Está en la página 1de 1

La locura de Hamlet: Un viaje por la mente atormentada

Por 02. Rodrigo Ambrocio


Hamlet llega a una encrucijada entre matar o no, y poco a poco cae en un mar de locura y
emociones ahogándose lenta y dolorosamente por su indecisión.
¿La locura Mata?
Según la RAE (Real Academia Española) la palabra locura es una privación del juicio o del
uso de la razón lo cual Hamlet experimenta mientras vemos el desarrollo de su personaje.
Imagina estar flotando en una oscuridad parecida a un mar, esta oscuridad viene
acompañada de pequeñas y relajantes olas las cuales parecen inofensivas para cualquiera,
a este ¨mar¨ le llamaremos ¨juicio¨, de pronto observamos que las pequeñas olas se
convierten en algo mas grande lo cual nos genera un sentimiento de miedo y adrenalina la
cual nos lleva a hacer cosas nunca antes pensadas, hasta que todo se desborda y esas olas
grandes se convierten en un tsunami el cual nos consume y ahoga en locura por completo,
este mar que teníamos idealizado como juicio nos consume como la locura.
De hecho, Sigmund Freud estudio al personaje de Hamlet por sus diversos
comportamientos psicológicos en la obra.
Uno de los aspectos más intrigantes del personaje principal es su gradual descenso a la
locura. A lo largo de la historia, Hamlet muestra un comportamiento errático, una mente
atormentada y una aparente pérdida de la cordura. Hamlet se plantea si la venganza tiene
un fin, un respaldo o algo que justifique cargar con la culpa de matar a alguien, Hamlet
tiene que buscar su realidad, lo que es verdad y lo que es mentira, lo real y lo irreal, ya que
tiene todo para actuar, pero la indecisión y angustia lo consumen haciendo que caiga en
un estado de locura. Esa locura se aprecia cuando Hamlet no actúa de forma racional ya
que comienza a ver espectros, no puede explicar el significado de la muerte, ni si quiera
justificar su venganza cuando la respuesta esta clara. La duda y la incertidumbre sobre si
debe o no tomar represalias contra su tío lo atormentan y erosionan su estabilidad
emocional. La lucha entre su deseo de venganza y su conciencia moral lo sume en un
estado de confusión, paranoia y locura. A medida que Hamlet se sumerge en sus
pensamientos y dudas, se vuelve cada vez más solitario y aislado. Su desconfianza hacia
sus amigos, lo lleva a alejarse de ellos y perder los vínculos sociales que lo podrían haber
apoyado. Este aislamiento emocional aumenta su sensación de alienación y contribuye a
su declive mental La tendencia de Hamlet a reflexionar sobre su vida y el significado de la
existencia lo lleva a un estado de obsesión y parálisis mental. Sus pensamientos
introspectivos se vuelven cada vez más oscuros y pesimistas, lo que refleja su deterioro
emocional. Su constante duda y falta de decisión lo impulsa

También podría gustarte