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LA ADOPCIÓN: UN SENTIMIENTO DE

AMOR QUE IMPULSA A LAS FAMILIAS A INICIAR ESTE PROCESO

ANGIE YALEXI CASTRO PINZÓN


KIMBERLY ZORANNY CASTRO RÍOS
ERIKA CELIS PEÑUELA

AMPARO VEGA ALBINO


DOCENTE

UNIVERSIDAD LIBRE
FACULTAD DE DERECHO CIENCIAS SOCIALES Y POLÍTICAS
FAMILIA Y DEL MENOR
CUARTO AÑO DIURNO
SOCORRO
2017
RESUMEN

El proceso de Adopción provoca incertidumbre en Colombia, llevando no sólo a


que la sociedad se replantee el significado real de la adopción, sino a que entes
gubernamentales que buscan garantizar el estado de derechos del menor, cambien
los lineamientos y requisitos exigidos a las familias adoptantes, con el objetivo de
hacer viva la protección de los derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes. A
pesar de ello, es de destacarse que en materia de adopción, el país afronta la cruda
realidad de familias que tras intentar la adopción de un menor resultan afectadas por
el fraude, otras que, resultan vencidas en el intento de adoptar, y aquellas a las que
se les corta las alas, todo esto gracias a las pocas herramientas con las que se cuenta
para fortalecer el proceso de adopción.

Aun así, es de aplaudirse la labor que realizan las familias que se permiten
complementar su núcleo familiar con un menor que no tiene una familia en quien
apoyarse, ofreciéndoles cariño, amor, bienestar y estabilidad tanto económica como
emocional para su adecuado desarrollo.
INTRODUCCIÓN

El ICBF (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar), ha sido una entidad


impulsadora del proceso de Adopción, apoyando los mecanismos de
restablecimiento de derechos de los NNA (Niños, Niñas y Adolescente) y buscando
procesos accesibles para que uno de ellos pueda ser adoptado por una familia, pese
a ello, existen normas de rango constitucional y legal que influyen de manera
marcada en estos procesos, y puede que esto sea un muro que se plante para impedir
un proceso de adopción célere y alcanzable, pero no sólo para los padres
Colombianos interesados en adoptar, sino para aquellos extranjeros que buscan
adoptar en Colombia y que son atropellados por estafas y desfalcos, y parejas del
mismo sexo.

En el presente ensayo, se hará una presentación del proceso y procedimiento de


adopción en Colombia, pero además se señalarán los procedimientos de adopción
que deben hacer las familias extranjeras, y las posibilidades que ahora tienen las
parejas del mismo sexo. Buscando con ello, demostrar que la verdadera razón por la
que se debe adoptar es por un sentimiento de amor que impulse a cada una de estas
familias a iniciar un proceso con aras de brindar al NNA un apoyo familiar y
afectivo.
LA ADOPCIÓN: UN SENTIMIENTO DE
AMOR QUE IMPULSA A LAS FAMILIAS A INICIAR ESTE PROCESO

“Un padre no es el que da la vida, un padre es el que da el amor”


Denis Lord

La adopción es considerada jurídicamente como un acto voluntario y libre, capaz de crear


sin parentesco de sangre, un vínculo de filiación y amor puro entre dos o más personas. Su
finalidad está encaminada a la protección de menores o incapaces
velando así por brindarles una estabilidad emocional la cual
les permita disfrutar de un sano crecimiento, así mismo,
brinda seguridad jurídica para los padres adoptantes a
quienes se les atribuyen por medio de esta institución una serie
de derechos y obligaciones recíprocamente.

Esta figura jurídica ha generado gran controversia a lo largo de los años, sus orígenes se
remontan a la antigüedad más específicamente en la India donde se trasmitió junto con las
costumbres religiosas hacia las poblaciones vecinas. Durante sus inicios se creía que su
finalidad era eminentemente religiosa, sin embargo, pese a ser considerado un tema de
actualidad, la adopción apareció en el Código de Hammurabi cerca ya de dos mil años a.c.,
en donde Justiniano estableció dos tipos de adopción: la adoptio plena, esta era la común,
es decir, aquella en la cual la persona adoptada ingresaba al núcleo familiar junto con todos
los derechos y deberes ligados a este y se sometía al igual que el resto de la familia, a la
potestad del jefe. El otro tipo de adopción era la adoptio minus plena cuyo propósito era
crear efectos estrictamente patrimoniales, los cuales limitaban al adoptado a heredar los
bienes del pater familias adoptantes y no existía desvinculación del adoptado con su familia
biológica.

Así como esta, existen miles de teorías acerca del origen de esta institución las cuales son
disimiles entre sí, pero cuyo fin siempre va encaminado a velar por la protección de
menores o incapaces desfavorecidos que requieren de cuidados y atención, además de que
se les provea de educación, bienestar físico y emocional y que por medio de esta figura
gocen del derecho a tener una familia, puesto que, es un derecho constitucional de rango
fundamental.
En Colombia, la adopción es catalogada como una medida de protección para niños, niña y
adolescente que han sido abandonados por sus padres o a los que determinadas situaciones
les impidieron crecer en un seno familiar lleno de valores, respeto, amor y les negaron la
posibilidad de gozar del ejercicio pleno de sus derechos como personas de especial
protección. Es por esta razón que, se abren posibilidades para las personas que además de
estar interesadas en adoptar, cuentan con la capacidad económica y espiritual para cobijar
un nuevo miembro en su familia, y llevar a cabo la gran labor de ser padres.

El proceso de adopción en Colombia ha estado compuesto de una serie de normas, tratados


y decretos que rigen esta institución, es de esta manera como se trae a colación la Ley 12 de
1991 que aprueba la Convención sobre los Derechos del Niño posteriormente adoptada por
la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 1989, la Ley 7 de 1979 que extiende
los términos de “niño, joven” como aquellos menores de 18 años, además por medio de
esta misma ley se incorpora el Sistema Nacional de Bienestar Familiar (ICBF), el cual
presta un servicio público y está encaminado a preservar y proteger la niñez y la familia.

“... el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar tendrá por objeto fortalecer la familia y
proteger al menor de edad. Para restablecer el derecho humano a tener una familia y no
ser separado de ella, que es de orden constitucional, [... se crean] los comités de adopción
del ICBF y de las instituciones autorizadas integrados por profesionales especializados
como trabajadores sociales, psicólogos, el representante regional del ICBF, el director o el
representante legal de las instituciones privadas para desarrollar el programa de adopción
(art. 20 Ley 7 de 1979) “ (Boriani, 2016)

El artículo 61 de la Ley 1098 de 2006 Código de la Infancia y la Adolescencia, prescribe lo


que se debe entender por adopción, y para el caso es principalmente necesario citarlo, esto
es: “La adopción es, principalmente y por excelencia, una medida de protección a través de
la cual, bajo la suprema vigilancia del Estado, se establece de manera irrevocable, la
relación paterno-filial entre personas que no la tienen por naturaleza.” Así pues, allí se
plasma la adopción como un programa que debe ser desarrollado con miras de garantizar
los derechos del menor tanto a tener una familia y como a gozar de un bienestar familiar, es
por ello, que toda esta institución gira en torno al interés superior del niño, cuyos derechos
prevalecen sobre los derechos de los demás.

Durante el curso del proceso adoptivo intervienen una serie de entes y personas, entre ellas
se encuentra el ICBF como autoridad central, de igual forma el defensor de familia quien
será el encargado de evaluar si la adopción es procedente para proteger los derechos del
niño y si el trámite se lleva a cabo por vía judicial, también intervendrá el juez de familia
quien se hará cargo de decretar la adopción y dictara sentencia una vez evalúe los pros y
contra de la situación. Es importante recordar que se debe garantizar la supremacía del
interés superior del menor, por lo que se debe tener en cuenta que éste es el más importante
dentro de estos procesos.

Antes de llevar a cabo el procedimiento de adopción, debe estudiarse al menor para


declarar si el menor está en situación de adaptabilidad, para ello, nuestra legislación actual
presenta algunos eventos en los que se puede dar apertura a la adopción.

En primer lugar puede presentarse que se haya intentado el reintegro del menor a su núcleo
bilógico y no se hubiese llevado a cabo, ya sea porque persiste el estado de desprotección o
por negligencia total de sus padres, allí, el defensor de familia debe expedir una providencia
que contenga la aceptación o aprobación para dar curso al trámite de adopción.

En segundo lugar, puede ser porque el menor haya sido abandonado o porque se
presentaron diversas situaciones irreversibles que han puesto en riesgo su integridad, en
este caso, el defensor de familia debe expedir una autorización que ordene la adopción por
su procedencia.

Y la tercera situación para que el menor tenga la posibilidad de ser adoptado es cuando sus
padres bilógicos consienten que se lleve a cabo dicho trámite, ya que, definitivamente
existen razones de peso para entregar el cuidado del menor a personas realmente
comprometidas con la situación.

Sea cual sea el caso por la cual se pueda llevar a cabo el proceso de adoptabilidad, lo
importante es tener presente que la nueva familia que acoja al niño, niña o adolescente le
brinde las herramientas necesarias para coadyuvar con el sano crecimiento del niño y la
posibilidad de verlo convertido a futuro en una persona íntegra dotada de infinidad de
valores y características que lo encaminen a ser una persona mejor cada día, al final ese es
el objetivo último de la adopción.

Una vez se emita la providencia, la autorización o el consentimiento y con esto se declare la


situación de adoptabilidad del menor, este debe ser preparado por un equipo
multidisciplinario compuesto por psicólogos, trabajadores sociales entre otros, capaces de
concientizar al menor a cerca de la situación por la cual atraviesa y las múltiples ventajas
que trae consigo el hecho de ingresar a un nuevo entorno familiar que garantice un hogar
estable. (Boriani, 2016)

El artículo 68 del código de infancia y adolescencia expresa los requisitos para poder llevar
a cabo el procedimiento de adopción como lo es quien, siendo “capaz, haya cumplido 25
años de edad, tenga al menos 15 años más que el adoptable, y garantice idoneidad física,
mental, moral y social suficiente para suministrar una familia adecuada y estable al niño,
niña o adolescente.” Se exigen iguales condiciones para quienes adopten conjuntamente
como los cónyuges, las personas solteras y los que se encuentren taxativamente en el
código.

El proceso de adopción conlleva la realización de dos etapas que son la administrativa y


una judicial. El juez de familia de única instancia, tal y como lo señala el artículo 120 del
código de la infancia y la adolescencia es a quien le corresponde, entre otras varias cosas,
llevar a cabo la homologación de la resolución que declara la adoptabilidad de niños, niñas
o adolescentes, así como hacer la revisión de las decisiones administrativas proferidas por
el Defensor de Familia o el Comisario de familia, en los casos previstos en la ley; también
conocer acerca de la restitución internacional de niños, niñas y adolescentes y resolver
sobre el restablecimiento de derechos cuando el Defensor o el Comisario de Familia haya
perdido competencia. El proceso se debe iniciar por el Defensor de familia, del
Representante legal del niño, niña o adolescente, o de la persona que lo tenga bajo su
cuidado. No obstante, el Juez podrá iniciarlos también de oficio. Por lo cual, al momento de
iniciar el proceso, el juez deberá adoptar las medidas de urgencia que la situación amerite
para proteger los derechos del niño, niña o adolescente.

El artículo 64 aduce que el adoptante y el adoptivo adquieren, por la adopción, los derechos
y obligaciones de padre o madre e hijo. Así mismo, como efecto principal de la sentencia se
tiene el establecimiento del parentesco civil entre el adoptivo y el adoptante, que se
extiende en todas las líneas y grados a los consanguíneos, adoptivos o afines de estos. En
consecuencia, de ello, el adoptivo llevará como apellidos los de los adoptantes. En cuanto
al nombre, sólo podrá ser modificado cuando el adoptado sea menor de tres (3) años, o
consienta en ello, o el Juez encontrare justificadas las razones de su cambio. Además, como
efecto de la adopción, el adoptivo deja de pertenecer a su familia y se extingue todo
parentesco de consanguinidad, bajo reserva del impedimento matrimonial del ordinal 9o del
artículo 140 del Código Civil. No obstante, la ley contempla que si el adoptante es el
cónyuge o compañero permanente del padre o madre de sangre del adoptivo, tales efectos
no se producirán respecto de este último, con el cual conservará los vínculos en su familia.

Ya visto el trámite para acceder a la adopción, no queda más que señalar algunas falencias
importantes que son necesarias mejorar, pues a pesar de que la Constitución Política en el
artículo 42, el código civil en el marco de la adopción, el código del menor, el convenio de
la Haya sobre Adopciones ,y el código de Infancia y Adolescencia ley 1098 de 2006,
fortalecieron el proceso de adopción en Colombia, obteniendo que mucho NNA pudiesen
contar con oportunidades de pertenecer a una familia, debe tomarse más en cuenta que el
convenio de la Haya tiene como razón primordial vincular garantías para las adopciones
internacionales, siendo relevante entonces, tener presente que los países deben tener más
convenios a fin de que familias extranjeras tengan la posible opción de adoptar en
Colombia, y no tengan que entrar en una extensa lista de espera aun cuando estas han
cumplido con todos los requisitos para ser adoptantes.

Además de ello, es primordial dar a conocer la posibilidad que ahora las parejas del mismo
sexo tienen de adoptar a un NNA, pues aunque la sociedad se enfrenta a una revisión de las
tradicionales culturas y a la defensa de los derechos que tienen los niños, es un sentir
constitucional, jurisprudencial y legal, el que motiva a permitir la adopción a las parejas del
mismo sexo.

Muchos NNA serían los beneficiados pues podrían pertenecer a una familia, recibir amor,
cariño, acceder a una educación superior, y disfrutar de comodidades. Se puede llegar a
pensar en eliminar algunas instituciones donde se encuentra el NNA, además el Estado
ahorraría algún dinero por cupos, y lo más importante, NNA con un nuevo hogar,
impulsados por un sentimiento de amor.

Es imposible tapar la realidad, y es que un alto porcentaje de familias extranjeras son las
que solicitan adoptar, concluyendo así que, puede ser mejor para los NNA en Colombia si
el estado y el ICBF propician proyectos que apunten a mejorar el servicio en el proceso de
la Adopción en Colombia, y así mismo, se ofrezcan oportunidades a TODAS LAS
PERSONAS que estén dispuestos a abrir su corazón a un NNA y que además se enfatice
en el bienestar del menor, para su desarrollo y calidad de vida.
BIBLIOGRAFIA

 Código de infancia y adolescencia

 Boriani, S. A. (2016). Universidad Externado de Colombia. Recuperado el 13 de


noviembre de 2017, de
http://revistas.uexternado.edu.co/index.php/derpri/article/view/4809/5720

 http://www.javeriana.edu.co/biblos/tesis/derecho/dere10/tesis02.pdf
 http://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/con4_uibd.nsf/
38EF1CBB305DF1A705257EBB0061B7B2/$FILE/
Ensayogeny_BarrancoAldana.pdf
 https://es.scribd.com/doc/57778588/Ensayo-Adopcion-de-ninos-por-Parejas-
Homosexuales
 http://www.unilibre.edu.co/verbaiuris/images/stories/vol1/dc1.pdf

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