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HER

BAR
IOS
IMAGINADOS
ENTRE EL ARTE Y LA CIENCIA
Basilius Besler
Hortus Eystettensis. Plantarum Horti
Eystaettensis Classis Aestiva
Nürnberg, [s. n.], 1613.
BH MED GF 71
Biblioteca Histórica de la Universidad
Complutense de Madrid
HER
BAR
IOS
IMAGINADOS
ENTRE EL ARTE Y LA CIENCIA

Toya Legido y Luis Castelo (Eds.)


Grupo de investigación Arte, Tecnología, Imagen
y Conservación del Patrimonio Cultural
PRESENTACIÓN
10 Isabel García Fernández (vicerrectora de Cultura, Deporte y Extensión Universitaria)

INTRODUCCIÓN
13 Herbarios imaginados. Entre el arte y la ciencia
Toya Legido y Luis Castelo

CAPÍTULOS

I. Venenos y medicinas
59 Hierbas, ¿venenos o medicinas? El saber sobre las propiedades
de las plantas de la Antigüedad al Renacimiento
José Pardo-Tomás (IMF-CSIC. Barcelona)

II. Viajes y expediciones


75 Regreso al Edén: viajes y expediciones en la Edad Moderna
Esther García Guillén (conservadora del Archivo del Real Jardín Botánico-CSIC)
y Margarita Eva Rodríguez García (UAM)

III. Jardines y florilegios


91 Jardines: naturaleza y artificio
Juan Pimentel (CSIC) e Ivana Cozzolino

IV. Ciencia y medioambiente


107 Nuevos herbarios para sentir la naturaleza: el arte de cultivar
la consciencia ecológica
Tonia Raquejo Grado (catedrática de la Facultad de Bellas Artes. UCM)
MUSEOS

Museo de la Farmacia Hispana


127 Las colecciones del Museo de la Farmacia Hispana en la exposición
Herbarios imaginados. Entre el arte y la ciencia
Alejandra Gómez Martín (conservadora del Museo de la Farmacia Hispana)

Colección Histórica de Drogas y de Histología Vegetal de la Facultad de Farmacia


137 Colección de Histología Vegetal Gómez Pamo y Colección Histórica de Drogas
Paulina Bermejo Benito (catedrática del Departamento de Farmacología, Farmacognosia y
Botánica y directora de la Colección Histórica de Drogas. UCM)

Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla


147 La Biblioteca Histórica y su colección de botánica
Marta Torres Santo Domingo (directora de la Biblioteca Histórica. UCM)

Herbario de la Facultad de Biológicas


157 El Herbario MACB y las plantas útiles para el hombre
Nieves Marcos Samaniego, Emilia Redondo Serranía, José María Gabriel y Galán Moris
(Herbario MACB Unidad de Botánica. Departamento de Biodiversidad, Ecología y Evolución.
Facultad de Biología. UCM)

Biblioteca de la Facultad de Bellas Artes


167 La biblioteca es un jardín: flores japonesas sobre papel de arroz
Javier Pérez Iglesias (director de la Biblioteca de la Facultad de Bellas Artes) y Amelia Valverde
González (subdirectora de la Biblioteca de la Facultad de Bellas Artes)

Herbario de la Facultad de Farmacia


179 Colecciones del laboratorio de botánica de la Facultad de Farmacia (UCM):
el herbario, láminas murales y modelos 3D
José María Pizarro (conservador del Herbario de la Facultad de Farmacia. UCM)
ARTISTAS

Cristina Almodóvar Joan Fontcuberta

Paula Anta Juan Gallego

Rodrigo Arteaga Alfonso Galván

María Ángeles Atauri Linarejos Moreno

Juan Baraja Lotta Olsson

Alberto Baraya Andrés Pachón

Manuel Barbero Richart José Quintanilla

Mandy Barker Javier Riera

Nurit Bar-Shai Diana Scherer

Peter Callesen Jessica R. Shepherd

Marián Cao Antonio Tabernero

Marta Chirino Javier Vallhonrat

Lorena Cosba Carmen Van den Eynde

María Ángeles Atauri


Sin título,
2019
Presentación
Isabel García Fernández
Vicerrectora de Cultura, Deporte y Extensión Universitaria

L a larga y fecunda historia de la UCM


ha propiciado la formación de co-
lecciones y museos singulares que son
muestra de la intensa labor docente e in-
creando inesperadas relaciones y configu-
raciones para generar nuevo conocimien-
to y significado.
La exposición Herbarios imaginados es
vestigadora de la comunidad académica un proyecto comisariado por profesores
durante más de cinco siglos. Muchas de de la Facultad de Bellas Artes; a través de
estas colecciones han perdido su función él, se exploran los fondos históricos de
original y se han convertido en un rico y la UCM y dentro de la riqueza de las co-
variado patrimonio; es decir, a sus valo- lecciones botánicas, han visto la posibili-
res originales, en la mayoría de los casos, dad de establecer un diálogo del pasado
científicos, artísticos, documentales y re- científico con el arte contemporáneo con
presentativos, se les ha añadido el valor unos resultados muy interesantes. Los
histórico, demandando la necesidad de objetos y especímenes que se han selec-
ser conocido, conservado y divulgado. cionado proceden de varios museos y co-
En el siglo xxi, el patrimonio es constan- lecciones de la universidad: los herbarios
temente reevaluado, considerándose des- de las facultades de Farmacia y Ciencias
de perspectivas más abiertas, donde existe Biológicas, el Museo de la Farmacia
la posibilidad de múltiples lecturas en las Hispana y la Colección de Drogas de la
que la transversalidad cobra una gran im- Facultad de Farmacia, a los que se su-
portancia. La diversidad del patrimonio man los volúmenes históricos proceden-
complutense está muy abierta a interpre- tes de la Biblioteca Histórica Marqués de
taciones inéditas y ya desde hace algunos Valdecilla y de la Biblioteca de la Facultad
años la ciencia y el arte han convergido, de Bellas Artes. Asimismo, se han sacado

12
Cristina Almodóvar
Madreselva.
Serie Encuadres,
2019
(detalle)

a la luz archivos fotográficos del siglo xix título: 1. Venenos y medicinas, 2. Viajes y
y principios del xx que, hasta la fecha, ha- expediciones, 3. Jardines y florilegios y 4.
bían permanecido ocultos en la Facultad Ciencia y medioambiente.
de Farmacia. De esta manera, la exposi- La organización de los contenidos se
ción muestra más de 80 piezas ligadas a la ha tratado museográficamente de ma-
historia de la ciencia, que dialogan con la nera diferente pero armónica, creando
obra de artistas contemporáneos de gran una exposición fundamentalmente esté-
prestigio por su trabajo en el campo de la tica donde el espacio del Centro de Arte
botánica. De estos artistas se exhiben más Complutense brinda un marco excepcio-
de 70 obras, y entre ellos figuran algunos nal, al reforzar el vínculo de lo expuesto
de gran reconocimiento internacional, con la naturaleza que se contempla desde
como Joan Fontcuberta, Javier Vallhonrat, las grandes cristaleras y que invita a mirar
Mandy Barker, Nurit Bar-Shai o Alberto activamente y a reflexionar poniendo en
Baraya, y otros más jóvenes que han sido relación el pasado con el presente, con lo
formados en la Facultad de Bellas Artes contemporáneo, enriqueciendo nuestra
de la UCM, como Juan Baraja, Paula Anta, visión de las cosas, porque el arte las en-
Juan Gallego o Andrés Pachón. grandece y las devuelve a la vida dejando
Como todas las exposiciones, Herbarios a un lado ideas preconcebidas.
imaginados nos cuenta una historia, en
este caso muy abierta, con múltiples posi-
bilidades, pudiéndose estructurar en cua-
tro partes o áreas temáticas que llevan por

13
Herbarios imaginados
Entre el arte y la ciencia
Toya Legido y Luis Castelo

E sta exposición nace de la iniciativa


del Rectorado de la UCM para dar
difusión a su patrimonio cultural. En este
entorno ideológico, el vicerrectorado de
herbarios y los museos que los contienen;
y por otro, establecer un paralelismo en-
tre las piezas seleccionadas y un conjunto
de obras de artistas contemporáneos que
Cultura, Deporte y Extensión Universitaria también se vinculan al tema de la botánica.
Ulisse Aldrovandi realizó una convocatoria pública en el En la exposición, piezas científicas y didác-
Vlyssis Aldrouandi... año 2017 para la producción de proyectos ticas, como los modelos tridimensionales
Dendrologiae expositivos en el c arte c (Centro de Arte de plantas y flores, herbarios o algunos de
naturalis scilicet
Complutense) a la que nos presentamos los primeros tratados botánicos, dialogan
arborum historiae
libri duo. dentro del Programa Conexiones jun- con el arte contemporáneo. Es importante
Bononiae: typis Io. to con más de 50 participantes. Nuestra destacar que, en estos dos años de inves-
Baptistae Ferronii...: apuesta, centrada en la exhibición de arte tigación por los museos, despachos y al-
Hieronymus Bernia contemporáneo junto a fondos de los macenes de las facultades, y gracias a los
propriis sumptibus in
lucem editum dicauit,
Museos Complutenses fue seleccionada, maravillosos conservadores que los custo-
1668 (1667) por lo que desde el año 2018 hemos tra- dian, hemos podido sacar a la luz algunos
BH FOA2929 bajado ininterrumpidamente en esta apa- archivos, sobre todo fotográficos, que has-
Biblioteca Histórica sionante investigación. ta la fecha habían permanecido inéditos.
de la
Este proyecto siempre ha tenido una La muestra contiene más de 80 pie-
Universidad
Complutense de doble finalidad: por un lado, dar a conocer zas ligadas a la historia de la ciencia pro-
Madrid los fondos de la UCM vinculados con los cedentes del Herbario de la Facultad

15 Introducción
La diferencia entre un veneno y un
medicamento es la dosis, es decir, un
medicamento administrado en dosis
excesivas y durante un tiempo inadecuado
se puede convertir en un factor perjudicial
que puede producir la muerte. De ahí el
famoso principio de “lo que cura mata”

Dioscórides
Acerca de la materia medicinal y
de los venenos mortíferos.
En Salamanca: por Mathias Gast,
1563
BH FG 1360
Biblioteca Histórica
de la Universidad
Complutense de Madrid

de Biológicas, el Museo de la Farmacia en la materia: José Pardo-Tomás nos ha


Hispana y la Colección de Drogas de la asesorado sobre los orígenes de la farma-
Facultad de Farmacia, la Biblioteca de la cia, Esther García Guillén sobre los viajes
Facultad de Bellas Artes y de la Biblioteca y expediciones, Juan Pimentel sobre los
Histórica Marqués de Valdecilla. jardines, y Tonia Raquejo sobre ciencia y
La exposición entrecruza historia, esté- ecología. Todos ellos han iluminado, con
tica, arte y ciencia para reflexionar sobre sus palabras, las intuitivas relaciones que
temas como la farmacopea, los jardines los comisarios habíamos establecido pre-
botánicos o el concepto de ecología a viamente desde el arte.
través de la representación de herbarios. La muestra presenta un sinfín de siner-
Se estructura en cuatro áreas temáticas: gias entre pasado y presente, ciencia y arte,
Venenos y medicinas, Viajes y expedi- investigación y creación, proyecto y pro-
ciones, Jardines y florilegios, y Ciencia y ceso, contenido y forma, imposibles de di-
medioambiente, en las que toman senti- bujar detalladamente y por separado. Les
do las obras contemporáneas en armonía invitamos, por tanto, a adentrarse en nues-
con las científicas. En total se exhiben más tra botica, selva, jardín y laboratorio con la
de 70 obras de unos 25 artistas nacionales curiosidad de un explorador científico del
e internacionales, que trabajan en estos te- siglo xxi, con una única hoja de ruta: los
mas. Además, en cada apartado de la ex- textos que a continuación les ofrecemos.
posición, hemos contado con un experto

Herbarios imaginados 16
VENENOS Y MEDICINAS de la Facultad de Ciencias Biológicas como
la belladona (Atropa belladonna) o el estra-
El empleo de los venenos y drogas es monio o datura (Datura innoxia Mill.), que
tan antiguo como la propia humanidad. hacían volar a nuestras sabias antepasadas.
La diferencia entre un veneno y un medi- Las sibilas griegas ya aspiraban diferen-
camento es la dosis, es decir, un medica- tes sulfuros para provocarse alucinacio-
mento administrado en dosis excesivas y nes e interpretar los sueños. Todos estos
durante un tiempo inadecuado se puede saberes se difundieron en la Edad Media,
convertir en un factor perjudicial que pue- floreciendo en Centroeuropa los her-
de producir la muerte. De ahí el famoso boristas que escribieron e ilustraron los
principio de “lo que cura mata”. primeros tratados botánicos, los cuales,
Las virtudes ocultas de las plantas en situados entre la ciencia y la magia, te-
todas las culturas han hecho de sus cono- nían una marcada intención curativa. De
cedores personas con un poder extraordi- algunos de los primeros podemos disfru-
nario. Bien conocido es el hecho de que, tar en esta muestra, entre ellos de Acerca
a lo largo de la historia, a las mujeres con de la materia medicinal y de los venenos
conocimientos botánicos y médicos se las mortíferos1 del médico y botánico ro-
tratara de herejes y brujas. Mostramos en mano Dioscórides, cirujano de los ejérci-
esta exposición algunas plantas del herba- tos de Nerón. Redactado en el siglo i en
rio del Departamento de Biología Vegetal I griego, se tradujo posteriormente al latín

17 Introducción
Manuel Barbero
Richart
Mandrágora c,
2019

Herbarios imaginados 18
y al árabe, convirtiéndose en libro de re- primer profesor y catedrático de historia
ferencia médica en todo el Medievo. En natural, y fundador del Jardín Botánico de
él aparece ya la belladona y también la Bolonia en 1568. El papel de Aldrovandi
planta mágica más conocida en todos los es muy importante por su Storia Naturale,
tiempos: la mandrágora. pero también por la creación de un gran
Probablemente la forma “humana” de herbario, con 4.760 plantas, que se con-
las raíces de la mandrágora ha contribui- serva en la actualidad como parte del
do a que muchos pueblos consideren que herbario de este jardín botánico. Uno de
tiene propiedades mágicas. La mandrágo- los trabajos más llamativos de Aldrovandi
ra es una planta muy tóxica, por contener fueron los dibujos de seres extraños, ima-
atropina como principio activo, por eso ginarios o raros. En su increíble colección
se la relaciona con sus usos como anes- de bestiarios conviven algunos herbarios
tésico, sedante y antídoto para serpientes. tan fantásticos como los contemporá-
Puede llegar a provocar la muerte si es neos de Joan Fontcuberta, autor que
ingerida directamente y produce alucina- propone un irónico homenaje a la obra
ciones y convulsiones. También se la rela- Urformen der Kunst (Formas originales
cionó con la fertilidad, generando incluso del arte, 1926) del fotógrafo alemán Karl
una iconografía antropomorfa ligada a la Blossfeldt. En la serie Herbarium (1985),
identificación de la planta como macho y Fontcuberta trabaja ironizando con los
hembra. lenguajes y contextos culturales que te-
Hasta el siglo xv la medicina, la magia y nemos interiorizados como científicos.
la religión tenían una frontera difusa, mez- Usando el medio fotográfico de manera
clándose el empirismo con la superstición. referencial, presenta como creíble lo sa-
Algo muy similar sostuvo Dioscórides, biamente imposible. Mediante la creación
quien redactó distintas recetas con la raíz de un herbario imaginario compuesto
y la corteza de la mandrágora argumen- con fragmentos orgánicos y materiales
tando que, para minimizar su poder letal, artificiales, muestra la decepción hacia
había que arrancarla con distintos rituales, nuestra realidad posnatural, para plantear-
como trazar un círculo con una espada nos la imposibilidad objetiva de la imagen
alrededor de la planta o hacer sonar una representada. Rizando el rizo, Linarejos
trompeta. Moreno realiza otro nuevo ready made de
El artista Manuel Barbero Richart nos la obra de Blossfeldt, reformulando la obra
presenta con ironía mandrágoras con más insigne de la Nueva Objetividad foto-
forma de animales trabajando la idea de gráfica, al registrar, no ya el original, sino
la mitología fantástica medieval que las su interpretación científica representada
describía como producto del semen de y canonizada por el modelo didáctico.
los ahorcados, y que él transporta con su Ambos homenajes, el de Linarejos y el de
iconografía personal a otras especies. Fontcuberta, se basan en la obra más icó-
No menos fantásticos son algunos de nica de la historia de la fotografía de her-
los herbarios de Ulisse Aldrovandi (1642),2 barios. El trabajo de Blossfeldt (1865-1932),

19 Introducción
(izquierda)
Karl Blossfeldt
Nigella Damascena Spinnenkopf,
1932

(derecha)
Joan Fontcuberta
Herbarium. Giliandria escoliforcia,
1984

Herbarios imaginados 20
Linarejos Moreno
Art Forms in
Mechanism XXV,
2009.
Cortesía de la Galería
Pilar Serra

21 Introducción
(izquierda)
Anna Atkins
Dictyota dichotoma in the young state;
and in fruit
Spencer Collection,
1849-1850.
The New York Public Library

(derecha)
Fucus vesiculosus L.,
13/06/1991
Espécimen deshidratado y
montado en un pliego de herbario
Ulisse Aldrovandi MACB 58376
Vlyssis Aldrouandi... Herbario MACB,
Dendrologiae naturalis scilicet Facultad de Ciencias Biológicas
arborum historiae libri duo.
Bononiae: typis Io. Baptistae
Ferronii...: Hieronymus Bernia
propriis sumptibus in lucem
editum dicauit, 1668 (1667)
BH FOA2929
Biblioteca Histórica de la
Universidad Complutense
de Madrid

(izquierda)
ahora convertido en la imagen de la mar- realización de un herbario en 1838, ser William Henry Fox
Talbot
ca comercial Loewe, supone un hito en el miembro de la Botanical Society de
Leaves of a plant,
modernismo internacional. Londres, una de las escasas sociedades S/F
Lo que nos proponen, en definitiva, au- científicas que aceptaba a alguna mujer.
toras y autores contemporáneos a través Allí colaboró con John Herschel, inventor (derecha)
de sus herbarios es la dilución de la línea del proceso fotográfico de la cianotipia en Blas Lázaro Ibiza
Fotografía científica
que separa la ciencia del arte, planteán- 1842, y Henry Fox Talbot, reconocido pa-
para uso docente,
donos que cualquier modo de represen- dre de la fotografía. Sin embargo, fue ella principios del sigo xx.
tación es, a fin de cuentas, una quimera. la que produjo la primera obra que em- Positivo fotográfico
Queremos destacar también en esta expo- pleaba la fotografía para ilustrar trabajos b/n sobre vidrio.
10 x 12 cm - C1_2
sición que tanto la historia de la botánica científicos, incluso anterior a The pencil
Museo de la
como la del arte se han construido con of Nature de Henry Fox Talbot (1844-1846). Farmacia Hispana
nombres de mujeres, y si nos centramos Atkins trabajó con la técnica de la cianoti-
en la historia de la fotografía, aparece in- pia, que permite la obtención de imágenes
eludiblemente un nombre: Anna Atkins. por contacto colocando los objetos direc-
Los orígenes de la invención de la fotogra- tamente sobre una superficie previamente
fía se encuentran en sus estudios botáni- emulsionada y exponiéndolos a la luz so-
cos (1843-1854). lar. Dedicó más de 10 años a la produc-
Atkins era hija y colaboradora de ción de un compendio de 500 imágenes
George Children, biólogo y director del de algas británicas en 12 álbumes, titula-
Departamento de Historia Natural del da British Algae: Cyanotype Impressions
British Museum. Consiguió, gracias a la (1843-1854).

Herbarios imaginados 22
23 Introducción
(izquierda)
Eugen Johann Christoph Esper
Icones fucorum.
Nürnberg: in der Raspeschen Buchhandlung,
1800
BH MED 4769
Biblioteca Histórica de la
Universidad Complutense de Madrid

(derecha)
Ulisse Aldrovandi
Monstrorum historia.
Bononiae: typis Nicolai Tebaldini, impensis
Marci Antonii Berniae,
1642
BH FOA 2937
Biblioteca Histórica de la
Universidad Complutense de Madrid

En esta muestra podemos disfrutar tam- naturaleza muerta y el herbolario científi-


bién de otro de los libros más bellos3 que co, presentándonos una virtuosa revisión
existen sobre algas, dibujadas de forma ex- técnica y artística de la historia de la fo-
quisita por Eugen Johann Christoph Esper tografía de flores. Podemos ver su serie
en 1800, y que procede de la Biblioteca Fotogramas, realizada entre los años 1990
Histórica de la Universidad Complutense. y 1995.
Acompañando a las cianotipias de Anna Completa este apartado la puesta en
Atkins, tenemos la obra de dos autores que escena de un herbario fotográfico in-
trabajan sin cámara. Por un lado, la artista édito que se encontraba depositado en
Lorena Cosba también aplica emulsiones la Facultad de Farmacia, y que se ase-
fotográficas, pero, en lugar de sobre pa- meja formalmente a la obra de Talbot
peles, sobre objetos que pertenecen a los y Herschel. Se trata de 17 imágenes de
antiguos tres reinos: el animal, el vegetal y plantas en placas fotográficas de cristal
el mineral. Su Systema Naturae (2018) se en negativo. Según el profesor Antonio
muestra como una taxonomía de su vida González Bueno, algunas de ellas son de
mediante retazos de su álbum familiar es- Blas Lázaro Ibiza (1858-1921). Hemos que-
tampados en este mundo natural. Por otro, rido exponerlas en su estado original, en
el herbario del artista Antonio Tabernero negativo, y no positivadas, como era su
parece recién salido de la estética de finalidad, porque consideramos que refle-
principios de los años noventa. Mediante jan mejor la belleza heredada de las prime-
la práctica del fotograma y el luminogra- ras fotografías de la historia.
ma, Tabernero viaja entre el género de la

25 Introducción
Los europeos vieron por primera vez
paisajes y plantas que modificaron
radicalmente su concepción del mundo;
una tierra que ya no era ni plana ni
árida, sino verde, selvática, frondosa y
repleta de desconocidas especies, que
representa a la perfección la imagen
del paraíso perdido concebida por el
cristianismo occidental

VIAJES Y EXPEDICIONES llegaron en forma de manuscritos, como


mostramos en el Tractado de las drogas
Con el viaje de Cristóbal Colón (1492) y medicinas de las Indias Orientales4 de
comienza la Edad Moderna y se abre un Cristóbal Acosta (1578).
nuevo universo botánico. Los europeos Los grandes descubrimientos geográfi-
vieron por primera vez paisajes y plantas cos llevados a cabo por españoles y por-
que modificaron radicalmente su concep- tugueses constituyeron un gran avance en
ción del mundo; una tierra que ya no era el desarrollo y conocimiento de la botá-
ni plana ni árida, sino verde, selvática, fron- nica. Por primera vez llegaron a Europa
dosa y repleta de desconocidas especies, especímenes recolectados en América,
que representa a la perfección la imagen África y Asia, variedades que supusieron
del paraíso perdido concebida por el cris- importantes avances para la medicina,
tianismo occidental. Si el jardín del Edén pero que también revolucionaron nuestra
existía, tenía que estar allí, en ese Nuevo gastronomía.
Mundo donde los alimentos crecían sin En el siglo xvi, cuando empiezan a pro-
necesidad de ser cultivados. liferar las obras botánicas, Felipe II envió
Uno de los factores fundamentales en a varios cronistas de las Indias para des-
el estudio de la naturaleza fueron los via- cribir la flora de las Américas. En una de
jes a otros continentes. La investigación esas primeras expedicionesn entre 1570 y
meticulosa y la representación del mundo 1577, Francisco Hernández exploró el terri-
constituyó una gran aventura aristocrática, torio de Nueva España para recopilar los
y las crónicas de estas expediciones nos saberes indígenas sobre plantas curativas.

Herbarios imaginados 26
Cristóbal Acosta
Tractado de las drogas y medicinas
de las Indias Orientales.
En Burgos: por Martin de Victoria,
1578.
BH MED 892
Biblioteca Histórica de la
Universidad Complutense de Madrid

Sin embargo, es durante la Ilustración


cuando florecen las expediciones
oceánicas, que no solo perseguían la
conquista de nuevos territorios, la ex-
plotación de sus riquezas minerales, o
la búsqueda de rutas para la navegación
comercial, sino que también se encar-
gaban de observar y clasificar las espe-
cies vegetales que encontraban. En el
siglo xvii comienzan las más increíbles
expediciones científicas debido a que
culturalmente se asientan las ideas del
movimiento ilustrado que aprehende la
naturaleza a través de la razón, y para
entenderla, la conquista y la domina.
Entre las expediciones españolas po-
demos destacar la expedición al virrei-
nato de Perú (1777-1888) del médico
francés Joseph Dombey y los botánicos
españoles Hipólito Ruiz y José Pavón,
quienes partieron de Cádiz en octu-
bre de 1777 y se establecieron en Lima,

27 Introducción
La necesidad de conocer las plantas
medicinales fue lo que hizo que se
desarrollara lo que hoy llamamos
botánica. Por este motivo, las
representaciones de las plantas más
maravillosas que existen no aparecen en
la historia del arte y sí en los tratados
de historia natural

explorando sus alrededores y también lo la colección de Drogas de la Facultad de


que hoy sería el norte de Chile. Llevaron Farmacia que fueron cedidas, en 1878,
a los dibujantes de la Real Academia de por el Real Jardín Botánico de Madrid. Su
Bellas Artes de San Fernando: Joseph denominación coincide con la formula-
Brunete e Isidro Gálvez, a los que más da por los botánicos Hipólito Ruiz y José
tarde se sumó el pintor Francisco Pulgar. Pavón, entre las que podemos encontrar
De vuelta a España, en 1792, Hipólito Ruiz algunas menciones a la “Colección Del
publicó el libro Quinología o tratado del Perú-Botánico de 1878”, por lo que Paulina
árbol de la quina o cascarilla5 y, en 1798, el Bermejo Benito, directora de la Colección
primer volumen de la Flora Peruviana, et Histórica de Drogas, piensa que podrían
Chilensis, junto a José Pavón. Los dibujos ser de la misma expedición.
se realizaron “al natural” con las plantas La necesidad de conocer las plantas me- Hipólito Ruiz y José
todavía frescas, y solo los ejemplares más dicinales fue lo que hizo que se desarrolla- Pavón Jiménez
Flora Peruviana, et
extraños eran pintados in situ, de mane- ra lo que hoy llamamos botánica. Por este
Chilensis. Tomus II
ra que se trajeron muchos dibujos sin motivo, las representaciones de las plantas de lám.
iluminar para luego ser coloreados en la más maravillosas que existen no aparecen Madrid: typis
península. en la historia del arte y sí en los tratados Gabrielis de Sancha,
En este viaje, se estudiaron amplia- de historia natural. Afortunadamente, en 1798-1802
BH FOA 4380
mente las quinas por su utilidad como esa época, estaba bien visto que las mu- Biblioteca Histórica
tratamiento contra la malaria, por lo que jeres se dedicaran al estudio y a la ilustra- de la Universidad
hemos podido completar esta documen- ción botánica. Cabe destacar que, durante Complutense de
tación con la exhibición de las quinas de muchos años, a las mujeres no les estaba Madrid

Herbarios imaginados 28
29 Introducción
Maria Sibylla Merian
Dissertation sur la generation et les
transformations des insectes de Surinam.
A La Haye: chez Pierre Gosse, 1726
BH MED GF 42(1)
Biblioteca Histórica de la
Universidad Complutense de Madrid

permitido acudir a las clases de modelo plantas y animales como integrantes de


en vivo, por lo que surgieron numerosas un mismo ecosistema, de un todo indi-
bodegonistas en la historia del arte. Por soluble que no puede ser estudiado por
eso creemos que es tan relevante la obra separado.
de Maria Sibylla Merian que aquí expo- En esta línea de grandes mujeres biólo-
nemos, porque en una época en que las gas y artistas, tenemos la suerte de contar
mujeres eran raramente viajadas (1647- con el trabajo de Marta Chirino, miembro
1717), esta naturalista y artista hizo historia. de The Society of Botanical Artists. Su
Formada como grabadora y acuarelista, obra es el claro ejemplo de que la bo-
documentó la metamorfosis de las mari- tánica se dibuja con nombre de mujer.
posas, estableciendo los fundamentos de Concretamente, la selección que expone-
la entomología moderna. En 1699 navegó mos se mueve en la frontera conceptual y
a Sudamérica con su hija Dorothea y, tras comercial que hoy existe entre arte y cien-
observar y clasificar diversos especímenes, cia, recordándonos que en otros tiempos
publicó, en 1726, su Disertación sobre la caminaron de la mano.
generación y transformación de insectos También contamos con otra sutil dibu-
de Surinam,6 primera obra sobre la histo- jante de naturalezas, María Ángeles Atauri,
ria natural de este país. Creemos que su que reflexiona de manera íntima sobre el
manera de plantear la ilustración es muy entorno. A través de una línea finísima, sus
relevante porque sus láminas conjugan la dibujos se asemejan al trazo de las artis-
entomología y la botánica, considerando tas botánicas del pasado, aunque con una

Herbarios imaginados 30
32
33
Marián Cao
Jardín interior,
2018

34
visión contemporánea. La artista repite pueda parecernos un neumático o un
patrones que se transforman en vegetales, muro de piedra, la naturaleza acaba triun-
convirtiendo en paisajes sus emociones e fando, desvaneciendo la huella de lo arti-
interpretando la flora de manera evocado- ficial, y anunciándonos la extinción del ser
ra e íntima. humano.
En nuestra búsqueda de fondos foto- Los nuevos descubrimientos geográfi-
gráficos hemos encontrado un archivo cos y sus estudios científicos crearon una
inédito del científico José Cuatrecasas nueva forma de ver la naturaleza. El arte
Arumí, que documenta, con 221 fotogra- se plantea las diferencias entre lo que es
fías en positivo y en blanco y negro, su bello y lo que es sublime idealizando lo
primera expedición botánica a Colombia desconocido. El interés por el paisaje va
en el año 1934. Nosotros hemos encontra- en aumento por la inmersión de la cultura
do algunas de sus fotografías publicadas colonial, y algunos artistas comienzan a
en la Revista de la Academia Colombiana viajar para representar tierras exóticas. El
de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.7 espíritu romántico, la búsqueda de lugares
Hemos sacado a la luz parte de este archi- inaccesibles, la ampliación de horizontes y
vo, seleccionando y copiando 18 fotogra- la dominación de la naturaleza van calan-
fías de esta expedición botánica. do en la sociedad y se convierten en una
El artista José Quintanilla, en su obra cuestión cultural, naciendo así una suerte
Transcurso, nos propone expediciones a de iconografía y literatura sobre el viaje.
unos lugares artificiales reconquistados El exotismo, los sueños y lo sublime se
por las plantas, una naturaleza que ocul- entrecruzan en la obra de artistas como
ta nuestros desechos y basuras de modo Alfonso Galván, que nos presenta, en es-
definitivo y que tapa aquellos objetos ar- tas pinturas oníricas, un Edén que todavía
tificiales arrojados o colocados sin pudor conserva la pureza de lo salvaje. En sus
en el entorno. A pesar de lo hostil que cuadros, la naturaleza no es una enemiga,

35 Introducción
sino una aliada, un paraíso que pertene- invernaderos para el abastecimiento del Fotografía
ce a sus habitantes, un espacio pagano y país. Según diversos estudios de la época, realizada por José
Cuatrecasas Arumí
no colonizado. La paradoja de la obra de sería uno de los cultivos más rentables de
en su expedición a
Galván reside en la contradicción entre la esta nueva revolución agrícola. Sin embar- Colombia en 1932.
exactitud casi científica de las formas na- go, algunos años después, este proyecto Positivo fotográfico
turales que representa y la ambigüedad fracasó debido a la dificultad de la fruta b/n sobre vidrio,
ensoñada de lo representado. para madurar en este inhóspito entorno. 8 x 10 cm.
C10(719)
Si el trabajo de Alfonso Galván nos invita Desde entonces se mantienen en uno de Museo de la Farmacia
a viajar soñando, situándonos en el plano los invernaderos de la escuela, alimentan- Hispana
más idílico de la representación colonial, do la leyenda de que Islandia es uno de
el de Andrés Pachón hace una crítica a la los mayores productores de plátanos de
visión occidentalizada del otro. En su se- Europa después de Canarias.
rie Tropologías (2013), Pachón trabaja con La obra Palmehuset (2007), de Paula
los retratos de los filipinos traídos a Madrid Anta, se desarrolla en diferentes jardines
en 1887 con motivo de la Exposición botánicos. La artista muestra estas natura-
de Filipinas realizados por el fotógrafo lezas, ahora artificiales, como islas dentro
Fernando Debas, que ubica a los retrata- de las urbes modernas. Pero también nos
dos frente a un fondo pictórico que cum- plantea que estos invernaderos son las
ple con el estereotipo colonizador de la pieles que contienen lo salvaje convirtién-
imagen selvática. Posteriormente, Andrés donos en conservadores de especies que
Pachón realiza una serie de modificacio- hemos esquilmado. Nos sitúan, en defini-
nes, borrando a los nativos filipinos del tiva, en la paradoja del colono, por la que
fondo y devolviéndonos a su fingido en- la belleza colonizada narcotiza nuestras
torno. De este modo pasan de ser objetos culpas.
observados y colonizados, a sujetos que Otra de las artistas que trabaja en el
contemplan atónitos nuestras visiones dis- tema del jardín es Marián Cao. Ella utili-
torsionadas de la otredad. za sus ilustraciones botánicas para hablar
El trabajo de Juan Baraja plantea de de paisaje en primera persona. Su Jardín
forma crítica los esfuerzos occidentales Interior (2018) es un jardín de memoria, es
por trasladar ese paraíso a lugares imposi- un jardín de familia donde las presencias,
bles. Juan Baraja, en Experimento Banana las pérdidas y las ausencias se entrelazan.
(2014), nos muestra un invernadero a unos Presenta un espacio donde la ternura y la
kilómetros de Reikiavik, donde se en- naturaleza conforman los distintos niveles
cuentra la Universidad de Horticultura de de recuerdos que van superponiéndose
Islandia. Después de la Segunda Guerra como estratos de tierra, humus, ramas y
Mundial y en pleno desarrollo de la ener- lodo. Ella nos habla de su tierra gallega,
gía geotérmica, los agricultores islandeses, describiéndola como una selva ibérica
con el apoyo del Gobierno, comenzaron donde la humedad ablanda y mezcla la
a cultivar sus propios plátanos en grandes naturaleza.

Herbarios imaginados 36
37 Introducción
Juan Baraja
Experimento Banana 1,
2014

Paula Anta
Mapora.
Serie Palmehuset,
2007

Herbarios imaginados 38
39 Introducción
JARDINES Y FLORILEGIOS

Los herbarios en la actualidad son co-


lecciones de plantas muertas, catalogadas
y deshidratadas, que han sido conservadas
e identificadas; van acompañadas de re-
ferencias del recolector, como el lugar, la
fecha y el hábitat donde fueron encontra-
das. Sin embargo, durante la Edad Media,
los herbarium eran también los libros en
los cuales se describían, clasificaban e ilus-
traban los especímenes; es decir, los her-
barios fueron también los jardines que los
contuvieron para su estudio. Carmen Van den Eynde
Amapolas para Georgia O´Keeffe.
En sus orígenes, los jardines botánicos Serie Dedicatorias,
del siglo xvi fueron fundados en conexión 2017
con las universidades y tenían una finali-
dad fundamentalmente científica y médi-
ca. Aunque no son una invención de esta
época, habiendo precedentes romanos y
árabes, poco a poco van evolucionando
y combinando sus finalidades medicinales
con las económicas. Con los viajes llegó
el coleccionismo y la comercialización de
plantas, imprescindibles para la existencia
de jardines. Además, en esta época, na-
cen los gabinetes de curiosidades y con
ellos el concepto de museo y de lo mu-
seable. Los viajes a América y Asia traen
consigo semillas y esquejes desconocidos
que se utilizarán en medicina y alimenta-
ción, pero esas flores exóticas también se
convertirán en maravillas decorativas que
modificarán en Occidente el concepto
de lujo. Aunque la obsesión coleccionista
nace del placer estético producido por la
contemplación de la belleza natural, tam-
bién sirvió a la burguesía occidental para
autoafirmarse social y culturalmente.
Como ejemplo del coleccionismo de
flores, la tulipomanía, fiebre especulati-
va del comercio de bulbos, surgió en los
Países Bajos a comienzos del siglo xvii. Los

Herbarios imaginados 40
tulipanes cotizaron en bolsa y se convir- tulipanes de varias especies, jacintos,
tieron en orgullo de las florecientes clases anémonas y lirios, todo mezclado con
burguesas, llegándose a pagar, a princi- vivaces, vinca y myosotis. Consciente de
pios del siglo xvii mil florines por un bulbo, las relaciones entre botánica, arte y mu-
cuando el salario medio anual estaba en jer, Van den Eynde homenajea con estas
150. Posteriormente, el precio de los bul- Dedicatorias (2017) a la holandesa Rachel
bos cayó en picado y provocó la bancarro- Ruysch (1664-1750), a la italiana Margarita
ta de la economía holandesa.8 Caffi (1647-1710) y a la americana Georgia
Junto con los jardines y el comercio O´Keaffe (1887-1986), contándonos que
botánico nacieron los bodegones, que las representaciones antiguas son imposi-
contemplaban las flores como objetos bles, puesto que hay hasta 60 referencias
estéticos y símbolos religiosos. En estos de plantas en un mismo jarrón. Pone de
se mezclaban variedades que florecían en manifiesto que las obras de la pintura ba-
distintas épocas del año o en diferentes rroca estaban más cerca de ser un inventa-
estados de desarrollo. Basándose en esta rio de especies que un tributo a la religión.
tradición, Carmen Van den Eynde cultiva Sus trabajos combinan la tecnología digi-
en su jardín las flores que luego fotografía: tal con las tendencias actuales. Se trata de

Papaver roheas L.
(amapola; hábito y
detalles)
Jung, Koch y
Quentell’schen,
Neuen Wandtafeln -
Botanik, Nº 7.
1892-1921
Cromolitografía en
papel entelado con
rastreles de madera
120 x 90 cm
MAF-JÜNG 53 -
Lámina mural para
la enseñanza
de la botánica

41 Introducción
escanografías (imágenes obtenidas con pero es posible que sean de Blas Lázaro
un escáner plano) que posteriormente Ibiza. La fecha de realización estimada
son elaboradas de manera meticulosa con debe ser posterior a 1908, ya que en una
programas de edición fotográfica para ser de las fotografías aparece un anuario fe-
copiadas digitalmente sobre soportes que chado en el lomo en 1908 como soporte
se asemejan a los tradicionales bodego- de un jarrón, y anterior a los años 30, que
nes barrocos. es cuando desaparece esta técnica. El au-
Imágenes similares a estas antiguas tocromo fue la primera técnica fotográfica
naturalezas muertas son los autocromos en color al alcance del público.
de floreros que hemos descubierto en la Obra maestra de la ilustración de libros
Facultad de Farmacia y que presentamos de botánica del Barroco y también famo-
en esta exposición. La autoría de esta serie sa por sus numerosas representaciones
de placas de 9 x 12 cm está por determinar, de bulbos fue la obra Hortus Eystettensis.

(izquierda)
Peter Callesen
Alive But Dead (small),
2012
Fotografía de Kirstine Mengel

(página siguiente izquierda)


François Pierre Chaumeton
Flore medicale,
Tome 3.
Paris: Imprimerie de C. L. F.
Panckoucke, 1842-1845.
BH MED 18770.
Biblioteca Histórica de la
Universidad Complutense de Madrid

(página siguiente derecha)


Alberto Baraya
Tulipán Ámsterdam. Serie Expedición
Sicilia (Lámina 44),
2018
© Alberto Baraya.
Cortesía de Fernando Pradilla. Madrid

Herbarios imaginados 42
Plantarum Horti Eystaettensis Classis Todos estos modos de ilustración botá-
Aestiva, de Basilius Besler9 (1561-1629), nica dialogan con las muestras de láminas
médico y farmacéutico alemán que in- botánicas procedentes de la Biblioteca
auguró el primer jardín botánico fuera de Histórica de la Complutense. El libro Flore
Italia. En este libro se muestran, a diferen- medicale, de François Pierre Chaumeton10
cia de otros tratados anteriores, las plan- (1775-1819) muestra una serie de plantas
tas distribuidas por estaciones. El Hortus destinadas al uso médico. Chaumeton
Eystettensis se publicó en 1613 con 367 fue médico, farmacéutico y botánico del
grabados de cobre y 1084 especies. Aquí Ejército francés. Las ilustraciones deta-
traemos la versión sencilla que se hizo en lladas fueron ejecutadas por Ernestine
blanco y negro con textos, aunque hubo Panckoucke y Pierre Jean François Turpin,
también una versión coloreada lujosa im- ambos magníficos ilustradores botánicos.
presa en papel de gran calidad.

43 Introducción
Junto con los jardines y el comercio
botánico nacieron los bodegones, que
contemplaban las flores como objetos
estéticos y símbolos religiosos. En estos
se mezclaban variedades que florecían en
distintas épocas del año o en diferentes
estados de desarrollo

Uno de los artistas seleccionados para


esta muestra, el colombiano Alberto Baraya,
nos muestra un herbario artificial al modo
de las ilustraciones botánicas científicas,
pero realizado con plantas de plástico,
poniendo en entredicho la objetividad del
objeto de estudio. Su método encaja con
los empleados por los exploradores botá-
nicos del xviii en un intento taxonómico de
ejemplares, no de una botánica real, sino
de sus reproducciones. Esta serie, titulada
Expedición Sicilia (2018), propone reflexio-
nar sobre la noción de viaje, los museos
y el exotismo como discursos de reivin-
dicación cultural, cuestionando así el pa-
radigma científico. Podemos contemplar,
en esta exposición, las semejanzas entre
el trabajo de Alberto Baraya y las láminas
didácticas de botánica que diseccionan y
clasifican las especies. Estos modelos de
representación, tanto en láminas como en
esculturas desmontables, servían para en-
señar morfología vegetal sin necesidad de
recurrir a un microscopio.
Linarejos Moreno, a la que hemos
mencionado anteriormente, nos mues-
tra algunas obras de su serie Art Forms in (arriba)
Mechanism (2009). Las fotografías están François Pierre Chaumeton
realizadas a partir de modelos botánicos Flore medicale, Tome 3.
Paris: Imprimerie de C. L. F. Panckoucke,
clásticos como los que se muestran en
1842-1845.
esta exposición, aunque de distinta pro- BH MED 18770.
cedencia. Los traídos a esta muestra son Biblioteca Histórica de la
una pequeña parte de los 195 que se con- Universidad Complutense de Madrid
servan en la Facultad de Farmacia. Se trata
(derecha)
de modelos en papel maché realizados
Lotta Olsson
con fines docentes por la empresa ale- Multi Tree (Multiväxt),
mana Brendel a principios del siglo xx. Su S/F

Herbarios imaginados 44
fabricación, en ese momento histórico, Otro tipo de representación floral pro-
obedece al auge de las ciencias naturales viene de la tradición japonesa de la escue-
en Europa y a los cambios surgidos tam- la Ukiyo-e. Este término se podría traducir
bién en la enseñanza. Pero ahora tienen por “imágenes del mundo flotante”, termi-
una doble lectura: por un lado, histórica, y nología que engloba grabados xilográficos
por otro, artística. de flores y plantas, imágenes costumbris-
Los ilustradores botánicos plasmaron tas, samuráis, etc. Nosotros hemos traído
sobre el papel la versión ideal de cada dos volúmenes centrados en la ilustración
planta, borrando las imperfecciones de las de flores: uno de Fukuya Kôrin, titulado
hojas o los pliegues de los pétalos. Para Kyôsui zuan11 (Repertorios de diseños de
ello, estudiaron espécimen tras espéci- Kioto), de 1899; y otro de Tsuda Seifu, titu-
men de la misma especie floral, antes de lado Senshoku zuan12 (Ideas para el dise-
combinar sus hallazgos en un dibujo ar- ño y teñido de tejidos), de 1905.
quetípico. Diseccionaban las flores para En línea con esta estética y con la mis-
observar meticulosamente pétalos, pisti- ma relación que el pueblo japonés man-
los y estambres bajo el microscopio. Estas tiene con la naturaleza, podemos contem-
investigaciones informaron tanto al arte plar el trabajo Lotta Olsson. Esta ilustradora
como a la ciencia, dando lugar a magní- sueca es muy conocida por sus creativas
ficas representaciones. Este espíritu del imágenes de árboles. Sus bosques imagi-
detalle floral de ilustradores botánicos se narios no siguen los dictados tradicionales
produce de forma inversa en la obra del ni la estética de la representación occiden-
pintor Juan Gallego, quien pone de ma- tal; se trata, más bien, de una exploración
nifiesto las imperfecciones de los pétalos fantástica de las formas y detalles visuales
y plasma el estado marchito de la planta. de un árbol. Se asemeja, por tanto, a los
Desde la representación de los primerí- tradicionales árboles de la vida vinculados
simos planos, sus imágenes se acercan a diversas mitologías, donde se representa
más a la abstracción que a la ilustración el árbol sagrado. Este tipo de imágenes es-
tradicional. Además, Gallego despliega tán cercanas al árbol del conocimiento de
una obra marcada por el conocimiento la tradición cristiana, que conecta el cie-
de las posibilidades expresivas de la luz, lo con el inframundo, y al árbol de la vida,
encuadrando el espacio y dibujando el que conecta todas las formas de creación.
tiempo; sus flores forman parte del propio En ambas formas, que aparecen en diver-
medioambiente. Al no estar culturizadas ni sas religiones, filosofías y mitologías de
por la estética de la ilustración científica todo el mundo, desde el cristianismo a
ni por la historia del arte, representan los la mitología escandinava, pasando por el
sutiles instantes fotográficos en los que islam, el judaísmo o el budismo, el árbol
sentimos la naturaleza. se convierte en símbolo mágico de la vida.

Herbarios imaginados 46
Reseda odorata L. (reseda olorosa, flor),
Brendel 162; 1912
Papel maché- 20 x 40 cm
MAF-Brendel 162/ UCM 401265

Una de las artistas más significativas


del panorama español, si hablamos de
representar el medioambiente, es Cristina
Almodóvar. Sus esculturas nos sacan del
espacio expositivo trasladándonos a la
naturaleza, comunicándonos con sutileza
la belleza de los pequeños momentos efí-
meros que nos provoca su contemplación.
En la obra que aquí presenta trabaja el
concepto del fuera-dentro o figura-fondo
encuadrando porciones de naturaleza.
Sus plantas se salen del marco buscando
expandirse fuera del límite impuesto artifi-
cialmente por el hombre. De esta forma,
Almodóvar pone de manifiesto la dualidad
del ser humano con el entorno natural,
reflejando poéticamente la tensión entre
lo orgánico y lo inorgánico, invitándonos
desde un interior vacío a mirar al exterior.
La obra del artista danés Peter Callesen
explora la probable y mágica transforma-
ción de las plantas recortadas en un papel
plano, en figuras que se expanden en el
espacio que las rodea. El espacio bidimen-
sional negativo y ausente dejado por el
corte, señala el contraste con la realidad
tridimensional que crea, a pesar de que
las figuras todavía se adhieren a su origen
sin la posibilidad de escapar. Las imágenes
realizadas en papel son multidimensiona-
les, en el sentido de que hay una forma
positiva y negativa al mismo tiempo, en la
que la silueta, la imagen ausente, es a me-
nudo la expresión más intensa.

47 Introducción
CIENCIA Y MEDIOAMBIENTE podemos contemplar un ejemplar de su
libro Opera omnia, figuris elegantissimis in
El arte y la ciencia nos han traído hasta aes incisis illustrata,13 publicado en 1687.
aquí por caminos paralelos en unos casos En Herbarios imaginados podemos
y divergentes en otros. Encontramos esa observar ejemplos de la utilización del
sintonía entre ambas disciplinas desde microscopio en las láminas del profesor
que la ciencia hace su aparición y nece- Gómez Pamo del año 1913. Sus dibujos
sita ilustrar y difundir sus descubrimientos. presentan cortes histológicos pintados
Como hemos visto, desde el siglo xvi hasta sobre papel. También los modelos botáni-
el siglo xix, nos encontramos con magnífi- cos clásticos que exponemos representan
cos ejemplos de publicaciones científicas pequeñas partes aumentadas de la flora.
ilustradas profusamente por artistas. La Realizados en gelatina por la empresa ale-
aparición de métodos mecánicos como la mana Brendel y adquiridos en el año 1912,
fotografía, en el primer tercio del siglo xix, nos muestran desde cortes histológicos
hará que poco a poco estos ilustradores ampliados, hasta bacterias. Este apartado
vayan desapareciendo de las expediciones de lo microscópico se complementa con
y sean sustituidos por fotógrafos. La foto- muestras y cortes histológicos en forma
grafía aparecerá como el dispositivo ideal de placas destinadas al estudio de las es-
para compartir los descubrimientos cientí- tructuras celulares, como, por ejemplo, las
ficos, pero enseguida se convertirá en un placas de la empresa francesa Deyrolle de
instrumento técnico con el que hacer arte. principios del siglo xx y las ilustraciones,
Los grandes avances de la ciencia, so- también francesas, realizadas con fines
bre todo en el ámbito de la biología a partir docentes en papel vegetal y que servían
del siglo xvii, se deben, en gran medida, al para ser proyectadas.
descubrimiento de un instrumento óptico En relación con el mundo impercepti-
hasta entonces desconocido que revela- ble, la exposición también acoge una serie
ría un mundo extremadamente pequeño: de muestras bañadas en oro que servían
el microscopio. A finales del siglo xvii, el para obtener imágenes con microscopios
holandés Anton van Leeuwenhoek sería electrónicos, fotografías que hemos am-
considerado como el primer microsco- pliado en la muestra. La invención de este
pista, ya que aumentó cientos de veces el dispositivo en los años 30 del siglo pasado
tamaño de los objetos descubriendo una supuso un gran avance en las ciencias, ya
naturaleza que se había mantenido oculta. que permitió subir un peldaño más dentro
A partir de entonces se pudieron observar del mundo microscópico, al dejar de lado
las estructuras celulares de las plantas o las limitaciones de la longitud de onda de
animales, como los protozoos o los gló- la luz. Con el microscopio electrónico se
Juan Gallego Garrido bulos sanguíneos. La primera publicación lograron magnificaciones 1.000 veces ma-
Recuerdo con las
sobre ello, realizada por Macello Malpighi yores que las de los microscopios ópticos,
tripas hacia fuera.
Serie Memento Mori, en 1665, fue fundamental para el conoci- ya que estos tienen el límite impuesto por
2006 miento de lo invisible. En esta exposición los fotones de la luz visible. El barrido de

49 Introducción
electrones que emplea este tipo de dispo- la primera categoría, Arte valiéndose de
sitivos hizo que se superaran los aumentos Ciencia, se contempla la utilización de
que hasta entonces se podían conseguir. material e instrumentos propios del mun-
Los microscopios electrónicos actuales do de la ciencia para su uso artístico. Un
son capaces de obtener imágenes de áto- buen ejemplo de esta categoría sería el
mos de los elementos más ligeros del sis- trabajo de la artista americana-israelí Nurit
tema periódico. Bar-Shai, cuyos experimentos e interven-
Esta exposición establece hilos narrati- ciones crean redes complejas y sistemas
vos entre las cuestiones más técnicas de de comunicación de una bacteria, como la
la ciencia, como las planteadas anterior- Paenibacillus vortex. Gracias a su compor-
mente, y los lenguajes del arte, repasando tamiento social y su capacidad comunica-
las tipologías científico-artísticas que hoy tiva, esta bacteria va formando patrones y
se ven plasmadas en el mundo del arte. arquitecturas complejas de gran belleza.
Según Rita Borderías, estas serían tres: Arte Basándose en el trabajo científico del pro-
Javier Riera
valiéndose de Ciencia, Arte sobre Ciencia fesor Eshel Ben-Jacob, de la Universidad TR RF,
y Arte como instrumento científico.14 En de Tel Aviv, el cuerpo de la obra Objectivity 2018

Herbarios imaginados 50
[tentative] (2009-actualidad) hace visibles recorridos realizados en la segunda mitad
los sistemas biológicos de autoorganiza- del siglo xix por el archiduque Luis Salvador
ción y toma de decisiones colectivas. En en la Sierra de Tramontana mallorquina. La
esta exposición presentamos cuatro imá- obra de Vallhonrat incluye, camuflados, los
genes de la serie Soundscapes (2012) en nombres científicos de diferentes especies
las que las ondas de audio, transmitidas a entomológicas y botánicas habituales de
través de agar líquido, y con su solidifica- los bosques mallorquines. Pero lo más im-
ción, van formando diferentes topografías portante para él es extraer los significados
para el crecimiento de las bacterias. del territorio y sus experiencias vivenciales.
Dentro de la segunda tipología, Arte Transitar, sentir, permanecer, acumular
sobre Ciencia, donde las disciplinas cien- y recodificar son las experiencias a partir
tíficas se captan mediante procedimientos de las cuales el artista crea la sucesión de
artísticos, podemos enmarcar el trabajo capas que componen su obra. Alude a la
Javier Vallhonrat
La Senda y la Trama
de Javier Vallhonrat. En esta exposición necesidad de experimentar las imágenes
#20, podemos apreciar su proyecto La Senda y la naturaleza como parte de un mismo
2014 y la Trama (2014), que se inspira en los ecosistema, como un todo al estilo de

51 Introducción
Alexander von Humboldt, con una tempo- modificando y deformando el patrón de Jessica R. Shepherd
ralidad lenta y penetrante. Flora y fauna se crecimiento de la planta y adaptándolo a 200720140950.
Serie Leafscape,
contextualizan en su entorno, planteando patrones geométricos.
2014
la botánica como un sistema interrelacio- El artista Javier Riera también investiga
nado y no tanto un catálogo aislado de las relaciones entre la geometría y la natu-
ejemplares. raleza. Su obra, enmarcada dentro de las
Por último, en esta muestra también intervenciones en el paisaje, reflexiona so-
podemos encontrar la tercera categoría, bre la precisión de las matemáticas frente
el Arte como instrumento científico ins- a la irregularidad de lo observado. Javier
pirado en el mundo de las ilustraciones Riera proyecta estructuras en el espacio
generadas a raíz de las expediciones cien- natural que él mismo diseña, superpo-
tíficas. Como dice Borderías: “En casos niendo dos lenguajes visuales totalmente
como los de las expediciones científicas, opuestos, pero que confluyen provocan-
los dibujantes que integraban las mismas, do lo que él mismo llama una “resonancia”
habían de ser capaces no solo de repro- del hábitat.
ducir los especímenes que querían repre- Otros artistas más cercanos a la denun-
sentar, sino también de completarlos”.15 cia medioambiental que encontramos
En nuestra exposición, estas ilustracio- también en nuestra exposición ponen su
nes de índole científica pero que acaban punto de mira en la problemática actual
dentro del mundo del arte las encontra- de la contaminación o en las actitudes
mos en el trabajo de la artista británica irresponsables por parte de los Gobiernos
Jessica R. Shepherd. Sus hojas ampliadas y de la sociedad, poco concienciados
se acercan al mundo de lo macroscópico de la necesidad de conservación de la
y nos sorprenden por su gran virtuosismo. naturaleza. Por ejemplo, la artista britá-
Realizadas con acuarelas y con una meti- nica Mandy Barker nos muestra, con su
culosidad propia de los ilustradores botá- serie Soup, la crisis de la contaminación
nicos de antaño, su serie Leafscape (2016) plástica de los océanos del mundo a tra-
pone en valor la mirada técnico-científica. vés de bellas imágenes inspiradas en la
Además, en este apartado no hemos estética japonesa. Soup es la manera de
querido dejar pasar un tema clave en el nombrar, por parte de los países asiáticos,
presente y futuro del arte contemporá- a los desechos plásticos suspendidos en
neo: la conservación del medioambiente. el área del océano Pacífico Norte. Barker
La naturaleza ya no está ahí para ser ex- se encarga de recoger esta basura para
plotada, sino para ser observada y copiada, crear unas imágenes relacionadas con la
para aprender de sus procesos de mane- estética de la cultura oriental, que está
ra sostenible, mimetizándonos con ella. profundamente vinculada con el amor por
Una de las artistas que forman parte de la naturaleza.
la muestra y que trabaja en esta dirección Asimismo, el artista chileno Rodrigo
es la alemana Diana Scherer, que “cultiva” Arteaga comparte su preocupación por
literalmente sus obras, plantando semi- la naturaleza en su serie Monocultivos
llas de avena y trigo en el suelo, y luego, (2019). En esta obra sobre papel quema

Herbarios imaginados 52
53 Introducción
José Quintanilla
#04 Transcurso,
2015

Herbarios imaginados 54
manualmente una serie de siluetas de las que destacan varios especímenes des-
plantas, dos especies de árbol que con- hidratados y montados en un pliego del
forman la industria forestal chilena y que Herbario MACB de la Facultad de Ciencias
no son especies autóctonas. Una de ellas, Biológicas con diversas características
Pinus radiata, es una especie originaria de descontaminantes.
California que fue introducida en Chile en Los estudios botánicos también están
1888, convirtiéndose prácticamente en vinculados con la carrera espacial y con
un monocultivo. En la actualidad cubre la posibilidad de encontrar vida en otros
el 60% de la superficie del país y ha des- planetas, así como con dar respuestas al
plazado a las especies autóctonas. Por su origen de la vida en el nuestro. ¿La vida
parte, el Eucaliptus globulus es la segunda se formó en la Tierra o llegó del exterior
especie más extendida en Chile. Originaria en algún asteroide? Para intentar resolver
de Australia, también ha supuesto la altera- tales cuestiones traemos a nuestra expo-
ción o pérdida de la vegetación autóctona sición una muestra de líquenes extremó-
chilena y ha modificado la dinámica de filos ibéricos (Rhizocarpon geographi-
los ecosistemas primigenios del país. Su cum) procedentes de la sierra de Gredos
obra sugiere la relación que tienen estas y que fueron enviados al espacio para
dos especies con los incendios forestales profundizar en el conocimiento sobre
que afectaron al país en el año 2016. Las el origen y los límites de la vida. Se trata
siluetas de hojas, ramas y semillas de estos del experimento Lichens, liderado por el
dos árboles, carbonizadas directamente profesor Leopoldo García Sancho, de la
sobre el papel, incorporan, a través de la Universidad Complutense de Madrid, en
repetición obsesiva de las plantas, la idea 2005. El objetivo del experimento era pro-
de monocultivo. bar la capacidad de supervivencia de este
Si el arte visibiliza los problemas medio­ tipo de líquenes en condiciones extremas.
ambientales, la ciencia busca soluciones Tras el lanzamiento, y una vez en órbita, se
medio­ ambientales del presente y del fu­ procedió a exponer las muestras al espa-
turo, como es el caso del estudio de las cio exterior (temperatura, radiación y va-
propiedades de las algas. En este sentido, cío) durante dos semanas. Los resultados
hemos querido mostrar una serie de lámi- fueron espectaculares, ya que, de regreso
nas de algas depositadas en la Biblioteca a la superficie de la Tierra, los líquenes pu-
Histórica y realizadas entre 1900-1960, de dieron ser rehidratados con normalidad y

55 Introducción
Con esta exposición queremos
invitarles a que cuiden este planeta, que
experimenten la naturaleza en su interior,
disfruten del ecosistema que les rodea
y se conciencien de que estas joyas
botánicas son lo mejor que podemos
dejar en herencia a nuestras
generaciones futuras

demostraron mantener actividad fotosin-


tética, siendo además capaces de recupe-
rar por completo su actividad metabólica
en 24 horas. Este tipo de experimentos
demuestran la posibilidad de vida en con-
diciones extremas, lo que podría dar pie
a numerosas hipótesis sobre el origen de
la vida en la Tierra o la posibilidad de que
exista algún tipo de vida en Marte u otros
planetas del sistema solar.
Como plantea Miguel Sánchez-Moñita
en su tesis (2017), en lugar de salvaguar-
dar nuestra maravillosa naturaleza, empe-
zamos a plantearnos abandonar la Tierra
en busca de otros sistemas que colonizar.
Con esta exposición queremos invitarles a
que cuiden este planeta, que experimen-
ten la naturaleza en su interior, disfruten
del ecosistema que les rodea y se con-
ciencien de que estas joyas botánicas son
lo mejor que podemos dejar en herencia
a nuestras generaciones futuras.

Herbarios imaginados 56
(izquierda)
Marcello Malpighi
Opera omnia, figuris elegantissimis in aes incisis illustrata
Londini: apud Robertum Littlebury, 1687
BH MED 2186
Biblioteca Histórica de la
Universidad Complutense de Madrid

1 Dioscórides (1563). Acerca de la materia medicinal y de los venenos mortíferos. Traducido de


lengua griega en la vulgar castellana por Andrés de Laguna. Salamanca: por Mathias Gast, BH FG
1360. Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense de Madrid.

2 Aldrovandi, Ulisse (1642). Monstrorum historia, cum Paralipomenis historiae omnium animalium.
Bononiae, typis Nicolai Tebaldini, impensis Marci Antonii Berniae. BH FOA 2937. Biblioteca
Histórica de la Universidad Complutense de Madrid.

3 Esper, Eugen Johann Christoph. (1800). Icones fucorum cum characteribus systematicis,
synonimis auctorum et descriptionibus novarum specierum. Nürnberg: in der Raspeschen
Buchhandlung, BH MED 4769. Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense de Madrid.

4 Acosta, Cristóbal (1578). Tractado de las drogas y medicinas de las Indias Orientales. Burgos: por
Martin de Victoria. BH MED 893. Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense de Madrid.

5 Ruiz, Hipólito; Pavón Jiménez, José (1798-1802). Flora Peruviana, et Chilensis. Tomus II. Madrid:
typis Gabrielis de Sancha. BH FOA 4380. Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense de
Madrid.

6 Merian, Maria Sibylla (1726). Dissertation sur la generation et les transformations des insectes
de Surinam. La Haye: Pierre Gosse. BH MED GF 42(1). Biblioteca Histórica de la Universidad
Complutense de Madrid.

7 Cuatrecasas Arumí, J. (2017). Aspectos de la vegetación natural de Colombia. Parte II. Revista de
la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, 41 (Suplemento), 181.
https://doi.org/10.18257/raccefyn.599.

8 Como se explica en el libro: García Guillén, Esther; Chirino, Marta (2018). Tulipa tulipae. El
tulipán ilustrado. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el comercio de bulbos
en el siglo xvii constituye uno de los primeros fenómenos especulativos de masas de los que se
tiene noticia, relato que queda bien reflejado por Charles Mackay, Charles (1841). Memorias de
extraordinarias ilusiones y de la locura de las multitudes.

9 Besler, Basilius (1613). Hortus Eystettensis. Plantarum Horti Eystaettensis Classis Aestiva.
Nürnberg, [s. n.]. BH MED GF 71. Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense de Madrid.

10 Chaumeton, François Pierre (1842-1845). Flore medicale. Tome troisième Paris, Imprimerie de C.
L. F. Panckoucke. BH MED 18770. Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense de Madrid.

11 Kôrin, Fukuya (1899, Meiji 31). Kyôsui zuan [Repertorios de diseños de Kioto]. J-B/17.

12 Seifu, Tsuda (1905, Meiji 37). Senshoku zuan [Ideas para el diseño y teñido de tejidos]. 747/38.

13 Malpighi, Macello (1687). Londini, apud Robertum Littlebury, 1687 BH MED 2186. Biblioteca
Histórica de la Universidad Complutense de Madrid.

14 Borderías Tejada, Rita (2010). “Arte-Ciencia. ¿Expresión o instrumento? Anales de Historia del
Arte”. Volumen extraordinario 23-29, p. 2.

15 Ibidem. p. 3.

57
Venenos
y medicinas
Hierbas, ¿venenos o medicinas?
El saber sobre las propiedades de las plantas
de la Antigüedad al Renacimiento
José Pardo-Tomás (IMF-CSIC. Barcelona)

... se ha dicho en el vulgo de los flamencos y aun de los


castellanos, que le dieron yerbas. No le vi yo señales de tal
cosa, ni sus físicos cuando yo allá estuve tenían tal sospecha
ni pensamiento. La verdad es que la materia fue mucha y por
su callar mal socorrida; y de mucha, se hizo maliciosa.

(Carta del doctor Parra al rey Fernando, octubre de 1506)

C uando el 25 de septiembre de
1506, de manera inesperada, mu-
rió Felipe, el príncipe flamenco conocido
como el Hermoso, casado con Juana,
expertos médicos a ocuparse de dilucidar
si los rumores tenían o no alguna base
ilustra un par de cosas interesantes sobre
el papel de los médicos, los venenos y las
la hija de los Reyes Católicos conocida hierbas en pleno Renacimiento.
después como la Loca, se levantaron in- Los saberes en torno a las propiedades
mediatamente rumores sobre un posible de las plantas y su circulación en forma de
envenenamiento con “yerbas”, como dice textos (manuscritos o impresos), pinturas,
la cita que encabeza este texto. El silencio herbarios y objetos en boticas o cocinas
de la corte frente a estos rumores no hizo eran asuntos de enorme importancia, no
sino agravarlos, como sabía y sutilmente solo médica y científica, sino también
exponía el doctor Parra, uno de los mé- política y –naturalmente– económica. La
dicos reales, informando a Fernando el práctica del envenenamiento como arma
Católico. Parra concordaba con los “físi- en las Cortes principescas y aun en las
cos” (es decir, médicos) que habían atendi- eclesiásticas (basta pensar en la arraigada
do a Felipe sobre la inexistencia de señales presencia de los venenos en la Roma pa-
Lorena Cosba
Systema Naturae,
que dieran algún fundamento a las sos- pal) estaba, en efecto, a la orden del día
2018 pechas. Pero el mero hecho de que estas en la política europea del Renacimiento,
(fragmento) circularan y obligaran a todo un cuerpo de como lo había estado también en la época

61 Venenos y medicinas
medieval y, mucho antes, en los avatares remonta a tiempos muy anteriores y que
políticos de griegos y romanos desde fue precisamente la medicina galénica la
la Antigüedad clásica hasta el imperio que más investigó respecto a esta doble
bizantino. condición salutífera y mortífera de algu-
En efecto, en pleno siglo xvi, la mayor nas hierbas (y también, aunque tuvieran
parte de los conocimientos sobre las menor peso en la farmacopea galénica,
plantas y sus propiedades se remontaba de algunas sustancias extraídas de ciertos
precisamente a la lejana Antigüedad clá- animales y minerales).
sica. Durante casi dos milenios, esos co- La medicina hipocrático-galénica, forja-
nocimientos habían circulado por toda la da en un largo período que va del siglo v
cuenca mediterránea y se habían exten- a. C. al siglo primero de nuestra era, es-
dido a todo el Oriente Medio y a buena taba constituida por una teoría consisten-
parte de Europa, de la mano de sabios he- te basada en un método de observación
lénicos, romanos, alejandrinos, bizantinos, y descripción, y en una práctica rigurosa,
judíos y, finalmente, musulmanes. Pero no seriamente preocupada por dotar de ra-
solamente de sabios, ya que mujeres no cionalidad al conocimiento acerca de la
menos sabias –desde sus orígenes míticos naturaleza, sus diferentes producciones y
en manos de la diosa Hécate y de sus hijas los efectos de las mismas en la salud hu-
Circe y Medea– fueron protagonistas en mana. Conviene, pues, deshacer algunos
buena medida de la producción y ateso- malentendidos al respecto. La rancia ima-
ramiento de saberes y prácticas en torno a gen de brujas y magos dedicados a eso-
las plantas, su cultivo en huertos y jardines, téricas ceremonias para elaborar pócimas
así como su posterior manipulación para con raíces de plantas, uñas de animales y
obtener fármacos: ese término que en mejunjes extraídos de los minerales me-
su original griego (φαρμακον) igual podía diante alambiques y hornos en oscuras
significar “veneno” como “medicina”. De covachuelas es una construcción legen-
hecho, sanadoras griegas allá por la época daria. Como toda leyenda, conserva algu-
de Medea y el reino del Ponto, en las ori- na relación con la realidad histórica, pero
llas del mar Negro, sabían ya perfectamen- la composición final tiene poco que ver
te que una misma hierba podía servir de con esta. Por el contrario, está más rela-
remedio contra determinada enfermedad cionada con los prejuicios de las épocas
o resultar un veneno mortal: todo depen- posteriores en las que esas leyendas se
día de la dosis. inventaron. En este caso, de la medicina
Aunque el lugar común atribuye la frase y los médicos de los siglos xix y xx que, en
dosis sola facit venenum –”la dosis hace el su empeño por erigirse en únicos forjado-
veneno”– a Paracelso (1493-1541), el mé- res de una ciencia médica racional con
dico de Zúrich que en pleno renacer de un creciente prestigio social, pusieron
la medicina universitaria de base galénica gran énfasis en crear una imagen del pa-
se atrevió a combatirla con furor antia- sado llena de oscura irracionalidad, de la
cadémico, parece fuera de duda que la que solo unos pocos valerosos pioneros
constatación empírica de tal evidencia se (siempre hombres, siembre blancos, casi

Herbarios imaginados 62
Antonio Tabernero
En el huracán azul.
Serie Fotogramas,
1994.
Cortesía de
la Colección de
Fotografía Alcobendas

63 Venenos y medicinas
La salud consistía en el equilibrio
perfecto de esos cuatro humores en el
organismo; la enfermedad, por tanto,
era el resultado de un desequilibrio que
podía ser consecuencia de una
multitud de causas

siempre europeos y cristianos) se salva- origen mineral, animal o vegetal. También


ban de un mundo lleno de supercherías, en el cuerpo humano la combinación de
ignorancia y creencias irracionales. Como los elementos y sus cualidades originaba los
si esas tres cosas estuvieran destinadas a cuatro humores que componían todos los
desaparecer en esos “tiempos modernos”, órganos, tejidos y miembros del cuerpo: la
algo que ya en el siglo xxi hemos com- sangre (caliente y húmeda como el aire), la
probado sobradamente que no ha sido flema (fría y húmeda como el agua), la bilis
así, pese a la consagración definitiva de la o cólera (caliente y seca como el fuego) y
ciencia y la tecnología como sistemas de la melancolía (fría y seca como la tierra). La
saber hegemónicos en nuestras socieda- salud consistía en el equilibrio perfecto de
des contemporáneas. esos cuatro humores en el organismo; la
Los conocimientos sobre los efectos enfermedad, por tanto, era el resultado de
que plantas, animales y minerales produ- un desequilibrio que podía ser consecuen-
cían en el organismo humano formaron cia de una multitud de causas. Esa causa-
parte de un sistema médico complejo, de lidad, compleja y múltiple siempre, debía
base racional y materialista que se man- ser discernida con la mayor exactitud para
tuvo vigente durante dos mil años. La ar- determinar los procedimientos adecuados
quitectura racional del galenismo sirvió, para restablecer la salud, el equilibrio hu-
en efecto, para dotar de explicación los moral, en el cuerpo enfermo.
resultados observables, en los organismos Era necesario prescribir un régimen
vivos, humanos y animales, de los efectos completo, que incluía una regulación de
de multitud de sustancias, extraídas princi- las llamadas sex res non naturales (“las seis
palmente de las plantas. Una explicación cosas no-naturales”): el aire y el ambiente,
que se basaba en la teoría de los cuatro el sueño y la vigilia, el ejercicio y el repo-
elementos que componían la Naturaleza so, la comida y la bebida, la excreción y
(fuego, aire, agua y tierra), que se traducían la secreción y las pasiones del alma (que
en la combinación dual de las cuatro cua- incluían, entre otras cosas, la regulación
lidades básicas (calor y frialdad, sequedad de la práctica del sexo). Al régimen, había
y humedad) plasmadas en cada uno de que añadir la estrategia terapéutica, que
los productos de esa naturaleza, fueran de se dirigía básicamente a la eliminación

Herbarios imaginados 64
Dioscórides
Acerca de la materia medicinal y de los
venenos mortíferos.
En Salamanca: por Mathias Gast, 1563. BH FG
1360
Biblioteca Histórica de la Universidad
Complutense de Madrid

65 Venenos y medicinas
(izquierda)
Anna Atkins
Laminaria phyllitis.
Spencer Collection,
1844-1845.
The New York Public Library

del exceso de humor causante del des- en infinitas pruebas de ensayo-error y en


equilibrio, de ahí que la sangría y la purga la consecuente observación y registro de
fueran los procedimientos más usados, los efectos de esos remedios en el orga-
junto a provocar la sudoración, el vómito, nismo enfermo. La transmisión de ese co-
la expectoración, la orina o la defecación: nocimiento de generación en generación
las diversas vías por las que se eliminaba estuvo sometida a numerosos avatares
la materia pecante, el humor corrompi- que la condicionaron y que, en ocasiones,
do que provocaba la enfermedad. Aquí provocaron alteraciones, pérdidas, mal-
es donde el uso de remedios elaborados entendidos y confusiones. Pensemos que
a base de plantas, animales o minerales la transmisión oral certera acerca de las
cobraba todo su sentido. Había que co- propiedades de una planta solo era posi-
nocer muy bien sus propiedades, si eran ble ante la presencia de la planta. Cuando
calientes o frías, húmedas o secas, o si esta no era posible y, por lo tanto, la planta
poseían algún tipo de cualidad oculta (es era ya solo un nombre (y, a veces, en una
decir, distinta de la que sus cualidades sen- lengua que no era la propia), comenzaban
sibles permitían colegir), así como en qué a abrirse paso las confusiones. El dibujo o
grado esas cualidades se combinaban en la pintura tampoco cerraban el paso a in-
sus diferentes partes. La finalidad última terpretaciones equivocadas o a malenten-
era combinar los diversos “simples” (cada didos sobre qué planta exactamente era la
uno de los elementos vegetales, animales que se reproducía, a veces esquemática-
o minerales) en una receta que establecía mente o con convenciones de represen-
cómo elaborar un “compuesto” y cómo tación no siempre fáciles de interpretar. La
aplicarlo al cuerpo enfermo. confección de recetarios escritos, donde
Este conocimiento procedía, sin duda, se describían los diversos simples que
de la experiencia acumulada a lo largo del debían combinarse y los procedimientos
tiempo, una experiencia fundamentada de elaboración de los remedios, estaba

67 Venenos y medicinas
sometida a los mismos problemas a la antes de nuestra era Cratevas, ριζοτομοσ
hora de su interpretación en contextos (experto en cortar raíces de plantas para
diversos. usarlas como medicinas y venenos), creó
La transmisión del saber clásico a tra- el mitridato como antídoto para uso de su
vés de textos e imágenes estuvo some- rey, Mitrídates Eupator, que vivió siempre
tida a infinitos avatares a lo largo de los temeroso de ser envenenado, algo que
siglos, especialmente desde la división del le había ocurrido a la mayor parte de su
Imperio romano en el año 395, a la muerte familia. El mitridato se convirtió casi en
de Teodosio, entre el de Occidente, con panacea (ese medicamento mítico que
su capital en Roma, y el de Oriente, con debía servir para remediar todo mal, de
su capital en Bizancio. Las regiones del ahí su nombre), solo comparable a la tria-
Mediterráneo oriental, incluidas las ribe- ca, de cuya composición “verdadera” (en
ras del mar Negro, habían sido el origen la que el opio y la víbora eran elementos
de buena parte del saber clásico antiguo. destacados entre los más de setenta com-
Por eso el mundo bizantino cobró tanta ponentes de la receta) aún se discutía en
importancia en el proceso de conserva- pleno Renacimiento.
ción y transmisión de los saberes sobre las Las controversias sobre la composición
plantas. Allí, en la Cólquide, la orilla orien- de medicamentos como la teriaca o el mi-
tal del mar Negro, estaba el κηποσ (“jardín”) tridato enfrentaban a arabistas y helenistas,
dedicado a la diosa Hécate, el jardín de a médicos y boticarios, a la vez que ser-
simples medicinales, oculto y protegido vían como territorio para dirimir disputas
en lo más profundo del bosque; al cui- profesionales, filosóficas y aun religiosas.
dado estuvo Medea, cuyo complicado y Pero las tensiones de la época en torno
variado peregrinar posterior la convirtió en al conocimiento de las plantas iban mu-
transmisora de tantos conocimientos so- cho más allá. Desde finales del siglo xv,
bre plantas usadas como venenos y como el mundo natural conocido por los eu-
medicinas (sí, todo dependía de la dosis). ropeos se expandió rápidamente, plan-
Más tarde, la Cólquide formó parte del rei- teando el gran reto de hacer encajar en
no del Ponto, donde en el siglo primero los marcos teóricos hasta ese momento

Herbarios imaginados 68
Ulisse Aldrovandi
Monstrorum historia.
Bononiae: typis Nicolai Tebaldini, impensis
Marci Antonii Berniae, 1642
BH FOA 2937
Biblioteca Histórica de la
Universidad Complutense de Madrid

69 Venenos y medicinas
Herbarios imaginados 70
Blas Lázaro Ibiza
Fotografía científica para uso docente,
principios del sigo xx.
Positivo fotográfico b/n sobre vidrio.
10 x 12 cm - C1_1
Museo de la Farmacia Hispana

creados una naturaleza que, en gran me- entonces, pero también hubo que asimilar
dida, había sido completamente ignorada una gran cantidad de flora asiática y afri-
por los autores de textos sobre materia cana aportada por viajeros y mercaderes
medica e historia natural que eran reivin- europeos que ahora navegaban tres océa-
dicados por los estudiosos renacentistas nos. Al final, la naturaleza exótica acabaría
como los transmisores del saber clásico: por hacer saltar los estrechos marcos de
Teofrasto, Nicandro de Colofón, Claudio la geografía y la botánica clásicas, pero
Eliano, Celso, Sorano de Éfeso y el mis- eso fue un largo proceso que duró al
mo Galeno; pero, sobre todo, Plinio y menos trescientos años. El flujo de naves
Dioscórides. cargadas con nuevas plantas, especias y
Precisamente, los autores ocupados en remedios medicinales a Lisboa y Sevilla,
la tarea de editar –en el original griego o como más tarde a Ámsterdam y Londres,
latino, o las traducciones– los textos de estimuló el intercambio entre eruditos
los clásicos fueron quienes comenzaron coleccionistas, médicos y boticarios con
a introducir, en sus comentarios y discu- mercaderes, marineros y emisarios colo-
siones, referencias a animales, minera- niales. Había que dilucidar la identificación
les o plantas desconocidas por aquellos. de las plantas, asimilar el conocimiento
Leonhart Fuchs, Garcia de Orta, Andrés que sobre estas tenían las culturas no eu-
Laguna, Amato Lusitano, Conrad Gessner, ropeas, abordar la compleja cuestión de
Charles de l’Écluse, Francisco Hernández la nomenclatura y la taxonomía, para po-
y Ulisse Aldrovandi fueron todos autores der clasificar y ordenar un mundo natural
enfrentados al reto de crear una nueva enormemente crecido con respecto al
ciencia de las plantas que incorporara heredado de griegos, romanos y árabes. Y,
las novedades resultantes del trabajo de por supuesto, seguir experimentando so-
recuperación del saber clásico y del fru- bre los efectos medicinales o mortíferos
to de las nuevas rutas comerciales abier- de las nuevas y las viejas plantas.
tas a los nuevos mundos. Especialmente El reto no era solamente intelec-
de América, esa cuarta parte del mun- tual, sino también práctico. A la depura-
do completamente desconocida hasta ción filológica de los textos, se sumó la

71 Venenos y medicinas
(izquierda)
Delphinium peregrinum L.,
10/06/1976
Espécimen deshidratado y montado
en un pliego de herbario
MACB 4014
Herbario MACB
Facultad de Ciencias Biológicas
Universidad Complutense de Madrid

incorporación de técnicas de representa- siguió siendo, durante mucho tiempo, el


ción visual mucho más precisas y depura- principal motor del conocimiento sobre
das, la pericia técnica en el uso de retortas, las plantas.
alambiques, hornos y demás instrumentos Así, los jardines botánicos y los herba-
de la botica, además del trabajo práctico rios secos que surgieron en el norte y cen-
con dos instrumentos fundamentales para tro de Italia, de Roma a Venecia, de Pisa
producir y comunicar el saber sobre las a Padua, Bolonia o Florencia, lo hicieron
plantas: el jardín botánico y el herbario. en círculos cortesanos que reunían a hu-
No es casual que el origen de ambos manistas, filósofos, aristócratas y artistas,
se sitúe en la mitad del siglo xvi. Aunque o en el ámbito académico, en las faculta-
sería más apropiado hablar de reinven- des de medicina de las universidades de
ción más que de origen, ya que en épocas esas ciudades. Gracias a la peregrinatio
anteriores y en culturas no europeas en- académica de tantos estudiantes que pa-
contramos también tanto jardines como saban entonces por Italia, a la circulación
herbarios secos con plantas medicinales de humanistas italianos en las Cortes eu-
cultivadas o conservadas mediante téc- ropeas y, no por último, a la difusión de la
nicas diversas. Lo significativo, en el caso imprenta y la proliferación de grabados y
de la reinvención renacentista europea de pinturas, la producción de herbarios y el
los jardines botánicos y de los herbarios, establecimiento de jardines botánicos se
fue su implantación sistemática en el es- extendieron más allá de la península ita-
tudio de las propiedades de las plantas, así liana, saltando incluso a la otra orilla del
como de su reproducción, su clasificación Atlántico o a las ciudades coloniales en el
y sus efectos sobre los demás organismos Índico y el Pacífico.
vivos y, de modo muy especial, el cuerpo Pero eso es asunto que se tratará en el
humano. Porque la finalidad medicinal capítulo siguiente.

73 Venenos y medicinas
Viajes y
expediciones
Regreso al Edén
Viajes y expediciones en la Edad Moderna
Esther García Guillén (conservadora del Archivo del Real Jardín Botánico-CSIC) y
Margarita Eva Rodríguez García (UAM)

D esde mediados del siglo xv, la


apertura de nuevas rutas de co-
mercio y, más adelante, el descubrimiento
de América desvelaron la existencia de un
plantas desconocidos, acopiados en el
curso de travesías por ambos hemisferios.
Estas noticias procedentes de las regiones
ignotas de América y Asia cuestionaban
mundo exótico y desconocido para los los textos clásicos y desafiaban a las au-
europeos, en muchas ocasiones perturba- toridades del pensamiento europeo, cons-
dor. En un período muy corto de tiempo, y truido a lo largo de los siglos, provocando
bajo el impulso primero de las monarquías un enorme impacto y ensanchando, al
castellana y portuguesa, los viajes protago- mismo tiempo, el espacio físico y mental.
nizados por los ibéricos, seguidos pronto Si la exploración de las Indias Orientales,
de italianos, ingleses, flamencos y france- por parte de los portugueses, originó una
ses, multiplicaron extraordinariamente la avalancha de información sobre especias,
superficie marítima y terrestre conocida. drogas e inestimables objetos asiáticos
Navegantes, expedicionarios o misione- que vendría a refutar o confirmar informa-
Andrés Pachón ros daban testimonio del encuentro con ciones recogidas en textos anteriores, las
Tropologías I (del
una naturaleza sorprendente y extraordi- novedades americanas convirtieron las te-
estudio de Fernando
Debas), untitled I, naria, con sus descripciones y ejempla- rras incognitas en la nueva frontera en la
2013 res de aves, peces, reptiles, mamíferos y que situar fantasías y mitos recurrentes de

77 Viajes y expediciones
la vieja Europa, como la fuente de la eter- Como resultado, la historia natural se
na juventud, la existencia de las amazonas, convertiría en una de las disciplinas más
El Dorado, el País de la Canela y el mismo sobresalientes y cultivadas durante la Edad
paraíso terrenal. Moderna. La expansión geográfica había
Acompañando al mito y la leyenda, o puesto a disposición de los eruditos eu-
empujados por la fascinación de lo exóti- ropeos un inmenso conjunto de organis-
co, el contacto con una naturaleza nove- mos, y su estudio produjo una renovación
dosa y, sobre todo, extremamente diversa, de las prácticas de la investigación, lo que
transformó también la mirada sobre el dio lugar al surgimiento de nuevos actores
mundo natural y la forma en que este de- sociales vinculados al conocimiento de la
bía ser estudiado. A lo largo de los siglos naturaleza, como marineros, exploradores,
xvi y xvii, el flujo sin precedentes de plantas misioneros, comerciantes, médicos, bo-
desconocidas y los relatos de los viajeros, ticarios, soldados y poblaciones locales.
que presentaron las maravillas naturales Al mismo tiempo se creaban nuevas ins-
americanas o las drogas y medicinas de las tituciones para dar respuesta a las nece-
Indias Orientales, obligaron a buscar nue- sidades científicas y validar todo el cono-
vas formas de comprender la diversidad cimiento aportado por los viajes. Colectar,
vegetal y, al mismo tiempo, como ha se- describir, dibujar, clasificar y formar colec-
ñalado Richard Drayton, generaron la es- ciones se convirtieron en herramientas
peranza de recuperar el antiguo dominio para comprender la naturaleza, uniéndose
sobre la naturaleza, de regresar al Edén. a ellas el enorme poder de difusión de la

Colección Histórica
de Drogas.
Colegio de San
Fernando.
Inventario de 1835

Herbarios imaginados 78
Corteza de raíz de Dictamus albus.
Colección Histórica de Drogas.
Colegio de San Fernando.
Inventario de 1835

recién nacida imprenta, pieza fundamen- recursos para organizar expediciones


tal en la globalización de los resultados científicas a los nuevos territorios, con el
de las investigaciones que se estaban objetivo de aumentar el conocimiento del
desarrollando. mundo natural, e investigar y explotar sus
Pero el paraíso no desaparecía con el fi- posibilidades comerciales y económicas.
nal del viaje ni con el nuevo afán por orde- Una de las expediciones más famosas
nar la riqueza vegetal; al contrario, podía fue la protagonizada por el médico espa-
ser recreado en los jardines botánicos en ñol Francisco Hernández (1514-1587), en-
los que, con la reunión de plantas proce- viado por Felipe II en 1570 al actual terri-
dentes de los cuatro rincones del mundo y torio de México como protomédico para
su estudio, se abría la posibilidad de recu- “hacer la historia de las cosas naturales”.
perar el antiguo dominio de los hombres Considerada como la primera expedición
sobre el reino de la naturaleza. científica al Nuevo Mundo, por el carácter
La necesidad de conocer mejor el po- sistemático y metódico con el que fue or-
tencial que para el comercio o la medici- ganizada, sus noticias sobre la vegetación
na ofrecía la vegetación de los territorios novohispana y particularmente sobre las
ultramarinos se aunó a la curiosidad y el plantas medicinales, que requirieron sin
deseo de saber de eruditos y aficionados. duda de la colaboración de médicos y
El resultado fue la inversión de grandes prácticos indígenas, tuvieron gran difusión

79 Viajes y expediciones
Alfonso Galván
Serpiente de oro,
2016
(página anterior e izquierda)
Hipólito Ruiz y José Pavón Jiménez
Flora Peruviana, et Chilensis.
Tomus II de lám.
Madrid: typis Gabrielis de Sancha, l798-1802.
BH FOA 4380
Biblioteca Histórica
Universidad Complutense de Madrid

Uno de estos sistemas, el ideado por


Carl von Linneo, acompañó al programa
de exploración desarrollado por España,
a partir de la segunda mitad del siglo xviii.
Fue el momento de las grandes expedi-
ciones científicas y de la creación de ins-
tituciones en las que estudiar los especí-
menes procedentes de ultramar, como el
Real Gabinete de Historia Natural y el Real
Jardín Botánico.
A estas empresas se incorporaron artis-
tas cuya misión era elaborar ilustraciones
de la flora y fauna de los territorios explo-
rados, y complementar las carencias de
herbarios y descripciones. Los atributos
más singulares y característicos de las es-
pecies se plasmaban en la ilustración botá-
nica para obtener una imagen fiel copiada
del natural, pero no exenta, al mismo tiem-
po, de artificialidad; la artificialidad deriva-
da del empleo del sistema de clasificación
a través de las traducciones de Nardo de Linneo, que ordenaba y clasificaba las
Antonio Recchi en 1630. El cacao, el estra- plantas de acuerdo a algunos de sus ca-
monio, la zarzaparrilla, la coca, la vainilla y racteres y no otros, con la consiguiente
el chile, entre otras plantas, fueron descri- traslación de esa forma de observar la na-
tas por Hernández y clasificadas de acuer- turaleza al dibujo y a la representación de
do a un sistema que encarna la simbiosis los vegetales.
entre la ciencia europea y la americana Por mandato real, la red administrativa
precolombina. colonial apoyaba las expediciones, y la co-
A lo largo del siglo xvii, la rivalidad impe- laboración de las autoridades territoriales y
rial europea, cada vez más orientada hacia los expertos locales fue fundamental para
el comercio, aumentó considerablemente asistir a los científicos a su paso por las de-
el número de viajes a territorios ultramari- marcaciones de su competencia. Virreyes,
nos y la llegada de especímenes vegetales gobernadores, alcaldes e instituciones,
a los puertos europeos. Esto, a su vez, re- co­mo la Dirección General de Correos
quirió el desarrollo de nuevas formas de y la Real Casa de Contratación de Indias,
identificación y clasificación de las plantas se ocuparon de posibilitar el viaje de los
que permitieran ordenar ese inmenso uni- naturalistas y del traslado de las coleccio-
verso vegetal. nes acopiadas al Real Gabinete de Historia

83 Viajes y expediciones
Por mandato real, la red administrativa
colonial apoyaba las expediciones,
y la colaboración de las autoridades
territoriales y los expertos locales fue
fundamental para asistir a los científicos
a su paso por las demarcaciones de su
competencia

Natural y al Real Jardín Botánico. Guías lo-


cales, médicos, botánicos amateurs, prác-
ticos conocedores de las plantas y sus pro-
piedades y militares, entre otros, fueron los
colaboradores imprescindibles en los terri-
torios ultramarinos para que se pudiera
acopiar con éxito la enorme cantidad de
información y especies naturales que, de
acuerdo a las instrucciones, debían reco-
lectar los viajeros en muy poco tiempo, en
cada uno de los lugares que recorrieron.
Para el caso de la botánica, se organiza-
ron tres viajes de exploración integrados en
un programa global para investigar la flora
de los territorios coloniales de América y
Asia. La ipecacuana, el cardo santo, el ají,
la jalapa, el peyote, la zarzaparrilla y la hier-
ba luisa, entre otras muchas especies, se
convirtieron en objeto de estudio de los
botánicos españoles. Pero, entre todas,
destaca la quina, especie endémica de los
territorios españoles en América e introdu-
cida en la farmacopea europea desde el
siglo xvii. Su corteza era el único remedio
conocido contra las fiebres palúdicas, y
tendría un especial interés para los botáni-
cos españoles y la metrópoli.
Otras empresas con objetivos más
genéricos y estratégicos también incor-
poraron naturalistas y botánicos, como
fue el caso de la Expedición de Límites
al Orinoco (1754-1756), la Expedición
Marítima alrededor del Mundo (1789-1794)

Herbarios imaginados 84
Nicolaus Joseph von Jacquin
Selectarum stirpium americanarum historia.
Viena. 1763.
BH FOA 4184
Biblioteca Histórica de la
Universidad Complutense de Madrid

de Alejandro Malaspina y la Real Comisión


de Guantánamo a la isla de Cuba (1796-
1802). Incluso se encomendaron estudios
concretos, como el que realizó Juan de
Cuéllar entre 1785 y 1795 sobre plantas úti-
les de Filipinas.
La primera expedición dedicada ínte-
gramente al conocimiento botánico fue la
Real Expedición Botánica al Virreinato del
Perú, que exploró los territorios de Perú,
Chile y Ecuador. Desarrollada en dos fa-
ses, una primera entre 1777 y 1788 y una
segunda entre 1788 y 1816, en ella parti-
ciparon José Pavón, el francés Joseph
Dombey, Juan José Tafalla y José Agustín
Manzanilla, bajo la dirección de Hipólito
Ruiz. Sus propósitos fueron la formación
de colecciones y el estudio de la flora de
los territorios recorridos, en especial de
los vegetales útiles. La quina ocuparía un
lugar preeminente en sus investigaciones,
y sus empeños se centrarían en determi-
nar cuál era la especie más efectiva para
hacer frente a las fiebres palúdicas. Tanto
Ruiz como Pavón publicarían sendos tra-
tados quinológicos, pero su obra más re-
levante, desde el punto de vista botánico,
fue la compuesta por los tres tomos de
la Flora Peruviana, et Chilensis editados
entre 1798 y 1802. A pesar de las muchas
adversidades que sufrieron en sus viajes,
lograron reunir una de las colecciones sis-
temáticas más importantes para la botáni-
ca americana del siglo xviii.

85 Viajes y expediciones
Formar colecciones e investigar la flora Mociño. Las consecuencias derivadas de
de los territorios de Colombia y Ecuador la ocupación de la metrópoli, por parte
y su utilidad fueron también los objetivos del Ejército francés, impidieron la culmina-
para los que se aprobó la Real Expedición ción de todos estos trabajos, por lo que
Botánica al Virreinato de Nueva Granada hasta finales del siglo xix no pudo llevarse
(1784-1816), dirigida por el gaditano José a cabo la publicación de la Flora mexicana.
Celestino Mutis. Una empresa en la que Entre los viajes científicos que incorpo-
destacó la importancia atribuida a la ilus- raron a naturalistas y botánicos, destaca la
tración del vegetal, que concentró buena Expedición Marítima alrededor del Mundo
parte de sus esfuerzos. Los caracteres más de Alejandro Malaspina (1789-1795), que
importantes de la especie vegetal, en es- exploró las costas de Uruguay, Argentina,
pecial las estructuras florales, se copiaban Chile, Perú, Ecuador, Panamá, México, is-
del natural para ilustrar la Flora del Nuevo las Marianas, islas Filipinas, Australia, islas
Reino de Granada, publicación que no lle- Fiyi y Tonga. Los botánicos Luis Née y
gó a ver la luz. Los dibujos fueron ejecu- Tadeo Haenke trabajaron durante cinco
tados por un taller de artistas radicado en años acopiando colecciones de historia
Mariquita y, desde 1790, en Bogotá, cuyo natural. A su paso por Filipinas, en 1792,
resultado fue la formación de un conjunto la expedición coincidió con el botánico
iconográfico, único en el mundo: más de Juan de Cuéllar, que se encontraba comi-
seis mil dibujos de la diversidad vegetal de sionado en Manila para estudiar las plantas
Colombia y Ecuador. La belleza de las ilus- de interés para la Compañía de Filipinas,
traciones nos dice mucho sobre la delga- como la pimienta negra, el algodón, las
da línea que separaba arte y ciencia en el moreras, la canela, la nuez moscada y
período. El té de Bogotá, la canela silvestre otras especies, como el famoso árbol del
y en especial la quina, fueron algunos de pan (Artocarpus altilis), que en esas fechas
los intereses a los que Mutis dedicó sus ya había sido naturalizado en el Caribe.
esfuerzos, pero las controversias y la falta Todos estos viajes supusieron también
de publicaciones lastraron sus resultados nuevas formas de experimentar con la na-
científicos. turaleza: las plantas se trasladaban de unos
En 1786 se aprobó la Real Expedición espacios a otros, se aclimataban en los jar-
Botánica al Virreinato de Nueva España, di- dines botánicos ultramarinos o se experi-
rigida por Martín Sessé. En este caso, ade- mentaba con ellas en los laboratorios de
más de recoger las producciones de histo- uno y otro lado del mundo. La naturaleza
ria natural del territorio mexicano, la labor comenzaba a convertirse en algo mucho
expedicionaria estaba vinculada a la crea- más manipulable, proliferaban los escritos
ción de un jardín y una cátedra botánicos que explicaban cómo trasladar especies
en la capital del virreinato y a la finalización vegetales de unas latitudes a otras o cómo
de los trabajos del que fue su antecesor en naturalizarlas y aparecían escritos que re-
el siglo xvi, Francisco Hernández. A Martín flexionaban sobre el efecto devastador de
Sessé, Vicente Cervantes, José Longinos, la explotación de los recursos naturales en
Juan del Castillo y Jaime Senseve se uni- el paisaje de los territorios ultramarinos. Y,
rían alumnos de la Cátedra de Botánica por fin, el herbario, el nuevo artificio cien-
Novohispana, como José Mariano tífico, se convirtió en el instrumento con el

Herbarios imaginados 86
que los naturalistas, de forma controlada, lo natural. Las alusiones al paraíso siguie-
se asomaron a la complejidad del univer- ron siendo moneda corriente en las expre-
so vegetal, pasando a ser el compañero siones de los viajeros del siglo xviii, como
imprescindible del viajero que recorría lu- Alexandre Rodrigues Ferreira, deslumbra-
gares exóticos, pero también del amateur dos por la biodiversidad de la región ama-
o aficionado a las plantas que imaginaba zónica. La alusión a la procedencia exótica
abarcar con él una naturaleza global. de los remedios ofrecidos en las boticas
La imaginación de un paraíso natural en continuaría y continúa siendo sinónimo de
el que encontrar la panacea a viejas enfer- curas milagrosas, otorgando credibilidad a
medades o asistir al espectáculo de una semillas y cortezas que aseguran la salud y
naturaleza inconmensurable no desapare- la eterna juventud.
cería con este aparente mayor control de

Marta Chirino
Phalaenopsis VI,
2015

87 Viajes y expediciones
Herbarios imaginados 88
Colección de láminas del
Departamento de Biología Vegetal II
de la Facultad de Farmacia de la
Universidad Complutense de Madrid.
Nº 97
Dibujo sobre papel,
con lápiz grafito y acuarela
1900-1960
BH GRL 25(97)
Biblioteca Histórica de la
Universidad Complutense de Madrid

BIBLIOGRAFÍA
Carrillo Castrillo, J. M.ª. (2004). Naturaleza e Imperio. La representación del mundo na-
tural en la Historia General y Natural de las Indias de Gonzalo Fernández de Oviedo.
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Madrid: Marcial Pons Historia.
Pizarro, A. (2009). Amazonía. El río tiene voces. Imaginario y Modernización. México:
Fondo de Cultura Económica.

89 Viajes y expediciones
Jardines y
florilegios
Jardines
Naturaleza y artificio
Juan Pimentel (CSIC) e Ivana Cozzolino

E n su muy recomendable Jardinosofía


(Taurus, 2016), Santiago Beruete re-
pasaba la densa historia filosófica de los
jardines y comentaba que los seres huma-
importante para crear un jardín no pro-
cede del reino vegetal ni del animal. Es la
roca. Idear un jardín es saber dónde co-
locar la roca y cómo asentarla. Más que
nos y las plantas se han cultivado mutua- una técnica, es una intuición; comprender
mente. Herder, a su vez, pensaba que la las peculiaridades de su naturaleza y las
vida humana compartía el destino de las afinidades con el entorno para identificar
Arum maculatum L.
plantas. Espacios utópicos, lugares de re- el lugar adecuado donde posarla. La dis-
(aro, cala), Jung, Koch creo, laboratorios botánicos, los jardines posición rectangular de este espacio re-
y Quentell’schen, tienen algo de museo, algo de parque o servado por el muro cambia la visión del
Neuen Wandtafeln - de isla y algún vestigio del paraíso (perdido, paisaje primordial. Sus ángulos rectos pro-
Botanik, Nº 53
una redundancia, todos los son). En ellos tegen los fragmentos de la naturaleza que
1892-1921
Cromolitografía en se recrean episodios y escenas de una his- el hombre ha decidido cuidar por deleite,
papel entelado con toria híbrida, entretejida, hecha de sangre interés científico o espiritualidad. Así nace
rastreles de madera y savia, de flores y miradas, de seres huma- la representación del vasto paisaje silvestre
90 x 120 cm nos y plantas. miniaturizado en el espacio cercado del
MAF-JÜNG 53
Lámina mural para
Sin embargo, el Sakuteiki, el tratado jardín. Así brotaba también el hortus con-
la enseñanza de la de jardinería más antiguo que se cono- clusus, enmarcado en las tablas flamencas,
botánica ce (siglo xi), afirma que el elemento más el “jardín cerrado o fuente escondida” del

93 Jardines y florilegios
(izquierda)
Basilius Besler
Hortus Eystettensis. Plantarum Horti
Eystaettensis Classis Aestiva.
Nürnberg, [s. n.], 1613.
BH MED GF 39
Biblioteca Histórica de la Universidad
Complutense de Madrid

Cantar de los Cantares, el entorno para (Cesalpino o Tournefort habían trabajado


alojar escenas marianas y representar la en esa dirección) pero que, descrita así y
virginidad. apoyada en un sencillo sistema mnemo-
Linneo, en cambio, hizo del lenguaje técnico (su nomenclatura binomial), al-
erótico una estrategia para ganar adeptos canzó un éxito inusitado.
para su sistema natural. Hijo de un severo El jardín: lo mismo vale para escenificar
pastor luterano, Linneo empleó las relacio- el espacio virginal, inaccesible, el Edén in-
nes sexuales y sus posibilidades (“un mari- maculado, que una corte libertina donde
do para dos mujeres”, “cinco maridos para reina la poligamia o incluso un rincón para
la misma mujer”, “cópulas clandestinas”, pasear y aliviar el mal de amores a la ma- (derecha)
“nupcias públicas”, “individuos hermafro- nera de Rousseau (el ginebrino se aficio- Tropaeolum majus L.
ditas”, etc.) para explicar una taxonomía nó a herborizar gracias al desengaño, no (capuchina),
Brendel n. 161
fundada en los órganos de fructificación, hay mal que por bien no venga, o mejor,
Modelo clástico para
en el número y la forma de los estambres como decían las abuelas, una mora se la enseñanza (detalle).
y los pistilos, una línea que no era nueva limpia con otra mora). Los jardines son tan MAF Brendel. 1912

Herbarios imaginados 94
Basilius Besler
Hortus Eystettensis.
Plantarum Horti Eystaettensis Classis Aestiva.
Nürnberg, [s. n.], 1613.
BH MED GF 39
Biblioteca Histórica de la
Universidad Complutense de Madrid

variados como versátiles. Soportan lectu-


ras plurales y hasta antagónicas. Como la
belleza, todo está en el ojo del observador,
en la mirada del paseante.
También lo está la línea entre naturaleza
y cultura, una de esas fronteras movedizas
de la historia. El truco es delimitar, vallar,
cercar. Poner esa roca o ese límite en el
lugar indicado. En la tradición judía se de-
limitaba con un hilo verde el espacio urba-
nizado del que no lo estaba para honrar, a
la vez, el esfuerzo humano y la naturaleza
indomable. El huerto es el cuadrilátero
donde tiene lugar esa domesticación y ese
esfuerzo, una relación amorosa, es decir,
un combate.
De manera que en los jardines se infrin-
gen heridas, flechazos, y también se cu-
ran. La farmacopea y la terapéutica estu-
vieron presentes en los primeros jardines.
También en los del Renacimiento, cuando
la materia médica se reactivó en las Cortes
humanistas y las especies se multiplicaron
al hilo de los descubrimientos geográfi-
cos. Son los hortus medicus, denomina-
dos luego jardines botánicos o jardines de
plantas, denominaciones paralelas, aun-
que no exactamente coincidentes. En Pisa,
Padua o Valencia se fundaron algunos de
los primeros en el siglo xvi. Allí se investiga-
ban los simples, los principios activos de
las plantas con efectos curativos o paliati-
vos sobre las enfermedades humanas. Allí
se aclimataban plantas exóticas, flores de
otros mundos.
Muchos jardines están indisolublemen-
te asociados a quien los fundó o los cul-
tivó, a su principal jardinero. El de Bolonia,
por ejemplo, está unido a la figura de
Ulisse Aldrovandi, un naturalista y colec-
cionista mayúsculo, capaz de reunir un

Herbarios imaginados 96
fabuloso gabinete de curiosidades, es-
cribir largos tratados, promover expedi-
ciones botánicas y hacer pintar animales,
vegetales y monstruos de toda estirpe.
El de la Universidad de Leiden remite a
Carolus Clusius, un gigante de la botáni-
ca y patriarca de la horticultura que viajó
por el sur de Europa para recoger espe-
cies y aclimatarlas en los Países Bajos (en
1576, Clusius publicó una de las primeras
floras españolas). Los jardines de Oxford
y Greenwich, a su vez, están ligados a
los dos John Tradescant, padre e hijo,
apotecarios, exploradores y coleccionis-
tas; el Real Jardín Botánico de Madrid, a
Casimiro Gómez Ortega, el “científico
cortesano”, según acuñó Javier Puerto, su
biógrafo, y también a José Celestino Mutis,
su refractario corresponsal, pues en vida
no quiso desprenderse de su tesoro, aun-
que la Flora de Bogotá acabara por alojar-
le allí. Finalmente, hablar de los jardines
Clifford en Holanda o del de Uppsala en
Suecia significa hablar de Linneo, el nue-
vo Adán, el príncipe de la botánica, quien
inspiró a cientos de viajeros y peregrinos.
Desperdigados por todo el orbe, disemi-
naron su palabra y herborizaron sin des-
mayo. Desde todas las latitudes enviaron
muestras, semillas, flores disecadas, dibu-
jos, croquis y descripciones taxonómicas a
sus colegas, asentados en los jardines bo-
tánicos, convertidos ya en centros de cál-
culo, como decía Bruno Latour, sociólogo
y antropólogo de la ciencia, o laboratorios
donde se inventan los trópicos, como es-
cribió Christophe Bonneuil, historiador de
la ciencia y el medioambiente.
En cualquier jardín botánico se respiran
dos tensiones muy características. La pri-
mera es la que hay entre conocimiento y

97 Jardines y florilegios
Cultivamos plantas que
nos cultivan. Cultivamos
conocimiento. Y, por
supuesto, cultivamos
la amistad

sentimiento. Por un lado, al visitarlo nos para que fructifiquen. Cultivamos plantas
dejamos guiar por inquietudes y opera- que nos cultivan. Cultivamos conocimien-
ciones científicas: clasificar, nombrar, sis- to. Y, por supuesto, cultivamos la amis-
tematizar, estudiar la distribución espacial tad. Cuando tienes delante, pongamos
de las plantas, reparar en sus usos alimen- por caso, el olivo milenario del jardín de
ticios y medicinales, averiguar si esta espe- la Kolymbetra, la reserva hídrica y huerta
cie es venenosa o aquella está en riesgo en los Templos de Agrigento, uno desea
de desaparecer. Sin embargo, lo anterior abrazarlo. Quizás tocando sus arrugas –
no logra sofocar las ensoñaciones esca- llegamos a pensar– recibamos, por magia
pistas que nos acosan cuando recorremos o por ósmosis, algo de su sabiduría. No
sus parterres y paseos, quizás la nostalgia lejos de allí, al norte de la isla de Sicilia, en-
Joseph Jacob Plenck
del Edén, un sentimiento religioso o seme- contramos en el Orto Botanico palermita-
Icones plantarum
jante (el que procura el contacto directo no la colosal Higuera de la Bahía Moreton medicinalium
con la naturaleza). (Queensland), un Ficus macrophylla que secundum systema
La otra tensión es la que flota entre natu- vino desde la isla de Norfolk, en el Pacífico Linnaei digestarum,
raleza y cultura, la misma que salta en pe- Sur, allá por 1845. Sus poderosas raíces cum enumeratione
virium et usus medici,
dazos al recordar las acepciones del verbo aéreas invitan a recostarnos, aunque nada
chirurgici atque
cultivar: sembrar, poner los medios nece- impediría que nos estrangulara si nos rin- diaetetici,
sarios para mantener y estrechar el cono- diéramos al sueño. 1788-1794
cimiento, ejercitarse en las artes o las cien- Pero vayamos a la pregunta central: ¿es BH MED GF 7
Biblioteca Histórica
cias, desarrollar el talento o la memoria, un jardín un reducto rural o agreste in-
de la Universidad
criar y explotar seres vivos, y por fin, dar a crustado en un entorno urbano? ¿Es una Complutense de
la tierra y las plantas las labores necesarias muestra? ¿Un paisaje construido? ¿Dónde Madrid

Herbarios imaginados 98
99 Jardines y florilegios
¿Es un jardín un reducto rural o agreste
incrustado en un entorno urbano? ¿Es
una muestra? ¿Un paisaje construido?
¿Dónde comienza el artificio y dónde
termina la naturaleza?

comienza el artificio y dónde termina la autor, Basilius Besler, adquirió una casa
naturaleza? También en el seno del arre- en un barrio elegante de la ciudad de
glo floral japonés, el ikebana, se agita el Nuremberg.
mismo debate, cómo capturar la belleza: Igualmente suntuosas, las flores de
si tiene que quedar representada como Carmen Van den Eynde evocan las de la
una casualidad natural o como una forma pintura holandesa del Siglo de Oro, esas
perfeccionada por el hombre. Las ilustra- composiciones artificiales donde tam-
ciones botánicas siempre vivieron atrapa- bién convivían especies que florecían en
das por dudas semejantes, no muy dife- distintas estaciones. Un óleo, como un
rentes a las que constituyen la sempiterna libro o un jardín, es un dispositivo donde
dialéctica entre sistemas de clasificación se reúnen momentos o fenómenos que
naturales y artificiales. ¿Hay sistemas de no se dan simultáneos en la vida real. En
clasificación, paisajes o jardines verdadera cualquier jardín botánico encontramos a
y completamente naturales? pocos metros de distancia especies en-
Tenemos casos históricos que muestran démicas o nativas de regiones muy aleja-
la antigüedad de esta tensión, presente en das: tulipanes, amapolas y orquídeas. Los
las obras que trataron de recoger y captu- baobabs crecen cerca de los abetos y los
rar especies y flores sobre papel, reunirlas, dragos.
dibujarlas, reflejar sus colores intensos, sus La geometría es quizás el talismán de la
volúmenes y geometrías. Está, por ejem- ilustración botánica. Pero uno nunca sabe
plo, el espléndido Hortus Eystettensis bien si es natural o deliberada, si el brote Maria Sibylla Merian
(1613), que ofrece un repaso por las cuatro de fronda en los helechos verdaderos tie- Dissertation sur la
estaciones, un museo de todos los mo- ne forma de violín (vernación circinada) o generation et les
transformations des
mentos de la floración y la fructificación. si, por el contrario, fueron los luthiers quie-
insectes de Surinam.
En su versión iluminada constituía literal- nes se inspiraron en la sabiduría del reino A La Haye: chez
mente una joya. Un ejemplar costaba 500 vegetal. Quizás ambos, el reino vegetal y Pierre Gosse, 1726
florines. Vendiendo solo cinco de estos los luthiers, respondieron de forma pareci- BH MED GF 42(1)
Biblioteca Histórica
ejemplares con ilustraciones en color, su da a una exigencia semejante. Ahora bien,
de la Universidad
no parece que las Mutisia clematis hayan Complutense de
dibujado nunca de forma espontánea las Madrid

Herbarios imaginados 100


101 Jardines y florilegios
(izquierda)
Carmen Van den Eynde
Flores para Margarita Caffi.
Serie Dedicatorias,
2017

(derecha)
Blas Lázaro Ibiza
Autocromo,
hacia 1912-14

Herbarios imaginados 102


103 Jardines y florilegios
Herbarios imaginados 104
Juan Gallego Garrido
Oscuro 2.
Serie Memento Mori,
2009

iniciales del oráculo del Nuevo Reino de que parecen venir de la alta costura, movi-
Granada, el sabio José Celestino Mutis. La mientos de un ballet silencioso. Si las mi-
Flora de Bogotá, uno de los grandes te- ras fijamente, se oye de fondo una música
soros de la Ilustración hispanoamericana romántica y envolvente.
que hoy custodia el Jardín Botánico de Toda la sala “Jardines y florilegios” de la
Madrid, es un gran artificio, matemático, exposición Herbarios imaginados está sal-
decorativo y geométrico, aparentemente picada por unos monotes, modelos tridi-
natural. No lo es en absoluto. mensionales para el estudio de la botánica.
Las piezas del colombiano Alberto Proceden de una colección magnífica que
Baraya discurren entre el homenaje al conserva el Departamento de Biología
trabajo de campo del naturalista, la ilus- Vegetal II de la Facultad de Farmacia de la
tración linneana y el guiño humorístico de UCM. Son materiales didácticos de finales
unas flores “made in China”. del siglo xix, hechos en papel maché, con
¿Y qué decir de Karl Blossfeldt, el clásico estructura de alambre y añadidos de otros
de la nueva objetividad? Sus creaciones materiales (madera, vidrio o plumas). Están
recuerdan sus años en la fundición y su acabados al óleo y barnizados con goma
vocación por la escultura. Eran imágenes laca. Son desmontables. Servían para en-
realizadas para inspirarse en sus diseños señar la morfología de las plantas. Linneo,
y para que los estudiantes de arquitec- el naturalista y científico, está presente en
tura aprendieran de la gran maestra, la las aulas a través de estos artefactos natu-
Naturaleza. Las fotografías vegetales de rales o naturalezas artificiales, qué más da.
Linarejos Moreno beben de esta tradición, También cuelgan de las paredes otros
la actualizan en nuestros tiempos transver- dispositivos didácticos, unos pósteres bo-
sales y suenan metálicas en el jardín botá- tánicos firmados por Jung, Koll y Quentell
nico (disculpen el inevitable guiño genera- para la casa Hagemann, una firma clásica
cional). Si las miras de cerca, se escucha de materiales educativos en la Alemania
cómo chirrían sus mecanismos naturales de la época de la Guerra Fría. Su aire vin-
y vibran sus pétalos cristalinos. tage nos traslada por un momento a ese
Juan Gallego, por su parte, nos despla- otro jardín perdido, el de la infancia, un pa-
za sobre texturas microscópicas de una raíso adornado de papeles pintados, frutas
belleza dramática. Allí donde el ojo no lle- robustas y ecos de psicodelia sesentera.
ga, reinan colores crepusculares, pliegues

105 Jardines y florilegios


Ciencia y
medioambiente
Nuevos herbarios para
sentir la naturaleza
El arte de cultivar la consciencia ecológica
Tonia Raquejo Grado (catedrática de la Facultad de Bellas Artes. UCM)

C omo se ha visto anteriormente,


el pensamiento ilustrado prodi-
gó las expediciones científicas. En aquella
época se puso un gran empeño en clasifi-
una base visual que fácilmente se dedu-
cía del aspecto de las plantas, tal y como
describían las fantásticas ilustraciones y
los pacientes dibujos realizados en la se-
car el reino animal y vegetal con la inten- gunda mitad del siglo xviii por el naturalista
ción de registrar un repertorio del mundo Celestino Mutis en Sudamérica.
y controlarlo. La clasificación de Linneo Fue Alexander Humboldt quien contex-
en su Species Plantarum (1753) constituyó tualizó la planta en su entorno. Los dibujos
las bases del sistema hoy todavía vigente. de Humboldt son, en este sentido, muy re-
Las plantas se clasificaban según la forma veladores. Cuando sube al Teide (Tenerife)
de las hojas: si eran redondas, de borde o, algo más tarde, en 1802, al volcán de
liso o aserrado, etc. Esta clasificación se Chimborazo (Ecuador), Humboldt ubi-
enriquecía con otras aportaciones menos ca las plantas en el lugar donde crecen.
formalistas que añadían nuevos paráme- Descubre entonces la relación de las plan-
tros, como, por ejemplo, la sexualidad de tas con los indicadores del medio: su posi-
las plantas, una clasificación que derivó ción geográfica, su altura o su exposición
de los estudios que el médico y cirujano a los vientos; en definitiva, las condiciones
Rodrigo Arteaga
Sebastien Valliant realizó sobre los estam- ambientales que hacen posible el creci-
Eucaliptus Globulus.
Serie Monocultivos, bres y pistilos. Pero, en definitiva, se podría miento de cada determinado tipo de flora.
2019 decir que la clasificación linneana tenía En estos casos, los dibujos de Humboldt

109 Ciencia y medioambiente


Herbarios imaginados 110
Diana Scherer
Exercises in Rootsystem Domestication.
Serie Interwoven,
2016-2019

sacrifican los detalles de la forma de las “se trata de un batiburrillo de 32.000 genes
plantas para imbricarlas en la trama de sus insertados en 10 cromosomas, lo que
ecosistemas, estableciendo así un princi- contrasta con los cerca de 20.000 genes
pio por el que se rige la vegetación. A me- humanos ordenados en 23 cromosomas.
dida que se sube en altitud, varía la especie, Además, la longitud del genoma comple-
correspondiéndose con el desplazamien- to es muy parecida a la del humano, con
to de la latitud; esto es, cuanto más al nor- 2.300 millones de unidades básicas (nu-
te vayamos, más plantas semejantes a las cleótidos), mientras que el humano tiene
que están a mayor altura encontraremos. unas 2.900”.2 El ADN del maíz resultó, pues,
Los dibujos de Humboldt descubren la ser más complejo que el del ser humano.3
profunda correspondencia de las tipolo- Unos años antes, en 2005, Nature pu-
gías vegetales con el clima, una relación blicó un artículo que revisa el papel de
que luego dará lugar a lo que se llamará, la epigenética y su influencia en el com-
ya en el siglo xx, la fitosociología tras los portamiento de los genes. El estudio de-
estudios de las comunidades vegetales de mostraba que los gemelos monocigóticos
Josias Braun-Blanquet.1 La naturaleza, para presentan diferencias epigenéticas en la
entonces, era ya un sistema complejo de metilación del ADN.4 De esta manera, dos
interacciones, no un catálogo de ejempla- gemelos nacidos con la misma genética,
res aislados. crecen de manera diferente según sea el
Actualmente, esta visión de la naturale- entorno en el que se desarrollan. En otras
za como un sistema de interacciones, ini- palabras: en los procesos moleculares,
ciada con Humboldt, acaba por cuestionar las marcas químicas funcionan como in-
la radical separación que se hizo antigua- terruptores pegados que “encienden” o
mente entre el reino vegetal y animal. Pues “apagan” los genes, haciendo que estos se
no solo uno y otro mundo interactúan en “expresen” de forma diferente.
muchos casos simbióticamente para su Este hallazgo tendría que abrirnos más
desarrollo, sino que además, a nivel mo- los ojos para ver el mundo en su dimen-
lecular, hay coincidencias inesperadas. Así, sión total, esto es, como una unidad, pues
nosotros podemos llegar a tener concor- ningún ser nace o se desarrolla al margen
dancias anteriormente impensables con de los procesos geodinámicos o los bio-
las plantas. Nuestro ADN tiene coinciden- sistemas planetarios. El entorno es parte
cias con el de los vegetales. En 2009, la de nosotros, y nosotros, del entorno. La
revista Science publicó los resultados de epigenética rompe así con el absolutis-
una investigación sobre el ADN del maíz mo determinista de los genes, reforzando
que resultó ser de una extraordinaria com- aspectos ya constatados antes en otras
plejidad. Según los propios investigadores, disciplinas. Por ejemplo, desde que Ernst

111 Ciencia y medioambiente


Actualmente, esta visión de la naturaleza
como un sistema de interacciones,
iniciada con Humboldt, acaba por
cuestionar la radical separación que se
hizo antiguamente entre el reino
vegetal y animal

Haeckel inventara el término de “ecología”


en 1886, en su Morfología general de los
organismos, la flora se entiende bajo los
efectos que emergen de las interaccio-
nes entre los organismos y su medio, que
incluye la suma de factores abióticos ta-
les como el clima y la geología. De esta
manera, y desde los inicios de la ecología,
los sistemas naturales se perciben con un
sentido holístico. El mundo deja de verse
ya como un conjunto fragmentado de
“reinos” clasificados o como un catálogo
de elementos aislados, para compren-
derse como una totalidad. Una totalidad
cuyo valor es más que la simple suma de
sus partes. Este sentido holístico, que ha
cobrado incluso una deriva espiritual –de-
sarrollada particularmente a partir de 1973 esquema piramidal, derivado de marcados
por Arnes Naess con su propuesta de la aspectos simbólicos de corte patriarcal
ecología profunda–, se entiende bajo las que pueden ser identificados con el fun-
premisas de la teoría de la complejidad, damento de la religión judeo-cristiana. En
que describe la vida como un sistema el mito del Paraíso que se narra en la Biblia,
abierto donde todas las partes son igual- la especie humana es la favorita de Dios
mente importantes, trascendiendo así la “padre”. De hecho, Él creó el mundo para
identificación simplista entre la importan- que, a modo de despensa, la humanidad
cia de las especies, tanto animales como pudiera disponer de sus frutos de mane-
vegetales, y su puesto jerárquico según su ra despreocupada y feliz. Todos los seres,
complejidad. todas las plantas, todas las frutas estaban
El valor superior de nuestra especie con a su (nuestra) disposición; curiosamente,
respecto al resto de los seres, descansa en todas menos la famosa manzana del árbol
la idea de un mundo visualizado bajo un del conocimiento.

Herbarios imaginados 112


(izquierda)
Microscopio monocular Busch Rathenov
Ref. 25682 ca. 1950

(derecha)
Imagen obtenida con
microscopio electrónico de barrido.
Cortesía de José Pizarro

En nuestra cultura la mujer ha sido aso- agricultura y los conocimientos de botáni-


ciada con la comida, con su producción y ca produjo una profunda desigualdad de
su sostenimiento. Es tentador agenciar a la géneros. Una desigualdad que ha mante-
mujer, consecuentemente, el papel de la nido unos roles diferenciados y jerarqui-
productividad natural. Y así lo hacen algu- zados a lo largo de la historia hasta que,
nos estudios antropológicos de la identi- a finales de la década de los setenta del
dad de género.5 En el Neolítico, el acome- siglo xx, comenzó a ser combatida por la
tido de la mujer en el mantenimiento de la corriente del ecofeminismo. Desde sus
agricultura tuvo una función correlativa en comienzos, el ecofeminismo ha detecta-
la custodia del territorio doméstico, esto do con claridad las correspondencias esta-
es, procrear, atender a las crías y a los más blecidas entre el capitalismo, el expolio de
ancianos y enfermos. De esta manera, el los recursos y la subordinación de la mujer
cuidado de la salud pudo desarrollarse de sometida a la línea patriarcal de nuestra
la mano de los conocimientos de la botá- cultura; por ello, esta corriente cobra en
nica, sacando partido de las posibilidades la actualidad una relevancia fundamental
que el ecosistema le dispensaba a la co- a la hora de acometer los cambios econó-
munidad. No obstante, esta asociación de micos y sociales frente al calentamiento
lo femenino con el cuidado de la salud, la global que nos acecha.

113 Ciencia y medioambiente


Herbarios imaginados 114
(izquierda)
Ricoltte Pacifique.
Placa fotográfica de vidrio de la casa
comercial Les fils d’Émile Deyrolle,
principios del siglo xx.
Positivo fotográfico b/n sobre vidrio
8 x 10 cm
Museo de la Farmacia Hispana

(derecha)
Nurit Bar-Shai
Objectivity [tentative]: Soundscapes,
2012

115 Ciencia y medioambiente


Herbarios imaginados 116
Y es que, una vez transgredida la prohibición y mordida la man-
zana del árbol prohibido del Paraíso, fue precisamente el cono-
cimiento desarrollado a lo largo de nuestra ciencia occidental el
que nos ha llevado a poner en cuestión la posición de prepon-
derancia del “ser humano” en el mundo. Ahora ya somos homo
sapiens, una especie más de un complejo entramado que nos
avisa que no somos nada sin todo lo demás; un hallazgo este que
debería incrementar nuestra actitud respetuosa hacia los sistemas
naturales de los que formamos parte y de los que procedemos.
Nuestro origen no surge de manera repentina o espontánea en
un Paraíso terminado y acomodado a nuestro capricho. Como el
resto de los seres vivos, emergimos evolutivamente gracias a las
condiciones que se fueron dando en los sistemas de la biosfera;
en nuestro caso, gracias a las algas azules, las inventoras de la
fotosíntesis. Hace unos 2.000 millones de años, estas cianobac-
terias comenzaron a expulsar como desecho el oxígeno que hoy
respiramos. Ahora sabemos que las plantas son indispensables
para nuestra subsistencia y que sin ellas no podríamos haber exis-
tido. Sería conveniente que tuviéramos en cuenta más a menudo
que las plantas, por el contrario, podrían vivir perfectamente sin
nosotros.

Eugen Johann Christoph Esper


Icones fucorum
Nürnberg: in der Raspeschen Buchhandlung,
1800
BH MED 4769
Biblioteca Histórica de la
Universidad Complutense de Madrid

117 Ciencia y medioambiente


La naturaleza ya no está ahí para ser
usada, cosificada y explotada. Está
para ser escuchada y aprender de ella
mimetizando de manera sostenible sus
dinámicas y procesos

No solo la ciencia nos ha desvelado un primer lugar, como una nueva ciencia que
mundo cuyos sistemas complejos acaban estudia los modelos de la naturaleza para
por desterrar los antiguos mitos, también imitar o inspirarse en los diseños y proce-
el arte ha jugado un papel importante en sos biológicos y así resolver problemas hu-
este cambio de patrón, respondiendo con manos; tal y como ocurre con una célula
su práctica no solo a la sobreexplotación fotovoltaica, que se inspira en los proce-
de los recursos, sino abriendo muchas sos fotosintéticos de las hojas. En segundo
posibilidades. Por ejemplo, con la inter- lugar, la biomímesis se vale de un están-
vención en territorios degradados a través dar ecológico para juzgar la “corrección”
de acciones artísticas reparadoras y fitorre- de nuestras innovaciones. Los sistemas
mediaciones; o con el diseño de lo que naturales, tras millones de años de evo-
podríamos llamar bioesculturas,6 capaces lución, han descubierto lo que funciona,
de contribuir a la limpieza de suelos o lo que es apropiado y lo que perdura. En
aguas contaminadas. Pero, y lo que creo tercer y último lugar, la biomímesis es una
más importante, el arte ha contribuido y nueva manera de contemplar y valorar la
contribuye a la necesidad de una profunda naturaleza. De hecho, “inicia una era ba-
modificación de las relaciones puramente sada no en lo que podemos extraer del
mercantilistas y utilitaristas que tenemos mundo natural, sino en lo que este puede
con nuestro entorno. La naturaleza ya no enseñarnos”.7
está ahí para ser usada, cosificada y explo- La biomímesis parece seguir un ciclo de
tada. Está para ser escuchada y aprender retroalimentación entre el arte, la natura-
de ella mimetizando de manera sostenible leza y la ciencia, pues forman entre sí un
sus dinámicas y procesos. ecosistema. La imitación es connatural al
En ese sentido, el arte y la botánica tie- ser humano, según señaló Aristóteles, ya
nen además otros puntos de encuentro. que aprendemos a través de la simulación.
La biomímesis es una tendencia actual En la actualidad, este proceso imitativo lo
que empieza a utilizarse en diseños de detectamos en estrategias que la propia
diversos ámbitos, desde la confección de flora desarrolla cuando interactúa con un
tejidos hasta la construcción de edificios medio. Algunas plantas tienen la propie-
y sus materiales. Janine M. Benyus define dad de imitar a otras y lo hacen siguiendo
la biomímesis bajo tres parámetros. En también un proceso cognitivo por el que

Herbarios imaginados 118


detectan las ventajas de “parecerse” a sus nuestro ADN tiene algunas concordancias.
vecinas. La enredadera Boquila, por ejem- Stefano Mancuso es uno de los neuro-
plo, imita la forma de las hojas, el color y biólogos que ha trabajado en desvelar
la dimensión de la planta por la que trepa, las concomitancias entre vegetales y ani-
comportándose así como un camaleón. males, señalando sus sentidos percep-
Pierde su identidad externa, pero gana en tivos y su capacidad comunicativa. Para
recursos y protección. De la misma ma- Mancuso, los árboles son seres sintientes
nera, muchas plantas se mimetizan con que literalmente “oyen”, “ven”, “huelen” y
el entorno cambiando de color para pa- experimentan tanto el tacto como otros
sar desapercibidas a depredadores. Y lo sentidos.9 No es de extrañar que el patrón
que es más sorprendente, son capaces de de nuestras conexiones neuronales fuera
disfrazarse de otras especies que, como comparado por Ramón y Cajal con las es-
el trigo, por ejemplo, son preferentes para tructuras arborescentes; viendo la estruc-
nuestro consumo y, por tanto, favorecidas tura de unas (las redes neuronales) y otras
en su extensión. Tal es el caso del cente- (las ramificaciones de las raíces y ramas)
no, una especie que inicialmente se mez- pareciera que viéramos dos universos muy
claba camuflada entre el trigo adquirien- semejantes. El patrón rizomático que or-
do su forma, hasta que finalmente logró ganiza la vida subterránea de los árboles
que acabásemos también cultivándolo bien podría tener su correspondencia con
hace ya más de tres mil años.8 Podemos el tejido neural y sus sinapsis.
preguntarnos entonces quién domestica De hecho, nuestra relación con el mun-
a quién, pues, como ha señalado David do vegetal es muy sutil, pues trasciende
Attenborough, las plantas nos usan para con mucho su papel meramente deco-
colonizar territorio; el trigo, la cebada o el rativo, estético (paisajes) o mercantil (co-
arroz han triunfado en su afán de propaga- mida). Recientemente se han publicado
ción, pues ciertamente las hemos cultiva- varias noticias sobre los efectos positivos
do a expensas de quitarle sitio a otras, tal y de las plantas en los procesos de curación.
como ocurre en la actualidad con las talas Concretamente se ha estudiado cómo las
de árboles en la Amazonía. Talamos para ventanas de hospitales que están orienta-
plantar mercancías agroalimentarias que das a jardines ayudan a la más pronta re-
luego no llegan a manos de los más ne- cuperación del enfermo. Según Mancuso,
cesitados, tan solo sirven para crear más “la mera imagen de una planta transmite
excedentes en el mercado del consumo. calma y relajación… Los enfermos […] con-
Al entender mayormente el mundo de valecientes en habitaciones con vistas a
las plantas bajo las reglas del mercado, vegetación recurren menos a los analgé-
cosificamos su existencia reduciéndola a sicos y son dados de alta en períodos más
una mera fuente de ingresos sin entender breves que los pacientes cuyas ventanas
que el mundo vegetal encierra un com- dan a edificios o terrenos baldíos”.10
portamiento sofisticado y complejo que En la misma línea se inclinan otros estu-
bien podríamos asociarlo al de nuestra es- dios que estiman que el cáncer de mama
pecie, pues, al fin y al cabo, recordemos: parece reducirse también en habitantes

119 Ciencia y medioambiente


Mandy Barker
Lotus Garden.
Serie Hong Kong
Soup: 1826,
2014

Herbarios imaginados 120


urbanos que viven cerca de un parque. Por son incapaces de ver la tierra más allá del
otra parte, se han publicado evidencias de puro rendimiento económico con los
que las sustancias que respiramos en los psicópatas, quienes, incapaces de sentir
bosques, las fitoncidas –unos compuestos empatía, manipulan y explotan a los de-
orgánicos antimicrobianos–, son bene- más movidos por sus deseos de poder. Así,
ficiosas para nuestra salud.11 Por ello, no los ecopsicopáticos entienden la Tierra
es de extrañar que la técnica japonesa del como “una simple bola de roca, caren-
Shinrin-Yoku o “baño de bosque” se haya te de sintencia y cubierta de vegetación
extendido por Occidente. Consiste en pa- a la que solo consideramos un almacén
sear y estar un tiempo, por corto que sea, de recursos que nos proporciona ener-
entre los árboles. Con grupos de control, gía y produce bienes. De manera similar,
se han medido los beneficios de estos pa- el materialismo afirma nuestra sensación
seos y se han publicado datos sobre la pre- de que somos entidades distintas, agrupa-
sencia de la hormona del estrés en saliva, ciones de átomos con una mente que es
que se reduce hasta un 12%; efectos igual- una proyección de nuestro cerebro, y que,
mente positivos ejercen las fitoncidas en por ende, estamos separados del mundo
la tensión arterial, que baja hasta un 1,4%.12 natural… y, en consecuencia autorizados a
Quizás estos beneficios que sentimos conquistarlo y colonizarlo”.13
sean también reflejo de la actitud coo- “Somos lo que vemos”, dijo el poeta
perativa que desarrollan las plantas entre visionario William Blake. Hoy, por todos
sí, pues todos los árboles del bosque tra- nuestros conocimientos, somos mucho
bajan unidos, como si fueran un solo ser. más conscientes de ser, sobre todo, lo
El mundo subterráneo de las plantas se que comemos; por ello hay una elevada
propaga como un internet oculto por el preocupación por preservar la diversidad y
cual los árboles se comunican unos con calidad de plantas en el planeta. Vandana
otros a través de los micelios, mandando Shiva, una de las ecofeministas más per-
señales químicas que son interpretadas. sistentes con los temas ambientales, nos
Por medio de esta sorprendente red de recuerda que la comida que hay en los
comunicación, donde las raíces de los supermercados “se parece a la comi-
hongos se mezclan simbióticamente con da, pero no es comida”. Su empeño por
los rizomas, un árbol puede saber de la ne- sostener los pequeños negocios que se
cesidad de otros y suministrarles azúcares surten de cultivos familiares y locales en
a los más débiles. India la ha convertido en una de las voces
Esta actitud colaborativa de los árbo- más activas contra las llamadas semillas
les ha llevado a psicólogos como Steve terminator, esas que esterilizó Monsanto
Taylord a hablar de la ecopsicopatía. rompiendo el ciclo natural para que no
Advierte este autor de las consecuen- pudieran dar otra cosecha y que, por
cias medioambientales del materialismo ahora, están retiradas del mercado por la
nos enajena, nos arroja fuera del mundo, presión ejercida en distintos ámbitos de la
como si este fuera otro diferente al nues- sociedad. “Ese es el poder que me intere-
tro de homínidos. Compara aquellos que sa, el poder de decir no –declara Shiva–.

121 Ciencia y medioambiente


(izquierda)
Foeniculum capillaceum Gilib.
(hinojo): sección transversal del
ovario, Brendel 151,
1912
Gelatina
25 x 18 cm
MAF-Brendel 151/ UCM4012655
Colección de modelos clásticos
para la enseñanza de la botánica

Es el poder de la desobediencia civil. Cada han tomado iniciativas. Carly Fowler (derecha)
vez que digo no al poder corporativo, es- construyó el edificio del Banco Mundial Eugen Johann
Christoph Esper
toy limitando el poder. Es lo que hemos de Semillas, inaugurado en febrero de
Icones fucorum.
hecho con las semillas en los últimos 30 2008 y construido a 130 m de profundi- Nürnberg: in
años. Cuando Monsanto nos dijo que se- dad. Conocido como “la bóveda del Fin der Raspeschen
ría dueña de cada semilla a través de los del Mundo”, es una caja de bioseguridad, Buchhandlung,
organismos genéticamente modificados que empezó albergando 187.000 varieda- 1800
BH MED 4769
y las patentes, supimos que teníamos que des, llegando en 2019 a 983.524 semillas Biblioteca Histórica
protegerlas. Teníamos que asegurar que de 4.000 especies diferentes. Situado a de la Universidad
todas y cada una de las semillas estuvieran 1.300 km al norte del círculo polar ártico Complutense de
en manos de los campesinos. Hoy puedo en las islas Svalbard de Noruega, sufre en Madrid
decir, sinceramente, que, 30 años después, la actualidad inundaciones por el calen-
la de Monsanto es una voz marginal entre tamiento global que derrite la capa de
la población”.14 permafrost que lo cubre. Veremos si re-
No obstante, y por si acaso, son ya va- siste su aislamiento. En España también
rios los proyectos desarrollados para la se han tomado iniciativas ante la progre-
preservación del patrimonio vegetal. Ante siva pérdida de semillas autóctonas. El
las condiciones agroeconómicas, cada Centro de Investigaciones y Tecnología
vez más globalizadas e industrializadas, y Agroalimenataria de Aragón alberga un
las condiciones climáticas, cada vez más banco de germoplasma de especies hor-
erráticas y cambiantes, algunos Gobiernos tícolas de Zaragoza. Mientras, el artivismo

Herbarios imaginados 122


ecológico ha contribuido desde hace
tiempo también con sus acciones artísti-
cas a preservar las semillas autóctonas.15
Hoy sabemos que todo está relaciona-
do con todo, de tal manera que un pe-
queño cambio en un pequeño elemento
genera cambios de patrón. El clima ilustra
muy bien estos principios. La subida de
un grado de temperatura puede generar
una dinámica de retroalimentación que
provoque una reacción en cadena que al
final altere las condiciones de la vida en
el planeta. Entonces el entorno podría al-
terarse de tal manera que podría ser mu-
cho menos apto para la vida en la Tierra
de nuestra especie. Se ha comprobado
que las emisiones de CO2, emitidas por podemos separar del entorno. Por ello, la
la frenética actividad antrópica, están dimensión que los temas de preservación
provocando cambios que, concatenados, de flora ha tenido en artistas ecofeministas
generarán otras condiciones menos idó- es, en este sentido, sintomática. Los jardi-
neas para nuestra subsistencia. Y tal es el nes curativos de Bonnie Sherk; los trabajos
problema que tenemos ya en la actualidad de Asunción Molinos sobre la agricultura
que está siendo la atención de un gran nú- y la comida; los cultivos de Agnes Denes
mero de artistas que producen arte, o bien en descampados urbanos; las intervencio-
para denunciar la situación, o bien para nes de cestería para cubrir los huecos de
remediarla interviniendo con su obra en los árboles de Lucía Loren; la obra sobre
lugares de vegetación degradada, o inclu- el lúpulo de Susana Cámara, o las accio-
so para evitar la degradación, trabajando nes que nos conectan con la experiencia
conjuntamente y transversalmente con emocional de abrazar un árbol, como pro-
la ciencia de manera preventiva. El arte pone Verónica Perales, son solo algunos
puede añadir un valor inmaterial, el que de los muchos ejemplos en arte que ya
nos despierta la sensibilización para con están brotando como semillas capaces de
el mundo vegetal como parte de nosotros, cultivar una relación mucho más empática
como la parte de un todo, pues no nos con nuestro entorno.16

Herbarios imaginados 124


(izquierda)
Marcello Malpighi
Opera omnia, figuris elegantissimis in aes incisis illustrata
Londini: apud Robertum Littlebury, 1687
BH MED 2186
Biblioteca Histórica de la
Universidad Complutense de Madrid

1 J. Braun-Blanquet (1979). Fitosociología. Bases para el estudio de las comunidades vegetales. Madrid: Blume.

2 https://www.elmundo.es/elmundo/2009/11/19/ciencia/1258661261.html [consulta 21/08/2019].

3 Ibidem.

4 “Epigenetic differences Arise During the Life Time of Monozygotic Twins” (2015). Nature, citado Manuel
Esteller, en “Tú no eres tu AND”, Ciencia. National Geographic, 2019.

5 Almudena Hernando (2018). La fantasía de la individualidad. Madrid: Traficantes de Sueño.

6 Cito solo a modo de ejemplos: las conocidas intervenciones de Patricia Johanson, las bio-instalaciones
de Byron Rich o el seguimiento de la actividad de las diatomeas presentado en el MUSAC de León por las
artistas Susana e Inés Cámara Leret (2017). Sobre bioarte, véase la exposición de Daniel López del Rincón,
Postnaturaleza, Fundacion Zaragoza Ciudad del Conocimiento, 2017, https://www.fundacionzcc.org/es/
videos/entrevista-daniel-lopez-rincon-comisario-exposicion-postnaturaleza-2383.html. [consulta 14/09/2019],
y también su libro (2015) Bioarte. Arte y vida en la era de la biotecnología. Madrid: Akal editores.

7 J. M. Benyus (2012). Biomímesis. Cómo la ciencia innova inspirándose en la naturaleza. Barcelona:


Metatemas, Tusquet editores, p. 13.

8 S. Mancuso. (2018). El futuro es vegetal. Barcelona: Galaxia Gutenberg, pp. 74 y ss.

9 S. Mancuso y A. Viola (2015). Sensibilidad e inteligencia en el mundo vegetal. Barcelona: Galaxia Gutenberg.

10 S. Mancuso (2015). Opus cit. pp. 37-38.

11 Qing Li, Ari Nakadai, Hiroki Matsushima, Yoshifumi Miyazaki, Alan M. Krensky, Tomoyuki Kawada et
al (2008), “Phytoncides (Wood Essential Oils) Induce Human Natural Killer Cell Activity” in Journal
Immunopharmacology and Immunotoxicology, 8 de octubre, 2008, pp. 319-333.

12 Juyoung Lee, “Influence if Forest Therapy on Cardiovascular Relaxation in Young Adults”, Evid-Based
Complemen Alternat. Med. 2014 Fe10. doi: 10.1155/2014/834360
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3934621/ [consulta 04/10/2019].

13 Steve Taylord (2018). Por una ciencia espiritual. Barcelona: Koan, p. 44.

14 Véase entrevista de Silvia Calvo Tarancón a Vandana Shiva el 25 de julio de 2018 en https://ethic.es/
entrevistas/vandana shiva/.[consulta 12/10/2019].

15 Véase a este respecto la obra de Fernando Dory, por ejemplo, https://www.fernandogarciadory.info/index.


php?/projects/seeds-network/.[consulta 21/09/2019].
En otro orden, la Biblioteca del Bosque, obra de Miguel Ángel Blanco, merece ser aquí destacada. Iniciada
en 1986, esta biblioteca contiene más de 1.133 cajas/libros (datos tomados de 2014), donde el artista
introduce distintos especímenes recogidos fundamentalmente de la Sierra de Guadarrama de Madrid.
Véase, por ejemplo, http://www.bibliotecadelbosque.net/ [consulta 08/11/2019].

16 Este trabajo se ha llevado a cabo dentro del proyecto I+D HAR2017-85485-P. Arte y cognición corporeizada
en los procesos de creación: Sensibilización ecológica del yo en el entorno.

125
Museos
Las colecciones del Museo de la
Farmacia Hispana en la exposición
Herbarios imaginados. Entre el arte y la ciencia
Alejandra Gómez Martín (conservadora del Museo de la Farmacia Hispana)

P ara el Museo de la Farmacia Hispana


es una satisfacción participar en esta
exposición que combina el arte contempo-
ráneo de temática botánica con las curio-
toda la comunidad universitaria y para
la sociedad en general. El museo acoge
cinco boticas originales de los siglos xvi-
ii y xix, las recreaciones de un laboratorio
sas y excelentes piezas de los museos y co- alquimista, una botica árabe y la copia de
lecciones de la Universidad Complutense una botica toledana del siglo xvii. Además,
de Madrid. conserva las cajas de madera, los recipien-
Sin duda, se trata de una bellísima opor- tes de vidrio, una magnífica colección de
tunidad para dar a conocer la historia de la cerámica y porcelana de uso farmacéuti-
farmacia y las piezas del museo, además co, los morteros, la publicidad, los simples
de la colección de fotografías científicas y medicinales, los medicamentos y el instru-
docentes de principios del siglo xx descu- mental científico, lo que nos permite hacer
Reproducción de
biertas recientemente. un recorrido por la historia de la farmacia.
una redoma para la
copia de la botica del La colección empezó a forjarse en la
Hospital Tavera de EL MUSEO DE LA FARMACIA HISPANA antigua facultad, ubicada en la madrileña
Toledo, 1929. Situado en la Facultad de Farmacia y calle de la Farmacia. El impulsor y funda-
Vidrio tintado con casi un siglo de historia, es uno de dor del museo fue Rafael Folch Andreu
15 x 30 cm
MFH 2043
los museos de farmacia más importantes (1881-1960), primer catedrático de Historia
Museo de la del mundo. Cuenta con nueve mil piezas de la Farmacia de la universidad españo-
Farmacia Hispana inventariadas de extraordinario valor para la. Y el continuador del proyecto y primer

129 Museos
Caja de botica para conservar flores de
romero (Flor roris), siglo xvii.
Madera policromada 20 x 28 x 22 cm
MFH1341
Museo de la Farmacia Hispana

Caja de botica para conservar flores de


amapola silvestre (Papaver rhoeas), siglo xvii.
Madera policromada 20 x 28 x 22 cm
MFH1337
Museo de la Farmacia Hispana

director fue su hijo, el también catedráti- Castillo, decano de la Facultad desde 1988
co Guillermo Folch Jou (1917-1987), que a 2008, el Museo ha extralimitado sus lími-
inauguró el Museo en 1951. Gracias a él, tes geográficos y colonizado, con dos bo-
se realizó el inventario, se fotografiaron ticas castellanas y decimonónicas, otros
las piezas y se incrementó la colección dos espacios de la Facultad de Farmacia.
enormemente hasta concretarse en dos
espacios de mil metros cuadrados en LA SELECCIÓN DE PIEZAS
total. En época más reciente y gracias al Los comisarios de la exposición han
empeño del actual director, Javier Puerto elegido para ilustrar su discurso diversas
Sarmiento, de la antigua conservado- piezas que reúnen belleza e historia de la
ra, Eugenia Mazuecos, y de Benito del práctica farmacéutica.

Herbarios imaginados 130


Por un lado tenemos el unicornio, antí- tipología vegetal y un tercer grupo que
doto contra los venenos y purificador de parecieran lacas negras chinescas con en-
las aguas ponzoñosas, entre otras cualida- soñaciones de ruinas clásicas.
des mágicas, materializado con el autén- Para la conservación de la materia mé-
tico colmillo de un narval. Por otro lado, dica, los estantes de las boticas también
las cajas de madera, ya fuera para conser- estaban poblados de piezas de cerámica,
var hojas o flores de plantas medicinales a cuyo conjunto denominamos botamen.
o como emplasteras, constituyeron uno Se ha seleccionado para la exposición un
Redomas de vidrio de los contenedores más frecuentes en bote de cerámica de gran valor, del tipo
siglo xviii. las boticas. En la exposición se muestran albarelo, realizado en Manises durante el
Procedentes de la
antigua botica del
varias cajas policromadas del siglo xvii de- siglo xvi siguiendo la tradición hispanomu-
monasterio de Santo coradas con rostros de bellas doncellas sulmana de reflejo dorado con ornamen-
Domingo de Silos ataviadas con joyas, otras con roleos de tos vegetales.

131 Museos
La porcelana reunía importantes
cualidades como su dureza y su escasa
porosidad, además de ser, ya en ese
tiempo, más económica que la cerámica.
Por estas razones, se generalizó en las
oficinas de farmacia a partir del siglo xix

Posteriormente y tras la industrializa-


ción del proceso de fabricación en el
siglo xix, las boticas empezaron a nutrir-
se de recipientes de porcelana “a molde
y etiquetados a fuego”, mayoritariamente
del tipo llamado conserva. La porcelana
reunía importantes cualidades como su
dureza y su escasa porosidad, además de
ser, ya en ese tiempo, más económica que
la cerámica. Por estas razones, se genera-
lizó en las oficinas de farmacia a partir del
siglo xix.
El vidrio está representado con las re-
tortas para la destilación de sustancias, la
“mujer en jarras” del siglo xviii del laborato-
rio químico madrileño de Joseph Louis
Proust empleada para las evaporaciones
rápidas y las botellas de vidrio opalino del
siglo xix. Formando un bodegón, se han re-
unido parte de las redomas, vasos y jarros
de vidrio tintado creados para la copia de
la botica del Hospital de San Juan Bautista,
también conocido como Hospital de
Afuera o, simplemente, Hospital Tavera de
Toledo, del siglo xvii. Esta copia fue costea-
da por los laboratorios farmacéuticos de
Aurelio Gámir con motivo de la Exposición
Iberoamericana de Sevilla de 1929.

Herbarios imaginados 132


UN NUEVO ARCHIVO FOTOGRÁFICO algunas imágenes originales y a la repro-
Bote de farmacia. Durante el verano de 2016 se localizó ducción de otras muchas que sirven para
Albarelo, una gran cantidad de positivos fotográfi- ilustrar tres de los ámbitos temáticos de la
siglo xvi.
cos en blanco y negro sobre soporte de muestra.
Cerámica de reflejo
metálico de Manises vidrio de principios del siglo xx. Muchos de Dentro del espacio dedicado a la histo-
13 x 26 cm ellos estaban bien conservados y guarda- ria de la farmacia y la medicina, encontra-
MFH1291 dos en las cajas de los comercios donde mos las reproducciones de algunas de las
Museo de la Farmacia fueron revelados, pero la mayoría se en- primeras fotografías científicas de nuestra
Hispana
contraban amontonados, sucios y sin or- historia. Fueron realizadas a principios del
ganizar, incluso había bastantes que pre- siglo xx por Blas Lázaro Ibiza (1858-1921),
sentaban roturas. uno de los más destacados representan-
A finales de 2018, se decidió utilizar tes de la botánica española y catedrático
parte del presupuesto, proveniente de la de nuestra Facultad de Farmacia. Sobre
Unidad de Gestión del Patrimonio UCM el tema, escribió un artículo publicado en
y destinado al museo, en el rescate y la 1908 a raíz del Congreso de Zaragoza de
conservación de estas imágenes. Se pro- la Asociación Española para el Progreso
cedió así a la limpieza, digitalización, iden- de las Ciencias titulado «La fotografía y la
tificación, clasificación y almacenaje de Historia Natural». En el artículo se describe
todas las fotografías durante el transcurso la invención de un artilugio al que se llama
del primer trimestre de 2019. La ayuda de banco compuesto por unas tablas de ma-
Antonio González Bueno, catedrático de dera agujereadas y unas varillas metálicas
Historia de la Farmacia de la UCM, en todo para realizar las fotografías.
lo referente a la identificación y a las fuen- En el espacio dedicado al paraíso perdi-
tes de información fue sin duda decisiva. do, a los viajes y las expediciones, localiza-
Parte de los resultados de este pro- rán las reproducciones de las fotografías
yecto de conservación se dan a conocer pertenecientes a José Cuatrecasas Arumí
por primera vez aquí, gracias a la publica- (1903-1996), la cuales fueron realizadas
ción de este catálogo, a la exposición de durante su viaje a Colombia en 1932 con

133 Museos
Blas Lázaro Ibiza
Fotografía científica para uso docente,
principios del sigo xx.
Positivo fotográfico b/n sobre vidrio.
10 x 12 cm - C1_1
Museo de la Farmacia Hispana

motivo del segundo centenario del naci- docente que eran suministradas, a princi-
miento de Celestino Mutis. Las imágenes pios del siglo xx, por la casa parisina Les fils
documentan sus excursiones botánicas, d’Emile Deyrolle. Ellos eran los herederos
en las que recolectó más de tres mil plie- del naturalista Émile Deyrolle (1838-1917) y
gos de plantas para el Real Jardín Botánico. los continuadores de la tienda familiar que,
Posteriormente, publicó sus estudios so- desde 1831, comercializaba materiales
bre la flora del lugar en los números 26 y para el estudio de la historia natural.
27 de la serie botánica de los trabajos del Y como estamos seguros del interés
Museo Nacional de Ciencias Naturales creado por la variedad y la importancia
de la Junta de Ampliación de Estudios de todas las piezas expuestas, nos des-
e Investigaciones Científicas: Plantae pedimos con la esperanza de volvernos
Colombianae Novae y Observaciones a encontrar en alguna de nuestras visitas
geobotánicas en Colombia. guiadas al Museo de la Farmacia Hispana
Por último, en el ámbito de ciencia y para así seguir disfrutando juntos del patri-
medioambiente de la exposición, se expo- monio complutense.
nen los positivos originales sobre vidrio de
algunas de las placas fotográficas de uso

Herbarios imaginados 134


Kittonia elaborata,
(Grove y Sturt) Grove y Sturt, nº 635
Diapositifs sur verre pour projections. Photographies et
Microphotographies Deyrolle,
1892-1921
Positivo fotográfico b/n sobre vidrio, 8 x 10 cm
MAF-DEYROLLE 635
Herbario de la Facultad de Farmacia

135 Museos
Herbarios imaginados 136
Fotografía realizada por José
Cuatrecasas Arumí en su
expedición a Colombia en 1932.
Positivo fotográfico b/n sobre
vidrio,
8 x 10 cm.
C11(795)
Museo de la Farmacia Hispana

BIBLIOGRAFÍA

CUATRECASAS ARUMÍ, J. (1933). Plantae Colombianae Novae.


Trabajos del museo Nacional de Ciencias Naturales. Serie
botánica, 26. Madrid.
CUATRECASAS ARUMÍ, J. (1934): Observaciones geobotáni-
cas en Colombia. Trabajos del Museo Nacional de Ciencias
Naturales. Serie botánica, 27. Madrid
LÁZARO IBIZA, B. (1908). La fotografía y la Historia Natural.
Asociación Española para el Progreso de las Ciencias.
Congreso de Zaragoza, 3, 21-50. Madrid: Imprenta E. Arias.

137 Museos
Colección de Histología Vegetal
Gómez Pamo y Colección Histórica
de Drogas
Paulina Bermejo Benito (catedrática del Departamento de Farmacología,
Farmacognosia y Botánica y directora de la Colección Histórica de Drogas. UCM)

L a incorporación, en 1845, de los-


Colegios de Farmacia de Madrid y
Barcelo­na a la universidad conllevó tam-
bién cambios en las materias hasta enton-
El primer catedrático de Materia Farma­
céutica Vegetal de la Facultad de Farmacia
de Madrid fue José Martín de León y Mesa
(1788-1865), quien con anterioridad había
ces impartidas en ellos. Con los nuevos desempeñado esta cátedra en el Colegio
estudios universitarios comenzó a dictarse de San Fernando. A partir de 1855 le sus-
la asignatura de segundo año Botánica tituiría Pedro de Alcántara LLeget y Díaz
aplicada a la Farmacia y su Materia Ropero (1824-1889), quien, salvo en el
Farmacéutica correspondiente para obte- período de 1866 a 1868, desempeñaría el
ner el Grado de Bachiller en Farmacia; así cargo hasta su muerte en 1889.
permanecería hasta la promulgación de la Juan Ramón Gómez Pamo (1846-1913)
ley Moyano el 9 de septiembre de 1857. El es nombrado auxiliar de Ejercicios prác-
desarrollo reglamentario de esta llevaría ticos de determinación y clasificación de
a la separación de contenidos farmacog- objetos de materia farmacéutica en 1870,
nósticos, en 1858, en una asignatura pro- después pasó a la plaza de auxiliar de
Semillas de Simaba pia, Materia Farmacéutica Vegetal, a la vez Prácticas de Operaciones Farmacéuticas y
Cedron. Colección que los cursantes tenían otra denominada más tarde fue nombrado catedrático su-
Histórica de Drogas.
Colegio de San
Ejercicios prácticos de reconocimiento de pernumerario. En 1889 ocupó la Cátedra
Fernando. Inventario materiales farmacéuticos y especialmente de Materia Farmacéutica Vegetal por tras-
de 1835 de clasificación de plantas medicinales. lado de la que ganó, por oposición, en

139 Museos
1888 (Mineralogía y Zoología Aplicada a En el ejercicio de su cátedra hizo una
la Farmacia”) y dictará la materia hasta su contribución especial a la Histología Ve­
muerte en 1913. getal, siendo fundador de la Sociedad
Esta materia fue impartida en los estu- Histológica de Madrid. Durante dos años
dios de Farmacia con el citado nombre dibujó, en láminas murales, los cortes
hasta el Plan de Estudios de 1944, cuan- histológicos de las más importantes dro-
do César González Gómez promueve el gas del momento, que eran utilizadas
cambio por el de Farmacognosia, siguien- por sus alumnos en el reconocimiento
do la corriente alemana, una denomina- de los materiales de las clases. Estas lá-
ción que perdura hasta nuestros días. minas constituyen una parte fundamen-
Juan Ramón Gómez Pamo fue uno tal de la Colección de Histología Vegetal
de los grandes valores de la farmacia es- Gómez Pamo, que custodia y conser-
pañola y quien imprimió un gran impul- va el Departamento de Farmacología,
so a los estudios farmacognósticos en Farmacognosia y Botánica de la Facultad
España. Tiene el extraordinario mérito de de Farmacia de la UCM.
haber sido el introductor en España de la Era un magnífico dibujante y esas
Histología Vegetal, formando escuela de láminas las presentó al Congreso de
farmacognostas. la Asociación para el Progreso de las
En 1871 publicó Elementos de Materia Ciencias en el mismo año de su muerte,
Farmacéutica Mineral, Animal y Vegetal. 1913. Fueron un excelente recurso para
Esta obra consta de dos tomos: el prime- los que continuaron su labor docente en
ro, dedicado a los materiales naturales de el ejercicio de la cátedra. Este catedrático
origen mineral y animal y el segundo a los se encargó de dibujar en grandes láminas
vegetales, con una parte de Anatomía y de pizarra.
Fisiología Vegetal, seguida del estudio des-
criptivo de caracteres botánicos, materia- DESCRIPCIÓN DE LOS FONDOS
les y producto. La colección está compuesta por 86
En 1893 publica su Tratado de materia láminas.
farmacéutica vegetal, en el que suprime Las primeras 12 están constituidas por
la parte botánica, por haberse creado ya de­talles de células, cristales, granos de
la asignatura Botánica Descriptiva. El 1906 aleu­rona, inulina, diferentes tipos de va-
aparece una nueva edición, con una or- sos, haces vasculares, glándulas o canales
denación adaptada a la que se seguía en secretores.
Botánica Descriptiva. El Tratado de ma- Asimismo dibuja 17 estructuras histoló-
teria farmacéutica vegetal consta de dos gicas de raíces, comenzando por dibujar
tomos y contiene 228 grabados dibujados las estructuras primarias y secundarias,
por él mismo. Fue acogida como una para después, en láminas individuales,
obra maestra, siendo objeto de la califica- pintar el resto; desde la raíz de ratania, de
ción de mérito especial por parte del Real zarzaparrilla, ipecacuana o acónito, entre
Lámina histológica
Colegio de Instrucciones Públicas. otras. Completa los órganos subterráneos del fruto del anís
con 7 rizomas. verde ca. 1900

Herbarios imaginados 140


141 Museos
La colección comprende 796 ejemplares,
formados por drogas vegetales y, en menor
proporción, animales. Proceden de Europa,
América, Asia y África, y se estudiaban en los
programas de Materia Farmacéutica Vegetal

De las estructuras histológicas de cor- de Madrid se conserva una importante co-


tezas pinta 12 láminas, de las cuales po- lección de drogas, única a nivel nacional,
demos citar, la canela, el granado o la y casi nos atreveríamos a decir a nivel eu-
angostura. ropeo, tanto por el número de ejemplares
Los leños medicinales están representa- como por su valor histórico.
dos por dos ejemplares: guayaco y cuasia. Estas drogas se definen desde un pun-
Las hojas son 9 ejemplares; en ellas se to de vista medicinal como aquel mate-
pinta el nervio medio y el mesofilo de la di- rial vegetal o animal que tiene aplicación
gital, el boldo, el laurel cerezo o el cáñamo medicinal por su carácter preventivo y/o
indiano, entre otras. curativo o que pueden servir para la obten-
Los frutos constituyen 10 láminas, de las ción de medicamentos. Estos materiales
cuales cuatro corresponden a diferentes fueron el único recurso terapéutico con el
tipos de pimienta. que contó la especie humana, en su lucha
De las semillas hay 5 ejemplares pinta- contra la enfermedad, antes del desarrollo
dos: mostaza negra, alholva, café, almen- de la química de síntesis.
dra y nuez moscada. La colección comprende 796 ejem-
El resto, hasta 10 láminas, están repre- plares, formados por drogas vegeta-
sentadas por diferentes féculas, glándulas les y, en menor proporción, animales.
de lupulino o liquen islándico. Procedentes de Europa, América, Asia
Además, esta colección incluye gran y África, se estudiaban en los programas
cantidad de preparaciones permanentes de Materia Farmacéutica Vegetal (ac-
de histología de alumnos, necesarias para tual Farmacognosia) desde el inicio de
superar la asignatura, un armario de pre- la enseñanza de esta disciplina en los
paraciones permanentes que utilizaban estudios de la Licenciatura de Farmacia
en docencia, diversos micrótomos —de (1845-actualidad).
mano, de congelación, etc.—, así como La adquisición y conservación de estos
diversos microscopios. materiales ha estado ligada a la antigua
Cátedra de Materia Farmacéutica Vegetal
COLECCIÓN HISTÓRICA DE DROGAS (actual Departamento de Farmacología,
En el Departamento de Farmacología, Farmacognosia y Botánica). Sus respon-
Farmacognosia y Botánica de la Facultad de sables los fueron reuniendo, ya median-
Farmacia de la Universidad Complutense te la compra de los mismos a distintos

Herbarios imaginados 142


laboratorios, ya con los donados al cen- de quinas, cuya denominación coinci-
tro, así como con los que ellos mismos de con la formulada por los botánicos
podían recolectar para sus trabajos de Hipólito Ruiz y José Pavón.
investigación. La colección conoce un desarrollo es-
Desde su origen se han realizado cuatro pectacular tras encargarse Juan Ramón
inventarios: Gómez Pamo de la Cátedra de Materia
Inventario de los efectos del Colegio Farmacéutica Vegetal desde el año 1889
de Farmacia de San Fernando. Madrid hasta su muerte en 1913; se ocupa perso-
,1835. (Anónimo). Archivo de la Universidad nalmente de la colección, proponiendo
Complutense. un nuevo sistema de organización, que es
Catálogo de las muestras de objetos el que, aún hoy día, se conserva.
simples naturales que existen en la cátedra Las drogas de origen vegetal constitu-
de materia farmacéutica para la enseñan- yen la parte más numerosa de esta co-
za de dicha ciencia. Madrid, 1857. (Pedro lección. Se conservan en botes de cristal,
Lletget y José Martín de León y Mesa) ampollas, copas o frascos de diferentes
Archivo de la Universidad Complutense. tamaños, en función de su contenido. En
Índice de la Colección de la Cátedra de el frente, los botes llevan una etiqueta en
Materia Farmacéutica Vegetal con arreglo la que aparece impreso el nombre de la
al programa de la asignatura. Madrid, 1911. droga contenida en el recipiente y las si-
(Juan Ramón Gómez Pamo) Biblioteca de glas del ejemplar.
la Facultad de Farmacia. Los ejemplares están divididos en plan-
Colección de drogas del Departamento tas criptógamas no vasculares (algas, lí-
de Farmacología. 1996: Una cataloga- quenes y hongos) y fanerógamas y crip-
ción. Madrid, 1996. (Aurora Sanz Gómez). tógamas vasculares. Las segundas se
Tesina de licenciatura dirigida por Paulina en­cuen­ tran divididas, en función de su
Bermejo Benito y Antonio González naturaleza, en partes de vegetales y pro-
Bueno. ductos; dentro de las partes de vegetales
El origen de la colección se retrotrae a forman grupos según los distintos órga-
la fundación del Colegio de Farmacia de nos de las plantas: raíces, rizomas, tallos,
San Fernando de Madrid. En el inventario cortezas, hojas, flores, frutos y semillas.
más antiguo se datan 377 drogas. Por su parte, las drogas productos, es
En torno a 1878, la colección se enri- decir, aquellas que carecen de estructura
quece con un conjunto de ejemplares tisular, se agrupan en función de su com-
procedentes del Real Jardín Botánico de posición química.
Madrid; lamentablemente, ni en los archi- En el primer armario tenemos materias
vos del Real Jardín Botánico ni en los de la colorantes naturales como el añil o índi-
UCM queda constancia de esta donación go, incluido en la presente exposición.
o compra, cuyo único testimonio son las Constituye uno de los colorantes más anti-
indicaciones manuscritas que figuran en guos conocidos, de gran solidez, que con
algunos de los botes. De estos ejemplares el paso del tiempo decolora, pero no cam-
hay que destacar la colección de cortezas bia de tono. Se obtenía por maceración

143 Museos
(izquierda)
Cristóbal Acosta
Tractado de las drogas y medicinas
de las Indias Orientales.
En Burgos: por Martin de Victoria,
1578
BH MED 893
Biblioteca Histórica de la Universidad
Complutense de Madrid

frente a diferentes virus. La raíz de ginseng,


tan utilizada en la actualidad por sus pro-
piedades antiestrés y tónico-estimulantes,
está representada en la colección con
muestras que ya aparecían en el inventario
del Colegio de San Fernando y ejemplares
de reciente incorporación donados hace
años por la primera alumna coreana. De
la zarzaparrilla, especie americana, repu-
tada en la antigüedad como expectorante
y depurativa, se comercializaban cuatro
especies del género Smilax: de Honduras,
de hojas y tallos de la Indigofera tinctorea de Jamaica, de Brasil o de Portugal y de
entre otras, y adquiere los nombres de los Caracas o Perú. En la exposición se pre-
países donde se obtenía, en las denomina- senta la raíz de zarzaparrilla de Caracas.
das indigoterías o añilerías. Fue un produc- Los rizomas están representados por 75
to de gran valor comercial entre América ejemplares, entre los que destacamos las
y Europa. En 1897 se logra sintetizar en tres variedades comerciales de jengibre
Alemania y el colorante natural es despla- (gris, blanco y blanco lavado); aromáticos,
zado por el producto de síntesis, mucho con propiedades digestivas y antiinflama-
más económico. torias. El rizoma de cúrcuma o azafrán de
Asimismo se ubican productos azucara- la India, utilizado para la fabricación del
dos como el maná en suerte, savia azu- curri, es además un colorante natural au-
carada que se deseca en contacto con el torizado. En el sudeste asiático se emplea (derecha)
aire. Procede de algunos fresnos, espe- para tratar afecciones hepáticas y como François Pierre
cialmente de los que crecen en Sicilia y tónico digestivo. Los tipos de ruibarbo son Chaumeton
Flore medicale,
Calabria, y está constituido por masas más ocho (de China, de Moscovia, de Persia,
Tome 3.
o menos irregulares, de color amarillento, inglés mondado, etc.); es de origen asiáti- Paris: Imprimerie de
que pueden llevar restos de vegetales. Se co, se utiliza como droga laxante y recibía C. L. F. Panckoucke,
utilizaba como laxante o purgante, depen- el nombre del país a través del cual se co- 1842-1845.
diendo de la dosis. mercializaba. En la exposición se presenta BH MED 18770.
Biblioteca Histórica
Entre las raíces, el regaliz mondado y sin como raíz de ruibarbo de China, pero el
de la Universidad
mondar, uno de cuyos principios activos órgano oficinal está constituido especial- Complutense de
es la glicirricina, ha demostrado actividad mente por rizomas. Madrid

Herbarios imaginados 144


Joseph Jacob Plenck
Icones plantarum medicinalium secundum
systema Linnaei digestarum, cum enumeratione
virium et usus medici, chirurgici atque diaetetici,
1788-1794
BH MED GF 7
Biblioteca Histórica de la
Universidad Complutense de Madrid

De los diecinueve ejemplares de leños,


contamos con tres de sándalo que proce-
den de la India y Filipinas, cuyas variedades
son: blanco, cetrino y rojo. Se utilizaron
como sudoríficos y desinfectantes geni-
to-urinarios y su aceite esencial es muy
apreciado en perfumería.
De los más de cien ejemplares de cor-
tezas, más de sesenta son de cortezas de
quinas, las más importantes. En algunas
figura la inscripción “Colección del Perú-
Botánico de 1878”. Estos materiales coinci-
den con un índice, manuscrito por Miguel
Colmeiro, titulado “Catálogo de la colec-
ción quinológica de Pavón”, conservado
en el Archivo del Real Jardín Botánico de
Madrid. Sus denominaciones aluden a la
procedencia geográfica de estas drogas
o a la ciudad a partir de la cual se reali-
zaba el comercio: de Loja, de Huanuco, son variedades de té verde) y té Pekao, té
de Guayaquil, del Cuzco, de Java, de Souchong y té Congou (que son varieda-
Maracaibo, de los montes de Jaén y de des de té negro, es decir, ya fermentados).
Cuenca, demarcación de la provincia de Veintiocho son los ejemplares de flores;
Quito, de Lima, de Santa Fe, de Cartagena. ninguna conserva el color ni el olor, pero
Se reseñan, también, por algún carácter sí sus características macroscópicas que
macroscópico que facilitaba su recono- servían para su identificación.
cimiento; por ejemplo: roja, amarilla, gris, Dieciocho son las sumidades: cáñamo
anaranjada, blanca, pálida, oscura, en- indiano, hipérico, orégano o tomillo ser-
rollada, roja morena. En la exposición se pol, entre otras.
presentan cuatro ejemplares: quina corte- Los frutos están representados por 60
zón de Loja, quina blanca de Lima, quina ejemplares; entre ellos, hay excelentes
pitón o de Santo Domingo y quina amarga muestras de fruto de vainilla, pimien-
anaranjada. tas, azufaifo, anacardos de la India y de
Las hojas, constituidas por 50 ejempla- América, anís, hinojo, cilantro, cominos, o
res, son las que, junto con las flores, mani- más exóticos, como los frutos de estrofan-
fiestan el paso del tiempo, ya que pierden tos, de procedencia africana y que contie-
su color. Los ejemplares de té son siete: nen en su interior hasta 300 semillas con
té pólvora de cañón, té perla imperial (que vilano, cardiotóxico muy potente porque

Herbarios imaginados 146


contiene principios activos similares a la transformados por la acción del tiempo, y
digoxina, utilizada todavía en el tratamien- los ejemplares de drogas de origen animal,
to de la insuficiencia cardíaca. entre los que podemos ver huesos de al-
De la colección de semillas, 68 son los gunos animales o insectos como las can-
ejemplares, entre los que destacamos la táridas, las cochinillas, que proporcionan
colección de semillas de cacao, compues- un colorante natural permitido en Europa,
ta por 15 muestras, de Cuzco: de Guirias el rojo cochinilla. A veces las drogas pro-
en Venezuela, Río Chico, Guayaquil ducto se comercializaban en recipientes
en Ecuador, Tabasco, Trinidad, Bahía, vegetales que los recolectores tenían
Maracaibo, Para en Brasil y Soconusco a mano, como los curares en tubo, que
(ejemplares que procedían de México se introducían en cañas, o los curares en
y Guatemala). Se presenta en la exposi- pote, que se introducían en pequeñas va-
ción la nuez de cedrón, que en realidad sijas de barro.
son las semillas de Simaba cedron, árbol
originario de América Central, que se uti- COLECCIÓN PEQUEÑA DE DROGAS
lizaba contra las mordeduras de serpien- Entre los años 1940 y 1950, el departa-
tes, como antipalúdico y en afecciones mento adquiere una colección de drogas
gastrointestinales. comercial a los laboratorios Merck, de la
Por último, cabe reseñar que la colec- que no hay constancia documental, que
ción tiene muchos ejemplares de lo que se ubica en armarios del aula del depar-
se denominan drogas producto, es decir, tamento y que va a ser utilizada como re-
que no están constituidas por órganos curso para la enseñanza, preservando así
vegetales, sino que son productos azuca- la colección más antigua.
rados, resinosos, que son secretados por Son botes cilíndricos, de dos tamaños,
el vegetal, o bien de forma espontánea, o más manejables, que el profesor podía
bien después de algún traumatismo exte- bajar perfectamente al aula para mostrar
rior. Estas gomas, bálsamos y óleo-resinas, los aspectos morfológicos de las drogas e
como las trementinas, se utilizan para ob- ilustrar de esa forma sus enseñanzas.
tener aguarrás, colofonia o brea, y pueden En el frente, los botes llevan una etique-
proceder de pino, de abeto o de alerce. ta en la que aparece impreso el nombre de
Las resinas propiamente dichas, como las la droga contenida en el recipiente y, en
colofonias, de las que hay ocho ejempla- la parte inferior por debajo, las siglas del
res, o la resina de drago (sangre de Drago), ejemplar, indicando número de armario,
con 11 ejemplares que se denominan por de estante y su posición en el estante.
la forma que adquieren las masas dese- La colección pequeña comprende un
cadas de la resina: en bolas, en cilindros total de 442 frascos, resaltando 54 raíces,
o magdaleones, en masa, en galletas, en 51 rizomas, 14 leños, 39 cortezas, 27 su-
lágrimas. midades, 35 hojas, 25 flores, 41 frutos, 53
En el último armario destacamos la co- semillas, 54 drogas producto y 26 aceites
lección de aceites esenciales, con colores esenciales.

147 Museos
La Biblioteca Histórica y su
colección de botánica
Marta Torres Santo Domingo (directora de la Biblioteca Histórica. UCM)

L a Biblioteca Histórica Marqués de


Valdecilla es el centro de gestión
integral del patrimonio bibliográfico de
la Universidad Complutense de Madrid y
el siglo xx, destaca la incorporación de las
bibliotecas de la Residencia de Estudiantes
y de la Residencia de Señoritas.
En la actualidad, la Biblioteca Histórica
reúne las colecciones de libros antiguos de la Universidad Complutense de Madrid
de aquellas instituciones de enseñanza se configura como una de las principales
que, a lo largo de su historia, han con- bibliotecas de España, con una colección
formado la actual universidad: el Colegio bibliográfica compuesta por más de 6.000
Mayor San Ildefonso, fundado por el manuscritos, 741 incunables y un volumen
cardenal Cisneros en 1499 en la villa de de impresos de los siglos xvi al xix que se
Giovan Battista
Della Porta Alcalá de Henares; el Colegio Imperial de aproxima a los 150.000, además de más
Phytognomonica. los Jesuitas, fundado en Madrid en 1609 y de 20.000 libros de los siglos xx y xxi, un
Nápoles. 1589. luego transformado en Reales Estudios de conjunto de grabados entre los que des-
BH MED 487 San Isidro; y el Real Colegio de Medicina tacan los de Piranesi, archivos fotográficos
Biblioteca Histórica
de la Universidad
y Cirugía de San Carlos, fundado por como los de Lafuente Ferrari y Hernández
Complutense de Carlos iii en 1785. A ellas se unen otras ins- Pacheco y archivos personales como el
Madrid tituciones y colecciones privadas, y, ya en de Rubén Darío.

149 Museos
(izquierda)
Dioscórides
Acerca de la materia medicinal y de los
venenos mortíferos.
En Salamanca: por Mathias Gast, 1563
BH FG 1360
Biblioteca Histórica de la
Universidad Complutense de Madrid

(derecha)
Basilius Besler
Hortus Eystettensis. Plantarum Horti
Eystaettensis Classis Aestiva.
Nürnberg, [s. n.], 1613.
BH MED GF 39
Biblioteca Histórica de la
Universidad Complutense de Madrid

Una de las características principales de


los libros de la Biblioteca Histórica es su
carácter científico, hecho que se explica
por su procedencia de instituciones aca-
démicas y educativas, y desde su ingreso
en la universidad siempre sirvieron para
la enseñanza y la investigación. De en-
tre todas ellas ocupa un lugar destacado
la colección de libros de botánica, en la
que se puede decir que todos los grandes
nombres y etapas están representados y
que, en su mayoría, han sido reunidos por
la Facultad de Farmacia, por la Facultad de
Medicina e, incluso, por coleccionistas pri-
vados como el bibliófilo Francisco Guerra,
cuya biblioteca particular ingresó en la uni-
versidad en el año 2007.
Además de su valor científico, los libros
de botánica destacan en muchos ejem-
plares por su extraordinaria belleza, pues
las ilustraciones que acompañan los tex-
tos sobresalen por la perfección técnica
de los grabadores que las dibujaron y la
extraordinaria habilidad de los iluminado-
res que las colorearon, convirtiendo estos
viejos libros de ciencia en auténticas obras
de arte.
En la exposición Herbarios imaginados
se podrán disfrutar desde obras clásicas
del siglo xvi, como la obra de Dioscórides
impresa en Salamanca en 1563, Acerca de
la materia medicinal, amplio tratado en el

Herbarios imaginados 150


151 Museos
Una de las obras más importantes y monumentales
de la botánica europea del siglo xvii fue el Hortus
Eystettensis (1613) del farmacéutico y botánico
alemán Basilius Besler, en cuyas páginas se
comienza a apreciar un sentido artístico más allá
del puramente científico

que se describen 600 plantas, 90 produc-


tos minerales y 35 animales con sus pro-
piedades terapéuticas, con comentarios
del humanista Andrés Laguna y más de
600 xilografías que complementan el tex-
to; o el Tractado de las drogas y medicinas
de las Indias Orientales, del viajero portu-
gués Cristóbal Acosta, de 1578, que resu-
mía la llegada de nuevos fármacos proce-
dentes del Nuevo Mundo, describiendo
minuciosamente las plantas en todos sus
detalles de color, olor, forma, procedencia,
recolección y diferentes usos, además de
dibujarlas con precisión.
Una de las obras más importantes y mo-
numentales de la botánica europea del si-
glo xvii fue el Hortus Eystettensis (1613) del
farmacéutico y botánico alemán Basilius
Besler, en cuyas páginas se comienza a
apreciar un sentido artístico más allá del
puramente científico. También a este si-
glo corresponde, con un concepto más
barroco que renacentista de la ciencia,
la curiosa obra del médico italiano Ulisse
Aldrovandi, Monstrorum historia, de 1642,
en la que los monstruos, de gran fuerza
visual, se convierten en quimeras, híbridos
o criaturas mitológicas, más propias de un
bestiario medieval que de la mente de un
científico.

Herbarios imaginados 152


(derecha)
Maria Sibylla Merian
Dissertation sur la generation et les
transformations des insectes de Surinam.
A La Haye: chez Pierre Gosse, 1726
BH MED GF 42(1)
Biblioteca Histórica de la
Universidad Complutense de Madrid

(izquierda y página siguiente)


Hendrik Adriaan van Reede tot Drakenstein
Hortus Indicus Malabaricus
Amstelodami, sumptibus Joannis van Someren
et Joannis van Dyck, 1678
BH MED 2688
Biblioteca Histórica de la
Universidad Complutense de Madrid

Pero es a partir de la época de las ex-


ploraciones de los siglos xvii y xviii y las
nuevas rutas comerciales abiertas cuando
los libros de plantas sufren una verdadera
explosión de riqueza y color, poseyendo
la Biblioteca Histórica numerosos ejem-
plares de entre los que ha sido difícil es-
coger. Finalmente, se ha seleccionado una
de las obras más famosas y valoradas de
las impresas en España, la Flora Peruviana,
et Chilensis, publicada por Gabriel Sancha
entre los años 1798 y 1802, para dar a
conocer el ambicioso viaje científico
de Hipólito Ruiz y José Pavón. Un equi-
po de profesionales vinculados a la Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando,
dirigidos por los propios botánicos, fueron
los encargados de los grabados y la ilumi-
nación de las láminas. Intervinieron en el
proceso 51 grabadores, que realizaron las
325 estampas que acompañan las 751 des-
cripciones botánicas de la que es, sin duda,
una de las obras científicas más bellas de
la imprenta española.
De entre las obras publicadas en otros
países europeos, destaca la obra Opera
omnia de Marcello Malpighi, padre de la
histología moderna (1687), la obra Hortus
Indicus Malabaricus, del holandés Hendrik
Adriaan van Reede tot Drakenstein, impresa

153 Museos
en 1678, y que da a conocer de forma muy es testimonio este espectacular libro con
novedosa la botánica del subcontinente sus hermosos y detallados dibujos sobre la
indio, y, sin duda, uno de los libros más metamorfosis de las mariposas.
valorados de esta exposición, Dissertation Ejemplos del siglo xix son la Flore me-
sur la generation et les transformations dicale de François Pierre Chaumeton, una
des insectes de Surinam, de Maria Sibylla obra en siete volúmenes (1842-1845), con
Merian e impreso en La Haya en 1726. La más de 400 grabados en cuya iluminación
naturalista y pintora alemana Maria Sibylla trabajó otra mujer artista, Anne-Ernestine
Merian (1647-1717), una de las mujeres Panckoucke, a la que hay que recono-
presentes en esta exposición, revolucionó cer su especial sensibilidad; y los Icones
la ciencia de la entomología con sus ob- fucorum del entomólogo alemán Eugen
servaciones e impresionantes láminas, en Johann Christoph Esper, de 1800.
especial las del duro viaje científico que la Finalmente, como ejemplo representati-
llevó dos años a Surinam para observar al vo del siglo xx, se ha querido ofrecer al públi-
natural la flora y fauna del país y del que co una Colección de láminas de botánica

Herbarios imaginados 156


(izquierda)
Colección de láminas del Departamento de
Biología Vegetal II de la Facultad de Farmacia de
la Universidad Complutense de Madrid. Nº 35
Dibujo sobre papel, con lápiz grafito y acuarela
1900-1960
BH GRL 25(35)
Biblioteca Histórica de la
Universidad Complutense de Madrid

(derecha)
Eugen Johann Christoph Esper
Icones fucorum.
Nürnberg: in der Raspeschen Buchhandlung,
1800
BH MED 4769
Biblioteca Histórica de la
Universidad Complutense de Madrid

que, además de su interés artístico y cien- Arte Complutense) y que, en compañía


tífico, tiene un valor añadido para la propia de otros objetos museísticos y herbarios
universidad, pues forma parte de los ma- de la propia universidad, contribuirá a la
teriales pedagógicos empleados por los difusión de nuestro patrimonio y al mejor
profesores para la enseñanza. Proceden conocimiento de un legado incompara-
del Departamento de Biología Vegetal de ble como el que nos dejaron las genera-
la Facultad de Farmacia y se incorporaron ciones de profesores y alumnos que nos
a la Biblioteca Histórica en el año 2013. Se precedieron. Solo me queda agradecer
trata de dibujos, la mayoría de la primera a la vicerrectora de Cultura, Deporte y
mitad del siglo x, realizados con lápiz gra- Extensión Universitaria su iniciativa y, en
fito y muchos coloreados con acuarela o especial, reconocer a los comisarios, Luis
témpera. Castelo y Toya Legido, profesores de la
Para la Biblioteca Histórica es un or- Facultad de Bellas Artes de la Universidad
gullo colaborar en la muestra Herbarios Complutense de Madrid, el gran trabajo
imaginados, que se podrá disfrutar en la realizado con esta exposición que espe-
sala de exposiciones c arte c (Centro de ramos que tenga el éxito que se merece.

157 Museos
El Herbario MACB y las plantas útiles
para el hombre
Nieves Marcos Samaniego, Emilia Redondo Serranía,
Jose María Gabriel y Galán Moris (Herbario MACB Unidad de Botánica.
Departamento de Biodiversidad, Ecología y Evolución. Facultad de Biología. UCM)

E l Herbario MACB (Madrid Ciencias


Bio­lógicas) es una colección cientí-
fica de plantas fundada en el año 1974 y di-
rigida por la Unidad Docente de Botánica
notables las colecciones de criptógamas
(hongos, líquenes, algas, briófitos, licófitos,
helechos) que, con más de 30.000 pliegos,
convierten al Herbario MACB en uno de
de la Facultad de Ciencias Biológicas. El los mayores de España en esta temática.
objetivo de la colección es principalmen- La mayor parte de los ejemplares corres-
te científico: cuidar de las colecciones de ponde a la flora ibérica, pero también hay
vegetales para su investigación y estudio, de otras partes del mundo (Marcos et al.,
aunque también presenta una fuerte voca- 2014).
Gelidium ción formativa, dada su adscripción a un Los herbarios científicos no solo sir-
sesquipedale centro universitario, prestándose a activi- ven para la investigación de naturaleza
(Clemente) Thuret, dades educativas (Marcos et al., 2014). estrictamente botánica, sino que pueden
08/1974.
El herbario cuenta con algo más de aportar relevantes datos para otro tipo de
Espécimen
deshidratado y 125.000 ejemplares informatizados, or- investigaciones de muy variada naturaleza.
montado en un ganizados siguiendo normas estándares Es el caso de las plantas útiles para el ser
pliego de herbario de ordenación de herbarios (Bridson y humano: comestibles, tóxicas, medicina-
26.5 x 43 cm Forman, 1998). Están representados to- les, etc. El objetivo de este trabajo es dar
MACB 4079
Herbario MACB,
dos los grupos de plantas: gimnospermas a conocer algunas muestras del Herbario
Facultad de Ciencias y angiospermas son los que presentan MACB de este tipo de plantas útiles.
Biológicas mayor número de pliegos, pero son muy

159 Museos
Las algas son organismos autótrofos
que se clasifican en tres grandes grupos:
algas verdes, pardas y rojas

LAS ALGAS Y SUS PROPIEDADES


Las algas son organismos autótrofos Pacífico y en aguas frías del Mediterráneo.
que se clasifican en tres grandes grupos: Puede llegar a medir 1 metro y su talo tiene
algas verdes, pardas y rojas. forma de láminas planas que se ramifican
Una de las especies de algas verdes dicotómicamente. Están recorridas por un
más frecuentes es Ulva lactuca L., común- nervio medio que presenta a ambos lados
mente llamada lechuga de mar; anual y vesículas llenas de gas. Segrega un mucus
efímera, crece en la zona intermareal de que la protege de la sequedad y la acción
la mayoría de los océanos del mundo y del sol cuando permanece fuera del agua.
se caracteriza por su talo laminar, que se Es una importante fuente de yodo, utiliza-
fija al sustrato por rizoides que se desarro- da ante problemas de la glándula tiroidea
llan a partir de las células basales del talo. y, por lo tanto, para el tratamiento del so-
Por sus propiedades nutritivas es utilizada brepeso. El constituyente más destacado
como alimento por los humanos y anima- en esta especie es el ácido algínico, que se
les. Tiene propiedades antioxidantes, an- encuentra en forma de alginatos, utilizado
tiinflamatorias, antivirales y antinefróticas, en cosméticos, tintas textiles, detergentes
y recientemente se han comprobado sus e impresiones dentales.
efectos cardioprotectores (Widyaningsi et A las algas rojas pertenece la especie
al., 2016) y preventivos del cáncer de híga- Gelidium sesquipedale (Clemente) Thuret,
do (Hussein et al., 2015). que puede llegar a medir 40 cm. Posee un
Otro alga verde frecuente es Codium talo formado por un estipe central cilíndri-
fragile (Suringar) Hariot., de talo cilíndrico co en la base y acintado en la parte media
aterciopelado, que se ramifica dicotómi- y superior, que se fija por rizoides al sustra-
camente, y se fija al sustrato por un disco to. En la parte superior, el talo se ramifica
ancho y esponjoso. Procede de Japón y en un solo plano, con los ápices ensan-
se la considera una especie invasora que chados en forma de espátula. En España
desplaza especies nativas. Habita en sus- habita en las costas atlánticas y medite-
tratos rocosos, charcas y arenas de la zona rráneas, siendo muy frecuente en la costa
intermareal, y puede llegar a 20 m en la cantábrica en las zonas más expuestas al
zona sublitoral. Tiene propiedades anti- oleaje. De este alga se obtiene el agar-
bacterianas, antialérgicas y antiinflamato- agar, de gran importancia desde el punto
rias (Lee et al., 2013; Ganesan et al., 2010). de vista industrial: se utiliza como medio
Fucus vesiculosus L., también llamada de cultivo de crecimiento de bacterias, en
sargazo vesiculoso, es un alga parda que la fabricación de helados, gelatinas y pos-
habita en las costas del mar del Norte, tres, y en la industria farmacéutica como
el mar Báltico, los océanos Atlántico y excipiente para la elaboración de laxantes.

Herbarios imaginados 160


Ulva lactuca L., 10/08/1979
Espécimen deshidratado y montado en un pliego de herbario
26.5 x 43 cm
MACB 6490
Herbario MACB, Facultad de Ciencias Biológicas

161 Museos
Herbarios imaginados 162
163 Museos
(página anterior)
Eugen Johann Christoph Esper
Icones fucorum.
Nürnberg: in der Raspeschen Buchhandlung, 1800
BH MED 4769
Biblioteca Histórica de la
Universidad Complutense de Madrid

FITORREMEDIACIÓN
La fitorremediación es la tecnología des- u hojas. Posteriormente, se recolecta la
tinada a reducir la presencia y movilidad de planta y se incinera en un vertedero de se-
distintos compuestos químicos contami- guridad. La ventaja es que puede repetirse
nantes, mediante la capacidad que tienen el ciclo hasta la completa descontamina-
algunas plantas de absorber, acumular y ción del suelo.
estabilizar los mismos (Delgadillo-López et Una planta conocida por otros moti-
al., 2011). Se presenta como una alternati- vos, el tabaco (Nicotiana tabacum L.), se
va sostenible de descontaminación, frente emplea también en la fitorremediación.
a las tecnologías físico-químicas más tra- Se trata de una hierba grande, a veces de
dicionales. Su éxito descansa, entre otros hasta 3 m de alto, pelosa y glandular. Las
factores, en la elección correcta de las es- hojas son enteras, con los nervios muy
pecies vegetales (Carpena y Bernal, 2007). marcados, y tiene flores tubulares blan-
De los numerosos mecanismos de fitorre- quecinas. Varios experimentos (Pérez et al.,
mediación que existen (Padmavathiamma 2007) demuestran que el tabaco es un hi-
y Li, 2007; Reichenauer y Germida, 2008), peracumulador extraordinario de metales
aquí mencionaremos solamente uno de pesados, sobre todo de cadmio y plomo,
ellos, la fitoacumulación, que emplea que almacena en raíces y hojas. Es capaz
plantas que absorben los contaminantes de descontaminar prácticamente el 100%
por las raíces y los acumulan en los tallos de estos metales en suelos contaminados.

(izquierda)
Datura innoxia Mill.,
15/09/1989
MACB 32926

(derecha)
Nicotiana tabacum L.,
01/10/1989
MACB 33119

Especímenes deshidratados y
montados en un pliego
de herbario
26.5 x 43 cm.
Herbario MACB,
Facultad de Ciencias Biológicas

Herbarios imaginados 164


PLANTAS TÓXICAS
Las sustancias vegetales que presentan cuando maduran. Crece en bosques, cla-
actividad biológica en las personas reci- ros y pastizales, desde el nivel del mar
ben el nombre de principios activos, de los hasta zonas de media montaña, donde es
que hay varias familias (aceites esenciales, más frecuente, sobre todo en los Pirineos.
alcaloides, flavonoides, taninos, heterósi- La planta contiene concentraciones ele-
dos). Se consideran tóxicas aquellas plan- vadas de hiosciamina. Las intoxicaciones
tas que contienen principios capaces de producen efectos similares al beleño. Es
alterar el estado de salud de las personas. conocido el efecto midriático de la hios-
Muchas veces, la consideración de una ciamina, que provoca parálisis de las termi-
planta como tóxica es una mera cuestión naciones parasimpáticas del globo ocular
cuantitativa, es decir, depende de la canti- y dilatación de la pupila (Kuklinski, 2000;
dad consumida (Kuklinski, 2000). Bautista et al., 2001; EFSA, 2012).
La belladona (Atropa belladonna L., fa- El estramonio o datura (Datura innoxia
milia Solanaceae) es una hierba perenne Mill., familia Solanaceae) es una planta
de hasta 1.5 metros de alto, fétida, con herbácea, de alrededor del metro de alto,
hojas grandes, enteras y ovaladas. Las robusta, viscosa y maloliente. Las hojas
flores son colgantes, con una corola algo son grandes y presentan un margen irre-
tubular, de color púrpura parduzco. Como gularmente recortado, con tendencia a
fruto, producen bayas que son negras ser enteras. Las flores aparecen aisladas,

(izquierda)
Atropa belladonna L.,
22/07/1984
MACB 36313

(derecha)
Aconitum napellus L.,
17/08/1996
MACB 63652

Especímenes deshidratados
y montados en un pliego
de herbario
26.5 x 43 cm.
Herbario MACB,
Facultad de Ciencias Biológicas

165 Museos
Calliblepharis jubata Kützing.
28/08/1976
Playa de las Furnas-Juno (La Coruña).
Espécimen deshidratado y montado
en un pliego de herbario
MACB 4259
Herbario MACB,
Facultad de Ciencias Biológicas

con un cáliz tubular alargado y una co- son azules, organizadas en racimos largos.
rola también tubular, muy larga y blanca. Presentan una característica pieza floral
El fruto presenta espinas. Es originaria de en forma de casco semiesférico. Vive so-
Sudamérica, pero se ha naturalizado en bre todo en las zonas montañosas, casi
nuestro país, en los alrededores de los siempre en ambiente fresco de bosques
pueblos, carreteras, descampados, cul- y arroyos. Se considera una de las plantas
tivos, zonas de ganado, etc. Al igual que más venenosas de la flora española, pues
las anteriores solanáceas, es abundante contiene elevadas cantidades de un al-
en alcaloides tropánicos, sobre todo en caloide denominado aconitina. Ingerido,
escopolamina. Por simple contacto puede este compuesto afecta fuertemente a los
producir alteraciones de la visión y pérdida sistemas respiratorio y cardiovascular, pu-
de sensibilidad. Por vía oral, a mayores do- diendo provocar muerte en adultos con
sis, produce síndromes oftálmicos graves, el consumo de solamente 5 mg (cantidad
delirios y alucinaciones. Es una planta muy contenida en unos 5 g de la raíz) y en solo
peligrosa (Kuklinski, 2000; Bautista et al., 2 horas tras la ingesta. Incluso por con-
2001; EFSA, 2012). tacto con la piel es fuertemente tóxica,
El acónito (Aconitum napellus L., familia produciendo rubor, parestesia y parálisis
Ranunculaceae) es una planta herbácea (Kuklinski, 2000; Bautista et al., 2001; EFSA,
perenne, de buen tamaño (hasta 2 metros), 2012).
con hojas alternas muy divididas. Las flores

Herbarios imaginados 166


BIBLIOGRAFÍA

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167
La biblioteca es un jardín
Flores japonesas sobre papel de arroz
Javier Pérez Iglesias (director de la Biblioteca de la Facultad de Bellas Artes. UCM) y
Amelia Valverde González (subdirectora de la Biblioteca de la Facultad de Bellas
Artes. UCM)

N os gusta pensar la Biblioteca de


la Facultad de Bellas Artes de
la Universidad Complutense de Madrid
(UCM) como un jardín. Un lugar al que
de cada una sin que los saberes prácticos
sean lo fundamental o lo que aparece en
primera línea. En los jardines podemos
deambular o sentarnos donde más nos
cualquiera acude a descansar, a jugar, a apetezca, de la misma manera que en las
encontrarse con otras personas, a disfrutar bibliotecas podemos crear itinerarios pro-
con la vista… Se pueden aprender muchas pios de lectura. Además, podríamos decir
cosas en los jardines, como en las biblio- que los jardines solo tienen sentido cuan-
tecas, pero lo más valioso que nos ofre- do son visitados y disfrutados por alguien.
cen se suele alejar del utilitarismo y de los Y eso mismo pasa con las bibliotecas: solo
beneficios inmediatos o instrumentales. la gente las dota de sentido.
En los jardines están implícitos el cuidado, Este jardín, nuestra biblioteca, esta pe-
la proyección hacia un futuro que afecta queña naturaleza de papel, sobre todo,
a los que todavía no están, la conexión pero que también incluye “flora” inmaterial
con la naturaleza y su conocimiento. De y “plantas” digitales, se ha ido creando a lo
la misma manera que en las bibliotecas largo de los años con aportaciones múl-
Fukuya Kôrin está presente el respeto por lo comunita- tiples. Es una obra colectiva que genera
Kyôsui zuan,
rio, por lo que es de todas y para todas. En un mundo en el que lo “natural”, lo “salva-
1899 (Meiji 31).
Libro de grabados ambos lugares hay muchas enseñanzas je”, se mezcla con lo “cultivado” a la ma-
japoneses Sig. JB/17 posibles, pero siempre a partir del deseo nera del jardín perdido de Jorn de Précy.

169 Museos
Los objetos, telas, pinturas, grabados
y dibujos que llegaban del país del sol
naciente se convirtieron en fuente de
inspiración y modelo para artistas
y diseñadores

Porque si nos han hecho crecer las nece- vistas antes por los alrededores, tal como
sidades del aprendizaje y la investigación, cuenta con humor Karel Capek en El año
esas plantas nutritivas que nos acercan a del jardinero. Con los amantes de los li-
la idea de huerto, también han creado es- bros pasa algo parecido. Se produce un
pesura y verdor las publicaciones de artista, prurito por coleccionar que ha expresado
los libros conceptuales, los ensayos foto- muy bien Walter Benjamin en Desembalo
gráficos, los libros de imágenes, los álbu- mi biblioteca. Cebrián tenía un olfato muy
mes, los carteles, las postales, las invitacio- fino para detectar tendencias en el mun-
nes para exposiciones… Plantas y flores no do artístico y para localizar lagunas en las
comestibles pero sí vistosas, aromáticas, colecciones de las bibliotecas españolas
creadas para el disfrute. dedicadas a esas cuestiones. Eso estimu-
En una de las partes más umbrías de laba su espíritu de mecenas con el que no
nuestra biblioteca, oculta por una vege- cesaba de adquirir documentos y de do-
tación mucho más robusta, hay unas pe- narlos para suplir esas ausencias.
queñas flores de papel de arroz, delicadas El mundo occidental, capitaneado por
y con colorido vivaz, que son las que se Francia, había vivido una pasión por lo ja-
pueden ver en Herbarios imaginados. ponés desde finales del siglo xix. Los obje-
Pertenecen a nuestra colección de es- tos, telas, pinturas, grabados y dibujos que
tampas y libros japoneses, unas variedades llegaban del país del sol naciente se con-
de floración bibliográfica que llegaron de virtieron en fuente de inspiración y modelo
la mano de un jardinero mecenas, Juan para artistas y diseñadores. Los trazos, las
Carlos Cebrián (1848-1935), que pensó pinceladas, permitían imaginar una liber-
que lo mejor que podía hacer por su país tad que los artistas europeos ansiaban, y
era crear bibliotecas. Como quien planta las lacas, las porcelanas y los estampados
árboles, fue sembrando colecciones de de los kimonos conectaron con los gustos
libros en castellano en varias ciudades y de una burguesía que estaba estilizando su
universidades del área de San Francisco, canon. Un apasionante relato de ese amor
donde pasó muchos años de su vida, al por lo japonés podemos encontrarlo en
mismo tiempo que enviaba libros extranje- La liebre con ojos de ámbar, de Edmund
ros a bibliotecas españolas, piezas difíciles de Waal.
de encontrar en España en esa época. El japonismo entró en el siglo xx
Una de las características de los jardine- creando colecciones bibliográficas y
ros es la pasión por las plantas raras, por afectando al arte, al diseño y a la deco-
las flores exóticas, que nunca han sido ración. Podemos decir que esa fiebre ha

Herbarios imaginados 170


Fukuya Kôrin
Kyôsui zuan,
1899 (Meiji 31).
Libro de grabados
japoneses Sig. JB/17

perdurado hasta nuestros días, aflorando estos fondos en la Biblioteca Histórica de


a lo largo del tiempo con distintas intensi- la UCM, entre noviembre de 2004 y enero
dades y diferentes focos. Desde el manga de 2005.
a los fotolibros, pasando por el cine o la Gracias a Lumbreras sabemos cómo el
comida, Japón sigue marcando tenden- jardinero Cebrián reunía libros y los hacía
cias y generando corrientes de creatividad cruzar de un lado a otro del Atlántico. Por
artística. su parte, Ángeles Vian, jardinera/bibliote-
Juan Carlos Cebrián plantó sus semi- caria, nos cuenta que llegaron “treinta li-
llas de “flores de Edo” en la biblioteca de bros y ocho álbumes de estampas japone-
la entonces Escuela Especial de Pintura, sas pensadas como obras independientes
Escultura y Grabado, que compartía edifi- —aunque con apariencia de libros— encua-
cio (y orígenes) con la Academia de Bellas dernadas en orihon (acordeón)”. También
Artes de San Fernando. Esta donación, y apunta que su “cronología es amplia” y
las características de los documentos que que “las técnicas, los temas y los artistas
la conforman, están contadas por Susana son muy diversos”.
Lumbreras y Ángeles Vian en el catálogo Las estampas son un total de 791 gra-
de la exposición Flores de Edo que fue la bados xilográficos, sobre madera de ce-
primera gran exposición que se hizo de rezo, que pertenecen al período Meiji

171 Museos
Fukuya Kôrin
Kyôsui zuan,
1899 (Meiji 31).
Libro de grabados
japoneses Sig. JB/17
(1868-1912) y a la escuela de ukiyo-e dibujo, otros de flores y plantas y también
(“imágenes del mundo flotante”), y que “de paisajes, diseños para kimonos, estan-
representan escenas de la vida cotidiana dartes militares, escenas de producción de
y también retratos de actores y guerreros. seda, té, porcelana, etc”.
Estas estampas se editaban en grandes Las dos piezas que se pueden ver en
cantidades porque tenían un público am- Herbarios son libros ilustrados que servían
plio, formado por las clases populares de de inspiración para el diseño de tejidos
las ciudades, que las colocaban en las pa- con motivos tomados de la naturaleza. Es
redes de sus casas, como ahora pueden probable que uno de ellos hubiera podido
los jóvenes poner un póster de Beyoncé, emplearse también para decoración de
de Rosalía o de Juego de tronos, para dis- papel.
frutar de sus actores favoritos o de imáge- Los libros ilustrados japoneses tienen
nes de leyendas y cuentos. su origen en China y constituyen una
Los libros son 30, uno de ellos chino, importante fuente de expresión artística.
y pertenecen a un período muy amplio, Están creados de forma manual, en con-
desde fines del siglo xvii a finales del xix, traste con los libros ilustrados occidenta-
y a diversas escuelas, además de ukiyo-e. les, cuyo proceso de realización suele ser
Muchos son libros gafu, métodos de mecánico.

Fukuya Kôrin
Kyôsui zuan,
1899 (Meiji 31).
Libro de grabados
japoneses Sig. JB/17

Herbarios imaginados 174


Tsuda Seifu
Senshoku zuan,
1905 (Meiji 37).
Libro de grabados
japoneses Sig. 747/38

Los dos libros seleccionados para Por otra parte, responden a lo que se de-
Herbarios imaginados son Kyôsui zuan nomina fukurotoji, publicaciones hechas
(Repertorios de diseños de Kioto) de con hojas impresas por una cara, dobla-
Fukuya Kôrin y publicado en 1899 (Meiji 31), das por el centro para formar una doble
y Senshoku zuan (Ideas para el diseño y te- página, quedando en el interior la cara no
ñido de tejidos) de Tsuda Seifu y publicado impresa. Este proceso de encuadernación,
en 1905 (Meiji 37). Son obras que pertene- originario de China, está muy extendido
cen a la misma tradición y se editaron en por resultar menos complicado y más
la misma ciudad, Kioto, con una finalidad económico que la encuadernación “en
práctica: servir como modelo para el dise- acordeón” (orihon), que requiere un papel
ño de telas que luego se convertirían en de más calidad.
kimonos. Kioto era, a finales del siglo xix, el Como novedad, Kyôsui zuan incluye
principal centro textil de Japón. una falsa página interior, entre el anverso
Desde el punto de vista técnico, ambos y el reverso de cada página, para reducir
comparten el carácter de libro de forma- la transparencia de las ilustraciones y dar
to vertical (tate-e). Son hanshibon, lo que más robustez al libro.
hace referencia a su formato de tamaño
medio en hojas de papel hanshi (pliego
de papel de arroz, artesano, de 34 x 17 cm).

175 Museos
Fukuya Kôrin
Kyôsui zuan,
1899 (Meiji 31).
Libro de grabados
japoneses Sig. JB/17

Estos libros eran muy demandados en También están muy presentes las hojas
Europa por los profesionales de las artes del pino como símbolo de longevidad, ju-
decorativas. El movimiento Arts & Crafts, ventud, virilidad y poder. Es un motivo muy
por ejemplo, cuenta con muchos diseños utilizado en los kimonos. También están
de inspiración japonesa. asociadas al año nuevo y suelen colocarse
La ilustración y la encuadernación con- en las puertas de las casas pinchadas en
forman una edición muy cuidada, en la troncos de bambú para recibir bendicio-
que continente y contenido están unidos nes de los dioses.
en un todo expresivo. Las ilustraciones Otro motivo vegetal muy utilizado es el
son de gran calidad, tanto en lo referente bambú, símbolo de prosperidad debido a
a la ejecución de los dibujos como en el su robustez, fuerza, resistencia, pureza e
empleo de gran variedad de colores, así inocencia. Antiguamente, la gente se refu-
como de tintas doradas y plateadas. giaba en bosquecillos de bambú cuando
Los diseños reflejan la intensa relación había terremotos.
del pueblo japonés con la naturaleza. Los Por fin, la hoja del cáñamo, presente en
motivos tienen su origen en la religión ori- muchos de los diseños, es símbolo de po-
ginal del Japón, el sintoísmo, que profesa tente vitalidad, por lo que se emplea con
adoración por los espíritus que viven en frecuencia en la ropa de bebés y niños
la naturaleza en forma de plantas, piedras para que se críen con salud.
y animales. A través de estos motivos de- Estas son algunas de las flores y plantas
corativos (flores, plantas, animales, aves) que se pueden encontrar en este rincón
se muestran la religión, la sociedad y los de la biblioteca. Afortunadamente, ya no
ideales de la cultura japonesa. Los moti- es necesario pisar el césped y adentrarse
vos botánicos que llenan estos libros tien- en la espesura dañando helechos y pe-
den a la abstracción y están cargados de queños brotes de plantas para verlas. La
simbolismo. colección de estampas y libros japoneses
Así, la flor del cerezo representa la belle- está digitalizada gracias al empeño, entre
za de lo efímero y la fugacidad de la vida otras personas, de Luis Castelo, uno de
y denota gran sensibilidad hacia todo lo los comisarios de Herbarios imaginados.
relacionado con la naturaleza. Con fre- De hecho, mientras se celebra esta expo-
cuencia, los dibujos de la flor del cerezo sición, da sus primeros pasos una iniciati-
se simplifican en cinco formas de pétalo va, “Japonismos: un proyecto colaborativo
unidas en un círculo central. entre bibliotecas y personas”, que quiere
Por su parte, la flor del ciruelo represen- poner en mano de cualquier persona in-
ta el invierno y el anuncio de la primavera teresada estas estampas digitalizadas para
futura, símbolo de salud y de protección los usos que ella misma quiera imaginar.
contra demonios y espíritus malignos, Como ya hemos dicho, las bibliotecas y
mientras que las flores de la glicinia son los jardines solo existen de verdad cuando
una metáfora de la psicología japonesa, la gente los usa y disfruta.
que valora la modestia y la humildad por
encima de la autoafirmación.

Herbarios imaginados 176


177 Museos
Herbarios imaginados 178
BIBLIOGRAFÍA

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179
Colecciones del laboratorio de
botánica de la Facultad de Farmacia
(UCM)
El herbario, láminas murales y modelos 3D
José María Pizarro (conservador del Herbario de la Facultad de Farmacia. UCM)

L a sección de Botánica del Depar­


tamento de Farmacología, Farma­
cognosia y Botánica gestiona una relevan-
te colección científica de más de 200.000
de la Universidad Central en noviembre de
1892 y desempeñó ese cargo hasta su fa-
llecimiento en 1921.
Lázaro desarrolló una gran actividad in-
especímenes vegetales cuyos orígenes ternacional. La Universidad de Uppsala le
se remontan al siglo xviii: el Herbario de concedió el título de doctor honoris causa
la Facultad de Farmacia. Además, atesora en 1907, cuando representó a España en el
interesantes colecciones de láminas mu- Centenario de Linneo, y en 1908 la Junta
Claviceps purpurea
rales, modelos botánicos tridimensionales, de Ampliación de Estudios le envió en co-
Tul. (cornezuelo del
centeno): sección fotografías, preparaciones microscópicas, misión a los laboratorios de criptogamia
de un estroma etc., que han formado parte del equipo más importantes de Europa.
mostrando los docente del laboratorio de Botánica desde Cayetano Cortés se refiere así a la obra
peritecios, Brendel finales del siglo xix. de Lázaro: “… al posesionarse de la cátedra
10g.2-Osterloh 42/
Blas Lázaro e Ibiza (1858-1921) fue el de Botánica, y según nos lo relata el señor
UCM 4012655,
1912. fundador del Herbario de la Facultad de Fragoso, solo encontró en ella un libro de
Papel maché Farmacia y responsable de la adquisición Cutanda viejo, roto y manchado, y algu-
máx. 45 cm de alto- de las colecciones más antiguas. Acabó nos paquetes de plantas, en gran parte
MAF-Brendel 10g.2-
sus estudios de licenciatura en esa facul- comidas por los insectos o hechas polvo
Modelo clástico para
la enseñanza de la tad en 1878, posteriormente tomó pose- por el tiempo; ...mientras que, al fallecer,
botánica sión de la cátedra de Botánica Descriptiva dejó organizado un soberbio laboratorio,

181 Museos
con sala de herbarios y departamento de cuarto oscuro para revelado, una bibliote-
cultivos, laboratorio fotográfico, sala para ca de 14 armarios, microscopios y colec-
alumnos y una rica biblioteca, así como ciones de preparaciones microscópicas
moderno y abundante material científico” destinadas a las prácticas, 350 láminas
(Cortés Latorre, 1981). de gran tamaño y una colección de 200
Más detalladamente, Lázaro dejó como modelos botánicos representando flores y
legado un herbario de 27 armarios, micros- diferentes órganos de plantas, etc. (Bueno,
copios de investigación, material fotográfi- 1981).
co —que incluye rarísimos autocromos—,

Herbarios imaginados 182


Marcelo Rivas Mateos (1875-1931) ob- Salvador Rivas Martínez (1935) os-
tuvo la cátedra de Mineralogía y Zoología tentó la dirección del Departamento
aplicadas a la Farmacia en la Universidad de Biología Vegetal II desde 1975 hasta
de Santiago de Compostela en 1898 y 2005 y el herbario aumentó hasta alcan-
se trasladó a la Facultad de Farmacia de zar los 135.000 pliegos. Desde 1980, el
la Universidad Central de Madrid en 1904. herbario es colaborador y colección de
Sucedió en el cargo a Lázaro en 1921 y referencia en el proyecto “Flora ibérica”
aportó su herbario de Flora de la provincia (Castroviejo, 1986-2012); en 1990 se abor-
de Cáceres. dó la informatización de las colecciones;
y en 1994 participó activamente en la
José Cuatrecasas (1903-1996) ocupó la creación de la Asociación de Herbarios
cátedra desde 1931 hasta 1939. Al acabar la Ibero-Macaronésicos (AHIM: www.ahim.
guerra se exilió en Colombia y en 1947, se org/) y en la base de datos de colecciones
trasladó a Estados Unidos. Allí desempeñó científicas del proyecto internacional GBIF
importantes cargos en la National Science (Global Biodiversity Information Facilities:
Foundation para el estudio de la Flora co- www.gbif.es/).
lombiana (1947-1955), el Natural History
Museum de Chicago y la Smithsonian Adela Montserrat Gutiérrez Bustillo
Institution (1955-1977). Adquirió intere- (1951) fue directora del departamento
santes herbarios de flora centroeuropea hasta 2009. A ella se debe la Palinoteca
(Maison Émile Deyrolle; Herbario Touton) —colección de muestras de polen— y la
y legó su herbario junto a una importante informatización de los 7.766 registros del
colección de fotografías. herbario de Pourret junto con Carmen
Navarro (Gutiérrez y Navarro, 1989).
Salvador Rivas Goday (1905-1981) fue
catedrático de Botánica de la Facultad de Ana María Crespo de las Casas (1948),
Farmacia desde 1943 hasta 1975, director directora del Departamento de Biología
del Instituto Botánico A.J. Cavanilles (1950- Vegetal II desde 2009 hasta el momen-
1975) y presidente de la Sociedad españo- to de su fusión con el Departamento de
Fotografía la de Historia Natural, entre otros cargos. Farmacología en 2017. Impulsó el desa-
realizada por José
Incrementó notablemente el herbario de rrollo de la colección de líquenes hasta
Cuatrecasas Arumí
en su expedición a flora hispánica mediante un dinámico sis- alcanzar los 25.000 especímenes. La co-
Colombia en 1932. tema de intercambio internacional y con lección está disponible en Internet y es, sin
Positivo fotográfico recolecciones propias desde c. 36.000 lugar a dudas, una de las más importantes
b/n sobre vidrio, pliegos hasta c. 85.000 (100 armarios). El de España por tamaño y por la diversi-
8 x 10 cm
herbario se integró en la asociación interna- dad de los materiales (Global Biodiversity
C8(111)
Museo de la cional Index Herbariorum bajo su dirección Information Facilities: www.gbif.es/).
Farmacia Hispana en 1970 (http://sweetgum.nybg.org/ih/).

183 Museos
Claviceps purpurea Tul. (cornezuelo del
centeno): germinación del esclerocio,
Brendel 10g.4;
1912
Papel maché
máx. 45 cm de alto
MAF-Brendel 10g.4-Osterloh 41/ UCM
4012655
Modelo clástico para
la enseñanza de la botánica

LAS COLECCIONES

EL HERBARIO
La Colección de la Sociedad Linneana Compostela en 1835: el herbario de Pierre
Matritense. Madrid, 1878. Tomás Andrés André Pourret (1754-1818). Este religioso
y Tubilla (1859-1882) y Blas Lázaro Ibiza, de origen francés, exiliado en Santiago de
dos jóvenes licenciados de la Facultad de Compostela desde 1785 hasta 1818, dejó
Farmacia de la Universidad Central, crean una colección de 7.766 plantas. Pedro
una asociación científica dedicada al estu- Lletget, ayudante de cátedra en la Facultad
dio de la Botánica: la Sociedad Linneana de Farmacia, elaboró un catálogo entre los
Matritense. Uno de sus objetivos era la años 1850 y 1857; Manuel López Figueiras
realización de un herbario de la flora espa- numeró mecánicamente los pliegos en-
ñola mediante la aportación de plantas por tre 1934 y 1935; Montserrat Gutiérrez y
los socios y corresponsales de las distintas Carmen Navarro se encargaron de su in-
provincias. La sociedad reunió a 22 socios formatización entre 1983 y 1989 (Gutiérrez
numerarios y 19 corresponsales durante y Navarro, 1989).
el primer año, y la colección alcanzó los
2.241 pliegos en el momento de su disolu- El Herbario de la Facultad de Farmacia.
ción en 1892. Andrés y Tubilla falleció pre- Lázaro reunió los herbarios de la Sociedad
maturamente en 1882 siendo secretario Linneana Matritense y del abad Pourret y
de la sociedad y Lázaro le sucedió en el formó una colección de 10.000 pliegos.
cargo hasta que tomó posesión de la cáte- Esta colección constituye el germen del
dra de Botánica Descriptiva de la Facultad Herbario de la Facultad de Farmacia de la
de Farmacia en noviembre de 1892; en Universidad Complutense de Madrid (her-
diciembre de ese mismo año solicitó la di- bario MAF).
solución de la sociedad y el permiso para Las colecciones de los eminentes bo-
trasladar el herbario (Bueno, 1981). tánicos que ocuparon la dirección, espe-
címenes herborizados por Hipólito Ruiz y
La Colección Pourret. La biblioteca José Pavón en la Expedición Botánica al
de la Facultad de Farmacia custodia- Virreinato del Perú (1777-1784), otros re-
ba una colección de plantas legada por cogidos por Louis Née durante la circun-
el Colegio de Farmacia de Santiago de navegación de Malaspina (Viaje científico

Herbarios imaginados 184


y político alrededor del mundo, 1789-
1794) y un sinfín más adquiridos por
intercambio o donación durante más
de un siglo, así como los recolectados
en los estudios antárticos de los últimos
treinta años, se conservan a disposición
de la comunidad científica en las depen-
dencias del MAF. El Instituto Nacional
de Toxicología, la Policía Científica y los
laboratorios de la Guardia Civil realizan
consultas, y la Agencia Espacial Europea
ha utilizado muestras de nuestra colec-
ción de líquenes para comprobar su via-
bilidad en el espacio en fecha reciente
(Sancho et al., 2007).
El herbario desempeña una función
doble: es un elemento metodológico
imprescindible en investigación botá-
nica por ser depósito obligado de los
nuevos taxones descritos y de los ma-
teriales utilizados en todo tipo de estu-
dios y, por otra parte, es un vehículo de
transmisión del conocimiento de nues-
tros predecesores. La colección suma
200.000 especímenes en sus 127 años
de historia (conmemorados en noviem-
bre de 2019) y sigue siendo objeto de
consulta y revisión permanente por
investigadores de cualquier parte del
mundo.

185 Museos
Las láminas murales de gran formato
fueron empleadas como instrumento
didáctico desde finales del siglo xix en
Alemania y se popularizaron a principios
del siglo xx en toda Europa

LAS LÁMINAS MURALES


Lázaro dejó tras su fallecimiento más
de 350 láminas de gran tamaño. Eran de
dos tipos: cromolitografías de factura
alemana y originales pintados en el la-
boratorio. Los últimos han sido transfe-
ridas a la Biblioteca Histórica de la UCM
en 2014 (224 láminas); de las primeras,
la Facultad de Farmacia conserva 79
ejemplares.
Las láminas murales de gran formato
fueron empleadas como instrumento
didáctico desde finales del siglo xix en
Alemania y se popularizaron a principios
del siglo xx en toda Europa; se trata de
un precursor de las proyecciones que
aún se realizan para atraer la atención
del oyente.
Las conservadas en la Facultad de
Farmacia son cromolitografías sobre
papel entelado, protegidas por un bar-
niz brillante y rematadas por un ristrel
de madera en la parte superior y otro en
la inferior a modo de marco para poder
colgar y enrollar la lámina; se editaron
a finales del siglo xix y a principios del
xx y pertenecen a cinco series distintas,
una de fondo negro y cuatro de fondo
blanco:

Herbarios imaginados 186


(izquierda)
Arum maculatum L. (aro, cala; espádice y el mismo,
abierto, mostrando las flores), Brendel 202;
1912
Papel maché
20 x 70 cm
MAF-Brendel 202/ UCM 4012655

(derecha)
Drosera rotundifolia L. (rocío del sol, hoja),
Brendel 130;
1912
Papel maché
44 x 33 cm
MAF-Brendel 130/ UCM 4012655

Modelos clásticos para


la enseñanza de la botánica

1. Jung-Koch-Quentell’schen. Neuen LOS MODELOS 3D


Wandtafeln-Botanik, de Heinrich Jung, G. La Facultad de Farmacia custodia una co-
Tön Koch y F. Quentel: 47 láminas con lección de 195 modelos clásticos botáni-
fondo negro. cos comercializados por la firma alemana
2. Engleders Wanfdtafeln für den natur- Brendel a principios del siglo xx. Los mode-
kundlichen Unterricht. Pflanzenkunde, de los representan flores y órganos vegetales
Franz Engleder y J. Eichler: 9 láminas. muy aumentados y son de distintos tama-
3. Botanische Wandtafeln, de Hermann ños, abundando los de 30 x 40 cm. Son
Ross y Heinrich Morin: 10 láminas. tridimensionales y están realizados ma-
4. Schmeil Botanische Wandtafeln, de yoritariamente en papel maché y gelatina,
Franz Otto Schmeil: 21 láminas. además de en madera, alambre, escayola,
5. Botanische Tafeln, de Eugene tela, pelo y plumas de animales. Pintados
Warming: 2 láminas. al óleo y recubiertos con un barniz brillan-
te, muchos son clásticos; generalmente,
No poseemos datos sobre la adquisi- un vástago de madera pintado de negro
ción, pero es lógico pensar que lo hizo parte de la base del conjunto y lo une a
Lázaro en el período comprendido entre un pedestal circular o rectangular, etique-
1892 y 1921 como parte de la dotación de tado, negro brillante. Fueron adquiridos
material docente para el laboratorio de por Lázaro en 1912 a través de la empresa
Botánica (Bueno, 1981; Bueno, 2015). Torrecilla (Bueno et al., 2015).

187 Museos
La idea original se atribuye a Carl
Leopold Lohmeyer (1799-1873), un farma-
céutico silesiano que vendió su farmacia Los grandes modelos de Lohmeyer
en Neisse y se mudó a Breslau, ahora eran parcialmente desmontables y
Wroclaw (Polonia), en 1855. Allí, animado
por el profesor Ferdinand Julius Cohn
mostraban con detalle la germinación,
(1828-1898), elaboró modelos de flores la floración o la formación de frutos
para sus clases y, entre 1866 y 1869, hizo y semillas de plantas particularmente
más de 300 que legó a la universidad y a la
escuela secundaria de Zwinger en Breslau
interesantes sin necesidad de recurrir
(Svojtka, 2018). a un microscopio
Los grandes modelos de Lohmeyer
eran parcialmente desmontables y mos-
traban con detalle la germinación, la flo-
ración o la formación de frutos y semillas
de plantas particularmente interesantes
sin necesidad de recurrir a un microsco-
pio. Enseguida demostraron ser una he- 1. Criptógamas (7 modelos), 2. Plantas
rramienta didáctica muy eficaz, aumentó cultivadas (16 modelos), 3. Frutales y plan-
la demanda y Brendel asumió la fabrica- tas de jardín (7 modelos), 4. Plantas fo-
ción. Comenzó copiando los modelos de restales (8 modelos), 5. Plantas tóxicas (9
Lohmeyer y en 1866 presentó la primera modelos) y 6. Modelos florales para la en-
serie de 30, que se caracterizan por el pe- señanza de la botánica (43 modelos).
destal de madera de color natural. Además de los propios, Brendel ofer-
Robert Brendel y su hijo Reinhold taba en sus catálogos los modelos fito-
trasladaron la producción al 101 de patológicos fabricados por Paul Osterloh
Kurfürstendamm, Berlín, en 1875 y (1850-1929). Los 195 modelos de la colec-
Reinhold la ubicó definitivamente en ción de la Facultad de Farmacia proceden
Grünewald, a las afueras de Berlín, desde de Berlin W y de Berlin Grünewald, cuando
1902 hasta 1927, año de su fallecimiento. la firma ofrecía hasta 200, incluyendo las
Los modelos fabricados en Berlín tienen piezas de Osterloh.
una base de madera lacada en negro con El propósito original de los modelos era
una etiqueta circular de color azul verdo- exclusivamente didáctico. Sin embargo, la
so (Fiorini et al., 2007; Bueno et al., 2015; rigurosidad y el primor empeñados en su
Mayoni, 2016). construcción los han transformado, con el
Alexander Tschirch (1856-1939) editó paso del tiempo, en instrumentos didácti-
un catálogo comentado de 90 modelos cos históricamente valiosos a la vez que
realizados en 1885, en la primera etapa en objetos artísticos apreciados, obvian-
de Berlín, organizados en seis categorías do cualquier posible controversia entre la
(Tschirch, 1885): ciencia y el arte.

Herbarios imaginados 188


(página siguiente)
Aspidium filix-mas (L.) Sw. (helecho macho),
Schmeils Botanische Wandtafeln, Nº 9;
1892-1921
Cromolitografía en papel entelado con
ristreles de madera
168 x 120 cm
MAF-Schmeils 9/ UCM 4012656
Lámina mural para la enseñanza de la botánica

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189
CRÉDITOS EXPOSICIÓN
Universidad Complutense de Madrid
Rector: Joaquín Goyache Goñi
Vicerrectora de Cultura, Deporte y Extensión Universitaria: Isabel García Fernández
Comisariado de la exposición: Toya Legido y Luis Castelo
Grupo de investigación Arte, Tecnología, Imagen y Conservación del Patrimonio Cultural
Coordinación técnica de obra contemporánea: Ana J. Revuelta
Coordinación técnica museos: Unidad de Gestión del Patrimonio Histórico UCM
Gestión: Unidad Técnica de Cultura UCM
Comité científico: Juan Pimentel, Esther García Guillén, Tonia Raquejo Grado y José Pardo-Tomás
Conservación y restauración de piezas UCM: Alicia Sánchez Ortiz, Emanuel Sterp Moga y Paula Colom Ortega
Proyecto gráfico, imagen y diseño gráfico de la exposición: Lucía M. Diz
Diseño expositivo: Luis Castelo, Inmaculada E. Maluenda y Toya Legido
Copias fotográficas de fondos de museos: Pablo Álvarez Couso, David Villar Soblechero, Daniel Díez Jiménez y
Marjan Roshan Shafieezadeh Garousi
Proyecto audiovisual: Nuria Pradilla Barrero
Montaje: InteArt S. L.
Seguro: HISCOX

CRÉDITOS LIBRO
Coordinación editorial: Luis Castelo y Toya Legido
Coordinación técnica: Ana J. Revuelta
Diseño Gráfico y maquetación: Lucía M. Diz
Fotografía: Pablo Álvarez Couso
Textos: Luis Castelo, Toya Legido, José Pardo-Tomás, Juan Pimentel, Ivana Cozzolino, Esther García Guillén, Margarita
Eva Rodríguez García, Tonia Raquejo Grado, Alejandra Gómez Martín, Paulina Bermejo Benito, Marta Torres Santo
Domingo, Nieves Marcos Samaniego, Emilia Redondo Serranía, José María Gabriel y Galán Moris, Amelia Valverde
González, Javier Pérez Iglesias y José María Pizarro
Imágenes artistas: Cristina Almodóvar, Paula Anta, Rodrigo Arteaga, María Ángeles Atauri, Anna Atkins, Juan Baraja,
Alberto Baraya, Manuel Barbero Richart, Mandy Barker, Nurit Bar-Shai, Peter Callesen, Marián Cao, Marta Chirino,
Lorena Cosba, Joan Fontcuberta, Juan Gallego, Alfonso Galván, Linarejos Moreno, Lotta Olsson, Andrés Pachón,
José Quintanilla, Javier Riera, Diana Scherer, Jessica R. Shepherd, Antonio Tabernero, Javier Vallhonrat y Carmen
Van den Eynde
Guardas y portadillas: Alfonso Galván, Malas perspectivas (políptico), 2007-2016
© Joan Fontcuberta, Carmen Van den Eynde, Javier Vallhonrat, Alfonso Galván y Marta Chirino: VEGAP, Madrid, 2020
© Alberto Baraya: Fernando Pradilla, Madrid, 2020
Revisión de textos: Rosa Iglesias, Inmaculada E. Maluenda y Ana J. Revuelta
Los estudios previos de intervención en las piezas procedentes de los museos complutense forman parte del proyecto
de investigación I+D PGC2018-098396-B-I00: Metodologías innovadoras en conservación de colecciones científi-
cas con modelos didacticos de botanica, anatomia humana y animal basadas en tecnologías 3D
Agradecimientos: Francisco Javier Puerto Sarmiento (director del Museo de la Farmacia Hispana), Daniel Sánchez-
Mata (director del Herbario MAF. Facultad de Farmacia), Tania Iglesias, Galería Fernando Pradilla, José María Díaz-
Maroto, Mar Sorribas Roca, María del Sol Rodríguez Maíllo, María Paz Guadalix González, Ana Isabel Peláez Tardón,
Ruth Tejado Canelo, Colección de Fotografía Alcobendas, Ayuntamiento de Alcobendas, The New York Public
Library, Romy Rementeria, Galería Pilar Serra, P. Birkholm y Guillermo Peñalver
Coordinación de Ediciones Complutense: Manuel Joaquín Salamanca López
Editorial: Ediciones Complutense
Madrid España 2020
ISBN: 978-84-669-3686-6
Depósito Legal: M-37800-2019
ISBN (PDF): 978-84-669-3687-3

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