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Introducción
L
as emociones están presentes en nuestras vidas, prácticamente,
en todas las actividades que desempeñamos; éstas constituyen
fuerzas poderosas que influyen en la conducta y en la experiencia
subjetiva del ser humano.
A pesar de su relevancia en la vida cotidiana, por mucho tiempo las
emociones fueron relegadas o excluidas del reino de lo racional y lo ra-
Retórica y emoción
auriga que representa el componente racional y los dos caballos que debe conducir, simbolizan
el componente afectivo y apetitivo. Un caballo es bueno (componente afectivo), mientras que el
otro es malo (el aspecto apetitivo).
3 La traducción más literal del pathos es pasión, afección. Se refiere al sentimiento que un
orador pone en su discurso con el propósito de suscitar las emociones del oyente. El término
emoción generalmente es utilizado para referirse a una perspectiva contemporánea, mientras que
el término pasión implica una perspectiva histórica o vehemente. En este artículo se utilizará el
término emoción.
4 Logos (en griego “palabra”) se refiere a la coherencia interna del mensaje, la claridad de la
reclamación, la lógica de sus motivos y la eficacia de sus pruebas.
Emociones y persuasión
6 Recordemos que Pascal vivió en la era del surgimiento del racionalismo y que la razón del
hombre era la fuente final de la verdad. Cuando Pascal hablaba de la razón, se refería al proceso
del razonamiento. No negaba el verdadero poder de la razón; después de todo, era un científico
y matemático. Sin embargo, para él el hombre no es capaz de encontrar todas las respuestas a
través de la razón.
razón, es por ello que los autores se adhieren a las posiciones de la lógica
informal que ve en las pasiones una fuente de error y las confinan en el
estudio de las falacias.11
Para señalar que las emociones no constituyeron una preocupación
para gran parte de los teóricos de la argumentación, se podría mencionar
también que en el caso de otra de las teorías modernas sobre la argu-
mentación: “La argumentación en la lengua”, de Anscombre y Ducrot,
el problema de las emociones ni siquiera se plantea. Lo mismo se puede
afirmar de la propuesta de Jean-Blaise Grize, otro de los enfoques mo-
dernos de la argumentación. En lo que concierne a la teoría de los para-
logismos (fallacies), que es una teoría crítica de la argumentación y está
representada por la obra clásica de Charles L. Hamblin: Fallacies (1971),
incluye la historia de las falacias12 sin hacer énfasis en el problema de la
emoción. En el tratamiento estándar de las falacias (que corresponde a
una banalización del enfoque aristotélico) algunos paralogismos son de
origen lógico-lingüístico y no tienen nada que ver con la emoción (Plan-
tin, 1998:9). Por lo tanto, todos los argumentos que hacen referencia a
las emociones o al carácter son considerados como falacias: ad misericor-
diam, ad populum, ad baculum. Pero también otras argumentaciones son
consideradas como falaces a causa de su enraizamiento en las diversas
formas en que se apela a la subjetividad de los interactuantes.
Copi y Burguess-Jackson enumeran en su lista de falacias “la apela-
ción a las emociones”. Observan que las emociones y las pasiones, por su
propia naturaleza, pueden cobrar una dimensión tal que dominen com-
pletamente a las capacidades racionales. Pueden cegar ante los hechos,
11 El enfoque pragmadialéctico de van Eemeren y Grootendorst aspira a proporcionar las
reglas que deben seguirse en todas las fases de la discusión y que permiten resolver, de una manera
razonable, la discrepancia de opiniones. Las reglas críticas proporcionan el marco teórico de la
discusión y cualquier violación de estas reglas constituye una falacia, es decir, una interrupción
irrazonable del proceso de resolución de la disputa. Esta perspectiva permite ampliar el marco
de la argumentación y, en consecuencia, ampliar el campo de las falacias.
12 En el lenguaje cotidiano, se habla de falacias para referirse a varios tipos de creencias erró-
neas, un razonamiento lógicamente incorrecto, aunque psicológicamente pueda ser persuasivo.
Las falacias o refutaciones sofísticas, son “formas argumentales que poseen una falsa apariencia
de razonabilidad” (van Eemeren et al., 1997: 213). También se puede entender por falacia un
razonamiento inválido (desde el punto de vista deductivo), pero persuasivo por razones “extra-
lógicas” (pragmáticas, retóricas o contextuales).
insiste en que hay que tratarlas con prudencia ya que también pueden ser
utilizadas falazmente (Walton, 1992:1). El valor racional de la apelación
a una emoción es evaluado en función de un conjunto de principios,
que es posible interpretar como un contradiscurso dirigido a las argu-
mentaciones fundadas sobre esa emoción. Por ejemplo, el llamado a la
piedad puede ser:
1. Reasonable. […] some appeals to pity are reasonable and appropriate […]15
En este caso se presume que el llamado a la piedad corresponde a un valor
que se supone compartido, por ejemplo la fraternidad, o desde un punto
de vista religioso a la virtud de la caridad.
2. Weak, but not irrelevant or fallacious. […] it presents only one side of the
issue.16 Como todos los valores, el llamado a la piedad puede estar confron-
tado con otros valores que están en juego en la situación dada.
3. Irrelevant. An appeal to pity may be irrelevant. For example, in a scientific
inquiry an appeal to pity may be totally inappropriate […]17 Este punto se
refiere a la pluralidad de las normas de racionalidad en función a las situa-
ciones y los tipos de discurso argumentativo.
4. Not enough information given. Not enough information on the particulars
of the case has been given.18
Este principio general de evaluación vale evidentemente para todas las
formas de argumentaciones, fundadas o no sobre los valores y las emociones.
5. Fallacious. The appeal to pity is not just a weak argument open to critical
questioning. It is used to prevent critical questions in subsequent dialogue.19
Este principio sirve para evaluar si el recurso a la piedad constituye una
táctica injusta y engañosa y para saber si se ha cometido una falacia ad mi-
sericordiam (Walton, 1992:140).
Por eso hay que considerar las condiciones de validez de los argumentos
que apelan al sentimiento. También es necesario considerar el objetivo del
orador en el marco de la situación de discurso que le pertenece, o el género
que ha seleccionado. Un discurso epidíctico, cuyo objetivo es reafirmar la
identidad del grupo y fortalecerlo en torno a otros valores morales puede
apelar al sentimiento, sin que por ello sea falaz (Walton, 1992: 303).
Las emociones participan normalmente del proceso argumentativo
y como todas las facetas de este proceso atraen normalmente críticas y
ajustes. Eso vale para todas las emociones y no solamente las “cuatro
grandes falacias emocionales” sobre las cuales la teoría moderna de la
argumentación se focaliza sin razón. Por eso como señala Plantin (1998)
necesitamos, antes que nada herramientas y teorías sobre las emociones
en el discurso en general.
21 A pesar del riesgo de ser hacer una interpretación demasiada esquemática, se podría decir
que la psicología se dedica principalmente al estudio de la reacción sensorial de los individuos en
relación con las percepciones que tienen de un mundo en el que las manifestaciones juegan el
papel de desencadenador de las pulsiones. Sin embargo, en cada una de las ramas de la psicología
existen diferentes énfasis en el estudio de las emociones. Los psicólogos sociales ponen de relieve
la importancia comunicativa de la expresión emocional; los cognitivos se centran en la relevancia
de la relación emoción-cognición; los psicólogos de la personalidad consideran el estudio de los
rasgos en términos de emociones discretas; los clínicos han encontrado importantes relaciones
entre desórdenes psicológicos y tipos de experiencia emocional. Por su parte, desde la sociología
de las emociones de lo que se trata es de proceder a la descripción de las categorías de emoción-
norma-juicio del comportamiento social según diferentes parámetros: el grado de universalidad,
la especificidad cultural, la acción más o menos mayoritaria, la racionalidad. También se pone
énfasis particular en el estudio de las creencias ya que éstas se conectan íntimamente con las
emociones: son parte de lo que la emoción es en sí.
aclarar que este punto de vista debe ser complementado por una teoría
del sujeto y de la situación de comunicación. Por ello aunque en el es-
tudio de la emociones el análisis del discurso se demarca de la psicología
y de la sociología de las emociones, a su vez tiene necesidad de ellas en
la medida en que sus análisis ponen en evidencia los mecanismos de in-
tencionalidad de un sujeto, aquellos de la interacción social y la manera
en que se constituyen las representaciones sociales.
Para un tratamiento discursivo de las emociones, siguiendo a Patrick
Charaudeau, es necesario reconocer que las emociones son generalmente
del orden intencional, éstas están ligadas a los saberes y las creencias y
se inscriben dentro de una problemática de la representación psicosocial
(2000:128). Además, las emociones se manifiestan en un sujeto humano
con respecto a algo, o más exactamente por la representación que éste
tiene de lo que quiere o desea combatir.
Una de las cuestiones que es importante señalar es que para poder
entrar al análisis de las emociones una primera labor de los analistas del
discurso es rechazar un enfoque de la emoción como perturbación y
desorden. Se requiere más bien, como es común en las teorías cognitivas
de las emociones y en la sociología de las emociones, comprenderlas
como portadoras de interpretaciones y significados dependientes de
consideraciones sociales y culturales que definen los momentos y las
circunstancias en que debe ser experimentada cada una de ellas y con
qué grado de intensidad debe hacerse.
• T1:¿Qué?Elevento.Correspondealoscontenidosemotivosdel
evento y se relaciona con las reglas retóricas de mimesis emocional;
en otras palabras, de qué se trata el evento emotivo.
• T2:¿Quién?Laspersonasafectadas.Estetoposereierealasperso-
nas afectadas y es importante en tanto la emoción varía de acuerdo
a quien afecta el hecho. Por un lado, hay que considerar que ciertas
personas despiertan más emociones que otras: la muerte de un niño
afecta más que la de un anciano; por otro lado, un mismo evento:
“ganarse el premio mayor de la lotería”, no suscita los mismos senti-
mientos según si el afectado es un hombre famoso o una familia de
escasos recursos.
• T3:¿Cómo...?Lasanalogías.Laimportanciadelaanalogíaenlapro-
ducción de las emociones está muy bien expresada por el principio
de Ungerer (1997) “uso metafórico ligado a los dominios estables
de las emociones”. En otras palabras, hay dominios especialmente
sensibles, y mediante símiles o metáforas se puede hacer referencias
a ellas.
• T4:¿Cuándo?Tiempos.Estapreguntaremitealmododeconstruc-
ción temporal y aspectual de eventos, la exclusión o la inclusión
dentro de la temporalidad subjetiva de la persona.
22 Este conjunto de topoi propuesto ha sido elaborada por Plantin a partir de los datos de la
retóricas clásicas, los principios de inferencia emocional propuestos por Ungerer, las categorías
lingüísticas de construcción de la emoción de Caffi y Janney, así como del sistema de facetas
teorizado por Scherer (Plantin, 1998).
• T5¿Dónde?Lugar.Serelacionaconlastécnicasretóricasdetopogra-
fía. Hay lugares más asociados a emociones (cementerio, campo de
batalla) que otros. En todo caso, mientras más cercano sea al interlo-
cutor mayor tono afectivo tiene para él.
• T6:¿Cuánto?¿Conquéintensidad?Cantidad.Ladimensiónolamag-
nitud del evento pueden tener estrecha relación con las emociones que
despierta, así como la cantidad de personas involucradas o cualquier
alusión a cantidad que despierte la sensibilidad en la audiencia.
• T7:¿Porqué?Causa/agente.Esinteresantenotarcómoelorigenyva-
riaciones de la emoción están vinculados a la imputación de respon-
sabilidad, por ejemplo, las emociones en una situación determinada
dependerán de si el accidente es un infortunio o un acto deliberado.
• T8:¿Consecuencias?Estetopoestárelacionadoconlaspredicciones
que se pueden desprender de un evento. El proyectarse o señalar las
consecuencias que se extraen a partir de un hecho puede desencade-
nar una serie de emociones.
• T9:¿Normas?Conformidad/incompatibilidadconlasnormasdeX.
Este topo está vinculado a las normas o valores sociales establecidos
culturalmente. Son aquellas normas reconocidas en la memoria co-
lectiva y varían de una sociedad a otra.
• T10:¿Control?PosibilidaddecontroldeleventoporX. Se refiere a
los elementos explícitos en el argumento sobre lo cerca o lejos que se
consideran los hechos, si es clara o difusa la presentación del hecho,
y si es asertivo o no, convirtiéndose estas en posibilidades de control
que dan cuenta desde la posición del enunciador de las emociones en
potencia de acuerdo al compromiso que tiene con el hecho.
• T11:¿CuálesladistanciaentreX?¿Distanciade?¿Quégradode
proximidad o de intimidad existe con el evento? Este topo explicita la
focalización subjetiva de la producción de emociones, es decir, desde
qué lugar o posición el argumentador presenta los hechos. Permite
establecer el grado de compromiso que tiene con la argumentación
planteada y si habla desde una postura personal o como representante
de una colectividad.
• T12:¿acuerdo,consentimiento?¿EsagradableodesagradableparaX?
Este topo se ubica en la conclusión, equivale a la evaluación global
del evento (Plantin, 1998: 19-20).
Cada uno de estos topoi sirve de base para clasificar aquellos argu-
mentos en los cuales están presentes las emociones de forma directa
o indirecta, también permiten desglosar el argumento de acuerdo al
evento, sus participantes y cada uno de los elementos involucrados en su
configuración para determinar dónde se ubican las emociones y estable-
cer, de este modo, una asociación entre la estructura del argumento y su
contenido. La pregunta retórica que introduce cada topo sirve de ayuda
para orientarnos en el momento de buscar la información y establecer el
vínculo entre el evento y las emociones (Plantin, 1998).
23 Todo enunciado que contiene uno o varios rasgos argumentativos es considerado como un
argumento (Plantin, 1990: 152); para tomar en cuenta el hecho de que se trata de marcadores de
orientación emocional, se podría denominar “pathema” a esos rasgos argumentativos emocionales.
Enunciado de emoción
(R1)
• Nombredelsentimiento/emoción,apareceencontextostalescomo:
un sentimiento de + nombre de sentimiento = “un sentimiento de
lealtad”, entendiendo lealtad en primera instancia como valor y luego
como sentimiento.
• Conjuntodederivadosmorfo-léxicosdecadasustantivodebaseque
expresan un sentimiento. Por ejemplo, a partir de odio se recupera
odiar, rencoroso (en su relación con odio), odioso.
24 Sobre el tema de las diferentes maneras de clasificar las emociones existe una
extensa discusión que va desde delimitar cuáles, cuántas y por qué ciertas emociones
son consideradas como básicas o primarias y cuáles como secundarias. Para un recuento
detallado de todas estas clasificaciones cf. Ortony, Clore y Collins (1988: 33).
• Listasdevocabularioproporcionadasporpsicólogosentornoalos
conceptos emoción o sentimiento o extraídas de diccionarios de sinó-
nimos. El interés por el léxico de las emociones es compartido por
los psicólogos y los lingüistas. Las listas simples de los términos de
afecto son instrumentos muy buenos para comenzar, en gran parte
corresponden a las listas proporcionadas por los psicólogos que po-
nen atención a lo que ellos se llaman “etiquetas verbales conectadas a
emociones”. Los psicólogos prefieren partir de los sustantivos (Cos-
nier, 1994: 44-45); los lingüistas trabajan no sólo en el léxico de las
emociones, sino también en los verbos de emociones, y consecuente-
mente, en los enunciados de emociones (Balibar-Mrabti, 1995).
• Reconstrucciónsobrelabasedeíndiceslingüísticos,segúnlosestu-
dios de las metáforas emocionales, que permiten reconstruir términos
que designan emociones (Kövecses, 2003). Así, por ejemplo, si se dice
“Pedro enrojeció”, se debe analizar la situación para establecer si en-
rojeció de vergüenza, de cólera, etcétera.
• Reconstrucciónsobrelabasedelugarescomunessituacionalesy
actitudinales. Aquí es fundamental el principio de que los discursos
Procedimiento analítico
hagan sentir que depende de él que los niños tengan que comer o no
y no tanto del gobierno u otras instancias. Además de depositar en el
destinatario la opción de poder hacer algo por los niños más pobres, lo
que se infiere del análisis es que se explotan las emociones pero se oculta
la intención de que el involucramiento emocional haga que la gente no
vea lo que hay atrás de la propuesta, es decir, lo que va a significar para
el salario de los ciudadanos: un incremento de impuesto que merma
directamente el salario. Además, de no existir una explicación en cuánto
lo que la aprobación de la propuesta significaría para los ingresos del
destinatario, tampoco se especifica por qué esta sería la primera vez que
el dinero llegaría a los más pobres. Esto presupone que anteriormente
no ha llegado, sin embargo no se explica ni por qué no ha llegado y
qué es lo que aseguraría que esta vez sí llegaría. Se podría concluir que
la fuerza argumentativa del spot está depositada en lograr el involucra-
miento emocional del destinatario pero que un análisis más detallado
puede mostrar cómo esa apelación si bien está orientada hacia una con-
secuencia positiva, oculta a la vez la propia naturaleza de la propuesta y
las intenciones del locutor.
Con este breve análisis se ha tratado de mostrar la importancia del
análisis argumentativo de las emociones. Si bien existen otros elementos
que fueron expuestos en la propuesta metodológica que no han sido
analizados, el ejemplo trata de poner en relieve, en este caso, la fuerza
argumentativa que puede tener un llamado a la piedad, es decir, el apelar
a la misericordia para lograr un objetivo y el uso político que se puede
hacer de éste.
Bibliografía