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ESCUELA DE ARQUITECTURA
CARLOS RODRIGUEZ
8-916-66
TRABAJO N°4
La Doctrina del Destino Manifiesto fue un concepto central que moldeó la política exterior y la
visión de Estados Unidos hacia su papel en el mundo. Surgió en la década de 1840 y postulaba
que los Estados Unidos estaban destinados por Dios y la historia a extender su influencia y sus
valores desde el Atlántico hasta el Pacífico. Esta doctrina justificaba la expansión territorial y la
adquisición de nuevos territorios como parte de una misión civilizadora y benevolente.
La Doctrina Monroe
La Doctrina Monroe es una política exterior históricamente significativa de los Estados Unidos
que ha tenido un impacto duradero en las relaciones internacionales y la configuración del
continente americano. Anunciada por el presidente James Monroe en su discurso anual ante el
Congreso el 2 de diciembre de 1823, esta doctrina estableció principios fundamentales que
influirían en la política exterior estadounidense en las décadas y siglos siguientes.
La Doctrina Monroe tuvo un impacto profundo en las relaciones entre los Estados Unidos y
América Latina, al tiempo que influyó en la percepción global de Estados Unidos como defensor
de la independencia y la autodeterminación. Sin embargo, también ha sido objeto de debate y
controversia, ya que algunos la han criticado como una forma de intervencionismo encubierto y
como un instrumento para justificar acciones expansionistas en la región.
En resumen, la Doctrina Monroe es una política exterior históricamente influyente que buscaba
garantizar la independencia y la soberanía de América Latina y establecer una separación entre
los intereses europeos y americanos. Aunque su interpretación y aplicación han variado a lo
largo del tiempo, su legado sigue siendo un elemento clave en la política exterior estadounidense
y en la historia de las relaciones hemisféricas.
El término "Big Stick" (en español, "Gran Garrote") se asocia comúnmente con la política
exterior del presidente estadounidense Theodore Roosevelt y su enfoque en el uso de la fuerza y
la diplomacia para proteger los intereses de Estados Unidos en el ámbito internacional. La
expresión se originó a partir de una famosa cita de Roosevelt: "Habla suavemente y lleva un gran
garrote; así llegarás lejos".
El enfoque del "Big Stick" se basaba en la idea de que Estados Unidos debía demostrar su fuerza
militar y su disposición a utilizarla como una forma de disuasión y negociación efectiva. Aunque
Roosevelt prefería resolver conflictos a través de la diplomacia, también creía que mantener un
poder militar sólido era esencial para respaldar su posición en las negociaciones internacionales.
Es importante destacar que el enfoque del "Big Stick" tuvo sus críticos y fue objeto de
controversia, tanto en Estados Unidos como en otros países. Algunos vieron esta política como
una forma de intervencionismo y expansión imperialista, mientras que otros argumentaron que
socavaba la soberanía y la autodeterminación de otras naciones.
La "Diplomacia del Dólar", también conocida como "Dollar Diplomacy" en inglés, fue una
política exterior adoptada por el gobierno de los Estados Unidos a principios del siglo XX,
particularmente durante las presidencias de William Howard Taft (1909-1913) y parte de la
administración de Woodrow Wilson (1913-1921). Esta política buscaba utilizar la inversión
económica y la influencia financiera como medios para promover los intereses nacionales y
políticos en otras partes del mundo.
Sin embargo, la Diplomacia del Dólar también tuvo críticos y desafíos. Algunos argumentaban
que esta política priorizaba los intereses económicos y financieros sobre los derechos y la
autodeterminación de los países receptores. Además, en muchos casos, la intervención
estadounidense generó tensiones y resentimiento en los países donde se aplicó.
En resumen, la Diplomacia del Dólar fue un enfoque de política exterior que buscaba utilizar la
inversión económica como herramienta de influencia y protección de intereses en el extranjero.
Aunque tenía como objetivo promover el desarrollo económico y la estabilidad política, también
generó debates y controversias sobre la naturaleza de la influencia estadounidense en otros
países.
La Política del Buen Vecino y el principio de No Intervención de Franklin D.
Roosvelt.
La Política del Buen Vecino fue una estrategia de política exterior implementada por el presidente
estadounidense Franklin D. Roosevelt en la década de 1930 y 1940, con el objetivo de mejorar las
relaciones y la cooperación entre Estados Unidos y los países de América Latina. Esta política se basó en
el principio de No Intervención y buscaba alejarse de las prácticas intervencionistas y de dominación que
habían caracterizado a veces la relación entre Estados Unidos y sus vecinos del sur.
Sin embargo, es importante reconocer que, si bien la Política del Buen Vecino marcó un cambio en la
retórica y la aproximación diplomática de Estados Unidos hacia América Latina, no estuvo exenta de
desafíos y limitaciones. En algunos casos, la retórica de "buena vecindad" no siempre se tradujo en
acciones concretas, y persistieron desafíos en las relaciones bilaterales.
En resumen, la Política del Buen Vecino liderada por Franklin D. Roosevelt fue un intento de transformar
la relación entre Estados Unidos y América Latina en una basada en la cooperación, el respeto mutuo y el
principio de no intervención. Aunque tuvo sus desafíos, sentó las bases para una nueva etapa en las
relaciones hemisféricas y marcó un hito en la evolución de la política exterior estadounidense hacia la
región.
CONCLUSIONES
En la historia de Estados Unidos, el expansionismo norteamericano se vio influido en gran medida por la
creencia en el Destino Manifiesto, una convicción arraigada en la misión de la nación de extender sus
valores y sistema político hacia nuevas tierras. Aunque esta ideología ayudó a justificar la expansión
territorial y la influencia en el continente, también generó tensiones con otras naciones y planteó
preguntas sobre la coexistencia pacífica y el respeto por la autodeterminación de otras culturas.
La Doctrina Monroe:
La Doctrina Monroe dejó una marca indeleble en las relaciones hemisféricas al afirmar el compromiso de
Estados Unidos con la no intervención y la separación de los hemisferios. A pesar de sus objetivos nobles
de proteger la independencia de América Latina, su interpretación y aplicación a lo largo del tiempo a
menudo reflejaron intereses cambiantes y en ocasiones contradictorios. La Doctrina Monroe ejemplifica
cómo la política exterior puede ser un equilibrio entre principios ideales y pragmatismo.
La estrategia del "Big Stick" de Roosevelt simbolizó la intersección de diplomacia y fuerza en la política
exterior estadounidense. Si bien este enfoque reforzó la posición de Estados Unidos en las negociaciones
internacionales, también desencadenó debates sobre la intervención y los límites del poder. El "Big Stick"
reflejó cómo la diplomacia puede coexistir con una disposición a utilizar la fuerza, y su legado continúa
influenciando las decisiones políticas y las percepciones internacionales.
La Diplomacia del Dólar demostró cómo la influencia económica puede ser una herramienta poderosa en
la política exterior. Aunque buscaba promover el desarrollo económico y la estabilidad política en otros
países, también suscitó controversias sobre la intención real detrás de la inversión estadounidense y su
impacto en la soberanía de las naciones receptoras. La Diplomacia del Dólar subraya cómo los intereses
económicos pueden entrelazarse con los objetivos diplomáticos y cómo se deben equilibrar para evitar
tensiones.
La Política del Buen Vecino encarnó un intento de transformar la relación entre Estados Unidos y
América Latina a través de la cooperación y el respeto mutuo. Su énfasis en la no intervención y la
autodeterminación marcó una desviación significativa de las prácticas anteriores. Aunque esta política
enfrentó desafíos y no siempre se tradujo en acciones coherentes, dejó un legado de cambio en la
dinámica de las relaciones hemisféricas y recordó la importancia de la cooperación basada en principios
compartidos.
En conjunto, estos temas de política exterior reflejan la evolución de Estados Unidos como actor en la
arena internacional, destacando las tensiones entre la promoción de valores y los intereses nacionales,
así como las complejidades de la diplomacia en un mundo cambiante. Las lecciones de estos enfoques
pasados continúan informando las decisiones y la percepción de Estados Unidos en el escenario global
actual.