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INSTITUTO TECNOLÓGICO NACIONAL DE MÉXICO

INSTITUTO TECNOLÓGICO DE APIZACO

Dpto. Ciencias de la tierra


Licenciatura en Ingeniería Civil

Temas

1.1 conceptos generales de mampostería y 1.2 tipos de mampostería

Profesor:
ARQ. Eduardo Cuatianquiz Lima

DISEÑO DE ESTRUCTURAS DE MAMPOSTERÍA

Z3 de 12:00 – 2:40

Alumno:
Vázquez Hernández Patricia Alejandra 18370537
1.1 conceptos generales de mampostería

Mampostería, se conoce como el sistema tradicional de construcción que consiste en


erigir muros y paramentos, para diversos fines, mediante la colocación manual de los
elementos o los materiales que los componen (denominados mampuestos) que
pueden ser ladrillos, bloques de cemento prefabricados, piedras talladas en formas
regulares o no, entre otros. Son una solución tradicional y eficaz, empleada en
construcciones durante mucho tiempo a lo largo de la historia. Este sistema permite
una reducción en los desperdicios de los materiales empleados y genera fachadas
portantes; es apta para construcciones en alturas grandes. La mayor parte de la
construcción es estructural.

La mampostería es un sistema de construcción tradicional. Consiste en superponer


rocas, ladrillos o bloques de concretos prefabricados, para la edificación de muros o
paramentos. Los materiales uniformes o no, también llamados mampuestos, se
disponen de forma manual y aparejada. Para su adición se emplea una mezcla de
cemento o cal, con arena y agua.

PARÁMETROS PARA LA CONSTRUCCIÓN

En muros para exteriores, sea portante o no, debe garantizarse la utilización de


materiales de baja permeabilidad y absorción, para impedir la entrada de agua al
muro. Especialmente en construcciones de fachadas o paramentos, donde hay
presencia de agua.

TIPOS DE MUROS DE MAMPOSTERÍA

Muy diversos son los muros de mampostería. A continuación, se explican los más
demandados:

Muros de soporte de carga. Construidos tanto en interiores como exteriores, dirigen


el peso desde el techo hasta la base o cimiento. Pueden estar realizados de piedras,
ladrillos o bloques de concreto. Su espesor es relativo al peso a soportar.
Muros reforzados. Resisten fuerzas de tensión y cargas de compresión pesadas.
Permaneciendo intactos ante las fuertes lluvias y vientos, evitando grietas y fallas
producto de la presión de la tierra. El refuerzo se hace en intervalos horizontales y
verticales, que dependerán de las condiciones estructurales y las cargas en las
paredes.

Muros huecos. La cavidad en el interior de la pared evita que agentes como la


humedad o el calor penetren en el edificio. Si el agua supera la cara exterior del muro,
corre por la cavidad al suelo y drena hacia afuera de éste. Algunas veces las cavidades
del bloque se recubren con pinturas o aditivos anti impermeables para reforzar la
acción liberadora del agua.

Muros compuestos. Hechos de piedras y ladrillos, o ladrillos y bloques huecos,


abaratan costos sin descuidar la apariencia y calidad del trabajo. Se conectan
utilizando lazos de acero o a través de las juntas en refuerzos horizontales.

Muros postensados. Son los muros de mampostería estructurados para resistir fuerzas
sísmicas y grandes vientos. Requieren de una buena cimentación y la instalación de
barras verticales de postensado que atraviesan los tabiques o bloques de concreto y
se tensan en la parte superior del muro.

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1.2 tipos de mampostería

Mamposterías ordinarias, secos y con sillares


A la disposición y trabazón dadas a los materiales empleados en los muros se llama
aparejo. Cuando se utiliza una argamasa o mortero de cemento y arena con la adición
de una cantidad conveniente de agua para la unión de las piezas de piedra, la
mampostería se denomina “mampostería ordinaria”.

En algunos casos es conveniente construir el muro sin utilizar mortero,


denominándose a los muros así resultantes “muros secos”. En este caso se colocan
los mampuestos sin mortero que los una, y lo sumo se acuña con ripios.

Cuando el elemento que conforma el muro es un sillar, a la fábrica resultante se le


denomina: sillería a hueso. Los sillares se colocan en seco sin material que se
interponga entre ellos. Antiguamente se utilizaba también el barro, al cual se le
añadían otros elementos naturales como paja, y en algunas zonas rurales
excrementos de vaca y caballo.

No portante
Es aquella cuya función principal es la de conformar muros que sirvan para dividir
espacios, sin tener una función expresa o tácita de soportar techos o niveles
superiores. Este tipo de mampostería conforma las particiones o fachadas en edificios
con sistemas portantes en pórticos de concreto, acero o, incluso, madera.

Portante
La mampostería portante impone, adicionalmente a las características enunciadas
anteriormente, de acuerdo al tipo de exposición, la necesidad de una resistencia
superior en los elementos, suficiente para soportar las cargas que debe soportar, o
que tengan una resistencia tal que se diseñe la estructura para ella. Esto en cuanto a
las unidades, pero como conjunto, aparece la participación del refuerzo, lo que le ha
dado la dimensión que posee la mampostería en la actualidad, dentro de los sistemas
estructurales.

En muros exteriores
Las condiciones de exposición en fachadas, fundaciones, etc., donde puede haber
presencia de agua al menos por un lado del muro, sea este portante o no, conlleva la
necesidad de unidades de baja permeabilidad y absorción con el fin de impedir la
entrada de agua a través del muro.

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Por supuesto, este fenómeno se ve muy reducido cuando el muro es protegido,
adicionalmente, por medio de revoques, pinturas, hidrófugos, etc. Desde el punto de
vista de la resistencia, no se presenta como factor crítico, siempre y cuando soporte
la intemperie y sea estable con el tiempo.

En muros interiores
En muros interiores o particiones, las condiciones son las mínimas, pues se entiende
que ni desde el punto de vista de cargas ni desde el hidráulico o térmico se van a
presentar solicitaciones importantes.

En estas condiciones merece un cuidado especial la uniformidad y estabilidad


dimensional de las unidades, con el fin de reducir la cantidad de materiales de
acabado y evitar la fisuración de los muros por separación de las unidades y el
mortero.

Según el refuerzo
La presencia del refuerzo en la mampostería determinó su liberación, como sistema
estructural, de las ataduras de las resistencias a la compresión, tracción y cortante.

Todo concreto
La mampostería estructural “todo concreto” es, antes que una alternativa, una
verdadera posibilidad térmica por permitir realizar todo el edificio de manera modular
y utilizando un número muy limitado de recursos, en cuanto a materiales, todos ellos
fundamentados en el uso del cemento (morteros de inyección, morteros de pega,
bloques de concreto, losas de concreto, etc.).

No reforzada (tradicional o simple)


Aunque se hable de mampostería portante, durante mucho tiempo se utilizó
mampostería sin refuerzo, de la misma manera como se había venido utilizando la
mampostería de arcilla.

Esto ya no es posible a la luz de los códigos de estructuras modernos, pero se cuenta


en el medio con un sinnúmero de obras ejecutadas de esta manera durante la década
de los años 50 y 60; y aún hoy en día con algunas, que dada su magnitud o por no
estar bajo los controles de las entidades encargadas de realizarlos, se continúan
realizando de este modo.

Reforzada (estructural)

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La mampostería estructural reforzada ha hecho posible extender el concepto
histórico de la mampostería a estructuras de paredes mucho más delgadas y con
alturas de hasta 20 pisos, nivel hasta el que se considera económicamente factible
construir edificios de mampostería de concreto.

En nuestro medio, si bien se han logrado estructuras de hasta unos 14 pisos,


predomina la utilización de la mampostería estructural para viviendas de uno y dos
niveles y para multifamiliares de 5 pisos, conformando unidades de gran tamaño.

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