La Ingeniería Estructural es una especialidad de la ingeniería civil que se ocupa de la
investigación, planificación, análisis, diseño, construcción, inspección, evaluación, monitoreo, mantenimiento, rehabilitación y demolición de estructuras permanentes y temporales. Adicionalmente, considera los aspectos técnicos, económicos, ambientales, estéticos y sociales de las estructuras. Las estructuras son conjuntos de elementos unidos entre sí capaces de soportar las fuerzas que actúan sobre ellas, conservando su forma. Las fuerzas que actúan sobre las estructuras se denominan cargas o acciones. Para mantenerse en equilibrio con las fuerzas que actúan sobre ellas, las estructuras, según el principio físico de acción y reacción, tienen que contraponer otras fuerzas iguales y de sentido contrario. De esta manera, al conjunto de fuerzas con las que las estructuras reaccionan ante las cargas se las denomina reacciones. Las fuerzas de reacción se ejercen en los puntos por donde las estructuras están sujetas, o bien por donde se unen los diferentes elementos de las mismas. A estos puntos de unión se les denomina apoyos, y a las fuerzas de reacción se les suele denominar también coacciones. Toda estructura, además, tiene que cumplir las siguientes condiciones: Estabilidad. Para que la estructura se mantenga erguida y no vuelque, su centro de gravedad tiene que estar dentro de su base y lo más cercano al suelo posible. Para conseguirlo a veces se tiene que recurrir a acciones como ampliar la base, poner tirantes o empotrando su base inferior al suelo. Resistencia. Tienen que ser capaces de soportar las distintas cargas sin romperse, esto depende de la forma de la estructura y del tipo y de la cantidad de material con que se ha construido, ya que todos los materiales tienen una tensión de rotura determinada, que es la máxima fuerza por unidad de superficie que aguantan sin romperse. Rigidez. La deformación de los elementos no puede ser grande. Esto se consigue cuando la forma de las estructuras es adecuada, soldando las uniones para reforzarlas y con triangulaciones, ya que el triángulo es el único polígono indeformable. Es por ello que son las formas más empleadas en las estructuras. Aun así, toda estructura tiene que tener cierto grado de flexibilidad, ya que tienen que ser capaces de soportar las variaciones debidas a la dilatación y a la contracción de materiales, así como de absorber vibraciones y movimientos sísmicos. Clasificación Existen muchos tipos de estructuras clasificadas, atendiendo a la forma en la que resisten los esfuerzos. Estructuras masivas. Son estructuras sólidas macizas que se construyen colocando material en grandes piezas (bloques) o mediante material continuo (como hormigón). Estructuras superficiales. También denominadas laminares o de cáscara, presentan una gran superficie en contraposición con un espesor o una sección muy pequeños. Estructuras de armazón. Son estructuras constituidas por una sucesión de elementos horizontales (vigas) y verticales (soportes y pilares) que forman una trama plana, denominada pórtico. Estructuras trianguladas. Son estructuras formadas por elementos lineales de poca sección denominadas barras que crean superficies estructurales planas o tridimensionales mediante la repetición de formas triangulares. Estructuras colgantes. Se basan en el empleo de elementos tipo cable o cuerda, denominados tirantes. Éstos funcionan únicamente a tracción y sirven para sustentar otros elementos. Es la estructura típica de los puentes colgantes. El esqueleto estructural forma un sistema integrado de partes, denominadas elementos estructurales: Vigas Columnas Losas Zapatas de cimentación y otros La actividad profesional del ingeniero estructural se inicia con un bosquejo de la futura edificación, en el cual se comienzan a definir las dimensiones generales tanto en planta como en alzado. Compara las alternativas referentes al material básico de construcción: la conveniencia de usar concreto reforzado o pre-esforzado, acero, madera, mampostería confinada o reforzada, aluminio u otras posibilidades más recientes. Asimismo, define previamente las dimensiones longitudinales y transversales de los elementos estructurales. Aplicaciones de la Geomática a las estructuras Levantamientos topográficos: La geomática se utiliza para realizar levantamientos topográficos precisos que permiten obtener información sobre el terreno, como la altimetría, la planimetría y la ubicación precisa de puntos de referencia. Estos datos son esenciales para el diseño y la construcción de estructuras. Estabilidad de taludes: La geomática contribuye al análisis y la monitorización de la estabilidad de taludes en proyectos de ingeniería civil. A través de técnicas de escaneo láser y fotogrametría, se obtienen nubes de puntos que permiten evaluar y predecir el comportamiento de los taludes y tomar medidas de mitigación. Control de deformaciones y asentamientos: La geomática se utiliza para el monitoreo y control de deformaciones y asentamientos en estructuras y suelos. A través de técnicas como la inclinómetra, la nivelación de precisión y el uso de sensores, se puede realizar un seguimiento en tiempo real de las deformaciones y asentamientos. Detección y prevención de deslizamientos de tierra: La geomática se emplea para identificar áreas propensas a deslizamientos de tierra y establecer medidas preventivas. La monitorización continua a través de técnicas de posicionamiento satelital (como el GPS) y el análisis de imágenes de satélite contribuyen a la detección temprana de cambios en el terreno. Análisis de inundaciones y gestión de recursos hídricos: La geomática se utiliza en la predicción y el análisis de inundaciones, permitiendo la generación de modelos digitales de elevación, el estudio de cuencas hidrográficas y la visualización de patrones de flujo de agua. Esto es útil para la planificación de sistemas de drenaje y la gestión de recursos hídricos.