ARTÍCULO TÉCNICO

PARTE I

EL DESCUBRIMIENTO DE ESCONDIDA:
UN ANTES Y UN DESPUES
Por: Francisco J. Ortiz, Ing. Civil de Minas (U. Ch.), Geólogo de Minas M. Sc
Con la colaboración de: Gilda Rojo-Santoro, Licenciada en Literatura y Lingüística PUC
Ilustraciones: Fernando J. Ferraris, Consultor Senior GIS Minería, Mendoza

12 I revista MINERALES
La operación minera Escondida, am-
pliamente conocida por ser la más
grande a escala global, se encuentra en
Chile, en la II Región, a unos 170 km
al sureste de la ciudad de Antofagasta,
en la localidad conocida originalmente
como Colorado-Zaldívar (Varillas). Su
producción anual promedio en los últi-
mos 10 años fue 1,095 Mton Cu fino
que equivale a 6% de la producción
mundial. Su propietaria es Minera Es-
condida Limitada, conformada esta a la
vez por la empresa australiana Broken
Hill Proprietary, BHP Group (52.5%); la
inglesa Rio Tinto PLC (30%); y las japo-
nesas JECO Corporation (10%) y JECO
2 Ltd. (2,5%), siendo la primera de ellas
la operadora del Proyecto.
El descubrimiento de tan importante
depósito mineral tuvo lugar en la fría
madrugada del 14 de marzo de 1981,
cuando en medio de una intensa jor-
nada de sondajes a los 240 m de pro-
fundidad el barro de perforación en el
legendario Sondaje 6, situado en los
faldeos orientales del Cerro Colorado
Grande, comenzó a cambiar abrupta-
mente de marrón rojizo a blanco plomi-
zo, entregando los primeros granos de
calcosina del fabuloso yacimiento de
cobre hoy conocido como Escondida.
El gran hallazgo constituyó un inequí-
voco punto de inflexión. Un antes y un
después. Gradualmente, el lejano, soli-
tario e inhóspito lugar enclavado en el
Desierto de Atacama ‒uno de los más
áridos del planeta‒, fue adquiriendo
una cada vez más bullente actividad,
que diez años más tarde permitiría dar
inicio al actual dinámico proceso de
producción de cobre de Minera Escon-
dida. El encandilamiento que causó el
hallazgo provocó, además, una inten-
sa actividad exploratoria en el norte
de Chile, protagonizada por empresas
multinacionales, que lograron desarro-
llar diversos proyectos y megaproyec-
tos mineros.
Con todo, el paso del tiempo ha dejado
en el olvido la épica hazaña del descu-
brimiento y a sus protagonistas. Si bien
el Sondaje 6 fue exitoso, no es porque
salió de la nada, sino más bien porque
hay una rica historia que lo antecede.
De hecho, para llegar a su perforación
fue necesario el encadenamiento de un
sinnúmero de sucesos poco conocidos,
aparentemente inconexos entre sí, pero
unidos principalmente por J.D. Lowe-
ll, destacado y experimentado geólogo
descubridor de Escondida, y las empre-
sas mineras que hicieron posible el fa-
buloso hallazgo y su posterior desarrollo.
Con la perspectiva que el tiempo va
configurando, a cuarenta años del des-
cubrimiento de Escondida y treinta del
inicio de las operaciones mineras de
producción, el autor ha emprendido la
tarea de presentar un panorama histó-
rico global sobre Escondida, como un
homenaje a todas las personas y em-
presas que han sido y también hoy son
partícipes de esta singular épica mine-
ra. Esta amplia mirada permite al lector
apreciar nítidamente cómo se van en-
trelazando los más sorprendentes fac-
tores, acontecimientos y protagonistas
en una particular trama que sin duda no
está exenta de impredecibles obstácu-
los. En especial, destaca la biografía de
J. David Lowell y la historia de las com-
pañías precursoras Utah International,
Getty Oil y Broken Hill Proprietary BHP,
que desde sus inicios debieron enfrentar
y superar momentos cruciales, a veces
con ingenio, otras con las competen-
cias profesionales, pero siempre con un
gran temple y sentido de la oportunidad.
Asimismo, en un escenario en que no
se contaba con los adelantos, ni la tec-
nología de hoy, el grupo explorador del
Proyecto Atacama llevó adelante su
cometido con dedicación y notable es-
píritu de sacrificio, conscientes de que
todos los esfuerzos eran necesarios
para alcanzar la meta y de que cual-
quier error podía ser fatal y significar,
por ende, el fracaso del Proyecto.
AGRADECIMIENTOS
El autor expresa su especial reco-
nocimiento a los Srs. José Frutos,
Carlos Münchmeyer y Patricio Arias,
por haberle proporcionado útiles an-
tecedentes históricos que han enri-
quecido este relato. Asimismo, a los
Srs. Carlos Gajardo, Randy Jones,
Kenneth Pickering, José Perelló y
Hugo Herrera, por haber revisado
críticamente ciertos capítulos, agre-
gando a la vez valiosos comentarios
e información. De la misma manera,
su gratitud a los Srs. Pedro Courard y
Marcos Zentilli por haberlo motivado
a escribir acerca del descubrimiento
de Escondida.
Igualmente, un sincero agradecimien-
to dedica a la Sra. Gilda Rojo-Santo-
ro por su inapreciable, competente y
paciente ayuda en la composición del
texto, como asimismo al Sr. Fernan-
do J. Ferraris de Mendoza, Argentina
por su también paciente y talentosa
colaboración a control remoto en la
diagramación de las figuras.
Por último, pero no menos impor-
tante, un cordial saludo a la ciudad de
Antofagasta, que a la belleza del
desierto y la majestuosidad de sus
costas, suma la nobleza y el firme
carácter de sus habitantes. Desde la
llegada de los pioneros el siglo XIX,
han enfrentado las dificultades pro-
pias de poblar un espacio tan árido,
a veces incluso la escasez de un ele-
mento tan vital como lo es el agua,
pero así también a lo largo del tiem-
po han dado innumerables muestras
de una férrea voluntad no solo para
superar la adversidad, sino también
para engrandecer su amada Perla del
Norte. Es deseo del autor haber con-
tribuido en parte a la consecución de
este anhelo colectivo y suponer que
con el descubrimiento de Escondida,
Gamelín Guerra ha visto cumplido su
sueño de que Antofagasta ya no esté
dormida.
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Por tales características, el autor en-
marca el descubrimiento en un reco-
rrido que, en una Primera Parte, relata
los orígenes de Escondida, después
sigue con una reseña de las empresas
precursoras y una semblanza de J. D.
Lowell, continúa con una descripción
Figura 1:
Ubicación de los principales yacimientos de tipo porphyry copper en el Norte de Chile,
según C. Ruiz F. 1975, señalando la posición del Proyecto Atacama
14 I revista MINERALES
ARTÍCULO TÉCNICO
de los trabajos y derechos mineros an-
teriores al JV Utah-Getty, luego profun-
diza en los inéditos entretelones de la
propiedad minera, destaca la importan-
cia del Proyecto de exploración Ataca-
ma que culmina con el descubrimiento,
para finalmente, en una Segunda Parte,
concluir con la exploración avanzada, el
desarrollo de la mina Escondida y las
actuales faenas de extracción y benefi-
cio, con énfasis en la producción anual
y las inversiones realizadas.
I. ORIGENES Y COMPAÑÍAS
MINERAS PRECURSORAS
Los diferentes factores y acontecimien-
tos que condujeron al descubrimien- to
de Escondida tienen su origen en
1978, cuando el experimentado geólo-
go-explorador estadounidense J. David
Lowell propuso a los Vicepresidentes
de Exploración, Robert Wheaton de
Utah International Inc. y Sigfried Mues-
sig de Getty Mining Co., brazo minero
de Getty Oil Co., asociarse para explo-
rar el segmento septentrional de la en-
tonces denominada “Franja de Pórfidos
Cupríferos Chilenos”, [1] con el fin de lo-
calizar nuevos yacimientos de porphyry
copper enriquecidos.
Dicho segmento, relativamente angos-
to y ubicado en la precordillera andina,
se extendía a lo largo de 500 km en-
tre las localidades de Calama e Inca de
Oro. Su característica principal era que
contenía grandes yacimientos de cobre
porfírico y numerosas zonas de altera-
ción hidrotermal. Más relevante aún,
en el norte de Chile no se habían de-
sarrollado programas regionales de ex-
ploración geológica del tipo grass roots
exploration, apoyados con sondajes
rotatorios perforados a gran malla. La
meta, entonces, era descubrir un yaci-
miento de 300-400 Mt de mineral enri-
quecido con una ley del orden de 1.5%
Cu, similar por ejemplo, a El Salvador,
Región de Atacama.
LA EMPRESA MINERA UTAH
INTERNATIONAL INC.
Utah International, contactada por J.
D. Lowell para realizar exploraciones
en el norte de Chile, era una importan-
te corporación minera que había sido
fundada por los hermanos Edmond,
William y Warren Wattis en el año 1900
en Ogden, Utah, con el nombre de Utah
Construction. Sus primeras actividades
estuvieron orientadas al rubro de inge-
niería y construcción, tanto de extensas
líneas férreas, túneles y grandes repre-
sas, como también importantes recin-
tos militares de defensa.
Durante la Gran Depresión, en la dé-
cada de 1930, Utah Construction se
unió con otras cinco grandes empresas
constructoras, formando el consorcio
denominado Six Companies Inc.
con el propósito de construir la gran
Represa Hoover sobre el Río Colorado
en Nevada−Arizona, obra monumental
que fue financiada por el Gobierno de
Estados Unidos. Nunca antes se había
levantado una estructura de hormigón
tan grande, incluso a nivel mundial. Las
obras demoraron cinco años (1932-
1936) y significaron una inversión de
US$ 49 millones de la época [2].
Utah Construction and Mining.
En la posguerra de la II Guerra Mundial,
la compañía tuvo un giro. Bajo la férrea
dirección del presidente Mariner Eccles
volcó gran parte de sus esfuerzos ha-
cia la búsqueda de oportunidades en la
minería, cambiando su nombre a Utah
Construction and Mining y posterior-
mente, en 1971, a Utah International,
corporación que en el período 1971-
1984 llegó a ser una de las multinacio-
nales más grandes, exitosas y rentables
del mundo.
Las actividades mineras acometidas
inicialmente por la nueva empresa fue-
ron: la mina de carbón sub-bituminoso
Navajo, New Mexico; la mina de uranio
Lucky Mc., Wyoming; la mina de por-
phyry copper Pima en Tucson, Arizona;
y la mina de hierro Iron Springs, Utah [3].
Operaciones internacionales.
En tanto, las operaciones mineras in-
ternacionales más importantes incluían
la mina de hierro a cielo abierto Marco-
na en el sur de Perú (1953); la mina de
hierro Mt. Goldsworthy en Queensland,
Australia (1968); y la mina de carbón
metalúrgico Blackwater, también en
Australia (1970). [3]
Marcona, Perú.
Destacaba entre las operaciones inter-
nacionales la gran mina de hierro Mar-
cona en Perú, donde en los años 50,
Utah Mining and Construction invirtió
grandes capitales para llevarla a pro-
ducción en 1953, dando inicio al de-
sarrollo económico del hierro en dicho
país [4]. Marcona llegó a constituir el ne-
gocio minero más relevante de la com-
pañía. Sus productos principales eran
minerales de hierro de alta ley, concen-
trados y pellets [5], los que eran trans-
portados a diversos mercados con una
flota de barcos propios especialmente
diseñados al efecto. No obstante, en
1975, después de varios años de nego-
ciaciones sin llegar a acuerdo [6], la mina
Marcona de Utah Mining fue finalmen-
te nacionalizada, recibiendo a cambio
una modesta indemnización por parte
del Estado peruano [7]. Diez años más
tarde, el Gobierno de Perú adjudicó a la
empresa estatal china Shougang Cor-
poration la operación Marcona expro-
piada a Utah International
Island Copper, Canada.
A partir de 1971, Utah International co-
menzó a operar el pórfido cuprífero Is-
land Copper en la Isla de Vancouver. La
mina Island Copper era la segunda más
importante de Canadá con una reserva
de 280 Mt de mineral con 0,52% Cu y
0,05% Mo con Re, Ag y Au como sub-
productos.
Actividades en Chile.
A pesar del negativo impacto produci-
do por la nacionalización de Marcona
‒y con anterioridad a la propuesta de
J. D. Lowell‒, Utah International había
ya considerado la posibilidad de llevar
a cabo exploraciones e inversiones mi-
neras en Chile, a cuyo fin, en mayo de
1976, comisionó al geólogo John W.
Hoyt para recabar información acerca
del potencial minero y de inversión ex-
tranjera del país [8].
Venta a General Electric.
No obstante, al término de ese mis-
mo año, la empresa Utah International
fue adquirida por General Electric por
un valor cercano a US$2.200 millones
(US$9.680 millones de 2020), aunque
mantuvo el nombre de Utah Internatio-
nal y su autonomía [9].
Samarco, Brasil.
En 1977, Utah Int. formó la corporación
Samarco Mineracao S.A. en Joint Ven-
ture con la empresa brasileña Vale S.A.
de Belo Horizonte, con el propósito de
extraer mineral de baja ley (itabiritas) y
transportarlo en forma de pulpa a través
de un mineroducto de 400 km desde la
mina hasta el puerto Anchieta en la
Costa Atlántica, para finalmente conver-
tirlo en pellets de alta calidad (70% Fe).
Venta a BHP, Australia.
En agosto de 1982, John Burlingame
de General Electric, viajó a Australia
para ofrecer a BHP la venta de su sub-
sidiaria Utah International con base en
San Francisco, California [10]. Las nego-
ciaciones se prolongaron hasta enero
de 1983, año en que se formalizó la
venta en la suma de US$2.450 millones
(US$6.370 millones de 2020), con lo
cual Utah International pasó entonces
a ser subsidiaria de BHP
Epílogo.
Fue así como ‒después de décadas de
gran actividad económica y de llevar a
cabo exitosos proyectos ingenieriles y
mineros que dejaron huella en distintas
partes del mundo, incluyendo Perú [11]
– la otrora poderosa Utah International
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fundada por los hermanos Wattis en
1900 terminó desapareciendo del es-
pectro minero internacional a fines de
los años 90.
LA EMPRESA PETROLERA
GETTY OIL Co.
A su vez, Getty Oil era una importante
compañía petrolera, fundada por Jean
Paul Getty en 1942, en base a campos
petrolíferos en Oklahoma, heredados
de su padre George F. Getty.
Negocios en países árabes.
A fines de la época de los 40, J. Paul
Getty negoció ventajosamente varios
arriendos de campos petrolíferos en
Arabia Saudita y Kuwait, los que le re-
portaron pingües ganancias, llegando
a ser considerado en 1957 el hombre
más rico del mundo [12].
Coleccionista de arte.
Además de sus negocios petroleros,
J. P. Getty era un ávido y apasionado
coleccionista de arte. En 1974, el mag-
nate de la industria petrolera abrió un
suntuoso museo en Pacific Palisades,
Los Ángeles. Años después, el Museo
J. Paul Getty fue trasladado al Getty
Center, en Brentwood, Los Ángeles.
Getty Mining Co.
A fines de los años 50 y siguiendo el
ejemplo de Utah Construction and Mi-
ning, parte de las actividades de Getty
Oil Co. se diversificaron hacia la minería,
fundando al efecto la empresa subsi-
diaria Getty Mining Company. El nuevo
emprendimiento se orientó principal-
mente a la explotación y exploración de
yacimientos de uranio, metales precio-
sos, esquistos bituminosos y campos
geotermales en Estados Unidos, Cana-
dá, Australia y otros países [13].
Oro diseminado, Mercur mine, Utah.
El experimentado geólogo y explorador
Siegfried (Sig) Muessig fue contratado
16 I revista MINERALES
ARTÍCULO TÉCNICO
en 1960 para organizar y dirigir las ope-
raciones mineras, particularmente la
exploración de nuevas reservas de oro
diseminado en calizas en el histórico
distrito de Mercur, Ophir, Utah, activi-
dad que culminó con gran éxito [14].
Uranio en Jabiluka. Australia.
Posteriormente, entre 1971 y 1975, en
asociación con Pancontinental Mining
Limited, Getty Mining descubrió sus-
tanciales reservas de uranio en Jabi-
luka, East Alligator River, norte de Aus-
tralia [15].
Cobre, Arizona.
Asimismo, en 1973, en conjunto con
las empresas Newmont, Hanna Mining
y Billiton Mining Co., Getty participó en
el descubrimiento del depósito de por-
phyry copper Casa Grande West, Tuc-
son, Arizona, que fue el exitoso resulta-
do de un programa de exploración de
yacimientos de cobre sepultados bajo
gravas posminerales denominado Co-
vered Area Project (CAP), concebido,
diseñado y dirigido por J. D. Lowell [16].
Venta de Getty Oil. El multimillonario J.
Paul Getty falleció en 1976, dejando la
mayor parte de su fortuna en manos de
su hijo Gordon Getty y del Getty Cen-
ter. Ocho años después (principios de
1984), el heredero negoció un acuer-
do vinculante con la empresa Pennzoil
por la venta de Getty Oil y sus impor-
tantes reservas probadas de petróleo
crudo. Sin embargo, tan solo dos días
después, la empresa Texas Petroleum
Company, Texaco, adquirió la totalidad
de Getty Oil por una suma superior a
la pactada con Pennzoil [17]. Esta últi-
ma demandó, entonces, a Texaco y a
Gordon Getty por la suma de US$10,5
mil millones (US$22,5 mil millones de
2020), litigio que finalmente ganó [18].
Venta de Getty Mining Co.
Por último, a mediados de 1984, Texaco
decidió vender todos los activos mine-
ros de Getty Oil, incluyendo entre ellos
el 50% de participación en el yacimiento
Escondida, descubierto en 1981.
LA EMPRESA BROKEN
HILL PROPRIETARY (BHP)
Por otra parte, el importante consorcio
australiano BHP que continuó los tra-
bajos de Utah-Getty en Chile, se originó
en 1883 cuando el emigrante alemán
Charles Rasp, ‒de excelente formación
previa y dotado de un agudo sentido de
observación, encargado a la sazón de
la mantención de alambradas en el ran-
cho ovejero Mt. Grisp, situado en New
South Wales occidental‒, encontró car-
bonatos de plomo con vestigios de pla-
ta en un promontorio conocido como
Broken Hill. Charles Rasp se asoció
entonces con el copropietario del ran-
cho, George McCullock y otros cinco
trabajadores para manifestar 300 acres
en el afloramiento (1,2 km²) y formar la
compañía Broken Hill Mining [19].
Plata, plomo y zinc en Broken Hill.
A principios de 1885, uno de los socios,
Phillip Charley, detectó minerales de pla-
ta en la propiedad minera. El descubri-
miento condujo a la creación de la em-
presa Broken Hill Proprietary, cotizando
en la Bolsa de Valores de Adelaida 200
acciones a 9 libras cada una, para ins-
talar una operación minera en Broken
Hill. La mina que BHP abrió en el lugar,
conocida como Big Mine, produjo, entre
1885 y 1935, unas 189 Moz de plata y
>2 Mt de plomo y otros metales (op. cit.).
A modo de comparación, la producción
de plata en Chañarcillo en el período
1860-1885 alcanzó a 80 Moz [20].
Características geológicas.
De acuerdo con estudios geológicos
posteriores, Broken Hill es un depósito
hipotermal hospedado en gneises de
sillimanita y granate de edad Precám-
brica. Los cuerpos mineralizados ma-
cizos de Pb-Ag-Zn se originaron por industria acerera, basada en la cons- zados por modernos y más eficientes
reemplazo selectivo de dos horizontes trucción en Port Kembla de una planta convertidores básicos a oxígeno. Ade-
litológicos favorables. Los cuerpos (lo- laminadora en caliente (hot strip mill) de más, BHP construyó en Kwinana al sur
des) eran de gran corrida, 90 m de po- 1 Mt/año, inaugurada en 1955. Adicio- de Perth, una nueva planta acerera y de
tencia y 600-900 m de altura.[21] nalmente, los antiguos hornos de re- laminación en caliente.
A principios del siglo XX, el progresivo verbero de Newcastle fueron reempla-
agotamiento de los minerales de plata, Manganeso en Groote Eylandt.
plomo y zinc llevó al directorio de BHP a
innovar, incursionando en la minería del
hierro y la producción de acero. Para
ello emplearon los minerales de hierro
de alta ley de Iron Monarch y Iron Kn-
obs (Figura 2) y aprovecharon los hor-
nos que BHP había construido en 1890
en Port Pirie, Golfo de Spencer, para
fundir minerales de Broken Hill.

Acero en Newcastle.
No obstante, bajo la dirección de su pri-
mer gerente general el vasco holandés
Guillaume Delprat, BHP se trasladó a
Newcastle para instalar allí altos hornos
y acererías, aprovechando la cercanía
a minas de carbón. La gran siderúrgica
integrada de BHP en Newcastle, inau-
gurada en 1915, constituyó el punto de
partida de la industrialización y el pro-
greso de Australia. Quince años más
tarde la empresa ‒dirigida en aquel en-
tonces por el visionario ingeniero Essin-
gton Lewis, conocido por su lema: “Yo
soy trabajo”‒ adquirió la compañía ace-
rera Australian Iron and Steel Ltd. (AIS),
propietaria de una planta siderúrgica en
Port Kembla al norte de Newcastle.

Aviones de guerra.
En el año 1936, E. Lewis, previendo la
proximidad de la II Guerra Mundial, or-
ganizó junto a otras cinco compañías,
la empresa Commonwealth Aircraft
Corporation (CAC) con sede en Mel-
bourne, donde construyó más de mil
aviones CA-1 Wirraway de instrucción
y combate (op. cit.).

Expansión de la industria acerera. Figura 2: Ubicación de las principales actividades de Broken Hill Proprietary en Australia, desde sus
Con posterioridad a la guerra, BHP ex- inicios hasta la adquisición de Utah International Inc., incluyendo Escondida, Chile. Compilada en
perimentó una gran expansión de su base a la narración de Derek Sawer “How a boundary driver founded an empire”, 1985.

www.iimch.cl I 17

En otro frente, BHP acordó con los mi-
sioneros y habitantes de la isla de Groote
Eylandt, Golfo de Carpentaria, la explo-
tación de sus ricos yacimientos de man-
ganeso. El primer cargamento del mine-
ral se llevó a cabo en 1968 con destino
a una planta de ferroaleación construida
por la empresa en Tasmania (Figura 2).
Hierro en Mt. Newman, Pilbara.
En la misma época, BHP visualizó la
oportunidad de convertirse en un im-
portante productor de minerales de hie-
rro. Para ello se unió con otras cuatro
compañías en el proyecto Mt. Newman
de explotación de los extensos depósi-
tos de hierro bandeado (BIF) del Cratón
de Pilbara en Australia noroccidental.
El primer embarque de estos minerales
se realizó en 1965 desde Port Hedland,
Nelson Point, a 426 km al oeste de la
mina [22].
Petróleo y gas en Bass Strait.
En vista de la desventaja de Australia
de no contar con petróleo propio para
abastecer su industria, en los años 60
BHP, ‒mostrando su gran habilidad
para adaptarse a las necesidades de
un mundo cada vez más cambiante‒
se enfocó en la exploración de petróleo
y gas natural. Con la vital asesoría del
geólogo norteamericano Lewis Weeks,
BHP en asociación con ESSO, explo-
ró y descubrió importantes depósitos
de gas (1965) y petróleo (1967) en el
Estrecho de Bass (Bass Strait) [23].
Este gran descubrimiento permitió a
Australia autoabastecerse de petróleo
durante la época de la denominada Cri-
sis de la OPEP. Después del éxito en
Bass Strait, BHP extendió la búsqueda
de petróleo a nuevas regiones como
el Mar de Timor al norte de Australia,
China, Mar del Norte y Estados Unidos.
Adicionalmente, en los años 70, BHP
adquirió una participación principal en
el gran proyecto North West Shelf que
actualmente abastece de gas a Austra-
18 I revista MINERALES
ARTÍCULO TÉCNICO
lia Occidental y otros países (op. cit.)
(Figura 2).
Carbón en Queensland.
Asimismo, en 1979, BHP en asociación
con compañías japonesas abrió la gran
mina de carbón metalúrgico a cielo
abierto Gregory en la Cuenca Bowen,
Queensland.
Cobre y oro en Ok Tedi.
Ampliando sus actividades hacia los
metales de base y preciosos, a fines de
los 70 BHP se asoció con capita-les
alemanes y estadounidenses para
desarrollar el pórfido de cobre y oro Ok
Tedi en Papúa, Nueva Guinea occiden-
tal (19, op.cit.). La explotación se inició
en 1984, pero causó un serio impacto
ambiental debido a la descarga de re-
laves y desechos mineros en ríos de la
zona. Cabe señalar que a principios de
2002 BHPBilliton renunció a su 52% de
participación accionaria en el proyecto,
transfiriéndolo a una organización gu-
bernamental de Papúa, Nueva Guinea,
para crear un fondo en beneficio de sus
habitantes [24].
Compra de Utah International.
La gran oportunidad para BHP de ex-
pandir sus operaciones a nivel global,
se presentó en 1983 cuando concretó
la compra de la minera Utah Internatio-
nal. La crucial adquisición trajo consigo
importantes activos mineros en Estados
Unidos, Canadá, Brasil, Chile y otros
países, incluyendo las minas de carbón
de Utah International en Queensland,
que posibilitó a BHP convertirse en una
de las exportadoras de carbón metalúr-
gico más importantes del mundo. Con
todo, el activo minero más promisorio
obtenido en dicha transacción lo cons-
tituía el yacimiento de cobre Escondida,
en esos años en vías de desarrollo [25].
En la misma época, BHP adquirió la
compañía estadounidense Energy Re-
serves Group, dueña de significativas
reservas de petróleo y gas en Wyoming
y la costa del Golfo de Texas, junto a
una gran cantidad de permisos de ex-
ploración (op.cit.).
Diamantes en Canadá.
A principios de la década de los 90 BHP
alcanzó un resonante éxito en la
exploración y explotación de chime-
neas de kimberlitas diamantíferas en
Ekati, región Lac de Gras, Northwest
Territories, Canada, a solo 200 km al
Sur del Círculo Polar Ártico. El área ha-
bía sido descubierta y mensurada por el
geólogo-prospector-freelancer Charles
Fipke, guiado por los conceptos y me-
todología del experimentado geólogo
sudafricano Hugo Dummett. El hallazgo
fue el fruto de una ardua y persistente
recolección sistemática de minerales
pesados, derivados de kimberlitas dia-
mantíferas, realizada a lo largo de cen-
tenares de kilómetros, que se prolongó
unos 10 años [26]. La primera chime-
nea de kimberlita diamantífera comer-
cial fue identificada por BHP en 1991.
Fusión con Billiton Plc.
Diez años más tarde, en 2001, BHP se
convirtió en la empresa de recursos na-
turales más grande del mundo al fusio-
narse con la empresa británica Billiton
Plc., dueña de importantes operaciones
mineras. Billiton había sido constituida
en 1860 en La Haya, Holanda, para ex-
plotar ricos yacimientos de estaño en la
Isla Billiton, Indonesia occidental.
Poco antes de la II Guerra Mundial, Bi-
lliton diversificó sus actividades hacia
la explotación de minas de bauxita en
Indonesia y en Surinam. En 1970, la
Royal Dutch Shell adquirió Billiton ace-
lerando su crecimiento. Su portafolio
incluía fundiciones de aluminio en Sud-
áfrica y Mozambique, operaciones de
níquel en Australia y Colombia, minas
de metales base en Sudamérica, Ca-
nadá y Sudáfrica, minas de carbón en
Australia, Colombia y Sudáfrica y otras
operaciones en Brasil, Surinam, Austra-
lia (aluminio) y Sudáfrica (titanio, acero y
aleaciones ferrosas).
De esta manera, el nuevo grupo BHP-
Billiton dio origen a una amplia gama
de operaciones mineras que incluían
hierro, manganeso, cobre, níquel, pe-
tróleo, carbón metalúrgico y térmico,
bauxita y diamantes, localizadas en
unos 25 países [27].
Olympic Dam.
Una de las operaciones mineras más
destacadas de BHPBilliton fue la adqui-
sición a Western Mining Corporation del
gran depósito IOCG Olympic Dam de
cobre, uranio, oro y plata, concretada
en 2005 [28].
South32.
En el mismo año, algunos activos de
BHPBilliton fueron separados para crear
una nueva organización global indepen-
diente bajo el nombre de South32, con
sede en Perth [29]. La nueva empresa
escindida de BHP abarca operaciones
de alúmina, aluminio, manganeso, pla-
ta, plomo, zinc, níquel, etc.
BHP Group.
En 2018 BHPBilliton se transformó en
BHP Group para operar como entidad
comercial de dos compañías matrices,
esto es, BHP Group Limited y BHP
Group Plc. [30]. En la actualidad, BHP
Group opera con cuatro segmentos
comerciales: Minerals Americas (cobre,
zinc, hierro, carbón y potasa), Minerals
Australia (cobre, hierro, carbón y níquel),
Petroleum (exploración, desarrollo y pro-
ducción de petróleo y gas) y Marketing
(operaciones comerciales globales).
un B.Sc. en Ingeniería de Minas (1949)
y en la U. de Stanford, donde logró un
M.Sc. en Geología (1957).
Inicios.
Su trayectoria profesional comenzó en
una faena minera de ASARCO en Méxi-
co como ingeniero de minas. Después
de algunos años, ingresó a la compañía
Ventures Limited de Canadá, para par-
ticipar en la exploración de yacimientos
de uranio en el Colorado Plateau. Pos-
teriormente, las actividades de Ventures
Limited se dirigieron a la búsqueda de
porphyry coppers en Arizona. Allí nació
el interés de J.D Lowell por este tipo de
yacimientos, que lo llevó a trabajar con
Utah Construction and Mining como
geólogo distrital en la exploración de
pórfidos cupríferos.
Consultor independiente.
A principios de la década de los 60,
J.D. Lowell decidió iniciar actividades
como consultor independiente. Su mo-
dus operandi no era solo la consulto-
ría a grandes empresas mineras, sino
también el diseño y la administración
de proyectos de exploración basados
en nuevos conceptos e ideas, los que
proponía a las compañías mineras a
cambio del financiamiento y del pago
de un finder’s fee.
Para llevar a cabo los contratos de
exploración, J. D Lowell formaba pe-
queños grupos de geólogos con cierta
experiencia y orientados a los trabajos
de terreno; además, debían poseer
experiencia en faenas de sondajes y
conocimientos de minería [31].
Descubrimiento de Kalamazoo.
Desde su inicio el esquema descrito fue
exitoso. En 1965, la correcta identifi-
cación e interpretación de la alteración
hidrotermal y del fallamiento, condujo al
hallazgo del yacimiento oculto Kalamo-
zoo, Arizona, para la empresa Quintana
Petroleum Co. [32]. El cuerpo Kalamazoo
era el segmento superior del pórfido
cuprífero San Manuel, cortado por una
falla normal de bajo ángulo (Figura 3).
Asimismo, el mapeo de la alteración y la
interpretación del recubrimiento lixiviado
de Vekon Hills, Arizona, para la empresa
Newmont, condujo al descubrimiento
de un importante depósito de cobre.
Zonación de la alteración
y mineralización.
Cabe consignar que la experiencia y los
conocimientos adquiridos en el estudio

EL GEÓLOGO EXPLORADOR
J. DAVID LOWELL
Por su parte, J D. Lowell era un amplia-
Figura 3: Originalmente, los segmentos San Manuel y Kalamazoo constituian un solo
mente conocido y exitoso geólogo-ex- cuerpo mineralizado vertical, posteriormente volcado y cortado por una falla normal de bajo
plorador y consultor minero con estu- ángulo, 20-30º S (Falla San Manuel). El segmento Kalamazoo fue desplazado 2,2 km al W y
dios en la U. de Arizona, donde obtuvo se encuentra a la profundidad de 800-1200 m. Reproducido de J. D. Lowel, 1968.

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del sistema de pórfido cuprífero San
Manuel-Kalamazoo, fueron esenciales
en el modelamiento de la zonación la-
teral y vertical de la alteración y mine-
ralización típicas de un sistema de por-
phyry copper, descifrada por J. David
Lowell y John M. Guilbert en 1970 [33].
Proyecto CAP.
A su vez, el proyecto CAP de explora-
ción de áreas cubiertas en Arizona y
New Mexico, financiado por cuatro em-
presas mineras, fue también exitoso al
descubrir el yacimiento de cobre com-
pletamente oculto Casa Grande West,
Arizona (1973) [34].
En la misma época, J.D. Lowell hizo
importantes contribuciones en el des-
cubrimiento de los depósitos J.A., Be-
thlehem Copper en Canadá; y Dizon
Figura 4. Exploración de pórfidos cupríferos ocultos aplicando la disposición zonal
concéntrica de la mineralización y alteración de silicatos. Se observa que los anillos
exteriores del sistema son varias veces mayores que el target mineralizado.
20 I revista MINERALES
ARTÍCULO TÉCNICO
Beguet Corp. y Far Southeast, Lepan-
to, estos dos últimos en Filipinas.
Consultoría para CODELCO.
A partir de 1974, J. D. Lowell estuvo
muy ligado a Chile a través de una ase-
soría para CODELCO en sus minas de
Gran Minería del Cobre. Su vasta expe-
riencia unida a su agudo sentido de la
oportunidad, le permitió visualizar que,
al menos, un 50% de la Faja Cuprífera,
entre los depósitos Chuquicamata y El
Salvador estaba cubierta por gravas y
otros sedimentos posminerales, bajo
los cuales podía estar oculto o sepul-
tado un depósito de cobre de grandes
dimensiones. Además, la cubierta pos-
mineral era de espesor moderado y po-
día ser atravesada con relativa facilidad
con sondajes de rotación con martillo
y/o tricono, aplicando técnicas simila-
res a las empleadas en el Proyecto CAP
de Arizona-New Mexico.
Exploración de yacimientos
ocultos, norte de Chile.
El enfoque que J. D. Lowell propuso
para explorar yacimientos ocultos en el
norte del país, consistía básicamenteen
aprovechar la disposición zonal con-
céntrica de la mineralización de sulfuros
y alteración de silicatos, característica
de los sistemas de cobre porfírico, de
acuerdo con el modelo definido con
J.M. Guilbert en 1970. El plan formula-
do consideraba, en primera aproxima-
ción, que el blanco de exploración esta-
ba constituido más bien por los anillos
exteriores del sistema, ya que por ser
sus dimensiones varias veces mayores
que el núcleo mineralizado en sí, eran
más fáciles de detectar.
La perforación de sondajes espaciados
a gran malla, scout holes, permitiría vi-
sualizar la geometría del sistema de al-
teración-mineralización, acotando por
ende, el área donde estaría hospedado
el blanco mineral. Una vez conocidos
los grandes rasgos del sistema y si los
valores geoquímicos de Cu resultaban
alentadores, era posible entonces de-
terminar con mayor precisión los lu-
gares donde debían concentrase los
esfuerzos para localizar el núcleo mine-
ralizado (Figura 4).
Proyecto Atacama y
descubrimiento de Escondida.
Basándose en el esquema descrito,
el Proyecto Atacama estaba orien-
tado a realizar, en una primera etapa,
reconocimientos geológicos rápidos y
muestreos geoquímicos semidetalla-
dos de un gran número de anomalías
y prospectos de cobre, para después
examinar los blancos más favorables
con sondajes rotatorios de bajo costo y
gran rapidez de operación. El Proyecto
Atacama coronó con éxito sus campa-
ñas de terreno al descubrir el yacimien-
to Escondida, ocurrido a solo dos años
de haber sido iniciado [35].
Descubrimiento del depósito
aurífero Pierina, Perú.
Con posterioridad al descubrimiento
de Escondida ocurrido en 1981, J.D.
Lowell volvió a realizar exploraciones en
nuestro país, encontrando el yacimien-
to de oro San Cristóbal, Antofagasta,
con un contenido de 1 Moz Au.
A principios de 1991, en tanto, inició
y financió con fondos propios un pro-
grama de exploraciones mineras en el
sur de Perú, constituyendo al efecto la
compañía junior Arequipa Resources,
empresa que alcanzó un resonante éxi-
to al descubrir el gran depósito aurífero
Pierina con 8 Moz Au, el que fue vendi-
do a Barrick Gold en 1996.
Poco después de este importante
hallazgo, Lowell Mineral Exploration
continuó realizando proyectos de ex-
ploración minera en asociaciones de
tipo Joint Venture con varias empresas
mineras. Condujo también proyectos
de exploración de oro, tanto en Chile
como en Ecuador.
Premios y distinciones.
Si bien J. D. Lowell era conocido tam-
bién por su gran sencillez, su brillante
trayectoria hizo que prestigiosas or-
ganizaciones lo distinguieran con nu-
merosos galardones. Destacan entre
ellos, los premios Daniel C. Jackling y
Robert Dreyer de SME, el premio Earl
McConnell de AIME y la Silver Medal y
Penrose Gold Medal de SEG. Además,
fue elegido miembro de la National Aca-
demy of Engineering y aceptado en el
American Mining Hall of Fame. Adicio-
nalmente, fue distinguido con el premio
de la Northen Miner’s Co. denominado
Mining Man of the Year por su directa
participación en 17 descubrimientos,
varios de ellos de categoría mundial.
Asimismo, en el ámbito académico,
tanto la Universidad Nacional de San Proyecto ‒y por recomendación expre-
Marcos, Perú, en 1998, como la Uni- sa de Sig Muessig, quien sabiamente
versidad de Arizona, en 2000, le otor- sostenía que “IQ gets you there, but NQ
garon sendos títulos de Doctor Honoris finds it” [36]‒ se dispuso que el 60% del
Causa (Figura 6). presupuesto de la exploración se asig-
En la actualidad J. D. Lowell está con- nara exclusivamente a la perforación de
siderado como el explorador que apli- sondajes. Con este propósito, se con-
cando métodos geológicos ha encon- trató una compañía canadiense que im-
trado más cobre que hombre alguno portó a Chile una máquina perforadora
en el mundo. Y no son pocos quienes
creen que, de existir el Premio Nobel de
Geología, J. D. Lowell ciertamente lo
hubiese merecido.
II. EL PROYECTO ATACAMA
En un escenario propicio para los inver-
sionistas extranjeros por el DL 600, las
empresas Utah International Inc. y Ge-
tty Mining Co. acogieron la propuesta
de J.D. Lowell y se asociaron bajo el es-
quema de Joint Venture para compartir
los costos y riesgos, dando origen así al
Proyecto de Exploración Atacama.
MINERA UTAH DE CHILE Y
GETTY MINING (CHILE)
A tales fines, se constituyeron en 1978
las empresas subsidiarias Minera Utah
de Chile y Getty Mining (Chile), organi-
zadas en conformidad con las leyes del
Estado de Delaware, Estados Unidos, Figura 5. J. David Lowell. Doctor Honoris Causa.
para mantener agencias en Chile que Universidad de Arizona, 2000.
facilitaran el desarrollo de sus activi-
dades en el país. Minera Utah y Getty
Mining asignaron al Proyecto la suma
de US$1,5 millones anuales (US$ 5,18
millones de 2020) para un período de
3 años, con la condición de que si en
dicho plazo no se alcanzaba el objeti-
vo, se daría ipso facto por terminado
el Proyecto. Asimismo, Utah y Getty
suscribieron con el Estado de Chile un
Contrato de Inversión Extranjera por un
monto que podía llegar como máximo
hasta US$1.500 millones (US$ 5.340
millones de 2020).
PROGRAMA DE SONDAJES
Figura 6. Pablo Gondonneau en 1984.
Para asegurar, entonces, el éxito del
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rotatoria, para tenerla a disposición del
Proyecto Atacama durante las 24 ho-
ras del día, factor determinante para
alcanzar la meta. El contrato respecti-
vo contemplaba un valor escalable por
metro perforado, más una importante
tarifa diaria fija que se pagaría a todo
evento, estuviese o no el equipo perfo-
Figura 7. Distribución de las anomalías geoquímicas
en sedimentos de drenaje detectadas por el Proyecto Atacama.
22 I revista MINERALES
ARTÍCULO TÉCNICO
rando. Esta última cláusula obligaba al
Proyecto a seleccionar anticipadamen-
te los posibles blancos de exploración y
prepararlos con plataformas y caminos
de acceso, a fin de evitar el costo de
tener la máquina ociosa en espera de
donde perforar.
Por acuerdo de ambas compañías se
estableció como la operadora del Pro-
yecto a Minera Utah de Chile, cuyo
primer Gerente General fue Pablo Gon-
donneau (Figura 6), distinguido ingeniero
de minas chileno de dilatada y exitosa
trayectoria en la minería nacional e inter-
nacional. En tanto, la exploración fue ini-
ciada a principios de 1979 por J. David
Lowell, quien designó como Geólogo-je-
fe del Programa al autor de este artículo,
con residencia en Antofagasta, donde
se organizaría una field-oriented office.
FIELD OFFICE
La primera misión encomendada al
geólogo-jefe, fue encontrar un lugar
de residencia como base del Proyecto.
En este marco, se eligió, ‒en la calle
El Salitre 8250 del Barrio Industrial, en
aquel entonces situado en los extramu-
ros norte de Antofagasta‒, un recinto
de gran superficie con amplias oficinas
y espacio suficiente para guardar y re-
parar los vehículos de terreno, como
también almacenar cientos a miles de
muestras geoquímicas, rocas, minera-
les y testigos de sondajes. Este modes-
to y apartado lugar fue la primera ofici-
na, en Antofagasta, de la que hoy es la
mina de cobre más grande del mundo.
Lograda la primera tarea encomen-
dada y contando con el espacio físico
apropiado, el geólogo jefe procedió a
conformar el equipo que participaría en
el Proyecto. Sus primeros integrantes
fueron contratados a principios-media-
dos de 1979 para desempeñarse en los
siguientes cargos: tres geólogos; un
ingeniero de ejecución a cargo de la
propiedad minera; una contadora yun
ayudante administrativo; tres chofe- res-
mecánicos; tres asistentes de terre- no;
un dibujante; un sereno y un amade
llaves. Con anterioridad al descubri-
miento de Escondida, otros profesiona-
les, principalmente abogados y geólo-
gos, fueron parte también del Proyecto
Atacama, pero en ocasiones puntuales
y a través de asesorías.
BLANCOS INICIALES
A escala local, los primeros trabajos de
exploración se concentraron en cinco
blancos o targets elegidos previamente
por J.D. Lowell como resultado de un
estudio bibliográfico realizado en 1978.
Estos blancos fueron Sagasca y Teso-
ro, ambos de cobre exótico; Quebrada
Millo, una extensa anomalía geoquímica
de cobre detectada en 1975 por un
equipo de geólogos chilenos y japone-
ses; Guanaco e Inca de Oro, ambos
con vetas de oro periféricas; todos los
cuales se asumía estaban asociados a
yacimientos de porphyry copper ocul-
tos (Figura 7).
A poco de iniciarse los trabajos, J. D.
Lowell informó a los VP de Exploracio-
nes de Utah Int. y Getty Mining que un
sexto blanco, Escondida, había sido
agregado al Proyecto por indicación del
geólogo jefe. No obstante, J.D. Lowell
hizo hincapié en que “dicho target era
solo de prioridad B” [37].
GEOQUÍMICA REGIONAL
En seguida, con el propósito de ge-
nerar nuevos blancos de exploración,
se llevó a cabo a escala regional, un
extenso programa de reconocimiento
geológico y prospección geoquímica
de sedimentos de drenaje en la fran-
ja Calama−Inca de Oro. Las mues-
tras geoquímicas se espaciaron cada
1 km y se recolectaron a lo largo de
tres perfiles longitudinales norte-sur
de 500 Km cada uno, ubicados en el
centro y los márgenes oriental y occi-
dental de la faja definida por el
Proyecto. Este arduo y extenuante tra-
bajo fue llevado a cabo en dos etapas
por el geólogo estadounidense Tyler Kit-
tredge, recio Green Beret excombatien-
te en la Guerra de Vietman, secundado
eficazmente en esta oportunidad por los
no menos recios ayudantes chilenos de
terreno Raúl Arias y Hugo Cotapos.
En la primera etapa se recolectaron
1.400 muestras y en la segunda, 670
adicionales, todas las cuales fueron
analizadas por cobre, molibdeno y zinc.
Los umbrales determinados en base a
análisis estadísticos fueron 80 ppm Cu,
10 ppm Mo y 100 ppm Zn. En la pri-
mera fase se detectó una treintena de
zonas anómalas, las cuales fueron eva-
luadas en la segunda (Figura 7).
Se descubrió, entonces, que algunas
anomalías estaban claramente relacio-
nadas con yacimientos o prospectos
tales como El Tesoro, Centinela, Chim-
borazo, Morro de la Mina, Perla, Sierra
Jardín, etc. Otras zonas anómalas, en
tanto, reflejaban contaminación de la
superficie del terreno producida por rela-
ves de antiguas plantas concentradoras,
humos de la fundición Potrerillos, etc. En
definitiva, se concluyó que solo diez de
las anomalías regionales eran significati-
vas para el Proyecto. Entre ellas, la ano-
malía regional P, ubicada en la zona de
Escondida-Zaldívar era una de las más
atractivas tanto por los alentadores valo-
res geoquímicos de Cu, Mo y Zn, como
por su estrecha asociación con la alte-
ración hidrotermal y lixiviación existentes
en la zona. [38]. Con todo, dichos resul-
tados se obtuvieron cuando el prospec-
to Escondida ya estaba siendo evaluado
por geólogos del Proyecto Atacama.
SONDAJES DE EXPLORACION
Dos áreas favorables definidas por los
estudios geológicos y geoquímicos re-
gionales, esto es Anomalía C en el norte
y Llano del Inca en el sur, junto a dos
de los blancos seleccionados previa-
mente, es decir, Tesoro e Inca de Oro,
fueron objeto de investigaciones con
sondajes perforados antes del descu-
brimiento de Escondida. Los esfuerzos
se concentraron inicialmente en el área
vecina al depósito exótico Tesoro en
busca del “yacimiento madre” sepulta-
do bajo gravas Terciarias, en cuyo lugar
se constituyeron tres grupos de perte-
nencias de 3.500 ha cada uno. Adicio-
nalmente, se formalizó una opción de
compra de las pertenencias vecinas
Leonor que fueron prospectadas y eva-
luadas por el Proyecto
En total, entre septiembre 1979 y fe-
brero 1981, esto es, inmediatamente
antes de proceder con la exploración
del prospecto Escondida, se perforaron
16.200 m de sondajes. Las perforacio-
nes se llevaron a cabo a un costo de
US$76,80 por metro, totalizando 50%
del presupuesto asignado al Proyecto
Atacama en sus dos primeros años. [39]
III. TRABAJOS GEOLOGICOS
Y DERECHOS MINEROS
ANTERIORES A MINERA
UTAH DE CHILE
Es pertinente hacer notar que anterior-
mente al inicio del Proyecto Atacama,
varias compañías mineras nacionales e
internacionales, ya se habían interesado
en el prospecto Colorado-Zaldívar (Ce-
rro Zaldívar y Cerros Colorado Grande
y Colorado Chico) (Figura 9) examinán-
dolo someramente, sin llegar la mayoría
de ellas a conclusiones positivas. Solo
dos que llevaron a cabo trabajos geo-
lógicos de mayor profundidad coinci-
dieron en señalar que dicho prospecto
era atractivo en cuanto a exhibir ciertas
características de un yacimiento de tipo
porphyry copper.
En los años 50, el lugar había sido
objeto de pequeños trabajos mineros
abiertos en los faldeos occidentales del
Cerro Zaldívar, por un pirquinero anto-
fagastino, conocido como el Cuyano
Quiroga, quien explotaba de manera
artesanal óxidos verdes de cobre jun-
to a delgadas venillas de turquesa [40]
(Figura 9).
Adicionalmente, el Cuyano habría ex-
cavado también una pequeña labor
superficial en óxidos de cobre verdes,
precipitados en las cajas de un poten-
te dique diorítico fresco que afloraba
en el sector occidental del Cerro Co-
lorado Grande.
www.iimch.cl I 23

CERRO DE PASCO
EXPLORATION
Si bien es probable que en aquel enton-
ces geólogos de Anaconda ‒la empresa
con mayor actividad y presencia minera
en Chile en aquellos años‒ ya tuvieran
referencias acerca de la zona alterada
del sector Colorado-Zaldívar, todo indica
que al parecer los primeros en advertir la
atractiva anomalía de color allí existente
(1962), fueron los geólogos Bert Renze-
tti y Wallace Clark de Cerro Exploration,
filial de la compañía estadounidense Ce-
rro de Pasco Co. Después de algunos
trabajos de campo preliminares, B. Ren-
zetti procedió a manifestar, mensurar e
inscribir en el Conservador de Minas de
Antofagasta, seis grandes grupos de
pertenencias que en total abarcaban un
área de 246 km² y entre los cuales se
encontraban Clark 1-2395 (120 km²) y
Sol 1-2500 (125 km²), situados en Zaldí-
var y Colorado, respectivamente [41].
Más tarde Cerro Exploration disconti-
nuó los estudios geológicos de terreno
en Colorado-Zaldívar para dar preferen-
cia a actividades prioritarias de evalua-
ción y puesta en marcha del yacimiento
Río Blanco (V Región). Con todo, man-
tuvo sus derechos mineros durante casi
los diez años siguientes, pagando las
respectivas patentes, que en ese en-
tonces eran de muy bajo monto.
Con motivo de la Nacionalización del
Cobre en 1971, todos los activos de
Cerro de Pasco y Cerro Exploration, in-
cluyendo los derechos mineros en Co-
lorado-Zaldívar, pasaron a ser propie-
dad del Estado de Chile. Por ende, los
organismos mineros estatales a cargo
continuaron cancelando las patentes.
No obstante, según B. Renzetti, por ra-
zones que se desconocen, dejaron de
hacerlo en 1975 o 1976, provocando
así, irremediablemente, la caducidad
de los derechos (en 1977-1978) por el
no pago de las patentes anuales de dos
periodos consecutivos (Ley Marambio
Montt Nº 4526).
24 I revista MINERALES
ARTÍCULO TÉCNICO
Si bien Cerro Exploration contaba con
experimentados geólogos y disponía
de un presupuesto apropiado, es in-
cierto saber si, ‒de haber proseguido
con los trabajos de exploración en Co-
lorado-Zaldívar‒ estos hubiesen efecti-
vamente culminado con el hallazgo de
un depósito mineral.
A pesar de ello, P. Gilmour et al., 1992
[42]
, lo da por seguro y atribuye a la Na-
cionalización del Cobre la principal cau-
sa de que Cerro de Pasco no concre-
tara el descubrimiento en la década de
los años 60.
Subraya P. Gilmour que: “una de las tan-
tas ironías asociadas con el descubri-
miento de Escondida radica en el hecho
que ‒por efecto del proceso de Nacio-
nalización y cuando el ambiente para la
inversión extranjera era extremadamente
hostil‒, Bert Renzetti de Cerro Explora-
tion, quien había mensurado varias per-
tenencias sobre lo que hoy es Escondi-
da, Zaldivar y Escondida Norte, se vio
obligado a abandonar prontamente ta-
les in good standing, derechos mineros”.
Agrega P. Gilmour que: “si el Gobierno
chileno [del presidente Eduardo Frei M.,
en este caso] hubiese tenido otra acti-
tud hacia el capital extranjero, como en
tiempos del presidente J. Alessandri,
1958-1964, por ejemplo, el prospecto
Cerro Colorado (Escondida) habría sido
reconocido, desarrollado y explotado 20
años antes con los consiguientes benefi-
cios que las grandes faenas mineras sig-
nifican para el país”. En este hipotético
caso, Utah International al llegar a Chile
en 1979, se habría encontrado con una
Escondida ya descubierta y en plena
producción. (Puede ser, puede ser).
A este respecto cabe aclarar que, muy
por el contrario, según el abogado C.
Correa-Iglesias, 1975, [43], durante el
Gobierno de J. Alessandri (1958-1964)
se dictaron las Leyes Nº 14.603 (1961)
y Nº 14.668 (1961) a través de las cua-
les se estableció un impuesto adicional
permanente a las empresas de la Gran
Minería del Cobre equivalente al 13%
de sus rentas líquidas anuales, rom-
piendo así lo dispuesto por la Ley Nº
11.828 conocida como Ley del Nuevo
Trato, dictada en 1955 por el presiden-
te C. Ibáñez del Campo, que fijaba una
“política tributaria estable” como mejor
garantía al inversionista extranjero.
No obstante, el alza de los impuestos
decretada por el presidente J. Alessan-
dri trajo consigo el freno de las inver-
siones y una baja de la producción de
cobre en Chile [44].
INSTITUTO DE
INVESTIGACIONES GEOLÓGICAS
A principios de los años 70 (1971), el
geólogo Carlos Portigliatti efectuó un
breve reconocimiento geológico del Ce-
rro Colorado, como parte del Programa
Quinquenal de Exploración de Yacimien-
tos tipo Porphyry Copper, que el Instituto
de Investigaciones Geológicas (IIG) esta-
ba realizando en la II Región, observan-
do que la roca de caja en Cerro Colora-
do correspondía a pórfidos riolíticos con
alteración pervasiva a cuarzo-sericita,
silicificación intensa y argilización, con
mineralización local de óxidos de cobre.
principalmente atacamita [45].
Además, él visualizó acertadamente
que en Cerro Colorado existía un recu-
brimiento lixiviado caracterizado por la
presencia de limonitas hematíticas (live
limonite) las que indicaban altas expec-
tativas de encontrar en profundidad
una zona de sulfuros de cobre enrique-
cidos. En vista de las favorables carac-
terísticas geológicas de Cerro Colora-
do, C. Portigliatti recomendó una serie
de estudios geológicos, geoquímicos
y geofísicos de seguimiento, los que al
parecer el IIG nunca llevó a cabo.
SOCIEDAD MINERA NORTE
GRANDE (MNG) Y SOCIEDAD
CONSULTORA MINERA Y
METALÚRGICA (MINMETAL).
Después del traspaso de las pertenen-
cias de Cerro de Pasco al Estado de Chile S.A.; Minera Peñoles Chile nocimiento. A ello se debe agregar el
Chile, el prospecto Colorado-Zaldívar S.A.; Compañía Minera Placer Dome difícil acceso al lugar, lo que sumado a
estuvo sin actividades mineras por al- Chile; Hochschild Mining; etc. la escasez de máquinas sondeadoras
gunos años hasta que en 1974 la pe- La mayoría o más bien casi todas rotatorias en el mercado chileno, hacían
queña compañía chilena Minera Norte las empresas mineras que en el año inviable llevar a cabo una exploración
Grande, asesorada por el geólogo José 1975 examinaron someramente Co- rápida y de costo moderado.
Frutos y conformada por tres mineros lorado-Zaldívar, manifestaron opinio-
antofagastinos y un arquitecto-financis- nes negativas y desestimaron el lugar, MINERA PLACER DOME
ta, volvió a manifestar 2.000 pertenen- por cuanto este parecía no presentar De acuerdo con el relato de J. Frutos
cias mineras, tanto en Colorado como expectativas acordes con las metas fi- [48]
, entre los primeros en visitar la zona
en Zaldívar. Prontamente, el geólogo jadas por dichas compañías. En otras estuvieron dos geólogos de la filial Mi-
Carlos Münchmeyer de la empresa chi- palabras, a ninguna de ellas el pros- nera Placer Dome Chile S. A., quienes
lena consultora MINMETAL [46], realizó pecto les pareció lo suficientemente examinaron brevemente el prospecto
un estudio de semidetalle, destacando atractivo como para realizar trabajos de Cerro Colorado, recolectaron algunas
los siguientes aspectos geológicos: i) exploración detallados y, eventualmen- muestras que arrojaron un bajísimo
el favorable marco regional en que se te, perforar algunos sondajes de reco- contenido de cobre y concluyeron que
encontraba el prospecto; ii) la alteración
cuarzo-sericítica en pórfidos cuarcíferos
y biotítica en andesitas de contacto; iii)
la presencia de brechas hidrotermales;
iv) vetillas, aunque escasas, de cuarzo
y sulfuros (limonitas) con halos sericíti-
cos; v) la existencia de celdillas limoníti-
cas evidenciando en partes una intensa
diseminación de sulfuros; vi) las con-
centraciones locales de óxidos de Cu y,
finalmente, vii) los favorables valores
geoquímicos referenciales de Cu y Mo.
En definitiva, C. Münchmeyer concluyó
que la zona mineralizada comprendida
por Cerro Zaldívar, Sector Cuyano Qui-
roga y Falda Oeste del Cerro Colorado,
constituía un lugar de interés prospec-
tivo (Figura 8), en tanto Cerro Colorado
era un lugar atractivo desde el punto
de vista de una eventual prospección
geológica. Por último, agregó que era
posible encontrar depósitos de cobre
exótico en las gravas vecinas.
Habida cuenta del favorable informe
emitido por C. Münchmeyer, en el año
1975 Minera Norte Grande, en asocia-
ción con MINMETAL, lograron interesar
a varias compañías mineras internacio-
nales para que visitaran el prospecto

Zaldívar-Colorado y decidieran acerca Figura 8. Distribución de la mineralización de óxidos de cobre en Colorado-Zaldivar interpretado de un
de una posible participación en el pro- Croquis Geológico del Prospecto Cerro Colorado, C. Münchmeyer, 1975. A modo de comparación se señala
yecto. Entre ellas estaban Chevron Mi- la mineralización en Escondida Norte, Zaldivar y Pinta Verde, representada por la isópleta 0,3% Cu, tomada
nera Corporation; Minera Homestake de M. Hervé, 2012. [47]

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este no era un blanco de exploración
atractivo para su empresa.
MINERA HOMESTAKE CHILE S.A.
A mediados de 1975, el geólogo Jor-
ge Canessa de la empresa minera Ho-
mestake [49], hizo un reconocimiento
más detenido de Colorado-Zaldívar,
Figura 9. Ubicación de las propiedades mineras Colorado 1-500 y Zaldívar 1-261 mensuradas
en 1975 por Minera Norte Grande. Se indica, además, parte de las concesiones mineras
mensuradas por Cerro de Pasco Exploration en 1962-1964 y vigentes hasta 1975-1976.
26 I revista MINERALES
ARTÍCULO TÉCNICO
verificando que el prospecto estaba
constituido principalmente por intru-
sivos hipabisales dioríticos o dacíticos
porfíricos que invadían rocas volcánicas
andesíticas. Localmente los intrusivos
estaban alterados a una silicificación
intensa, con textura de vuggy quartz
(cuarzo oqueroso). Las típicas vetillas
de cuarzo eran escasas y estaban des-
provistas de mineralización metálica.
El recubrimiento lixiviado presentaba
pecas de limonita derivadas de la oxi-
dación de ferromagnesianos, magne-
tita y, muy localmente, de molibdenita.
La escasez de limonitas derivadas de
sulfuros metálicos y la ausencia de un
fracturamiento intenso tipo stockwork
con venillas de cuarzo y mineralización
metálica, llevó a J. Canessa a concluir
que las áreas alteradas de Colorado y
Zaldívar (donde hoy se encuentran las
grandes minas Escondida y Zaldívar−
Escondida Norte) “eran del todo des-
cartables como portadoras de alguna
mineralización de cobre de importan-
cia, fuera esta primaria o secundaria”.
No obstante, mostró cierto interés por
la faja mineralizada con óxidos de cobre
definida previamente por C. Mûnchme-
yer y existente en el Sector Quiroga-Es-
tación Zaldívar, con una posible exten-
sión hacia los faldeos occidentales de
Cerro Colorado (Figura 8). Con todo, J.
Canessa estimó, finalmente, que solo
podía esperarse la existencia en pro-
fundidad de mineralización primaria de
baja ley que carecía de interés para su
compañía.
CHEVRON MINERALS
RESOURCES CHILE S. A.
Otros geólogos que también visitaron
Cerro Colorado en 1975 pertenecían a
la filial Minera Chevron Chile S.A. Esta
compañía minera, liderada por el geólo-
go Kenneth Cornelius, no solo subesti-
mó el prospecto, sino que también en
cierta forma ironizó, tildando excesivo y
sin soporte geológico alguno el poten-
cial exploratorio (blue sky) de 400 Mt
de mineral enriquecido de cobre, pre-
sentado por J. Frutos para promover el
prospecto [48]. Adicionalmente, J. Frutos
sostuvo que, si bien el área de Cerro
Colorado era de muy difícil interpreta-
ción geológica, esta calzaba perfecta-
mente con el modelo de zonación con-
céntrica de la mineralización de sulfuros
y alteración de silicatos propuesto cinco
años antes por J. D. Lowell y J. Guilbert
para los yacimientos de cobre porfírico.
Es pertinente señalar que, a juicio del
autor, la cifra avanzada por J. Frutos
no era desacertada. En efecto, con
un sencillo ejercicio aritmético ―con-
siderando: a) el área de 3.200.000 m²
abarcada por el leached capping en la
base del Cerro Colorado Grande; b) un
espesor moderado de 50 m para el po-
sible horizonte enriquecido subyacente
(enriched blanket); y c) una densidad de
2,6 para el mineral― se obtiene una
cifra levemente superior a 400 Mt con
ley esperada de 1,0-1,5% Cu factible
en un enriched blanket. (Felicitaciones
José, buen ojo).
ESSO CHILE S.A., SHELL CHILE
S.A., COMPAÑÍA MINERA
PEÑOLES Y MINERA M.
HOCHSCHILD
Los respectivos brazos mineros en Chi-
le de las grandes empresas petroleras
Esso y Shell, además de las Compañías
Minera Peñoles y Minera M. Hochschild,
también visitaron Colorado-Zaldívar. Si
bien no se conocen mayores detalles
acerca de los resultados de estos reco-
nocimientos geológicos, es muy proba-
ble que fueran desfavorables y que ello
desincentivara la ejecución de mayores
exploraciones en el prospecto.
MENSURAS DE NORTE GRANDE
En el intertanto, Norte Grande y MIN-
METAL procedieron a consolidar la pro-
piedad minera en Zaldívar-Colorado,
para lo cual llevaron a cabo las mensu-
ras Zaldívar 1-261 y Colorado 1-500 (Fi-
gura 9). Ambas mensuras fueron inscri-
tas a mediados-fines de 1975, cuando
las propiedades mineras Clark 1-2395 y
Sol 1-2500 se encontraban aún vigen-
tes. En otras palabras, las mensuras de
Norte Grande se superpusieron a las
de Cerro Exploration, situación esta
que era permitida por la normativa de
la época (Código de 1932), al no pro-
hibir expresamente la superposición de
mensuras [50].
PAGO DE PATENTES MINERAS
En el segundo semestre de 1975, la em-
presa Norte Grande empezó a quedar
sin financiamiento ni supervisión técni-
ca. En esas inciertas circunstancias, los
socios restantes descuidaron la propie-
dad minera y cometieron el error de no
pagar las patentes correspondientes a
los años 1976 y 1977 en adelante.
Una creencia que circulaba mucho en
la comunidad minera de las décadas
80 y 90, era que la causa del no pago
de dichas patentes se había debido
exclusivamente al “alza desmesura-da
del canon minero (de E°1,5 a 1/10UTM
por hectárea) dispuesta por el Decreto
Ley Nº 1759”.
Al respecto, cabe recordar que en Chile
el peso ($) volvió a establecerse como
unidad monetaria en septiembre de
1975 (Ley N° 1123), según la cual $1
pasaba a ser equivalente a E° 1.000.
Por lo tanto, si anteriormente la patente
anual era E°1,5 /ha, bajo la mencionada
ley quedó en $0,0015/ha. Este reduci-
do canon se mantuvo hasta febrero de
1978, fecha en la cual entró en vigor
la Ley N°1759 que lo alzó a $ 85,8/ha
(1/10 de la UTM de marzo 1978).
Por consiguiente, la creencia aludida
era del todo infundada, porque los so-
cios a cargo de Norte Grande dejaron
de pagar las patentes antes del alza y
cuando su monto era todavía significa-
tivamente bajo, de tan solo $5,63 (cin-
co pesos con 63 centavos) anuales por
ambas concesiones.
Lo anterior significa que el 1º de marzo
de 1978, cuando empezó a regir el De-
creto Ley Nº 1759 que alzaba el valor
de las patentes mineras, las pertenen-
cias Colorado 1-500 y Zaldívar 1-250
se encontraban ya bajo el imperio dela
Ley Marambio N°4526, caducando
ipso jure el 31 de marzo de 1978, al no
haberse pagado dos patentes conse-
cutivas (1976 y 1977). Con todo, cabe
reconocer que según el mismo Decre-
to N° 1759, de estar Zaldívar 1-250 y
Colorado 1-500 vigentes, las patentes
anuales habrían sido efectivamente al-
zadas de $5,63 a $321.000, es decir,
57.000 veces más.
De esta manera, según lo indica J. Fru-
tos [48], Minera Norte Grande tuvo du-
rante dos a tres años (1975-1977), el
control de la propiedad minera sobre lo
que son ahora dos grandes yacimien-
tos de Cu-Mo, esto es Escondida y Zal-
dívar-Escondida Norte. Una verdadera
locura, señala J. Frutos. Pero a renglón
seguido reconoce que: “una cosa era
tener la propiedad minera sobre una
serranía totalmente virgen, con colora-
ciones amarillo-rojizas muy peculiares,
además de varias indicaciones geo-
lógicas, y otra cosa muy distinta era
demostrar que allí, debajo de esas co-
loraciones, se encontraban dos mega-
yacimientos de nivel mundial”. De nue-
vo, entonces, como decía Sig Muessig.
“IQ gets you there, but NQ finds it”.
TRABAJOS DE UTAH
INTERNATIONAL EN CHILE.
En la misma época de los sucesos re-
latados anteriormente (1976) y a solo
un año de la expropiación por parte de
Perú de una de sus operaciones mine-
ras extranjeras más importantes y ren-
tables como la mina de hierro Marcona,
Utah International decidió enviar a Chile
al geólogo bilingüe John W. Hoyt, con
la misión de evaluar y analizar si la si-
tuación económica, política, social y la-
boral de Chile, hacía factible realizar ne-
gocios e inversiones mineras en el país.
En pocos meses, el emisario estadou-
nidense logró reunir una completa infor-
mación sobre los tópicos mencionados,
como también una compilación y aná-
lisis del potencial geológico-minero en
cobre y otros metales (8 Op. cit.). Sobre
www.iimch.cl I 27

la base del conocimiento de la geolo-
gía de Chile existente en esa época,
identificó cinco áreas poco exploradas
del segmento norte y con alto potencial
Figura 10. Least explored regions with best enrichment potential within that portion
of principal Porphyry Copper Belt lacking signficant post-mineral rocks. J.W. Hoyt, 1976.
28 I revista MINERALES
ARTÍCULO TÉCNICO
de albergar yacimientos de cobre en-
riquecidos (Figura 10). Entre las áreas
más favorables se encontraba el distrito
Chimborazo-Varillas que abarcaba el
prospecto Colorado, donde cinco años
más tarde la propia Utah International
en asociación con Getty Oil y bajo la
supervisión del consultor J.D. Lowell,
descubriría uno de los yacimientos de
cobre más grandes a nivel mundial.
En función de sus investigaciones en
Chile, J. W. Hoyt recomendó a Utah In-
ternational, San Francisco, el pronto ini-
cio de un programa de exploración para
investigar prospectos de metales de
base individualizados con anterioridad.
Alternativamente, en caso de no obte-
ner resultados de interés en esta primera
fase, propuso llevar adelante exploracio-
nes mayores centradas principalmente
en las zonas prospectivas señaladas en
la Figura 10. La inversión necesaria
para un año de actividades de explora-
ción minera ascendía a la suma de US$
285.000 (US$1.254.000 de 2020), in-
cluyendo la perforación de 1.000 m de
sondajes. No obstante, la Gerencia de
Exploraciones de Utah International, por
razones corporativas, no llevó a cabo la
citada recomendación.
En tanto, después de los trabajos de
Minera Norte Grande y MINMETAL, el
área Colorado-Zaldívar estuvo nueva-
mente inactiva por tres años, hasta que
a principios-mediados de 1979 apare-
ció en escena el Proyecto Atacama del
JV Utah-Getty.
Corolario.
Por la forma en que se entrecruzan los
diferentes factores y acontecimientos
surgen varias interrogantes, como por
ejemplo: ¿Qué hubiera pasado si Cerro
de Pasco hubiese proseguido sus traba-
jos de exploración en Colorado-Zaldívar?
¿O si Norte Grande- MINMETAL hubie-
se logrado atraer a los inversionistas ex-
tranjeros? ¿O incluso si Utah Internatio-
nal hubiese seguido las sugerencias de
John W. Hoyt? De continuar cualquiera
de ellas, la historia tal vez hubiese sido
muy distinta. Pero aun así no tenemos
la certeza de que dichas actividades hu-
biesen culminado con el hallazgo de un 503), curiosamente justo cuando el el área de interés, situada principalmen-
depósito mineral importante. Proyecto Utah-Getty comenzaba sus te en Cerro Colorado Grande. Además
actividades. de eso, y a poco andar, surgieron otros
IV. LA PROPIEDAD MINERA Este escenario era del todo desfavora- interesados que solicitaron nuevas ma-
A principios de 1979, tan pronto se co- ble por cuanto la manifestación Amelia nifestaciones en Colorado, Zaldívar y
menzó a implementar el Proyecto Ata- 1-2000 quedaba con nulas posibilida- áreas aledañas. Contrariado por esta
cama, se dio curso a un extenso pro- des de obtener concesión minera sobre situación, J.D. Lowell, no sin cierto sen-
grama de 114 manifestaciones mineras
ubicadas a lo largo de la faja Calama−
Inca de Oro, con el objetivo de dotar
de una adecuada y sólida protección
legal minera al Proyecto. No se recurrió
al expediente de solicitar concesiones
de exploración porque en el Código de
Minería de 1932 vigente en la época,
esos derechos permitían cubrir solouna
escasa extensión de terreno (1.000ha),
eran de tramitación judicial lenta y
requerían de supervisión legal-técnica
engorrosa. De optar por ello, hubiese
sido necesario ingresar al Tribunal más
de un millar de solicitudes de explora-
ción para cubrir un área equivalente a
las 114 manifestaciones iniciales del
Proyecto Atacama.

MANIFESTACIÓN AMELIA 1-2000

Una de dichas manifestaciones, deno-
minada Amelia 1-2000, fue presentada
al 2º Juzgado de Letras de Antofagas-
ta el 13 de junio de 1979, cubriendo el
área de los Cerros Colorado Grande
y Colorado Chico en la Estación Zal-
dívar del Ferrocarril Antofagasta-Salta
(Figura 11), donde según el ingeniero
encargado de la propiedad minera en
aquel entonces, Donaldo Rojas, “aflo-
raba una extensa e interesante zona de
rocas alteradas y lixiviadas”. Sin embar-
go, investigaciones realizadas algunos
días después acerca del estado de la
propiedad minera en el área Colora-
do-Zaldívar, revelaron que ya habían
sido solicitadas ‒tres meses antes, esto
es el 12 de marzo de 1979‒ otras dos
manifestaciones de terceros, una en
Cerro Colorado (Colorado 501-1000)
y otra en Cerro Zaldívar (Zaldívar 252- Figura 11. Manifestación Amelia 1-2000 cubriendo el prospecto Colorado
(Cerro Colorado Grande y Cerro Colorado Chico), presentada el 13 junio 1979.

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tido peyorativo, tildó a Amelia 1-2000
como el “nuisance claim”.
MANIFESTACIÓN ESCONDIDA
En vista de lo anterior y con el propó-
sito de conocer el grado de interés del
peticionario antelado, el 8 de octubre
de 1979 se solicitó una pequeña ma-
nifestación táctica (que el geólogo-jefe
denominó a su vez smoke screen claim
o scout claim), a nombre del sereno de
las instalaciones de Minera Utah, elex
minero copiapino Carlos Torres. Se
Figura 12. Situación de las manifestaciones mineras sobre el área Cerro Zaldívar-Cerro Colorado
en marzo de 1980, fecha en la que Minera Utah de Chile solicitó la mensura de Amelia 1-1049.
30 I revista MINERALES
ARTÍCULO TÉCNICO
asignó a esta manifestación el apropia-
do nombre de Escondida 1-200 por ser
un término frecuentemente empleado
por los pequeños mineros nortinos para
identificar sus pertenencias mineras.
ORIGEN DEL NOMBRE
ESCONDIDA
Al respecto, es pertinente aclarar que
el nombre de Escondida, con el que se
bautizó el prospecto de Cerro Colora-
do, se debe exclusivamente al nombre
asignado a dicha manifestación táctica.
Esto desmiente, entonces, la generali-
zada creencia de que la denominación
se adoptó porque el yacimiento –cuya
existencia era del todo incierta en
1979– se encontraba sepultado, oculto
o escondido debajo de una cubierta de
rocas y gravas estériles.
Poco tiempo después, el 6 de diciem-
bre de 1979, la manifestación Escon-
dida 1-200 solicitó mensura cubriendo
los terrenos de Cerro Colorado Grande
(Figura 13).
Inesperadamente, se opuso a esta
operación un cuarto interesado, cuya
manifestación (Rincones 1-700), aun-
que antelada a Escondida 1-200,
nunca estuvo en los planes de Minera
Utah por cuanto se encontraba a nada
menos que 10 km al noroeste de Ce-
rro Colorado (Figura 12). De esta ma-
nera, dicha oposición selló el “debut y
despedida” de la manifestación táctica
Escondida 1-200. Y de ella nunca más
se supo. No era intención del Proyec-
to Atacama entablar litigios inútiles con
manifestantes posteriores a su principal
Amelia 1-2000, como lo era Rincones
1-700. Con todo, el proyecto de explo-
ración continuó empleando el nombre
Escondida con que se conoce la actual
y exitosa operación minera.
SOLICITUD DE MENSURA DE
AMELIA 1-1049
Debido al acotado plazo que el Proyecto
disponía para alcanzar su objetivo, esto
es. un tope máximo de tres años a partir
de enero 1979, el geólogo-jefe de Mine-
ra Utah adoptó el 4 de marzo de 1980,
la crucial decisión de solicitar la men-
sura de Amelia 1-2000, pero reducida
a 1-1049. Se esperaba, sin embargo,
la inevitable oposición y concomitante
solicitud de mensura de la manifesta-
ción antelada Colorado 501-1000. Ello
permitiría, al menos, saber qué terrenos
quedarían francos para la concesión
Amelia 1-1049 y, en base a eso, decidir
acerca del futuro de Escondida.
Si bien las opciones eran dos: abando- Al no presentar oposición el antelado, superposiciones, oposiciones y litigios‒
nar o continuar los trabajos de explora- Minera Utah de Chile quedó en la pri- se procedió con prontitud a fijar el día y
ción, dependiendo del interés geológi- mera posición para continuar sin impe- la hora de la mensura para el 6 de mayo
co de los terrenos que permanecieran dimento legal alguno con la tramitación de 1980 a las 14:00 horas.
libres, también cabía de su mensura Amelia 1-1049. Tenien-
la remotísima posibilidad de que el do presente los perentorios plazos del OPERACIÓN MENSURA AMELIA
manifestante antelado no advirtiera la Proyecto Atacama ‒y observando que Dicha operación se llevó a cabo sin
solicitud de mensura Amelia 1-1049 y, el área Colorado-Zaldívar a la sazón ya contratiempos, por cuanto ningún inte-
en consecuencia, no dedujera la co- se estaba poblando con manifestacio- resado se presentó en el lugar a deducir
rrespondiente oposición. Pero esta cir- nes de infaltables “mineros de escrito- la denominada “oposición de terreno” la
cunstancia se perfilaba como altamen- rio” (Figura 12) ‒que podían conducir a que en todo caso no tenía otro propó-
te improbable por cuanto el antelado,
como cualquier otra persona intere-
sada, disponía de toda la información
actualizada sobre la actividad minera
en la zona a través del Boletín Oficial
de Minería publicado especialmente al
efecto. Por otra parte, el plazo de cua-
renta días para presentar oposición en
orden a lo dispuesto por el Artículo 43
del Código de 1932 ‒que establecía el
derecho preferente para mensurar en
virtud de una manifestación anterior‒,
era ciertamente no menor. El plazo en
cuestión vencía el 26 de abril de 1980.

OPOSICIÓN NO DEDUCIDA
En medio de la espera, la sensación era
que el tiempo transcurría lentamente y
el plazo de 40 días parecía ser de 40
meses. El ingeniero a cargo de la pro-
piedad minera del Proyecto concurría
diariamente al 2° Juzgado de Letras de
Antofagasta para revisar con minuciosi-
dad el expediente de Amelia 1-1049 y
verificar si se había presentado tal opo-
sición. Cumplido el plazo, el 26 de abril
de 1980, pudo constatar, con increduli-
dad, que no había oposición alguna a la
mensura de Amelia 1-1049. Como para
no creerlo. Se desconoce la causa de
esta insólita omisión: si fue por descui-
do, falta de prolijidad o desinterés para
mantenerse alerta por parte del mani-
festante anterior, pero así efectivamente
sucedió, como quedó registrado en la
“Causa Rol N°16.182, Manifestación Figura 13. Superposición de la mensura Colorado 501-977 sobre Amelia 1-1049. Se observa que,
minera Amelia Uno a dos mil”, que obra de haber conservado sus derechos mineros antelados, Colorado 501-977 habría amparado solo un
en el Archivo Nacional de Chile. 50% de la zona de sulfuros enriquecidos > 0,7% Cu (1984).

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sito ni atribución que “solicitar mensura
conforme a croquis”. Los trabajos de
terreno, incluyendo el alinderamiento
de los vértices, como asimismo los tra-
bajos de gabinete, fueron realizados en
forma rápida, eficiente y expedita por
el perito mensurador autorizado Carlos
Espinoza.
Contando con la aprobación de la men-
sura por parte del Servicio Nacional de
Minería como también de la Dirección
de Fronteras y Límites (DIFROL), el 17 de
julio de 1980, Minera Utah de Chile pro-
cedió a inscribir en el Conservador de
Minas de Antofagasta su primer e irrefu-
Figura 14. Concesión minera Guillermo 1-368 mensurada sobre la anomalía 10-530 ppm Mo
correlacionable con Escondida Norte (isópleta 0,3% Cu tomada de M. Hervé, et. al., 2012).
32 I revista MINERALES
ARTÍCULO TÉCNICO
table derecho minero sobre Escondida:
el otrora nuisance claim Amelia 1-1049.
ESCARAMUZAS LEGALES
En el intertanto, el 17 y 19 de junio,
el manifestante anterior procedió de
todas maneras a mensurar Colorado
501-977 y Zaldívar 252-501 respecti-
vamente (Figura 13). Superpuso la pri-
mera sobre Amelia 1-1049 y aprovechó
el alinderamiento de las antiguas y ca-
ducadas mensuras Colorado 1-500 y
Zaldívar 1-262 de Minera Norte Gran-
de. Los abogados de Minera Utah, ha-
ciendo uso de la oposición de terreno,
advirtieron al perito J. Arbulú acerca de
la existencia de una mensura previa. El
perito acuñó entonces la expresión “la
carrera de las mensuras” concepto que
no tenía fundamento legal alguno. No
obstante, referencias posteriores la se-
ñalan como una práctica utilizada por
particulares dueños de antiguas mani-
festaciones para revalidar títulos y enta-
blar litigios sin destino [51].
En vista de lo anterior, el manifestante
antelado que había perdido su dere-
cho preferente para mensurar Colorado
501-1000, demandó en varias oportu-
nidades, en el 2º Juzgado de Letras,
invalidar los títulos adquiridos por Mi-
nera Utah fundándose en su caducado
derecho y en supuestos vicios técnicos
incurridos al mensurar Amelia 1-1049.
Sin embargo, el Magistrado basándo-
se en lo estipulado en el Código Minero
vigente, no dio lugar a su reclamación
fallando en favor de Minera Utah de
Chile. La última de las demandas fue
presentada en la Corte de Apelaciones
de Antofagasta el 9 de diciembre de
1980. La defensa de los derechos de
Minera Utah de Chile estuvo a cargo
del prestigioso abogado minero anto-
fagastino Mohamed Tala-Larenas. Su
argumentación dejó en evidencia que
el demandante había perdido sus dere-
chos de manifestación al no oponerse a
la solicitud de mensura de Amelia den-
tro del plazo de 40 días prescrito por el
Artículo 43 del Código de 1932. La Cor-
te acogió la alegación de la defensa y
la mensura Amelia 1-1049 quedó firme.
NEGOCIACIONES Y ACUERDOS
Con todo, la controversia se zanjó
definitivamente gracias a las gestio-
nes y negociaciones conducidas por
P. Gondonneau y R. Wheaton. En el
acuerdo formalizado con fecha 3 de
abril de 1981, la parte contraria desis-
tió de continuar con sus demandas y
renunció a los derechos sobre Colora-
do 501-1000, transfiriéndolos a Minera
Utah de Chile, todo ello bajo términos
económicos convenientes para ambas
partes. El acuerdo está explicitado en
la “Causa Rol 2.483, Manifestación
minera Colorado 501-1000”, Archivo
Nacional de Chile.
En la misma transacción un porcentaje
de las pertenencias Zaldívar 252-503
de propiedad de la parte contraria, fue
cedido a Minera Utah junto con la pro-
mesa de transferirle un número mayori-
tario de acciones de la Sociedad Minera
Zaldívar, empresa formada a conse-
cuencia de la cesión de derechos. Mi-
nera Utah, a cambio, se comprometió
a realizar trabajos de exploración y va-
lorización de las pertenencias Zaldívar
252-503, apoyados en la perforación
de sondajes. Las exploraciones fueron
llevadas a cabo con singular éxito
logrando descubrir el yacimiento de
porphyry copper Zaldívar. No obstante,
en aquel entonces, por discrepancias
técnico-económicas entre las partes,
Minera Utah optó por desprenderse de
los derechos adquiridos y reintegrarlos,
previa valorización, a su antiguo con-
tendor, quien finalmente lo vendió en
una importante suma a la Sociedad Mi-
nera La Cascada Ltda., subsidiaria de
la Compañía Minera Pudahuel. Cabe
señalar que la mina Zaldívar produce
en la actualidad alrededor de 110.000
ton de Cu fino/año, esto es, 10% de la
producción de Escondida.
LA CONSOLIDACIÓN
En el transcurso de 1981 y 1982, Minera
Utah de Chile prosiguió constituyendo
concesiones mineras en áreas aleda-
ñas al yacimiento Escondida, a los fines
de asegurar posiciones territoriales im-
prescindibles para albergar con holgura
toda la infraestructura de la futura mina.
En este proceso, se efectuó una serie
de mensuras superpuestas para cubrir
también espacios vacíos producidos por
la conversión de coordenadas locales al
sistema Universal Transverse Mercator
(U.T.M.) exigida por el Código de Minería
de 1982. Este grupo, denominado co-
lectivamente Pertenencias Escondida,
está compuesto por Donaldo 1-612,
Costa 1-1861, Ramón 1-640, Rola
1-1680, Alexis 1-1424 y Catita 1-376,
a las cuales se agregan las concesiones
Colorado 501-977 y Amelia 1-1049.
Asimismo, previendo que el nuevo ya-
cimiento descubierto por Minera Utah
en Zaldívar podía prolongarse hacia el
oriente, ‒donde por lo demás los geó-
logos ya habían detectado una zona de
2,6 km² con valores anómalos de 10-
530 ppm Mo‒ el geólogo-jefe dispuso
se mensuraran las pertenencias Guiller-
mo 1-368 adyacentes a Zaldívar 252-
503, que hoy amparan la mina Escon-
dida Norte de la empresa (Figura 14).
Como corolario, es dable afirmar que ‒
si bien es impredecible saber el curso
que los acontecimientos narrados hu-
biesen tomado en caso de que la parte
contraria hubiese presentado oposición
a Amelia 1-1049 en el plazo de los cua-
renta días, como asimismo si de con-
servar los derechos sobre Colorado
501-1000 se hubiese efectivamente
culminado en el hallazgo de un depósi-
to mineral‒, es indudable que tanto Mi-
nera Utah de Chile y Getty Mining Chile
como su excontendor vieron suplidos
con creces sus esfuerzos gracias a be-
neficios económicos reportados por los
descubrimientos de Escondida y Zaldí-
var, que en otras circunstancias tal vez
no se hubiesen logrado, al menos en
esa época.

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FRANCISCO J. ORTIZ.

Francisco J. Ortiz inició su formación Proyecto Atacama de ex-

como Técnico de Minas, graduado en la
prestigiosa Escuela de Minas de La Se-
rena (1949), una de la raíces de la Uni-
versidad homónima, completando pos-
teriormente su formación académica en
la Escuela de Ingeniería, Universidad de
Chile (1954); la Facultad de Ciencias de
la Tierra, Stanford University (1959) y la
Facultad de Geología y Minería, Colora-
do School of Mines (1969).
Sus actividades profesionales las desa-
rrollo inicialmente en el Instituto de In-
vestigaciones Geológicas, (actual SER-
NAGEOMIN) donde llegó a ser Geólogo
Jefe del Departamento de Geología
Económica, culminando su carrera en
entidades fiscales como sub-Director
Técnico del Instituto (1975).
Entre sus trabajos posteriores so-
bresale el haber dirigido en terreno el
ploración de una faja de
mineralizaciones cupríferas
entre Chuquicamata y El Sal-
vador, proyecto concebido y
materializado por el célebre
geólogo J. David Lowell y
financiado por las transna-
cionales Utah International y
Getty Oil, cuyo exitoso resul-
tado fue el descubrimiento
del yacimiento Escondida en
la Región de Antofagasta,
marzo de 1981. Ese descubrimiento, Escondida Limitada (1999), el Premio
uno de los principales registrado a nivel Nacional de Geología, Medalla al Mé-
mundial, reportó un notable crecimien- rito Juan Brüggen (2006) y la Medalla al
to de las reservas minerales de alta ley Mérito, Instituto de Ingenieros de Minas
de cobre de Chile y revitalizó la minería de Chile (2009). Finalmente, la Universi-
regional y nacional. dad de la Serena le otorgó la distinción
Francisco J. Ortiz ha sido distinguido de Miembro Honorario de la Universi-
con la Medalla Fundadores de Minera dad (2017).

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