en favor nuestro
y bajo la forma de comunión con Él.
(Per ipsum ET in ipso, sig. por el mismo, con el mismo y en el mismo),
Cristo, como norma concreta, nos hace interiormente capaces de
cumplir con Él (cum ipso)
la voluntad del Padre.

El imperativo (orden, imposición) se apoya sobre el


indicativo (orientativo para extraer una conclusión)
(ROM. 6, 7-11; 2 Cor. 5, 15, etc.).

La voluntad del Padre tiene un doble objeto:


Amar a sus hijos en Él y con Él.
(1 Jn. 5, 1-2) y adorar en espíritu y en verdad (Jn. 4, 23).

La vida de Cristo es, a la vez, acción y culto.


Esta unidad constituye para los cristianos la norma plenaria.
No podemos cooperar sino en actitud de infinito respeto (Fl. 2, 12) a la
obra salvífica de Dios, cuyo amor absoluto nos sobrepasa
infinitamente, según la máxima diferencia (in maiore dissimilitudine).

La liturgia es inseparable del actuar moral.


La existencia concreta de Cristo —su vida, su sufrimiento, su muerte y
su resurrección corporal definitiva.
Asume en sí todos los sistemas de regulación ética.

El actuar moral de los cristianos no es, en definitiva, responsable sino


ante esta norma, que nos presenta el prototipo de la perfecta
obediencia a Dios Padre.

La existencia de Cristo ha abolido la diferencia que separa a los


«sometidos a la Ley» (los judíos) de los «al margen de la Ley» (los
paganos) (1 Cor. 9, 20-21), al esclavo del dueño, al hombre de la
mujer (Gal. 3, 28), etc.

En Cristo, todos han recibido la misma libertad de hijos de Dios, y


tienden hacia el mismo fin.
El mandamiento «nuevo» del Señor (Jn. 13, 34), que en su realización
cristológica sobrepasa al mandamiento primordial de la Antigua
Alianza (Dt 6, 4-5), es más que la suma de todos los mandamientos
particulares del Decálogo y más que todas sus aplicaciones.

2. Cristo, el Verbo encarnado e Hijo de Dios Padre, abolió en sí mismo


la dualidad y la distancia que marcaban la «Alianza»
veterotestamentaria.
Más allá del concepto de «mediador» (el que interviene entre partes).
Él es la personificación del encuentro y bajo ese título, es «único»:
«Un mediador no es instrumento de uno solo [un solo contratante];
ahora bien, Dios es único» (Gal. 3, 20).
La Iglesia no es otra cosa que la plenitud de ese «Único».
Ella es el «cuerpo» que Él anima (Ef. 1, 22-23).

Ella es su «esposa», en la medida que con ella Él forma «una sola


carne» (Ef. 5, 29). y «un solo espíritu» (1 Cor. 6, 17).
En cuanto es «pueblo de Dios», ella ya no es múltiple, sino que «todos
vosotros sois uno en Cristo Jesús» (Gal. 3, 28).
Efesios 2.14 (RVR60) Porque él es nuestra paz, que de ambos
pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación,

Puesto que la acción de Cristo se realiza «para todos», la vida en el
seno de su comunidad es, a la vez, personalizante y comunitaria.
Esta inclusión recíproca representa para el creyente una dimensión
explícitamente eclesial.

La reciprocidad en el amor, objeto del precepto nuevo que Jesús ha


dado para ser cumplido, está anticipadamente inserta en un a
priori más profundo todavía, en el corazón de los creyentes por la
efusión del Espíritu Santo, del Padre y del Hijo, como del «Nosotros»
divino (Rom. 5, 5).
La Iglesia está abierta al mundo como Cristo está abierto al Padre y
ella constituye su reino universal
(1 Cor. 15, 24
5. Que se entiende por valor, virtud, conciencia, moral, norma
ética, ley, derecho.

La ley
«Yo soy santo; por lo tanto, también vosotros debéis ser santos». Este
«debéis» encuentra su fundamento en el ser íntimo de Dios mismo y
se dirige a la disposición interior del hombre. Que sea posible
responder a esta exigencia es algo que descansa sobre la veracidad
absoluta de Dios, que propone su Alianza (Rom. 7, 12).
1. La Ley viene ulteriormente y no para abolir la constelación de la
promesa (Rom. 7; Gál. 3): no se la puede comprender, pues, sino
como una determinación detallada de la actitud de espera de la fe.
Ella esclarece bajo diversos aspectos la conducta del «hombre justo»
ante Dios.
Esta conducta responde, indudablemente, a las estructuras
fundamentales del ser humano
(«Derecho natural»).
Dios que da la gracia, es el mismo Creador; sin embargo, el motivo de
esta conducta recta no está en el hombre, sino en la revelación más
profunda de la santidad de Dios, fiel a su Alianza.

Buena en sí, ella no deja de conducir a la transgresión y, bajo este


aspecto, tiene el papel positivo y negativo de «pedagogo» que
conduce a Cristo.
2. Desde el punto de vista de Dios, el elemento prescriptivo de la Ley
es un ofrecimiento que invita a vivir en conformidad a la proximidad
concedida por la Alianza. Sin embargo, esta ofrenda gratuita no es
sino el primer acto de una actividad salvífica que no encontrará su
perfección sino en Cristo.
La conciencia
El hombre, considerado fuera del espacio bíblico, despierta a la
conciencia teórico-práctica de sí, gracias a una llamada libre y amante
de su prójimo.
El hombre está marcado por una orientación (synderesis, conciencia
primordial) incondicionada (necessitate naturalis inclinationis ) hacia el
bien transcendental.
Aun en las partes sensibles de su ser, todas ellas dominadas y
penetradas por el espíritu, existen inclinaciones hacia este bien.
Ni el hecho de que la iluminación primordial se nuble, ni el atractivo de
los bienes que solicitan inmediatamente al hombre, ni, en fin, el
oscurecimiento por el pecado de la gratuidad del Bien, pueden poner
trabas a la orientación del hombre hacia su luz.
Así puede decir San Pablo: los paganos mismos son juzgados «por
Jesucristo según mi evangelio»
(Rom. 2, 16)
-Conciencias Ro.3:19,20
-conciencia culpables: Gn.42:2
- conciencia corrupta: tito1:15,16
-después de la muerte: 2 co.5:8
-conciencia en la santidad: 2 co.1:12; hch.23:1
-conciencia y toma de decisiones: Ro.14: 6; Heb.9:14
JUICIO DE VALOR.
En los escritos neotestamentarios, el interés parenético (notificación o
aviso, sermón, mediante exhortación.) principal y, por consiguiente, la
importancia relativa a la intensidad y frecuencia de las afirmaciones
recae sobre los juicios de valor y sobre las directrices (esencialmente
formales) que exigen, como respuesta al amor de Dios en Cristo,
el abandono de amor total a Cristo, es decir, al Padre, y una conducta
conforme a la realidad actual escatológica, es decir, a la acción
salvífica de Cristo, así como al estado de bautizado.
Deberá atribuirse un carácter de obligación permanente a estos
juicios de valor y a estas directrices así definidas, por cuanto están
fundadas de manera incondicional en la realidad escatológica de la
salvación y motivadas desde el Evangelio.
La exigencia central de los escritos neotestamentarios que —en
cuanto precepto «que va hasta el final»— reivindica una forma
obligatoria absoluta, está constituida por la llamada al don total de sí
mismo en Cristo al Padre.
Texto oficial latino en Commissio Theologica
Internationalis, Documenta (1969-1985) (Città del Vaticano [Libreria
Editrice Vaticana] 1988) 70-104.

Virtud
Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto
mismo, añadid a vuestra fe virtud...
Juan 14: La clave del siguiente texto hará que en el creyente, pueda el
Señor edificar su templo del alma acorde con el diseño y la
arquitectura espiritual de Dios.
La Escritura en 2Pedro 4: ...lleguemos a ser participantes de la
naturaleza divina... para que Dios habite en nosotros por Su Espíritu.
Una naturaleza, que aunque a nosotros nos parezca que, ni somos
dignos de ver, ni de tener, la Escritura nos muestra sin embargo que
así como Dios nos pide que nos santifiquemos, también dice en otra
parte ...mas nosotros tenemos la mente de Cristo... 1Corintios 2:16.
Es por lo tanto necesario que nos esforcemos en la santidad para
permanecer en la salvación y poder entrar a las bodas del Cordero.
Esta clave está en el significado de la palabra "virtud" que al entender
su amplio sentido, podemos comprender el orden de edificación en 7
pasos que nos muestra Dios en la Biblia:
2PEDRO: 1
4
por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas
promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la
naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el
mundo a causa de la concupiscencia; 5vosotros también, poniendo
toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe
Virtud; a la virtud,
Conocimiento; 6al conocimiento,
Dominio propio; al dominio propio,
Paciencia; a la paciencia,
Piedad; 7a la piedad,
Afecto fraternal; y al afecto fraternal,
Amor.
8
Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán
estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor
Jesucristo.
9
Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego,
habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. 10Por
lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación
y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis
jamás. 11Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa
entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Ahora veremos desglosadas cada uno de los 7 dones o cualidades:


Fe: La fe es el don de Dios.

1.- Virtud Disposición particular a observar determinados deberes, a


cumplir determinadas acciones, cualidad, además de facultad, y
también cualidad del espíritu que inclina a practicar el bien.

Por lo tanto una vez que el creyente, ha recibido la fe, nos dice Pedro
que a esa fe añadamos virtud, en el significado de actuar
espiritualmente, para comenzar a caminar en el Camino de Cristo,
esforzarse en la construcción del templo de Dios en uno mismo,
ponerse manos a la obra y hacerlo en los siguientes pasos:
2.- Conocimiento: Lectura de la Palabra de Dios para alcanzar
conocimiento de Él. Si no comemos la Palabra no crecemos y morimos
de hambre espiritual. Depende de que leamos la Biblia y oremos cada
día, piensen que antiguamente los hombres no tenían Biblias,
aprovéchense pues.
Virtud para el conocimiento.
3.- Dominio propio: Oración y lucha contra las cosas de la carne, del
mundo, las tentaciones. Sin no nos dominamos no somos dueños de
nosotros mismos, y solo es posible con la fuerza para vivir que nos da
el Espíritu de Dios. Virtud para el dominio propio.
4.- Paciencia: La gran carencia que todos tenemos. Para esto también
hace falta ponerse manos a la obra a través de la oración y de mirar
más por los demás, pero sobre todo en la confianza en Dios, porque Él
dará las cosas a su debido tiempo. Virtud para la paciencia.
5.- Piedad: Dedicarse a los que sufren, a los necesitados, tanto físicos
como espirituales, sirviendo al Señor, con oración, visitándolos,
donando, ayudando y con predicación. Virtud para la piedad.
6.- Afecto Fraternal: Este paso es vital para que cumplamos la ley de
Cristo, el afecto entre los que son cuerpo de Cristo. Si no aman a los
hermanos a quienes ven, cómo amarán a Dios a quien no ven. Virtud
para dar afecto fraternal.
Si no aceptan a sus hermanos con sus defectos (no que tolere a los
que se agradan en pecar) y les sirven de ayuda, son amigables, les
reciben y les hospedan, no solo en casa sino en el corazón, donde
está su amor de Dios. Luego nos pedirá Cristo que amemos a los
enemigos, imagínense si no amamos a los hermanos y no nos
congregamos con ellos, como amaremos a los que nos aborrecen por
causa de la Palabra de Dios. (VECINOS EN LUCHA DEL EDF. PISO1
EVANG. Y PISO 15 LOS DEL MEDIO INCONVERSOS)
7.- Amor: El don grande del corazón de Dios, de Su Santo Espíritu;
este amor podemos enviarlo a otros por la intercesión, por poner
nuestras vidas y nuestras mentes por los hermanos, por pedírselo
nosotros a Dios, “Gálatas 6:2” para que por cargar nuestro yugo, Él
fluya nuestra porción de Su amor a aquellos por los que intercedemos,
como solo Él ama, ya que el amor del hombre está muy limitado.
Lea las cualidades del amor de Dios en 1Juan. Virtud para dar amor
de Dios.
Y yo les digo queridos hermanos usando las palabras de 2Pedro 1:
Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque
vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente.
Por lo tanto hermanos amados en Cristo, si alguna de estas bondades
no está en vosotros, pedidla a Dios, porque Él suple nuestras
carencias si nos esforzamos en vencerlas. ¿Amén?

Una vez que ponemos virtud en cada uno de los componentes de


nuestro ser, "Espíritu, Alma, Mente y Cuerpo" podemos comenzar a
dominar el cuerpo, preparar la mente y dejar que el Espíritu gobierne
nuestro espíritu en nuestra alma, para el amor de Dios.
Derecho: Como nos proponemos demostrar ampliamente, bien se
puede decir que la historia de la idea del Derecho natural cristiano es,
en todos sus momentos, la vivencia doctrinal del encuentro de la
razón, la teología y la historia.
Estando siempre reservado a la razón hacer de mediadora entre las
instancias de la naturaleza humana, el Autor de ella y la historia.
Siendo el centro para la explicación del Derecho natural la razón
humana, entendida como institución filosófica fundamental.
J. GuIrroN : Le. Comeil fut un développement, non une rwptúre, en
«France Catholique», núm. 1000, 28 janvier 1966 (pág. 1) . GIOVANxI
AMBROSETTI.

La ley moral natural y la dignidad de la persona humana

La Sabiduría y Providencia divina dispone y gobierna todas las


criaturas, para que alcancen el último fin de glorificar a Dios, cada una
según el modo propio de su naturaleza
[1]. Para que el hombre, dotado de inteligencia y de voluntad libre,
alcance ese fin último en lo que consiste su propia perfección y
felicidad natural.
Dios ha inscrito en su naturaleza una ley que le dirija en su elección
del bien (lo que le conduce al fin) y en evitar el mal (lo que le separa
de ese fin).
Por eso, el hombre no puede encontrar la verdadera felicidad, a la
que aspira con todo su ser, más que con el respeto de las leyes
inscritas por Dios en su naturaleza y que él debe observar con
inteligencia y amor Tal es la principal de todas las leyes, la ley natural,
escrita y grabada en el corazón de cada hombre, por ser la misma
razón natural humana que manda al hombre obrar el bien y prohíbe al
hombre hacer el mal.
La ley natural es la misma ley eterna que, grabada en los seres
racionales, inclina a éstos a las obras y al fin que les son propios; ley
eterna que es la razón eterna de Dios, Creador y Gobernador de todo
el universo.
LA LEY
Distintas acepciones del término «ley»
Los principales usos del término ley fueron definidos por Tomás de
Aquino en su Summa Teológica, y aún nos valen, con la adición del
concepto de la "ley"científica.1. La ley eterna. "No es otra cosa que
Dios mismo... No es otra cosa que el plan de la divina sabiduría,
considerado como director de todos los actos y movimientos (de las
creaturas)"
Los principios eternos de la naturaleza de Dios son las normas
absolutas para la conducta del hombre
A la ley natural. "No es otra cosa que una participación de la ley eterna
en una criatura racional"
Podemos examinar el concepto pagano de esta ley y el concepto
bíblico.

a. El concepto pagano.
Según Aristóteles. "es natural la regla
de justicia que tiene la misma validez en todas partes, y que no
depende de nuestra aceptación de la misma".
Cicerón expresa así el concepto estoico:
(Que muestra fortaleza y dominio sobre sí mismo, especialmente ante
las desgracias y dificultades).
"La ley verdadera es la razón justa en concordancia con la
naturaleza... Es de aplicación universal, es inmutable y eterna...; quien
la desobedece, está huyendo de sí mismo y está negando su
naturaleza humana." Está aquí implicado el concepto de que existen
principios de conducta independientes del tiempo, del lugar y de la
opinión, grabados en el corazón humano.
b. ley El concepto de las Sagradas Escrituras.

La existencia de la ley natural es aseverada en Rom. 2: 14-15 e


implicada en Rom. 12:17; 1.a Cor. 11: 13-16 y en todos los textos que
enseñan la responsabilidad moral del hombre fuera del pueblo de
Dios.
( Amós 1, Rom. 1: 18-22).
Se trata de un conocimiento natural de lo bueno y de lo malo
Es de notar que no se trata de una ley descriptiva, sino normativa. El
hombre sabe por su conciencia lo que es bueno, aunque no lo haga.
Hay que tener también en cuenta las consecuencias de la caída.
"La percepción de la ley natural por parte del hombre caído está
universalmente distorsionada en mayor o menor grado"
Coleridge comparó la ley natural a la luna, la cual, a pesar de sus
irregularidades e imperfecciones, con todo nos guía en nuestro
camino, reflejando la luz del sol, con la esperanza de que éste se
levantará pronto.
natural

Dios, para facilitar aún más el conocimiento de la ley natural, ha


querido revelarla también de modo sobrenatural «Jesucristo, al
comunicar a Pedro y a todos los Apóstoles su autoridad divina y al
enviarles a enseñar a todas las gentes sus mandamientos, los
constituía en custodios e intérpretes auténticos de toda ley moral, es
decir, no sólo de la ley evangélica, sino también de la ley natural,
expresión de la voluntad de Dios, cuyo cumplimiento fiel es igualmente
necesario para salvarse»

Juicio Ético

Definición. Se define el juicio ético como el razonamiento necesario


para poder elegir la acción o la actitud más conveniente entre las que
se presentan ante una determinada situación. Esta decisión debe
basarse en las normas sociales o cristianas, o en el conjunto de
valores que la sociedad considere correctas.

-Función de la ética
La ética tiene fundamentación antropológica, en cuanto es el hombre,
su conducta y convivencia, el objeto de su estudio y función. Habiendo
sido el hombre creado con un fin, el cual es bueno, necesita una
herramienta que además de explicar y describir su conducta, le incite a
la acción, accionar cuyo propósito le conduce al fin por el cual ha sido
creado: glorificar el nombre de Dios, y en ello está implícito el hacer el
bien.
…la respuesta aproximada o plena, en cuanto ciencia normativa que
es, que trasciende lo meramente descriptivo y establece los
lineamientos y fronteras entre lo lícito y lo ilícito.

Las funciones de la Ley o "Torah" eran los siguientes:


El Pentateuco (del griego πέντε [pénte], 'cinco', y τεύχος [téukhos],
'rollo', 'estuche'; es decir, «cinco rollos», por los estuches cilíndricos
donde se guardaban enrollados los textos hebreos) es el conjunto
formado por los cinco primeros libros de la Biblia, que la tradición
atribuye al patriarca hebreo Moisés.
1. Era una manera de vivir para un pueblo escogido y rescatado. La
torah no es simplemente un código de conducta, sino la manera de
vivir conveniente para el pueblo escogido por Dios y con quien ha
hecho un pacto de favor (Ex 19:4; 20:2).

La promesa "haz esto y vivirás"


No indica un sistema de salvación por obras
A. Nuevo Testamento se salvaron por fe. Heb. 11,
Porque los israelitas que miraban la Ley de esta manera, Ocupándose
de la obediencia a la letra como medio de salvación, fueron
condenados, tanto por los profetas del Antiguo Testamento como por
Jesucristo.

La Ley era un favor de Dios al pueblo del pacto, como guía de su


conducta "hacia Cristo
Gal3:24 24 De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a
Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.
En frase de Esteban, la Ley contenía "palabras de vida" (Hech.7:38).
2. Estaba destinada a refrenar el pecado. Aun cuando Israel se había
apartado de Dios, su conducta era mucho mejor que la de las
naciones paganas, aunque estaba muy lejos del espíritu de la Ley.
"La ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y
desobedientes" (1.a Tim. 1:9)

3. La Ley revela y excita el corazón pecaminoso. Paradójicamente, la


Ley, al mismo tiempo, enseña al hombre que es pecador y hasta le
incita a pecar
(Rom. 5:20; 7:7; 1.a Cor. 15:56).
4. Demuestra la naturaleza pecaminosa del pecado.
Es decir, sólo mediante la Ley, sabe el hombre que el pecado es
pecado (Rom. 4: 15; 7: 13).
5. Convence al individuo de pecado. "Por medio de la ley es el
conocimiento del pecado", Rom. 3:20.
En la Ley se refleja como en un espejo la condición interior del
hombre, porque la Ley nos acusa, nos señala con su índice. Es
significativo el caso de Josías en 2.a Cron. 34: 18-21,
Como es el testimonio de Pablo en Romanos 7.37
6. Es una preparación para Cristo. Según Gal 3:24,
Ha sido nuestro "pedagogos" (el siervo que lleva a los niños a la
escuela), llevándonos hasta Cristo.
"Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo"
(Gal 3:25)

Ley preparaba para Cristo en todos los aspectos mencionados y en el


aspecto ceremonial
(Heb., caps. 7 al 10).
Cristo dijo que había venido a cumplir la Ley
(Mt. 5: 17).
Y, con su cumplimiento, puso fin a la Ley
(Rom. 10:4),
de modo que el cristiano está libre del yugo de la Ley (Rom. 6: 14; 7:4;
10:4; Gal 2: 19; 4:5; 5:18; etc.).
Qué significa estar "bajo la ley de Cristo"
("énnomos Christú" _1.a Cor. 9:21),

6. clasificación de la jerarquía de los valores según Max Scheler.


(Múnich, 22 de agosto de 1874-Fráncfort del Meno, 19 de mayo de
1928) fue un filósofo alemán, de gran importancia en el desarrollo de
la fenomenología, la ética y la antropología filosófica, además de ser
un clásico dentro de la filosofía de la religión. Fue uno de los primeros
en señalar el peligro que implicaba para Alemania el advenimiento del
nazismo. Hijo de padre luterano y de madre judía, se convirtió
inicialmente al catolicismo, del que se apartó al final de su vida.1

Los valores, según Scheler, se presentan objetivamente, esto es a


priori
(Conocimientos que llegan por la razón),
Como estructurados según dos rasgos fundamentales y exclusivos:
1. La polaridad, todos los valores se organizan como siendo
positivos o negativos.
A diferencia de las cosas que sólo son positivas.
2. La jerarquía, cada valor hace presente en su percepción que es
igual, inferior o superior a otros valores.
Esta jerarquía da lugar a una escala de valores que Scheler ordena
de menor a mayor en tres grupos:
A. Los valores del agrado: dulce – amargo
b. Los valores vitales: sano - enfermo
c. Los valores espirituales, estos se dividen en:
1. Estéticos: bello - feo
2. Jurídicos: justo - injusto
3. Intelectuales: verdadero - falso
4. Los valores religiosos: santo – profano
Los valores morales no son una categoría de valores porque no
poseen portadores, son valores puros.
Su realización es más bien indirecta. Se verifica en la realización de
los otros valores según su polaridad y jerarquía objetiva.
Cuando todavía se consideraba católico escribió De lo eterno en el
hombre (1921) justificando su conversión y después un estudio de la
sociología del conocimiento, Die Wissensformen und die Gesellschaft
(Formas de conocimiento y sociedad, 1926).
Posteriormente se alejó del catolicismo y desarrolló una filosofía,
basada en una concepción más bien hegeliana de Dios.
(Según el cual «lo absoluto», que también llama «idea», se manifiesta
evolutivamente bajo las formas de naturaleza y de espíritu)
. Vale decir que es el hombre el lugar por el cual Dios se hace
manifiesto en la historia.
Dios necesitaría del hombre para poder manifestarse realmente.
Esta tesis es consecuencia de su polémica idea de que el espíritu es
impotente.
Ahora bien, El conocimiento abstracto y los valores religiosos
obtendrían toda su fuerza de realización en los impulsos básicos
humanos.
Scheler se opuso desde el comienzo a Freud respecto de que lo
superior surge de lo inferior. Sostiene Scheler que es imposible
deducir de la sola represión sexual la capacidad del hombre de
Hacer surgir la novena sinfonía de Beethoven o Los hermanos
karamazov de Dostoievski.
En el puesto del hombre en el cosmos (1928) estableció una serie de
problemas que hoy son considerados como piezas clave para la
elaboración de la antropología filosófica.

7. ¿El hombre es un ser ético? El hombre se puede guiar por una


ética natural?

-Crisis de valores

Se hace claramente evidente que la sociedad en general está


experimentando una crisis de valores alarmante, crisis ésta que
contradice aparentemente el concepto que postula que el hombre
es un ser moral, o el hombre es un ser ético, pero si esto es así,
entonces
Porqué hay crisis de valores en la sociedad?
4.1 Origen de la crisis de valores en la sociedad
Para el siglo XVIII el filosofo franco-suizo, Jean Jacques Rousseau
planteó que el hombre nace bueno pero es la sociedad quien lo
corrompe, pero si el hombre nace bueno y es la sociedad quien lo
corrompe, estaremos ante una posible contradicción, porque si la
sociedad corrompe, entonces la sociedad es corrupta, y si la sociedad
es corrupta, significa que sus integrantes son corruptos, cómo pues
puede la sociedad ser el origen de la corrupción si está integrada por
hombres que nacen buenos?; de otro modo, si la sociedad es corrupta
y es el origen de la corrupción en el hombre, y está integrada por
hombres, entonces los hombres son malos, por tanto el hombre no
nace bueno, sino malo, y corrompe a la sociedad que integra; existe
un punto de coincidencia entre este planteamiento de Rousseau y el
planteamiento de Einstein.

Einstein decía que él no sabe si Dios existe, pero que sí sabe que el
hombre es bueno, volvemos al mismo interrogante, si el hombre es
bueno, entonces qué ocurre en la sociedad integrada por el mismo
hombre? el mismo Rousseau que dice que el hombre nace bueno y
que la sociedad es quien lo corrompe, argumenta que la enfermedad
viene de Dios, previamente admite que todo poder viene de Dios, pero
también la enfermedad.
La biblia nos muestra en

Gén. 6:3 y 8:2, que el hombre está inclinado al mal después de la


caída; si estudiamos los registros extra-bíblicos, encontramos que en
la historia del hombre siempre está presente la barbarie, el exterminio,
la crueldad y la injusticia; por otro lado la Biblia nos muestra en Gén.
6:5-8 que Dios determina el exterminio del hombre por la misma
causal que experimentamos hoy y que señalamos como crisis de
valores en la sociedad; el mismo contexto situacional se da en
Sodoma y Gomorra.

4.2 Consecuencias de la crisis de valores

Un asesino, un ladrón, un drogadicto, un estafador, un calumniador, la


injusticia misma y todo lo inherente a una falta de ética, moral y
valores, se encuentran dentro del marco de la crisis de valores y tiene
su origen en el individuo, en la familia y finalmente afecta la sociedad
que el hombre integra.
4.3 Enfermedad social y su solución

La pena de muerte y la guerra han sido la solución al abuso de


Saddam Hussein, a éste se le juzgó por violar
los principios establecidos en la Declaración Universal de
los Derechos Humanos, y también los principios establecidos en el
Derecho Internacional Humanitario, en expresión de la Corte Penal
Internacional y acorde al Estatuto de Roma, esto se sintetiza
como Crimen Contra la Humanidad, sin embargo, y pese al pedido de
la ministra española Ana Palacio, para que Hussein fuera Juzgado por
un tribunal internacional, finalmente el juicio lo determinó un tribunal
especial Iraquí, cuyo juez pertenecía a la etnia Kurda, pueblo sobre el
cual Hussein cometió crímenes de lesa humanidad.
Sentencia fue ejecutada el 30 de dic. 2006 a 6:00 am.
Muchos cristianos están en pro y en contra de la pena de muerte,
(Gn.9:5, mt.23:35, Ez.30:20, ap.19:2)
así mismo los miembros del sistema de justicia criminal y los teólogos
están en desacuerdo respecto de la efectividad en cuanto
a Impedimento de la conducta criminal.
El pacifismo bíblico, el activismo cristiano, la guerra justa y la
pena de muerte, quedan enmarcados dentro de este punto doloroso
que desafía a la ética cristiana.
Personalmente me causa dolor la ejecución de cualquier ser humano.
(NOTA DEL AUTOR)
Aunque sus hechos ameriten la muerte, pienso que el perdón de la
vida está sobre la justicia del hombre, porque la justicia del hombre es
corrupta e injusta,
sin generalizar, porque si la sociedad se descuida, se aplican
las leyes en contra de los débiles, y a favor de los potentados.
pienso que el hombre no está preparado para administrar este tipo de
justicia, en donde su boca decide la vida o la muerte de un hombre,
porque basta con ver los registros del Palacio de la Inquisición, en
Cartagena de Indias, para darse cuenta de cuántos inocentes fueron
ejecutados por calumnia y por intereses personales por parte del
"santo oficio de la inquisición" .
Otro ejemplo es en el caso de Jesús.
Pilatos lo entrega a la muerte por miedo a perder su puesto en
el gobierno de Roma, no porque haya habido realmente evidencia que
ameritara condena de muerte, con esto no estoy negando la existencia
de delitos que realmente merecerían la muerte, pero vuelvo y repito,
pienso que el perdón de la vida está sobre la justicia del hombre, la
cual es corrupta, aunque hay que acatarla; por tanto, la justicia del
hombre debe limitarse a la privación de la libertad, porque no está
capacitado para derramar sangre de hombres en pro de la justicia,
porque el mismo juez que ahora juzga a muerte, podría ser condenado
a muerte por su mismo séquito, si se descuida en contra de los
intereses personales o colectivos de los corruptos. (Recordemos el
inventor de la guillotina y la fabula del ratón de granja.)

7. Por qué es el hombre un ser ético?

A diferencia de los animales, el ser humano está dotado por Dios de


una mente capaz de razonar y de un albedrío responsable; El animal
nace ya hecho, sigue en su conducta las leyes de la herencia y se
adapta por instinto a las situaciones, mientras que el ser humano se va
haciendo progresivamente, escogiendo continuamente su futuro de
entre un manojo de posibilidades, a golpes de deliberación sobre los
valores de los bienes a conseguir, que le sirven de motivación para
obrar y le empujan a una decisión en cada momento de la existencia.
Por estar dotado de una mente capaz de razonar y abstraer, el hombre
puede prefijarse un fin determinado y tratar de hallar los medios
necesarios para conseguirlo. (Abstraer: Formar mediante una
operación intelectual una idea mental o noción de un objeto
extrayendo de los objetos reales particulares los rasgos esenciales,
comunes a todos ellos).

En la vida humana hay siempre una meta y una andadura. Pero el


hombre no es un ser autónomo, puesto que es un ser creado y, por
tanto, es limitado y relativo. Nada hay absoluto en el hombre.
No teniendo dentro de sí mismo la fuente de su propia perfección y
felicidad, depende existencialmente del Creador que le ha señalado la
meta y el camino.
De Dios fe ha de venir, por tanto, toda la normativa para su
comportamiento ético.
Así no es extraño que toda la trama de la Revelación Especial,
supuesta la “caída" existencial del ser humano por la corrupción
original del pecado, comporte junto al concepto primordial de
"salvación" (liberación de Egipto), una constante andadura, un "éxodo"
de peregrinaje por la vida, en dirección a una futura y definitiva "Tierra
Prometida". Lugares clave, entre otros muchos, son Juan 14:2-6, Col.
2:6-7 y Heb. 11: 13-16.

7. ¿Existe para el hombre una Ética meramente Natural?

Ya de entrada, en esta primera Lección, podemos anticipar que la idea


de una Ética Natural o Filosofía Moral, capaz de regir la conducta del
ser humano concreto, caído por el pecado, es una utopía heterodoxa.
Puesto que no está de acuerdo con la experiencia histórica ni con la
Palabra de Dios.
Después de la caída original, el ser humano está inclinado al mal (es
radicalmente egocéntrico) y se siente incapacitado para cumplir la Ley
de Dios, tendiendo siempre a rebelarse contra ella
(cf. Rom. 1: 18; 8:7; 1.a Cor. 2: 14).
Esta incapacidad del ser humano caído en el pecado, respecto al bien
obrar, quedó bien descrita, con palabras de Agustín de Hipona, en el
Concilio 11° de Orange, habido el año 529, canon 22: "De lo que es
propio del hombre. Nadie tiene de suyo otra cosa que mentira y
pecado. Y si el hombre posee algo de la verdad y de la justicia, le
viene de aquella fuente, a la que debemos dirigir nuestra sed en este
desierto, a fin de que, como refrigerados por algunas gotas no
fallezcamos en el camino.
La cueva francisco, 1975, curso de formación teológica evangélica.
Tomo x, ética cristiana.

8. Fundamentos de la ética cristiana:

A. Naturaleza moral del hombre. B. Naturaleza de Dios. C. la


Revelación divina.
Dicc. Naturaleza: Principio creador y organizador de todo lo que
existe.

A. La naturaleza moral del hombre.


Se considera en primer lugar por ser el punto de contacto más
importante con las demás éticas.
Estas dan por sentado que el hombre tiene una naturaleza moral; de
otra manera no tendrían razón de existir como ciencias de la conducta.
A pesar de su enorme diversidad, este hecho es un presupuesto de
todas.

"La universalidad de los códigos morales.

Dice: Carl F. H. Henry-

Es también un presupuesto de la Ética hebreo-cristiana. Esta enseña


que el hombre fue creado a imagen de Dios, y que un elemento de
esta imagen es la naturaleza moral del hombre.
En su condición anterior al pecado no poseía
‘‘La ciencia del bien y del mal", pero sí era capaz de recibir, obedecer y
desobedecer los mandamientos divinos.
Después de la caída, retiene por la gracia de Dios su naturaleza
moral creada según la imagen divina, y tiene además conciencia
de su propia culpabilidad y pecado, en contraste con
la justicia de Dios.
(Nótese su conducta después de la caída).

Aunque siguen pecando, los hombres tienen nociones de justicia:


Caín teme que le maten por su crimen. El apóstol Pablo enseña
(Rom. 2: 14-15) que los hombres desprovistos de la Revelación
Especial, no sólo tienen conocimiento de pecado, sino que también
pueden tener nociones positivas acerca de lo que Dios requiere,
"mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones".
Aquí se trata de la revelación general hecha a la naturaleza moral
del hombre. Pablo habla del "testimonio de la conciencia”
acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos". Aunque esta
expresión no queda del todo clara en el original griego, lo más
probable es que se trata de la función de la conciencia, que puede
desaprobar o aprobar la conducta. O. Hallesby
Destaca que es común a todos los hombres en su aspecto formal, o
sea, tal como la define Knudson
"la convicción de que lo recto existe y que estamos obligados a
hacerlo", y de que, además, debemos evitar el hacer lo malo.
(Ro.1.28)

b. La naturaleza de Dios.
La naturaleza moral del hombre no es el presupuesto más importante
de la Ética hebreo cristiana. Su principio característico es que el bien
se identifica con la voluntad santa de Dios.
La obligación moral del hombre es obedecer a Dios, y la buena
conducta es la que él aprueba, lo quela Biblia llama "lo recto ante los
ojos de Jehová", mientras que la mala conducta es el pecado
contra él -"contra ti solo he pecado" -dice David (Sal 51:4).
Cristo nos exhorta a buscar el reino de Dios y su justicia (Mat. 6:33), y
Pablo nos intima que comprobemos "cuál sea la buena voluntad de
Dios, agradable y perfecta" (Rom. 12:2), con el pensamiento de que El
será un día el Juez de toda conducta humana. Una de las críticas más
comunes a este presupuesto básico es que el hecho de que Dios
mande hacer o no hacer algo, no es razón suficiente para obligar
al hombre a obedecer, pues hace falta saber también que El es
perfectamente bueno.
Knudson sigue la corriente humanista, aseverando que la base
fundamental de la Ética cristiana no debe ser la voluntad de Dios,
sino la naturaleza moral del
Hombre, porque sólo sabemos que lo que manda Dios es bueno
gracias al discernimiento moral que tenemos.
Esta objeción se resuelve si se deja de considerar la voluntad de
Dios como separada del carácter santo de Dios. La voluntad de Dios
es la expresión de su misma naturaleza: El es bueno -el solo bueno
(Mt. 19: 17; Mc. 10: 18; Lc. 18:19)-, el justo, el Santo de Israel.
La conciencia humana reconoce que su ley es santa, justa y
buena, y sobre esta base el Espíritu Santo convence al hombre de
pecado, revelando la absoluta justicia de Dios.
Algunos teólogos bíblicos han creído que para que la ley moral
encierre una obligación, tiene que ser exterior a la voluntad de Dios.
Que lo bueno, lo justo, es una "eterna ley
de justicia" a la cual Dios mismo se conforma.
Sin embargo, el concepto de un Dios personal absoluto, fuente de
todo ser, y, por tanto, de la Verdad y del Bien, implica que lo bueno se
funda, no en una noción abstracta de "justicia eterna", sino en lo que
El es, y o viceversa, y de aquí que sea bueno lo que El hace y manda.
A los hombres nos parece también bueno en cuanto que somos
creados a Su imagen y semejanza. Así nuestra obligación de cumplir
los mandamientos divinos descansa también en la naturaleza de Dios:
"

c. La Revelación Divina.
La Biblia tiene como objetivo y propósito el ser la revelación del ser,
las obras y el programa de Dios. Que un Dios infinito buscase el
revelarse a sí mismo a sus criaturas, es razonable y esencial para el
cumplimiento de los propósitos de Dios en la creación. Es por otra
parte, natural que los seres racionales intenten saber algo del creador
que les ha dado vida.
Si el hombre es el más alto orden de las criaturas, que tiene la
capacidad de reconocer y tener una intima comunión con el creador,
es, por tanto razonable esperar que el creador se comunicara con sus
criaturas, revelándoles su propósito y voluntad.
1. La revelación de Dios en la creación: poder eterno, y el carácter
de Dios se revelan por las cosas que han sido creadas, Ro.1.20.
2. la Revelación en Cristo. Gal.4:4-7
3. la revelación en la palabra escrita. Heb.6.18; 2ti.3:16,17; Jn. 5.39
Un tercer presupuesto, que depende del anterior, es que Dios ha
revelado su voluntad en las Sagradas Escrituras. El argumento de
Knudson mencionado arriba es que la naturaleza moral humana es
más fundamental porque son muchos los que han hablado en nombre
de Dios, y tenemos que atenemos a nuestro juicio moral para saber
cuáles son los mandamientos divinos auténticos.
A esto respondemos que, si tanto el Antiguo Testamento como el
Nuevo Testamento son considerados como la revelación auténtica de
Dios, entonces lo que dicen de su voluntad puede ser recibido como
tal. Empieza el Decálogo con la aseveración inequívoca: "Y habló
Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy Jehová tu Dios...".
La palabra hebrea que traducimos por leyes torah y significa
instrucción revelada. Es una revelación especial, ligada con la
elección y la redención. La ley fue revelada al pueblo elegido, con el
propósito, según revela el Nuevo Testamento, de convencer de
pecado y conducir a Cristo, como instrumento en el propósito divino de
redención (cf. Gal. 3:23-24).
Los profetas invocan la misma autoridad:"La palabra de Jehová
vino a...”. Y el Señor Jesucristo habla en un tono que demuestra su
propia autoridad divina: "Oísteis que fue dicho..., pero yo os digo..."
(Mat. 6). La ética revelada del Nuevo Testamento es también parte
integrante del propósito redentor de Dios, pero como uno de los fines
de la redención.
Dios revela que ha salvado a Su pueblo, para que sean
semejantes a Cristo en su vida moral: "Este es mi mandamiento:
que os améis unos a otros, como yo os he amado"
(Jn. 15: 12); "se dio a sí mismo por nosotros, para redimirnos de toda
iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras"
(Tito 2: 14, Comp. con Ef. 1:4; 2: 10; 1.a Pedro 2:24, etc.).
Lo bueno en la conducta es identificado por Pablo con el fruto del
Espíritu (GáI. 5:22).
Para Juan, la buena conducta es señal segura e imprescindible de La
salvación. 1 jn.2.29.

9. Imagen de Dios en el hombre

Los hechos teológicos que sirven de base a la Ética cristiana son los
siguientes:
1. El hombre fue hecho a imagen y semejanza de Dios, partícipe del
"ruaj" de Dios, del Espíritu de Dios y, por tanto, recto con la rectitud
moral de que Dios le había investido al crearlo a Su propia imagen
(Ecl. 7: 29),
ya que el sello distintivo del carácter ético de Dios es la santidad (Lev.
11:44; 19:2; 1.a Pedro 1: 16)
2. Al perder la comunión con Dios por el pecado, se oscureció y
deterioró la imagen de Dios en el hombre. Ro5:12.
El hombre quiso ser autónomo, independiente de Dios, única
fuente de santidad, de salvación, de felicidad, y se torno entonces
egocéntrico, buscándose a sí mismo y extraviándose por muchos
caminos (Is. 53:6)

El hombre nace pecador: todos pecamos en Adán y todos pecamos


como Adán (Rom. 5: 12ss.).

3. Dios tiene compasión del hombre perdido, y desde el principio hace


la promesa de un Redentor
(Gen 3:15).
El Hijo de Dios, por quien todas las cosas fueron hechas (Jn. 1: 3)
Y, por tanto, también la imagen de Dios en el hombre, se hace
hombre, obediente a Dios en todo, hasta la muerte (Flp. 2: 6-8).
Y así aparece como el Hombre con mayúscula, paradigma del nuevo
hombre, en contraste con Adán, de quien recibimos el "viejo hombre".
Como fruto de la sustitución llevada a cabo en el Calvario (2.a Cor.
5:21, como eco de Is. 53:6),
El creyente queda revestido de la justicia del Hombre verdadero que,
por ser el Hijo de Dios, no sólo lleva la imagen divina, sino que es "la
irradiación de Su gloria y la impronta misma de su hypóstasis
sustancial trinidad (Heb. 1: 3). (Impronta rasgo definitivo.)
4. Por tanto, la base de la santificación del hombre pecador y perdido
ha de consistir en salir de la perdición masiva ("Todos nos
descarriamos... Is.53:6), mediante una salvación personal (In. 3: 15-
16), para formar un solo Cuerpo en Cristo (1a Cor. 12:13).
Ello requiere un proceso de transformación en la imagen ("eikónos" -
Rom. 8:29-, como una figura plástica) de Cristo, cuya progresiva
configuración (Rom. 12:2) aparecerá perfecta y manifiesta en la
escatología (1a Cor. 15:49; Col. 3:4; La In.3:2).

5. De esta manera, somos adoptados como hijos en el Hijo (Rom.


8:17; Ef.1:6),

Como pámpanos en la misma cepa Rom. 6:5 –


"como plantados", piedras vivas sobre la misma "piedra principal del
ángulo"
(Ef. 2: 20-22; I Ped. 2:5ss.)
y miembros de su mismo Cuerpo(Rom. 12:5; I Cor. 12:27; Ef. 4: 15-16;
Col. 2: 19).
Tuvimos muchos caminos para descarriamos (Is. 53: 6), pero un solo
Camino para volver (jn. 14:6).

Un Camino sobre el cual debemos andar por fe, de la misma manera


que entramos en él por fe (Col. 2:6-7).

Por eso, el libro de Hechos, pequeña historia inspirada de la Iglesia


primitiva, se refiere al Cristianismo como al Camino de Dios
(9:2; 18:26; 19:9-23; 22:4; 24: 14-22)

9.1 .Cómo nos refiere el Génesis la creación del primer hombre


Comencemos por afirmar que Génesis 1 y 2 no son documentos que
se contradigan entre sí, sino dos enfoques distintos, basados en la
diferente perspectiva en cuyo marco encuadra el escritor sagrado el
hecho de la creación de nuestros primeros padres:
En el capítulo 1. º, Elohim, el Supremo Hacedor, Rector y Gobernador
del Universo, tras la creación de todos los demás seres, se dispone a
coronar su obra haciendo al hombre a Su imagen y semejanza;
En el capítulo 2.º, Yahveh-Elohim, Hacedor Omnipotente y, al mismo
tiempo, Salvador misericordioso, modela con esmero y detalle el
primer ser humano. Es posible que Moisés utilizara dos fuentes
distintas, pero ello no obsta (no hay inconveniente, no estorba) a la
unidad del relato ni a la infalibilidad del informe.

Génesis 1:26-27 marca con un «punto y aparte» la diferencia radical


entre los demás seres creados y el hombre. Hasta entonces, Dios se
había contentado con un «sea hecho...»; pero aquí ya no dice: «sea
hecho el hombre», sino «hagamos al hombre» (V. también Gén.
11:7). El uso del plural «hagamos» es un antropomorfismo¹ que
expresa algo así como una deliberación previa, para enfatizar la
importancia de lo que se pretende ejecutar.
(1atribucion de características y cualidades humanas aplicadas a
Dios).
Puede tomarse también como un plural mayestático,(²Elohim:los
Dioses) como en Esdras 4:18.³ Algunos teólogos quieren ver aquí
una referencia explícita a la Trinidad; sin embargo, el sentido
trinitario de dicho plural sólo puede deducirse a la luz del Nuevo
Testamento.
Más aún, siendo cierto que el Padre todo lo ve en el Hijo y todo lo
ama en el Espíritu Santo, la creación del hombre, lo mismo que la del
resto del Universo, por ser obra de la sabiduría y del amor de Dios,
tanto como de su poder, necesariamente ha de ser un acto trinitario.
Además, el sujeto propio de una acción no es la naturaleza, sino la
persona, y las personas divinas obran conjuntamente en todo cuanto
es causado por Dios.
Dice «a nuestra imagen», con lo que expresa el valor supremo de la
persona humana
(V. Hech. 17:28: «linaje suyo somos»), mientras que, al crear las
plantas y los animales, dice:
«...según su especie».
Génesis 2:7 nos presenta a Yahveh-Elohim modelando («vayyitzer»)
al hombre-Adam del polvo de la tierra, o mejor, de tierra arcillosa
(«adamah»),⁴ como un alfarero modela una vasija (comp. con Jer. 18),
pues esto indica el verbo hebreo yatzar.⁵
El rabí Meir dice que Dios, al formar al hombre, tomó tierra de todos
los continentes, para indicar que todos los hombres son hermanos.
Otros dicen que lo formó de tierra tomada del lugar donde, andando el
tiempo, había de estar situado el Altar de la Expiación, para indicar
que el hombre tiene remedio para su pecado.⁶

L. S. Chafer observa que todo nuestro sustento viene directa o


indirectamente de la tierra.⁷
El Sagrado Texto nos dice, con otro expresivo antropomorfismo,
(1atribucion de características y cualidades humanas aplicadas a
Dios).
Sopló Dios en la nariz del Adam que había modelado, un aliento de
vida «y fue Adam un ser viviente», frase genérica que el Tárgum
(Interpretación al arameo de la Biblia hebrea)
Matiza traduciendo «un espíritu que habla», o sea, una personalidad
que piensa y expresa con palabras sus pensamientos.⁸

2. Creación de la mujer
Hasta llegar a Gén. 2:17, Dios asegura que todo lo creado es bueno, y
hasta «bueno en gran manera» (Gén. 1:31).
Pero la primera cosa que Dios no encuentra buena es que el hombre
esté solo (2:18).
Considerando que ya existían otras muchas cosas, así como plantas y
animales de toda especie, esta soledad del primer hombre marca una
vez más la radical supremacía de la persona humana sobre todo lo
creado.
Sólo otra persona humana, un ’tú’, puede ser
realmente compañera de un ser humano.
Por eso, Dios decide crear a la mujer como una ayuda idónea para el
hombre, puesto que ninguno de los animales reunía tales condiciones
(V. 2:19-20).
Para ello, Dios practica una especie de anestesia a Adam y forma a la
mujer de una costilla de junto al corazón del hombre.
Con este nuevo antropomorfismo, se nos da a entender:
(a) que la mujer (hebreo «ishshah») tiene por cabeza al varón (hebreo
«ish»), del cual depende;
(b) la estrecha relación de la mujer con su varón;
(c) el fundamento natural para una normal asociación entre ambos:
ella debe serle ayuda (a su lado); él debe amarla entrañablemente
(ha salido de su costado, de junto al corazón).

El rabino Hertz hace notar que, en el original, el versículo 22 dice:


«fabricó (hebreo vayyibén) una mujer». Dicho verbo se deriva de
«banah» comprensión o intuición, por medio de la cual, la mujer
había de contrapesar el intelecto y la lógica del varón.⁹ (mujer
sentimientos)
De este modo, sólo cuando tenemos juntamente al varón y a la mujer,
queda completa la imagen y semejanza de Dios en el hombre (V. Gén.
1:27), porque en Dios la cabeza y el corazón, o sea, la verdad y el
amor, son igualmente infinitos y, por tanto, guardan un perfecto
equilibrio.
Por eso, el matrimonio se llama en hebreo qidushim, es
decir, santidades, porque son dos «santos» los que se unen.
De ahí que 2:24 muestre la unidad y la indisolubilidad del matrimonio
con un verbo «se unirá» (hebreo «dabaq», que los LXX traducen por
«proskollethésetai» —comp. con el «ekolléthe» de Lc. 15:15), que
expresa una total aglutinación, por la que esposo y esposa llegan a
ser «una sola carne», o sea, como una misma persona, consortes, o
sea, copartícipes, de por vida, de las mismas penas y alegrías.
Alguien ha hecho notar que el haber sido creado el varón antes de la
mujer influyó decisivamente en la distinta psicología de uno y otra:
Adam había ya contemplado las estrellas y puesto nombre a las
cosas y a los animales, cuando fue formada su mujer; de ahí que el
varón se ocupe en múltiples tareas y se preocupe de diversos
problemas.
En cambio, la mujer, inmediatamente de haber sido formada, tuvo ante
sí, primero de todo, a su hombre; eso explica que la mujer todo lo vea
a través del hombre, del hijo, del hogar...
En Gén. 1:28, después de una bendición especial, que marca una vez
más la superioridad esencial del hombre sobre las demás cosas, Dios
da al hombre un primer mandamiento: «fructificad y multiplicaos...».
Fundar un hogar y tener familia será la aspiración primordial de
todo judío.
La esterilidad se convertirá en una maldición. Por eso, la Biblia no se
ocupa del control de natalidad. Lo cual no es obstáculo a que una
paternidad responsable se haga cargo de las circunstancias sanitarias
y económicas que pueden y deben tenerse en cuenta a la hora de
procrear nuevos vástagos.

3. Valor del hombre


Del relato de Génesis 1 y 2, se desprende el valor que para Dios
posee el hombre. La persona humana tiene para Dios un valor
radicalmente superior al del resto del Universo. El hombre es
constituido virrey de la Creación y dominador de todo lo demás
(Gén. 1:28-30). Con un soplo salido de lo más hondo de Su pecho,
Dios hace vivir al Adam aquel de arcilla que iba a ser el primer hombre
(Gén. 2:7).
El hombre resulta así, no sólo un ser viviente, sino también
espiritual, consciente y libre.
El es como el catalizador y el altavoz consciente y responsable del
salmo de gloria que la Creación entera entona a Dios; y en la
garganta del hombre, la voz del Universo se torna himno de
alabanza o grito de blasfemia.
Como cantaba un joven poeta de la Universidad Gregoriana de Roma,
allá por el 1950, el pensamiento del hombre, como la cornamenta de
un ciervo, es para Dios «pretexto no más donde apoyar su música»,
como el atril en que Dios puede colocar la partitura del canto de
alabanza que le tributa todo lo creado (V. Sal. 8:4-9).
Dice Hertz¹⁰ que, según los rabinos, el hombre, a diferencia de los
demás seres que sólo tienen un «yod» (o sea, una y en el verbo
«yatzar»), es decir, una sola inclinación, posee dos «yod» (vayyitzer):
el «yetzer tob», o buena inclinación, y el «yetzer ra’», o mala
inclinación. Otros, anticipando ya el pensamiento paulino, advierten
que el hombre disfruta de dos ciudadanías: la del Cielo y la de la
Tierra.
Al ser el hombre algo radicalmente distinto de todo lo demás, estamos
de acuerdo con la filosofía existencialista en que el ser humano es el
único sujeto existente en el mundo, mientras que lo demás
es objeto (algo arrojado ante mí), es decir, utensilio o escenario del
hombre.

- Sólo el hombre es adoptado a la filiación divina.


De ahí que toda la Creación gima por la final redención de los hijos de
Dios (Rom. 8:14-23). Se explica así el interés de Dios por la salvación
del hombre.
Como dice E. Kevan,¹¹ «el hombre no era digno de ser salvo, pero era
digno que fuese salvado», por el amor que Dios depositó en él al
crearlo a Su propia imagen.¹² (Francisco la
cueva, teología del hombre).
Así se explica también la nostalgia y el vacío que aún los más
incrédulos sienten en los momentos de silencio interior. Como
escribió Agustín de Hipona en sus Confesiones (III, 8): «Nos hiciste,
Señor, para ti, y está intranquilo nuestro corazón hasta que descanse
en ti.» El valor del hombre está bien claro en el Nuevo Testamento,
especialmente en Mt. 6:26,30; 10:30:31; 12:12; Mc. 2:27; 8:37; 1 Cor.
9:9-10.

9,1 b
Deterioro de la imagen de Dios en el hombre por El pecado
humano
El reconocimiento del pecado del hombre es una característica
distintiva de la Ética del Antiguo Testamento.
Los griegos, para calificar éticamente al hombre, hablaban de pecado
como "ignorancia".
Filosofo Alemán, Kant, pecado como "irracionalidad".
Los científicos evolucionistas, de un "residuo animal" que aún queda
en el hombre y que está llamado a desaparecer; pero el Antiguo
Testamento habla de "pecado", es decir, de rebelión contra la
voluntad de Dios
Dios ha revelado cuál es la conducta que le complace, y por eso la
prescribe, y cuál es la conducta que le desagrada, y por eso la
prohíbe.
El pecado es, pues, la violación de Su voluntad revelada.
El profeta Samuel destaca que la desobediencia es la causa de la
condenación (1.a Sam 15:23)
El Antiguo Testamento Hace resaltar el principio de la
responsabilidad moral del hombre delante de Dios, y el de la justicia
retributiva, ya que un Dios santo
y justo tiene que castigar las violaciones del orden
Moral divino.
La revelación aumenta la responsabilidad moral del pueblo de
Dios (Am 3:2).
La Redención Divina.
La Redención Divina es el complemento y ejecución de la justicia
divina.
1. El antiguo pacto es el medio destinado a cumplir el propósito
divino. Dios hace su pacto con Abraham el escogido (Gen 12; 15: 19;
22: 15-18) y lo renueva con sus descendientes en el Sinaí (Ex 19).
Es en este momento cuando la Ley divina es revelada a Moisés.
El sentido ético del pacto se nota en la figura del matrimonio, a la cual
aluden muchos libros del Antiguo Testamento (por ej. Oseas).
Israel es la esposa de Yahveh (o Jehová) y debe ser fiel a Él.

Los profetas se quejan de que Israel ha sido infiel yendo tras


dioses ajenos, con las consecuencias morales proporcionales a tal
infidelidad (por ej. Jer. caps. 2 y 3).
El pacto tenía implicaciones sociales, además de las
individuales.
El amor al prójimo (Lev. 19: 18) se expresa en muchas leyes, como,
por ejemplo, en las precauciones de seguridad en la construcción
(Deut. 22:4,8);
en el trato a los siervos (Deut. 15: 12-18),
a los extranjeros (Lev. 19:33),
a los pobres (Ex 22:26), etc.
2. El nuevo pacto. A Jeremías le es revelado que el Antiguo Pacto es
una anticipación del Nuevo Pacto (Jer. 31: 31-34), por medio del cual
los propósitos divinos se cumplirán en su plenitud.
De nuevo tiene una implicación social: la santidad del pueblo de Dios
como tal "pueblo", concepto que en el Nuevo Testamento habría de
desarrollarse en la doctrina del cuerpo de Cristo.

9.1 c. Deterioro de la imagen de Dios.

Por desobediencia entra el pecado, engañado por la serpiente el


hombre se cubre con hojas de higuera; pero pierden el dominio sobre
la creación -la tierra se les vuelve hosca e inhóspita (Gen 3: 17)- y
pierden también la comunión con Dios, huyendo de El (Gen 3:8)2.
También se desconocen a sí mismos, avergonzándose de su propio
cuerpo, Y sintiendo dentro de sí la rebelión de los instintos (Gen 3: 11).
El hombre experimenta en su interior esa atroz lucha que tan
patéticamente describe Pablo en Rom. 7.
Al hombre íntegro, unificado, en su condición primigenia, sucede
el hombre dividido, en guerra consigo mismo por la contraria
gravitación de fuerzas opuestas.
Como el endemoniado de Mr. 5:9; Lc.8: 30, puede decir: "Legión me
llamo, porque somos muchos”.
Por eso, se ha dicho que todos los seres humanos llevamos dentro de
nuestro corazón un tigre, un cordero, un cerdo, un asno y un ruiseñor.
(UN PERRO)

3. Inmediatamente después del primer pecado, el hombre desconoce


también y aborrece a su prójimo. Ante el único semejante que Adán
tiene en el mundo, y que es su propia mujer, salida de su costado, el
primer hombre se expresa con terrible crueldad e ingratitud, echando
la culpa de su desgracia a Eva y a Dios que se la había dado por
compañera:
"La mujer que me diste por compañera medio del árbol..."(Gen 3:12);
como diciendo: ella tiene la culpa. ... y tú, por haberme dado

9.1.d Restauración de la imagen de Dios en el hombre.


El Antiguo Testamento Hace resaltar el principio de la
responsabilidad moral del hombre delante de Dios, y el de la justicia
retributiva, ya que un Dios santo
y justo tiene que castigar las violaciones del orden
moral divino.

La revelación aumenta la responsabilidad moral del pueblo de


Dios (Am 3:2).
Seamos configurados a su imagen (Rom. 8: 29), hechos así aptos
para recuperar la imagen del Dios Trino: "siguiendo" la verdad
(expresada en y por el Hijo) en amor (derramado en nuestros
corazones por el Espíritu, cf. Rom. 5: 5). (Ef. 4:15). Para ello, el Hijo
de Dios se vació de su gloria (Flp. 2:6-8),
Siendo tenido
a. Por débil ("A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar" Mt.27:42.
b. Por loco ante el tribunal del placer, del arte y de la cultura (ante
Herodes)
c. Por blasfemo ante el tribunal de la religión (ante Caifás)
d. Por revolucionario ante el tribunal político (ante Pilatos)
.2. Nuestro vaso de arcilla se rompió, pero el divino alfarero (Gen
2:7; Adam significa tierra rojiza = arcilla) no puede fracasar; vuelve
a hacer otro vaso de honor, como hizo con Israel (Jer. 18: 1-10);
reparó el rasguño en nuestro primer traje con un bordado que lo toma
más bonito y más valioso. Sin el pecado, no hubiésemos tenido un
Redentor tan admirable; un precioso atributo de Dios, la misericordia,
hubiese quedado en la sombra, sin ser revelado.
Por tremenda que sea nuestra quiebra, hay remedio absoluto en
Jesucristo.
Como él nos compró, con ese precio podemos también nosotros
redimir el tiempo (Ef. 5: 16; Col.4:5), sacándolo del mercado de
esclavos del demonio, para consagrarlo a Dios.
Puesto que en el cañamazo del tiempo está entramada nuestra vida
terrenal.
Redimir el tiempo es aprovechar todas las oportunidades (el "kairós")
que Dios nos ofrece.
(d. Rom. 12: 1-2).
Como dice Bernardo de Claraval, podemos redimir el tiempo
convirtiéndolo en eternidad: con el arrepentimiento se redime el
pasado; con la fe el presente; con la esperanza, el porvenir.

3. De esta manera, ya no caben entre los creyentes los complejos,


porque:

a. En la Iglesia no hay inútiles, porque cada uno tiene su don que


ejercitar y su servicio que desempeñar (léase atentamente todo el cap.
12 de 1.a Cor.)

b. Ni mutilados de guerra, porque todo lo podemos en el Cristo que


nos da fuerza.
(2.a Cor. 12: 10; Flp. 4: 13)
El aspecto positivo de la santificación
La santificación moral del creyente no es propiamente un producto de
su esfuerzo por practicar la virtud, sino que es fruto de su docilidad al
Espíritu Santo.
Al poseer el Espíritu Santo en nuestro interior, como huésped que
mora para trabajar (participación personal de la naturaleza divina).
El es quien toma a su cargo la tarea de nuestra santificación, mientras
que a nosotros nos corresponde ser dóciles a Él, no sólo teniendo las
antenas del espíritu alerta a sus inspiraciones, sino, sobre todo,
teniendo la voluntad siempre pronta para ejecutar la "buena voluntad
de Dios, perfecta y agradable" (Rom. 8: 14; 12: 1-3).
El Espíritu Santo, el "dedo de Dios" (Ex 8: 19; Lc. 11:20), va
esculpiendo en nosotros la imagen del Hijo, del Primogénito (Rom.
8:29), de modo que, dejándonos llenar del Espíritu (Ef. 5: 18), vamos
asiendo cada vez más del Cristo que a todos nosotros nos asió un día,
como a Pablo, en nuestro "Camino de Damasco" (Flp. 3: 12).

Con esto, va haciéndose realidad en nosotros la participación


moral de la naturaleza divina, es decir, de la santa conducta del
Dios tres veces Santo (II Ped. 1:4-7), donde el amor aparece al final,
como última raíz de una conducta santa, siendo al mismo tiempo el
primer fruto del Espíritu
(Gal. 5:22, comp. Con Rom. 5:5).
Esta participación de la naturaleza divina comporta el paso de un
molde, de un "schema" a otro, del esquema del mundo al de Cristo,
mediante la metamorfosis que experimentamos por medio de la
renovación de nuestra mente, según la terminología de Rom. 12:2,
para así abandonar la vieja levadura de corrupción (I Cor. 5:7).

Esa renovación espiritual en qué consiste el aspecto positivo de la


santificación es como un cambio de brújula, una distinta orientación de
toda la conducta ética y existencial (Rom. 8: 1-4), pues la conversión
indica, desde su misma etimología
("darse media vuelta") un giro de180 grados en la dirección de nuestro
comportamiento.
Por eso afecta decisivamente a nuestras facultades conscientes,
específicas (mente, corazón y voluntad), determinando un cambio de
criterios (Rom. 12:2), de sentimientos (Flp. 2:5) y de decisiones (Rom.
8: 14, como fruto de Flp. 4: 8 "la idea lleva al acto"). En las
lecciones siguientes, desarrollaremos todos estos conceptos.

9:2 LA IDEAL MORAL SEGÚN EL ANTIGUO TESTAMENTO

La enseñanza apostólica compara el caminar del cristiano por esta


vida al Éxodo de los israelitas de Egipto. También nosotros tenemos
nuestro Cordero Pascual (Jn. 1:29-36; 1a Cor. 5:7), con cuya sangre
debemos ser rociados para escapar al exterminio
(I Ped. 1:2). Tenemos que ser segregados del mundo para ser
congregados y formar la comunidad de los elegidos.
Hemos de seguir las 5 etapas del Éxodo:
1. Salir del Egipto de nuestros pecados, para escapar de la esclavitud
(In.8:34; I Ped. 2: 19), siendo rescatados por el brazo de Dios y
la redención de Cristo (Ef. 2; 4:20-24; Col. 3:5-10)

2. Pasar por el Mar Rojo de la sangre de Cristo


(I Ped. 1: 18-19; Apoc. 7:14)

3. Emprender la peregrinación por el desierto de esta vida, siendo


sustentados por Cristo, la Roca espiritual que nos sigue (1a Cor. 10:4;
Ef. 2:19; Heb. 11:13-16; I Ped. 2:11; Apoc. 12:6-14)

4. Pasar por el Jordán purificador (Heb. 12:6ss.); lo cual supone ya


estar dentro del pacto; por eso, bautizaba Juan en el Jordán y de él se
tomaron las doce piedras representativas de las doce tribus de Israel
(Jos. 4)

5. Entrar a formar parte de la ciudadanía de la verdadera Tierra


Prometida
Es el puro e infinito Ser (Ex 3: 14-15), sin mezcla del no-ser. Así
decimos que algo es "de oro puro" cuando todo ello es oro y sólo oro.
Esta pureza interior, sin mezcla, es la expresada en Mí. 5:8; 6:22-24;
1.a Cor. 5:7; 1.a Jn. 2: 15, comp. Con Mí. 6:24; Le. 16: 13).

Ahora bien, el vocablo "puro" se deriva del griego "pyr" = fuego,


porque todo metal se purifica cuando es acrisolado por el fuego. De
ahí que el cap. 12 de hebreos, en el que domina la idea de purificación
del creyente, se cierre con la frase de Deut. 4:24: "porque nuestro Dios
es fuego consumidor" (Heb. 12:29).
Pero Dios sólo consume la escoria, no el oro. Por eso, el creyente,
como el pueblo elegido, simbolizado en la zarza ardiendo de Ex 3:2,
arde sin consumirse.
Dios lo prueba y castiga pedagógicamente, para que no sea
consumido con el mundo (I Cor. 11: 30-32)

¿Qué debe hacer el creyente para colaborar en esta constante


purificación de su andadura cristiana? Algo tan ineludible como es el
tomar su cruz cada día, para ser verdadero discípulo, es decir, para ir
en seguimiento del Maestro
(Mt.10:38; 16:24; Mc. 8:34; 10:21; Le 9:23; 14:27).
Seguir a Cristo comporta, pues, la crucifixión del "yo". No del genuino
"yo" = la auténtica personalidad que Dios creó en nosotros, sino del
falso "ego" que han configurado nuestros pecados.
Para ese falso "yo" que llevamos dentro, lo espiritual es una necedad y
la cruz de Cristo es una locura (l. Cor. 1: 18¬23; 2: 14).

Por eso, para que cambie nuestra mentalidad en el


arrepentimiento (Mc. 1: 15) y se vaya renovando nuestro
entendimiento (Rom. 12:2), es preciso que nuestros pensamientos se
rindan cautivos a la obediencia de Cristo por la fe
(Rom. 1:5; 16:26; I Cor.10:5).
Como advierte Chesterton, nuestra razón busca la rotundidad de la
esfera, mientras la fe nos exige la contradicción de la cruz.
En efecto, una cruz es un conjunto de dos palos cruzados:
nuestra voluntad que se cruza con la voluntad de Dios.
Por eso, toda tribulación, toda "cruz" resulta amarga en la medida en
que expresa un conflicto con el pecado. De ahí que el creyente que no
acepta su condición crucificada con Cristo al propio "yo" y al mundo,
se ve obligado a soportar una tensión que le atormenta.
Como bellamente expresa Thomas Brooks, los cristianos
imperfectos experimentan esta dolorosa tensión, porque "son
demasiado buenos para ser felices con el mundo, y demasiado
defectuosos para ser felices sin el mundo".
La crucifixión del cristiano adquiere tres dimensiones
especificadas por el Apóstol en su epístola a los fieles de Galicia,
puesto que tres son también las dimensiones de la conducta: la
relación con Dios, consigo mismo y con el prójimo.
Estas tres dimensiones éticas de la conducta humana eran perfectas
antes de la caída, pero se echaron a perder Al deteriorarse la
imagen de Dios en el hombre, Al estar ahora falsificadas por una
relación incorrecta con Dios, con nosotros mismos y con el prójimo,
han de ser crucificadas, como hacía el Apóstol:
1. Su relación santa con Dios exigía la crucifixión del propio "yo" para
que fuese Cristo quien viviese en él (GáI. 2:20)
2. Después menciona la crucifixión de la carne con sus pasiones y
deseos (GáI. 5:24), para recobrar en Cristo la unidad interior de que
gozaban nuestros primeros padres antes de la caída
(Gen 2:25; 3:7-8(Flp. 3:20-21; Heb. 11:13-16)
3. Finalmente, el creyente queda crucificado al mundo (Gal. 6: 14): en
la medida en que él renuncia a lo mundano, los mundanos están en
contra de él (1.a Pedro 4:3-4).

9.2 La Redención Divina es el complemento y ejecución de la


justicia divina. Ética de los profetas.

1. El antiguo pacto es el medio destinado a cumplir el propósito


divino. Dios hace su pacto con Abraham el escogido (Gen 12; 15: 19;
22: 15-18) y lo renueva con sus descendientes en el Sinaí (Ex 19).
Es en este momento cuando la Ley divina es revelada a Moisés.
El sentido ético del pacto se nota en la figura del matrimonio, a la
cual aluden muchos libros del Antiguo Testamento (por ej. Oseas).
Israel es la esposa de Yahveh (o Jehová) y debe ser fiel a Él.
Los profetas se quejan de que Israel ha sido infiel yendo tras
dioses ajenos, con las consecuencias morales proporcionales a tal
infidelidad (por ej. Jer. caps. 2 y 3).

El pacto tenía implicaciones sociales, además de las individuales.


El amor al prójimo (Lev. 19: 18) se expresa en muchas leyes, como,
por ejemplo, en las precauciones de seguridad en la construcción
(Deut. 22:4,8); en el trato a los siervos (Deut. 15: 12-18), a los
extranjeros (Lev. 19:33), a los pobres (Ex 22:26), etc.2. El nuevo
pacto. A Jeremías le es revelado que el Antiguo Pacto es una
anticipación del Nuevo Pacto (Jer. 31: 31-34), por medio del cual los
propósitos divinos se cumplirán en su plenitud. De nuevo tiene una
implicación social: la santidad del pueblo de Dios como tal "pueblo",
concepto que en el Nuevo Testamento habría de desarrollarse en la
doctrina del cuerpo de Cristo.

9.3 la relación ética de Cristo y la del Antiguo testamento.


1- relación con la ley: dijo: vino a cumplir la ley y no abrogarla.
Mt.5:17; lc.16:16,17.
16
La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de
Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él.
17
Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una
tilde de la ley.
Cumplir: completar en su plenitud, indicando un progreso; Jesús
cumplió la ley en su vida perfecta, en su muerte.
-Cumpliendo una vez y para siempre los aspectos ceremoniales y
clavando en la cruz todo lo que en la ley era condenación para
nosotros .Colosenses 2:14.
-Eliminando el muro de separación entre judío y Gentiles, Ef.2:14-15.
-Resaltaba en su enseñanza el espíritu de la ley. Mt.7:12.
-Exigía a sus discípulos obediencia mayor que sobrepasar a la de los
escribas y fariseos.
Mt. 5:19,20
-caso del joven rico: mt.19:19, olvido el primer mandamiento; hizo un
ídolo de sus posesiones, lo cual le impidió seguir a Jesús.
-Jesús restauro la ley moral a su justo lugar; quito lo añadido por los
hombres, restauro lo importante no el detalle farisaico, (diezmar el
eneldo,)
Les dio su lugar correcto, la salvación antes de lo ceremonial.
Mt.12:1,2; 15:1-9; 23:23; mc.7:8-13.
-Jesús destaca los principios fundamentales de la ley. Mt. 22:37-40.
En el sermón del monte enseña la profundidad de la ley moral que no
solo ve con las acciones sino también con los pensamientos; una
mirada equivale al homicidio o al adulterio.
Ataca las raíces del pecado y no solo al fruto del pecado, es la
exposición y enseñanza más profunda de la ley.
-Jesús vincula la ley con los profetas mt.5:17; 22:40.
Los profetas confirman la enseñanza de la ley mt.23:23; Oseas 12:6;
miq.6.8.

La ética de Cristo en los evangelios.

• A Jesús que plantea una ética de la felicidad y el gozo desde la


perspectiva del Dios hecho hombre, del Dios encarnado. Un Dios que
opta hacerse hombre, por amor a los hombres y desde su condición
de hombre acompañar y salvar a la humanidad. • A Jesús que
empieza su misión con y desde los más desprestigiados de su época
para buscar el cambio desde ellos. • A Jesús que se conmueve hasta
las entrañas con el dolor y el sufrimiento de los demás; que no juzga ni
condena. • A Jesús como una buena persona pero no porque lo dijera
él, sino por la liberación y la felicidad que transmitía a los que lo
conocieron y vivieron con él; a los que liberó de sus cargas (dolores,
pecados, enfermedades, incluso de la muerte). A Jesús que se pasó
haciendo el bien. Nos presenta también a una Iglesia jerárquica e
institucional debilitada y frágil, incapaz de dar pasos ágiles para
contener y responder a las nuevas necesidades de nuestra época.
Que sólo quedó en los ritos (vacíos) como expresión de fe. Contrasta
ésta realidad a la planteada por Jesús que antepone la vida a la
religión. Jesús quería hacer feliz a la gente. Jesús no trae
prohibiciones sino propuestas de felicidad compartida venciendo a las
tentaciones del dinero y del poder que son los causantes principales
de deshumanización. Jesús no se impone desde el poder sino desde
la ejemplaridad.

RESEÑA – ECLASIOLOGIA- MAGIS III “LA ETICA DE CRISTO” –


JOSÉ MA. CASTILLO – DESCLÉE María Elena Velilla de Pusineri-
Paraguay

En la Encarnación es cuando Dios se funde y confunde con lo humano


y se nos da a conocer en la persona, en la vida y en las palabras de
Jesús. Es por eso que el papel de Jesús es decirnos cómo es ese
Dios en el que creemos y al que buscamos.
“Quién me ve a mí está viendo al Padre” (Jn. 14,9).
Ver a Jesús es ver a Dios. Porque lo más profundo de Dios no es su
divinidad (que no sabemos lo que es ni podemos saberlo), sino su
humanidad.
Dios, sin dejar de ser el Trascendente, es la realización más plena y
más honda de la humanidad.
Dios se hizo debilidad en el misterio de la encarnación para
contrarrestar la tentación satánica, manifestada en el mito del paraíso,
que consistió en seducir con el deseo de “ser como Dios” (Gn 3,5).
Lo primero que Dios vio que tenía que hacer para traer salvación y
esperanza al mundo, era humanizarse, hacerse hombre. “No se aferró
a su categoría de Dios, sino que, al contrario, se despojó de su rango
y tomó condición de esclavo, haciéndose uno de tantos” (Fil 2, 6-7)
Una ética, construida desde el Dios humanizado y vivida de acuerdo
con ese Dios, es la única ética que hoy se puede aceptar y que puede
ayudar a humanizar este mundo tan deshumanizado.

El escritor JUDIO KLAUSNER CONFESO: Un hombre como Jesús


que para quien el ideal ético lo era todo, resultaba algo inaudito para el
Judaísmo de aquellos tiempos; se destaco su originalidad en estos
aspectos:

1- su universalidad: en contraste con los rabinos, no limitaba su


enseñanza solamente a los judíos. Mateo 5:45.

2- su ausencia de legalismo: da toda la importancia al espíritu de la


ley, condenado al legalismo farisaico, es decir la observancia
mecánica como medio de adquirir meritos. Juan14:15.

3- su actitud hacia las mujeres: respeta la personalidad de la mujer y


su posición en la sociedad; tiene un especial comportamiento para con
la mujer samaritana Juan 4:727.
Conversar en público con una mujer y samaritana cuando los judíos no
dirigían su palabra a una mujer en la vía publica, ni siquiera fuera su
esposa.

-Enseñaba que lo que sale del corazón, es lo que contamina al


hombre. Por lo tanto es lo que se debe renovar. Mt.15:18-20.
- Lo que en su conducta siguen el ejemplo del Padre en sus hijos.
Mt5:44-48.
Ef.2:1-ss. 1co.2:14.
-Las enseñanzas ética negativa de Jesús. El pecado que condena.
- el desordenado amor por sí mismo (auto-conservación); ama a tu
prójimo como a ti mismo: mt.16:24; lc.14:11; 17:33.
- pecados de la carne: lc.18:19; Mt.6:27:30; mc.7:21; orgullo desprecio.
- pecados del espíritu, obrar para ser vistos, mt.23:5; mt.7:3; mc.7:21.

Jesús también introdujo una ética de cambio y por tanto de


desconcierto, porque señalaba que las instituciones de su tiempo
(religiosas, políticas, familiares) no respondían a la necesidad de
felicidad de las personas; eran autoritarias, despóticas, injustas,
represoras, moralistas. Era un modelo de amenaza; en cambio, Jesús
propone un modelo de “acogida”, especialmente a los despreciables
de esa sociedad, sanando heridas, devolviendo la dignidad perdida,
la alegría y la esperanza. La ética de Jesús es la ética de la vida, del
gozo, y quiso (y quiere) que todos vivamos y gocemos de la vida,
gozo compartido, sin excluir a nadie.
Es evidente que Jesús no cuidó su imagen pública ni se afanó por
ganarse a los notables o a las clases influyentes de la sociedad de su
pueblo y de su tiempo. Es más, se va a una región gobernada por el
tirano y corrupto Herodes que no estaba dispuesto a consentir
denuncias proféticas de nadie, lo que hacía más peligrosa su estancia
en Galilea. Un criterio para saber los principios éticos de Jesús, es el
sitio donde quiso vivir y ejercer su misión, la gente con la que prefirió
convivir y cómo se desenvolvió, ante los poderes públicos y fácticos
de aquella sociedad. Jesús vio que para transmitir un proyecto de
vida, que incluía la humildad, la sencillez, la humanidad con los más
pobres y con los que sufren, se puede enseñar únicamente viviéndolo
uno mismo. Demostró que no puede haber disociación ni menos
contradicción entre lo que se dice y lo que se hace, de manera que
sólo cuando lo que se dice es explicación de lo que se vive, la palabra
es eficaz y convence.
Los tres evangelios sinópticos cuentan que Jesús curó a un manco
precisamente el día (un sábado) en el que las leyes religiosas del
judaísmo prohibían hacer ese tipo de curaciones (Mc 3, 1-6; Mt 12, 9-
12; Lc 6, 6-11).
Ahí acusan a Jesús de lo peor que se podía acusar a un judío, el
pecado de blasfemia (Mc 2, 7).
Un pecado, que además de ofensa a Dios, era un delito y que se
castigaba nada menos, que con la pena de muerte.
La curación del manco termina con el complot para dar muerte a
Jesús.
Para Jesús la meta suprema es el amor a los demás, no el
cumplimiento del precepto religioso.
Antepone lo humano (amar) a lo religioso (cumplir observancias
sagradas).
En el evangelio de Marcos quedan patentes cuatro cosas:
1- que los discípulos de Jesús no cumplían con determinados e
importantes deberes de la religión;
2- que Jesús estaba de acuerdo con semejante conducta;
3- que además daban argumento para justificar aquella conducta;
4- que Jesús hacía y decía todo aquello porque estaba convencido
de que lo central para Dios no es la religión (observancia del
descanso del sábado), sino el ser humano, especialmente cuando
está apremiado por el hambre, el desprecio, la enfermedad.

En la parábola del buen samaritano (Lc 10, 25-37) lo más fuerte es


que los observantes de la ley (sacerdote y levita) no tuvieron la
sensibilidad ante el sufrimiento.
Mientras que el inobservante (samaritano) fue el que reaccionó ante
el moribundo y se le conmovieron las entrañas.
Las personas oficialmente más religiosas, piadosas y observantes
son las que corren mayor peligro de satisfacer su sensibilidad,
centrándose en sí mismas, en lugar de orientarse hacia los demás.
En este caso, la religiosidad y la buena conducta se convierten en el
más refinado egoísmo.
Un egoísmo, además, del que el individuo jamás es consciente.
En el relato del “juicio final” (Mt 25, 31-46), parábola en la que un
pastor separa a las ovejas de las cabras, es donde se expresa el
logro o el fracaso de cada ser humano.
A juicio de Cristo el Señor, el criterio determinante, a la hora de
valorar la conducta de cada uno, no es ante todo la violencia que
causó sufrimientos a los demás, sino es la indiferencia ante el dolor,
desamparo, sufrimiento de los demás.

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