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Lake
LUKA’S CAPTIVE
Juric Crime Family 04
Sinopsis:
Ella es una seductora silenciosa y yo tengo las llaves de su
libertad. Ahora que la tengo no puedo dejar que se vaya.
Construí el foso para infligir un dolor infinito a cualquiera que se
atreviera a ir en contra de la familia Juric. Solo había asesinos y
sádicos en las celdas.
Una simple bolsa robada por un ladrón de poca monta conduce a
un mundo de caos e incertidumbre.
Mi padre ya no cree que sea capaz de manejar mi puesto como su
mano derecha. Un puesto para el que literalmente me entrenaron la
mayor parte de mi vida.
Hubo una época que el nombre de nuestra familia era tan temido
que nadie se atrevería siquiera a respirar mal cerca de nosotros, pero
ahora, después de que Ilia Vavra ha expuesto nuestra debilidad, la
familia Juric está siendo puesta a prueba por todos.
Es mi trabajo asegurarme que todos se comporten, o teman mi ira.
Es un trabajo que me tomo muy en serio, pero parece que los que me
rodean no lo creen.
Mientras lucho por recuperar la confianza de mi padre, tener el
control sobre aquellos que deberían temernos y entrenar a los
hombres que guío, se comete un error difícil de arreglar.
Se suponía que mis hombres me traerían al ladrón, pero debajo de
la capucha, encerrada en la celda, está ella.
Brinley.
Ella me odia desde el momento en que me ve. Sus brillantes ojos
azules me miran con juicio.
Ella presiona cada botón que no sabía que tenía sin decir una
palabra.
Se supone que esta seductora silenciosa no debería estar aquí,
pero ahora que lo está, no puedo dejar que se vaya.
☠️ Descargo de Responsabilidad☠️
Este libro incluye varios acontecimientos gráficos traumáticos que
pueden ser preocupantes/desencadenantes para algunos lectores. Se
aconseja prudencia.
Capítulo 1
Luka
Brinley
S
—¿ abes que si volvieras a vivir con nosotros no te verías
obligada a vivir así? En serio, Brinley, ¿qué llevas puesto? —Los ojos
de mi madre recorren mi cuerpo con tal repugnancia que me hace
sentir sucia hasta el alma.
Suspiro y miro hacia otro lado sin querer enfrentarme. A la larga,
ella se cansaba y me molestaba con otra cosa. Había pensado que
cuando saliera de la casa de mis padres sería libre. Que viviría esta
gran vida, pero nada había cambiado. En lugar de convertirme en la
mujer independiente que anhelaba ser, solo lograron mantenerme
inmovilizada desde lejos. Incluso pusieron a mi hermanastro
conmigo solo para asegurarse de que pudieran vigilarme bien.
—¿Y qué hay de tu hermano? ¿Lo has visto? ¿Estoy tan
preocupada por él? Su trabajo lo tiene corriendo como un loco. —Mi
madre saca un cigarrillo y procede a encenderlo.
Jadeo y golpeo mi mano sobre la mesa para llamar su atención.
Cuando me mira hago señas con furia. Mis dedos se mueven
rápidamente y, aunque no aprendió mucho el lenguaje de señas
estadounidense, sé que entiende lo suficiente como para comprender
lo que estoy diciendo.
—Oh, Brinley, no seas tan dramática. ¿Dónde afuera? —Mueve la
mano, el humo del cigarrillo se eleva en el aire.
Mi boca se abre en estado de shock e incredulidad. ¿Dramática? Yo
soy la que sobrevivió al cáncer de garganta. Soy la que se lo que se
sentía al recibir quimioterapia y radiación, pero ella está sentada aquí
fumando en mi cara como si no hubiera ningún riesgo real. Niego con
la cabeza y tiro mi servilleta sobre la mesa lista para levantarme.
—Bien, bien, mira, lo estoy apagando, ¿de acuerdo? —Ella hace un
espectáculo de aplastar la punta del palo cancerígeno que sobresale
en un lado de su plato.
Empiezo a hacer señas de nuevo y ella agita su mano en mi cara
para que me detenga.
—Odio que sigas usando esa muleta cuando no hay
absolutamente nada de malo en tu voz. Habla, Brinley.
Resoplo otra vez y me aclaro la garganta. Me diagnosticaron una
forma rara de cáncer de laringe cuando tenía diecisiete años. Un día
me desperté con dolor de garganta y nunca desapareció. No fue hasta
que no pude hablar más que mis padres me llevaron al médico.
Después de algunos análisis de sangre, estaba claro que tenía cáncer.
El tratamiento fue peor que la enfermedad, pero después de tres
rondas de quimioterapia, estoy orgullosa de estar libre de cáncer.
Aun así, el hecho de que ahora tenga un certificado de salud limpio
no significa que esté completamente sana. Para asegurarse de que el
cáncer no regrese, los médicos tuvieron que extirpar un trozo de mis
cuerdas vocales. Como técnicamente tengo una parte de ellas, todavía
puedo hablar, pero es agotador. Por lo general, las palabras salen
como susurros o chirridos, por lo que tiendo a hacer señas más que a
hablar. He aprendido a convertirme en la florero silencioso, en lugar
de en la vibrante debutante que solía ser.
—No he visto a Geoff en semanas—digo, mi voz tan suave como
una pluma.
—Es una pena, me hubiera encantado verlo. —Mi madre suspira y
mira a un lado como si pudiera convocar al niño dorado con un
deseo. No importaba lo que hiciera mi hermanastro, mis padres lo
trataban como si cada paso que daba fuera sobre el agua. No
entiendo cómo no pueden ver lo jodido que él está en realidad. No
solo está con algunos hombres realmente sombríos, sino que
generalmente está completamente drogado cada vez que está cerca.
Realmente nunca me importó Geoff, pero él es familia, así que trato
con él.
—Lo siento —digo, pero estoy segura de que no me oye. La gente
rara vez lo hace.
El camarero viene con la cuenta y otro vaso de agua para las dos.
Finalmente veo la luz al final del túnel. Esto está casi terminado.
—Quiero hablar contigo sobre cenar con Mitch, Brinley. Volvió a
preguntar por ti. —Mi madre me mira moviendo las cejas como si lo
que había dicho se suponía que era algo bueno. No podía soportar a
Mitch, no solo es increíblemente deficiente en el departamento de
higiene personal, sino que también es un completo idiota.
—No—digo, asegurándome de pronunciar la palabra para que lo
entienda sin lugar a dudas.
—¿Por qué no, Brinley? Me refiero a, honestamente con tu
condición quién se va a tomar el tiempo de entenderte. Al menos con
Mitch él sabe qué esperar. Creo que es un buen partido—dice
tomando un sorbo de su agua.
Nunca deja de sorprenderme lo insensible que puede ser mi
madre. Soy su sangre, pero a ella no le importa nada mi felicidad.
Todo lo que quiere es asegurarse de que todos sepan la perfecta
familia que somos. No puedo soportarlo
Aparto su molesta voz de mi mente y me concentro en mi
respiración profunda. Después de mi diagnóstico, descubrí que
muchas de las cosas que creía que necesitaba para ser feliz no
importaban. No necesitaba el teléfono más nuevo o un coche 0Km.
No necesitaba ropa de diseñador, ni viajes semanales al salón, solo
necesitaba el aire en mis pulmones. Desde entonces he estado
practicando yoga. El yoga y una vida limpia son las únicas cosas que
me mantienen sana.
—¿Sabes lo grosero que es ignorar a alguien cuando te está
hablando? ¿Qué voy a hacer contigo, Brinley? No te crié para que
fueras así. —Mi madre aprieta los labios en una línea severa, pero
apenas lo noto. No me importa lo que piense de mí o de cualquier
otra persona. Sé quién soy y lo que quiero si tan solo tuviera
Luka
S
— eñor Orzen, ¿kako si? (NdelT: ¿Cómo está?)—dice el guardia
mientras me cachea. Debería saber el nombre del hombre. Lo he visto
más de lo que me gustaría en el último mes, pero por mi vida no
puedo recordarlo. Desde que empezó toda esta mierda con Ilia y
Rooster he tenido que venir a la Košnica más de lo habitual para
poner al corriente a mi padre. Dice que son solo para ponerse en
contacto. Solo yo sé que la verdadera razón es porque mi padre está
perdiendo la fe en mi habilidad. No importa que me haya adoptado,
si Marko Juric siente que soy alguien dañino para su familia, me
mataría y pediría perdón mientras lo hace. Si una de estas reuniones
no sale como a él le gustaría, podría estar mirando la boca del cañón
de un arma.
—Ja sam dobro. (NdelT: Estoy bien.) —Asiento con la cabeza
cuando el hombre termina y bajo las escaleras para poder reunirme
con Marko. Veo a Kaja viniendo hacia la salida mientras me dirijo al
nivel inferior.
—¿Cómo va la vida de casado, Kaja? —Extiendo la mano tirando
de él a un abrazo de hermano y beso sus dos mejillas. Kaja es el
epítome de un triunfador, el hombre se abrió camino desde ser un
matón callejero de bajo nivel hasta convertirse en un bratok (NdelT:
hermano). Algo que es casi imposible de lograr. Por supuesto, hubo
algunos dolores de crecimiento en el camino. Ahora dirige todo el
sector de armas pequeñas de nuestra familia y, por lo que he oído, lo
está haciendo muy bien.
—Ella me está pateando el culo, pero amo cada maldito segundo
—dice sonriendo mientras se aleja de mí—. ¿Cuándo vas a
establecerte y conocer a una buena chica?
—¿Conocer a una buena chica? Conozco a una buena chica todas
las noches. —Le sonrío. Sé que mi padre quiere más nietos. Quiere
que su legado siga vivo, pero eso no está en mis planes. Me gusta
follar, pero me aseguro de no dejar ningún hilo suelto dando vueltas.
No tengo tiempo para una mujer o un mocoso. Eso se lo dejo al niño
dorado Sven, parece estar haciendo todo lo que mi padre esperaría
que hiciera. Incluso se enamoró de la mujer que Marko arregló para
que se casara con él. Puedo entender la atracción, Ema es una mujer
apasionada, pero eso es solo una coincidencia.
—Creo que estás loco, Luka. ¿Todo bien aquí? —Kaja hace un
gesto con la barbilla sobre mi hombro para asegurarse de que no
necesito apoyo.
—Da. Tengo que reunirme con Marko, pero todo está bien. —Le
doy la mano de nuevo y Kaja se ocupa de sus asuntos.
Por lo general, en este momento iría al bar de la casa y tomaría
una copa para prepararme para la reunión con mi padre. Excepto que
sé que está en la sala de reuniones comiendo y esperando que a que
llegue. Lo último que necesito hacer ahora mismo es hacerlo esperar
más.
Ya está lo suficientemente cabreado. Al menos puedo decirle que
tengo al responsable de robar nuestro producto. Mis subalternos ya
me informaron que tienen a Geoff y lo traerán a mis instalaciones.
Incluso si el chico me dice todo lo que sabe en los primeros segundos
que me ve, tengo días de diversión esperándolo. Mi padre no me
puso a cargo de la seguridad, porque tengo el estómago débil. De
hecho, de todos, soy probablemente el que se siente más cómodo con
la sangre y la carnicería.
Llamo a la puerta de la sala de reuniones y espero.
—Ući (NdelT: Entre) —oigo gritar a mi padre.
Entro y, como había sospechado, la larga mesa está llena de
comida y bebida. A Marko le encanta comer, así que se asegura de
tener siempre lo mejor de lo mejor. Lo que no esperaba ver es a Sven
y a su hija. La niña no tiene ni un año, pero ya tiene a estos dos
hombres alrededor de su dedo meñique, sin mencionarme a mí.
Saltaría de un edificio de treinta pisos solo para asegurarme de que
ella está bien. Con todo lo que está pasando no he podido verla tanto
como me gustaría, pero ahora que está aquí no puedo evitar
acercarme a ella.
—Kerubin—digo dando pasos largos hacia la niña que cuando me
ve deja escapar un chillido. Sven la deja en el suelo y, para mi gran
sorpresa, gatea rápidamente en mi dirección. ¿Cuándo empezó a
hacer eso? Oh, ¿qué más me he perdido? Ema dice que la pequeña
Suzana y yo nos hemos vuelto tan cercanos, porque ambos actuamos
como niños. Realmente no me importa por qué la niña me ama tanto.
Todo lo que sé es que todo mi mundo se detiene cuando levanta las
manos hacia mí y sonríe.
—Has crecido tanto, pequeña. Apuesto a que tienes mucho que
contarme. —La arrullo e instantáneamente comienza a balbucear
como si realmente me estuviera contando lo que ha estado haciendo
las últimas semanas. Me río y asiento con la cabeza como si
entendiera, lo que la hace reír. Incluso Sven sonríe mientras observa a
su hija y a mí en este vínculo.
—No te llamé aquí para reírte, Luka.—ladra mi padre desde
donde está sentado en la mesa. Tanto Suzana como yo saltamos ante
la interrupción. Es mi culpa, me había olvidado por completo de mi
padre.
—Tienes razón, žao mi je (NdelT: Lo lamento). —Asiento una vez y
acompaño a la niña hacia su padre para que Marko y yo podamos
ponernos manos a la obra. Me acerco para pararme frente a mi padre
y esperar a que hable conmigo. En lugar de eso, vuelve a colocar el
plato frente a él y continúa comiendo. Mi padre no tiene que moverse
rápido por nadie, incluido yo. Este ataque a nuestra familia no ha
cambiado el hecho de que es despiadado y ahora tiene sed de sangre.
No sé por qué alguien elegiría enfrentarse a él, pero como jefe de
seguridad de toda la familia, es mi trabajo asegurarme de que todos
respeten su palabra. Un trabajo que no he podido hacer.
Después de estar aquí durante unos diez minutos, Marko deja el
tenedor y se reclina en su silla.
—¿Qué has hecho para rectificar la enorme cagada que permitiste
que tuviera lugar?
Dejo escapar un suspiro.
—Ya he identificado quién es el culpable. Mis subalternos lo
atraparonn y lo llevaron a mis instalaciones.
Marko suspira como si ésta no fuera una noticia impresionante y
tengo que apretar los puños a los costados. Estoy seguro de que no
hay nada que pueda hacer que lo impresione, pero eso no significa
que me haga sentir bien saber que solo me ve como un fracaso.
—¿Y sobre el papeleo? A Zeus le llevó un tiempo superar todos
los trámites burocráticos, sería increíblemente decepcionante si todo
fuera en vano.
—Todavía no lo tengo. Es mi única prioridad asegurarme de
que…
—Tu prioridad debería haber sido asegurarte de que nadie jodiera
con lo que es nuestro y ¡no lo hiciste! —me ladra Marko y me hace
cerrar la boca con fuerza—. Tal vez me equivoqué cuando te nombré
jefe de seguridad. Me parece que no eres capaz de tomarte nada en
serio. Creo que Sven puede tener mejor suerte. Él sabe lo que es
necesario para hacer el trabajo.
Oigo la silla de Sven raspar el suelo cuando salta.
—¡Padre!—exclama, pero Marko levanta la mano para evitar que
diga algo más.
Cada parte de mí quiere gritar de frustración. Sé que mi hermano
nunca haría nada para ir en mi contra. Aunque si nuestro padre le
dijera que me sacara del negocio, no tendría más remedio que
hacerlo. Odio que sea tan jodidamente bueno en todo. Se casó con la
mujer adecuada para crear una alianza entre las familias Sever y
Juric. Proporciona estabilidad cuando se trata de adquirir nuevos
acuerdos. Todos respetan a Sven, pero a mí me ven como una maldita
broma.
—Si crees que eso es lo mejor, por supuesto que nunca iré en
contra de tu palabra. Pero te pido que me des esta oportunidad de
demostrarte que puedo recuperar lo que nos robaron—digo haciendo
todo lo posible para mantener cualquier emoción que pueda sentir
fuera de mi voz. Conozco a mi padre, si muestro debilidad se
abalanzará sobre mí.
—Que así sea. Limpia este desastre y luego decidiré si eres digno
de tu cargo. —Marko lanza su mano en mi dirección y vuelve a
comer como si no hubiera estado a punto de destruir todo mi jodido
mundo.
Me doy media vuelta y camino hacia la puerta. Escucho a mi
sobrina llamarme, pero no me detengo. Estoy demasiado enojado en
este momento para estar cerca de esa dulce niña. Sven debe haberla
puesto a gatear, porque un segundo después de que salgo por la
puerta de la sala de reuniones, sale disparado para atraparme.
—No dejes que esto te desanime, Luka. —Sus ojos son severos y
decididos.
—No te preocupes por eso, Sven. Conozco mi lugar—espeto, el
veneno goteando de mis palabras.
Sven se sacude hacia atrás como si lo hubiera golpeado en la cara.
—¿Qué mierda se supone que significa eso?
—No soy estúpido, todos sabemos que serías un Pakhan mejor
que yo. Padre no se está haciendo más joven y ha dicho en más de
una ocasión que es hora de que empiece a buscar a su sucesor.
Las cejas de Sven se arrugan y niega con la cabeza.
—Da, eso es verdad. Pero también dijo que, si le sucediera algo, tú
y yo nos haríamos cargo.
Levanto las manos con frustración y pongo los ojos en blanco.
—¿En qué maldito mundo de fantasía vives donde habría dos
jefes? Jamás sucedería, tú lo sabes y yo lo sé. O elegirá a uno de
nosotros o uno de nosotros será asesinado. Te ha estado preparando
desde que éramos niños para tomar el control. Es solo que recién
ahora lo he notado. Ni siquiera fui una maldita opción, solo un peón
puesto aquí para hacerte trabajar más duro—suelto y me acerco a la
cara de mi hermano.
Él no retrocede. Sven puede ser el más tranquilo de los dos, pero
es igual de jodidamente letal. De hecho, si no fuera porque no le
gustaba ensuciarse, estoy seguro de que sería capaz de hacer todo, si
no más, de lo que yo podría hacer en mis instalaciones.
—Cuídate, hermano, odiaría que te alejes de la única persona que
luchará por ti. No sé qué le pasa a tu cerebro, pero Marko nos ha
preparado a los dos de la misma manera para el puesto y si dice que
los dos deberíamos tomar el relevo, eso es lo que sucederá. Si va a
haber dos Pakhan, que así sea. Desafío a cualquiera a hablar en contra
de nosotros. Sé que haré mi parte para asegurar que se cumplan los
deseos de mi padre.
Asiento con la cabeza y doy un paso atrás, hay una manera segura
de ver si realmente quiere decir lo que dice.
—Sven, mírame a los ojos y dime que no tendrías problema en
recibir órdenes mías. Si Marko decretara ahora mismo que soy su
sucesor, dime que inclinarías la cabeza y me besarías la mano para
jurarme lealtad. Que todas mis órdenes y batallas serían un placer
para ti.
Lo miro a los ojos y espero a que hable, no con la boca, sino con el
alma. Es posible que pueda engañar a las personas que lo rodean,
pero Sven no puede engañarme. Puedo leer cada pensamiento que
pasa por la cabeza del hombre con solo mirarlo a los ojos como si
fuera un lector de mentes. Abre la boca para hablar, pero ya sé la
respuesta. No habría manera. Sus hombros caen cuando me giro para
alejarme.
—Luka, hermano, somos familia. Recuerda eso—dice Sven a mi
espalda mientras camino por el pasillo para salir de la colmena
subterránea.
Sí, soy de la familia, pero no lo suficientemente bueno para ser el
cabeza de la familia.
Capítulo 4
Luka
Brinley
No saldré de aquí.
El cuarto donde me tienen está cerrado por afuera. No hay
ventanas excepto la pequeña abertura en la puerta por donde
supongo miran los guardias. No hay libros, ni televisión, nada más
que un pallet, un lavabo y un inodoro de metal. Está tan vacío como
cualquier lugar en el que haya estado.
—¿Hay alguien ahí? —Oigo una voz, pero no sé de dónde viene.
Intento responder, pero no es lo suficientemente alto para que
quienquiera que sea me escuche—. ¡Sé que estás ahí! Los vi entrar
contigo. Vamos, responde. —El hombre suena tan desesperado—.
Luka realmente sabe cómo elegirlas, eh.
¿Luka? ¿Ese es el nombre del hombre que me secuestró?
—¿Tú ahí?—dice el hombre a través de la pared y presiono mi
mano contra la piedra fría tratando de ofrecerle algo de consuelo. Me
pregunto cuánto tiempo llevará...
—Apuesto a que tu coño es agradable y apretado.
Jadeo y retrocedo.
—Oh, escuché eso. Sabía que estabas allí. Sí, cuando salga de aquí
eres la primera persona a la que voy a visitar. Voy a meter mi puño
en ese estrecho agujero y arrancarte las entrañas. Pero solo después
de meter mi polla allí primero. Vamos, cariño, dime algo. Quiero
imaginarme salpicando mi semen por toda tu cara antes de cortarte la
cabeza y meter mi polla en tu garganta sangrando. —El hombre se ríe
en voz alta y me alejo de la pared como si eso haría que se olvidara
de que estoy aquí.
¿Qué clase de gente hay aquí abajo en este infierno?
Me deslizo hasta el suelo, haciendo lo mejor que puedo para
controlar mi respiración. Solo que parece que todos aquí abajo deben
saber que estoy aquí, porque comienzan a gritar y maldecir tratando
de llamar mi atención. No tengo adónde escapar, no puedo
esconderme y ni siquiera puedo pedir ayuda. No hay nadie aquí para
ayudarme.
El ruido me abruma y me tapo los oídos con las manos para
ahogarlo. Grito a todo pulmón para que se detengan, pero claro,
como todo, es inútil. Nadie puede oírme. Ni siquiera yo puedo oírme.
Capítulo 6
Luka
Luka
Brinley
Han pasado al menos cinco días desde que estoy aquí. Pensé por
un tiempo que tal vez Geoff se entregaría para que pudiera irme, pero
eso no sucedió. Después, durante un tiempo, pensé que mis padres
enviarían a la policía por mí, pero eso tampoco sucedió. Realmente
no puedo culparlos por no venir, ¿cómo sabrían dónde buscarme?
Veo a uno de los guardias que me trajo aquí un par de veces. El
mismo que se llevó la peor parte de la ira de Luka el primer día de mi
encarcelamiento. Veo a otro guardia que no conozco y cada vez que
pasa para ver cómo estoy se queda un poco más de lo que creo que es
necesario. Solo veo a esos dos, pero no he visto a Luka.
¿Me pregunto qué hace un hombre que encarcela gente en su
tiempo libre?
El hombre en la celda a mi lado no ha dejado de intentar meterse
debajo de mi piel, pero he sido capaz de bloquearlo. Solo de vez en
cuando, cuando dice algo completamente discordante, me doy cuenta
de que me está hablando a mí. En su mayor parte, como no tengo
nada que hacer, trabajo en mis ejercicios y respiración. Me mantengo
ágil, no estoy segura de por qué. Para mí es solo algo para ocupar mi
mente.
La pequeña ventana de mi puerta se abre y veo al nuevo guardia.
—Comida—gruñe. Me acerco a la puerta y tomo el plato pequeño
que me está ofreciendo. Es una hamburguesa de carne de algún tipo,
al menos eso creo. Se me revuelve el estómago de solo pensar en
comérmela. No he comido carne desde que era una niña. Tengo
reacciones muy adversas a la proteína animal. Mi madre me llevó al
médico por eso, pero en realidad nunca supieron por qué me
enfermaba tanto después de comer carne. En lugar de lidiar con eso,
era completamente vegana desde los siete años. Por supuesto, mis
captores no lo sabrían.
Dejo el plato en el suelo. No he podido comer nada de lo que han
intentado darme de comer. Mi mente está empezando a nublarse un
poco, pero me facilita la meditación. Me siento hacia adelante en el
camastro lista para comenzar mi siguiente ronda de estiramientos
cuando el sonido del metal deslizándose hace que mi corazón salte
hasta mi garganta.
—Te di la comida para comer—dice el nuevo guardia. Deja abierta
la puerta de mi celda y entra lentamente. Solo me toma un segundo
darme cuenta de que tiene una erección.
Oh, Dios. Pensé que estar atrapada aquí sería el alcance de mi
tortura, pero parece que mi cuerpo es el siguiente objeto en juego.
—No parece gustarte mucho estar aquí. Lo entiendo. Es un lugar
aterrador lleno de personas aterradoras. Necesitas amigos en un
lugar como éste. Puedo ser un buen amigo para ti. —Se agarra la
polla por la parte delantera de sus pantalones y le da un lento tirón.
—Uf. —Le doy la espalda, pero incluso mientras lo hacía podía
sentir que era algo incorrecto. Me agarra del pelo y me tira al suelo.
Me alejo de él y trato de gatear sobre mis manos y rodillas, pero él me
agarra de nuevo y rasga mi ropa. Le doy una patada, pero me agarra
del tobillo y me tira debajo de él con un fuerte tirón.
Gruño y trato de levantarme, pero el hombre es demasiado fuerte.
—Sí, perra. No puedo creer que nadie haya venido aquí a jugar
contigo todavía. No me he follado a alguien tan pequeño como tú en
años. Te voy a partir en dos con mi polla. —Él tira de sus pantalones
y siento la suave carne de su abdomen en mi espalda.
—Por favor. Por favor—ruego y aunque estoy gritando solo se
escucha como un susurro.
—Oh, mira eso, ni siquiera puedes actuar como si no te gustara.
Has estado deseando un poco de polla, ¿verdad? —Arranca el resto
de mi ropa dejándome completamente desnuda a excepción de mis
bragas y calcetines.
Las lágrimas nublan mi visión y respiro profundamente tratando
de armarme de valor para lo que está por venir. No puedo creer que
esta vaya a ser mi primera vez.
Después de mi diagnóstico de cáncer, pasé mucho tiempo
tratando de mejorar. Luego, una vez que lo hice, no tenía mi voz y a
ningún hombre le importaba tolerar el lenguaje de señas. Me he
estado aferrando a mi virginidad esperando que el hombre adecuado
venga y me haga perder el control, solo para que un matón que se
aprovecha de las mujeres pequeñas me la robe.
Empujo mis manos una última vez tratando de alejarme del
hombre mientras intenta quitarme las bragas, por suerte mi mano
aterriza en uno de los platos que me dieron para comer. Lo agarro y
lo balanceo con todas mis fuerzas contra su cabeza. Grita cuando
hago contacto por primera vez, pero no me detengo. El plato es de
metal para que no se rompa. Lo golpeo dos veces más y se aleja de mí
llevándose la mano a la cabeza. La sangre se desliza entre sus dedos
mientras gime. Tomo unas cuantas respiraciones profundas y me giro
hacia la puerta. Todavía está abierta. La puerta de mi prisión está
abierta y ahora nada me impide salir de aquí. Me pongo de pie y
salgo corriendo.
No tengo idea de a dónde voy, pero el diseño de este lugar parece
bastante sencillo. Corro a toda velocidad por el largo pasillo. Puede
que no sea la persona más fuerte del mundo, pero tengo resistencia y
soy rápida.
—¡No!—escucho al guardia rugiendo detrás de mí. Supongo que
no lo golpeé lo suficientemente fuerte. Giro por una esquina para ver
otro pasillo largo. Estoy empezando a pensar que tal vez no hay
manera de salir de aquí. El hombre detrás de mí me está alcanzando
y todavía no veo una salida. Sigo corriendo No me molesto en mirar
atrás, porque sé que el guardia está muy cerca de atraparme. Puedo
oír su respiración mientras carga hacia mí. Giro una vez más, pero en
lugar de un largo pasillo como esperaba, veo tres puertas. Una de
ellos debe ser la salida. Decido ir por la del medio, pero antes de que
pueda alcanzarla, Luka sale y choco con su pecho tan fuerte que
reboto como una pelota de baloncesto y caigo con fuerza al suelo.
Se acabó.
Miro entre mi captor y el guardia que me ha estado persiguiendo,
su camisa todavía abierta y sus pantalones arriba, pero
desabrochados. Luka está vestido con un traje negro sencillo, muy
diferente a todo lo que le he visto. Por lo general, lleva algo llamativo,
destinado a impresionar, estoy segura.
—Lo siento, Luka, ella no iba a escapar. Me golpeó mientras
intentaba darle de comer—le explica el guardia que acaba de intentar
violarme.
Gimo y dejo caer las manos a mis costados, esto es inútil. Si vuelvo
a esa celda la próxima vez que él venga, no voy a lograrlo.
—¿Que estabas haciendo? —La voz de Luka es tensa, todo su
cuerpo lo es. Casi como si estuviera sufriendo.
—Te lo dije, estaba tratando de alimentarla—repite el guardia.
—¡Lagati! (NdelT: ¡Mentira!)—sisea Luka. No sé lo que dijo, pero
el guardia parece entenderlo—. Estabas tratando de alimentarla. Sin
embargo, ella está huyendo desnuda y tu polla está básicamente
fuera de tus pantalones.
Miro el rostro de Luka. Pensé que le diría al guardia que me
llevara de vuelta a mi celda, pero parece que está molesto por la
forma en que me han tratado.
—Voy a preguntarte de nuevo. ¿Que estabas haciendo?
El guardia traga saliva.
—Yo... yo solo me estaba divirtiendo un poco.
Luka me mira, sus ojos recorren mi cuerpo. Más rápido de lo que
puedo procesar, Luka se acerca a su lado para sacar un arma y le
dispara al guardia seis veces hasta que el arma en su mano se vacía.
Mi boca se abre en un grito ahogado mientras observo cómo el
cuerpo de mi torturador cae al suelo y deja de moverse por completo.
Él lo mató.
Claro que no quería estar cerca de él por más tiempo, pero nunca
antes había visto morir a nadie.
El otro guardia sale corriendo de una de las habitaciones y mira de
Luka al otro guardia y luego a mí.
—Segen no hizo su trabajo. Búscame otro aspirante. Necesito otro
guardia aquí—le dice Luka al único guardia vivo. Sin embargo, sus
ojos no han dejado los míos. No sé qué espera ver. Si está buscando
gratitud, necesita buscar en otra parte. No hay nada que Luka haya
hecho por mí por lo que esté agradecida. No es mi salvador, me da
asco. Estoy bastante segura de que hay un nivel especial de infierno
solo para él.
Capítulo 9
Luka
que fuera. Soy menos que la perfección que traté de ser. Soy
defectuoso.
Cierro el portátil y entierro mis manos en mi cabello tirando de él
con fuerza. Todavía no se ve a Geoff e incluso algunas de las
conexiones de Dagger aparecieron para ayudar a buscar. Descubrí
que la mujer en la celda es su hermanastra. Brinley es su nombre.
Hasta el momento nadie ha denunciado su desaparición.
Quienquiera que sea su familia no parece preocuparse por ella.
Sven ha intentado comunicarse conmigo varias veces, pero no me
atrevo a hablar con él. Sé que hizo lo que tenía que hacer, pero nunca
me habían humillado tanto en mi vida. Mi padre me hizo sentir que
no soy nada y ante sus ojos es verdad.
Todavía no he dejado de intentar encontrar a Geoff, pero cuanto
más tiempo está huyendo, más parece que nunca lo encontraremos.
Estoy pensando que probablemente ya esté en otro país. Yo haría lo
mismo si fuera él.
Cada parte de mi cuerpo está tenso, contemplo entrar a ver a
Camy para que me la chupe. Pensar en ella ni siquiera me hace
temblar la polla. Cambio a través de las señales de circuito cerrado de
televisión que conecta con todas las celdas de la instalación. Mis ojos
se desvían hacia Brinley. Petar ya la ha llevado de regreso a la celda y
observo mientras camina de un lado a otro. Ella sacude los brazos a
los costados como si estuviera tratando de deshacerse del estrés que
estoy seguro se está acumulando en su interior. Apuesto a que está
abrumada aquí. Apuesto a que está esperando a que su familia venga
a rescatarla. No parece el tipo de persona que estaría acostumbrada a
estar en este tipo de situación.
Me encuentro reproduciendo la mirada que me dio una y otra vez
mientras observo la pequeña transmisión y la veo moverse. Todavía
está desnuda y sus pequeños senos suben y bajan mientras intenta
respirar profundamente. Cuando cae al suelo, me muevo hacia
adelante en mi silla completamente fascinado por lo que está
haciendo. Sus hombros suben y bajan varias veces antes de colocar las
manos en el suelo y levantar la pelvis. Sus pies todavía están en el
suelo y parece que está en una V invertida. Se queda así durante casi
medio minuto antes de levantar una mano al cielo y estirarse.
¿Está haciendo yoga? Puta mierda. Casi me río de lo extraña que es.
En este loco lugar, ¿cree que hacer yoga la ayudará? Mantengo mis
ojos en ella y observo mientras lenta y expertamente se pone en poses
durante largo tiempo. Su cuerpo se dobla de una manera que no creo
que haya visto nunca moverse el cuerpo de nadie.
Cuando levanta el pie hacia atrás y lo apoya en la parte posterior
de su cabeza, dejo escapar un profundo gemido.
Mi polla está dura como una roca y ni siquiera me di cuenta.
Mierda, esta mujer es sexy en formas que no creo que se dé cuenta.
Me pregunto qué tan profundo en ese pequeño cuerpo sería capaz de
meter mi gruesa polla antes de que me dijera que no podía más.
—¡Mierda! —En un estallido de lujuria primitiva, saco mi polla
como un maldito hombre de las cavernas y empiezo a masturbarme
con las imágenes de ella. Mis ojos observan con deleite mientras pasa
a la siguiente postura y ésta la tiene levantando los senos hacia arriba
—. ¡Jebote! (NdelT: ¡Mierda!) —gimo mientras bombeo furiosamente
mi mano sobre mi pene. La electricidad vuela sobre mi piel, mi
espalda hormiguea con placer y una punzada de dolor destella
cuando mis bolas se aprietan contra mi cuerpo. Voy a correrme tan
jodidamente duro. No puedo creer lo rápido que mi cuerpo está listo
para liberar esta carga. Se siente como si mi orgasmo llegara desde
mis pies hasta mi cabeza. Chupando todo de mí. Me masturbo con
más fuerza usando mi otra mano para agarrar la silla y prepararme
para un clímax que apuesto a que sería el mejor que he tenido en
mucho tiempo.
Mis abdominales se contraen con fuerza y un volcán de semen
sale disparado de mi polla hacia mis pantalones y las pantallas frente
a mí, pero ese no es el final. Sigo bombeando mientras chorros más
pequeños continúan saliendo a través de la punta.
—¡Mierda!—rujo y golpeo la mano en la mesa frente a mí. Mis
bolas se aprietan aún más y otro orgasmo aún más fuerte que el
primero se dispara de mi cuerpo. Cuando me relajo, estoy aspirando
grandes bocanadas de aire y hay puntos blancos flotando en mi
visión.
—¿Qué mierda fue eso?—me pregunto. Nunca me había corrido
así en mi vida y ahora, de repente, solo mirar a una pequeña hada de
mujer me hace correrme más duro que un maldito tanque Sherman.
No hay forma de que pueda hacer algo con ella deambulando
desnuda. Ella necesita ropa de inmediato y yo necesito lavarme.
Me recuesto en mi sillón y un nuevo dolor punzante comienza en
mi costado, debo haber abierto una de mis quemaduras. Siseo y
vuelvo a meter mi polla en mis pantalones.
Mis ojos vuelven a la celda de Brinley y ella se gira en mi dirección
como si supiera que la cámara oculta está allí y que la estoy mirando.
Su rostro está en blanco e instantáneamente reemplaza su expresión
con la de disgusto que tenía antes. No tengo tiempo para
preocuparme por lo que esta mujercita piense de mí. No importa
cuánto quiera de repente que me vea como algo más que un fracaso.
Capítulo 10
Brinley
Luka
E
¿ lla usó lenguaje de señas para hablar? Es muda y por eso no ha
hablado. Soy un maldito idiota.
Inclina la cabeza hacia un lado, claramente sorprendida de que
haya entendido lo que dijo.
Levanta las manos y vuelve a hacer señas:
—¿Sabes lo que estoy diciendo?
—Sí. Sé lo que estás diciendo.
Ella resopla y sacude la cabeza con incredulidad.
Extiendo mi mano para llamar su atención y ella me mira con esos
brillantes ojos azules.
—¿Necesitas mirar mi boca cuando hablo o puedes escuchar?
—Puedo escuchar muy bien—responde ella.
—Bien, ¿por qué no le dijiste a nadie que no puedes hablar?
Podríamos haber hecho tantas cosas de manera diferente. Por el amor
de Dios, incluso si tuvieras que hacer una jodida pantomima de esa
mierda, hubiera sido mejor que no decir nada. —No puedo evitar
levantar la voz.
Eso lo logra.
Respira con fuerza por la nariz y más rápido que cualquier cosa
que haya visto antes, me habla usando nada más que sus manos. Ella
va tan rápido que no entiendo cada palabra que dice, pero es algo así
como que soy un imbécil desconsiderado. Más acerca de que ella no
tiene que decirnos una mierda. Que nosotros somos los que la
secuestraron, seguido de una buena y larga ronda sobre dónde puedo
meterme mi tono condescendiente.
Cuando terminó, respira con dificultad y yo sonrío de oreja a
oreja.
Chasquea la lengua y vuelve a decir con señas.
—¿Qué es tan divertido?
—He estado casi desesperado por escuchar tu voz desde el día
que descubrí que mis guardias te trajeron aquí por error. Incluso si no
hay sonido en tus palabras, estoy feliz de escucharte. —Me muerdo el
interior de la mejilla ante la admisión. ¿Por qué carajo diría una
mierda como esa? Borro la sonrisa de mi rostro y me concentro en el
problema en cuestión.
Se calma y se pasa los dedos por el pelo largo. Ella llama mi
atención y sus dedos se mueven lentamente.
—Gracias por salvarme la vida.
—¿Estás bromeando? Soy quien hizo que te ahogaras para
empezar. Dime, ¿por qué no puedes comer carne? —Ahora que tengo
una manera de hablar con ella, puedo obtener algunas respuestas.
Puede que no sean las que necesito en este momento, pero es una
pequeña victoria.
—Tengo algún tipo de reacción alérgica a la proteína animal. Mi
cuerpo no la digiere bien. Solo un bocado de esa salchicha y estaría
vomitando y con calambres durante horas. Ya no tengo energía, esa
salchicha probablemente me hubiera matado—dice y me mira
expectante.
—¿Nada de animales en absoluto? —Mis ojos se abren como
platos, ¿qué diablos come entonces? Casi todo lo que tenemos aquí
tiene proteína animal, creo.
Ella niega con la cabeza.
—Entonces, ¿qué puedes comer? No puedes estar aquí con nada
más que agua. Te enfermarás. —No mantengo las mejores
condiciones aquí en el hoyo. No estoy tratando de hacer que la vida
de mis prisioneros sea cómoda. Quiero que sufran, así que estoy
seguro de que todo este lugar está lleno de diferentes gérmenes y
cosas que podrían enfermarla si su sistema está lo suficientemente
golpeado.
—Frijoles, arroz, tofu, nueces, cosas así—me dice ella.
Puedo conseguir algo de eso para ella. Asiento con la cabeza y
hago una nota mental para ir al supermercado y llenar la cocina de
arriba con cosas para ella.
Ella mueve la mano para llamar mi atención, la miro para ver sus
cejas fruncidas como si estuviera confundida. Me va a hacer una
pregunta.
—¿Por qué sabes lenguaje de señas cuando no necesitas usarlo?
Instantáneamente, mi mente regresa a mi infancia en Croacia.
Antes de Marko, antes de la violencia, antes de todo esto a una casita
llena de alegría y silencio. Mi madre era completamente sorda, por lo
que mi primer idioma fue el lenguaje de señas seguido del croata y
luego el inglés. Un misionero estadounidense le enseñó ASL1 a mi
madre y ella me lo enseñó a mí cuando era niño. Rara vez he tenido
que usar mi primer idioma, pero eso no significa que lo haya
olvidado.
—Mi madre era sorda, me enseñó ASL para que pudiéramos
comunicarnos—explico y su rostro se relaja mientras asiente con la
cabeza.
—Por suerte para mí—dice y me sonríe.
—No tanto, ahora sé cómo hacer que hables. Puede que nunca te
deje en paz. —Me río, sintiéndome muy a gusto con ella.
—No me importaría. Ha pasado mucho tiempo desde que alguien
trató de entenderme. —Ella suspira y mira hacia abajo.
—¿En serio? ¿Por qué? ¿Qué hay de tus amigos? ¿Tu familia?
Ella niega con la cabeza.
—En realidad nunca se tomaron el tiempo para aprenderlo.
Conocen los conceptos básicos, pero era demasiado inconveniente. En
cuanto a amigos, no tengo ninguno. Paso la mayor parte de mi
tiempo sola.
—Dios, eso es jodidamente horrible. Bueno, supongo que estar
atrapado aquí no es tan difícil como pensaba. —En el momento en
que sale de mi boca, desearía poder retirarlo. Ojalá pudiera estirar la
mano y retirar las palabras de mi estúpida cabeza.
—Sabes que no pertenezco aquí, déjame ir.
—No puedo, Brinley—le digo suavemente.
—Sí, puedes. Por favor, déjame ir. No diré nada.
—No puedo—repito, alejándome un paso de ella.
Una gran lágrima cae de sus hermosos ojos.
—Entonces, ¿vas a mantenerme encerrada aquí para siempre sin
importar qué?
La miro a los ojos para que sepa que estoy diciendo la verdad.
—Sí. Ojalá hubiera otra manera. Una vez que pones un pie en esta
instalación, no hay forma de que pueda dejarte volver a salir. Ojalá
hubieras dicho algo antes de que te trajeran.
Su boca se abre cuando cae en la cuenta de la gravedad de su
situación. Ella se inclina para agarrar su estómago mientras llora.
Quiero tocarla, consolarla de alguna manera, pero estoy seguro de
que ella no quiere que lo haga. Camino hacia la puerta.
—Me aseguraré de que tengas la dieta correcta de ahora en
adelante. Además, seré yo quien te traiga lo que necesites ya que soy
el único que podrá comunicarse contigo. —Salgo de la celda y cierro
la puerta detrás de mí. Me alejo de ella sintiéndome un pedazo de
mierda más que nunca en mi vida.
Capítulo 12
Brinley
Brinley
Luka
Brinley
Q
¿ ué demonios fue eso? Siempre supe que me faltaba en lo que
respecta a mi experiencia sexual, pero no sabía que me faltaba tanto.
Me había tocado antes algunas veces cuando estaba particularmente
excitada por alguien, generalmente algo que vi en una película o leí
en un libro. Aunque eso siempre hizo que me sintiera más frustrada
que cuando había comenzado.
Lo que Luka me acaba de hacer no se parece a nada que haya
sentido. Ni siquiera me avergüenza decir que quiero sentirlo tan a
menudo como sea posible.
Me estremezco ahora que el calor del momento ha pasado.
—Mierda, te vas a congelar. Vamos. —Luka se pone de pie y
cuando veo su espalda no puedo evitarlo, me siento bruscamente. Él
se congela cuando escucha mi jadeo agudo. Con razón había rugido
de dolor cuando le arañé la espalda. Me mira por encima del hombro,
pero no dice nada. Simplemente continúa caminando hacia el otro
lado del gran vestuario. De ninguna manera voy a dejar que actúe
como si no hubiera visto eso.
Me pongo de pie y camino rápido en su dirección. Agarro su
brazo y tiro de él suavemente hasta que se detiene. Se vuelve para
mirarme, pero su rostro es una máscara de ira. No me dejo engañar,
ya me ha mostrado quién es. Muevo mis manos para hablarle.
—¿Qué pasó? No sabía que estabas herido así o no te habría
arañado. ¿Quién hizo esto?
—No te preocupes por eso—responde con voz entrecortada.
No dejo que se aleje.
—Luka, quieres que las cosas sean diferentes, entonces esto tiene
que ser un toma y daca—digo con las manos, suspiro y las dejo caer
esperando mostrar mi frustración.
Lo veo abrir la boca, pero la cierra antes de decir nada. En cambio,
se da la vuelta hacia un casillero de almacenamiento y saca una toalla
grande. Vuelve a mí y la envuelve alrededor de mi cuerpo. Lo miro a
los ojos esperando que me diga algo.
—Tengo un trato para ti—dice mientras saca una toalla para él y
comienza a secarse el cuerpo.
—¿Cuál? —digo con señas para que pueda continuar.
—Responderé a tus preguntas si tú respondes a las mías—dice
enarcando una ceja.
—¿Honestamente?
—Sí, seré sincero. Pero eso es igual para ti. Nada está fuera de los
límites—dice.
—Ok. Yo primero.
—No, necesitas secarte primero. No voy a ninguna parte.
Responderé a tus preguntas cuando tengas algo de ropa puesta y no
me distraiga el hecho de que quiero inmovilizarte contra la pared con
mi polla.
Mis ojos se abren como platos y siento mis mejillas calentarse.
—Mira esa mierda. Voy a enterrar mi polla en ti ahora mismo si
no nos movemos. —No me muevo Él gime y alcanza otra toalla para
envolver alrededor de mi mitad inferior. Se agacha y me levanta
dejando nuestra ropa amontonada en el suelo de la ducha. Salimos
del baño, algunas de las mismas personas que vi cuando entramos
todavía están allí. Aunque la expresión de total sorpresa y asombro
en sus rostros me deja saber que ésta no es la norma.
Luka camina en la misma dirección por la que vinimos, pero antes
de alcanzar la perilla de la puerta, gira sobre sus talones y camina en
la dirección opuesta. Va hacia una puerta, pero en lugar de una
cerradura normal como las otras puertas, ésta tiene un teclado.
Presiona algunos botones y la puerta se abre ligeramente. Él la abre
por completo y nos lleva a lo que solo puedo suponer que es su
habitación.
Tiene aproximadamente el tamaño de cuatro celdas. A pesar de
que todavía no es la habitación más lujosa que he visto en mi vida, es
mucho mejor que la celda en la que estaba. Me deja en la cama
tamaño queen y se acerca a un tocador alto. Saca algo de ropa para él
y como si no estuviera sentada aquí mirándolo, se baja los pantalones
y me da una vista completa de exactamente lo que estaba empujando
contra mi cadera hacía unos minutos. Es gruesa y sorprendentemente
muy bonita. Mi palma pica con la necesidad de tocarlo. Me pregunto
si es tan pesada como parece.
Me guiña un ojo.
—Me mostraste el tuyo. Lo único correcto es que te muestro la
mía. —Termina de secarse antes de ponerse la ropa que sacó de la
cómoda y se me acerca con lo que parece ser una camisa grande. Me
la pongo y es lo suficientemente grande como para caer casi hasta mis
rodillas.
Se sienta en la cama a mi lado, pero no dice una palabra. Esperaré,
pero no voy a olvidarme de lo que vi.
—Bien, adelante. Uno a la vez. —La voz de Luka es ronca, es
obvio que no quiere hablar conmigo sobre lo que pasó.
—¿Qué le pasó a tu espalda?
—Mi padre me castigó por haberla jodido con tu hermano—
responde.
Mi mente da vueltas con la información. ¿Su padre le hizo esto?
¿Porque no puede encontrar a mi hermano?
Antes de que tenga la oportunidad de hacer más preguntas sobre
eso, niega con la cabeza.
—No, no lo hagas, es mi turno. —Se recuesta contra la cabecera
minimalista—. Te escuché hablar, ¿cómo es eso si eres muda?
Muevo las manos rápido y él se concentra para poder seguirme el
ritmo. Le explico todo lo que pasó con el cáncer de garganta. Cómo es
posible hablar, pero no lo hago, ya que las personas rara vez me
escuchan y después de un tiempo, me da dolor de garganta. Bajo las
manos y él me mira a la cara.
—Es difícil discutir contigo cuando todo lo que escuchas es un
susurro—digo y sus ojos se iluminan como si le hubiera dado un gran
regalo.
—¿Por qué necesitas a mi hermanastro?—pregunto y sé que estoy
pisando aguas peligrosas.
—Robó droga y un sobre con unos papeles. Me importan un
carajo las drogas, pero el papeleo es vital. Son pasaportes y
documentos de ciudadanía para algunas personas muy importantes
de mi país de origen. En este momento solo están esperando en el
limbo. Permitir que la seguridad de esa fortaleza se vuelva lo
suficientemente laxa como para que tu hermanastro se marche con
total tranquilidad con esa información me convierte en una carga
para mi familia.
—¿Cómo? ¿Estabas parado allí cuando la robó o algo así? —
pregunto ignorando por completo la regla de una pregunta cada uno.
—No, claro que no. Pero estoy a cargo de mantener seguros a mi
familia y nuestros productos. Tenemos muchas personas a las que les
gustaría vernos desmoronar, simplemente se los facilité. —Puedo ver
el peso empujando sus hombros hacia abajo más y más.
No voy a pretender que sé cómo es la vida para él, pero una parte
de mí siente que tal vez se está castigando más de lo que necesita.
—¿Sabes dónde está tu hermano?—pregunta, manteniendo sus
ojos en los míos hasta que empiezo a firmar.
—No, Geoff y yo no somos cercanos. La única razón por la que
vive conmigo, si se le puede llamar así, es porque mis padres
asumieron que, debido a mi discapacidad, necesitaba a alguien que
me cuidara. Solo aparecía una vez cada tres semanas más o menos.
Tiene muchos títulos, pero no es la persona más inteligente.
Apostaría por el hecho de que él ni siquiera sabía que tomó el
papeleo. ¿Por qué no puedes obtener copias de la documentación?
—No fue exactamente adquirido legalmente—dice con una
sonrisa.
—¿Por qué no sabes cómo se siente un orgasmo? Eres hermosa,
inteligente y un poco ruda. No entiendo cómo ese fue tu primer
orgasmo. —Los ojos color canela de Luka se aferran a los míos.
Dejo caer la cabeza de repente, muy consciente de que no tengo
experiencia. ¿Tal vez hice algo mal? ¿Quizás no le gustó algo?
—Después de mi diagnóstico, no tuve mucho tiempo para tratar
con chicos. Para cuando empecé a mirar alrededor, nadie quería
tratar con la chica que no podía hablar. Supongo que podría haber
intentado esforzarme más en aprender sobre esto, lo siento si…
Empuja mis manos hacia abajo, tira de mí bruscamente hacia sus
brazos y su boca se cierra sobre la mía. Suelto un gemido justo antes
de derretirme en sus brazos. Dios, no sabía lo bien que se siente
besar.
Se aparta y respira jadeando.
—Nunca te disculpes por eso, quiero ser el que te brinde esas
experiencias. —Se inclina hacia atrás, pero se detiene justo antes de
que sus labios toquen los míos—. Brinley, me está matando tenerte
aquí, pero no puedo dejarte ir. Es demasiado riesgo. Sé que no puedo
solucionarlo, pero haré todo lo que esté a mi alcance para que sea
soportable.
Veo sinceridad en sus ojos. El hombre está atrapado entre la
espada y la pared. ¿Cómo puede ser soportable una vida en prisión?
Sé que tiene buenas intenciones, pero no puedo evitar sentir que mi
vida se me escapa.
Capítulo 16
Luka
Puede que esté jodido con todo lo demás en mi vida, pero puedo
encontrar una manera de hacer que este lugar sea aceptable para
Brinley. No se parece en nada al tipo de chica que suelo buscar. Es
callada, tranquila y pacífica. Un cambio completo a cualquier cosa en
mi vida. En el momento en que me di cuenta de lo profundo que se
había metido bajo mi piel, ya era demasiado tarde. Ahora no solo
quiero asegurarme de que se sienta cómoda aquí, sino que quiera
quedarse.
—Puedo traerte algo de ropa y cualquier otra cosa que puedas
necesitar. Normalmente no me quedo aquí por las noches, pero
puedo hacerlo si quieres. Este piso es tan seguro como el piso de
abajo, pero prefiero que te quedes en la habitación tanto como sea
posible. Mis guardias siempre me han sido leales, pero odiaría pensar
que descargaran contigo cualquier frustración que tuvieran conmigo.
¿Quieres una televisión? Puedo traerla. —Las palabras salen de mi
boca en rápida sucesión. La necesidad de impresionarla se convirtió
rápidamente en el único pensamiento en mi cabeza.
Ella agarra mi cara, una leve sonrisa en la suya, me suelta y
comienza a hablar.
—Detente. No necesitas traer mi vida aquí abajo. Estar fuera de
esa celda es suficiente. Una ducha y un baño adecuado es
maravilloso. La luz del sol sería lo mejor. —Sus cejas se levantan
ligeramente para ver lo que voy a decir a la última parte.
—No puedo, sabes que no puedo.
Deja caer la cabeza un poco antes de volver a mirarme.
—Bueno—dice usando las manos.
Puedo ver la decepción en sus ojos, pero no hay nada que pueda
hacer al respecto.
Levanta las manos y comienza a hacer señas de nuevo.
—¿Qué tal una colchoneta de yoga y algo de música? ¿Un Ipod?
—Sí, absolutamente puedo entender eso. —Estoy feliz de que me
permita conseguir estas cosas para ella.
Extiendo la mano y ella desliza sus dedos en los míos. Yo la saco
de la cama y camino con ella hacia el pasillo. Le muestro la cocina y la
pequeña sala de descanso. El baño en el que ya ha estado y otra
habitación que usamos principalmente para almacenamiento. En el
otro lado de las instalaciones es donde están las viviendas de todos
los demás. Mientras pasamos por las diferentes áreas, me aseguro de
decirles a las personas a cargo que, a Brinley se le permite ir a donde
quiera para que no haya malos entendidos. Todos asienten con la
cabeza en comprensión, pero puedo ver las miradas desagradables
que algunos le dan. No entienden su posición aquí. Para ser honesto,
yo tampoco.
Brinley
Luka
Luka
Ella se fue.
No la culpo. No pertenecía aquí de todos modos. Podría dejarla
huir, pero sé que nunca llegaría a la civilización. Antes moriría. Pensé
que estaba construyendo algún tipo de confianza conmigo, pero tal
vez Sven tenga razón. Tal vez estos sentimientos son solo de un lado.
—La voy a buscar. —Corro hacia mi coche. Una de las mejores
cosas de mi coche es su capacidad todo terreno.
—¿Quieres que te acompañe?—pregunta Sven mientras me subo
al coche.
—No, la tengo. Solo asegúrate de que todo esté bien aquí. Volveré
en unos minutos. Brinley no pudo haber llegado muy lejos. Está
herida, asustada y de a pie. Probablemente la veré antes de que me
pierda de vista.
Me largo explorando el área en busca de señales de ella, pero subo
una pequeña colina y no la veo. Después de cinco minutos, cuando
todavía no puedo encontrarla, empiezo a preocuparme de que podría
haberse lastimado más de lo que pensaba. ¿Y si se estuviera
desangrando y cayera en la arena? ¿Qué pasaría si está escondida en
algún lugar que no puedo ver? Si no la encuentro esta noche, no hay
forma de que llegue a la mañana. Detengo mi coche y hago lo mejor
que puedo para evitar el ataque de pánico que intenta apoderarse de
mí.
Empiezo a conducir de nuevo esta vez a un ritmo más lento, no
quiero perderme nada. Después de pasar la siguiente colina, veo una
pequeña colección de rocas altas y, efectivamente, está acurrucada
detrás de una, veo a una mujer con cabello rubio. Cuando empiezo a
conducir en esa dirección, debe darse cuenta de que soy yo, pero aun
así sale corriendo como si no fuera a alcanzarla. Cuando estoy lo
suficientemente cerca salgo del coche y continúo la persecución a pie.
Ella no puede correr más rápido que yo. Está lo suficientemente cerca
como para ver mi cara ahora, pero no quiere venir conmigo.
Aparto mi orgullo herido y la agarro por la cintura. Ella patea y
abofetea mi brazo. Todo su cuerpo suda por el esfuerzo.
La dejo caer y me doy la vuelta para poder mirarla a los ojos.
—¿Qué mierda estás haciendo? ¿A dónde crees que vas? No hay
nada aquí en cientos de kilómetros. ¿Quieres morirte?
Sus manos vuelan cuando habla.
—Prefiero morir que ser una prisionera. Quiero vivir con los lobos
y los coyotes antes de vivir con la escoria de allá abajo. ¿Me has
condenado al infierno y crees que no voy a tratar en cada
oportunidad que tenga de encontrar una manera de escapar? Estás
viviendo en una fantasía, una jodida fantasía en la que no quiero
participar. —Ella niega con la cabeza y trata de alejarse de mí. En
lugar de eso, la agarro y básicamente la empujo hacia el asiento del
pasajero de mi coche. Cierro las puertas y vuelvo a toda velocidad a
las instalaciones. Literalmente tengo que arrastrarla conmigo. Ella se
retuerce y me golpea todo el tiempo.
Mi hermano y mi hermana me miran como si hubiera perdido la
cabeza y el resto de las personas aquí parecen estar muy confundidas.
Me están juzgando. Como siempre ante sus ojos, una vez más he
demostrado ser un jodido fracaso. No puedo soportarlo
—¡Qué!—rugo—. ¿Qué carajo estáis mirando?
Entro en las instalaciones, pero en lugar de quedarse afuera, todos
me siguen. Llegan justo a tiempo para ver a Brinley retroceder y
abofetearme. Me abalanzo en su dirección y estrello la mano contra la
pared para no golpearla. Ella se estremece con fuerza y se acurruca,
llorando en silencio.
—Sobrino, no creo que seas su persona favorita en este momento
—dice mi tío Liam con una pizca de acento en su voz.
Lo ignoro para poder concentrarme en Brinley.
—¿Ya vas a jodidamente calmarte?
Ella hace señas furiosamente. En el fondo, escucho algunos gritos
de asombro, pero tengo que concentrarme en ella.
—No, no me voy a calmar. No hay nada que puedas hacer para
que me calme. Me tomaron como rehén, me traumatizaron y me
dispararon. Vi gente matando brutalmente a otras personas y tú
llegaste blandiendo las armas. Solo déjame ir, Luka. No tengo nada
para ti, solo déjame ir. —Las lágrimas brotan de sus ojos en grandes
gotas.
—No puedo. Nada ha cambiado. Sabes que no puedo dejarte ir.
De la misma manera que no puedo dejar ir a ninguna de las otras
personas en las celdas. Ya te he explicado todo esto antes. Incluso si
yo diera marcha atrás y te dejara salir por esa puerta, estarías muerta
de todos modos.
—¿Entiendes lo que ella dijo, Luka?—me pregunta Sven,
completamente sorprendido.
—Sí.
—Es como ver a dos personas en una burbuja. Estoy aquí parada,
pero se siente como si ambos fuerais los únicos en la habitación—dice
Katarina.
Así me sentí la otra noche, cuando nos habíamos quedado
despiertos horas hablando. Se sentía como si ella y yo fuéramos las
únicas dos personas en el mundo.
Ella suspira y mira hacia abajo, derrotada. No quiero que se sienta
así, pero no sé qué más hacer.
—Voy a hacer que mi hermana te acompañe arriba, por favor trata
de no darle una mierda. No quiero tener que perseguirte de nuevo
esta noche. —Aparto la mirada de Brinley.
Katarina se acerca a mí.
—¿Puedes oír bien o necesitas leer mis labios?
—Ella puede oírte.
Mi hermana me aprieta el brazo antes de marcharse con Brinley,
que todavía se sujeta la cintura con los brazos y cojea por la herida de
bala.
Suelto una respiración profunda cuando está fuera de la vista,
sabiendo que está a salvo. Esto estuvo bastante cerca. Perdí a muchos
hombres buenos y podría haber soltado a un montón de gente jodida
en la comunidad. No entiendo cómo sucedió, pero ahora mismo
necesito hacer algo de limpieza.
—Hermano, a todos vosotros. Gracias por la ayuda.
—Lamento que tu mujer haya hecho un negocio de mierda. Sabe
demasiado. Padre nunca permitiría que ella corriera libremente—dice
Sven, pero yo ya lo sé. Marko sabe que ella está aquí. Si desapareciera
de repente, no solo me vería mal, sino que simplemente la
encontraría y esta vez él la mataría.
—Sí, no hay forma de explicarle eso a ella. —Me encojo de
hombros y me froto la nuca.
—¿Tú mismo diseñaste este lugar?—pregunta Liam.
—Sí. Tomé lo que sabía sobre Košnica y armé este lugar.
—¿Qué pasa con los guardias? ¿Las criadas? Parece que nunca se
han ido.
—Tienen un contrato para vivir el resto de sus vidas aquí, a
cambio les envío dinero para sus familias. La mayoría de ellos están
huyendo de la policía o al borde de la muerte. Eligieron la opción
libremente—le explico a mi tío.
Casi me vuelvo loco cuando lo veo asentir con la cabeza.
—Esto es impresionante. No creo que jamás hubiera encontrado
este lugar, ni siquiera si hubiera conducido hasta él.
—Ese es el punto, tío.
Después de que nuestro grupo paso para reunir todos los cuerpos,
las mismas personas que corrieron en mi ayuda se van para ocuparse
de sus propios asuntos. No hay descanso para los malos. Sven optó
por quedarse atrás y esperar a Katarina. Creo que solo quería tener la
oportunidad de hablar conmigo a solas. Debe estar preocupado.
—Márcala—dice Zeus justo cuando se va.
Sven y yo nos volvemos hacia él.
—¿De qué estás hablando? —Estoy demasiado cansado para tratar
de descifrar de qué está hablando Zeus.
—La mujer. Brinley, ¿verdad?
Asiento, animándolo a seguir hablando.
—No sé qué tan profunda es tu relación, pero incluso yo pude ver
que había algo entre vosotros. Estoy seguro de que podrías tener algo
más que un coño común y corriente que puedes levantar en una
esquina.
Aprieto el puño y giro mi cuerpo listo para lanzarlo en su cara si
trata de insinuar que Brinley es fácil de alguna manera.
—Ella no es un coño común y corriente—le escupo.
—Eso es lo que quiero decir. Ella quiere salir de aquí. No hay
manera de que salga, porque ahora mismo es una prisionera. Sven,
Kaja y todos los demás podemos salir de aquí, porque somos familia.
Las bombillas comienzan a explotar en mi cabeza.
Zeus se encoge de hombros.
—Si la quieres fuera de aquí y quieres quedártela, haz que sea
familia. Pon tu marca en ella.
No sé si eso le caería bien a Marko, él ya sabe que la traje aquí
como prisionera.
—Marko nunca aceptaría eso.
—¿Por qué? Nunca he oído hablar de ninguna regla que diga que
no se puede—agrega Sven. Me da una palmadita en la espalda—.
Honestamente, hermano, me preocuparía más porque Brinley lo
aceptara. Puede que no hable, pero hay relámpagos rodando por sus
venas. Aunque es una buena idea.
Mi mente corre con la idea de tener a Brinley como mi esposa. Sin
embargo, no puedo decirle, ahora mismo no confío en que ella no se
casaría conmigo solo para salir y luego irse. No sé lo que siente por
mí y hasta que esté seguro de que siente lo que yo siento, mantendré
su tarjeta para salir de la cárcel en mi bolsillo trasero.
Capítulo 20
Brinley
Luka
Luka
Luka
Brinley
N
— o puedo creer que hayas logrado mantenerte con vida todo
este puto tiempo, Brinley. Tu madre ya había perdido la esperanza, te
había descartado. Ella y mi padre están haciendo un viaje de duelo en
las Maldivas—dice Geoff, se encoge de hombros y toma un plato
pequeño con polvo blanco. Se lo pone en la nariz e inhala con fuerza.
—Aquí, toma un poco—dice y me lo pone en la cara. Aparto la
cabeza.
—Sigues siendo la misma perra engreída que siempre has sido,
¿eh? Bueno, no me importa. Eres mi billete a la cima, Brinley. Pensé
que si le daba los pasaportes sería suficiente para poner mi pie en la
puerta, pero tú, estabas dentro de su colmena. Sabes cosas que nadie
sabe. Cosas invaluables.
—Llévame a casa—digo con un chirrido y él ni siquiera trata de
escucharme.
—¿Qué? No tengo tiempo para jugar a las adivinanzas contigo.
Pronto estarás con Kata e Ilia, y la familia Vavra tendrá las respuestas
que necesitan. Además de eso, Marko viene a reunirse con alguien de
Croacia. Para ponerse al día con los viejos tiempos, ni siquiera
sospecharán que Ilia está allí hasta que sea demasiado tarde. Los
guardias traerán los cuerpos de sus hijos y su contable. Illia hará que
vomites todo sobre la ubicación de su colmena y a quiénes han
escondido allí y luego mataremos a Marko Juric. Lo mataremos al
último para que sepa que toda su operación se ha derrumbado a sus
pies. Dejando a Ilia como el nuevo Pakhan. ¡Voy a ser una parte
fundamental para derribar a toda una mafia! ¡Puedes jodidamente
creerlo!—dice Geoff y salta en su asiento, sobreexcitado.
Nos detenemos en la parte trasera de un pintoresco restaurante al
borde de la avenida principal. Hay algunos coches aquí atrás, pero no
veo a nadie. Geoff y el conductor del coche me arrastraron hasta el
restaurante y me arrojaron a una pequeña habitación que parece que
solía ser para almacenamiento. Hay una mesa pequeña con
equipamiento, una silla y cuerdas. Pretenden torturarme para
sacarme la información.
Geoff se para junto a la puerta y otro hombre entra. Uno que
nunca antes había visto.
—Ah, ¿es esta la chica bonita que ha robado el corazón de Luka?
—Tiene un acento europeo muy marcado.
—Sí, realmente está enamorado de ella. Parecía que el hombre se
iba a derrumbar en lágrimas cuando me la llevé—dice Geoff y se ríe
—. Entonces, ¿qué piensas, Kata? ¿Puedo ser parte de tu gente?
Puedo hacerles ganar mucho dinero.
—Lo has hecho bien, Geoff. Creo que podremos encontrar un
lugar para ti. —El hombre me mira e inclina la cabeza hacia un lado
—. ¿Sabes que la obligaré a hablar, verdad?
—No me importa lo que hagas con ella, mis padres ya lo
superaron. —Geoff se apoya contra la pared en una esquina—. Sin
embargo, probablemente será un poco difícil para ti hacer que hable,
es muda.
—Estoy seguro de que podemos encontrar otras formas para que
me diga lo que quiero saber. —Kata entra en la pequeña habitación y
antes de hacerme una pregunta, me da una bofetada. Es un
monstruo, pero yo tengo un monstruo propio. Sé que Luka me está
buscando, no puede estar muerto. Solo tengo que superar esto. Lo
más importante, no puedo decirle nada a Kata.
Luka
tiroteo.
El coche se detiene justo en frente del restaurante, pero antes de
que cualquiera de nosotros tenga la oportunidad de salir, el sonido de
disparos estalla en el aire. Ya ha comenzado.
Todos corren hacia el restaurante mientras una pequeña marea de
personas gritando sale disparada por la puerta principal. Miro
rápidamente a la multitud tratando de ver a alguien que conozco,
pero todavía escucho los disparos que vienen del interior.
Necesitamos controlar esto rápido, la policía estaría aquí en breve.
Miro detrás de nosotros, pero ya no veo a Krsto y Dagger. No tengo
ninguna duda de que los dos asesinos ya encontraron su camino
hacia el restaurante y están trabajando para eliminar la amenaza
mientras hablamos.
Sven, Josip y yo entramos. Nos apartamos el uno del otro
caminando rápidamente hacia la parte de atrás de donde parece que
vienen los disparos. Un fuerte grito viene de un lado y cuando giro
mi vista en esa dirección veo a un hombre, probablemente leal a
Vavra, de pie frente a Krsto. La escena pura evidencia de por qué lo
llaman el Carver (Tallador). Krsto de alguna manera se las había
arreglado para cortar la piel de la sien del hombre más allá de su
mejilla y sobre su cuello. La carne estaba abierta como un trozo de
fiambre saliendo de la máquina cortadora. La arteria principal
conectada a la capa de carne ahora está desconectada del resto de su
cabeza. La sangre brota como un géiser con cada latido y Krsto lo
deja caer al suelo.
La vista del hombre muerto no me desconcierta, pero lo reviso por
si acaso para ver si hay algo en él que podamos usar. Más disparos
me obligan a correr en esa dirección. La puerta se abre enviando a un
guardia corriendo hacia mí. Sus ojos se abren como platos cuando me
ve, pero no se detiene, sino que simplemente aumenta la velocidad.
Inclina la cabeza ligeramente como si fuera a intentar embestirme,
pero estoy listo para él. Me preparo para el impacto, pero en lugar de
caer hacia atrás empujo al hombre al suelo de cara. Agarro cada una
de sus manos y cruzo sus brazos detrás de su espalda en la dirección
equivocada con suficiente fuerza para que ambos brazos se desgarren
y salgan de sus alvéolos. Lo dejo gritando y dando vueltas tratando
de descubrir cómo enderezar sus brazos. Me agacho, agarro su
cabeza y con toda la ira y la fuerza que puedo sacar desde lo más
profundo de mí, le rompo el cuello, girándole la cabeza casi hasta el
centro de la espalda. La piel de su cuello está atravesada por los
huesos y estiramiento extremo.
Paso por encima de su cuerpo y camino hacia la puerta principal.
Los cinco nos reunimos frente a la puerta de la que pensábamos que
venían los disparos, pero ahora todo está en silencio.
Empujo la puerta y veo a Marko parado sobre Kata Radic con un
largo cuchillo de carnicero apuñalándolo una y otra vez. No puedo
decir desde aquí si está muerto o no, pero Marko se está asegurando
por completo.
Viktor Ancic, el Obcshak de Ilia Vavra, yace muerto en el suelo
con una bala en la cabeza. Dos de los tres líderes de la familia Vavra
yacían muertos a nuestros pies, y mi padre está cubierto de sangre,
que sé que no es suya.
Él mira hacia arriba y nos ve parados aquí.
—Ah, moja obitelj (NdelT: mi familia) dijeron que estabas muerto.
Pero sabía que era imposible, la familia Juric no muere sin llevarse al
mundo entero con nosotros—dice Marko mientras jadea para
recuperar el aliento. El anciano se levanta y camina hacia la mesa
donde debe haber estado cenando y toma una servilleta para
limpiarse las manos.
—Luka, Sven, enorgullezcan a su padre y metan dos cargadores
completos en esa pequeña serpiente de Ilia. —Marko hace un gesto
con la barbilla en dirección a nuestras espaldas.
Me giro para ver a Ilia con ambas rodillas rotas y una ráfaga de
balas acribillando su abdomen. Moriría de todos modos, pero sólo
para asegurarnos, Sven y yo le disparamos en la cara hasta que hay
más agujeros que piel. Nunca nadie sabría quién es.
—Hijos míos—nos llama Marko. Sven y yo caminamos hacia
donde está él—. De rodillas—dice cuando nos paramos frente a él.
Tanto Sven como yo compartimos una mirada. Ha pasado casi una
década desde que nuestro padre nos dijo que nos arrodilláramos. Por
lo general, se reserva para el castigo. Aunque no estoy seguro de lo
que podríamos haber hecho, tanto Sven como yo nos arrodillamos
como nos dijo.
Mi cuerpo se tensa mientras espero el golpe. Después de un
segundo, Marko se inclina hacia adelante y envuelve un brazo
alrededor de mi cuello y el otro alrededor del de Sven.
Joder, nos va a romper el cuello, nos va a asfixiar o va a...
Siento que el cuerpo de Sven se congela al mismo segundo que el
mío. Nuestro padre nos está abrazando.
¿Qué. Mierda?
Presiona un beso en mi cabeza y hace lo mismo con Sven antes de
empujarnos hacia atrás y mirarnos.
—Me habéis hecho sentir orgulloso. Sabía que estaríais bien, pero
una pequeña parte de mí estaba preocupada de que nunca podría
decíroslo. —Nos mira por otro segundo, antes de decirnos que nos
levantemos—. Ahora necesitáis limpiar esto. No quiero preocuparme
de que ningún policía husmee por aquí. Josip, Krsto y Dagger
esperarán a que el señor Mikesic se despierte, y luego descubriremos
todo lo que hay que saber sobre la familia que acabamos de liquidar.
—Él sonríe y me doy la vuelta para ver a un hombre apoyado contra
la pared.
Adam Mikesic es el contable de lo que solía ser la familia Vavra.
Ahora que todos los jefes están muertos, técnicamente él, es el más
antiguo. Aunque dudo que sea tan estúpido como para enfrentarse a
todos nosotros.
La alegría efímera de finalmente librarme de la familia Vavra se
evapora de mi mente. Se suponía que Brinley estaría aquí. Con todo
este derramamiento de sangre y conmoción no sé si se escapó. Corro
hacia Josip.
—¿Todavía tienes un candado en el punto de seguimiento? ¿Se
escapó?
Su rostro palidece.
—No, todavía dice que está aquí. Ella no se escapó. —Me agarra
del brazo y luego Sven, Dagger y Krsto se colocan a mi lado. Todos
ellos están tratando de darme fuerzas para lo siguiente que tendré
que hacer. Necesito buscar las secuelas del cuerpo de mi mujer.
Krsto mira por encima de mi hombro y se muerde los dientes con
frustración,
—Quítate de encima. —Me aparta y cuando me doy la vuelta para
ver lo que está mirando, casi lloro de alivio al ver a Brinley. Se ve un
poco golpeada, hay un arma metida en su cintura y su mano está
ensangrentada. Además de eso, está en una sola pieza. Entonces me
doy cuenta de que mi padre tiene un brazo alrededor de su cuello y
están susurrando entre ellos. Mi necesidad de tenerla en mis brazos
está superando rápidamente mi deseo de ser respetuoso con mi
padre.
Ella se inclina y le susurra algo al oído a mi padre y él echa la
cabeza hacia atrás riendo.
—Siento que estoy en la dimensión desconocida. ¿Qué.. Qué
mierda está sucediendo?—digo mirando entre los dos, pero hablando
con mi hermano.
—No creo que tengas problemas para convencer a nuestro padre
de que te deje poner tu marca en ella.
Los dos continúan hablando mientras comienzan a caminar hacia
la salida.
—Krsto, Dagger, ¿vamos a solucionar esto?—grita mi padre por
encima del hombro.
—Los limpiadores ya están en camino. El señor Mikesic será
transportado a las instalaciones de Luka y la policía ha sido desviada
—responde Dagger.
Eso parece ser lo suficientemente bueno para Marko, quien
continúa aferrándose a Brinley, ambos hablando como si fueran los
mejores amigos. Finalmente, no puedo soportarlo.
—Padre, ¿puedo tener a mi mujer por favor?
Gira su cabeza en mi dirección.
—Hijo, vas a tener que esperar tu turno. ¿La dejaste en la prisión?
¿Qué te pasa? No puedo creer que la obligues a quedarse en ese
infierno cuando tienes un hogar perfectamente bueno. De verdad,
Luka, tienes suerte de que me haya pedido que te perdone.
Casi se me salen los ojos de las órbitas mientras lo miro como si
tuviera una docena de cabezas. ¡Esas eran sus malditas órdenes! ¡Él es
el que quería que la matara!
Un resoplido suena a mi lado y en un momento muy diferente al
de Josip, se echa a reír. Se agarra el estómago y echa la cabeza hacia
atrás mientras las lágrimas ruedan por su rostro por la fuerza de su
risa. Sven niega con la cabeza y se ríe también. Solo nuestro padre
encontraría la manera de darle la vuelta a eso.
Los cinco caminamos afuera, Marko y Brinley comparten los
secretos del mundo frente a nosotros mientras Sven, Josip y yo los
seguimos. Los dos riéndose por el giro de los acontecimientos y yo
haciendo un puchero, celoso de que mi padre esté consiguiendo todo
el tiempo de mi mujer.
Salimos por la puerta y en una fracción de segundo algo salta a la
vuelta de la esquina. Solo puedo procesar en cámara lenta lo que
estoy viendo, pero ya es demasiado tarde. Geoff está frente a mi
padre con su arma en la mano, tomándonos a todos con la guardia
baja. Escucho un disparo y luego silencio.
Los tres nos ponemos en marcha. Cuando llegamos seguros de
que nuestro padre fue el que recibió el disparo, Geoff se derrumba en
el suelo. La sangre está bombeando desde su abdomen.
Brinley todavía tiene el arma en la mano, le disparó a su
hermanastro para proteger a mi padre.
Su cuerpo comienza a temblar mientras mira al suelo a su
hermanastro que todavía está apenas vivo. Se está ahogando con su
propia sangre.
—Colibrí, necesito que me des el arma—le dice mi padre a
Brinley.
Mi mente apenas registra el hecho de que mi padre le ha dado un
apodo cariñoso. Ella no se mueve, pero cuando él se la quita de la
mano, ella la suelta con facilidad.
Ella abre la boca y el susurro más suave rompe el pesado silencio.
—¿Luka? —Corro a su lado y la levanto lejos del lado de mi
padre. Pongo su cabeza contra mi cuello para que no tenga que ver lo
que está pasando y la alejo de esta pesadilla.
Una pesadilla que de repente se ha convertido en uno de los
mejores sueños que he tenido.
Epílogo
Brinley
C
— olibrí, voy a necesitar que me guardes otro baile. —Marko se
acerca a mí y me besa en la mejilla.
—¿Por qué estoy celoso de mi propio padre?—se queja Luka,
acercándome a su cuerpo.
Saco mis manos de alrededor de su cuello para hablar.
—¿Celoso de que me gusta más que tú o celoso de que le gusto
más que tú? —Deslizo las manos alrededor de su cuello amando la
sensación de su esmoquin de boda bajo mis dedos.
—¡Ambos!—dice y exhala un suspiro molesto que rápidamente es
reemplazado por una sonrisa.
Desde el día en que mi hermano hizo un trueque por mí con Luka
y le advertí a Marko que su vida estaba en peligro, Marko se ha
enamorado mucho de mí. Es estrictamente de una manera paternal,
pero de vez en cuando Luka se pone un poco celoso.
Una vez que todo se resolvió en el restaurante, se corrió la voz de
que la familia Vavra había sido desmantelada oficialmente. Al
principio hubo un poco de lío y Luka me mantuvo encerrada.
Aunque todas las noches, cuando llegaba a casa, se aseguraba de
decirme cuánto me adoraba y que haría cualquier cosa para
asegurarse de que supiera que me amaba. Cuando hablamos todavía
me mira como si fuera la única persona en el mundo.
Ahora que las cosas se calmaron un poco, Luka no podía esperar
para llevarme al altar, y aparentemente Marko tampoco podía
esperar a que él lo hiciera.
Mi madre y mi padrastro se acercaron a mí cuando descubrieron
que Geoff estaba muerto. Solo para decirme cómo debería haber
hecho más para evitarlo. No les importó que me hubieran
secuestrado, ni me preguntaron si todavía estaba en peligro. Todo lo
que les importaba era el hecho de que su amado Geoff se había ido.
Ni siquiera me sentí mal cuando decidí sacarlos de mi vida. No los
necesito. Mi vida está llena de amor y aceptación ahora, incluso si
proviene de personas que la mayoría pondría en la categoría de
villanos.
Luka me puso su marca dos días después del gran tiroteo en el
restaurante, reclamándome para todo el mundo. Me compró un
enorme anillo de compromiso. Me mudó a su casa y me consiguió
todo lo que necesitaba. Después para asegurarse de que nunca más
me sintiera encerrada, compró una casa familiar más lejos de Las
Vegas con hectáreas de terreno, suficiente tierra para que pudiera
correr y correr hasta que estuviera satisfecha. No es que alguna vez
quisiera. Luka es todo lo que necesitaré. Solo espero poder hacerlo
tan feliz como él me ha hecho a mí.
—Oye, ¿estás bien? —Luka se inclina y besa mi mejilla para
sacarme de mi ensoñación.
Asiento con la cabeza y le sonrío. Los nervios comienzan en mi
estómago cuando retiro mis manos de su cuello.
—Bueno, nunca tienes que preocuparte por ninguna competencia,
ya tienes a alguien más en tu equipo—le digo.
Continúa balanceándose, pero un poco más lento, un poco fuera
de ritmo. La larga cola de mi falda apenas se movía.
—¿Quién más está en mi equipo? —Sus cejas se fruncen en
confusión.
—Tu bebé—digo lentamente en lenguaje de señas.
Él niega con la cabeza.
—No entendí. —Retrocede un poco más, el baile completamente
olvidado. Sus ojos están pegados a mis manos.
Me río nerviosamente mientras muevo las manos aún más lento y
digo.
—Voy a tener a tu bebé.
Sus ojos saltan hacia los míos.
—¿Dijiste bebé?
Asiento con fuerza. Pensé que sería feliz. Aunque ahora que veo lo
profundamente conmocionado que está, no lo sé.
—¿Embarazada? ¿Estás embarazada?
Asiento de nuevo.
Con un estallido de emoción, Luka grita a todo pulmón y todos
los asistentes se vuelven para mirarlo. Cae de rodillas y abraza mi
cintura presionando suaves besos en mi vientre.
—¿Qué coño te pasa, Luka?—pregunta Marko desde donde está
parado, una pequeña pila de comida en el suelo. Debió haberla
dejado caer cuando Luka gritó.
Sven es el primero en darse cuenta, sonríe y levanta su champán.
—Buen trabajo, hermano.
—¡Ay Dios mío! ¡¿Estás embarazada?!—chilla Katarina y cierro los
ojos de golpe sintiendo que mi rostro se pone rojo cereza brillante. Le
doy un pulgar hacia arriba y con una ronda de jadeos, chillidos y
risas, todos se apresuran a llegar a mí.
Luka se da cuenta de que nuestra pequeña burbuja va a ser
infiltrada, porque se pone de pie de un salto y me levanta.
—¡Ella es mía!—dice mientras sale rápidamente de la recepción
con toda nuestra familia y amigos diciéndole que no pudieron
felicitarme.
—Voy a tener que encerrarnos en la habitación si quiero tenerte
solo para mí—dice mirándome.
—Mientras estés encerrado allí conmigo, puedes tirar la llave—le
digo con las manos y cuando me bendice con una sonrisa que me
calienta hasta el alma me inclino y lo beso, compartiendo con él todo
el amor que nunca supe que podía dar.
Fin
Colmillo
Corrección
La 99
Edición
El Jefe
Diseño
Max
Notas
[←1]
ASL es una abreviatura de “lenguaje de señas americano”, un
lenguaje rico que utilizan muchas personas sordas para
comunicarse. Tiene su propia sintaxis, gramática y cultura. ASL
es también el tercer idioma más utilizado en los Estados Unidos