Está en la página 1de 2
Redimiendo el Tiempo Buscamos y anhelamos m4s tiempo. Nuestro mundo se ha entregado a una carrera contra el tiempo. El que corre cien metros planos 0 participa en una carrera automovilistica y gana, es el campe6n de la hora. El reloj nos dicta el ritmo de nuestras vidas. Vivimos apurados y apremiados e involucramos a otros en nues- tro apuro y apremio. Parad6éjicamente nos referimos a nuestra falta de tiempo con un cierto orgullo, como si esa falta tuviese algo que ver con nuestra impor- tancia como persona. El Arte de Tener Tiempo El tiempo es un regalo de Dios. El arte de tener tiempo se produce cuando vivimos de acuerdo con los propdsitos de Dios. Le demostramos nuestra responsa- bilidad en cada minuto que nos da. Si le escuchamos con més cuidado nuestras vidas serén m4s armoniosas. Cuando lo recibimos y usamos como un don de Dios, empleamos nuestro tiempo en lo que estA4 mfs de acuer- do con su propésito. Cuando llegamos a ser mejores mayordomos de nuestro tiempo, a menudo descubrimos que los sucesos de nuestra vida fluyen m4s armoniosa- mente y que tenemos mas tiempo disponible para hacer aquellas cosas que necesitan ser hechas. Momentos Dados por Dios La Biblia habla del tiempo como un "periodo decisivo" o "un momento dado por Dios". Jesis envié un mensaje a quien le hospedaria, diciendo: "Mi tiempo esta cerca" (Mateo 26:18), o "El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado" (Marcos 1:15). El tiempo es una oportunidad que Dios nos da para descu- brir sus propésitos y llevarlos a cabo. Si tenemos la conviccion de que Cristo es el Sefior de nuestro tiempo, también creeremos que é1 tiene un plan para este dia y para toda nuestra vida. Conocer la volun- tad de Dios para mi vida y hacerla comienza con conocer y hacer la voluntad de Dios para este mismo dia. 4Cuando Son Sabios los Cristianos? El apéstol Pablo dijo que la sabiduria estA relacio- nada con el uso del tiempo. En Efesios 5:15, 16 @1 nos advierte: "Mirad, pues, con diligencia cémo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo porque los dias son malos." La palabra aprovechando es tomada del mercado, y significa "com- prar cada oferta" o "sacar ventaja" de cada una de a1 las oportunidades disponibles. El tiempo de Dios es una mercancia preciosa e inestimable. El Apéstol nos llama a invertir nuestras oportunidades en cada cosa que sea digna. Con respecto al tiempo, Pablo nos exhorta a "redimirlo", "comprarlo", "comprar todo lo que se ofrece", "pagar el precio necesario", El uso sabio del tiempo demanda que estemos despier- tos y alertas a cada oportunidad de testimonio y de ministerio cristiano. Colosenses 4:5 dice: "Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo." Hay que aprovechar el momento critico, el encuentro casual, la derivacién de la conversaciéon, el incidente no planeado cuando vienen. Hay que estar preparado para tales oportunidades, esperar que lle- guen y aprovecharlas cuando se nos presenten. Hay que encontrar las puertas abiertas. Tenga Tiempo y Sea Libre La libertad viene de ser obediente a los propositos de Dios, Cuando examinamos la vida de Cristo vemos una persona verdaderamente liberada viviendo una vida sin apuro. Jesiis tenia tiempo de sobra para hablar con una mujer extranjera que encontré junto a un pozo de agua (Juan 4:1-26). Tenia tiempo para ir de vaca— ciones con sus discipulos (Marcos 8:27); tiempo para admirar los lirios del campo (Mateo 6:28); tiempo para lavar los pies de los discipulos (Juan 13:5); y tiempo para contestar sus preguntas ingenuas sin impaciencia (Juan 14:5-10), Pero lo mas importante, Jesis tenia tiempo para ir al desierto a orar (Lucas 5:16) © pasar una noche entera en oraci6én antes de una decisién importante (Lucas 6:12). Un tiempo de meditacion tranquila es bueno para nuestra propia vida espiritual. Redescubrimos como tomar las cosas con calma como Dios lo ha mandado (Exodo 20:10), cémo meditar y orar. Es durante tales momentos tranquilos que redescubrimos la paz interior que el mundo necesita. En el reposo redescubrimos el orden correcto de las cosas y hacemos una distincion clara entre lo verdaderamente importante y lo que es secundario,. Esta libertad es la que anhelamos: la libertad de actuar o de no actuar, de hablar o de callar, de hacer una cosa mas bien que otra, de trabajar o descansar, todo segin la inspiracién de Dios. De esta manera nos damos cuenta por nosotros mismos de que estamos redimiendo el tiempo. Es asi como Dios dis- pone el tiempo de nuestra vida. 92

También podría gustarte