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TRIMESTRE: 1º
MATRÍCULA: 2163011954
1. Introducción
2. Antecedentes.
2.1.1. Leyes de Reforma. Rompimiento de la relación Estado-Iglesia.
2.1.2. Constitución de 1917.
2.1.3. Ley Calles.
3. Iglesia Católica.
3.1.1. Relación Estado-Iglesia. Antes, durante y después de la Guerra
Cristera.
4. Pueblo mexicano.
4.1.1. Ideología y religión. Modo de vida.
4.1.2. Organizaciones religiosas.
4.1.2.1.1. Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa.
4.1.2.1.2. Asociación Católica de la Juventud Mexicana.
5. Zonas de Conflicto.
5.1.1. Jalisco.
5.1.2. Aguascalientes, Querétaro y Guanajuato.
7. Conclusiones
8. Bibliografía
2
Introducción
Es bien sabido que la Iglesia católica ha tenido gran influencia en la vida política y social
del pueblo mexicano desde su llegada a América por medio de la conquista española.
Durante tres siglos y hasta después de la formación del México Independiente, la Iglesia
debe su influencia en parte al gran poder político y económico que ésta sostenía en el país.
llamadas Leyes de Reforma (que tuvieron como antecedente las Reformas que Gómez
Farías hizo en 1833), que parte del poder que mantenía la Iglesia fue disminuido
notoriamente; gracias a este suceso y a la victoria de los liberales sobre los conservadores
aunque durante el Porfiriato, Díaz trató de mantener la paz entre los dos devolviéndole a la
Iglesia parte de los privilegios que había perdido durante la Reforma y llegaron a un nuevo
modus vivendi. Sin embargo, con el estallido de la Revolución, esta paz fue turbada pues la
artículos 3, 5, 27, 30 y 130 fueron los que más afectaban a la jerarquía eclesiástica. Estas
tensiones siguieron durante el mandato de Obregón, pero no fue sino hasta la llegada de
Calles a la presidencia que estas tensiones estallaron y dieron paso a uno de los capítulos
1
Lorenzo Meyer, “La institucionalización del nuevo régimen” en Historia general de México. Versión 2000,
México, El Colegio de México, 2000, pp. 829.
3
La Iglesia no es una organización que está fuera del contexto social. A pesar de las
ella. Esto se debe a las diversas opiniones que la Iglesia ha tomado en las diferentes épocas
La razón por la que la Iglesia y el Estado han logrado un modus vivendi fue gracias al
ambas instituciones.2
esencial del nacionalismo mexicano, y bien uno puede identificarse como mexicano
relación frágil de el Estado-Iglesia. El motivo para trabajar este tema tiene que ver con la
gran influencia que tuvo la religión católica en toda mi formación académica; ver más allá
como una parte de su identidad. ¿Qué es lo que lleva al pueblo mexicano a defender con
tanto ahínco una institución que, desde tiempos de la Colonia, abusa de su poder e
2
Blancarte, Roberto. Historia de la Iglesia católica en México, México, El Colegio Mexiquense y Fondo de
Cultura Económica, 1992, pp. 416.
4
Mi aporte en la investigación será entender la importancia y el impacto que la Iglesia
tiene dentro de la educación del pueblo mexicano y cómo ésta siguió con paso firme dentro
de las convicciones de la gente a pesar del empeño que tenía el gobierno mexicano de
La zona que se estudiará será el centro-occidente del país, la región del Bajío,
1929, años en los que se llevo acabo este conflicto. La especificación de el periodo se debe
a que existe una “Segunda Guerra Cristera” entre los años de 1932 a 1938; sin embargo,
Las fuentes recurridas serán desde archivos y documentos del gobierno federal y
estatal, libros ya elaborados por autores como Jean Meyer, Nicolás Larin y Ma. Alicia
5
Antecedentes
la Guerra Cristera que tuvo lugar en México a principios del Siglo XX, asimismo, se ha
volumen, sino también en función del origen de cada fuente. Utiliza archivos públicos,
archivos particulares, fuentes eclesiásticas, diarios y libros publicados sobre el tema. Esto
hace que el relato sea, no solo muy completo en cuanto a lo fáctico, sino por que también
busca abarcar las acciones y opiniones de casi todos los actores involucrados. Además,
tendrá un enfoque político, como dice Meyer: “este libro analiza la etapa democrática
burguesa de México y el camino complicado seguido por la Iglesia para convertirse, «de
mexicano ha centrando su reflexión en las formas autoritarias del poder y en los procesos
En este subtema se hablará de las reformas que se dieron en el país durante el periodo de
Estado-Iglesia en México. Para este apartado utilizaremos un capítulo escrito por Andrés
Lira y Anne Staples para el libro Nueva historia general de México sobre la reconstrucción
Reforma.
3
Jean Meyer, La Cristiada, La guerra de los cristeros, traducción de Aurelio Garzón del Camino, México
D.F., Siglo XXI Editores, [3ª ed. 1974], pp. 398.
7
Universidad Iberoamericana. La mayor parte de su carrera la ha realizado en El Colegio de
Siglo XIX.
labores cuando se aprobó la Constitución de 1857; esto daría un paso importante hacia el
nuevo orden.4 En esta Constitución se incluyeron varias de las famosas Leyes de Reforma
que fueron expedidas entre 1855 y 1863. A continuación se hará una breve presentación de
algunas de ellas.
conocida como Ley Juárez, se destaca por la abolición de los fueros eclesiástico y militar en
“La Ley Juárez implicaba todo un proyecto político. Tuvo una repercusión inmediata,
no por lo que se refiere a la organización general, sino por los intereses que afectó en el
4
Lira, Andrés y Anne Staples, “Del desastre a la reconstrucción republicana”, en Nueva historia general de
México, México, D.F., El Colegio de México, 2010, pp. 451.
8
se propagó a pueblos de Tlaxcala, Veracruz y Puebla en los primeros meses de 1856 y
llegó a adueñarse de la capital de este último estado, cuando cobraba aire de guerra
civil. (…). Se impuso una sanción al clero poblano para indemnizar a las familias de
los combatientes y sus bienes fueron intervenidos. En vano protestó el obispo Pelagio
“De acuerdo con el artículo 25, ninguna corporación civil o eclesiástica tendría
capacidad para adquirir o administrar bienes raíces, con la única excepción de los
“El 27 de enero de 1857 entró en vigor la ley del registro civil y el 30, la relativa al
eclesiásticas y la sociedad.”7
5
Ibid., pp. 451-452.
6
Ibid., pp. 452-453.
7
Ibid., pp. 455.
9
Constitución de 1917.
continuó con las tensiones entre el Estado y la Iglesia católica. Para este apartado se utilizó
información y referencias de los autores Georgette José Valenzuela, Jesús Silva Herzog y
línea de investigación de largo aliento ha sido “Historia política y social del México
Jesús Silva Herzog nacido en 1892, fue un economista que presidió el comité del
Autónoma de México hasta sus últimos años. Realizó sus primeros estudios en el Seminario
de San Luis Potosí, pero al sufrir una afección en los ojos abandonó la secundaria. Residió
en Nueva York de 1912 a 1914 y continuó sus estudios en la Pain Up Town Business
School. En 1914, regresó a San Luis Potosí y colaboró con los periódicos El
Demócrata y Redención.
la UNAM.
10
“Unas de las características fundamentales del movimiento revolucionario iniciado en
—, que reactivó los enfrentamientos entre la Iglesia y el Estado, sobre todo a partir de
de 1857 que no sufriría ningún cambio en la mayoría de sus artículos. Los artículos
3º, 27, 28, 123 y 130 son los de mayor consideración debido al ataque claro hacia la
que eliminar, pues su presencia en los ámbitos de la vida social era indiscutible, de
inferioridad frente a una institución que mostraba grandes avances en materia social.
laicos y clérigos tenía participación y en el que todos los sectores sociales estaban
Ley Calles.
8
Georgette José Valenzuela, “Antecedente políticos de la rebelión cristera”, en Patricia Galeana
(compiladora), Relaciones Estado-Iglesia: Encuentros y desencuentros, México, AGN, 1999, pp. 205.
9
Jesús Silva Herzog, Breve Historia de la Revolución Mexicana. La etapa constitucionalista y la lucha de
facciones, Tomo II, México, Fondo de Cultura Económica, 1972, pp. 303.
10
María Gabriela Aguirre Cristiani, ¿Una historia compartida? Revolución mexicana y catolicismo social,
1913-1924, México, DF, Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana, Instituto Tecnológico Autónomo de
México, Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad Xochimilco, 2008, pp. 47.
11
En este apartado se hablará sobre la causa principal de el estallido de la Guerra Cristera. Se
El 14 de junio de 1926, Calles expidió la famosa “Ley Calles” que tenía por objetivo
mantener bajo control a la Iglesia, sometiéndola a los designios del gobierno, limitando al
numero de sacerdotes, que tuvieran licencias para poder ejercer el ministerio sacerdotal y
estar registrados ante el gobierno municipal donde oficiaran el culto religioso y reformas al
Código Penal. Como respuesta ante este hecho, el episcopado católico decidió la
suspensión de cultos el 31 de julio de 1926, acción que impactó sobre todo en la población
“Pero no sólo era esto: la ley arbitraria dictada por Plutarco Elías Calles no terminaba
ahí, en cerrar los templos, sino que tenía que salir de ahí Dios.”12
Plutarco Elías Calles, profesor y militar revolucionario que fue presidente de México
conflicto con Estados Unidos a raíz de sus pretensiones de nacionalizar el petróleo y las
11
Lorenzo Meyer, “La institucionalización del nuevo régimen” en Historia general de México. Versión 2000,
México, El Colegio de México, 2000, pp. 829.
12
Jean Meyer, La Cristiada, La guerra de los cristeros, traducción de Aurelio Garzón del Camino, México
D.F., Siglo XXI Editores, [3ª ed. 1974], pp. 95.
12
Iglesia Católica
Relación Estado-Iglesia.
después del conflicto armado de la Guerra Cristera. Para este apartado se utilizará una serie
A quien citaré en esta ocasión será a la Doctora Gloria Villegas Moreno, Directora de
“La relación entre la Iglesia y el Estado, tema central de los principales conflictos
políticos del siglo XIX, reapareció, de manera intermitente y bajo diversas modalidades, en
política de conciliación que permitiría un alivio en las tensiones que existían entre la Iglesia
y el Estado desde el siglo pasado; actitud que no fue bien recibida por los liberales:
aprobación de los liberales que se sentían depositarios del legado juarista.” 14 Madero
continuó con esta política conciliadora para poder abrirse camino ante la sociedad.15
13
Gloria Villegas Moreno, “Estado e Iglesia en los tiempos revolucionarios”, en Patricia Galeana
(compiladora), Relaciones Estado-Iglesia: Encuentros y desencuentros, México, AGN, 1999, pp.183.
14
Ibid., pp. 184.
15
Ibid., pp. 186.
13
Se usarán más artículos como Las Leyes de Reforma y la respuesta de los obispos de
en Historia por parte de la UNAM y especializada en Historia del Siglo XIX y XX; y varios
artículos más dentro del libro que ayudarán a lo largo del proyecto.
14
Pueblo mexicano.
En este apartado serán de gran utilidad los testimonios dados por los cristeros participantes
del conflicto.
Para entender las reacciones que tuvo el pueblo mexicano ante las acciones tomadas por el
gobierno en contra de la Iglesia, hay que ver lo implicada que se encontraba ésta en la vida
de los mexicanos: “En mi familia teníamos costumbres pueblerinas pero muy buenas
Michoacán dan una noción de lo importante que era para una parte de la sociedad la
hizo gratuita, obligatoria, laica y además nacional e integral (1889), los católicos
ella tiene por base los falsos principios de la filosofía moderna, la sociedad se
16
Hasta el cuello en la cristería: Antonia Castillo platica con Agustín Vaca, Jalisco, El Colegio de Jalisco,
2003, pp. 16.
17
Luis Ramos Gómez-Pérez, “Escuela católica y sociedad a principios del siglo XX”, en Nelly Sigaut
(editora) La Iglesia católica en México, Zamora, El Colegio de Michoacán, 1997, pp. 295.
15
precipitará sin remedio a su más espantosa ruina. Si, por el contrario, está vivificada
por la sabia celestial del Cristianismo, marchará con paso firme por la esplendorosa
Religión católica, como dice San Agustín, es en donde se interesa por el bien de la
predilección.”18
A pesar de la existencia de las escuelas oficiales, la gente prefería (sobre todo en los
pueblos) llevar a sus hijos a las escuelas católicas: “Además había escuelas oficiales, la
oficial de niñas y la oficial de niños, que estaban solas porque todos procuraban llevar a sus
niños a las escuela católicas, la gente decía que las oficiales sacaban a los niños muy
juaristas,…”19, escuelas donde era importante la religión: “…nos daban hasta pintura al
óleo en sexto año, todo eso nos daban, y religión, desde luego, cursos completos de
religión.”20
“…los valores íntimos, las relaciones familiares, el lugar de la mujer y de los niños en
literatos cultos o entre ricos y pobres apenas sufriera algún cambio. El aprendizaje de
la doctrina cristiana en el catecismo del padre Jerónimo Ripalda era común a todos los
niños que hablaban español; en 1853 se volvió materia obligatoria en las escuelas del
protestante.”21
18
Ibid, pp. 295-296.
19
Hasta el cuello en la cristería: Antonia Castillo platica con Agustín Vaca, Jalisco, El Colegio de Jalisco,
2003, pp. 18.
20
Ibid., pp. 18
21
Georgette José Valenzuela, “Antecedente políticos de la rebelión cristera”, en Patricia Galeana
(compiladora), Relaciones Estado-Iglesia: Encuentros y desencuentros, México, AGN, 1999, pp. 456.
16
Organizaciones religiosas
prodigioso.”22
público; “en enero de 1927, la Liga promovió el enfrentamiento armado contra el gobierno
Estudiantes Católicos», en un lapso breve adoptó las siglas por las que fue identificada esta
agrupación: ACJM.”24
22
Jean Meyer, La Cristiada, La guerra de los cristeros, traducción de Aurelio Garzón del Camino, México
D.F., Siglo XXI Editores, [3ª ed. 1974], pp. 50.
23
Georgette José Valenzuela, “Antecedente políticos de la rebelión cristera”, en Patricia Galeana
(compiladora), Relaciones Estado-Iglesia: Encuentros y desencuentros, México, AGN, 1999, pp. 209.
24
María Gabriela Aguirre Cristiani, ¿Una historia compartida? Revolución mexicana y catolicismo social,
1913-1924, México, DF, Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana, Instituto Tecnológico Autónomo de
México, Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad Xochimilco, 2008, pp. 230-231.
17
“…con la idea de hacer de él un espacio en el que la juventud pudiese prepararse bajo
una formación religiosa, social y cívica que le permitiese restaurar el orden social
libertad religiosa, que no era otra cosa que la defensa de la religión católica.” 25
Aunque la ACJM no surgió a raíz de la Guerra Cristera como fue con la Liga, fue una
25
Ibid., pp. 231.
18
Zonas de conflicto. Región del Bajío
A pesar de ser un conflicto de carácter religioso que afectaba a gran parte del pueblo
mexicano, la Guerra Cristera tuvo más alcance en la zona centro-occidente del país: “..aun
cuando los dirigentes civiles de la rebelión hicieron de la ciudad de México el centro de sus
operaciones, el epicentro de la guerra se localizó en los estados centro occidentales del país,
lejos de la capital.”26
“La rebelión cristera fue un movimiento eminentemente rural, cuyos principales focos
mil cristeros.”27
En el libro No éramos bandidos… tan sólo cristianos. Islas Marías, 1929: Narración
testimonial del profesor José Refugio Padilla Galindo de Ma. Alicia Puente Lutteroth se
autora ofrece una serie de títulos sobre testimonios de cristeros y algunos muy específicos
sobre los estados de esta región que podrían ayudarme a dar un acercamiento a la vivencia
de la Universidad Autónoma del Estado de Michoacán, trata de identificar con más claridad
los límites que han presentado históricamente términos como el anticlericalismo haciendo
26
Hasta el cuello en la cristería: Antonia Castillo platica con Agustín Vaca, Jalisco, El Colegio de Jalisco,
2003, p. 9.
27
Georgette José Valenzuela, “Antecedente políticos de la rebelión cristera”, en Patricia Galeana
(compiladora), Relaciones Estado-Iglesia: Encuentros y desencuentros, México, AGN, 1999, pp. 209.
19
un acercamiento analítico para comprender mejor la pluralidad de la cristiada. 28 Propone
Identifica tres diferentes etapas: La precrisis (1917-1926), donde resaltan todos los aspectos
completo al texto y no hay citas que poner, pero es un libro que me podría servir debido al
número de combatientes que movilizó; sin duda, ya que engloba todos los grupos rurales y
Jalisco
“Ahora bien, entre las entidades federales que se sumaron a la rebelión, Jalisco ocupó un
28
Ma. Alicia Puente Lutteroth, “Anticlericalismo y cristiada, acciones y reacciones”, en Franco Savarino y
Andrea Mutolo El anticlericalismo en México, México, Miguel Ángel Porrúa, 2008, pp. 473-490.
29
Jean Meyer, La Cristiada. La guerra de los cristeros, traducción de Aurelio Garzón del Camino, México,
D.F., Siglo XXI editores, [3ª ed. 1974], pp. 43.
30
Ibid, p. 10.
20
Para este apartado obtuve muy poca información de primera mano, pero gracias a la
información proporcionada por Puente Lutteroth en uno de sus libros que consulté, sé que
existen algunos libros que hablan sobre la Guerra Cristera en estos estados como: La guerra
Figueroa; Cristeros bajo el cielo fiel de Querétaro de Ramón del Llano Ibáñez y Marciano
21
Final del movimiento.
Negociaciones.
Al llegar Portes Gil a la presidencia comenzaron las negociaciones, donde incluso intervino
acuerdo de paz.
Sin embargo existía una fuerte división entre los mismos miembros de la Iglesia y los
feligreses, debido a las actitudes que fue tomando la Iglesia sobre el levantamiento a lo
“Los dirigentes de los cristeros observaban con pavor la evolución que se efectuaba
en las posiciones del obispado mexicano, que, gradual pero firmemente, iba llegando a un
Modus vivendi.
“Los acuerdos de paz firmados por el gobierno y el Episcopado mexicano, que dejaron
fuera de las negociaciones a los rebeldes, trajeron como resultado un modus operandi
religiosa, sólo que ahora la Iglesia debía sujetarse no a un hombre, sino al nuevo
31
Nicolás Larin, La rebelión de los cristeros 1926-1929, traducción de Ángel C. Tomás, México D.F.,
Ediciones ERA, 1968, pp. 212.
32
Josefina MacGregor Gárate, “Anticlericalismo constitucionalista”, en Patricia Galeana (compiladora),
Relaciones Estado-Iglesia: Encuentros y desencuentros, México, AGN, 1999, pp. 182.
22
Conclusiones
Desde su llegada a América, la Iglesia Católica formó parte de la vida cotidiana de los
del mexicano para formar parte esencial de su identidad, pues incluso cuando el país logró
bajas que vivían en pueblos pequeños, en esa época reaccionó fuertemente a las
disposiciones del gobierno debido a que éste le estaba quitando una parte esencial de su
identidad. Las prácticas religiosas que la Iglesia inculcó en el país están combinadas con las
costumbres de los antiguos pueblos prehispánicos. Podría ser lógico que al verse limitados
de las prácticas que los identifican como “mexicanos”, reaccionarán con un fervor para
donde se encuentra involucrada la Iglesia, puede dar una respuesta a la profunda devoción
23
Bibliografía
Fuentes primarias.
“Programa de acción de la Liga de la Defensa Religiosa (14 julio 1926)”, en María Elvira
Buelna S., Edelmira Ramírez Leyva, Guadalupe Ríos de la Torre y Marcela Suárez
Hasta el cuello en la cristería: Antonia Castillo platica con Agustín Vaca, Jalisco, El
de Cultura Económica.1992.
Fuentes secundarias
24
Aguirre Cristiani, María Gabriela, “Tiempos de unidad: el clero católico en defensa de un
Aurelio Garzón del Camino, México, D.F., Siglo XXI editores, [8ª ed. 1983]
Meyer, Jean, La Cristiada. La guerra de los cristeros, traducción de Aurelio Garzón del
Meyer, Jean, La Cristiada. Los cristeros, traducción de Aurelio Garzón del Camino,
25
Negrete, Martaelene, “La arquidiócesis de México después de los arreglos de 1929”, en
1988.
Puente Lutteroth, Ma. Alicia, Movimiento cristero una pluralidad desconocida, Editorial
Puente Lutteroth, Ma. Alicia, No éramos bandidos… tan sólo cristianos. Islas Marías,
1929: Narración testimonial del profesor José Refugio Padilla Galindo, Instituto
Ramos Gómez-Pérez, Luis, “Escuela católica y sociedad a principios del siglo XX”, en
Michoacán, 1997.
Silva Herzog, Jesús, “Capítulo V”, en Breve Historia de la Revolución Mexicana. La etapa
Torres Septién T., Valentina, “La educación de la mujer campesina: una visión a través de
26
Sigaut (editora) La Iglesia católica en México, Zamora, El Colegio de Michoacán,
1997.
27