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Hidroarsenicismo crónico regional endémico – HACRE

ABIEL

El hidroarsenicismo es una enfermedad ambiental crónica cuya causa está asociada al


consumo de aguas contaminadas con sales de arsénico, y que en algunas regiones del mundo
es de carácter endémico, es decir, que se mantiene de forma estacionaria en una población.

Este provoca alteraciones cardiacas, vasculares y neurológicas, repercusiones en el aparato


respiratorio, lesiones renales, hepáticas e hiperqueratosis cutánea, que avanzan
progresivamente hasta las neoplasias o cáncer.

La presencia de arsénico está asociada a procesos hidrogeológicos naturales en el mayor


porcentaje de los casos, pero también por la intervención humana. En las causas naturales, las
cuencas hidrográficas están asociadas a napas freáticas que subyacen en depósitos naturales
de arsénico de origen volcánico. Además, movimientos geológicos, actividad volcánica y por
otro lado la actividad antrópica por la extracción de agua desde pozos superficiales y por la
minería son las causas más comunes.

LUANA

El cuadro clínico del hidroarsenicismo se presenta entre los 1 y 5 años de ingesta continua de
agua contaminada, por t anto su toxicidad es por bioacumulación en los tejidos de los
diferentes órganos del cuerpo. Algunos síntomas son la queratodermia en que se produce
hiperqueratosis palmar de las manos o pies. También lesiones de tipo odontológicas, ya que el
arsénico también entra por la cavidad bucal provocando necrosis ósea y neuritis facial.

En América del Sur, se encuentra en países como Chile y México, también en provincias de
Argentina que se encuentran en las zonas áridas del norte (Córdoba, Salta, Santiago del Estero,
Jujuy, San Luis y San Juan)

En el año 2000 se estimaba que más de dos millones de personas en Argentina estaban
potencialmente expuestas a la ingestión de aguas de más de 50 ppb de arsénico. El área
afectada se extiende en un continuo noroeste-sureste desde el Antiplano hacia la costa
atlántica. A excepción de algunos pocos casos (minas y fundiciones), el origen del arsénico es
natural y está relacionado con el vulcanismo y la actividad hidrotermal asociadas de la
Cordillera de los Andes.
INGRID

La dispersión secundaria a través de aguas superficiales ha sido el mecanismo dominante que


ha llevado al arsénico hasta la costa atlántica.

La presencia concentrada de arsénico y las consecuencias de esto están documentadas en


Argentina desde principios del siglo XX.

Hay varios estudios en el país de carácter epidemiológico que enseña las graves consecuencias
de consumir agua que contenga elevados niveles de arsénico, e indican que una de las zonas
más afectadas es la provincia de Chaco.

En nuestra provincia se han reportado casos de muertes causados por el arsenicismo que
vienen registrados desde el año 1983. La Secretaría Técnica de Epidemiologia, dice que se han
detectado casos graves en mujeres y niños, que presentaban lesiones graves en las plantas de
los pies, manos y tronco. Estos estudios hechos en el área de toxicocinetica, indican que los
niños son mucho más vulnerables que los adultos. Los niveles de arsénico en el agua son
generalmente asociados con las posibilidades de contraer cáncer de vejiga, riñón o pulmón.

Esto se da generalmente en las zonas áridas de la provincia, ya que el acceso al agua potable es
algo muy difícil, y el sistema de distribución de agua no alcanza a satisfacer a todos los que
habitan en estos sectores, y es que terminan consumiendo agua contaminada.

ALMA

Se estima que hay entre 20.000 y 50.000 personas contagiadas, generalmente del margen
izquierdo del Rio Salado, también hay muchos casos en los departamentos Robles, Figueroa y
Banda.

Una posible solución que encontramos sería la tecnología: El Centro INTI-Química desarrolló
un modelo de intervención para abatir el arsénico, se trata de un dispositivo domiciliario para
el tratamiento de agua de áreas rurales aisladas, que no necesita energía eléctrica para su
funcionamiento. La presencia silenciosa del arsénico en el agua es más común de lo que
creemos, y según estudios del Ministerio de Salud de La Nación, más de 3 millones de
argentinos están expuestos a estas concentraciones de arsénico. Cabe mencionar que no se
podría dar una solución por igual a cada región que sufra de esto en el país, ya que en algunas
la situación es peor, y en otras es más leve, por ejemplo, regiones que no cuentan con una
planta de remoción de arsénico, que se abastezcan de agua desde un pozo particular o que no
cuenten con suministro eléctrico. Este último es el que más limita a las últimas tecnologías.

Existen varias tecnologías desarrolladas y aprobadas para plantas de abatimiento de arsénico,


como por ejemplo, aquellas de coagulacion-filtracion o de osmosis inversa.

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