Está en la página 1de 3

Su Clasificación de las Canciones

Entrevista con el Profesor Olhd


Wilbert Salgado

Yo: profesor Olhd, como maneja el tema de la música moderna con sus alumnos?
Profesor: En mis aulas usualmente me enfrento a la pregunta sobre mis preferencias musicales.
Sabiendo que entre mis alumnos y yo existe una ancha brecha generacional, y por ende de
gustos, intento explicarles de que cualquiera cosa que yo diga corresponde solo, y solamente, a
mi realidad: que no pretendo ni imponerme ni convencerlos de que piensen como yo. Les digo
que clasifico las canciones según la parte del cuerpo que me estimule.
En la primera categoría ubico las canciones que me hacen pensar con la cabeza. Sin importar el
género, la canción que me estimule cognitivamente me hace aprender algo nuevo o recordar
algo que he vivido o leído antes. Lo nuevo puede ser una palabra, un evento histórico, una
emoción, o una figura literaria usada con genialidad. El arreglo musical siempre es importante,
claro. Las notas, sean vigorosas o solemnes, hacen emerger cierta euforia sensorial—calma,
energía, piloerección. Sin embargo, es la letra la que pone al cerebro a trabajar. Las metáforas
genuinas, la narración potente, la declaración filosófica, la relación lingüística con las historias
humanas son las que arrancan el bagaje intelectual del oyente—lo retan, lo provocan, lo
electrifican y lo hacen llegar a ese momento zen. Ah la autorrealización de la vida.
Una canción que mezcla la filosofía del estoicismo, esperanza y espiritualidad y ese
simplicísimo virtuoso que solo una persona sentipensante puede decir es Gracias A la Vida de
Violeta Parra. Ese agradecimiento a la vida (la naturaleza para mí y a los dioses para los
religiosos) por tantos casas que a veces no reconocemos como vitales en nuestro ciclo de
nacimiento, vida y muerte.
¿Qué somos sin lenguaje?, pregunta Parra. Ocho mil años de desarrollo lingüístico es una
herencia enorme. Solo el que sabe identificar y describir las emociones, los fenómenos
naturales y sociales alcanza su desarrollo intelectual y humano. El resto se queda arañando los
parales de esa escalera social que muy pocos escalan hasta la cima, sin saber que tan solo
necesitaba aceptar esos ocho mil años de historia y respetar y agradecer.
Luego agradece por el placer y bienestar que a nuestras vidas traen cada órgano de nuestro
cuerpo. Tenemos oído para oír al elefante barritar, al herrero estrujar el metal, al carbón
estallar en chispas. Tenemos el corazón para amar al que nos activa la sensitividad o al que nos
despierta la sensibilidad. Amamos al o la que nos atrae químicamente o a los que nos
necesitan.
Una canción así congela mis sentidos y pone mi materia gris a agregar cosas por las que
agradecer a la vida.

Gracias a la vida, que me ha dado tanto


Me ha dado el sonido y el abecedario
Con él las palabras que pienso y declaro
Madre, amigo, hermano y luz alumbrando
La ruta del alma del que estoy amando

Violeta Parra: https://www.youtube.com/watch?v=w67-hlaUSIs

Silvio Rodríguez
(Wilbert Salgado, borrador)
Entre todos los cantores del mundo hispano escolla uno que combina el despojo personal, la
música genuina, conciencia social y el virtuosismo lírico, Silvio Rodríguez --ese trovador tan
desconocido por las masas latinoamericanas y el resto del mundo, que se diría que solo los
cubanos de hace rato y las elites intelectuales lo han reclamado y aclamado como el productor
de canciones que fuerzan al cerebro a aumentar las conexiones sinápticas.
Pero las piedras son frías
Y le interesaban calor y alegrías
Las joyas no tenían alma
Sólo eran espejos, colores brillantes
Y al fin bajo hacia la guerra
¡Perdón! quise decir a la tierra

Su Canción del Elegido canta una mini epopeya de un revolucionario del siglo veinte, uno
verdadero, no uno de esos que demagogos que terminan viviendo entre extravagancias y
comodidad porque creen merecerlas más que los demás. El elegido no solo busca entre el
mundo provincial de los objetos; se eleva hacia el universo en busca de ideas filosóficas y
ejemplo de un estilo de vida sin mezquindad.
Es un realista. Aunque va detrás de la utopía humana, se da cuenta que el humano como grupo
es mezquino y abusador. Sabe que de nada sirve ser pensador y descubrir la solución a los
problemas humanos, de nada le sirve presentárselos como Prometeo le dio el fuego a los seres
que amaba: el hombre siempre recurrirá a la agresión para despojar a los más débiles de sus
recursos y energía. Ese imperialismo natural del hombre contra otra nación, contra su vecino,
contra su compatriota, contra la mujer y hasta contra su propia familia, siempre causará
guerras.
Lo medular de las canciones de Silvio es que no nos atiborra de los narcicismos de Hollywood ni
de los romanticismos de borrachos que prefieren la botella ni de banalidades de la pornografía
verbal. Silvio parte de lo personal y nos lanza a ver el mundo y la expansión fuera del planeta.
Fue de planeta en planeta
Buscando agua potable
Quizás buscando la vida
O buscando la muerte eso nunca se sabe

Silvio Rodríguez: https://music.youtube.com/watch?v=6-7zuxo6qCo

Bobo Marley

Me hace pensar con el corazón

Me hace pensar con el culo.

También podría gustarte