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CAPÍTULO 12

Los materiales de la corteza terrestre


Ahora que hemos completado el estudio de la atmósfera e hidrosfera —los reinos
gaseoso y líquido de nuestro planeta— podemos estudiar la litosfera —el reino sólido
inorgánico—. Desde el punto de vista del medio ambiente del hombre, la zona más
importante de la parte sólida de la tierra es la capa exterior —la corteza de la tierra—.
Esta envoltura mineral, de 17 km de espesor medio para el conjunto del globo, está
formada por los continentes y las cuencas oceánicas, y es la fuente de los suelos y
sedimentos, de las sales marinas, los gases de la atmósfera, y el agua de los océanos,
de la atmósfera y de la tierra.
La figura 12.1 muestra el orden de los ocho elementos más abundantes en la corteza
terrestre en relación con sus porcentajes relativos en peso. El oxígeno (0), es el
elemento predominante, constituyendo casi la mitad del peso total. El segundo
elemento más abundante es el silicio (Si). El oxígeno es el elemento principal en las
Silicio — Aluminio — Hierro — Calcio Sodo — Potasio — Magnesio FIGURA 12.1. La
composición media de la corteza terrestre viene dada aquí en términos de porcentaje
en peso de los ocho elementos más abundantes.
Sustancias orgánicas. El silicio es utilizado en menor cantidad por las plantas
El aluminio (Al) y el hierro (Fe) ocupan el tercer y el cuarto lugar en la lista. Ambos son
nutrientes necesarios para las plantas, aunque en pequeñas cantidades. Ambos
metales tienen una importancia primordial en la civilización industrial, y es una suerte
que sean elementos abundantes, comparativamente hablando. Después aparecen
cuatro elementos metálicos: calcio (Ca), sodio (Na), potasio (K) y magnesio (Mg), los
cuatro se sitúan entre un 2 y un 4 % en el orden de abundancia. El calcio, potasio y
magnesio son importantes nutrientes de las plantas; su presencia es esencial si un
suelo tiene que poseer un elevado nivel de fertilidad. Si extendiéramos la lista, en
noveno lugar se encontraría el titanio, seguido por el hidrógeno, fósforo, bario y
estroncio, en este orden. Tanto el hidrógeno (H) como el fósforo (P) son elementos
nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas. El hidrógeno, combinado con
el oxigeno en forma de agua (H,0) es utilizado por las plantas para formar moléculas
orgánicas.
Los elementos de la corteza terrestre se organizan en componentes que conocemos
con el nombre de minerales. Un mineral es una sustancia inorgánica y natural, que
posee una composición química definida y una estructura atómica característica.
Existe un enorme número de variedades de minerales, junto a un gran número de
combinaciones entre ellos para formar rocas.
Una roca
se define normalmente como un agregado de minerales en estado sólido. Las rocas
presentan una amplia gama de composiciones, características físicas y edades. Una
roca determinada está compuesta generalmente por dos o más minerales, y
normalmente hay muchos otros minerales presentes; sin embargo, algunas variedades
de rocas están formadas casi enteramente por un único mineral. La mayoría de las
rocas de la corteza terrestre son extremadamente antiguas en términos de
Los materiales de la i corteza terrestre tiempo humano, ya que la época de formación
se extiende muchos millones de años hacia atrás en el tiempo. Pero también
se están formando rocas en este mismo momento, cuando un volcán emite lava que se
solidifica al contacto con la atmósfera. Las rocas de la corteza terrestre se dividen en
tres tipos:
(1) Rocas ígneas que se solidifican a partir de materia mineral en estado de fusión a
causa de altas temperaturas, esto es, a partir de magma.
(2) Rocas sedimentarias, que están formadas por acumulaciones estratificadas de
partículas minerales derivadas en varias formas de las rocas preexistentes, (3) Rocas
metamórficas, son rocas ígneas o sedimentarias que han cambiado físicamente y
quimicamente al estar sometidas a calor y a altas presiones durante los movimientos
orogénicos. Aunque hemos descrito estas tres clases de rocas en un orden
convencional, en este capítulo veremos que, obviamente, ninguna clase ocupa el
primer lugar en términos de su origen. Por el contrario, forman un circuito continuo, a
través del cual los minerales se han ido reciclando durante muchos millones de años
de tiempo geológico.
Minerales silíceos Las rocas ígneas forman la mayor parte de la corteza terrestre.
Prácticamente todas las rocas ígneas están formadas por minerales silíceos, que son
todos aquellos compuestos que contienen átomos de silicio en combinación con
átomos de oxígeno en una fuerte unión. En la estructura cristalina de los minerales
silíceos, un átomo de silicio está unido a cuatro átomos de oxígeno formando una
unidad del compuesto. La mayoría de los minerales silíceos contienen también uno,
dos o más de los elementos metálicos que aparecen en la figura 12.1.
La figura 12.2 da los nombres y la composición química de los siete minerales silíceos
más importantes, o grupos de minerales silíceos. La mayoría de rocas ígneas están
formadas por dos o más de estos minerales en proporciones variables.
Uno de los minerales más comunes en varios tipos de rocas es el cuarzo, compuesto de
dióxido de silicio (SiO;), seguido por cinco grupos de minerales formando los
aluminosilicatos debido a que todos contienen aluminio.
Aparte aparecen dos grupos de feldespatos: el feldespato potásico, que contiene
potasio (K) como ion metálico dominante, pero el sodio (Na) aparece frecuentemente
en diferentes proporciones, El feldespato plagioclasa forma series continuas,
comenzando con variedades ricas en sodio, y pasando gradualmente por proporciones
mayores de calcio o de variedades ricas en calcio, Un mineral perteneciente al grupo
de la mica que es conocida por su propiedad de dividirse en láminas muy delgadas y
flexibles es la biotita, una mica oscura con una fórmula química compleja. El potasio,
magnesio y hierro se hallan presentes en la biotita, junto con el agua. El grupo anfibol,
del cual la hornblenda, un mineral oscuro, es representativo, es un complejo
aluminosilicato que contiene calcio, magnesio, hierro y agua. Similar en su apariencia
exterior y en los elementos que lo componen es el grupo de los piroxenos. El último en
la lista es el olivino, un mineral verdoso y denso, que es un silicato de magnesio y
hierro pero sin aluminio.
La densidad es una importante propiedad de un determinado mineral. La densidad se
define como la masa de sustancia por unidad de volumen y viene dada en gramos por
centímetro cúbico (g/cc). (La densidad del agua pura es 1,0 g/cc.)
Observando la lista de densidades de los minerales silíceos de la figura 12.2, nos
daremos cuenta de que hay un progresivo aumento desde el menos denso (cuarzo,
2,6 g/cc) al más denso (olivino, 3,3 g/cc). Este cambio refleja el descenso en la
proporción de aluminio y sodio, elementos de bajo peso atómico, y el aumento de la
proporción de calcio y hierro, elementos de pesos atómicos considerablemente
mayores. La lista se divide en dos grandes grupos de minerales silíceos: los minerales
félsicos, formados por el cuarzo y los feldespatos y los minerales máficos, formados
por los silicatos ricos en magnesio y hierro. La palabra félsico es una combinación de
“fel”, por feldespato, y “si” por sílice. La sílaba “ma"de máfico corresponde al
magnesio, y la letra “f” al hierro (Fe). Los minerales félsicos tienen un color claro y una
baja densidad, comparativamente hablando; los minerales máficos son oscuros y de
mayor densidad Dos importantes minerales máficos que no son silicatos aparecen en
muchas rocas igneas.
Son la magnetita, un óxido de hierro (Fe;O,) y la igmenita, óxido de hierro y titanio
(FeTiO,). Estos dos minerales son negros y tienen elevadas densidades —de 4,5 a
5,5 g/cc.
Magmas silíceos
Desde el punto de vista geológico, los minerales silíceos pueden ser vistos como los
materiales fundamentales, a partir de los cuales los otros grupos de rocas —sedimenta
rias y metamórficas— se han creado.
Aproximadamente el 99% de las rocas ígneas de la corteza terrestre están formadas
por los siete minerales silíceos o grupos minerales que aparecen en la figura 12.2. El
resto está formado por minerales secundarios, aunque su número es muy grande.
Afortunadamente, los ocho minerales o grupos silíceos se combinan para formar
aproximadamente una docena de variedades de rocas ígneas. Simplificaremos la lista a
cinco tipos representativos de rocas.
Las rocas ígneas derivan de los magmas silíceos, formados en el interior de la tierra a
muchos kilómetros de profundidad, en condiciones de elevadas temperaturas y 210
presiones.
Aquí los magmas tienen probablemente temperaturas del orden de los 500 a 1.200" C
y presiones de 6.000 a 12.000 veces mayores que la presión atmosférica al nivel del
mar.
Cuando el magma se enfría en o cerca de la superficie, la cristalización se produce bajo
unas ciertas temperaturas y presiones criticas. A través de una compleja serie de
interacciones, los ocho elementos de la figura 12.1 se reúnen en compuestos como
cristales individuales de varios minerales silíceos. Las características de las rocas
igneas que están formadas por la cristalización, varían enormemente dependiendo de
la composición inicial del magma y del proceso de enfriamiento.
Elementos volátiles en los magmas
En el origen de la atmósfera e hidrosfera tiene enorme importancia la presencia en los
magmas de otras substancias, además de los elementos de las rocas silíceas
solidificadas.
Estas sustancias se conocen como elementos volátiles porque se encuentran en estado
líquido o gaseoso a temperaturas mucho más bajas que los compuestos silíceos.
En consecuencia, los elementos volátiles están separados del magma cuando se enfria
y solidifica. Estas sustancias pasan a la atmósfera desde los volcanes y desde las
corrientes gaseosas en las localizaciones geotermales.
A partir del análisis de muestras de gas recogidas en las erupciones volcánicas,
sabemos que el agua es el mayor constituyente del grupo volátil. La tabla 12.1 muestra
los elementos volátiles que se han encontrado en los gases emanados del magma de
los volcanes activos de las islas Hawai. Para poder realizar una comparación, la tabla
muestra la proporción de los mismos elementos en la atmósfera e hidrosfera. Hay que
recalcar que la presencia de varios constituyentes es del mismo orden de magnitud
en ambas columnas.
La emanación de elementos volátiles de la corteza terrestre es la fuente del agua de la
hidrosfera, así como de gáses atmosféricos como el dióxido de carbono, nitrógeno,
argón e hidrógeno. Los compuestos de cloro y azufre presentes en el agua de los
océanos han tomado el cloro y el azufre de esas emanaciones. Podemos concluir
afirmando que los magmas silíceos, junto con los elementos volátiles presentes en
ellos, han proporcionado a través de los tiempos geológicos casi todos los
componentes esenciales de la atmósfera, hidrosfera y litosfera.
Tabla
12.1. Gases roldtiles de los magmas Gases de los Volátiles libres volcanes Mauna en la
atmósfera Loa y Kilauea — y en la bidrosfera (porcentajes de la tierra en peso)
(porcentajes en peso)
Agua, H;O 60 93
Carbono, como gas CO, 24 5,1 Azufre, S, 13 013 Nitrógeno, N, 5,7 0,24 Argón, A 0,3
Indicios Cloro, Cl, 0,1 1,7 Hidrógeno, H, 0,004 0,07 Flúor, F, Indicios Los materiales de la
corteza terrestre
Textura de las rocas igneas
Las rocas ígneas no sólo se clasifican por su composición mineral, sino también por el
tamaño de los cristales que las componen. El término rextura se refiere tanto al
tamaño del cristal como a la ordenación de los cristales de diferentes medidas.
El enfriamiento gradual de un magma encerrado entre rocas sólidas provoca la
formación de grandes cristales, y origina las rocas ígneas intrusivas, con textura de
grano grueso (figura 12.3). El magma que alcanza la superficie de la tierra a través de
grietas, formando corrientes de materia, se denomina lava (figura 12.4). La lava se
clasifica como roca ignea extrusiva. El rápido enfriamiento de la lava produce
pequeños cristales que generalmente no se distinguen a primera vista y dan a la roca
una textura de grano fino. Cuando la solidificación es muy rápida se produce un
vidrio volcánico natural; la variedad negra se denomina obsidiana (figura 12.5,
derecha). Cuando se expanden los gases que contiene el magma puede llenar
las rocas de cavidades, originándose una roca porosa y esponjosa conocida con el
nombre de escoria o pumita (figura 12.5, izquierda)
Los volcanes activos emiten grandes cantidades de partículas sólidas formadas por el
rápido enfriamiento del magma impulsado por la liberación explosiva de gases
bajo gran presión. Estas partículas vuelan por el aire y se posan en el suelo a distancias
variables, dependiendo de su peso y de la intensidad de los vientos predominantes.
Las partículas más pequeñas que tienen la forma de diminutos fragmentos de cristal,
recorren grandes distancias y se acumulan en capas de cenizas volcánicas. Más tarde
incluiremos las cenizas volcánicas en una de las clases de sedimentos (sedimentos
piroclásticos). Partículas del tamaño de la grava o de guijarros caen rápidamente. El
término colectivo que designa a todas las partículas sólidas de cualquier tamaño,
expulsadas por los volcanes a la estratosfera.
Clasificación de las rocas ígneas Utilizando la clasificación de las rocas igneas más
simple posible, podemos señalar cinco tipos de rocas de grano Clasificación de las
rocas ígneas FIGURA 12.4. Corriente de lava basáltica recientemente solidificada, con
una textura superficial deteriorada. Cráteres del Monumento Nacional de la Luna
en Idaho. (George A Grant, Departamento de Interior de los Estados Unidos.)
grueso. Sus nombres aparecen en la parte superior de las columnas de la figura 12.2.
En el caso de las tres primeras rocas aparecen los tipos extrusivos equivalentes (lavas)
Las barras de anchura variable con porcentajes muestran la composición mineral típica
de estas rocas ígneas.
El granito y su equivalente extrusiva, la riolita, son ricas en cuarzo y feldespato
potásico, y tienen cantidades más pequeñas de plagioclasa sódica, biotita y anfíbol. La
diorita y su equivalente extrusiva, la andesita, carecen casi por completo de cuarzo y
feldespato potásico, y domina el feldespato plagioclasa, con pequeñas cantidades de
minerales máficos.
Continuando en la dirección del dominio de los minerales máficos, llegamos al gabro y
a su equivalente, el basalto.
En este caso, el feldespato plagioclasa es del tipo cálcico, constituyendo casi la mitad
de la roca, mientras el piroxeno forma el resto. E n una variedad común del basalto, se
encuentra olivino en lugar de una parte del feldespato.
FIGURA 12.5. Una lava esponjosa, conteniendo gases, solidifica formando una escoria
porosa y clara (izquierda). La lava enfriada rápidamente puede formar un vidrio
volcánico oscuro (derecha)
La roca que sigue, la peridotita, no es abundante en la corteza pero probablemente
forma la mayor parte de la siguiente capa, el manto. Está compuesta fundamental
mente de piroxeno y olivino.
Finalmente la dunita, una roca rara compuesta casi por completo de olivino, es un
ejemplo del extremo máfico de las series minerales.
El granito y la diorita, rocas ricas en minerales félsicos, se definen colectivamente
como rocas félsicas, mientras el gabro y el basalto son rocas mdficas; los tipos máficos
extremos forman las rocas ultramáficas.
Las densidades de las rocas ígneas son proporcionales a las densidades de los
minerales que las componen. De esta forma el granito tiene una densidad aproximada
de 2,7 g/cc; el gabro y el basalto, alrededor de 3,0; y la peridotita y dunita 3,3.
Meteorizacion de alcasióroncas
Los poetas y los escritores publicitarios nos aseguran que las losas de granito
pulimentado son un monumento perpetuo en un mundo cambiante. Sin embargo, en
realidad, la superficie del medio ambiente está débilmente preparada para la
protección de una roca ígnea formada bajo condiciones de alta presión y alta
temperatura. Muchos minerales silíceos formados en el magma no resisten
durante mucho tiempo, geológicamente hablando, a la exposición a las bajas presiones
y temperaturas atmosféricas, sobre todo debido a que el oxígeno, dióxido de carbono
y agua son abundantes. Las superficies de la roca son también atacadas por fyerzas
físicas de desintegración, que tienden a fracturar las rocas ígneas en pequeños
fragmentos y a separar sus minerales, grano a grano. La fragmentación es esencial
para las reacciones químicas que se producen a continuación, debido a que se
aumenta el área de la superficie del mineral expuesta al ataque de las soluciones
químicas activas.
Meteorización es el término general aplicado a la acción combinada de todos los
procesos que causan la desintegración física de la roca y su descomposición química
debido a la exposición en o cerca de la superficie de la tierra. Los productos resultantes
de la meteorización de la roca tienden a acumularse en una capa denominada regolita
(figura 12.6). La regolita gradualmente se convierte en una roca sólida e inalterable
denominada roca madre.
La regolita, además, proporciona la base de los sedimentos, que consisten en
partículas de minerales separadas, transportadas y depositadas en un medio flui-
do, que puede ser el agua, el aire o el hielo de los glaciares.
La regolita y los sedimentos comprenden los materiales básicos para la formación
del verdadero suelo, una capa superficial capaz de mantener el crecimiento de las
plantas. Nuestro objetivo es ahora explicar los procesos físicos y químicos que forman
la regolita y los sedimentos debido a que esta información es esencial para
comprender los procesos de la formación del suelo.
Meteorización física
Los procesos de meteorizacion física transforman la roca masiva en finas partículas
debido a la acción de esfuerzos que son suficientes para fracturar la roca. Uno de los
más importantes procesos de meteorización física es la acción del hielo que consiste
en el repetido crecimiento y fusión de los cristales de hielo en los poros o en las
fracturas de la roca madre. En casi todas partes, la roca madre está dividida en bloques
por sistemas de fracturas (figura 12.6). Las rocas ígneas o cualquier otro tipo de roca,
raramente están desprovistas de numerosas grietas que permiten la entrada del agua.
Por supuesto la acción del hielo está limitada a los climas alpinos de altas latitudes.
Como las rocas ígneas se debilitan por la descomposición química, el agua puede
penetrar en las superficies de contacto entre los granos de mineral; aquí el agua puede
helarse y ejercer enormes fuerzas que separan los granos.
Fuertemente relacionado con el crecimiento de los cristales de hielo se encuentra el
proceso del crecimiento de cristales de sal en fracturas y otras cavidades de la roca.
Este proceso es muy activo en los climas secos. Durante largos períodos secos, el agua
que se encuentra dentro de la roca es impulsada hacia la superficie por la fuerza de la
capilaridad. Esta agua lleva sales minerales disueltas. Cuando se produce la
evaporación, quedan dentro diminutos granos de sal. La fuerza producida por el
arecimiento de esos cristales es capaz de originar la desintegración grano por grano de
toda la capa rocosa exterior. El mismo proceso puede también verse en acción
en las piedras y en el hormigón de los edificios. La sal, éxtendida por las calles en
invierno para evitar el hielo, es muy efectiva en !a desintegración de las estructuras de
roca y hormigón del suelo.
Otro proceso de destrucción de las rocas es el cambio de temperatura. Los minerales
que forman las rocas se dilatan con el calor, pero se contraen con el frío. Cuando
La superficie de la roca se encuentra expuesta diariamente a un intenso calentamiento
por los rayos directos del sol, alternando con un intenso enfriamiento por la radiación
de onda larga nocturna, la consiguiente dilatación y contracción de los granós
minerales tiende a separarlos. Con el suficiente tiempo, en el que se produzcan
decenas de miles de ciclos diarios de dilatación y contracción, el efecto acumulado
puede ser importante como agente de meteorización física. El intenso calor de los
incendios forestales origina la rápida descamación de la superficie de las rocas.
Las raíces de las plantas, creciendo entre las fracturas de las rocas
Y a lo largo de diminutas grietas entre los granos de los minerales ejercen una
Fuerza expansiva que tiende A ampliar esas aberturas. El esfuerzo y el resque
brajamiento en determinadas Direcciones, producidos por El crecimiento de las raíces
de los árboles es una evidencia de la efectividad de las Plantas al contribuir a La
Meteorización física.
En el Capítulo 15 estudiaremos las formas producidas por la meteorización física.
Nuestro Propósito ahora ha sido Revisar la meteorización física como un proceso que
contribuye a la formación de la Regolita y de los sedimentos
Tamaño de las Partículas minerales
La Meteorización física, con los procesos a los que las Partículas Minerales están
sometidas cuando son transPortadas por Los ríos, olas y corrientes, viento y hielo,
reduce continuamente esas partículas a Diámetros cada vez más Pequeños. Las
partículas grandes, como los guijarros, son reducidas por el proceso De abrasión, el
desgaste De la superficie. La abrasión produce miríadas de partí. Culas muy pequeñas.
Cuando una Partícula es reducida por Abrasión al tamaño de un grano de arena, es
rápidamente pulverizada entre fragmentos Mucho mayores. Para Describir todos estos
procesos es necesario un sistema de gradación del tamaño de las Partículas.
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos ha establecido límites de
tamaño y Nombres para varios grados De partículas minerales en los suelos. La tabla
12.2 muestra estos grados. Las tres Categorías básicas son la Arena (2,0 A 0,05 mm), el
limo (0,05 a 0,002 mm) y la Arcilla (más pequeña que 0,002 mm). La arena se subdi
vide en cinco subgrados, los límites De tamaño de los cuales Vienen dados en la tabla.
Aunque grandes partícu las están generalmente presentes en El suelo, se eliminan de
La investigación cuando se analiza una porción del suelo. Los grados de tamaño más
Grandes de las partícu las Sedimentarias son los guijarros (2 a 64 mm), los cantos (64 a
256 mm) y los bloques (más de 256 mm) La Clasificación de las arcillas con diámetros
inferiores a 0,002 mm o 2 micras, alcanza hasta 0,001 micras. Las Arcillas Inferiores a
0,01 micras se denominan coloides.
Una Propiedad de los coloides es su capacidad de permanecer Indefinidamente en
suspensión en el agua, una vez Tabla 12.2. Gradacion del tamaño de las particulas
sedimentarias, Sistema del Departamento de Agricultura de Los Estados Unidos
Nombre del Grado Límites del diámetro 2,0 mm Arena muy Grue 1,0 mm Arena
Gruesa 0,5 mm Arena media 0,25 mm Arena fina 0,10 Mm Arena muy Fina 0,05 mm
Limo 0,002 Mm (2 Micras) 2ª0,01 Micras Por debajo de 0,01 micras Arcilla no Coloidal
coloidal Tamaño de Las partículas minerales FIGURA 12.7. Granos redondeados de
cuarzo procedentes de Una antigua Arenisca. El diámetro medio de los granos es de 1
mm. (Andrew Melntyre, Universidad de Columbia, Nueva York.)
Que las Partículas se han dispersado (separadas unas de otras). Una suspensión
coloidal Aparece turbia o densa.
Los Granos de arena, al igual que los guijarros y los Cantos, Tienen a menudo una
forma redondeada como resultado de la lenta abrasión Mecánica producida duran te
el transporte por el agua o el Viento. Los granos esféri cos de cuarzo de la arena
gruesa, Mostrados en la figura 12.7, se han redondeado por la acción del viento en las
dunas móviles. Los granos de limo y Los granos gruesos de Arcilla normalmente son
angulosos y pueden aparecer en el microscopio como si fueran Partículas de hielo
comprimido. Las partículas de Arcilla, las de dimensión coloidal tienen normalmente la
Forma de pequeñas escamas O láminas (véase la figura 12.8) La Disminución del
tamaño de las partículas trae consigo un gran aumento del área de la Superficie de las
FIGURA 12.8. Aumentadas 20.000 veces, se ven aquí diminutas escamas de los
minerales de arcilla illita (contornos nítidos) y montmorillonita (contornos borrosos).
Estas partículas se han depositado de una Suspensión en la Bahía de San Francisco.
(Harry Gold; Cortesía de R.B. Krone, Cuerpo de Ingenieros de San Francisco,
Ejército de los Estados Unidos.)
Partículas contenidas en un volumen determinado, cuando se alcanza el tamaño
coloidal, el área de la superficie es enorme.
Esta relación entre área superficial y tamaño de las partículas es importante porque los
Nutrientes y el agua permanecen en la superficie de las partículas del suelo.
estudiaremos este fenómeno en el capítulo 22. La meteorización química, también
conocida como alteración mineral, consiste en una serie de reacciones químicas; estas
reacciones transforman los minerales silíceos originales de la roca ígnea, los minerales
primarios, en nuevos compuestos, los minerales secundarios, que son estables en el
medio ambiente de la superficie. La meteorización química también afecta a varios
tipos de rocas sedimentarias y metamórficas. La meteorización química incluye varios
tipos de reacciones químicas, las cuales tienen lugar más o menos simultáneamente. El
agua de la superficie —el agua de lluvia, de ríos y lagos o el agua del suelo— contiene
gases de la atmósfera. La presencia de los gases atmosféricos disueltos en el agua
natural es un elemento de gran importancia medio-ambiental debido a que la
presencia de dos gases en particular —oxigeno y dióxido de carbono— es vital en los
procesos de las plantas y animales que viven en el agua.
La presencia de oxígeno disuelto en el agua, en contacto con superficies minerales
conduce a la oxidación, que es la unión química de átomos de oxígeno con los ele
mentos metálicos (calcio, potasio, magnesio, hierro) abundantes en los minerales
silíceos. Al mismo tiempo, el dióxido de carbono (CO,) en solución forma un ácido
débil, el ácido carbónico, capaz de reaccionar con muchos minerales. Además, donde
está presente una vegetación en descomposición, el agua del suelo, que contiene
ácidos orgánicos complejos, puede reaccionar con compuestos minerales. Algunos
minerales comunes, como la sal (cloruro sódico CINa) se disuelven directamente en
el agua; pero la disolución directa no es particularmente efectiva para los minerales
silíceos. El agua se combina también con ciertos compuestos minerales en una
reacción conocida como bidrolisis. Este proceso no consiste solamente en humedecer
o mojar el mineral, sino que es un verdadero cambio químico que produce un
compuesto diferente y un mineral diferente. La reacción no es fácilmente reversible
bajo las condiciones atmosféricas, ya que los productos de la hidrólisis son estables y
duraderos —como los productos de la oxidación—. En otras palabras, estos cambios
representan un ajuste permanente de la materia mineral al nuevo ambiente de
presiones y temperaturas.
Debido a que el agua es necesaria para la alteración mineral, hay que pensar que el
grado de descomposición de la roca será directamente proporcional a la cantidad de
agua disponible en la roca y en el suelo, y que los desiertos secos serán medios donde
la descomposición de las rocas es muy limitada. Hasta cierto punto ésta es una
conclusión válida. Las superficies pulidas de las rocas de los monumentos del Antiguo
Egipto han sido casi perfectamente preservadas a lo largo de siglos en un clima
desértico cálido y seco; estos mismos monumentos, transportados a las ciudades de
latitudes medias, de clima húmedo y expuestos a la atmósfera, inician una rápida
desintegración. (La acción del hielo y del ácido sulfúrico del aire polucionado son
también factores que influyen en la rápida desintegración.) Aunque la alteración
minerales quizá mucho más lenta en los desiertos secos que en las tierras húmedas,
sin embargo, hay bastante agua presente, como vapor de agua y como rocío para que
avance la alteración; observamos los productos de la descomposición en abundancia
en la superficie de las rocas igneas en muchos desiertos. El efecto del frío es también
bastante importante. Cuando el agua del suelo se congela, las reacciones químicas
disminuyen. Los minerales en las regiones árticas, de suelo permanentemente helado
y la roca (permafrost) muestran una pequeña descomposición química debido a que el
deshielo estacional afecta sólo a una estrecha capa superficial. Muchas reacciones
químicas se producen más rápidamente a altas que a bajas temperaturas. En
consecuencia, la alteración química de los mine rales es más rápida en climas cálidos
(y templados) de bajas latitudes.
Productos minerales de la bidrólisis y oxidación Ahora estudiaremos algunos productos
importantes de la alteración de los minerales silíceos comunes y de los grupos
minerales. Un mineral de arcilla tiene propiedades plásticas cuando está mojado
debido a que está formado por diminutas escamas, lubricadas por capas de moléculas
de agua. El feldespato potásico se transforma mediante la hidrólisis en caolín, un
mineral de arcilla blanco y débil, cuya composición es Al;Si,O;(OH);. El caolín se hace
plástico cuando se moja. Es un importante mineral para la cerámica, y se utiliza para la
porcelana china y las baldosas y azulejos. El caolín también puede derivarse de los
feldespatos plagioclasa.
La bauxita es un importante producto de la alteración de los feldespatos, que se
produce típicamente en los climas cálidos Ye la zona tropical y ecuatorial, donde la
lluvia es abundante a lo largo del año o en la estación de lluvias.
La bauxita es una mezcla de minerales, siendo el constituyente dominante el
diásporo, con la fórmula Al,0;H,O. La combinación de dos átomos de aluminio con
tres átomos de oxígeno se conoce como sesquióxido de aluminio. Se ha producido una
oxidación completa, formándose un compuesto inusualmente estable. Al contrario que
el caolín, que es una verdadera arcilla con propiedades plásticas, la bauxita
forma grandes capas rocosas bajo la superficie del suelo.
Otro mineral de arcilla es la #llita, formada como un producto de la alteración de los
feldespatos y de la mica moscovita. La illita es un aluminosilicato hídrico de potasio. Se
presenta como diminutas escamas de dimensiones coloidales que son arrastradas a
grandes distancias por los ríos (figura 12.8). La montmorillonita es un mineral (más
concretamente un grupo de minerales) de arcilla derivada de la alteración del
feldespato o de ciertos minerales máficos, o del polvo volcánico. Fragmentos de
montmorillonita se observan junto a la illita en la figura 12.8.
Otro importante grupo de minerales de arcilla presente en el suelo es la vermiculita,
de composición similar a la montmorillonita. Mientras la montmorillonita se
expansiona mucho cuando absorbe agua, la vermiculita no lo hace.
La vermiculita es un aluminosilicato hídrico rico en magnesio y hierro. Se forma por la
hidrólisis de los minerales silíceos máficos, como la mica biotita y la hornblenda,
es un producto común de la meteorización química de las rocas volcánicas máficas.
Dos importantes productos de la alteración de los minerales máficos son la bematita,
sesquióxido de hierro (Fe,0;) y la limonita, compuesto hídrico de hierro con la fórmula
2Fe,0,H,0. El sesquióxido de hierro en la hematita y limonita es una forma estable del
hierro y se encuentra ampliamente distribuido en las rocas y en el suelo. Suele
estar asociado con la bauxita. La hematita proporciona los colores típicos desde los
rojizos a los marrones de los suelos y rocas.
Los minerales silíceos se diferencian en su sensibilidad a la alteración. El olivino es muy
susceptible a ser alterado, seguido por los piroxenos, anfiboles, biotita y feldespato
plagioclasa sódico. Los feldespatos potásicos son algo menos susceptibles. La mica
moscovita es más resistente a la alteración mientras que el cuarzo es inmune a la
hidrólisis y a la oxidación más avanzada.
Cuando se produce la hidrólisis, la sflice (dióxido de silicio, SiO,) es liberada. Tiene la
misma composición que el cuarzo encontrado en las rocas ígneas félsicas.
(Podemos referirnos al cuarzo de origen ígneo como cuarzo primario.) Los granos del
cuarzo primario son liberados de la roca descompuesta y pueden también ser
disueltos. La sílice disuelta, sea primaria o derivada de la hidrólisis, normalmente es
depositada de nuevo en finas formas cristalinas, adhiriéndose a otros minerales. Mu-
chos tipos de sílice se encuentran en la regolita y en el suelo y se reconocen como
distintos minerales. Por ejemplo, la calcedonía es una forma de sílice con cristales
demasiado pequeños para separarlos individualmente. Una de las variedades de
calcedonia más familiar para nosotros es la ágata, piedra ornamental o gema.
Los minerales que hemos descrito aquí son de gran importancia en la composición del
suelo; nos referiremos a ellos otra vez en los capítulos 22 y 23.
Sedimentos clásticos
Los sedimentos depositados en capas después de su transporte por los ríos, olas y
corrientes, viento o hielo son una importante base de materia para el suelo. Los
depósitos de sedimentos son importantes en el medio ambiente porque forman la
base o sustrato físico para muchas formas de vida animal o vegetal. Las arenas satu
radas de agua, suelos, limos y arcillas forman el medio de vida de miles de especies de
organismos acuáticos bajo los mares poco profundos, en los estuarios, en el fondo de
los lagos, en el lecho de los ríos y en los pantanos y ciénagas.
Un principio de suma importancia es que los organismos modifican los sedimentos en
los que viven; ellos también crean sedimentos a través de los procesos de la vida,
como por ejemplo, gracias a las conchas y esqueletos.
En consecuencia, una gran cantidad de sedimentos están formados orgánicamente, en
contraste con los productos derivados químicamente por la alteración de las rocas y
las partículas derivadas físicamente de la desintegración de las rocas.
Los sedimentos se dividen en dos grupos: clásticos y no clásticos. Los sedimentos
clásticos son los derivados directamente de la ruptura de la roca madre, en contraste
con los sedimentos no clásticos que son los que se han creado nuevamente a partir de
las soluciones químicas o de la actividad orgánica. Los sedimentos clásticos incluyen
partículas sólidas (tefra) emitidas directamente Rocas sedimentarias clásticas por los
volcanes. Estos son los sedimentos piroclásticos. Los sedimentos clásticos se derivan
de alguno de los grupos de rocas —ígneas, sedimentarias y metamórficas— que
producen una amplia gama de minerales de base. Una fuente de sedimentos se ha
formado por los minerales silíceos primarios y por los productos secundarios de la
alteración de estos minerales. Los minerales primarios más sensibles —sobre todo los
máficosa menudo se *alteran antes del transporte, mientras que el cuarzo es inmune a
tal alteración. En consecuencia, el componente individual más importante de los
sedimentos clásticos de grano grueso es el cuarzo (figura 12.7). En segundo lugar de
abundancia están los fragmentos de grano fino inalterados de la roca base. El
feldespato y la mica también suelen estar presentes. Los minerales de arcilla,
particularmente caolin, illita y montmorillonita son los mayores constituyentes de los
sedimentos clásticos muy finos.
El tamaño de las partículas de un sedimento clástico determina la facilidad y la
distancia a que llegarán esas partículas, transportadas por las corrientes de agua.
Obviamente, las partículas más finas son las más fáciles de transportar y permanecen
en suspensión en el fluido; las partículas más gruesas tienden a depositarse en el
fondo del río. De esta forma se produce una separación por tamaños, una selección
que determina la textura de los depósitos de sedimentos y de la roca sedimentaria
derivada de tales sedimentos. Las arcillas coloidales no se depositan hasta que se han
concentrado en grupos. Este proceso, denominado floculación tiene lugar cuando el
agua que transporta los sedimentos se mezcla con el agua salada del océano.
El concepto de selección de los sedimentos clásticos, según el tamaño, es
extremadamente importante cuando se aplica a la materia mineral del suelo. Por un
lado, cuando la selección se lleva casi hasta la perfección, todas las partículas tomadas
en una muestra tienen casi el mismo diámetro. Por ejemplo, podemos encontrar un
sedimento formado casi enteramente por arena fina o media, con porcentajes
pequeños de arena muy fina o de arena gruesa —sin restos de limos, arcillas o
guijarros—. Esta muestra de selección extremadamente exacta podría
comprobarse en una duna de arena, en la cual la acción del viento ha sido
extremadamente efectiva aislando granos en una gama de diámetros muy
pequeña. En contraste, podemos encontrar que un sedimento tiene importantes
proporciones de arcilla, limo, arena y guijarros, todo ello mezclado. En estos
sedimentos, no existe selección debido a que el proceso de transporte no incluía
ningún mecanismo físico para separar las partículas por su tamaño. Un ejemplo de
esto serían los materiales arrastrados por un glaciar. El grado de variedades de
selección está en relación con el proceso por el que las partículas son transportadas y
depositadas. Rocas sedimentarias clásticas Los ríos transportan sedimentos hacia
niveles bajos y lugares donde la acumulación permanente es posible. (El viento y el
hielo de los glaciares también transportan sedimentos, pero no necesariamente
hacia lugares más bajos o donde sea posible la acumulación.) Normalmente esas áreas
de acumulación son mares poco profundos que bordean los continentes pero
también pueden ser mares interiores o lagos. Aquí los sedimentos son redistribuidos
por la acción de las olas y corrientes. Durante largos períodos de tiempo, las masas de
sedimentos sufren cambios físicos o químicos, 0 ambos a la vez, para transformarse en
una roca sedimentaria compacta y dura. El proceso de compactación y endurecimiento
se conoce como litificacion. (La diagénesis es un término más amplio que comprende
cambios complejos, incluyendo normalmente cambios químicos y sustitución de
minerales.)
La arenisca está formada por granos de arena cementados, para formar una roca
sólida, por sílice (SiO,) o carbonato cálcico (CaCO,). Generalmente los granos de
la arena son de cuarzo, como se muestra en la figura 12.7, y algunas veces son de
feldespato; pero en otros casos son fragmentos de rocas de grano fino que contienen
Muchos minerales.
La mezcla del agua con partículas del tamaño del limo y la arcilla, junto con algunos
granos de arena, se denomina barro o lodo. La roca sedimentaria endurecida se
denomina mudstona. Las capas de partículas del tamaño de la arcilla, una vez
compactada y consolidada forman la arcilla.
Las rocas sedimentarias anteriores normalmente están laminadas de forma que se
separan en pequeñas láminas 0 escamas; es lo que se conoce por foliación. La roca que
presenta esta estructura se denomina esquisto.
Los esquistos son los más abundantes en las rocas sedimentarias. Están formados por
minerales como el caolin, illita y montmorillonita. La compactación de la arcilla y el
barro iniciales lleva consigo una considerable pérdida de volumen debido a la
expulsión del agua.
Un rasgo característico de las rocas sedimentarias es su disposición en capas, que son
denominadas estratos. Normalmente se alternan capas de diferente composición en
cuanto a su textura. Los planos de separación entre capas se denominan planos de
estratificación. Los planos de estratificación de los estratos depositados en el fondo
marino (estratos marinos) generalmente tienen una disposición horizontal o casi
horizontal (figura 12.9).
Sedimentos no clásticos y rocas sedimentarias Los sedimentos no clásticos tienen una
importancia particular en el medio ambiente, ya que representan enormes depósitos
de carbón, obtenidos a partir del dióxido de carbono atmosférico y su transformación
en compuestos de carbono e hidrocarbonos a través de procesos orgánicos e
inorgánicos.
Distinguimos dos tipos de sedimentos no clásticos: (1) Sedimentos químicos, que son
compuestos precipitados directamente del agua en la que eran transportados los
iones; estos sedimentos se describen como hidrogénicos. (2) Sedimentos orgánicos
creados por los procesos de las plantas y animales; se describen como biogénicos.
Los sedimentos químicos tienen gran importancia en el suelo marino; pero un segundo
lugar de deposición importante son los lagos salados de las regiones desérticas, donde
la evaporación excede a la precipitación.
Los minerales hidrogénicos y biogénicos más impor tantes (los compuestos de
hidrocarbonos no se incluyen) están representados en la tabla 12.3, junto a sus
composi ciones. Los tres primeros —calcita, aragonita y dolomía— forman el grupo de
los carbonatos.
La calcita es el mine raldominante y se encuentra en varias formas, La aragonita tiene
la misma composición que la calcita pero presenta una diferente estructura cristalina;
se encuentra en los caparazones de algunos animales invertebrados. La dolomía
contiene magnesio y calcio. Estos tres carbonatos son sustancias blandas, si se
comparan con los mine rales silíceos.
Los minerales y rocas del grupo de los carbonatos son muy sensibles a la meteorización
química conocida como carbonatación. El dióxido de carbono atmosférico Tabla 12.3.
Minerales bidrogénicos y biogénicos comunes Nombre del mineral Composición é
Calcita Carbonato cálcico, Caco; Z | Aragonita Carbonato cálcico, CaCOy % Dolomia
Carbonato cálcico-magnésico, E CaMg(COy); Anhidrita sulfato cálcico, Caso, % [ Yeso
Sulfato cálcico hidroso, =CasO,-2H,0€ | HaliaCloruro sédico, NaCl % | Hemarita
Sesquióxido de hierro, FeO; Calcedonia Sílice, SiO, (creta, pedernal)
Regiones Estructurales del mundo. (Según R.E. Murphy, 1968, Annals,
Association Of American Geographers, Suplemento cartográfico n. 9, Basado en
La proyección de Goode.)
A. Sistema
Alpino. Sistema de cadenas montañosas que abarcan el mundo Entero Formadas
desde la Era Mesozoica (desde el Período Cretácico).
El Sistema Comprende zonas falladas, mesetas, cuencas y llanuras costeras
Limitadas Por estas cordilleras.
B. Restos Caledonianos. Restos de cordilleras formadas durante las eras
Paleozoica y Mesozoica, con Anterioridad al Período Cretácico. Las áreas falladas,
mesetas, cuencas y llanuras Costeras limitadas por estos restos
Se incluyen En este mismo apartado.
G. Escudos Del continente de Gondwana. Zonas formadas por bloques estables de la
corteza terrestre Situadas al sur de la porción este-oeste del sistema alpino, donde los
Materiales precámbricos constituyen casi la totalidad de la superficie rocosa O un
círculo sin claros de más de 320 km entre los afloramientos de las Capas rocosas más
jóvenes.
L. Escudos Del continente de Laurasia. Áreas de grandes bloques estables Situados al
Norte del sistema alpino. (El resto de la definición es igual Que en el caso anterlor,
G.)
R. Zonas De fracturación de los escudos. Escudos con bloques fragmentados formando
fosas Tectónicas, combinadas con horst y elementos volcánicos. El fenómeno De
fracturación es un efecto de la extensión de las placas Litosféricas continentales.
S. Cubiertas sedimentarias. Regiones constituidas por estratos Sedimentarios que no
han Estado sometidas a movimientos orogénicos Ni se Hallan enmarcadas por las rocas
cristalinas de los escudos o Entre Las Montañas alpinas o de otros sistemas orogénicos
de mayor Antigúedad. Estas regiones con Rocas sedimentarias forman cubiertas
Continuas Sobre las estructuras situadas debajo de ellas.
Los escarpes de falla están mucho más definidos en el margen oriental del sistema. En
el fondo del valle está el Lago Naivasha (en negro); al sur de éste, aparecen dos
volcanes: Longonot (pequeño) y Susuwa (grande). (NASA ERTS 2188-07055, 29 de julio
de 1975. Reproducida con permiso del EOSAT) Lámina E.2
El Gran Cañón del Colorado, Arizona. La serpenteante garganta del río Colorado, con
sus numerosos Afluentes
Disuelto en agua, forma un ácido débil —ácido carbónico (H;CO,). Este ácido
Reacciona con el carbona to cálcico (CaCO,) produciendo un Producto soluble,
bicarbonato cálcico, que es Removido por el agua sobrante y trasladado fuera de la
zona.
Este proceso es reversi ble, ya que, cuando se produce la Evaporación, se deposita el
Carbonato cálcico en forma cristalina en el suelo, Regolita O aluvión. La deposición de
los carbonatos es un proceso geológico dominante en Regiones de clima seco; es un
importante proceso de Formación de suelos. 1 segundo Grupo de minerales que se
indica en la Tabla 12.3 son hidrogénicos. Son las evaporitas, formadas Normalmente
donde el agua del mar Se evapora en pequeñas Bahías y golfos, La anbidrita y el yeso
están Compuestos de sulfato cálcico, en Combinación con agua. La Tercera evaporita,
halita, es conocida normalmente como sal gema, compuesta de cloruro Sódico (NaCl).
En forma Refinada es la sal de mesa utilizada en la cocina y como condimento. Las
evaporitas Formadas en el suelo de Pequeños Lagos temporales en un clima desértico
incluyen Muchas variedades de sal de sodio, calcio, magnesio Y Potasio.
La Hematita, un sesquióxido de hierro (Fe,0,), es un mineral hidrogénico común en
rocas Sedimentarias; es la mayor mena de hierro. No menos Importante que los
carbonatos y evaporitas es la Calcedonia, que hemos descrito como formada
comúnmente Durante la alteración mineral en la regolita y el Suelo.
Los Minerales señalados en la tabla 12.3 pueden precipitar químicamente del agua del
mar del agua de los lagos Salinos, o pueden encontrarse en organismos para producir
rocas sedimentarias no Clásticas. La roca más común de los carbonatos es la Caliza, de
la que hay muchas variedades. Una fuente se Encuentra en los arrecifes formados por
corales y algas; Otra forma es la creta, formada por una clase marina de Algas. Otras
calizas se forman de fragmentos de caparazones Y otros trozos de materia Orgánica
(figura 12.10). Algunas calizas son densamente Cristalinas. La dolomía, una roca del
mismo Nombre Que el mineral que la compone, puede derivarse de la alteración de la
caliza, Cuando los iones de magnela bidro. Estos estratos calizos de Oklahoma fueron
inclinados fuertemente mucho Tiempo después de su deposición. (Fotografía de
Lofman. Cortesía de la Exxon Corporation.)
Sio del Agua del mar reemplazan gradualmente los iones De Calcio.
La Creta, compuesta de calcedonia, es una importante roca sedimentaria silícea. Se
Produce en nódulos en la caliza y en algunos casos en capas De rocas sólidas (figura
12.11). El yeso, la anhidrita y la halita son rocas con Estratos De sus componentes
minerales respectivos y se encuentran en asociación con rocas Sedimentarias clásticas.
Los Bidrocarburos en las rocas sedimentarias Los Hidrocarburos forman un segundo
grupo dentro de Los Sedimentos biogénicos. Estas sustancias orgánicas se
Encuentran tanto en estado sólido (turba y carbón) como en Estado líquido y gaseoso
(petróleo y gas natural), pero únicamente el carbón puede Calificarse físicamente
como Una Roca.
La turba Es una sustancia blanda y fibrosa de color marrón o negro, acumulada en
zonas Pantanosas donde la Continua presencia de agua impide la descomposición y
oxidación de los restos Vegetales. Un tipo de turba es de origen acuoso y representa el
Relleno de pequeños lagos (véase la figura 25.9).
Miles de tales pantanos de turba se han encontrado en Norteamérica y Europa, se
encuentran en depresiones que Quedaron después de la recesión de los grandes hielos
del Pleistoceno (capítulo 21). Esta turba se ha utilizado durante siglos como un
combustible de grado bajo (Lámina L.3). Turba de dife rentes tipos se ha formado en el
Medio de agua salada de las marismas (capítulo 19) El Carbón, el petróleo y el gas
natural se denominan colectivamente combustibles Fósiles debido a que se origi naron
a partir de la materia Orgánica producida por las plantas y animales que vivieron en
El pasado geológico.
El carbón fue formado por la acumulación durante mucho tiempo de los restos
vegetales, acompañado por la subsidencia del área y el enterramiento de la materia
orgánica compacta bajo profundas capas de sedimentos inorgánicos. De esta forma se
encuentran las vetas de carbón intercaladas con estratos de esquistos, areniscas y
calizas (véase la figura 18.10). Los grupos de estratos que contienen vetas de carbón se
denominan depósitos carboníferos. El espesor de las vetas oscila entre unos pocos
centímetros hasta 12 m en los casos excepcionales.
El carbón se divide en tres tipos que representan una secuencia en el desarrollo. El
lignito, o carbón marrón es blando y tiene la textura de la madera. Representa un nivel
intermedio entre la turba y el verdadero carbón. Una fuerte compactación compañada
de un profundo enterramiento produce la transformación del lignito en carbón
bituminoso, a menudo denominado “carbón blando”. En áreas en las que la corteza
fue comprimida y plegada por fuerzas orogénicas, el carbón bituminoso fue
transformado fuertemente, convirtiéndose en antracita.
Mientras el carbón bituminoso se fractura normalmente en forma de bloques, la
antracita forma unos planos de fractura lisos.
Los carbones están formados principalmente por carbono, hidrógeno y oxígeno, con la
presencia de pequeñas cantidades de azufre. Las impurezas inorgánicas se
transforman en cenizas, que son los residuos no combustibles que quedan cuando el
carbón se ha quemado completa mente.
El término general petróleo abarca desde el crudo lfquido hasta el gas natural, por un
lado, y hasta el asfalto y los hidrocarburos semisólidos por el otro. El petróleo crudo es
el estado natural de la mezcla de un gran número de componentes de hidrocarburos.
Se han aislado y analizado más de 200 componentes en el crudo.
Los crudos son diferentes en términos de la abundancia relativa de varios grupos de
hidrocarburos. Hablando en general, la parafina es el más abundante de los hidro
carburos tanto en el petróleo como en el gas natural. El crudo se denomina de base
parafínica cuando las parafinas son dominantes; es de baja densidad y produce buenos
lubricantes y una gran proporción de keroseno. Un ejemplo de esto es el crudo de los
campos de Pennsylvania.
El crudo de base asfáltica tiene una alta densidad y se conoce como petróleo pesado;
su producción más importante son los combustibles.
El gas natural, encontrado en asociación con acumulaciones de crudo, es una mezcla
de gases. El principal gas es el metano (gas de los pantanos, CH,) pero hay también
cantidades menores de etano, propano y butano, todos los cuales son componentes
de los hidrocarburos. También están presentes pequeñas cantidades de dióxido de
carbono, nitrógeno, oxigeno y en ocasiones helio.
La cantidad de azufre presente en el crudo (y en el carbón) es un elemento de gran
importancia en el medio ambiente, ya que durante la combustión de los carburan. tes,
el azufre sufre una oxidación, transformándose en el gas dióxido de azufre (SO,). Como
estudiamos en el capítulo 7, el dióxido de azufre es un peligroso contaminante del
aire. El contenido de azufre en los crudos varía considerablemente; el mayor
porcentaje es 55 veces mayor que el más pequeño. El contenido de azufre del gas
natural es generalmente más pequeño que el de los crudos. Por esta razón se prefiere
el gas natural como combustible en áreas urbanas y se dice que es más “limpio”
que el crudo.
Los geólogos están de acuerdo en que el petróleo se ha originado de materia orgánica
enterrada dentro de gruesos sedimentos marinos que se acumularon a lo largo de los
márgenes continentales. El barro depositado en un medio químico reducido donde no
hay oxígeno es favorable para la acumulación de petróleo, Cuando la materia orgánica
es enterrada se convierte en compuestos de hidrocarburos relacionados con
aquellos que se encuentran en el petróleo. El calentamiento a una profundidad tiene
un importante papel en esta conversión química. Una segunda fase comprende el
movimiento de migra ción del petróleo desde la roca base a una roca de depósito. El
petróleo se mueve hacia arriba y lateralmen te, fuera de las capas de sedimentos
compactos y eventualmente se concentra en una masa rocosa porosa. Muchas rocas
de depósito son de tipo sedimentario con arena y las areniscas son a menudo
excelentes depósitos. Es esencial que la roca de depósito esté rodeada de una roca
densa a través de la cual no pueda pasar el petróleo. Entonces se ha formado un
protector del depósito que previene que el petróleo salga a la superficie. Los esquis tos
son un tipo corriente de roca de protección. La figu ra 18.32 ilustra una de las más
simples bolsas geológicas, consistiendo en un arco de estratos elevado (una estructura
anticlinal o domo). En el capítulo 18 se describen e ilustran una serie de clases
comunes de protecciones geológicas.
Cualquier interesado en fuentes de energía ha oído hablar del esquisto petrolifero y de
la tremenda reserva de hidrocarburos que contienen. El hecho es que esta roca
sedimentaria de la región de las Montañas Rocosas no es realmente un esquisto, y el
hidrocarburo que contiene no es realmente petróleo. Los estratos de las Montañas
Rocosas denominados “esquistos petrolíferos" están com puestos de carbonato cálcico
y magnésico. Los estratos se formaron como depósitos de barro en un lago Cenozoico.
Estos depósitos blandos y laminados se convirtieron en la formación del Río Verde. Los
lechos de esquistos petroliferos aparecen en cantidad en el noroeste de Utah,
noroeste de Colorado y suroeste de Wyoming.
La materia de la formación del Río Verde es una sustan cia cerosa denominada
kerógeno, que se adhiere a los minúsculos granos del material de carbono. Cuando el
esquisto es comprimido y calentado hasta una temperatura de 480° C, el kerógeno se
convierte en petróleo y se hace líquido. La roca puede ser extraída y procesada en
plantas de la superficie o calentada eh minas subterráneas, desde las cuales el
petróleo es bombeado hacia la superficie.
Existe también otra forma de aparición de los hidrocarbonos, el betiin, una variedad
del petróleo que se comporta como un sólido, aunque es un líquido fuertemente
viscoso.
El betún tiene muchos otros nombres, como alquitrán, asfalto o brea. En algunas
localizaciones el betún ocupa los poros en capas de arena o arenisca. Permanece
inmóvil entre la arena y sólo fluye cuando se calienta. Campos de arena
bituminosa (arena petrolife-ra) expuestos al sol mostrarán la aparición del betún.
Quizás el más conocido de los grandes depósitos de arenas bituminosas sea el de
Alberta (Canadá). En los lugares en que la arena bituminosa está desprotegida a lo
largo del río Atabasca, se extrae a través de minas de superficie. La extracción a través
de pozos requiere que la arena sea calentada por corrientes u otras fuentes de
calor.
Rocas metamórficas
Cualquier tipo de roca ígnea o sedimentaria puede sufrir una alteración debido a las
tremendas presiones y elevadas temperaturas que acompañan a los movimientos
orogénicos de la corteza terrestre. El resultado es una roca que ha sufrido un cambio
tan fuerte en aspecto y composicion que se la clasifica como roca metamórfica. En
General estas rocas son más duras y compactas que sus tipos originales, salvo en el
caso de que procedan de rocas igneas. Además las acciones de mezcla y calentamiento
que han sufrido producen nuevas estructuras e incluso nuevos minerales. Muchos de
estos minerales metamórficos son silicatos, Las arcillas, después de haber sido
comprimidas bajo la acción de las fuerzas orogénicas, se transforman en pizarra.
Esta roca gris o rojo ladrillo se divide perfectamente en placas delgadas, de todos
conocidas por su utilización en el recubrimiento de tejados y como losas en patios y
paseos.
Con una aplicación continua de presión o cizallamiento interno, la pizarra se convierte
en esquisto, que representa el grado más avanzado de roca metamórfica. El esquisto
posee una estructura denominada foliacion, que consiste en planos de fractura
delgados, aunque de superficie basta e irregularmente curvos (figura 12.12). El
esquisto se diferencia de la pizarra por la estructura grosera de sus granos minerales,
la abundancia de mica, y la presencia de grandes cristales esparcidos de nuevos mi
nerales, como el granate. Estos cristales han crecido du rante el proceso de actuación
de fuerzas de cizallamiento interno.
El equivalente metamórfico del conglomerado, la arenisca y el limo es la cuarcita
formada por una adición de sílice que rellena completamente los intersticios entre los
granos. Este proceso es llevado a cabo por el lento FIGURA 12.14. Diagrama
esquemático del ciclo de la transformación de las rocas.
(A partir de A.N. Strahler, The Earth Sciences, 2* ed. Harper and Row Publishers,
figura 20.4 Copyright 1963, 1971 por Arthur N. Strahler.) 219
movimiento de circulación de las aguas subterráneas que transportan la sílice a la
arenisca, donde se deposita. La presión y la mezcla de la roca no son indispensables
para producir una cuarcita.
La caliza afectada por el metamorfismo se convierte en mármol, una roca de textura
azucarada cuando se ha fracturado recientemente. Durante el proceso de fractura
interna, la calcita de la caliza se ha reorganizado formando cristales más grandes y
uniformes que antes. Los planos de estratificación dejan de verse claramente y masas
de impurezas minerales forman fajas y bandas serpenteantes.
Finalmente, una roca metamórfica importante, el gneiss puede formarse a partir de
rocas ígneas extrusivas o de rocas sedimentarias clásticas que hayan estado en
contacto con magmas intrusivos. Una única descripción no se ajustaría a todos los
tipos de gneiss, debido a que varían considerablemente en aspecto, composición
mineral y estructura. Una variedad llamativa del gneiss está fuertemente estratificada
en bandas claras y oscuras, o lentejones (figura 12.13), que pueden estar retorcidos en
pliegues ondulantes. Estas bandas, de diferente composición mineral, son
interpretadas como restos de estratos sedimentarios, como de arenisca, a los
que se ha añadido nuevo material procedente de rocas intrusivas cercanas.
Ahora podemos observar todo el proceso formativo de las rocas en un concepto único
del reciclaje de la materia a través del tiempo geológico. Un diagrama esquemático,
en la figura 12.14, distingue entre el medio superficial de bajas presiones y
temperaturas y el medio profundo de altas presiones y temperaturas. El medio
profundo es el reino de las rocas ígneas intrusivas y de las rocas metamórficas. El
medio superficial es el de la alteración mineral y la deposición de los sedimentos.
Visto en forma completa, el circuito total de los cambios de las rocas en respuesta a las
tensiones ambientales constituye el ciclo de la transformación de las rocas. La figura
12.14 insiste en que la materia mineral es continuamente reciclada a través de los tres
tipos mayores de rocas.
Las rocas igneas no son de ninguna manera las rocas “originales”de la corteza
terrestre. En realidad, no existen restos de las primeras rocas de la corteza terrestre;
fueron destruidas y recicladas hace mucho tiempo.
Esta breve introducción a los minerales y rocas comunes que forman la corteza de la
tierra nos prepara para el estudio de los sistemas geológicos dinámicos —las placas
tectónicas— que proporcionan una nueva perspectiva en el ciclo de la transformación
de las rocas.

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