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tema

05 BIOLOGÍA
Y GEOLOGÍA
Metamorfismo.
Las rocas metamórficas más
importantes.
23-11772-13

Temario 1993
tema 5

biología y geología

1. Metamorfismo

2. Procesos metamórficos

3. Tipos de metamorfismo
3.1. Metamorfismo de presión o dinamometamorfismo

3.2. Metamorfismo térmico o de contacto

3.3. Metamorfismo regional o dinamotérmico

3.4. Polimetamorfismo

3.5. Metamorfismo retrógrado

4. Ambientes metamórficos

5. Características de las rocas metamórficas


5.1. Composición química

5.2. Composición mineralógica

5.3. Estructuras metamórficas

5.4. Texturas metamórficas

6. Las rocas metamórficas más importantes


6.1. Rocas de origen dinamometamórfico

6.2. Rocas de origen térmico

6.3. Rocas que se originan por metamorfismo regional

6.4. Rocas metasomáticas

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INTRODUCCIÓN

Es sabido que los magmas se generan al fundir las rocas del manto superior y las
de la corteza inferior. Pero antes de que tenga lugar la fusión parcial o total, y como
respuesta al aumento de presión y temperatura, además de los aumentos de pre-
sión de vapor de agua y presión del CO2, las rocas sedimentarias e ígneas sufren
una serie de transformaciones mineralógicas y frecuentemente texturales, y como
consecuencia de ellas se transforman en las llamadas rocas metamórficas.

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1 Metamorfismo
El metamorfismo puede ser definido: «como el conjunto de procesos que tienen lugar en las rocas
sedimentarias, ígneas e incluso en las ya metamorfizadas por debajo de la temperatura en la que
comienza la fusión, de tal manera que el límite superior del metamorfismo geológico corresponde
a la temperatura a la que tiene lugar el comienzo de la fusión de las rocas».
El límite superior del metamorfismo se puede cifrar entre los 700 y 900 ºC, mientras que el límite
inferior del metamorfismo se sitúa en los 150 ºC, aproximadamente, que es la temperatura a la que
se supone que han tenido lugar ya los fenómenos de diagénesis1.
Las transformaciones mineralógicas en el fenómeno de metamorfismo van a estar condicionadas,
además de por las presiones y temperaturas anteriormente mencionadas, por la composición del
material que se está metamorfizando, ya que la migración química no es importante.
Se puede partir de distintos grupos composicionales de rocas:
„„ Rocas pelíticas (o lutitas): presentan un alto contenido en Al, K y Si.
„„ Rocas cuarzo-feldespáticas: dentro de este grupo se incluyen las areniscas y las rocas ígneas áci-
das. Ptesentan un elevado contenido en SiO2 , Na, K y Al.
„„ Rocas carbonatadas: se incluyen las calizas, las dolomías y las margas; estas últimas marcan la
transición con las rocas pelíticas. Son ricas en Ca, Mg y CO2.
„„ Rocas ígneas ultrabásicas. Son muy ricas en Mg, Fe, Ni y Cr.
En el caso de las rocas calcáreas tenemos dos posibilidades:
a) Si las rocas calcáreas están constituidas únicamente por CO3Ca, el metamorfismo las transformará
en mármoles.
b) Si además contienen SiO2 y MgO, se originan minerales como la tremolita, diópsido, wollanstonita,
etc., y si presentan Al2O3 se formarán epidota, plagioclasa y hornblenda.

1 Para preparar este tema no olvides relacionarlo con el tema 4 (Magmatismo) y con el tema 6 (Los ambientes sedimentarios).

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2 Procesos metamórficos
La existencia de fluidos microcristalinos en pequeñas cantidades provoca, en las rocas metamórfi-
cas, reacciones entre los minerales, puesto que sirve de vehículo para los iones que se movilizan; de
ahí que las reacciones metamórficas guarden mucha relación con las que se producen en solución,
con la diferencia de que aquí la cantidad de disolvente es muy pequeña.
Es a los 300 ºC cuando empiezan verdaderamente las reacciones metamórficas, las cuales van au-
mentando de velocidad y, por lo tanto, de extensión de área afectada, ya que la actividad de los
fluidos intersticiales y la velocidad de difusión es proporcional al aumento de la temperatura. Si esta
situación continúa, los minerales originales vuelven a encontrarse en condiciones inestables para
ellos.
Así pues, para rocas distintas, el efecto del metamorfismo será distinto y los reajustes mineralógicos
serán de naturaleza variable; pero también para la misma roca, el metamorfismo da lugar a minera-
les distintos en relación con la intensidad de la temperatura y presión que les hayan afectado.

Si tenemos una roca en la que se producen unos procesos metamórficos determina-


dos, ¿se puede esperar un tipo de roca metamórfica concreta?

Los procesos relacionados con estos agentes metamórficos son los siguientes:

XX Brechificación
Como consecuencia de los rozamientos que se originan entre porciones de la corteza cuando se
dan deslizamientos entre ellas (fallas y mantos de corrimiento), predomina la presión dirigida, los
materiales son triturados masivamente cerca de la superficie de deslizamiento; este fenómeno ori-
gina unas rocas que en general se denominan cataclásticas. Según la intensidad del proceso, se dan
situaciones con nombres concretos:
„„ Cataclastitas, en las que dominan los mecanismos de deformación de microfacturación.
„„ Milonitas, en las que dominan los mecanismos de deformación plástica.
El metamorfismo dinámico, en zonas de falla, produce una importante reconstrucción textural y/o
estructural de la roca, lo que puede ir acompañado también de cambios mineralógicos y químicos
(por ejemplo, importante hidratación de la roca).

XX Reorientación
A valores máximos de la presión, los materiales no responden sólo con la deformación o la rotura,
sino que tienden a reorientarse según la orientación de mínima resistencia a las fuerzas actuantes.
En los procesos dinámicos que tienen lugar tanto durante el enterramiento progresivo de los sedi-
mentos en una cuenca como en las orogenias que posteriormente sufren estos materiales, se pro-
duce una reorientación de los minerales que presentan hábito tabular, como los filosilicatos (micas,
clorita, illita, etc.), de modo que se disponen con el eje más alargado del mineral perpendicular a la
dirección del esfuerzo (bien sea la carga litostática de la pila sedimentaria situada por encima o por
las presiones dirigidas generadas en una orogenia). Esta reestructuración de la fábrica origina una
importante anisotropía en la roca, generándose unos planos de fisibilidad o esquistosidad, paralelos
a la orientación preferente adquirida por los filosilicatos, a favor de los cuales se produce la separa-
ción de la roca en hojas o lajas.

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Si la fisibilidad se debe a la carga litostática de las etapas sedimentarias y de metamorfismo iniciales,


se conoce como fisibilidad de carga. La resistencia preferente que tiene lugar durante las etapas
orogénicas posteriores da lugar a una esquistosidad de primera fase tectónica o de plano axial, lla-
mada así porque se orienta paralelamente a la traza de los planos axiales de los pliegues originados
simultáneamente.

XX Deshidratación
A consecuencia del incremento de temperatura, el primer efecto que se deja sentir en las rocas es
la deshidratación de las mismas. El agua intersticial que queda es la primera en ser movilizada. En
segundo lugar, se moviliza el agua de los minerales hidratados, como, por ejemplo, el yeso que pasa
a anhidrita.
También el agua que se encuentra en forma hidroxílica en algunas especies minerales, como en el
talco, puede perderse y dar lugar a otros minerales sin los grupos hidróxilos.

XX Recristalización
Si la temperatura sobrepasa los 300 ºC, incrementa la movilidad de las partículas; debido a ello,
podrán reorientarse y reagruparse de forma que aumente el tamaño de grano y la cristalinidad de
la roca. En el caso de rocas con abundante cantidad de materia amorfa o micro-cristalina, dicha mo-
vilización favorecerá una recristalización importante a favor de los microlitos, que funcionan como
gérmenes de recristalización. Las rocas carbonatadas y la sílice son enormemente movilizables. Esto
explica la formación de buenos mármoles o de cuarcitas de tamaño de grano notable sin necesidad
de un gran incremento de temperatura.

XX Reajustes mineralógicos
Es el proceso metamórfico más característico. Si el incremento de temperatura es acusado y la com-
posición química total de la roca favorece, se llevan a cabo reacciones químicas entre los diferentes
componentes de la roca.
Un ejemplo clásico, cuando la presión no es muy grande, es el de la descomposición de los carbo-
natos en los óxidos anhidros correspondientes. Son reacciones que indican un incremento térmico
predominante.
Al ser óxidos muy ávidos
por el agua, rápidamente
captarán hidróxilos, pa-
sando a hidróxidos, mi-
nerales típicos de las au-
reolas metamórficas de
contacto en intrusiones.
Si interviene además la
presión, el fenómeno
anterior no se da y tie-
nen lugar otros entre los
minerales componentes.
Por ejemplo se forman

Figura 1.

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piroxenos cálcicos o plagioclasas anortíticas y el CO2 emigra en disolución para reaccionar más tarde
con otras rocas.
En la Figura 1 se dan algunas de las isogradas (curvas que unen puntos de misma temperatura de
formación de minerales) de transformación de unos minerales en otros, para condiciones concretas
de presión y temperatura.

Si la temperatura del metamorfismo sobrepasa los 300ºC, ¿qué sucede con elementos
minerales de las rocas premetamórficas?.

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3 Tipos de metamorfismo

3.1. Metamorfismo de presión o dinamometamorfismo

El fenómeno de subsidencia en el geosinclinal no es lo suficientemente avanzado para que las rocas


más profundas lleguen a las proximidades del magma; dichas rocas están sometidas únicamente a
una fuerte presión, dirigida en un determinado sentido, que solamente produce alteraciones en la
estructura, es decir, puramente mecánicas.
Este tipo de metamorfismo se producirá, pues, en las zonas corticales más superficiales, cuando
han estado sometidas a los efectos de fuertes presiones orogénicas tangenciales, a consecuencia
de las cuales se han producido principalmente deformaciones tectónicas y procesos de trituración
y reorientación que han dado como resultado brechas y milonitas con una marcada linearidad y
esquistosidad. Esto es frecuente en la base de los mantos de corrimiento.
Si la roca sufre efectos de dos procesos tectónicos sucesivos, aparecen en ella dos planos de esquis-
tosidad superpuestos; son más visibles los planos de disyunción de la posterior que los de la anterior,
los cuales presentan micropliegues.
Cuando la exfoliación es extensa y desarrollada, se puede llegar a perder la estratificación original
de la roca, quedando sólo los planos de esquistosidad, que en muchos casos se confunde con la
estratificación.
Está claro que todos estos procesos
Figura 2. Diagrama P/T de los diferentes tipos de metamorfismo.
se producen en lo que podemos lla-
mar un tipo de dinamometamorfis-
mo, que es el denominado de carga
litostática.
Es un metamorfismo isoquímico, ya
que debido a la baja temperatura no
existen cambios mineralógicos im-
portantes, ni, por lo tanto, químicos.
A nivel local en el desplazamiento
de grandes bloques se producen
temperaturas elevadas, llegándose a
casos de fluidificación y vitrificación
de las rocas, esto ocurre en las llama-
das blastomilonitas, donde además
se han producen fenómenos de re-
cristalización, y en las ultramilonitas,
donde debido a una intensa fricción
los componentes llegan a fundirse.

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3.2. Metamorfismo térmico o de contacto

Debido al ascenso de
magmas a zonas su-
perficiales de la corteza
terrestre, bien a través
de fracturas o por dife-
rencias de densidad, la
cuestión es que entre
el magma ascendente
y las llamadas rocas en-
cajantes frías existe una

atitas
considerable diferencia

migm
de temperatura.
Debido a esto, en la
zona de contacto, en-
tre ambas masas, se
producen transforma- Figura 3. Diagrama P/T de los distintos tipos
ciones notables en la de metamorfismo regional.
composición de las
rocas sedimentarias, que dan lugar a una aureola metamórfica alrededor de la masa magmática
consolidada.
El metamorfismo térmico sólo afecta a una extensión limitada en torno a la roca magmática que la
ha originado.
Debido a la rapidez del proceso las rocas sedimentarias no han sido profundamente transformadas
y conservan muchos de los rasgos de su estructura inicial y de su composición mineralógica primi-
tiva, sin haberse llegado a un verdadero equilibrio físico-químico entre la roca plutónica y las rocas
sedimentarias que la rodean.
Las rocas resultantes de este tipo de metamorfismo suelen tener como minerales más significativos
la quiastolita (variedad estructural de la andalucita), cordierita, wollastonita, epidota y vesubiana.
En general, se puede dar metamorfismo térmico en donde ocurra un incremento de temperatura,
no acompañado de presión importante. Se puede producir por contacto con rocas volcánicas en
condiciones ambientales, por lo que el tiempo de influjo es despreciable, y la intensidad de los re-
ajustes mineralógicos es pequeña y la zona de contacto muy estrecha.
Las rocas metamórficas más frecuentes de este metamorfismo térmico son las corneanas y cornu-
biatitas albítico-epidóticas. A 540 ºC, las cornubiatitas con hornblenda y a 630 ºC, las cornubiatitas
piroxénicas.

3.3. Metamorfismo regional o dinamotérmico

Se desarrolla en forma progresiva, desde zonas superficiales de la corteza terrestre hasta las más
profundas de los geosinclinales, a medida que van aumentando la presión y la temperatura de-
bido al fenómeno de subsidencia de la cuenca. Por ello, al ser un fenómeno gradual, las rocas
sedimentarias convertibles en metamórficas formarán series, en las que se puede apreciar un
aumento progresivo de las transformaciones.

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Figura 4. Rocas de metamorfismo.


Estas series se pueden observar en las
zonas axiales de los macizos monta-
ñosos, donde la acción combinada
de los procesos de elevación isostá-
tica y denudación han puesto al des-
cubierto las zonas más profundas del
geosinclinal, y puede seguirse la serie
completa desde las zonas periféricas
hasta la zona axial, donde aparecen
las rocas de metamorfismo más acu-
sado (Figura 4).
Las zonas del metamorfismo reciben
diversos nombres de acuerdo con su situación o con las rocas especiales que las caracterizan. Las zo-
nas se clasifican por la aparición y desaparición de nuevos minerales, debido a las nuevas condiciones
de estabilidad de la presión y la temperatura.
Dentro de una serie metamórfica recibe el nombre de zona el espacio ocupado en la serie estratigrá-
fica por las rocas donde aparece un determinado mineral, el cual se designa como «mineral índice»
de dicha zona.
Así, el paso de la zona de las micacitas superiores a las inferiores viene definido por la desaparición
de la clorita, y el de las micacitas inferiores a los gneis se caracteriza por la aparición de la ortosa.
Otro concepto importante es el de facies metamórficas, que tiene un sentido físico-químico, en lugar
de profundidad, como ocurre con las zonas.
En un intervalo determinado de presiones y temperaturas se dice que una roca pertenece a una de-
terminada facies cuando la asociación de minerales que en ella aparecen es estable dentro de este
intervalo físico. Se designa paragénesis a minerales típicos de cada uno de estos intervalos.
Estas paragénesis serán muy distintas según la composición química que exista; de ahí que la misma
facies pueda estar representada por paragénesis muy diferentes, en rocas distintas.

Ejemplo esquemático:
Minerales de la arcilla (condiciones ambientales) Superficie
pierden agua y el K, Fe y Mg sustituyen al Al del caolín



+K Zona moscovita
Micacitas superiores


+ Mg y Fe Zona clorita

Profundidad más pérdidas de agua y aluminio sustituido por más hierro

Zona biotita Micacitas inferiores

más pérdida de agua y aluminio

zona ortosa Gneis


Estos minerales reciben también el nombre de minerales índices

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Sin embargo, desde hace mucho tiempo, se ha convenido en establecer tres grados para el me-
tamorfismo regional, referidos a su intensidad, dependiendo de que los incrementos de presión
y temperatura sean moderados, de mediana intensidad o elevados (lo cual viene indicado por los
minerales índice que se encuentran en la roca).
Se habla de:
„„ Metamorfismo de «bajo grado».
„„ Metamorfismo de «grado medio».
„„ Metamorfismo de «alto grado».
El metamorfismo profundo puede considerarse un caso particular del metamorfismo regional, en el
que la presión orientada es nula o muy pequeña. Se da en fosas profundas en las que la subsidencia
es muy intensa.
La textura de las rocas sometidas a este tipo de metamorfismo no es, por lo general, esquistosa,
sino análoga a las de las rocas del metamorfismo de contacto, e incluso muchas veces se conservan
rasgos de las texturas y estructuras originales.
Cuando la profundidad es de decenas de kilómetros y la presión superior a los 10 kilobares, las rocas
generadas aparecen en superficie en contados casos, de modo que hacen falta grandes movimien-
tos litosféricos para que estas regiones puedan aflorar.

Establece la principal diferencia entre zona y facies metamórfica.

3.4. Polimetamorfismo

En el metamorfismo regional, los materiales se ven sometidos a varios procesos metamórficos, de


características e intensidades diferentes y en tiempos distintos. Esto es como consecuencia de que
el metamorfismo va asociado a procesos orogénicos, que como se sabe tienen lugar en ciclos de
diversas fases de intensidad y temperatura.
Esto explica que las rocas de las zonas internas de las cordilleras montañosas, muestren asociaciones
minerales que corresponden a fases metamórficas distintas. A estos procesos se les llama polimeta-
morfismo.
De ahí que no se pueda, en general, interpretar la composición y textura de una roca metamórfica
como resultado de un solo proceso de metamorfismo; resulta pues, imprescindible, deducir qué mi-
nerales mantienen entre sí relaciones texturales que demuestren pertenecer a la misma fase, cuáles
han sido las condiciones termodinámicas de la misma, y qué vestigios quedan de las fases anterio-
res, porque las reacciones no hayan tenido tiempo de sustituirlos totalmente por los nuevos.
Es necesario, por tanto, para la reconstrucción de las distintas fases orogénicas y poder alcanzar una
idea, más o menos aproximada, de la historia de la cordillera, realizar la distinción de las sucesivas
fases metamórficas, sus asociaciones minerales y su secuencia cronológica.

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3.5. Metamorfismo retrógrado

Es el conjunto de cambios mineralógicos producidos en una roca metamórfica que conducen a la


formación de minerales de más baja temperatura que los originados en las fases anteriores. Al ne-
cesitar, las reacciones de este tipo, fluidos intersticiales, se piensa que quizá, la mayoría de las veces,
el metamorfismo retrógrado esté ligado a intrusiones ígneas tardías que los aportarían; pero existe
la posibilidad de que en las nuevas condiciones de presión y temperatura creadas, se libere agua de
algunos minerales que la contienen y ésta favorezca ya al resto de las reacciones.
Se pueden citar ejemplos muy claros de estas reacciones, en las que algún mineral es sustituido por
otro u otros, que se desarrollan como pseudomorfos de aquél; la ortosa, por ejemplo, se convierte
en un agregado laminar de sericita; la cordierita se transforma en un agregado laminar de seritas y
sericita; la biotita, los granates y los anfíboles se cloritizan y los piroxenos se transforman en anfíboles
fibrosos (uralitización).

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4 Ambientes metamórficos
Por ambientes metamórficos entendemos aquellos lugares en los que pueden ocurrir los procesos
metamórficos antes mencionados. Son varios los puntos de la corteza terrestre donde se da me-
tamorfismo, debido a los procesos orogénicos; podemos hablar, pues, de ambientes o zonas, que
son:
„„ Zonas de dorsal oceánica.
„„ Zonas de arcos de isla.
„„ Zonas de interplacas.
„„ Zonas de margen continental activo.
„„ Zonas de fallas transformantes.
En cada uno de ellos ocurren diferentes procesos y diferentes tipos de metamorfismos dependien-
do de la presión y la temperatura o de la presencia o ausencia de fases líquidas.

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5 Características de las rocas metamórficas


Son rocas que se originan en los procesos anteriormente mencionados y en los lugares citados en el
punto anterior, que se significan por una estructura y textura característica y también por una com-
posición química y mineralógica determinada. Todas provienen de rocas preexistentes.

5.1. Composición química

Las reacciones metamórficas están regidas por la regla de las fases, que se expresa por la fórmula:
F + L = C + 2, en la que L representa los grados de libertad, es decir, las condiciones físicas variables
(presión y temperatura en nuestro caso), C es el número de componentes que reaccionan entre sí y F
es el número de fases independientes producidas en la reacción (minerales y sustancias fluidas). Esta
regla permite predecir cuántos minerales distintos pueden formarse en una reacción metamórfica, a
condición de que sean conocidas las variables del sistema y estén determinados sus componentes.
Las variables de las reacciones metamórficas deben ser, al menos, dos (las asociaciones normales
de minerales son estables, en un cierto intervalo de presión y/o temperatura) o incluso más; esto se
debe a que la estabilidad de los productos de muchas reacciones dependen de los diversos tipos
de presión que se consideren (presión de carga orientada, de la fase fluida o del dióxido de carbono;
desempeña un papel importante la presión parcial de oxígeno). En estas condiciones, el número de
productos que se origina en las rocas metamórficas (F) es igual o menor que el número de compo-
nentes de las reacciones (C).
Los componentes fundamentales de las rocas metamórficas son los elementos o grupos de elemen-
tos de similar comportamiento geoquímico; por ello, pueden sustituirse mutuamente en el retículo
cristalino de los minerales durante el metamorfismo; la composición de la roca metamórfica resul-
tante dependerá, por tanto, de sus relaciones cuantitativas.
La sustancia más abundante es la sílice, que se encuentra en forma de cuarzo o combinada con
otros elementos formando silicatos; los minerales pobres en sílice como el olivino y los piroxenos
son raros.
La alúmina también aparece en importante proporción, combinándose con la sílice para formar una
variada gama de silicatos alumínicos (andalucita, dístena, sillimanita) o aluminosilicatos (feldespatos,
estaurolita).
El ión ferroso origina minerales ferromagnesianos debido a su mayor radio iónico; existe un com-
portamiento parecido entre el ferroso, magnésico y manganoso que explica, por ejemplo, la amplia
variabilidad de composición química de los granates.
Sin embargo, el ión férrico puede constituir minerales propios (hematites o magnetita, dependiendo
de la temperatura), o puede sustituir al aluminio en muchas redes de silicatos, por lo que muestra un
comportamiento similar a éste.
El calcio entra en muchos minerales (calcita, wollastonita, piroxenos, anfíboles, epidotas, plagiocla-
sas, etc.).
El sodio, que forma parte de las plagioclasas albíticas, entra en el retículo de algunas micas, sólo
como en la paragonita o junto con el potasio como en la glauconita; en grados elevados del meta-
morfismo entra también en los anfíboles sódicos y en los piroxenos.
El potasio como constituyente fundamental de la moscovita y de la biotita, en los grados bajo y
medio del metamorfismo, entra muy frecuentemente; en los grados altos aparece en la ortoclasa. A

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altas temperaturas, se le encuen- Figura 5.


tra en pequeñas cantidades de
Anfibolitas con
hornblenda. almandino dístena
Entre el resto de elementos, sola-
mente el titanio y el fósforo me- distena microclina
recen una cita. El primero apare- A A moscovita K
ce en la ilmenita y rutilo de las
rocas de alta temperatura, y en anortita
las titanitas de las rocas cálcicas, epidota
también en sustitución del ión almandina
grosularia
férrico, como ocurre en la biotita andradita
hornblenda
biotita
y la augita. El segundo forma el
C diópsido tremolita F F
apatito.
calcita antofilita
El agua se presenta como agua cumingtonita
de hidratación, en las ceolitas y
minerales asociados en mate-
riales de metamorfismo de baja Con almandino y
temperatura y alta presión (que feldespato potásico
impide que emigre); también
aparece como grupos hidróxi-
sillimanita microclina
los, en minerales de grado bajo A A K
y medio de metamorfismo (clo-
ritas, micas, epidotas y anfíboles);
falta totalmente en minerales de anortita
grados altos. almandina
grosularia hornblenda
De acuerdo con todo esto, la andradita biorita
composición de una roca puede
C diópsido tremolita F F
representarse casi siempre en un
calcita antofilita
diagrama ternario; para el estu- cumingtonita
dio del metamorfismo existen
dos tipos:
„„ El ACF (aluminio, calcio, hierro) Cornubiatitas con
de vértices: 1) alúmina y férri- hornblenda
co, 2) óxido cálcico, 3) Fe2+ Mg
Mn2+. andalucita feldespato potásico
A A moscovita K
„„ AKF (aluminio, potasio, hierro)
de vértices: 1) igual ACF, 2) po-
tasio y 3) igual. anortita
cordrerita
Este diagrama ternario se incor-
pora si la proporción de potasio grosularia hornblenda
biotita
u otros elementos alcalinos es diópsido
importante, y se sitúa invertido C actinota F F
respecto al otro, como se aprecia calcita talco antofilita
wollastonita
en la Figura 5, donde se pueden
ver ambos sistemas2.

2 Este apartado puedes completarlo con los conceptos estudiados en el tema 3 (La materia mineral y la materia cristalina) y con los
contenidos del tema 7 (Minerales petrogenéticos).

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tema 5

biología y geología

5.2. Composición Figura 6.


mineralógica

Además de prácticamen-
te todos los minerales
que aparecen en las rocas
ígneas (excepto los mi-
nerales pobres en sílice,
olivino, piroxenos y fel-
despatoides), en las rocas
metamórficas aparecen
minerales exclusivos de
ellas, que son utilizados
como minerales indica-
dores del metamorfismo
e indican los intervalos
de presión y temperatura
en que se ha realizado el
metamorfismo sufrido por la roca; son los llamados «minerales índice» (Figura 6), como vimos ante-
riormente. Éstos son:

XX Cuarzo
Es el de la roca primitiva y es componente fundamental de muchas metamórficas. También puede
ser de neoformación. En aureolas de intenso metamorfismo térmico se puede formar tridimita, que
al enfriarse pasa a cuarzo.

XX Plagioclasas
No suelen ser zonadas; su contenido en anortita puede ser indicador del grado de metamorfismo
alcanzado. Los términos albíticos, estables hasta los 550 ºC (a presión baja o media), pasan gradual-
mente a plagioclasas más cálcicas, si la composición química global de la roca lo permite; así se pue-
de encontrar bitownita en algunas rocas metamórficas de temperaturas muy elevadas (granulitas).

XX Ortoclasa
Es estable a cualquier temperatura; su neoformación está restringida (si hay potasio suficiente en la
roca) a los estadios más altos del metamorfismo, próximos ya a la migmatización.

XX Micas
Muy abundantes, paragonita, moscovita y margarita son características de rocas metamórficas de
temperaturas bajas o medias. La estilpnomelana se transforma en biotita al aumentar la temperatu-
ra. La biotita y flogopita se producen a temperaturas medias elevadas.

XX Clorita
Es común en las rocas sedimentarias arcillosas y se conserva en las rocas metamórficas que no han
sido sometidas a valores altos de presión y temperatura; también las rocas ígneas básicas las origi-
nan con facilidad en bajas condiciones de presión y temperatura; conforme sube la temperatura se

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tema 5

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empobrece en hierro, que es sustituido por el magnesio, hasta que acaban reaccionando con otros
minerales para formar moléculas más estables en esas nuevas condiciones, como biotita y granates.

XX Piroxenos y anfíboles
Son de composición muy variada, típico del metamorfismo térmico de grado medio y elevado y del
metamorfismo regional (especialmente los anfíboles, de este segundo tipo de metamorfismo). Los
clinopiroxenos se forman a temperaturas inferiores que los ortopiroxenos. La wollastonita, con una
estructura muy cercana a la de los piroxenos, es muy frecuente en las proximidades de las intrusio-
nes ígneas. Los piroxenos sódicos sólo se forman a presiones muy altas.
Entre los anfíboles, los términos no alumínicos de la serie tremolita actinolita, y de la serie cumingto-
nita-grunerita, y de la antofilita (rómbicos) son prácticamente exclusivos de las rocas metamórficas,
mientras que la hornblenda típica de muchas anfibolitas también la encontramos en las series íg-
neas. La glaucofana es típica de rocas metamórficas de alta presión.

XX Granates
Todos los términos de las series isomorfas de los granates están ampliamente representados en las
rocas metamórficas. A temperaturas moderadas se forman los ricos en Mn (espesartina) o en calcio,
pero, a temperaturas crecientes, ambos elementos son sustituidos por el hierro formando el alman-
dino, que entra en proporción y que, como se puede apreciar, es indicador del grado de metamorfis-
mo. Entre los granates cálcicos es la grosularia la más frecuente en rocas metamórficas, que provie-
nen de rocas carbonatadas; también aparece en rocas de este tipo que han sufrido metasomatismo.
El granate piropo (magnésico) es típico de grandes presiones (mayores de 15.000 atmósferas).

XX Olivino
Mineral raro en rocas metamórficas, que se encuentra en rocas ricas en Mg y Fe, tanto en el meta-
morfismo térmico como en el regional.

XX Epidota
En rocas producidas por metamorfismo regional y de contacto, a temperatura baja o intermedia; a
mayor temperatura son inestables y originan anortita, con liberación del resto de los componentes.
A temperaturas y presiones moderadas, en el metamorfismo regional de grado bajo, las plagioclasas
sodicocálcicas se descomponen en albita, epidota y calcita («sausuritización»); a temperaturas supe-
riores a los 550 ºC vuelve a entrar el calcio, en cantidades crecientes, en el retículo de las plagioclasas,
mientras que la epidota desaparece de manera progresiva.
Otros minerales de composición semejante a las epidotas, y frecuentes en las rocas metamórficas
regionales de bajo grado, son la lawsonita y la pumpellyta; a menudo están acompañados de algu-
nas ceolitas (laumontita).
En las rocas calcáreas metamorfizadas, especialmente por contacto, existen minerales ricos en calcio,
además de los granates; silicatos de calcio (vesubiana, wollastonita), piroxenos del grupo del diópsi-
do, epidotas, calcitas y otros carbonatos. Las dolomías sometidas a metamorfismo de contacto dan
mármoles dolomíticos, con óxido e hidróxido de magnesio (periclasa y brucita, respectivamente) e
incluso olivino rico en forsterita.

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tema 5

biología y geología

Los minerales con elementos volátiles (boro y flúor) se encuentran en rocas sometidas a procesos
metasomáticos. Destacan la turmalina y la axinita, escapolita, el apatito (fluorapatito), monticellita,
prehnita y lepidolita.
El hábito plano a laminar aparece con frecuencia en rocas del metamorfismo regional en que la
presión orientada es importante; los más frecuentes son: la clorita, el talco y el grafito.

XX Andalucita, sillimanita y distena


Son minerales constituyentes de las rocas metamórficas, considerados fundamentales. En condicio-
nes de metamorfismo térmico de alto grado, estos silicatos alumínicos puros pueden dar origen a la
formación del Corindón y la Mullita.

XX Estaurolita y cordierita
Son frecuentes del metamorfismo regional de grado medio y alto, respectivamente; la cordierita,
también, en el metamorfismo de contacto.

5.3. Estructuras metamórficas

Existen estructuras muy manifiestas, debido a que durante el proceso de metamorfismo actúan
casi siempre presiones unilaterales, de origen tectónico, que deforman las rocas y son causa de que
sus componentes queden orientados en forma definida, de acuerdo con las presiones o tensiones
existentes. Incluso cuando se desarrollan o forman nuevos minerales, también quedan orientados.
Por ejemplo, en la formación de una roca metamórfica cuyas condiciones son idóneas para la for-
mación de la moscovita, clorita o biotita, que forman escamas aplanadas, se desarrollarán con mayor
facilidad en el plano normal a la dirección de compresión máxima; todos quedarán orientados más
o menos paralelos a este plano, y la roca podrá romperse, con mayor facilidad, paralelamente a las
láminas de estos minerales hojosos.
Esta estructura se llama pizarrosa o también esquistosa y es muy frecuente en las rocas metamórfi-
cas. Se percibe con facilidad sobre el terreno y constituye uno de los caracteres más patentes que
permiten establecer un criterio para, a primera vista, distinguir las rocas metamórficas de las demás,
aunque no todas las rocas metamórficas tienen pizarrosidad.

5.4. Texturas metamórficas

Como la formación y crecimiento de los minerales de origen metamórfico se producen en medio


sólido, los minerales de neoformación tienen que ir ocupando, paulatinamente, el lugar de los mi-
nerales preexistentes y las texturas de las rocas metamórficas pueden denominarse, en general,
cristaloblásticas, que resultan del desarrollo de cristales a partir de varios núcleos de cristalización.
Pero la presión desempeña un papel importante, especialmente en el metamorfismo regional, y el
volumen disponible es cada vez menor; por ello, para condiciones de mayor presión, los minerales
formados son de red más compacta y, por tanto, más densos, y estas rocas (eclogitas y granulitas)
son muy densas. El incremento de temperatura favorece la expulsión del agua del interior de cier-
tos minerales; de ahí que ceolitas, cloritas y epidotas no se encuentren en el metamorfismo de alta
temperatura.
En cuanto a la forma de los minerales, habrá que distinguir entre los que presentan formas cristalinas
bien definidas (idioblastos) y los que casi siempre tienen contornos irregulares (xenoblastos). Los

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biología y geología

idioblastos penetran en los cristales de los minerales ya existentes, deformándolos, y en los espacios
que quedan van formándose los xenoblastos, que por esta razón no pueden desarrollar sus caras.
Las texturas más importantes son:
„„ Granoblástica: formada por minerales granudos (no laminares) y sin orientación dimensional
visible. Los granos pueden ser del mismo tamaño (textura granoblástica inequigranular) o con
los bordes rectos o curvos con numerosas uniones triples (textura granoblástica poligonal o en
mosaico).
„„ En corona: se origina cuando un mineral se desarrolla en la periferia de otro preexistente, que
queda parcialmente sustituido. La textura inversa en la que el mineral se conserva sólo en la
periferia se denomina: en atolón, frecuente en granates de metamorfismo elevado que sufren
metamorfismo retrógado.
„„ Porfidoblástica: se caracteriza por la presencia de cristales (generalmente de una sola especie)
de dimensiones superiores a las del grano medio de la roca. Suelen ser idiomorfos.
„„ Lepidoblástica: característico por la abundancia de cristales de hábito tabular y laminar, con
orientación subparalela.
„„ Helicítica: consiste en la inclusión generalmente de cuarzo en granate, en forma de espiral en el
interior de un porfidoblasto; parece ser que esta textura se forma por rotación del cristal mientras
crece; puede servir para detectar la dirección de los esfuerzos dirigidos que ha sufrido la roca que
lo contiene (textura sintectónica).
„„ Esquistosa: en ella los componentes fundamentales de la roca se disponen en superficies para-
lelas; es tanto más acusada cuanto mayor es la abundancia de minerales laminares (micas); en los
esquistos se ve a simple vista. Si la reorientación de estos minerales es posterior a la cristalización
de otros de blástesis más precoz, éstos pueden verse deformados, dejando un claro testimonio
de las dos fases del metamorfismo.
„„ Gneisica: caso particular de la textura esquistosa, cuando los minerales laminares se acumulan en
láminas alternantes con los demás, dando un aspecto bandeado y que puede llegar a ser visible
a simple vista. Esta clase de rocas paulatinamente puede pasar a magmática por la formación de
venas pegmatoides.

Si en una roca encontramos moscovita, clorita o biotita, formando escamas planares


y orientadas más o menos paralelas a esos planos, ¿qué estructura metamórfica es-
tamos observando?

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tema 5

biología y geología

6 Las rocas metamórficas más importantes


Las clasificaremos en función del proceso que las origina, es decir, en función al tipo de metamor-
fismo.

6.1. Rocas de origen dinamometamórfico

Son rocas metamórficas producidas únicamente por efectos de presión; por lo tanto, el tipo de
metamorfismo causante será el dinamometamorfismo de carácter isoquímico, ya que, como es pre-
sumible, sólo existirán cambios texturales y estructurales. Normalmente, la presión o fuerzas que
originan tales transformaciones provienen de deformaciones de tipo tectónico, especialmente en
superficies de rozamientos entre grandes bloques de materiales. En casos excepcionales, las de-
formaciones mecánicas se acompañan de reacciones debidas al incremento de temperatura que
originan algunos minerales pero no son lo suficientemente intensas para dar un carácter aloquímico
al dinamometamorfismo (cambios composicionales); estos minerales suelen ser la moscovita y la
clorita.
Para su clasificación se distinguirán tres características:
„„ Roca originaria a partir de la cual se origina.
„„ Textura y estructura.
„„ Composición mineralógica.

XX Brechas
Sus rocas primitivas son conglomerados, areniscas, limonitas y rocas silíceas.
La textura son minerales maclados mostrando pliegues (tipo plagioclasas), o maclas tipo calcita que
pueden llegar a deformarse y desarrollar sistemas de superficie de exfoliación bien definidos, en
último caso pueden sufrir una deformación difusa del retículo cristalino, que se manifestará al mi-
croscopio en una extinción ondulante.
Los minerales laminares se reorientan adoptando una textura foliada que recibe el nombre de «es-
quistosa»; si la presión ha sido muy fuerte, los contornos minerales se observarán o pulidos o rodea-
dos de un fino polvo en todo el contorno del cristal.

XX Milonitas
Reciben este nombre las rocas metamórficas que provienen del dinamometamorfismo de arcillas y
pizarras.

XX Blastomilonitas
Son rocas metamórficas en las que abundan los minerales recristalizados.

6.2. Rocas de origen térmico

En estos procesos metamórficos, es la temperatura la que alcanza altos valores, y de ahí que sea el
principal factor que influya en el cambio de la roca originaria; tienen, por tanto, un metamorfismo
de tipo aloquímico y con pocos cambios texturales.

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tema 5

biología y geología

XX Cornubiatitas cuarzofeldespáticas
En general, todas las rocas detríticas, excepto las arcillas, darán origen a este tipo de rocas, ya que
tanto el cuarzo como el feldespato son minerales muy estables a altas temperaturas y no reaccionan
entre sí; a lo más que llegan es a recristalizar, de modo que la roca toma una típica textura en mosai-
co al perder los granos su contorno. El grano será más grueso cuanto mayor sea la temperatura de
transformación y, por tanto, la recristalización.

XX Cuarcitas
Última etapa de las cornubiatitas cuando la temperatura llega a sus máximos valores tolerados para
dichas recristalizaciones; son análogas a las que se forman en el metamorfismo regional, pero sin la
textura esquistosa que resulta del aplanamiento e isoorientación de los cristales de cuarzo.
El resto de minerales que se encuentran en las rocas detríticas suelen reaccionar entre sí y originar
minerales parecidos a los que se suelen encontrar en las arcillas. Arcosas y grauvacas originan mos-
covita y biotita, e incluso llegan a formar cordierita, granate y sillimanita en condiciones de más alta
temperatura. El nombre de cuarcita proviene de la predominancia que generalmente tiene el cuarzo
sobre los demás minerales.
A partir de rocas ígneas se obtienen rocas muy similares, ya que lo único que puede ocurrir es una
recristalización de los granos o matriz vítrea, pues el resto constituía una asociación estable y en
equilibrio a temperaturas muy similares a las que existen en el metamorfismo térmico.

XX Cornubiatitas aluminíferas
Son las rocas que provienen del metamorfismo térmico de las arcillas no carbonatadas y que contie-
nen gran cantidad de minerales alumínicos, ya que la alúmina se encuentra en proporción elevada
en los minerales de la arcilla.

XX Cornubiatitas con biotita-cordierita y hornblenda


Se originan en metamorfismos térmicos de 550 º a 650 ºC. La biotita se forma a partir de la clorita y
moscovita, y también a partir de éstas se pueden formar incluso andalucita, cordierita y hornblenda.
Dependiendo de la relación Fe/Mn, puede aparecer el granate almandino-espesartina. Si había cal-
cio, se produce una plagioclasa calcosódica a partir de la epidota.

XX Cornubiatitas con cordierita-sillimanita y ortosa


Se originan cuando la temperatura sobrepasa los 650 ºC, y con sanidina antes de pasar al estado de
fusión. Moscovita y biotita contribuyen a formar feldespato potásico, y también originan en parte
otros silicatos ferríferos, como la hiperstena en vez de la hornblenda y la sillimanita en vez de la an-
dalucita (fibrolita).
La textura de todas las cornubiatitas es de tipo «granoblástica», a veces porfidoblástica, con cristales
bien formados de andalucita, granate y no tan bien de cordierita.

XX Esquistos mosqueados
Son los resultados de la transformación de las rocas arcillosas que se encuentran más alejadas de la
intrusión y que presentan cierta fisilidad o esquistosidad heredada o producida por metamorfismo
regional previo. El manchado o mosqueado se debe al grafito formado a partir de la materia orgáni-

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biología y geología

ca o pequeñas porciones de material vítreo. En las áreas más cercanas a la masa ígnea, las manchas
son debidas a la formación de moscovita y clorita a partir de minerales arcillosos. Los minerales de
hierro se transforman en magnetita. La biotita se forma a partir de la clorita y moscovita; se presenta
en pequeños cristales laminares dispuestos sin orientación preferente. Si existe predominio de Al
sobre K-Fe-Mg, en vez de biotita se forma cordierita, y si faltan estos segundos, se formará andalucita.
Al principio todos los minerales forman pequeños glóbulos con inclusiones mal diferenciadas, pero
pasarán a formas idioblásticas al progresar el metamorfismo (andalucita).

XX Mármoles
Se producen por metamorfismo térmico de las rocas carbonatadas. Están constituidos por calcita
granular homogénea. Se forman por la recristalización de las rocas calizas, debido a que los fluidos
intergranulares permiten la acumulación de iones sobre granos grandes a costa de la pérdida de
los pequeños. En el caso de que en lugar de calizas tengamos dolomías, se denominarán mármoles
dolomíticos, pero en este caso sólo si la temperatura no es muy alta, porque la dolomita es inestable
en esas condiciones y se descompone dando calcita y silicatos de magnesio y calcio.
Si las condiciones de presión permiten la pérdida de CO2, se formarán los óxidos correspondientes;
periclasa (Mg2O) que pasa rápidamente a brucita (MgOH).

XX Grafito
La condición fundamental es que se den altas presiones para impedir el escape del carbono del car-
bón o hidrocarburos en compañía del agua. Entonces el metamorfismo térmico formará a partir de
las rocas carbonosas el grafito por enriquecimiento total en carbono con pérdida total del resto de
los componentes. El grafito queda disperso en la masa de roca debido a las presiones orientadas.

XX Cornubiatitas anfibólicas y olivínicas


Se originan por el metamorfismo térmico de rocas básicas y ultrabásicas. El incremento de tem-
peratura determinará la existencia de unos u otros minerales. En las rocas básicas el incremento
de temperatura desencadenará las reacciones de la serie de Bowen, que originarán metamorfismo
retrógado; los cristales de piroxenos serán así sustituidos por agregados de anfíboles en un proceso
que recibe el nombre de «uralitización», y los cristales de anfíboles quedan sustituidos por biotita
con estructura granoblástica. Pero si la temperatura continúa en ascenso, puede llegarse a la situa-
ción primitiva.
Las peridotitas (ultrabásicas) pueden sufrir un proceso de serpentinización o convertirse, si ya lo
han sufrido, en cornubiatitas anfibólicas compuestas por antofilita, grunerita y otros minerales. Si
la temperatura es más alta, pueden volver a la composición primitiva, cornubiatitas con piroxenos
rómbicos y olivino.

6.3. Rocas que se originan por metamorfismo regional

Como hemos estudiado anteriormente, el metamorfismo regional es el proceso geológico que in-
fiere en las rocas preexistentes los cambios más profundos, tanto en orden composicional como
textural o estructural, debido a la acción intensa de la presión y temperatura. Llamado también de
«bordes destructivos», este nombre da idea de los cambios a que puede dar lugar. Las texturas gnéi-
sicas y esquistosas se desarrollan en gran escala.

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tema 5

biología y geología

XX Gneis
Son las rocas equivalentes a las brechas y a las cornubiatitas cuarzofeldespáticas en el metamorfis-
mo regional, es decir, las rocas originarias serían los conglomerados, areniscas, limolitas o rocas silí-
ceas, que por efectos de presión y temperatura intensas se han transformado en gneis. Están, pues,
constituidas por cuarzo y feldespato con cantidades inferiores de micas y ferromagnesianos.
La textura característica es la esquistosa con bandas alternantes, que por ser típica de esta roca
recibe el nombre de gnéisica. Esencialmen­te consiste en la separación de minerales leucocratos de
los melanocratos en pequeños niveles lenticulares paralelos a la esquistosidad de la roca. La llamada
textura «gnéisica oftálmica» consiste en la existencia de grandes cristales de feldespato ortosa bor-
deados por el resto de minerales.

XX Ortogneis
Son los gneis de procedencia ígnea, que aparecen constituyendo grandes batolitos tipo granito y
se localizan dentro de las grandes cordilleras montañosas; también en algunos escudos antiguos
constituyen el principal tipo petrográfico. En cualquiera de los dos casos se presentan asociados a
las rocas graníticas que o bien se inyectaron posteriormente a la formación de los gneises, o bien son
contemporáneas; en este último caso los granitos presentan caracteres migmatíticos y constituyen
el núcleo del macizo gnéisico, de modo que todas las transiciones texturales hacia la periferia del
mismo se encuentran entre ambos tipos de rocas. De ahí que la composición mineralógica de la ma-
yoría de los ortognéis sea idéntica a la de los granitos; pues se han formado a partir de rocas ígneas
ácidas de cualquier tipo o incluso neutras (granitos, sienitas, pegmatitas, aplitas, riolitas, tobas vol-
cánicas, cineritas, etc.). Las que presentan una mayor riqueza en minerales ferromagnesianos, gneis
anfibólicos, tienen mayor parecido con las granodioritas y dioritas, pero son menos abundantes.
La mayoría de los ortognéis se han formado por el metamorfismo regional que sigue inmediata-
mente a la fase principal de consolidación de los granitos sintectónicos. Pero también puede ocurrir
que se originen a partir de rocas totalmente consolidadas con anterioridad, si las condiciones son
suficientemente altas para ello.

XX Paragneis
Son los gneis de procedencia sedimentaria, principalmente de conglomerados, areniscas y lutitas.
Los conglomeráticos se reconocen por su textura detrítica residual y heterogeneidad en los compo-
nentes minerales que corresponden a la distribución original de los cantos.
Los arenáceos se distinguen con dificultad de los ortognéis, especialmente cuando la roca primitiva
era una arcosa; se pueden distinguir por la presencia de minerales de procedencia arcillosa (silicatos
de aluminio, estaurolita, etc.) y por la alternancia con gneis grafitosos, micaesquistos, cuarcitas, etc.
Los gneis con distena o sillimanita provienen de las rocas arcillosas sometidas a alto grado de me-
tamorfismo, con predominio de la presión en el primer caso y de la temperatura en el segundo.
Presentan menos fisilidad que los micasquistos, debido al mayor crecimiento de los minerales de
hábito granudo y pérdida de los laminares. La moscovita se convierte en feldespato potásico, de ahí
que falte o se encuentre en pequeña proporción; la biotita se puede conservar parcialmente depen-
diendo de la amplitud de las reacciones a partir de ella de formación de ortosa y granate.
Los gneis cordieríticos son muy parecidos a los anteriores, pero la cordierita, en peciloblastos con
inclusiones de espinela o magnetita, sustituye total o parcialmente al granate. Las presiones altas
favorecerán la existencia del granate, y las bajas, la aparición de la cordierita, pero siempre de alto
grado.

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biología y geología

XX Granulitas
Son gneis que carecen casi o totalmente de micas, lo cual disminuye su fisilidad. Su textura es gra-
noblástica, y los cristales de cuarzo presentan aplanamiento según los planos de esquistosidad. Es
frecuente la entrada del granate acompañando a la sillimanita en las paragranulitas. En las de más
alta temperatura puede haber hiperstena.
También es frecuente en los gneises la textura llamada ollo de sapo, que consiste en la presencia de
grandes cristales de ortosa.

XX Cuarcitas
Se caracterizan por estar formadas exclusivamente de cuarzo. Son el resultado del metamorfismo re-
gional sobre rocas silíceas o filones de cuarzo hidrotermal; se diferencian de las demás por presentar
textura esquistosa en los cristales de cuarzo e isoorientación de los ejes cristalográficos del mismo.
También sufren isoorientación los cristales de mica que ayudan a intensificar el efecto.
Se presentan todos los grados de transición con las ortocuarcitas y las cuarcitas y cuarciarenitas.

XX Filitas
Proceden de las rocas arcillosas que han sufrido metamorfismo regional de grado bajo; son las equi-
valentes de las cornubiatitas alumínicas en estas condiciones. Los minerales que presentan son, por
tanto, los detríticos originales, aunque su cristalinidad está algo más desarrollada, consecuencia de
la recristalización; se encuentran, por tanto, formadas por cuarzo, albita, cloritas y moscovita fun-
damentalmente. Se distinguen de las pizarras por la hojosidad más fina y brillo de las superficies,
debido a la orientación de las láminas de micas. Entre las arcillitas-pizarras y las filitas se encuentran
todos los términos de transición, denominados de una manera general «arcillosquistos».
Los granos de cuarzo de las filitas se suelen aplanar en la dirección de las superficies de esquistosi-
dad, como consecuencia de la recristalización de los granos detríticos.
La albita, por ejemplo, tanto de neoformación como detrítica, puede llegar a constituir porfidoblas-
tos de dimensiones superiores al grano medio de la roca.
Los minerales de la arcilla han recristalizado totalmente y en su mayoría originan cloritas y micas
incoloras en proporciones variadas según la composición de la roca primitiva; sin embargo, predo-
minan siempre las segundas, entre las que la paragonita y la moscovita son las más importantes,
aunque pueden ir acompañadas de otras especies. El cloritoide se encuentra también frecuente-
mente en algunas filitas.
También las rocas volcánicas por metamorfismo adecuado pueden originar filitas; la posibilidad de
la distinción radica en la composición de la plagioclasa, anortítica para estos estados del metamor-
fismo, o también la presencia de algunos otros minerales residuales.

XX Pizarras
La pizarra es una roca metamórfica homogénea formada por la compactación de arcillas. Se presen-
ta generalmente en un color negro azulado o negro grisáceo, pero existen variedades rojas, verdes
y otros tonos opacos. Otra característica principal es que se puede dividir en lajas u hojas plana
característica por la cual es una roca que se rompe en lajas muy perfectas, de aspecto más o menos
lustroso.

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biología y geología

Los minerales que la forman son principalmente cuarzo y moscovita. Debido a su impermeabilidad,
la pizarra se utiliza en la construcción de tejados, como piedra de pavimentación e incluso para fa-
bricación de elementos decorativos.

XX Esquistos
Marcan las condiciones ideales para que el metamorfismo regional forme la biotita, aproximada-
mente en el grado medio (comienzos) del mismo. Los esquistos provienen de las rocas lutíticas
ricas en alúmina (arcillas y pizarras) y que han sido hundidas en la orogenia hasta zonas de profun-
didad media de la corteza terrestre.
Así, los esquistos de grado bajo pueden ser muy semejantes a las filitas, ya que sólo se distinguen
de ellas en la presencia de la biotita en pequeña cantidad; conforme van aumentando la presión y
la temperatura aparecen otros minerales, como la andalucita, los granates, la estaurolita, la dístena,
etc.; asimismo el tamaño del grano.
Como también aparece el cuarzo, se puede establecer una serie continua de rocas que va desde las
cuarcitas hasta las micacitas; esta serie será:
Los esquistos representan el término en el que el cuarzo y los componentes micáceos se encuentran
aproximadamente en la misma proporción: si predomina el cuarzo, se pasa a los esquistos cuarcíti-
cos, y si predominan las micas, se pasa a los micasquistos y micacitas. La descripción de los esquistos
se efectúa añadiendo el nombre del mineral más interesante que presentan, y así tenemos los es-
quistos tremolíticos, los micasquistos granatíferos y los micasquistos andalucíticos, etc.
Debido a la mayor temperatura las micas (biotita y moscovita) presentan una composición diferente
a las filitas. La clorita se ha transformado parcialmente en biotita y granate férrico.
Al contener las rocas arcillosas siempre algo de materia orgánica, es frecuente que los esquistos sean
algo grafitosos.
Los esquistos con granate-dístena corresponden a los mayores grados de presión, y presentan mu-
chas veces la textura gnéistica con separación de los niveles micáceos y de los de dístena-almandi-
no; por aumento de presión y temperatura se puede pasar a los esquistos azules (con glaucofana-
jadeíta) o incluso a los gneis, respectivamente.

XX Esquistos verdes
Contienen talco, clorita, tremolita, epidota y serpentina (talcosquistos, esquistos serpentínicos y tre-
molíticos verde claro y cloritosquistos verde oscuro). Se forman en el metamorfismo de grado bajo
medio sobre rocas ígneas o piroclásticas de composición básica o ultrabásica y rocas sedimentarias
(calizas y grauvacas), los minerales son principalmente magnésicos y pobres en calcio, lo que indica
que derivan de rocas ultrabásicas, las prasinitas, que también contienen minerales cálcicos; provie-
nen de rocas ígneas básicas o de rocas sedimentarias (margas y grauvacas).

XX Ofiolitas
Provienen de rocas básicas y ultrabásicas inyectadas en la fase geosinclinal y que sufren metamor-
fismo regional en la fase orogénica. Se encuentran asociadas a esquistos, gneis y otros derivados de
los productos metamórficos de los sedimentos acompañantes.

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tema 5

biología y geología

XX Esquistos azules
Se forman por aumento de la presión y están formados por glaucofana, jadeíta y ceolitas. La presión
que los origina es de tipo hidrostático de carga o presiones dirigidas altas, pero siempre a bajas tem-
peraturas, inferiores a las de formación de filitas o esquistos verdes.
Se presentan en los cinturones de alta presión en una cuenca sometida a rápida subsidencia. Y se
pueden distinguir dos grupos: los esquistos con ceolitas, que se originan a unos 300 ºC en rocas con
composición mineralógica inestable, como son las rocas piroclásticas, donde por reacción con el
agua marina se forman las ceolitas; posteriormente, laumontita y prehnita y, finalmente, si la tempe-
ratura sigue subiendo, las ceolitas se combinan con las cloritas y se forma la pumpellyta, que coexis-
te con la prehnita. Todos estos minerales (excepto la pumpellyta) dejan de ser estables hacia los 400
ºC y se descomponen dando epidotas y tremolita, pasando ya a la facies de los esquistos verdes.
El otro grupo son los esquistos con glaucófana; presentan frecuentemente la textura granoblástica
de grano fino, o bien textura esquistosa con cristales de mayor tamaño como consecuencia de las
mayores presiones sufridas por las rocas y la mayor temperatura. Provienen igualmente de rocas
piroclásticas típicas de los geosinclinales, por lo que su composición mineralógica es muy variable,
dominando la lawsonita, jadeíta, glaucofana, pumpellyta, epidota, actinolita y psilomelana. La law-
sonita indica elevada presión de la fase fluida y se forma en vez de la epidota no ferrífera, a la que es
equivalente. La jadeíta aparece asociada a grandes presiones no dirigidas igual que la díitena, si el
quimismo de la roca lo permite.

XX Mármoles y calcosquistos
Provienen del metamorfismo regional de las rocas carbonatadas puras (mármoles), o bien en alter-
nancia con los minerales típicos de las filitas o esquistos (calcoquistos).
Semejantes a los del metamorfismo térmico, se distinguen por la esquistosidad (mármoles fajeados
o cipolinos) según tengan bandas de grafito o de láminas micáceas, respectivamente.

XX Calcosquistos tremolítico
Se originan por el metamorfismo regional de dolomitas.
El mineral más típico de los calcosquistos, en grado bajo o medio, es la epidota, que constituye unas
rocas que se denominan «epidotitas» a mayor temperatura se descomponen, dando anortita.
En condiciones de alto grado de metamorfismo, los calcosquistos se transforman en rocas similares
a las de procedencia arcillosa, con formación de ortosa, hornblenda, diópsido y grosularias; es la
cantidad de calcio la que orienta sobre la naturaleza de la roca primitiva.

XX Anfibolitas
Resultan del metamorfismo de grado medio o alto de rocas básicas (gabros y basaltos) o sedimen-
tarias (grauvacas y arcillas calcáreas). Los minerales constituyentes, serán por tanto, anfíboles, hor-
nblenda, principalmente, y plagioclasas (anortita) no zonadas ni macladas. La hornblenda aparece
con inclusiones y bordes irregulares.
No se aprecia bien la textura esquistosa por la falta de micas, y solamente la orientación de los ejes
cristalográficos de los cristales de anfíboles nos dará una sensación de esta estructura. En las anfibo-
litas de alto grado se dan alternancias de lechos verdes y claros por reparto de minerales.

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tema 5

biología y geología

XX Eclogitas
Es el resultado del paso gradual a más alta temperatura de las anfibolitas con plagioclasa más cál-
cicas y piroxenos; éstas están constituidas por granate piropo y omfacita, con algo de dístena en
ocasiones y también con piroxenos rómbicos y cuarzo; su composición es equivalente a la de los
gabros olivínicos, y sus minerales indican condiciones de formación de 13.000 a 15.000 atmósferas
de presión y temperaturas entre 700 y 900 ºC, condiciones que corresponden, por otra parte, a la
corteza profunda o al manto superior.

XX Migmatitas
Son rocas mixtas, constituidas por una roca metamórfica de textura esquistosa y una roca ígnea
intrusiva de textura granuda y de composición por lo general granítica.
La textura de estas rocas será una mezcla entre la holocristalina y la esquistosa, ya que tiene de las
dos. Es frecuente la presencia de venas pegmatíticas que atraviesan el conjunto. Los materiales es-
quistosos reciben el nombre de «paleosoma», mientras que la porción holocristalina granítica recibe
el nombre de «neosoma».

6.4. Rocas metasomáticas

El metasomatismo es considerado un proceso posdiagenético pero no necesariamente metamórfico,


aunque para algunos autores representa el más claro y típico efecto del metamorfismo aloquímico.
Sin intervención de la presión y la temperatura en un grano análogo al que interviene en el resto de
los tipos de metamorfismo; en el metasomatismo tienen lugar profundos cambios composicionales
debido a la actuación de los llamados líquidos mineralizadores, que si bien aparecen en condiciones
muchas veces del metamorfismo térmico o incluso del regional, no es típico de estos procesos.
El caso más típico de metasomatismo es el que se produce en las aureolas de contacto de los grani-
tos intrusivos en las masas de rocas calcáreas y que origina una serie de calcófidos especiales que se
conocen con el nombre de «skarn».
Con este término se designa el resultado de la acción de fluidos ricos en sílice, hierro y otros ele-
mentos, sobre rocas calizas. Suele predominar el granate cálcico (grosularia), acompañado de cli-
nopiroxenos como la vesubiana y hedenbergita; también aparecen idrocrasa, wollastonita, epidota,
anortita, etc.
Si las calizas son dolomíticas, aparecerán flogopita, tremolita y diópsido. El skarn puede tener
interés económico, ya que puede contener sulfuros, óxidos metálicos y otros provenientes del
magma.

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biología y geología

BIBLIOGRAFÍA

BIBLIOGRAFÍA COMENTADA

BASTIDA, F. (2005): Geología. Una visión moderna de las Ciencia de la Tierra. Vol. I. Gijón: Ediciones Trea.
Esta obra, estructurada en dos volúmenes, aborda ampliamente todo el espectro de las Ciencias de la Tierra,
desde los aspectos fundamentales de la Cristalografía, Mineralogía y Petrología, hasta los más novedosos de la
Tectónica de Placas y la Geología Histórica y Regional, pasando por un programa completo de Geofísica, Estra-
tigrafía, Paleontología, Sedimentología, Geología Estructural, Geomorfología y Geología Aplicada. Presenta un
capítulo dedicado a los procesos y rocas metamórficas.
KLEIN, C. y HURLBUT, C. S. (2001): Manual de mineralogía (4ª edición, 2 vol.). Barcelona: Reverté.
Manual clásico, en el que se explica y detalla la formación y características de los minerales y rocas existentes
en la naturaleza. Explica de manera exhaustiva todas las características de cada uno de dichos componentes
materiales que forman parte de las principales rocas presentes en la tierra.
POZO RODRÍGUEZ, M.; GONZÁLEZ YÉLAMOS, J. y GINER ROBLES, J. L. (2004): Geología práctica. Introduc-
ción al reconocimiento de materiales y análisis de mapas. Madrid: Pearson Educación.
Este libro tiene como objetivo facilitar la comprensión de los conceptos básicos aplicados en Geología práctica,
mediante diversos ejercicios en sus dos aspectos más relevantes: el reconocimiento de los materiales y el aná-
lisis e interpretación de mapas. La identificación de minerales y de rocas se aborda siguiendo criterios básicos
del reconocimiento «de visu», pero también introduciendo al lector en las técnicas de uso más frecuente en
la actualidad, como pueden ser la microscopía óptica y la difracción de rayos X. Dividido en tres bloques, es el
primero de ellos el que está dedicado al reconocimiento de minerales y rocas.
WINKLER, H. G. F. (1978): Petrogénesis de rocas metamórficas. Barcelona: Blume.
Libro básico para el conocimiento de las facies y paragénesis minerales metamórficos. Es el autor que definió
el concepto de facies metamórficas, estableciendo las asociaciones minerales de las distintas facies metamór-
ficas.

Biblografía Referida

DUCHAUFOUR, P.(1975): Manual de Edafología. Barcelona Masson.


DUCHAFOUR, P. (1984): Edafología I. Edafogénesis y Clasificación. Barcelona: Masson.
STRAHLER, A.N. (1992): Geología Física. Barcelona: Omega.
WHITTEN, D. G. A. y BROOKS, J. R. V. (1986): Diccionario de Geología. Madrid. Alianza Editorial.

Webgrafía

http://www.igme.es/internet/default.asp
http://www.isftic.mepsyd.es/paula/biosfera/
http://edhttafologia.ugr.es
http://www.montes.upm.es/Dptos/DptoSilvopascicultura/Edafologia/guia/Manual/Metamorficas.html
http://www.geocities.com

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biología y geología

RESUMEN

Metamorfismo.
Las rocas metamórficas más importantes.

1. Metamorfismo La asociación de minerales que forman una roca metamórfica


El metamorfismo puede ser definido como el conjunto de y que son estables en unos intervalos fijos de presión y tem-
procesos que tienen lugar en las rocas sedimentarias, ígneas peratura, se denominan facies metamórfica.
e incluso en las ya metamorfizadas por debajo de la tempe-
ratura en la que comienza la fusión, de tal manera que el lí- 3.4. Polimetamorfismo
mite superior del metamorfismo geológico corresponde a la
temperatura a la que tiene lugar el comienzo de la fusión de Se origina por el sometimiento, en varias fases, de un ciclo
las rocas. orogénico a distintas presiones y temperaturas de las rocas.

3.5. Metamorfismo retrógrado


2. Procesos metamórficos Es el conjunto de cambios minerales producidos en una roca
A los 300o comienzan las reacciones metamórficas. Relacio- metamórfica que conducen a la formación de minerales de
nados con los agentes del metamorfismo, presión y tempe- más baja temperatura que los originales en fases anteriores.
ratura, tienen lugar los siguientes procesos: brechificación,
reorientación, deshidratación, recristalización y reajustes mi-
neralógicos. Estos últimos dan origen a las llamadas isogradas
del metamorfismo, líneas que unen puntos de aparición de 4. Ambientes metamórficos
un mismo mineral en una misma temperatura de formación, Lugares de la corteza terrestre donde se da metamorfismo.
en relación con la presión.

5. Características de las rocas


3. Tipos de metamorfismos
metamórficas
3.1. Metamorfismo de presión o
5.1. Composición Química
dinamometamorfismo
Se rige por la regla de las fases: F + L = C + 2. Generalmente
Debido principalmente a fuerzas dirigidas y más raramente a
no existen cambios en los elementos químicos, que serán los
presiones de carga en el fondo de los geosinclinales.
mismos que contengan las rocas persistentes; los cambios se
experimentarán a nivel de agrupación de elementos (compo-
3.2. Metamorfismo térmico o de contacto sición), y darán lugar a un metamorfismo de carácter aloquí-
mico, mientras que si no experimentan cambios composicio-
Debido únicamente a la temperatura que tiene lugar en las nales, debido a que sólo actúa la presión, el metamorfismo es
zonas de contacto de una intrusión generalmente granítica de carácter isoquímico.
con rocas sedimentarias; forma la llamada aureola.
Las composiciones de las rocas se representan en diagramas
ternarios ACF (aluminio, calcio, hierro y magnesio) y AFK, don-
3.3. Metamorfismo regional o de el calcio queda sustituido por el potasio.
dinamométrico
Cuando el metamorfismo se debe a la actuación de presión y
5.2. Composición mineralógica
temperatura y afecta a grandes áreas o regiones, se establece La regla de las fases mineralógicas prevé que el número de
el grado bajo, medio o alto tanto para la presión como para la fases que se pueden dar a partir de dos componentes, tres
temperatura, según la intensidad de éstas. o más es precisamente igual al número de fases, ya que los
Las regiones caracterizadas por un tipo de rocas que definen grados de libertad L son sólo dos, presión y temperatura, de
presión y temperatura se denominan zonas de metamorfis- modo que queda F + 2 = C + 2.
mo. Por su profundidad se distinguen tres zonas: epizona, Los minerales se agrupan en dos tipos, los preexistentes que
mesozona y catazona (la más profunda, 600 km). han resistido los procesos metamórficos y han recristalizado,
El mineral que define una zona, ya que se ha formado a una en su mayoría aumentando el tamaño del grano, y los de nue-
presión y temperatura determinada, se denomina mineral va formación o neoformados, que serán los típicos del meta-
índice. morfismo y que caracterizan las rocas metamórficas.

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biología y geología

La mayoría de estos minerales constituyen los anteriormente 6. Las rocas metamórficas más
mencionados minerales índice del metamorfismo: andaluci-
ta, sillimanita, distena, granates, estaurolita, epidota, wollas- importantes
tonita, cuarzo, piroxenos y anfíboles.

6.1. Rocas de origen cataclástico


5.3. Estructuras metamórficas
Son rocas metamórficas producidas únicamente por efectos
Son orientadas según la dirección del esfuerzo ejercido sobre de presión, por lo que el tipo de metamorfismo causante será
la roca. Será favorecida por la presencia de minerales lamina- el dinamometamorfismo de carácter isoquímico.
res, micas principalmente. Este tipo de estructura recibe el
nombre de pizarrosa o esquistosa.
6.2. Rocas de origen térmico
5.4. Texturas metamórficas En estos procesos metamórficos es la temperatura la que al-
canza altos valores.
Cristal o blástica: formada por cristales que se desarrollan a
partir de núcleos de cristalización.
Cristales idioblastos: con contornos bien definidos. 6.3. Rocas que se originan por
Cristales xenoblastos: con contornos irregulares. metamorfosis regional
Granoblástica: granos de formas y dimensiones parecidas. Son las rocas que sufren los cambios más profundos.
Metamorfismo de contacto: en corona, en atolón, porfido-
blástica, peciloblástica, helicítica, esquistosa y gnéisica. 6.4. Rocas metasomáticas
El metasomatismo no es necesariamente metamórfico.

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biología y geología

AUTOEVALUACIÓN

1. ¿Cuáles son los límites de temperatura, superior e inferior, del metamorfismo?.


a. El superior está entre 700 y 900 ºC, y el inferior, hacia los 150 ºC.
b. El inferior está entre 300 y 400 ºC, y el superior, hacia los 600 ºC.
c. Depende del tipo de proceso metamórfico.
d. El superior está entre 1.500 y 1.700ºC y el inferior hacia los 300 ºC.

2. ¿Qué efecto se produce en las rocas cuando hay un aumento de la temperatura durante el metamor-
fismo?
a. Una reorientación.
c. Un reajuste mineralógico.
b. Una recristalización.
d. Una deshidratación de las rocas.

3. ¿Cuál es el proceso metamórfico más característico del metamorfismo?


a. Una reorientación.
c. Un reajuste mineralógico.
b. Una recristalización.
d. Una deshidratación de las rocas.

4. ¿Dónde se desarrolla el metamorfismo regional?


a. En los zonas de subducción en los erógenos de colisión.
b. De forma progresiva, desde zonas superficiales de la corteza terrestre hasta las más profundas de
los geosinclinales.
c. En regiones de gran desarrollo de rocas volcánicas, donde se produce la colisión intraplaca.
d. De forma progresiva, desde zonas de arcos islas hasta las zonas de subducción.

5. Tipos de metamorfismo regional


a. Regional, de colisión y de distensión.
b. De alto grado.
c. De bajo, medio y alto grado.
d. De colisión y de alto grado.

6. ¿Qué grados de libertad presenta el proceso metamórfico?


a. Presión, temperatura y composición mineralógica.
b. Presión y composición mineralógica.
c. Temperatura y profundidad.
d. Presión y temperatura.

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biología y geología

7. ¿Qué minerales son típicos del metamorfismo térmico de grado medio?


a. Piroxenos y olivinos.
b. Cuarzo y feldespatos.
c. Piroxenos y anfíboles.
d. Anfíboles y cuarzo.

8. Si en una roca encontramos granate del tipo «piropo» ¿a que presión metamórfica se formó la roca
en la que se encuentra?
a. A presiones mayores a 15.000 atmósferas.
b. A presiones mayores a 4.500 atmósferas.
c. A presiones mayores a 10.000 atmósferas.
d. A presiones mayores a 12.500 atmósferas.

9. ¿Qué minerales constituyentes de las rocas metamórficas pueden ser considerados fundamentales?
a. Andalucita, sillimanita y distena.
b. Andalucita, sillimanita y ortosa.
c. Andalucita, cuarzo y distena.
d. Ortosa, sillimanita y distena.

10. ¿En qué tipo de metamorfismo se desarrollan las principales rocas metamórficas?
a. En el metamorfismo regional.
b. En el metamorfismo de colisión.
c. En el metamorfismo metasomático.
d. En el metamorfismo cataclástico.

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