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La morcilla y los elefantes son dos elementos que a priori no parecen tener nada en común.

Sin embargo, existe una curiosa relación entre ellos que se remonta a la antigüedad.

En la antigua Roma, se creía que la morcilla tenía propiedades afrodisíacas. Por ello, era un
alimento muy popular entre los hombres que querían impresionar a las mujeres. Los
elefantes, por su parte, eran considerados como animales inteligentes y poderosos. Se creía
que tenían una gran capacidad de atracción sexual.

Esta creencia se basaba en el hecho de que los elefantes son animales muy sociables y que
forman fuertes lazos de pareja. Los machos elefantes compiten entre sí por el derecho a
aparearse con las hembras. Para ello, realizan espectaculares exhibiciones de fuerza y
virilidad.

La idea de que la morcilla y los elefantes eran afrodisíacos se extendió por toda Europa
durante la Edad Media. En la época medieval, era común que los hombres se comieran
morcilla antes de una cita romántica. Se creía que esto les ayudaría a tener éxito con las
mujeres.

Esta creencia se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX. En la España de la posguerra, por
ejemplo, era común que los hombres se comieran morcilla antes de ir a bailar. Se creía que
esto les ayudaría a ligar con las mujeres.

Hoy en día, la creencia de que la morcilla y los elefantes son afrodisíacos ha perdido
popularidad. Sin embargo, sigue siendo un tema de conversación curioso que nos recuerda
la relación entre la comida y el sexo.

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