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Selva: se desarrolla en la zona ecuatorial de América, donde coincide casi totalmente con la

cuenca del Amazonas. Es un bioma muy diverso y complejo, dado que alberga cerca de 80
mil especies. La vegetación forma estratos, es decir, se desarrolla en capas de distintas
alturas. En las últimas tres décadas, la explotación de la selva se intensificó para obtener
madera y para destinar nuevas áreas a la ganadería y la agricultura.

• Bosque tropical: se desarrolla en las zonas de clima tropical; es un bosque denso con
árboles de maderas duras, muy valoradas, con menor biodiversidad que la selva. Fue muy
explotado desde la llegada de los europeos al continente, en especial desde el siglo xvi,
cuando se deforestaron extensas áreas para el cultivo de la caña de azúcar y el café.

Bosque xerófilo y de sabana: en las zonas subtropicales con pocas precipitaciones existen
árboles dispersos y predominan las hierbas xerófilas, es decir, adaptadas a la falta de
humedad. Este bosque es típico de la región chaqueña, en la Argentina, con árboles de
maderas duras y de lento crecimiento

• Pradera y estepa: son pastizales de climas templados con hierbas tiernas, en las zonas
con abundancia de precipitaciones, y con pastos más duros, hacia el interior de los
continentes. Son los biomas más transformados por la actividad agrícola y ganadera.

Desierto: este bioma está determinado por la falta de precipitaciones, y la vegetación es


xerófila, como los cactus, aunque también hay pequeños árboles en las orillas de los ríos. El
aumento de la ocupación humana en estas regiones afecta principalmente a la fauna, sobre
todo a las aves y los felinos, que suelen requerir grandes territorios para su desarrollo.

Bioma de montaña: está formado por un conjunto de biomas determinados por la variación
de temperaturas y de precipitaciones, según la altura sobre el nivel del mar. Se presentan la
tundra, en las cimas, y el bosque o la pradera, en las laderas y áreas bajas.

Los ríos de América:


América presenta múltiples ríos y arroyos grandes lagos y lagunas, glaciares y nieves
eternas. Además, el continente americano está bañado por tres ojos: el Glacial Ártico, por el
norte, el Atlántico, por el este, y el Pacífico, por el este. Esto permite el desarrollo de
numerosas rutas marítimas

Los ríos pueden ser permanentes o temporales, según la región climática que recorren. Si
bien en algunas zonas desérticas los cursos de agua tienen gran importancia local, los
grandes ríos son los de mayor aprovechamiento social pues sirven como vía de transporte,
como fuente de agua dulce, para la generación de energía o para el desecho de
desperdicios industriales.

Los ríos nacen en las zonas más elevadas, como el macizo Plegado del Oeste, los montes
Apalaches o la cordillera de los Andes, y en las mesetas y ma cios del este, y se dirigen
hacia zonas más bajas, hasta desembocar en le océanos o en lagunas. Así, la pendiente de
un río es el recorrido que realiza desde la naciente hasta la desembocadura. En América se
diferencian tres pendientes, una hacia cada océano
Un conjunto de ríos conectados entre sí forman una cuenca hidrográfica, es decir, áreas
drenadas por los ríos y todos sus afluentes. En general, las cuencas están formadas por un
río principal o colector al cual llegan afluen tes, o sea ríos menores que desembocan en él
Si las aguas de estos ríos llegas al océano, la cuenca se denomina exorreico, en cambio, si
convergen en lago, o mas interiores, la cuenca es endorreica. En las zonas desérticas,
donde las aguas se infiltran o se evaporan, las cuencas se llaman arrecifes.

Los ríos de la pendiente del Pacifico, como el Sacramento o el San Joaquín, en América del
Norte, nacen en las cordilleras del oeste. Son cortos y no navegables y se aprovechan para
el riego y la producción de energía. El río Colorado es muy extenso y en su recorrido
erosiona y profundiza su propio cauce, hasta formar el Gran Cañón.

Los ríos de la pendiente del Atlántico son extensos y caudalosos, y forman grandes cuencas
hidrográficas, En América del Norte se destaca la cuenca de

los ríos Misisipi-Misuri, que transporta una gran cantidad de sedimentos que se depositan
en su desembocadura, donde se forma un delta (desembocadura de un río con numerosas
islas formadas por sedimentos). Son ríos muy caudalosos y sus crecidas producen
desastres para la sociedad, dado que en su cuenca viven más de 70 millones de personas.

Otra cuenca importante es la de los Grandes Lagos y el río San Lorenzo, que desemboca
en el Atlántico. Para facilitar la navegación entre esta cuenca y la del Misisipi, se
construyeron canales que las unen. Los ríos y lagos que desaguan en el océano Ártico
nacen en el escudo Canacido, y sus aguas suelen estar congeladas la mayor parte del año,
un factor que limita su aprovechamiento.Los ríos de América Central son, en general, cortos
y torrentosos: nacen en las cordilleras y se dirigen a gran velocidad hacia los mares u
océanos. A sa vez, los ríos de la pendiente pacífica son más cortos que los de la pendiente
atlántica.

Los grandes ríos de América del Sur

Los ríos de la pendiente pacífica de América del Sur son cortos y torrentosos, como el
Guayas, en Ecuador, el Grande, en Chile, y el Rímac, en el Perú. Estos rios son muy
importantes a nivel local, donde se aprovechan especialmente para riego y provisión de
agua potable, aunque en algunos casos también se convierten en vertederos de residuos,
como sucede con el río Rímac.

Los ríos de la vertiente atlántica, extensos y caudalosos, son de gran impor tancia a nivel
regional, por sus múltiples aprovechamientos y porque facilitan la comunicación entre los
países que integran sus cuencas. En América del Sur se destacan los ríos Orinoco,
Amazonas, Paraná y el Río de la Plata.

La cuenca del Orinoco abarca Venezuela y el este de Colombia, cubre más de 900.000 km²
y en ella habitan unos 19 millones de personas, Este exten- so río nace en el macizo de
Guayana y recibe numerosos afluentes desde ese relieve y de la cordillera de los Andes.
Luego de recorrer 2100 kilómetros de c zonas llanas, el Orinoco desemboca en un gran
delta. En las zonas llanas de la cuenca se practican la agricultura y la ganadería, y se utiliza
el río como vía de transporte.

El río Amazonas nace en los Andes peruanos, por la confluencia del Ucayali y el Marañón, y
recorre 6750 km, casi todos en territorio brasileño. Su enorme cuenca abarca, además,
parte del Perú, Venezuela, Bolivia y Colombia. El Ama- zonas recibe enormes ríos por el
norte y por el sur, que lo vuelven el río más caudaloso del mundo. La cuenca presenta una
gran importancia por su navega. bilidad y por los recursos estratégicos que posee, como
minerales, petróleo, y su enorme biodiversidad, amenazada por la ocupación humana.

La cuenca del Paraná-Plata está integrada por cuatro grandes ríos: el Para- guay, el
Uruguay y el Paraná, que llevan sus aguas hacia el inmenso estuario" del Río de la Plata.
Esta cuenca abarca 3.100.000 km² en cinco países que pre- sentan una enorme llanura con
abundantes precipitaciones, que la alimentan. Es una zona poblada y el área ha sido
transformada por numerosas actividades, como la agricultura, la ganadería y la industria.
Además, los ríos son navegables en gran proporción

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